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PARTICIPACIÓN SOCIAL

Es la intervención de los ciudadanos en la toma de decisiones respecto al manejo


de los recursos y las acciones que tienen un impacto en el desarrollo de sus
comunidades. En este sentido, la Participación Social se concibe como un legítimo
derecho de los ciudadanos más que como una concesión de las instituciones. Para
que la participación social se facilite, se requiere de un marco legal y de mecanismos
democráticos que propicien las condiciones para que las comunidades organizadas
hagan llegar su voz y sus propuestas a todos los niveles de gobierno.

Se entiende por participación social a aquellas iniciativas sociales en las que las
personas toman parte consciente en un espacio, posicionándose y sumándose a
ciertos grupos para llevar a cabo determinadas causas que dependen para su
realización en la práctica, del manejo de estructuras sociales de poder. La
participación se entiende hoy como una posibilidad de configuración de nuevos
espacios sociales o como la inclusión de actores sociales en los movimientos
sociales, en organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, o como la
presencia en la esfera pública para reclamar situaciones o demandar cambios.

Dentro de las formas de participación, los protagonistas en América Latina, sobre


todo en los años 1980, fueron los movimientos sociales. Sin embargo, en la
actualidad, según la perspectiva de Rott que ella expresa como una declaración
realista, el tiempo de auge de los movimientos sociales ya finalizó. Una de las
causas de este cambio, Rott la observa en el caso del Brasil. En este país, los
movimientos fueron absorbidos por un partido que les posibilitó otros canales de
articulación. Muchos dirigentes de los movimientos sociales y ONGs fueron
incluidos en el Partido de los Trabajadores (PT). Y cuando los partidos, dice la
autora, en el tercer mundo o América Latina, están obligados a autofinanciarse, la
tentación de dejarse pagar para obtener posiciones o ganarse ayudas voluntarias,
es muy grande. Por lo tanto, los integrantes de los movimientos sociales que son
incluidos dentro de los partidos políticos deben dejar en cierta medida muchas de
sus causas en la medida en que el partido lo considere.

Un segundo tipo de participación social se da en las organizaciones no


gubernamentales (ONGs). Rott las presenta primordialmente dentro de un enfoque
económico, pues las organizaciones no gubernamentales están determinadas por
un pensamiento competitivo en el concurso por recursos. Por lo tanto, las ONGs no
necesariamente actúan en la línea de la resistencia social, sino que por el contrario
pueden extender concepciones sociales hegemónicas. La búsqueda de recursos
lleva, dice la autora, a un “political correctness”, en la medida en que los buscadores
de recursos se tienen que dejar absorber por las ideologías de quienes proporcionan
los recursos.

Otro tipo de participación se ha dado en América Latina con la creación de


asociaciones de vecinos. Las mujeres en los barrios, en la mayoría de los casos, se
han organizado creando este tipo de asociaciones. En cuanto a la participación de
las mujeres, Rott señala algunos momentos, como los grupos creados en alianza
con las iglesias durante las dictaduras, o la aparición en la esfera pública de las
madres de los desaparecidos y torturados en las dictaduras pidiendo justicia. El
caso más impactante fue el de las Madres de la Plaza de Mayo en Buenos Aires.

Rott añade un punto de interés para el caso de la participación femenina en la


sociedad patriarcal. Para ella, el hecho de que los militares y dirigentes de las
dictaduras permitieran una cierta participación de las mujeres tiene que ver con un
rol inculcado por milenios en el que a las mujeres se les permite llorar en público y
llevar luto por los muertos. En el caso de las Madres de la Plaza de Mayo, las
mujeres hicieron uso de su rol tradicional de madre, exigiendo justicia por la
desaparición de sus hijos y la desintegración de sus estructuras familiares. Este
pronunciamiento de las mujeres como madres le regresó a la sociedad la dimensión
de la importancia para la vida de las personas de las estructuras sentimentales
adyacentes a los vínculos familiares.

LA JUVENTUD
Los jóvenes poseen perspectivas y opiniones importantes que a menudo no son
escuchadas. La participación activa da poder a los jóvenes y puede jugar un papel
vital en su propio desarrollo. Para aumentar la participación es necesario que haya
una comprensión más colectiva y mejorada de lo que implica la participación de los
jóvenes y cómo se puede hacer comprender por los niños y adolescentes.

El Programa de la Juventud de las Naciones Unidas y el Fondo de la ONU para la


Infancia (UNICEF) celebraron una corta sesión informativa sobre la Participación de
los Jóvenes, como parte del Año Internacional de la Juventud, el 12 de abril, en la
Casa de la UNICEF en Nueva York. La sesión comenzó con el vídeo “Jóvenes en
Acción: Una película sobre la Participación de los Jóvenes”, seguido por un panel
de discusión entre los jóvenes, personas de la sociedad civil y expertos de las ONU.

