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El impacto que ha generado Internet en el mundo es muy grande, aportando en vastos

dominios como la educación, comunicaciones, ciencia, gobiernos y a la humanidad en


general, llegando a ser una de las creaciones más importantes en la historia. Hace
aproximadamente 20 años era usada como herramienta para buscar información, luego, en
los últimos 10 años se ha visto una evolución y una nueva forma de uso de Internet, donde
sea convertido móvil, social y transaccional. En 1999 un investigador británico de nombre
Kevin Ashton acuñó el término “Internet of Things” a una idea que al inicio se usaba para
describir las limitaciones de la relación entre internet, los ordenadores, y el mundo físico.
Ashton describía cómo casi todos los datos disponibles en internet eran originados por un
humano. Con nuevas tecnologías emergente, Ashton creía que la información acerca de
cosas necesitaba que no fuera dependiente de una interacción manual, sino que podía ser
un proceso automatizado.

Ahora vemos que el internet de las cosas (IoT) es el siguiente paso en la evolución de
internet, pues permite la conexión de un gran número de dispositivos a una red, permitiendo
mejorar la capacidad para reunir, analizar, procesar y distribuir datos que podemos usar
para diferentes propósitos. Con esta capacidad de los objetos de reportar datos en tiempo
real, se ofrece a los usuarios la posibilidad de tomar decisiones de forma más rápida y
precisa. Ha sido tal su acogida que el número de “cosas” conectadas a internet sobrepasó
en 2008 el número de habitantes del planeta y se estima que habrá alrededor de 50.000
millones de dispositivos conectados en 2020 [13]. Sin embargo, un sin número de
dispositivos poseen algunas limitaciones, haciendo que sean vulnerables a ataques,
comprometiendo la información que estos generan, procesan o transmiten; si a esto le
agregamos su gran escala y su naturaleza distribuida, plantean un reto en la seguridad y
privacidad en IoT.

Blockchain permite integrar redes sin confianza, pues las partes pueden realizar
transacciones a pesar de que no confían entre sí, al estar ausente un intermediario confiable
significa una reconciliación más rápida entre las partes que realizan transacciones. El uso
intensivo de la criptografía, una característica clave de las redes blockchain, brinda
autenticidad a todas las interacciones en la red, y si a esto le sumamos los contratos
inteligentes (scripts que se autoejecutan y que residen en el blockchain) permiten flujos de
trabajo apropiados, distribuidos y altamente automatizados [2].
Una aplicación de IoT particularmente interesante de estudio son los picosatélites CanSat,
que transmiten información crítica sobre variables atmosféricas y ambientales, como son la
densidad del aire, presión, temperatura, humedad, etc., en un sitio específico. Esta
información registrada por los sensores equipados en el Cansat puede ser de gran
importancia, por lo que la seguridad y privacidad debe ser una prioridad. Por estas razones,
en este trabajo de grado se propone implementar blockchain para la asegurar dicha
información transmitida por estos dispositivos…………

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