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BOLILLA 1
CONCEPTO
González Lebrero: lo define diciendo que por una parte es la rama de la ciencia jurídica en la
cual se estudian todos los hechos y relaciones que surgen del hecho técnico y económico de la
navegación por agua, o se refieren a él. Y por la otra es el sistema autónomo de normas jurídicas
especiales que regulan todos esos hechos y relaciones.
Beltrán Montiel: lo define como el conjunto de normas destinadas a reglar los hechos,
instituciones y las relaciones jurídicas derivadas del ejercicio de la actividad navegatoria o
modificada por ésta. Comprende la actividad navegatoria en general, ya sea que persiga fines
comerciales, industriales, deportivos, dragado, etc.
CONCEPTO DE NAVEGACIÓN
Beltrán Montiel: distingue: Transporte técnico: es la traslación por agua de toda construcción
flotante con un propósito determinado, ya sea transporte de personas, de cosas, etc.
Transporte jurídico: es la obligación que asume el transportador y por
la cual debe devolver, como todo depositario, las cosas en el mismo estado que las recibió salvo
las causales de exoneración. Se tiene en cuenta el factor lucro.
González Lebrero: dice que navegar en principio significa flotar, pero ni la flotación ni el mero
desplazamiento de un objeto por las aguas constituye aún navegación; este concepto solo aparece
cuando de una u otra manera, por uno u otro medio, ese objeto es gobernado, cuenta con
dirección. Sólo entonces se concreta el concepto.
CARACTERÍSTICAS
1. Autonomía: el derecho de la navegación está constituido por un conjunto de normas que
regulan específicamente los hechos, instituciones y relaciones jurídicas que tienen su origen
en la actividad navegatoria. Para que un derecho sea especial debe tener normas propias que
respondan a las particularidades de la materia y se encuentren integradas en un sistema
orgánico que se baste a sí mismo para resolver los problemas que surgen de su ámbito
acudiendo en forma supletoria al derecho común; el derecho de la navegación constituye este
sistema orgánico de normas que se caracterizan por su homogeneidad y unidad.
Así el art. 1 de la ley de Navegación expresa: “todas las relaciones jurídicas originadas en la
navegación por agua se rigen por las normas de esta ley, por leyes y reglamentos
complementarios y por los usos y costumbres. A falta de disposiciones de derecho de la
navegación, y en cuanto no se pudiere recurrir a la analogía, se aplicará el derecho común”.
Clases de autonomía:
Científica: la autonomía científica de una materia se da cuando esta tiene método, principios
y objeto propio. Podemos apreciar que el derecho de la navegación cuenta con una
metodología de análisis propia; principios propios (los cuales en muchas ocasiones se apartan
del derecho común) y un objeto propio (que según Lena Paz es la tutela y armonización de
los intereses de naturaleza pública y privada que se vinculan con la navegación por agua a fin
de posibilitar y asegurar su realización teniendo en cuenta las peculiares condiciones en que
se desenvuelve y las repercusiones en el orden económico, social y político de la comunidad).
Derecho de la Navegación 2
c. El derecho penal marítimo: es el que establece las faltas que deben aplicarse por las
faltas o delitos que resultan de la navegación.
2. El derecho privado marítimo estudia las normas que rigen las relaciones privadas que nacen
con motivo de la navegación.
a. El derecho internacional privado marítimo: la navegación puede producir conflictos
que engendran contactos legislativos, ya que en esos conflictos deben intervenir
jueces de distintos Estados y se deben aplicar leyes de diferentes Estados. La solución
a esos conflictos la da el derecho internacional privado marítimo.
b. El derecho comercial marítimo: se ocupa del estudio de las normas jurídicas que rigen
el tráfico mercantil de la navegación.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO MARÍTIMO
La navegación tuvo su origen en la conquista y en la comunicación de los hombres y con ellas
sobrevinieron el intercambio y el comercio.
Podemos dividir la historia de la navegación en:
Navegación precaria generalmente costera.
Navegación continua debido a las transformaciones técnicas del siglo XIX
Francisco Belingieri Época antigua navegación a vela distinguió dos épocas
Época moderna aplicación del vapor y uso del hierro, en
propulsión y construcción
Dominedó señaló 3 épocas Faz Romana: termina con la influencia bizantina
Faz Intermedia: reflejada en el derecho estatutario
Faz Contemporánea: de la codificación, se inicia con la Ordenanza de
Colbert.
