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Premisas básicas del estudio del esqueleto post – craneal, junto a conceptos claves de

reconstrucción ósea en la Antropología forense: perfil bioantropológico y osteobiografía


del sujeto:

Para comenzar es importante mencionar que las funciones principales del esqueleto humano
son servir de soporte y protección a los músculos y órganos, almacenamiento de minerales,
producción de glóbulos rojos, etc. Pero en sí el post-cráneo está compuesto más que nada por
el tórax, con las costillas y el esternón que protegen el corazón y los pulmones y la pelvis que
protegen los órganos de la reproducción humana y las extremidades tanto superiores como
inferiores que sirven tanto para el equilibrio y el caminar como para todo lo relacionado con
tomar objetos o simplemente realizar las tareas diarias de cada persona. Para sustentar esto,
está la cita hecha a los autores, Zaid. L. Rodríguez y Patricia. H. Espinosa, de su libro
“Manual de Osteología”, donde dice: “...Así, las principales funciones del esqueleto son:
soporte, locomoción, protección, almacenamiento de minerales, almacenamiento y
producción de células sanguíneas o hematopoyesis y reservorio de energía…” (Rodríguez y
Espinosa, 2009: 5).

De esta forma el esqueleto humano, según estos dos autores, Z. Rodríguez y P. Espinosa, está
compuesto químicamente por muchas sales minerales fosfato de calcio y carbonato de calcio
(componentes principales de los huesos para su reconstrucción), un poco de hidróxido de
magnesio, fluoruro y sulfato. Todos estos compuestos (en especial las sales) se introducen en
las fibras de colágeno de los huesos, se endurece y por ende se calcifica. De aquí se citan
nuevamente a los autores Z. Rodríguez y P. Espinosa, de donde se sustenta que:

“…A diferencia de otros tejidos conectivos, la sustancia intercelular del


hueso contiene abundantes sales minerales. Predomina el fosfato de calcio
y algo de carbonato de calcio; además, hay pequeñas cantidades de
hidróxido de magnesio, fluoruro y sulfato. Conforme estas sales se
depositan en las fibras colágenas de la sustancia intercelular el tejido se
endurece, esto es, se calcifica…” (Rodríguez y Espinosa, 2009: 7).

Para continuar es importante explicar cuáles son las partes de los huesos largos, que según
estos dos autores Z. Rodríguez y P. Espinosa, son:

- Diáfisis: en un hueso largo, como el fémur, es la parte más larga que ocupa
principalmente el centro.
- Epífisis: se divide en epífisis proximal, que es la parte que va hacia el cuerpo, desde la
punta hasta la primera línea epifisiaria, que es la que separa la epífisis de la metáfisis;
y la epífisis distal que es la que da hacia la parte exterior del cuerpo, desde la línea
epifisiaria hasta la punta que conforma el hueso.
- Metáfisis: son las partes, que están ente la epífisis y la diáfisis de cada lado del hueso,
existe tanto en la parte proximal como en la distal de la epífisis.
- Cartílago articular: cartílago que recubre al hueso en las partes epifisiarias.
- Periostio: es en donde la capa fibrosa contiene tejido conectivo que conduce los
nervios hacia el interior del hueso, y la capa osteogénica que es, la que contiene las
células osteoprogenitoras, osteoclastos y osteoblastos. De estas últimas dos partes del
hueso se puede extraer una cita, a los mismos autores, Z. Rodríguez y P. Espinosa, de
donde se sustenta que.

“…Cartílago articular: una delgada capa de cartílago hialino que cubre la


epífisis (…). Periostio: (peri= alrededor; osteo= hueso); consta de dos capas.
La capa fibrosa está compuesta por tejido conectivo que contiene vasos
sanguíneos, vasos linfáticos y nervios que pasan hacia el interior del hueso.
La capa osteogénica interna que contiene fibras elásticas, vasos sanguíneos,
células osteoprogenitoras, osteoclastos y osteoblastos…” (Rodríguez y
Espinosa, 2009: 8).

- Cavidad medular: cavidad que contiene la médula amarilla, es la parte central del
hueso.
- Endosito: capa por encima de la cavidad medular, compuesta por células
osteoprogenitoras y osteoblastos.

