Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ío:
Distinguidísimo señor m
a renuncia a
1. L l os b
ienes, capilla Bardi, Florencia, iglesia de
Santa Croce
18 GIORGIO VASARI
2 . L
a aparición a
l c apitulo de Arlés, capilla Bardi, Florencia, iglesia de
Santa Croce
done, que gozaba de tan buena reputación en la nación sobre piedras, tierra o arena.
Y sucedió vida y era tan hábil en el arte de la agricultura que que un día el muy celebrado Cimabue, de
viaje no había ningún habitante de los alrededores más por los alrededores de Florencia
(ciudad donde a preciado que él. Tenía tanto ingenio que, cuando era muy apreciado), vio en
Vespignano a Giotto, utilizaba las herramientas propias de su oficio, su que, mientras sus ovejas
pastaban, retrataba a una trabajo parecía más la obra de un valioso orfebre y de ellas sobre una
piedra plana y pulida con otra tallador que el producto de la tarea de un campe- apuntada, sin
otro conocimiento para hacerlo sino. La naturaleza le dio un hijo al que puso porque su instinto
natural. Cimabue se maravilló nombre Giotto. Conforme iba creciendo, este hasta tal punto que
le propuso que se fuese con muchacho de buenas costumbres mostraba en to- él. El muchacho
le respondió que, si su padre es dos sus actos aún infantiles una inteligencia ex taba de
acuerdo, él, por su parte, aceptaría con traordinariamente viva y despierta para su juven-
mucho gusto. Se apresuró Cimabue a consultar a tud. Y gracias a ello se había ganado no
sólo el Bondone, que accedió a sus deseos. Juntos se di cariño de Bondone, sino también el de
sus pa- rigieron a Florencia, donde Giotto en poco tiem rientes y el de todos los que lo conocían,
fueran po no sólo alcanzó el estilo de Cimabue, sino o no de su propia villa. A la edad de diez años,
que, aún más, imitando a la naturaleza desterro Bondone le confió el cuidado de un rebaño de
el tosco estilo griego de su época y resucitó el ovejas que él llevaba a pastar diariamente
por dis- buen arte de la pintura moderna, e i ntrodujo el tintos lugares. Tenía una inclinación
innata por retrato humano del natural, que no se realizaba el dibujo, lo que a menudo le llevaba a
represen- desde hacía siglos. Todavía hoy se puede contem tar por placer figuras del natural o de
su imagi- plar en la capilla del Palacio del Podestà de Flo
GIOTTO
19
a comprobación d
3. L e l os e
stigmas, capilla Bardi, Florencia, iglesia d
e
Santa Croce
20
GIORGIO VASARI
ra vos.» Le encargó muchas obras en una sala quería al rehacer la iglesia. En el ala del
claustro que posteriormente el rey Alfonso I derribó para am- da a la fachada de la iglesia pintó al
fresco la histo pliar el castillo, y también en la iglesia de la Inco- ria de la Beata Miguelina,
una de sus más bellas ronata. Se cuenta que el rey le encargó, como obras por el donaire
que quiso imprimir este ex c hanza, que pintara un emblema de su reino; traordinario
artista a esta obra. Porque además de Giotto le pintó un asno con un yugo y a sus pies
la belleza de los ropajes y la gracia y el realismo de otro yugo nuevo; el asno lo olisquea
como si de- las cabezas de hombres y mujeres, milagrosos por seara cambiarlo; sobre
ambos yugos estaban los su viveza, destaca la figura de una joven, tan bella símbolos del
poder napolitano: la corona real y el como pueda serlo la más hermosa mujer, que para
cetro. Cuando el rey le preguntó por el significado liberarse de la calumnia de adulterio jura
sobre un de esta pintura, Giotto le respondió que así eran libro, con los ojos fijos en
los ojos de su marido. sus súbditos y su reino, en el que se deseaba cada Éste le había
hecho jurar por desconfianza, al dar día un nuevo señor. Tras dejar Nápoles, el Señor
a luz un hijo negro, que de ningún modo podía Malatesta de Rímini lo condujo desde
Roma a su creer suyo. Así como el marido muestra desprecio ciudad con el encargo de
numerosas obras en la y desconfianza en su expresión, ella muestra, con iglesia de San
Francisco, que más tarde Segis- la piedad en la frente y los ojos, a todos los que la
mundo, el hijo de Pandolfo, destruyó en su mayo- están contemplando intensamente, su
inocencia y
GIOTTO 23
6. L
ae
xpulsión d
e l os demonios de A
re
zzo, Asís, basílica superior de San
Francisco
24 GIORGIO VASARI
sencillez, y el agravio de hacerla jurar y de haber Volvió entonces, famoso y próspero, a
