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EFICACIA DE LAS NORMAS QUE RIGEN EL DIH Y LAS INTERVENCIONES

HUMANITARIAS.

MATERIA: CINE GUERRA Y POLITICA

ENTREGADO POR:

KEVIN MUÑOZ PALACIO

ENTREGADO AL DOCENTE:

WILLIAM MALKUM CASTILLEJO

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

FACULTAD DE DERECHO

VII SEMESTRE

CARTAGENA JUNIO DE 2016


El Derecho internacional Consagra dos principios importantes que se deben tener
en cuenta cuando se desarrolla un conflicto armado o guerra para que se considere
por parte de la comunidad internacional como “Legitima”: El IUS AD BELLUN,
derecho a hacer la guerra (implantado en la Carta de la Naciones Unidas) y el IUS
IN BELLO, derecho al modo de hacer la guerra (derecho internacional humanitario).
Estos principios en la realidad no se aplican (DIH); y en otros casos algunos estados
lo utilizan para justificar de forma encubierta otras intenciones (Ius Ad Bellum)

El IUS IN BELLO, que establece límites a los comportamientos y conductas que


tienen lugar durante un conflicto armado, una vez iniciadas las hostilidades. En la
actualidad, se denomina Derecho Internacional Humanitario y se ha agrupado en
los Convenios de Ginebra, en 1949 y los protocolos adicionales, y se aplica en el
contexto de un conflicto armado. El Derecho Internacional Humanitario se funda
sobre dos principios fundamentales: El Principio de Limitación: la guerra solo es
legitima cuando el objetivo es debilitar las fuerzas militares del enemigo. Y el
Principio de Distinción: Resalta la importancia de diferenciar entre combatientes y
no combatientes, y entre los bienes que pueden y no pueden ser utilizados en un
conflicto armado.

¿Son eficaces las normas del DIH?

Las normas son eficaces cuando se da aplicación de su contenido, consiguiendo de


cierta forma controlar el comportamiento humano.

El conflicto armado colombiano es un claro ejemplo de inobservancia de las normas


del D.I.H, por las innumerables violaciones a los derechos humanos. Existen unos
actores armados definidos (Guerrilla y paramilitares) que cuentan con poder militar
y poder político en gran parte del país, y algunos de estos grupos se han dedicado
al narcotráfico, lo que les ha permitido aumentar sus arcas, Esto unido al estado de
desprotección e indefensión en que se encuentra la población, posibilita la
vulneración de DDHH ante la complicidad del estado. De tal manera que en
Colombia se han presentado gran cantidad de masacres:
 Cometidas por grupos Paramilitares: Masacre de El Aro, Masacre de El
Tomate, Masacre de La Rochela, Masacre de Mapiripán, Masacre de Bahía
Portete, Masacre de Chengue, Masacre de El Salado, Masacre de La Mejor
Esquina, Masacre de Macayepo, Masacre de San José de Apartadó y la
Masacre de Segovia.
 Cometidas por las FARC: Masacres de indígenas Awá en Nariño de 2009 y
la Masacre de Bojayá
 Cometidas por el ELN: Masacre de Cararabo y la Masacre de Machuca

Esto demuestra la ausencia del Estado, esto es la falta de institucionalidad, de


infraestructura estatal y de autoridades que permitan la protección de los derechos
y evite estos vejámenes. Ante la notoriedad de la situación la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH)
señaló la necesidad de investigar una serie de actuaciones y de omisiones en
relación con los hechos del 2 de mayo de 2002 en Bojayá, que sugerían especiales
fallas del Estado, principalmente en su obligación de prevención y de protección.
Sobre la obligación de prevención, la OACNUDH consideró que hubo hechos que
permiten sugerir que el Estado falló, en este caso, en su obligación de prevenir con
debida diligencia y de manera razonable, la ocurrencia de los hechos de Bojayá.

Así vemos que a pesar de que Colombia ha ratificado la mayoría de los tratados
internacionales en materia de DDHH y reconoce y declara el respeto del DDHH en
la constitución política, se ha caracterizado por desconocer las obligaciones
internacionales contraídas y participar o permitir la violación del DDHH.

En Colombia, el DIH está siendo utilizado por todos los actores armados como un
arma de guerra que permite descalificar al contrario y justificar las acciones propias,
y se condiciona el respeto del DlH respeto a que primero lo haga la parte contraria.

En cuanto al IUS AD BELLUM, como establece que el recurso a la guerra es


legítimo, ha permitido a la Organización de Naciones Unidas (ONU) realizar
“Intervenciones Humanitarias”. El concepto de intervención humanitaria termina de
forjarse a fines del siglo XIX, por la necesidad de los Estados colonialistas de
justificar su actuación en territorios extranjeros, generalmente para amparar la
persona o los intereses de sus propios nacionales.

Pero en los últimos años del siglo XX sus fundamentos se vieron sensiblemente
alterados al ser impregnados de contenidos de derechos humanos, pasando la
intervención humanitaria de ser una cuestión que afecta individualmente a los
Estados a otra que atañe a toda la comunidad internacional. Y así a partir de la
creación de la ONU se presentan características esenciales: a) centralización del
uso de la fuerza en manos de la ONU, salvo alguna(s) excepción(es); y b) una
protección cada vez mayor de los derechos humanos fundamentales.1

¿Bajo qué condiciones puede llegar a ser justa una guerra?