De aquí se hicieron dos dibujos para explicar mejor este punto:


Fig.1: Partes externas de un hueso largo (Fémur). De elaboración propia y digitalizado con
celular Samsung Galaxy Trend Plus, aplicación CamScanner, sin filtro; extraído del libro
“Manual de Osteología” de los autores Zaid. L. Rodríguez y Patricia. H. Espinosa (2009).

Fig.2: Partes internas de un hueso largo (Fémur). De elaboración propia y digitalizado con
celular Samsung Galaxy Trend Plus, aplicación CamScanner, sin filtro; extraído del libro
“Manual de Osteología”. Fig.3, de los autores Zaid. L. Rodríguez y Patricia. H. Espinosa
(2009).

El esqueleto humano consta de 206 huesos, claro que esto cambia según la edad, por ejemplo
están los huesos de los niños pequeños que al nacer todavía son cartilaginosos, como es el
caso de la fontanela en el centro del cráneo que luego se oscifica cada vez más con la edad,
como también, es el caso de los más adultos o ancianos en los que las separaciones de los
huesos o las suturas están tan unidas que casi no se aprecian. De aquí se extrae otra cita al
respecto, de los mimos autores, Z. Rodríguez y P. Espinosa, de donde se sustenta que.

“…Desde luego, el número varía con la edad del individuo. Por ejemplo, en
el viejo disminuye por la soldadura de dos o huesos próximos; en el joven o
niño, su número es mucho mayor debido a que muchos de los huesos, que en
el adulto será uno solo están constituidos por muchas piezas distintas. (…).
Esta característica del esqueleto permite, como veremos, determinar la edad
de los individuos subadultos (…) También debemos recordar que su número
varía si consideramos o no los huesos supernumerarios (wormianos de cráneo
o sesamoideos de manos y pies…” (Rodríguez y Espinosa, 2009: 11).

Hay dos divisiones o partes en el esqueleto humano, el axial, que son cráneo, columna,
costillas, esternón e hioides. Y el esqueleto apendicular que consta de las extremidades tanto
inferiores como superiores. Dentro de los cuales se nombrarán y explicarán, por cuestiones de
espacio, sólo las pertenecientes al tórax y extremidades:

- El hioides: en la garganta, en la parte frontal.


- La columna vertebral: con 24 vértebras móviles, más el sacro y el cóccix. Con 7
vértebras cervicales (cuello), 12 vertebras lumbares (tórax) y 3 en el cóccix.
- El tórax: con el esternón, que es un hueso plano, en el centro de las 11 costillas
principales y una libre, para un total de 12 costillas. De aquí se citan a estos dos
autores, Z. Rodríguez y P. Espinosa, de donde se sustenta que: “…Todas las costillas
presentan una cabeza o extremo posterior con dos caras articulares. La más posterior
se articula con el cuerpo vertebral; y la anterior, con la apófisis transversa de la
vértebra correspondiente…” (Rodríguez y Espinosa, 2009: 18).
- Las extremidades superiores: formadas por un húmero, que es la primera mitad del
brazo, un cúbito (o ulna) y radio que son parte de la segunda mitad del brazo. Luego
están los huesos de la muñeca, que son los 8 carpos; los de la palma de la mano, que
son los 5 metacarpos y las 14 falanges de los dedos de las manos. De aquí se extrae
otra cita de los mismos autores, Z. Rodríguez y P. Espinosa, de donde se sustenta que:

“…Las extremidades superiores están formadas por 60 huesos. Cada


extremidad superior incluye al húmero en el brazo, el cúbito y el radio en el
antebrazo, ocho huesos del carpo (huesos de la muñeca), cinco huesos del
metacarpo (huesos de la palma de la mano) y 14 falanges en los dedos de las
manos…” (Rodríguez y Espinosa, 2009: 20).
- Extremidades inferiores: incluyen 60 huesos en total, 30 en cada extremidad,
compuestas por un fémur, que es el hueso más largo del cuerpo humano, señalado más
arriba en las figuras dibujadas a mano, una rótula o rodilla, la parte de abajo de la
pierna que tiene a la tibia y el peroné, el hueso astrágalo o tobillo, los siete huesos del
tarso del pie, el calcáneo que es el hueso del talón, el metatarso que son cinco del
enumerados del “I” al “V” desde el dedo índice al dedo meñique y las 14 falanges de
cada dedo del pie. De aquí se extrae una última cita a los autores, Z. Rodríguez y P.
Espinosa, de donde se sustenta que: “…Las extremidades inferiores se componen de
60 huesos, 30 por cada una. De arriba abajo: fémur, rótula, tibia, peroné, siete huesos
del tarso, cinco del metatarso y 14 falanges o huesos de los dedos…” (Rodríguez y
Espinosa, 2009: 26).