Flo divulgado injustamente que fuera una meretriz. rencia, donde, en San Marcos, realizó
un Cruci Este singular artista demostró igualmente la ca- fijo de m adera, mayor que el
natural, trabajado pacidad de crear e xpresiones en un enfermo con al temple sobre campo de oro,
que colocó en la llagas, donde todas las mujeres que hay alrededor zona derecha de la iglesia;
hizo otro similar en reaccionan a la hediondez con gestos de asco, y Santa Maria Novella, en
el que trabajó junto a su crean figuras llenas de gracia. Y en otra escena se ayudante Puccio
Capanna, que todavía hoy se ven hermosísimos escorzos de un gran número de encuentra
sobre la puerta principal de entrada a figuras de lisiados. Y es maravilloso el gesto que la
iglesia. Pintó al fresco en ese mismo lugar un la beata mencionada hace ante los usureros
que San Luis, sobre la pared derecha de la iglesia, bajo le pagan las posesiones que ha
vendido para dar la sepultura de los Gaddi; y una capilla y cuatro el dinero a los pobres, y
le parece que el dinero tablas para los monjes humillados de Ogni Santi; de éstos
apesta; y hay uno que, mientras lo cuen- y entre otras, una Virgen con el niño en brazos y ta,
señala al notario que escriba, y al mantener un coro de ángeles alrededor [7]; y un Crucifijo
las manos sobre el dinero denota con sutileza el grande de madera, a partir de cuyo diseño
Puccio vivo retrato de la avaricia y la codicia humanas. Capanna ejecutó muchos por toda
Italia, toman Mostró Giotto en tres figuras que sostienen en do de Giotto el estilo y la técnica.
En una de las el aire el hábito de San Francisco, y son represen- paredes de la iglesia se
encuentra una pequeña taciones de la Obediencia, la paciencia y la Po- tabla pintada al
temple por Giotto con infinita breza, su estilo en los ropajes, con movimiento diligencia y con
diseño vivaz que representa la de pliegues, suavemente coloreados, que de- Muerte de la
Virgen, con los Apóstoles que le muestran a quien l os mira q ue él había na
cido rinden
exequias, y Cristo que sostiene su alma, para dar luz al arte de la pintura. Realizó el re-
muy alabada por los artistas pintores y particu trato del Señor Malatesta en una nave de
la igle- larmente por Miguel Ángel Buonarroti, que le sia, tan real que parece vivo; al igual que
las fi- atribuye una gran verosimilitud; además de la guras de algunos marineros y otras
gentes que gracia que expresan las actitudes de las figuras. Y demuestran la excelencia
de Giotto al represen- realmente fue un milagro que en esos tiempos tar los gestos
vivos, fundamentalmente en una Giotto pintara con tal delicada belleza, sobre figura que está
hablando con otros y se lleva la todo sin haber aprendido de maestro alguno. mano al rostro
para escupir en el mar. Y, real- Había hecho dibujos tan buenos que se le e n mente, se puede
considerar ésta una de las me- cargaron otros muchos no sólo para pintura, sino jores
pinturas de Giotto, porque no hay ninguna también para escultura; como cuando el Gremio
figura, y es grande su número en esta obra, que de los Mercaderes quiso hacer las puertas
del Bap no esté realizada con g ran artificio, dispuesta con tisterio de San Juan en bronce, que se
pueden ver meditación y actitud caprichosa. Y no dejó el hoy orientadas hacia la Misericordia,
él dibujo Señor Malatesta, al ver nacer en su ciudad una para Andrea Pisano todas las
historias del Bautis de las cosas más bellas del mundo, de premiarlo ta. Y demostró toda su
valía en el arte de la arqui y alabarlo. Acabados los trabajos para este señor, tectura en
la maqueta del campanario de Santa un prior florentino, que había sido enviado por
Maria del Fiore, que hizo porque murió Arnolfo s us superiores a la iglesia de San Cataldo,
le pre- el alemán, maestro mayor de esta fábrica, y, debi guntó si quería pintar, en el
exterior de la puerta do a que los custodios de esta iglesia y de la Seño de la iglesia, un
Santo Tomás de Aquino leyendo ría de esta ciudad querían que se construyese, la lección a
sus hermanos. No dejó de satisfacer- Giotto mandó hacer una maqueta a partir de su lo, por
la amistad que los unía, y l e hizo una diseño al estilo alemán en uso en aquel tiempo,
pintura admirable. De aquí fue a Rávena, y en porque lo consideraba adecuado, y además
diseño San Juan Evangelista pintó una capilla al fresco, todos los relieves que servían de
ornamento en t ambién muy admirada.