En la Carta de naciones unidas se establecen la posibilidad de realizar


intervenciones en dos artículos:
a) El artículo 51 reconoce la posibilidad de recurrir legítimamente al uso de la fuerza,
en base al <<(…) derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en
caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas>>.

b) El artículo 39 permite usar la fuerza, previa autorización del Consejo de


Seguridad, para dar respuesta a amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz, o
actos de agresión.

¿Qué les resta Legitimidad a las normas de la carta de Naciones unidad que
permiten las intervenciones?

El hecho de que las intervenciones humanitarias no priorizan tutelar los derechos


humanos, sino que se realizan para proteger intereses económicos, políticos,
geoestratégicos o culturales de las grandes potencias.

La expresión “intervención humanitaria” analizada desde el punto de vista del


derecho internacional humanitario implica una contradicción que radica en que el
vocablo “humanitario” se limita a la acción dirigida a aminorar el sufrimiento de las

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Romualdo Bermejo García y Eugenia López-Jacoiste Díaz. DE LA INTERVENCIÓN POR CAUSAS
HUMANITARIAS A LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGER. FUNDAMENTOS, SIMILITUDES Y DIFERENCIAS
víctimas, y el vocablo “Interferencia” lo define Hedley Bull como: “una interferencia
dictatorial o coercitiva, por una parte o varias partes extranjeras, en la esfera de la
jurisdicción de la soberanía de un estado, o más ampliamente, en la independencia
de una comunidad política…” y así vemos que en casos de “intervención
humanitaria” como las de Yugoslavia, Irak, Kosovo, entre otras, es una
intervención armada que implica a menudo un programa político.

La intervención se ha convertido en una extensión política de los estados


occidentales para implantar un nuevo orden internacional imponiendo sus normas,
valores, sistema político y el sistema económico de economía de mercado. Esto,
como ocurre en la práctica, implica eventuales abusos, imposición de los intereses
políticos sobre los humanitarios y un riesgo de recolonización, y por lo tanto de
violación del principio de soberanía y autodeterminación de las naciones. Esto
porque no se siguen los “criterios materiales y formales, establecidos por la doctrina
y la práctica internacional que son los siguientes: a) existencia de una violación grave
de los derechos humanos fundamentales; b) situación de urgencia y necesidad de actuar;
c) agotamiento de otros medios de protección sin que se haya conseguido salvaguardar
esos derechos humanos; d) proporcionalidad entre el uso de la fuerza y los objetivos
perseguidos; e) carácter limitado de la operación en el tiempo y en el espacio, y f) informe
inmediato de la intervención al Consejo de Seguridad y, si se da el caso, al organismo
regional pertinente”.2

Además, Muchos casos de “intervenciones humanitarias” están basados en la idea


de “peligrosidad del subdesarrollo” que los legitima para imponer el modelo
económico y político que convinieran a las potencias, sin tener en cuenta el deber
de hacer justicia y proteger lo DDHH.

Y lo que más convence de que las intervenciones humanitarias no priorizan la


defensa de los DDHH son los casos en que se mantiene un silencio cómplice ante
la violación sistemática e impune de los Derechos Humanos, por conveniencia o
inconveniencia política y/o económica, como en el caso de del genocidio en Ruanda

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Romualdo Bermejo García y Eugenia López-Jacoiste Díaz. DE LA INTERVENCIÓN POR CAUSAS
HUMANITARIAS A LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGER. FUNDAMENTOS, SIMILITUDES Y DIFERENCIAS
donde se utilizó para definir lo que sucedía en el país como: Actos de Genocidio,
para no verse obligado a intervenir en el conflicto y no se priorizo la protección de
los ciudadanos antes las continuas diferencias entre Bélgica, Alemania, Francia y
Estados Unidos con Boutros Boutros-Ghali, el Secretario General de la ONU en ese
momento. En el año 1999, la comisión independiente de investigación que se creó
para investigar los hechos y establecer responsabilidades llegó a las conclusiones
siguientes: a) falta de voluntad de las grandes potencias de detener la máquina de muerte
que los extremistas hutus habían puesto en movimiento; b) timidez pasmosa y cobardía de
las autoridades de la ONU y de la UNAMIR, que no denunciaron lo que a todas luces era
inaceptable para la comunidad internacional, y c) la retirada por Bélgica de su contingente
de cascos azules después del asesinato de diez paracaidistas, contingente que sin lugar a
dudas era el más eficaz3.

Como colofón podemos decir la eficacia condiciona la existencia de la norma, pues


la inobservancia la convierten en inaplicables, para el caso del DIH y las normas
sobre las intervenciones Humanitarias esto exigiría la reinterpretación de estas
normas para que sean formalmente aplicadas, es decir, haya correspondencia entre
norma y realidad, para que refleje el respeto de los DDHH y del DIH lo que repercute
en la legitimidad de las normas.

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Romualdo Bermejo García y Eugenia López-Jacoiste Díaz. DE LA INTERVENCIÓN POR CAUSAS
HUMANITARIAS A LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGER. FUNDAMENTOS, SIMILITUDES Y DIFERENCIAS

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