De todo esto es importante explicar dos conceptos muy básicos y útiles a la hora de practicar
la osteología o antropología forense (como parte de la antropología en general), que son el
“Perfil Bioantropológico” y la “Osteobiografía del sujeto”; de los cuales, el segundo, es según
el Dr. Alvarado, Miguel Ángel, odontólogo de la Universidad César Vallejo, en Piura, Perú,
un método de construcción morfológica para determinar el sexo, la edad, influencias de
grupos poblacionales y la estatura. Es un modo de rehacer las piezas del esqueleto post-
craneal (o bien craneal) de modo que se puedan ordenar de acuerdo a la morfología anatómica
del ser humano, para extraer información como el sexo, que se determina por la pelvis ancha
(en mujeres para facilitar el parto) por ejemplo, y la edad que en el cráneo se determina por
las oscificaciones y uniones completas de los huesos en edades más avanzadas. De aquí una
cita a este autor, el Dr. Alvarado. M .A, de su artículo “Eficacia del índice mandibular canino
(IMC) para la determinación del sexo en estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad César Vallejo, Piura, 2018”, de donde se sustenta que:

“…Como segundo método llamado reconstructivo que se aplica


básicamente en cadáveres en avanzado estado de descomposición,
carbonizados o restos humanos que precisan mayor trabajo en equipo de
diversos especialistas como antropólogos, odontólogos y morfólogos para
realizar la reconstrucción facial y determinar la cuarteta básica de
identificación u Osteobiografía general. Sexo, edad, influencia de grupos
poblacionales, estatura…” (Alvarado, 2018: 12).

Otra cita más, a este autor, el Dr. Alvarado. M. A sustenta que: “…La pelvis se considera el
componente esquelético más dimórfico entre hombres y mujeres. La pelvis femenina es
mayor en sus dimensiones con respecto a la del hombre, ya que debe acomodar la cabeza del
bebé durante el parto…” (Alvarado, 2018: 13).

Para este autor, el Dr. Alvarado, M. A, el estudio o reconstrucción de la Osteobiografía del


sujeto, es sólo aplicable a los huesos, es decir sin piel, siendo ésta la principal distinción entre
los dos conceptos. De aquí se extrae otra cita del mismo autor el Dr. Alvarado, M. A, en su
mismo artículo, de donde se sustenta que: “…Tales particularidades se sustentas
científicamente en la individualidad morfológica del esqueleto y del sistema dentario que
permite reconocer a una persona por sus características propias…” (Alvarado, 2018: 12).

Pero en cambio para el autor Emanuel Valera (UCV), explicado en su artículo, “Las
experticias antropológicas forenses en el contexto venezolano actual”, estos puntos de
información que se pueden extraer de la Osteobiografía del sujeto que mencionó el autor
anterior, Alvarado, M. A, se pueden agregar otros (dentro del mismo concepto) como la
determinación de la ancestría y la contextura ósea. Con lo cual se puede establecer la
distinción primordial entre el concepto de Osteobiografía del sujeto, de dos autores diferentes.
De aquí una cita a este autor, E. Valera (UCV) de donde se sustenta que:

“...En esta evaluación se busca determinar el perfil osteobiográfico que


incluye las variables de la biología general como el sexo, edad, ancestría
(patrón ancestral), estatura, contextura ósea, aplicando métodos
macroscópicos, métricos y radiológicos tanto en restos óseos como un
cadáver fresco o putrefacto…” (Valera, 2018: 9).

Hay que agregar además que los dos autores presentan definiciones del término osteobiografía
del sujeto muy similares entre sí, aparte de las diferencias antes explicadas.