esta fábrica. Y distribuyó con colores blancos, ro
GIOTTO 25
jos y negros en la maqueta todos los lugares en
los que tenían que ir las piedras y los frisos, con
gran diligencia, y ordenó que el perímetro inferior
mi diera en total 100 brazos, es decir, 25 brazos
por cada lado, y que tuviera una altura de 144
brazos; la obra se inició en el año 1334 y se continuó
sin que Giotto alcanzase a verla acabada, porque se
interpuso su muerte. Mientras se construía esta
obra, hizo una tabla para las monjas de San Jorge, y
en la abadía de Florencia en un arco sobre la
puerta en el interior de la iglesia tres figuras de
medio cuerpo, hoy enlucidas de blanco para ilu
e un abad. En
minar la iglesia, debido a la ignorancia d
la sala grande del Podestà de Florencia, para
infundir temor en el pueblo pintó el Robo del comune
l cetro en la
con la forma de un juez sentado con e
mano, y sobre la cabeza la balanza equilibrada
por las justas causas que administra, y asistido por
cuatro figuras: por la Fortaleza con el ánimo, por la
Prudencia con las leyes, por la Jus ticia con las
armas, por la Templanza con las pa labras;
pintura bella e invención graciosa, apro piada y
verosímil. Marchó de Florencia para trabajar en
algunas capillas de la iglesia del Santo de Padua,
donde estuvo mucho tiempo porque llegó a hacer
también en la iglesia de la Arena una Gloria Mundana,
que le dio gran fama. Y tam bién trabajo en Milán.
De regreso ya en Floren cia, el 8 de enero de
1336 entregó su alma a Dios; llorado por los
artistas y entre el dolor de sus conciudadanos, fue
conducido a la sepultura con exequias adecuadas
a su virtud y a su patria Flo- rencia, digna de un
ingenio admirable como el suyo. Y así, aquel día
no hubo hombre pequeño o grande que no diera
muestras de llanto o dolor por la pérdida de tan
gran hombre, que, por las raras virtudes que en él
resplandecieron, mereció, aun habiendo nacido de
sangre innoble, alabanza y fama enormes.
Su discípulo Taddeo Gaddi se encargó de
pro- seguir las obras del campanario de Santa Maria
del Fiore, siguiendo su maqueta. Muchos opinan,
y no es aventurado, que Giotto ejecutó también la
escultura, y le atribuyen dos relieves en mármol
de este campanario, donde aparecen
representados las técnicas y los principios de las
artes, mientras que otros dicen que sólo el dibujo
de estas escenas se
ntronizada, Florencia, Uffizi
irgen e
7. V
www
is
ormenta, C
119. T astillo de W
indsor,
Royal Library
120. Estudios d
ep
lantas, Castillo de
Windsor, Royal Library
222 GIORGIO VASARI
122. V
irgen de las rocas, P arís, Musée du Louvre
224 GIORGIO
VASARI
lone
123. Última C
ena, Milán, Santa Maria delle
Grazie
p
unya
tuwaac -
Dana
)
UN
Farigott
124. E
studios p
ara la f undición del monumento ecuestre de Sforza y Estudios del
monumento ecuestre de T rivulzio,
Castillo de Windsor, Royal
Library
226 GIORGIO VASARI
. R
125 etrato de Ginebra d e' Benci, W
ashington,
National
Gallery
wapelem
Vown i n potongam
APC
worf
SA
Se dice que para dibujar este cartón construyó un mecanismo muy ingenioso, que se
levantaba al acortarlo y bajaba al alargarlo.
Creyó poder colo rear la pared al óleo, por lo que
compuso una mez c la tan espesa para encolar la pared
que, mientras seguía pintando en esa sala,
empezó a chorrear, de tal manera que en poco
tiempo tuvo que abando nar la obra. Leonardo tenía
un gran espíritu y era generoso en todos sus actos.