Época Antigua
1) Código de Hammurabi: redactado 2.000 años antes de Jesucristo, contenía principios
rudimentarios sobre construcción de navíos, fletamentos y contratos de ajuste.
2) Código de Manú: redactado en la India hacia el sigo XIII y VIII a.C. contaba con referencias
a los contratos originados en el comercio marítimo, transporte marítimo, construcción de
buques.
3) Lex Roída: del año 474-479 a.C. regulaba el ejercicio de la actividad naval. Contenía normas
sobre avería común, copropiedad naval, etc. Esta ley fue adoptada por el Digesto de
Justiniano.
4) Derecho Romano: los romanos regularon la materia naviera en el Código de Justiniano y en
el Código Teodosiano. El Digesto de Justiniano adopto las normas de la Lex Rhodia.
Contiene normas sobre responsabilidad del transportador, deberes del depositario, naufragios,
hurtos. El Fuero Juzgo contiene normas sobre repatriación de tripulantes, sobre los cónsules,
etc. (España formaba parte del imperio Romano).
Época Medieval
Producida la caída del Imperio Romano de Occidente, continuó rigiendo el derecho elaborado por
los jurisconsultos romanos, si bien declinó su aplicación con los años, entrando en escena los
usos y costumbres del mar que constituyeron verdaderos monumentos jurídicos. Este período se
caracterizaba por la idea de Asociación entre los armadores y los cargadores, con distintas
modalidades: colonna, societa maris y comanda. Se consagra el principio de que cada uno de los
integrantes de la expedición sólo arriesga su aporte: principio de “limitación de la
responsabilidad a la fortuna del mar”. Aparecen en la Edad Medieval:
1) Los Roles de Olerón: tienen origen jurisprudencial. Regulaba la navegación en los puertos de
Burdeos, La Rochelle y las costas de Bretaña y Normandía.
2) El Consulado del Mar: es una recopilación de usos y costumbres. Contempla todas las
instituciones del derecho marítimo estableciendo los lineamientos generales y reglas de casi
todas estas instituciones, y describe la curiosa organización de las expediciones marítimas.
Derecho de la Navegación 4
3) El Guidón de la Mer (Guía del Mar): es una recopilación de las sentencias de los jueces del
Almirantazgo francés. Es el antecedente inmediato de las Ordenanzas de Colbert. Es la
primera y más importante tentativa de unificación del Derecho Consuetudinario Marítimo.
Época de la Codificación
Con la ramificación de las nacionalidades y la formación de los Estados, se encausó el período de
codificaciones legislativas, es decir, se logra la unidad Legislativa Nacional que derivó en
perjuicio de la uniformidad internacional.
1) Ordenanzas de Colbert: inspirada por Jean B. Colbert, ministro del rey Luis XIV, su
redacción derivó del Guidón de la Mer. En él se agruparon usos y costumbres de la época,
y con él se produjo la culminación de una obra de unificación política que dio vida al
moderno Estado Francés. Es el documento más valioso de la legislación marítima y la
fuente más fecunda que tuvieron en cuenta los codificadores. Por primera vez se comenzó
a hablar de capitán como figura central, que tiene la autoridad y gobierno del buque;
también se habla de tripulación y de la necesidad de tener preparación para ser parte de
ella.
2) Ordenanzas de Bilbao: son recopilaciones de sentencias producidas durante el reinado de
Felipe V. Constituyen un antecedente inmediato de nuestra legislación y de las normas del
derecho marítimo.
3) Código de Comercio Francés (1807): en su libro segundo contiene normativa referida a la
navegación por agua, reprodujo casi textualmente las Ordenanzas del Colbert. Fue
completado en 1.841 y 1.847 por leyes de responsabilidad de los armadores y sobre
hipoteca naval.
4) Otras codificaciones:
a. Código de comercio Español
b. Código de comercio Portugués 1853
c. Código de comercio Holandés 1838
d. Código de comercio Argentino 1862
e. Código de comercio de Uruguay 1865
f. Código de comercio de Paraguay 1903
ANTECEDENTES HISTÓRICOS ARGENTINOS. SANCIÓN DEL CÓDIGO DE
COMERCIO
Durante la época de la colonia rigió el Consulado del Mar, las antiguas leyes españolas y las
Ordenanzas de Bilbao; en 1794 por la Real Cédula se crea el Consulado de Buenos Aires.