Miguel Abad sostiene que la “visualización, reconocimiento y legitimación en la


escena pública, demanda formas de participación ligadas al ejercicio de una
ciudadanía específicamente juvenil, en la cual los jóvenes se empiezan a reconocer.
Esto, a la vez incide para ser reconocidos por la sociedad, con derechos e intereses
distintos a los de los niños, los adolescentes y los adultos”.

No solo debemos “empoderar” a la juventud, sino reconocer que es un sector


importante dentro de la sociedad. Claro, existen actividades como los festivales de
expresión artística, que alientan la participación de jóvenes para explotar su talento.

Aunque en materia de participación institucional, es muy poco el apoyo o los


espacios que se les brindan a los jóvenes. Esto es una apuesta que los gobiernos
deben comenzar a realizar, si quieren lograr una construcción de una ciudadanía
que involucre a la juventud en la sociedad.

Si comienzan a trabajar en este sector de la población, los gobiernos podrían


obtener a jóvenes capaces de asumir el protagonismo dentro de su comunidad
como agentes de cambio. Lograr que desarrollen el pensamiento e interpretación
de la realidad para crear estilos de vida saludables.
En ocasiones, la mayoría desconoce sus derechos y obligaciones como
ciudadanos. Soy de la opinión que los jóvenes que se involucran en actividades
recreativas pueden desarrollar disciplina, orden y ante todo conocer sobre la
realidad que vivimos en el país.

En Guatemala, existen instituciones que hacen de forma constante el llamado a


jóvenes para involucrarse por medio del servicio ciudadano como Conred, los
bomberos, las reservas militares, entre otros.

Tuve la oportunidad de conocer un poco más sobre la labor que se realiza en las
reservas y me llamó la atención el programa de voluntariado que manejan. A pesar
que es un curso gratuito, les enseñan sobre diversos temas como: derechos
humanos, defensa personal, primeros auxilios, medidas de prevención en desastres
naturales, proyección social, entre otros.

LA SOCIEDAD
Para que la participación social se facilite se requiere de mecanismos democráticos
que proporcionen las condiciones de comunicación y todos seamos escuchados.
De esta manera siempre debemos de estar al pendiente de nuestros gobernantes
para poder construir una mejor sociedad.

Por medio de la participación social podemos participar en la planeación,


seguimiento y acción de muchas decisiones en nuestra comunidad. De esta manera
debeos cuidar que la participación sea explicita y poder definirla y dividirla en áreas
de importancia.

Gracias a la participación podemos intervenir en diferentes factores importantes que


nos afectan día con día como ciudadanos que somos. Algunos son temas como
servicios de salud, apoyo comunitario, contienda política, cultura, promoción de
empleo, entre otros más.

La participación ciudadana es un conjunto de maneras para que la población acceda


a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar
parte de la administración pública o de un partido político. Se debe de tomar en
cuenta que la participación ciudadana no solo se refleja a través del voto, sino que
existen múltiples maneras de tomar parte en asuntos públicos. Ejemplos de esto
pueden ser acciones como expresión, deliberación, creación de espacios de
organización y disposición de recursos por medio de los cuales los ciudadanos se
involucran en la elaboración y decisión de temas que son de su interés.

El término participación social o ciudadana puede ser conceptualizada desde


diferentes perspectivas teóricas, así puede referirse a los modos de fundamentar la
legitimidad y el consenso de una determinada población, por ejemplo participación
democrática o también puede referirse a los modos de luchar contra las condiciones
de desigualdad social y para cuya superación se necesita impulsar la participación.1
En la mayoría de las definiciones de participación ciudadana, existen elementos en
común: una mediación entre sociedad y gobierno para que los distintos sujetos
sociales intervengan, con base es sus diversos intereses y valores, los cuales
influyen en políticas públicas y en las estructuras de gobierno, fundamentándose en
el reclamo del derecho a la intervención en los asuntos que les competen.2

La participación ciudadana es continuamente seguida por su lado opuesto, que es


el abstencionismo. El desánimo y la desconfianza puede ser generalizada entre la
población por la falta del contacto institucional con la sociedad civil, es decir por la
falta del trato directo institucional. La Declaración Universal de los Derechos
Humanos en su artículo 21 indica que toda persona tiene derecho a participar en el
gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente
escogidos. Y en su artículo 29 indica que toda persona tiene deberes respecto a la
comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su
personalidad. Estos artículos muestran claramente que la participación y el
desarrollo son derechos y deberes que impulsan la personalidad de cada persona
habitante de este país.