Ahora bien, el concepto de perfil bioantropológico para el autor José Vicente Rodríguez, PhD
en Antropología de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, de su artículo
“Introducción a la Antropología forense: análisis e identificación de restos óseos humanos”,
está más ligado a la reconstrucción individual de la persona, relacionado con medidas en
puntos que pueden dar idea de las anomalías, patologías, estados de salud – enfermedad, si era
derecho o zurdo, el rostro que posiblemente tuvo el individuo antes de morir, etc. Esa es otra
de las diferencias entre este concepto de perfil osteobiográfico (también llamado perfil
osteobiológico, por otros autores como Udo Krenzer) y osteobiografía del sujeto. Además,
explica el autor, autor José, V. Rodríguez que el estudio de perfil Bioantropológico compete
sólo a las partes óseas, es decir sin piel. De aquí una cita, a este autor José, V. Rodríguez, de
donde se sustenta que:

“...el papel primordial del antropólogo forense se ha centrado en la


reconstrucción de la biografía individual biológica de la persona,
relacionada con anomalías, patologías, estados de salud – enfermedad,
hábitos de lateralidad, estimación de la posible ocupación profesional, la
reconstrucción del rostro…” (Rodríguez, 1994: 27).

Y para finalizar, este último autor Udo Krenzer, en su artículo· “Compendio de métodos
antropológicos forenses para la reconstrucción de perfil osteobiológico”, también este
concepto es aplicado sólo para restos óseos; identificando en este artículo, aparte de este
punto, el hecho de que da una definición del término de perfil bioantropológico muy similar al
autor anterior J.V. Rodríguez. Además hay otra diferencia en este artículo con respecto al
concepto de perfil bioantropológico de este autor y el anterior, José. V. Rodríguez, y es que se
reconstruye al individuo mediante mediciones estándar para saber así la información de los
puntos de información que se pueden extraer, aunque explica que bien se pueden utilizar en su
conjunto los dos métodos para la reconstrucción y el reordenamiento del esqueleto. De aquí se
extrae la cita de este autor, Udo Krenzer, donde se sustenta que: “…El estudio y análisis de
restos humanos esqueletizados se utiliza métodos homogenizados y estandarizados para la
observación de características métricas y no métricas con el fin de reconstruir parámetros
demográficos, traumáticos y/o tafonómicos…” (Krenzer, 2006: 1).

Otra cita más a este autor, Udo. Krenzer sustenta que

“...Generalmente es la antropometría que analiza cuantitativamente el


organismo humano, y ramas científicas como la osteometría con subtemas
como la craneometría, odontometría y las mediciones del poscráneo enfocan
en las mediciones de los huesos o dientes, mientras que la somatometría
investiga el cuerpo como tal, ambas con fines de registrar la forma y el
tamaño del hombre en su variabilidad cronológica y geográfica…”
(Krenzer, 2006: 1).
Bibliografía:

 Rodríguez, Z. L. (2009). Manual de Osteología. Escuela Nacional de Antropología e


Historia: México.
 Rodríguez. C. J. V. (1994). “Introducción a la Antropología forense: análisis e
identificación de restos óseos humanos”. Departamento de Antropología de la
Universidad Nacional de Colombia: Santafé de Bogotá.
 Krenzer, U. (2006). “Compendio de métodos antropológicos forenses para la
reconstrucción de perfil osteobiológico”. Centro de Análisis Forense y Ciencias
Aplicadas: Guatemala.
 Valera, E. (2018). “Las experticias antropológicas forenses en el contexto venezolano
actual”. 6. (96). Universidad de los Andes: Mérida, Venezuela.
 Alvarado, M. A. (2018). “Eficacia del índice mandibular canino (IMC) para la
determinación del sexo en estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad César Vallejo, Piura, 2018”. Tesis para obtener el título profesional de
Cirujano Dentista. Universidad César Vallejo, Escuela Profesional de Estomatología,
Facultad de Ciencias Médicas: Piura, Perú.
Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Antropología
Departamento de Antropología Física
Seminario: Osteología II: Post-Craneal

PREMISAS BÁSICAS DEL ESTUDIO DEL ESQUELETO POST- CRANEAL,


JUNTO A CONCEPTOS CLAVES DE RECONSTRUCCIÓN ÓSEA EN LA
ANTROPOLOGÍA FORENSE: PERFIL BIOANTROPOLÓGICO Y
OSTEOBIOGRAFÍA DEL SUJETO

Gabriela De Gregoriis

Caracas, Mayo del 2019.

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