Después de la Revolución de Mayo estas disposiciones conservaron su vigencia durante los años
que precedieron al dictado de las leyes nacionales, y al aprobarse en España en 1829 el proyecto
de Código de Comercio, algunas provincias como San Juan y Mendoza establecieron que él sería
de directa aplicación. En 1856 Buenos Aires separada de la Confederación encargó a Eduardo
Acevedo y a Dalmacio Vélez Sarfield la preparación de un Código de Comercio, que producida
la incorporación de aquella provincia a la Confederación fue declarado en vigor para todo el país
el 10 de septiembre de 1862.
El dictado del Código Civil de 1969 puso en crisis las normas civiles contenidas en el Código de
Comercio, por ello en 1870 se designó a Sixto Villegas y Vicente Quesada para que propusieran
reformas, cometido que cumplimentaron en 1873; a su vez Lisandro Segovia criticando esa labor
presentó un valioso proyecto en 1887, pero ninguno de los dos fueron aceptados. Finalmente la
Comisión de Códigos de la Cámara de Diputados elevó un nuevo texto que entró en vigor en
1890 y rige hasta hoy aunque con abundantes modificaciones. Este código seguía el sistema de
legislar solamente el aspecto privado del derecho de la navegación, lo cual era obvio por referirse
aquél a materias comerciales; el libro III estaba dedicado a “Derechos y obligaciones que resultan
de la navegación”.
EL PROYECTO MALVAGNI
La legislación argentina en materia de navegación era muy antigua y deficiente hallándose
distribuida en distintas leyes y cuerpos legales. En el aspecto privado la mayoría de las normas se
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d) Sistema de Remisión: se da por un acuerdo entre Estados para remitirse a una ley
determinada para la solución del conflicto. Sabemos que un buque a cada instante
zarpa en su viaje y generalmente para cumplir un desplazamiento de una a otra
jurisdicción; ese contacto puede incluir la relación con personas, cosas y relaciones
con lo que se llama en elemento extranjero y justamente esa relación de vinculación
de la nave a diversos ordenamientos jurídicos, plantea la posibilidad de que una
misma situación jurídica pueda ser normada por leyes de distinta nación y a su vez
juzgada por tribunales también diferentes; es decir surge el problema de conflicto de
leyes y de conflicto de competencia. La determinación del ordenamiento jurídico es
objeto del Derecho Internacional Privado Marítimo.
El sistema de Remisión (o norma indirecta) se basa en un conjunto de reglas que no
contienen soluciones de fondo sino que se limitan a señalar en cada situación la ley
donde debe buscarse la solución. Se ha definido al sistema de remisión como “el
conjunto de normas que determinan la jurisdicción y la ley aplicable en caso de
conflicto entre las legislaciones marítimas de países diversos, a consecuencia del
tráfico o comercio marítimo”. La norma indirecta no proporciona la inmediata
solución al caso controvertido, sino la indicación del derecho privado interno de un
país, que es el que en definitiva resolverá la cuestión. Un ejemplo claro del sistema de
remisión es el Tratado de Navegación Comercial Internacional de Montevideo de
1.940.
TRATADO DE NAVEGACIÓN COMERCIAL DE MONTEVIDEO DE 1.940
(Este tratado adopta el sistema de remisión para la unificación de conflictos). Con la
participación de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay se celebró en Montevideo
en 1.889 el 1º Congreso Sudamericano de Derecho Internacional Privado. Su finalidad era ofrecer
soluciones a conflictos en materia civil, comercial y procesal. Dio como fruto el Tratado de
Derecho Comercial que contenía normas del Derecho de la Navegación.
Al cumplirse el cincuentenario de ese 1º Congreso, en el año 1.939 se llevó a cabo en
Montevideo un nuevo congreso para modernizar o remozar el de 1.889.
Como fruto de esa segunda reunión se firmó el Tratado de Navegación Comercial Internacional.
Este tratado no da una solución directa a los conflictos sino que en cada situación se remite a
alguna legislación que puede ser la del pabellón del buque, o la de la situación, etc.
Ejemplos del Tratado:
Nacionalidad Ley del Estado del Pabellón
Adquisición y transferencia de la Ley del Estado del Pabellón
propiedad, privilegios y otros derechos
reales
Derecho de embargar y vender Ley de la situación
judicialmente un buque
Abordajes Ley del Estado en cuyas aguas se producen. Si se
producen en alta mar: entre buques de igual
nacionalidad rige la ley del Pabellón; si son de
distinta nacionalidad cada buque estará obligado en
los términos de la ley de su bandera
Asistencia y salvamento Si se prestan en aguas de uno de los Estados se
rigen por la ley de dicho Estado. Si se prestan fuera
de tales aguas, se rigen por la ley del pabellón del
buque asistente o salvador.