Se cuenta que una vez q ue iba al b
anco para la
asignación que le hacía mensualmente Piero Soderini,
el cajero le quiso entregar unos cartuchos de
cuatrines que él no quiso aceptar, respondiendo:
«Yo no soy pintor de cuatro cuartos. Se le acusó
de estafa y Piero Sode rini murmuró contra él.
Leonardo reunió el dine ro por medio de sus amigos y
se lo quiso restituir a Piero, pero éste no lo quiso
aceptar.
Fue a R
oma c on e
l d e Médicis para el nombramiento del papa León, que
uque J ulián d
apre ciaba los temas filosóficos, y sobre todo, la
alqui m ia; por lo que, formando una pasta de cera,
mientras iba caminando, hacía animales muy li geros
llenos de viento, a los que hacía volar por los
aires soplándoles; pero, cuando cesaba el vien to,
caían al suelo. A un lagarto muy extraño que
había encontrado el jardinero del Belvedere le pegó
las escamas que les había arrancado a otros
lagartos, y le puso alas con una mezcla de
mercu rio que temblaban por el movimiento del
animal al caminar. Le hizo ojos, cuernos y barbas,
lo do mesticó y lo tenía en una caja, y todos los
amigos a los que se lo enseñaba huían de
espanto. Solía hacer desengrasar y purgar las
entrañas de un ca pón, y las hacía tan finas que
cabían en una mano. En otra estancia tenía un par
de fuelles de h errero, con los que inflaba las
mencionadas tri pas, llenando toda la estancia,
que era muy gran de, de tal forma que los
presentes tenían que arrinconarse, y cuando
mostraba cómo, transpa rentes y llenas de aire,
pasaban de ocupar tan poco espacio al principio
a ocupar tanto después, las comparaba con las
virtudes. Hizo muchas lo curas de este tipo [128] y
estudió los espejos; y ensayó rarísimas mezclas
de óleos para pintar, y barnices para conservar las
obras hechas. Se dice que el Papa le encargó una
obra, e inmediata mente empezó a destilar óleos y
hierbas para ha
*
*
papeger.
g*
wa WHA
wie be
TH
W
ERE
15
Amino www
J
et
Wyly
Hi pertenece a
l
a image fesó y se arrepintió, si bien no podía mantenerse My fan!
en pie; sostenido por los brazos de sus amigos y criados,
quiso tomar el santísimo sacramento fuera del lecho. Llegó el
rey, que lo visitaba a me nudo con mucho cariño. Sentándose en
el lecho reverentemente, le relató sus males y los hechos e n
los que mostraba cuánto había ofendido a Dios y a los hombres
en el mundo, por no haber obrado en el arte como era debido.
Entonces le sobrevino un paroxismo mensajero de la muerte. El
rey se levantó y le tomó la cabeza para ayudar lo y hacer que
se le aligerase el mal; su espíritu, que era muy divino,
reconociendo que no podía tener mayor honor, expiró en brazos
del rey, a la edad de setenta y cinco años. La pérdida de Leo nardo
causó un extraordinario dolor a todos los que lo habían
conocido, porque nunca hubo una persona que honrara tanto la
pintura. Con el es plendor de su aspecto, que era bellísimo, serena
ba todo espíritu triste, y con sus palabras trastor naba toda
intención obstinada. Con sus fuerzas, retenía toda furia violenta; con
la mano derecha era capaz de torcer el hierro de una aldaba y la
herradura de un caballo, como si fuesen de plo mo. Con su
generosidad recogía y albergaba a
cualquier amigo pobre o rico, siempre que tuvie 130. Estudios
anatómicos, C
astillo de W
indsor, Royal
ra algún ingenio o virtud. Library
Ornaba y honraba con todas sus acciones cualquier estancia
deshonrosa o desnuda, p
or lo
que Florencia recibió un gran don cuando nació cer el b
arniz. Por lo
que el papa León dijo: « Ay Leonardo, y su muerte supuso una
más que infi de m í, éste no sirve para hacer nada, pues
empie- nita pérdida. En e l arte de la pintura añadió a la za
por pensar en el f inal antes que en el principio manera de
pintar al óleo una cierta oscuridad, de la obra.» Había un
