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Juan Esteban Naranjo Vélez

David Sanchez Aragón


Juliana Barona
Valentina Luna

Pregunta

¿Qué factores de la percepción visual se evidencian, en los 3 bebés entre 9 y 18


meses de edad, en el experimento Visual Cliff?

¿Qué voy a ver? ¿Cómo lo voy a Observaciones


ver?

Percepción de Procurar tener a Los resultados de las


profundidad disposición una observaciones fueron
rúbrica en la que se interesantes, en cuanto
puedan encontrar
al movimiento del
ítems tales como:
Su reacción frente bebé, este se movió
al acantilado, libremente sobre el
¿Muestra interés? vidrio gateando o
¿Lo nota arrastrándose, mas no
siquiera?¿Se ve pasó al lado del
confiado? “acantilado”, aún con
¿Se ve precavido?
estímulos tales como
de tal que se
enfoque en juguetes. Sin embargo,
observar la a la hora de
curiosidad y la presentarse la madre
precaución del con diferentes
sujeto hacia el expresiones faciales, el
aparente acantilado bebé pasó en algunas
y
ocasiones. En cuanto a
consecuentemente
su percepción las demás acciones
sobre el mismo. hechas por el sujeto,
este realizó diversas
actividades de tanteo
sobre el abismo y, aún
teniendo la certeza de
que el terreno era
estable y sólido, no
cruzó el límite.

Figura-fondo el niño avanza o Según las


para en observaciones
realizadas

Percepción arriba- Con los cambios .


abajo atencionales que el
sujeto ejecuta bajo
el control de sus
actos, teniendo un
seguimiento visual.

1. Profundidad

Teniendo en cuenta los indicadores, se puede definir la percepción de profundidad


como: “Percepción de diferencias relativas o absolutas, en la distancia entre el
observador y los objetos” (Tápias, Álvarez, 2010, p.9.2). De acuerdo con esto y ya
relacionándolo con los sujetos, los infantes demostraron tener la capacidad de
identificar cierta diferencia entre su posición y el aparente acantilado, su
comportamiento, su precaución y su limitación fue diciente a la hora de realizar esta
afirmación.

Según Jean Piaget, 1947 (como se citó en Escalera-Hernández, 2015) dentro del
margen de nacimiento hasta los 18 meses se desarrollan los cinco primeros estadios
perceptivos y motores. En estos: el niño desarrolla su percepción de espacios
sensoriales; tiene coordinación binocular en un estado muy avanzado; se manifiesta a
sí mismo en el ambiente; tiene perspectiva según la posición de su cabeza; reconoce
figuras tridimensionales, entre otros. Lo que quiere decir que se tiene una base teórica
a la hora de sustentar la hipótesis en el caso experimental, concretamente, se puede
observar los movimientos de cabeza del infante, se le ve curioso pero precavido con la
ilusión que se le presenta; se le va también capaz de moverse y coordinar de acuerdo
con lo que percibe, se acerca al acantilado mas no sobrepasa el límite.

Otro factor a la hora de hablar del experimento The Visual Cliff y su relación con la
percepción de la profundidad es la estereopsis. Esta se define como: “La habilidad de
percibir profundidad de aquellas disparidades de imágenes en la retina” (Cumming,
DeAngelis, 2001, p.203). Esta es importante ya que, según Pfeiffer, Classmann, Pérez
y Pulido (2007), es un factor determinante a la hora de determinar si la percepción
visual se adquiere con la experiencia. Ellos plantean la contraparte al experimento de
Gibson y Walk (1960), argumentando que hay un rol de aprendizaje a la hora de
percibir la profundidad a temprana edad. Una evidencia de este concepto se puede
evidenciar en el enfoque visual que presentan los sujetos, sus ojos no están
desorbitados o sin enfoque claro, todo lo contrario, están enfocados y son conscientes
de lo que hay a su alrededor, ya sea su madre, un juguete o el mismo aparente abismo
que percibe y les impide llegar a los estímulos que se le presentan.

Por otro lado, Pfeiffer et al., presentan el experimento hecho por Campos, Langer y
Krowitz (1985) en el cual se midió el ritmo cardia ́ co de bebés de dos meses, al
ubicarlos en la parte profunda y plana del precipicio. Los niños mostraron un cambio en
el ritmo cardiá co, lo que indica que a esta edad los bebés notan la diferencia entre las
dos superficies. Al final concluyen que hay un factor de aprendizaje a la hora de percibir
visualmente. Esto va en contra de lo observado y lo planteado por Gibson y Walk
(1960), ya que en el experimento se puede observar que los bebés pueden discriminar
los dos lados del abismo y no solo eso, sino que los bebés no actúan como si ya lo
hubieran experimentado, de manera que no podría llamarse conocimiento empírico, por
el contrario tienen una actitud de curiosidad pero a la misma vez precaución por su
estímulo visual.

Gibson, E., Walk, R. D. (1960). The "visual cliff." Scientific American, 202, 67-
71.

Tápias, M., Álvarez, J. (2010). Distancia Visual. Facultat d’Òptica i Optometria de


Terrassa [PDF] Barcelona: Universitat Politècnica de Catalunya,
https://ocw.upc.edu/sites/all/modules/ocw/estadistiques/download.php?file=37015/
2010/1/52899/35172-4331.pdf

Escalera-Hernández, S. (2015). El mundo visual en los niños (tesis de maestría).


Universitat Politècnica de Catalunya, Barcelona, España. Recuperado de
https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2117/89522/susana.escalera%20-
%20EL%20MUNDO%20VISUAL%20EN%20LOS%20NIÑOS_0.pdf?sequence=1&
isAllowed=y

Cumming, B.G., DeAngelis, G.C. (2001). The physiology of stereopsis. Annual


Revision Neuroscience, 24, 203-238.
Pfeiffer, C., Classmann, A., Pérez, A. y Pulido, A. (2007). Precipicio visual,
estereopsis en bebés. Imagen Óptica, 10(10), 24-27. Recuperado de
http://www.imagenoptica.com.mx/pdf/revista54/precipicio.pdf

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