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Samuel Carrillo Rivera 11/05/2018

Historia del Siglo XX Diego Jaramillo

Estados Unidos en el sistema internacional del siglo XX

Según Esther Barbé (1993), la influencia de un Estado en el sistema internacional es el proceso de


ajustar determinados recursos tangibles (e.g. fuerzas armadas, riqueza económica), a la persecución de
ciertos objetivos (e.g. expansión territorial), a través de la voluntad política de asumir funciones de
dimensión internacional. A su vez, la influencia de un Estado en el sistema internacional, determina su
papel en el mismo.

Para establecer el papel e influencia de los Estados en el sistema internacional, se puede hacer una
tipología de las potencias internacionales. En el presente ensayo solo se tendrán en cuenta dos:
superpotencias y potencias medias. Las superpotencias, son los Estados que tienen la capacidad de
establecer las reglas de juego, movilizando sus recursos tangibles e intangibles (e.g. voluntad política
y moral de la sociedad) para imponerlas y defenderlas (Barbé, 1993). Por su parte, la potencias medias
son aquellas que se destacan en algún ámbito particular de la vida internacional o regional (Barbé,
1993).

En este sentido, ante la pregunta: ¿cuál ha sido el papel de Estados Unidos en el sistema internacional
en el Siglo XX? Se responde que el papel de los Estados Unidos desde el principio del siglo XX hasta
la Segunda Guerra Mundial, fue el de una potencia media; mientras que, desde la Segunda Guerra
hasta el final del siglo XX, asumió el papel de una superpotencia, llegando incluso, durante la Guerra
Fría, a convertirse en una potencia hegemónica.

Estados Unidos: potencia media en la primera mitad del siglo XX

Desde el principio del siglo XX hasta la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se consolidó como
potencia económica y militar en dos regiones del mundo: Latinoamérica y Asia. En Europa, donde se
gestaban la mayor parte de los eventos más relevantes del siglo, su presencia fue corta aunque
trascendental; pues, durante este periodo la política exterior estadounidense promovió activamente la
estabilidad doméstica (Rosati & Scott, 2011).

En Latinoamérica, la presencia de Estados Unidos se centró en América Central y el Caribe con el


rápido crecimiento de tratados, préstamos e inversiones en dichas regiones. Además, para facilitar su
crecimiento económico, el gobierno norteamericano promovió regímenes políticos que fueran afines a
sus intereses (Rosati & Scott, 2011). A través de las políticas del “Big Stick”, “Dollar Diplomacy” y
“New Freedom”, impuestas por los presidentes T. Roosevelt, W. Taft y W. Wilson respectivamente,
Estados Unidos enviaba constantemente tropas militares para acabar rebeliones y establecer regímenes
que garantizaran la estabilidad política de los países que presentaran cualquier tipo de revuelta social
(Rosati & Scott, 2011).

Por su parte, en Asia, Estados Unidos buscó expandir su poderío económico, principalmente a través
de China y su política de puertas abiertas. Además, debido al debilitamiento del ejército español en la
guerra hispano-estadounidense (1898), Estados Unidos adquirió a Samoa Americana, Guam, la Isla
Wake y las Filipinas como colonias (Rosenberg en Rosati & Scott, 2011), aumentando su presencia y
poderío político-militar en la zona. No obstante, la presencia de Inglaterra, Francia, Rusia y Japón, en
Asia y el Pacífico, ocasionó que Estados Unidos, limitara su accionar al ámbito económico (Rosati &
Scott, 2011).

La única intervención relevante de Estados Unidos, en el escenario europeo, fue al final de la Primera
Guerra Mundial, cuando Woodrow Wilson, a pesar de haber conseguido tejer un delicado equilibrio
político para mantener al país fuera del conflicto europeo, se vio obligado a entrar en la guerra
(Gregory, 2017). Con su intervención, Estados Unidos agilizó y garantizó la derrota del ejército
alemán y sus aliados. Además, Woodrow Wilson destacó por su participación en el Tratado de
Versalles y su papel protagónico en la creación de la Liga de las Naciones, la cual fue inspirada en los
planteamientos de los “Catorce puntos de Wilson” (Detoeuf, 2017). Sin embargo, la no pertenencia de
Estados Unidos en la misma Liga de Naciones, demostró la falta de voluntad política de los dirigentes
y sociedad estadounidense, para tomar un papel protagónico en el escenario internacional.

