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Nombre: Carolina Bustos Mansilla

La Segregación Social en Chile:

Chile es uno de los países sudamericanos que presenta un crecimiento


económico constante durante las últimas décadas, esto se debe a la inserción
económica de nuestro país en el extranjero, lo cual va de la mano con las alzas
en las exportaciones de materias primas a las principales potencias mundiales.
Aun así, Chile no está exentó de una gama de problemáticas sociales que afecta a
la población nacional.

La segregación social es una de las temáticas más recurrentes que se


presentan al momento de analizar las problemáticas sociales que aquejan a
nuestro país. Conceptos como la desigualdad económica, la falta de vivienda y la
discriminación social son temas que se pueden observar de manera constante.

Si bien existen desafíos en los que han avanzado como por ejemplo en
disminuir la violencia, las pandillas y el tráfico pero aun así debemos enfrentar de
manera eficiente los procesos de regeneración urbana en cada territorio, que nos
permitan terminar con el hacinamiento y la densidad, para volver a llenar de
dignidad la vida de cada uno de los habitantes de los distintos barrios.

El documento de la CEPAL afirma que Santiago se ha caracterizado por un


masivo proceso de acceso formal al suelo para vivienda por parte de la población
de distintos estratos socioeconómicos, sus patrones de localización están
altamente diferenciados, según se trate de viviendas, subsidios estatales o de la
acción inmobiliaria privada, este estudio estableció cuatro categorías distintas,
según el mercado del suelo las primeras comunas son: Vitacura, Las Condes,
Providencia y Ñuñoa, donde vive solo el 5% de los pobres y el suelo cuesta 2,5
veces más que el promedio del resto de la ciudad, la segunda son: La Reina,
Macul, San Joaquín, San Miguel y Estación Central, donde vive el 12% de la
población más pobre, Tercero: Pudahuel, Maipú, Pedro Aguirre Cerda, Lo Espejo,
La Cisterna, San Ramón, La Granja y Peñalolén, donde vive el 34% de los
Santiaguinos de estratos medios y bajos. Y por último San Bernardo, El Bosque,
La Pintana, Puente Alto, La Florida, Cerrillos, Lo Prado, Renca, Quilicura,
Huechuraba y Recoleta donde vive el 40% de los santiaguinos con altos
porcentajes de pobreza.

Pero, ¿Cuáles son las consecuencias de la segregación urbana? Primero que


nada la segregación potencia las desigualdades sociales. Si las familias de
menores recursos viven en comunas pobres tienen acceso a los peores bienes
públicos como lo son la salud y educación, en cambio las familias que viven en
comunas “ricas”, la falta de interacción entre grupos sociales puede generar
prejuicios entre dichos grupos y más inestabilidad social. Por último existe
evidencia que relaciona la segregación urbana con mayores índices delictivos,
peores resultados escolares y de salud

A estas alturas, y conforme a todas las experiencias, se hace también urgente


establecer planes de desarrollo económico local que combatan con el negocio del
narcotráfico, programa de reinserción escolar efectiva, que tengan a la primera
infancia y a los adolescentes en los liceos, nivelaciones de estudios para
adultos/as desertores, entre otras medidas de carácter global. En este contexto, el
acceso a una educación gratuita ha generado oportunidades reales a jóvenes que,
sin esta oportunidad, jamás lo habrían logrado por sus propios recursos.

En este contexto el plan de viviendas sociales en las Condes impulsado por el


alcalde Joaquín Lavín la cual sí parece una buena iniciativa, es el edificio que
estará ubicado en Avenida Cristóbal Colón cerca de la rotonda de Atenas. Este
proyecto se hizo famoso por la protesta que se realizó en contra porque este
afectaría el ascenso de los propietarios del sector, Pero, ¿En qué consiste este
famoso proyecto? Es un edificio de quince pisos con ochenta y cinco
departamentos de entre sesenta y sesenta y cuatro metros cuadrados. Cada
departamento tiene tres dormitorios y dos baños. A diferencia de otros, este
edificio busca integrar familias vulnerables y de sectores medio, evitando que el
edifico se transforme en un barrio de altos ingresos. En concreto, el 40%
corresponderá a familias vulnerables y el otro 60% para familias de sectores
medios. La asignación de los departamentos será mediante una tómbola además
de que para postular se debe cumplir con los siguientes requisitos: Acreditar 15
años de residencia en la comuna, Los postulantes deben tener de ahorro 70 UF y
no poseer antecedentes penales, desafortunadamente no existe evidencia
confiable para chile del impacto de este tipo de proyectos. Dicho esto, se puede
evaluar la evidencia internacional para ver si el diseño de Las Condes es
adecuado para obtener un impacto posible con iniciativas de esta índole

La mejor evidencia disponible surge del experimento “Moving to Opportunity”


(MTO) financiado por el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano de EEUU. Este
experimento busca determinar si proveer asistencia a familias para mudarse a
“mejores” barrios, les permite obtener mayores resultados económicos y de salud.

El MTO se llevó a cabo entre 1994 y 1998 en cinco ciudades grandes de


EEUU. Aproximadamente 4.600 familias que vivían en proyectos sociales con
altos niveles de pobreza fueron asignados aleatoriamente a uno de tres grupos: al
grupo Boucher se le ofreció un subsidio con el requisito de que debería mudarse a
un barrio con una tasa de pobreza menor al 10%, al grupo Sección se le ofreció
un subsidio sin requisito alguno, y al grupo control no se le ofreció subsidio alguno,
dado que la asignación a los distintos grupos se realizó de forma aleatoria, se
puede obtener el efecto causal de la política simplemente comparando los
resultados de cada grupo.

Tenemos un problema de segregación social permanente en todo Chile, hay


un Chile de ricos y uno de pobres y eso tenemos que reconocerlo, que el Chile
mayoritario es el Chile de los pobres. A nivel urbano, por ejemplo, tenemos
grandes dificultades, tenemos un Iquique que progresa pero al lado de un Alto
Hospicio, un Temuco que progresa pero al lado un Padre Las Casas. Un Santiago
Oriente y un Santiago Poniente. Esta desigualdad entre las regiones, entre los
lugares, conforman situaciones de injusticia, de frustración, de exclusión, que no
dan paso a una sociedad democrática como la que aspiramos tener en Chile

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