En la teoría democrática contemporánea la participación ciudadana tiene la función


de moderar o influir en el ejercicio del poder político desde la estructura del Estado
mediante la expresión de preferencias y demandas de los diversos sectores de la
sociedad.

El objetivo de la participación ciudadana es lograr una sociedad más democrática,


incluyente y representativa de los ciudadanos. También es importante asegurar la
participación de la sociedad para garantizar procesos justos y efectivos de
transparencia y rendición de cuentas. El desacuerdo con las decisiones o procesos
democráticos puede llevar a una búsqueda de nuevas formas de participación, lo
cual crea un ambiente más representativo de la sociedad.

La participación ciudadana se asocia con mecanismos de democracia directa, por


ejemplo iniciativa de ley, referéndum, plebiscito, consulta pública, revocación del
mandato, así como la integración de consejos ciudadanos en organismos públicos
para el diseño o reorientación de políticas públicas. La participación política en
cambio se relaciona con el involucramiento de los ciudadanos en las estructuras
formales de acceso y control de las posiciones de poder del Estado (partidos
políticos, elecciones, integración del poder legislativo, contienda por el poder
ejecutivo). La diferencia fundamental entre participación ciudadana y participación
política es que la primera busca influir en la toma de decisiones públicas, mientras
que la segunda busca los mecanismos de acceso al control del Estado.
LA DELINCUENCIA
Como delincuencia nos referimos a todo aquello relacionado con las acciones
delictivas y con los individuos que las cometen, conocidos como delincuentes. La
palabra, como tal, proviene del latín delinquentia.

Los delincuentes son personas que cometen delitos, es decir, que realizan acciones
contrarias a lo que establece la ley y el derecho, y que por ellas son penados por el
sistema de justicia de cada país, lo que implica el cumplimiento de castigos o
sanciones dependiendo de la gravedad de la falta.

El Estado es el encargado de proteger a los ciudadanos contra la delincuencia,


creando órganos de vigilancia y control social, como la policía, y aplicando la ley
mediante el sistema de justicia.

Las penas aplicadas sobre los delincuentes contemplan, por lo general, la prisión, y
persiguen como ideal la reinserción social de los individuos que han cometido actos
delictivos, para que puedan volver a ser elementos productivos de esta.

La delincuencia es una preocupación social en todos los países del mundo, puesto
que esta es un síntoma de los problemas de desigualdad y exclusión que se viven
en el seno de las sociedades.

Como delincuencia organizada se denominan todas aquellas organizaciones


criminales compuestas por un grupo de personas estructurado por jerarquías, roles
y funciones. Su principal objetivo es la obtención de beneficios políticos y
económicos mediante la comisión de delitos.

La delincuencia organizada puede alcanzar niveles de evolución y


perfeccionamiento semejantes a los de las empresas, gracias a lo cual son capaces
de burlar el control gubernamental y construir redes criminales internacionales. De
hecho, este tipo de organizaciones criminales suelen estar constituidas por
individuos vinculados a grupos de poder, lo cual les permite evitar caer en manos
de la justicia.

La delincuencia cibernética es aquella que utiliza internet como instrumento para


cometer delitos. Los delitos más comunes de los delincuentes cibernéticos están
relacionados con el robo de identidad, pueden valerse del phishing, que consiste en
engañar a los usuarios para obtener su identidad; el malware, que desarrolla
programas para recoger información personal de las personas, o el hackeo o
hacking, que consiste en el acceso ilegal a una computadora de forma remota.

La delincuencia común es aquella que opera sin estructuras organizativas, sino


mediante individuos o grupos de individuos que cometen delitos menores o graves,
principalmente con el objetivo de obtener dinero o artículos de valor. No son
delincuentes especializados.
Como delincuencia urbana se conoce aquella que ocurre dentro de los términos de
los núcleos poblacionales o ciudades. El espacio urbano, especialmente las
grandes ciudades, son lugares donde se concentra gran parte de la población
debido a su poder económico y financiero, lo cual también atrae a los delincuentes,
que hacen de las ciudades su principal campo de acción. Por esta razón, es en las
grandes ciudades donde aparecen los principales problemas de seguridad.

La delincuencia juvenil es aquella referida a la comisión de delitos por parte de


menores de edad. Recibe un tratamiento específico por parte de los sistemas
jurídicos de cada legislación, y se valen de otro tipo de medios coercitivos, como los
centros juveniles de detención.

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