Estados Unidos: superpotencia y potencia hegemónica

Es hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando la voluntad política de los estadounidenses se alinea con
sus capacidades tangibles e intangibles, para empezar a perfilar al país como una superpotencia. Desde
el ataque de Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, hasta el final del siglo XX, Estados Unidos jugó
un papel fundamental en el escenario internacional.

Durante la Segunda Guerra, la promulgación de la ley lend-lease, la participación en la Conferencia de


Yalta y el ataque nuclear a Hiroshima y Nagasaki, demostraron que Estados Unidos tenía las
capacidades económicas, políticas y militares, para ser protagonista en la toma de decisiones
mundiales e influir en los acontecimientos en busca de su propio beneficio.

Posteriormente, “con el final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en un poder
activo internacional y desarrolló políticas exteriores de impacto global” (Rosati & Scott, 2011). En
materia económica, Estados Unidos promovió los acuerdos de Bretton Woods, como una solución
válida, para restaurar la estabilidad y prosperidad de los países capitalistas. Por su parte, en materia
política, T. Roosevelt lideró la construcción de un nuevo orden político internacional a través de la
creación de la ONU y la cooperación multilateral basado en un enfoque de “esferas de influencia”
(Rosati & Scott, 2011).

Por su parte, durante la Guerra Fría, Estados Unidos logró consolidarse como potencia hegemónica. El
país norteamericano tuvo la capacidad de marcar las reglas de juego en el terreno económico en
solitario (la URSS nunca llegó a tener tal capacidad), y en el terreno político-militar, junto con la
Unión Soviética (Barbé, 1993). La política de Seguridad Nacional y la continuación de lo estipulado
en los acuerdos de Bretton Woods, dan muestra de que económica, política y militarmente Estados
Unidos era superior a todos los países del sistema internacional.

No obstante, este papel de potencia hegemónica concluyó con el desmoronamiento de la URSS y el


“sistema bipolar” de la Guerra Fría. Desde ese momento, Estados Unidos volvió a tomar el papel de
superpotencia. La derrota en la guerra de Vietnam significó la adopción de una política exterior
ambigua: el derecho a la autodeterminación que defendía vehementemente, se vio contrariado por el
afán de combatir el comunismo. Esto, junto con el rompimiento del sistema económico de
dependencia de los países capitalistas hacia Estados Unidos, mermó el liderazgo del país. (Rosati &
Scott, 2011).

Sin embargo, el papel que tomó Estados Unidos durante la Guerra del Golfo (1990-1991) y una
comparación de los recursos tangibles e intangibles entre diez Estados potencia, permiten afirmar que
al finalizar del siglo XX, Estados Unidos tenía todas las características de un país superpotencia
(Barbé, 1993).

Conclusión

Desde principios del siglo XX hasta la Segunda Guerra Mundial, lejos de haber permanecido en
aislamiento, Estados Unidos, tomó el papel de potencia media: su influencia política y militar en
América Latina y Asia, y su poderío económico internacional, permiten afirmar lo anterior. Sin
embargo, en el momento en el que la voluntad política permitió que el basto poder tangible e
intangible que el país poseía, influyera en los ámbitos económico, político y militar del sistema
internacional, el papel de Estados Unidos fue el de una superpotencia, e incluso el de un potencia
hegemónica.
Referencias

Barbé, E. (1993). El estado como actor internacional: crisis y consolidación del sistema de estados.
Universitat Autònoma de Barcelona. Recuperado de:
https://ddd.uab.cat/pub/papers/02102862n41/02102862n41p33.pdf

Rosati, J. & Scott, J. (2011). The politics of United States foreign policy. 5ª ed. Wadsworth, Estados
Unidos de América: Wadsworth Cengage Learning.

Gregory, P. (2017). ¿Qué empujó a Estados Unidos a abandonar su neutralidad y entrar en la Primera
Guerra Mundial hace 100 años?. BBC Mundo. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias-
internacional-39522595

Detoeuf, M. (2017). Cátedra de Historia Internacional del Siglo XX. Universidad Externado de
Colombia, Bogotá D.C., Colombia.

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