enorme desprecio mutuo gracias a la cual los m odernos han
otorgado fuer entre Miguel Angel Buonarroti y él. D ebido a za y
nsayo esta
relieve a sus f iguras. Y, en la escultura, e
competencia Miguel Ángel se fue de Floren- en las tres
figuras de bronce que están sobre la cia, con el permiso del
duque Julián, llamado por puerta de San Juan en la parte de
tramontana, el Papa para la fachada de San Lorenzo. Al ente-
hechas por Giovan Francesco Rustici, pero con rarse,
Leonardo partió rumbo a Francia, donde el cebidas bajo el
consejo de Leonardo, que s on el rey, que tenía obras suyas y lo
quería mucho, de- más bello vaciado en diseño y perfección que
se seaba que pintase el cartón de la Santa Ana [1 29]. ha visto
hasta la actualidad. Le debemos el cono Pero él, según su
costumbre, lo entretuvo duran- cimiento de la anatomía de los
caballos y la de los te mucho tiempo con meras palabras. Cuando
hombres [130] [131], bastante más perfecta. De llegó a la vejez,
estuvo muchos meses enfermo; y bido a todos estos aspectos tan
l ver cercana la muerte, disputando de asuntos
divinos, y a pesar a
de que obrara más con l as palabras que con los católicos, volvió al
buen camino y se convirtió a hechos, su nombre y fama no se
extinguirán ya la fe cristiana e n medio de un gran llanto. Se con-
nunca. Por eso su epitafio reza:
LEONARDO DA
VINCI 231
L
e top erol wollepe- portt ito nunha top ngoan alam shum obtilbon www
and informem poetara dormir mine +
P + Pun--fn-x propreme Ho for an wr o
por promedi t ay + domain + spl.gmorty pardur ,
а та фамилармын, Търва лh dелизі» тун умме "тете то, кър ел», «утре -
wers May pang mga tuppa
aliumintis genug met p
erson
bentrop salsparrinit: 5 ay tamas
www.sortme
del
red
sportas
y
Anato Aupambalo omel ses om mo allora Robotimp
woulupula pompi e rit. p p of step omalle oskilliant
repotop.com m
agrandis mmor inte dagli Pingojene map with our beland normal
spind mit e mepagelan w ap emot daw ma-
w eest zignitar postimplanta beliny entre mollis
try merupal treat the inspirass p ing slipingenterpamat. omal P. AMC
Amarind Anasoal se ning rahi sam prestala mop: di np. oral Prang
mempelait amin Nest Arter men alim orm
Toome po zmen e rde her unrelepe string now. Patoramentum d
Pame
to...... . odbo otro p oholipool pameran
H artowy
131. Dibujo de proporciones según V
itruvio, V
enecia,
Gallerie dell'Accademia
232 GIORGIO VASARI
EL SOLO A TODOS VENCE VENCE A FIDIAS, VENCE A APELES Y AUN A TODA LA TROPA
VICTORIOSA.
Leonardo da Vinci. ¿P
[« ara q
ué d ecir más? S
ud ivino talento, su d ivina
mano h ubieran m
erecido morir en b razos r eales. S
u v irtud y f ortuna s e o cuparon
de l evantar e
ste m
onumento de elevadisimo p
recio.
Y aún otro, para en verdad honrarlo, dice:
LEONARDVS VINCIVS. QVID PLVRA? DIVINVM INGENIVM, DIVINA MANYS, EMORI IN SINV
REGIO MERVERE. VIRTVS ET FORTVNA HOC M ONVMENTVM CONTINGERE GRAVISSIMIS
IMPENSIS CVRAVERVNT.
Conociendo l a gente y la t ierra florentina, c onoces s u g
loria i nmensa: p
ues e
ne
sta
octa mano a
tierra reposa Leonardo. Su d ntes q
ue la de ningún otro i ntrodujo
sombras d iáfanas e n l a p
intura y c olores a l
óleo. Fue experto e nm oldear en b ronce los c uerpos de
hombres y d ioses y e
n dar a lma a c aballos p
intados. »
ET GENTEM ET PATRIAM NOSCIS, TIBI GLORIA ET
INGENS NOTA EST: HAC TEGITVR NAM LEONARDVS HVMO. PERSPICVAS PICTVRAE VMBRAS
OLEOQVE COLORES ILLIUS ANTE ALIOS DOCTA MANYS POSVIT. IMPRIMERE ILLE HOMINVM,
DIVVM QVOQVE CORPORA
IN AERE ET PICTIS ANIMAM FINGERE NOVIT EQVIS.
Fue discípulo suyo el milanés Giovanantonio Boltraffio, persona muy práctica
y experta, y también Marco Uggioni, que hizo en Santa Ma ría de la Paz
el Tránsito de la Virgen y las Bodas de Caná.