Averías La ley del pabellón del buque determina su
naturaleza. Pero la liquidación y prorrateo de las
averías comunes se rige por la ley del Estado en
que se produce tal operación que será la del puerto
de destino del buque.
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del mar territorial es la de bajamar a lo largo de la costa. Se reconoce a los demás Estados
el derecho de paso inofensivo (o inocente) siempre y cuando éste se someta a las leyes y
reglamentos del Estado Ribereño; a su vez es Estado ribereño puede impedir el paso no
inocente. La jurisdicción penal del Estado ribereño no podrá ser ejercida a bordo de un
buque extranjero con motivo de una infracción penal cometida a bordo, salvo si la
infracción tiene consecuencias en su Estado si por la magnitud puede perturbar la paz
interior, si es pedido por el capitán y si es necesario para la represión del tráfico ilícito de
estupefacientes. Zona Contigua: es la zona de alta mar contigua al mar territorial,
pudiendo adoptar el Estado ribereño medidas de fiscalización con fines: de aplicación de
leyes de policía aduanera, fiscal, de inmigración y sanitaria; reprimir la infracción de
leyes cometidas en su territorio o en el mar territorial. Su extensión no podía exceder de
12 millas contadas desde la línea de base desde donde se mide el mar territorial.
2. Convención sobre la Alta Mar: en ella se proclamar cuatro libertades: 1-navegación, 2-
pesca, 3-sobrevuelo y 4-tendido de cables y tuberías submarinas. En cuanto a la libertad
de navegación ésta está abierta a todos los Estados; los Estados sin litoral marítimo
deberán tener libre acceso al mar ( el Estado ribereño debe garantizarle el libre tránsito
para su salida a alta mar); la nacionalidad y jurisdicción de los buques está determinada
por el pabellón que ostentan, salvo los casos de piratería en que todos los Estados deben
cooperar en la represión, pudiendo apresar en alta mar a todo buque pirata; y el derecho
de persecución por el cual un Estado ribereño puede perseguir a un buque extranjero por
violación o infracción de sus leyes o reglamentos siempre que la persecución comience en
sus aguas interiores, territoriales o zona contigua y no haya sido interrumpida.
3. Convención sobre pesca y conservación de los recursos vivos de alta mar: todos los
Estados tienen derecho a que sus nacionales se dediquen a la pesca en alta mar. Tienen
también la obligación de colaborar para la conservación de los recursos vivos, tomando
las medidas para obtener un rendimiento óptimo de los mismos. A fines de mantener la
productividad, el Estado ribereño puede adoptar unilateralmente medidas de
conservación.
4. Convención sobre Plataforma Continental: esta comprende el lecho del mar y el subsuelo
de las zonas submarinas adyacentes a la costa pero situada fuera del mar territorial, hasta
una profundidad de 200 metros o más allá de ese límite hasta donde la profanidad de las
aguas subyacentes permita la explotación de los recursos naturales de dicha zona.
CONVENIO SOBRE DERECHO DEL MAR DE MONTEGO BAY DE 1.982
En diciembre de 1.970 la Asamblea de Naciones Unidas aprobó una resolución mediante la cual
se convocó para 1.973 para una conferencia sobre el Derecho del Mar. Esta debía tratar los
siguientes temas: alta mar, plataforma continental, mar territorial, zona contigua, pesca y
conservación de los recursos vivos de la alta mar, protección del medio marino y la conservación
de los fondos marinos y oceánicos. Desde esa fecha hasta 1.982 tuvieron lugar 11 períodos de
sesiones. El convenio de Montego Bay de 1.982 retomó la normativa del de Ginebra de 1.958
pero desarrolló ampliamente los principios que esta última sólo había enunciado, como por
ejemplo agregar a las cuatro facultades de los Estados en alta mar las de de construir islas
flotantes y otras instalaciones permitidas y la facultad de investigación científica.
Ya en Ginebra de 1.958 se hablaba de aguas interiores, mar territorial, zona contigua, alta mar y
de plataforma continental; el convenio de Montego Bay introduce el concepto de Zona
Económica Exclusiva y de la Zona.
(VER aguas interiores, mar territorial, zona contigua, ZEE, alta mar, zona, plataforma continental
y líneas de base en Bolilla 2).
LA REFORMA DE LA LEGISLACIÓN
En nuestro país la ley 23.968/91 legisló sobre estas zonas marítimas y fijó en su artículo 1º
“como línea de base de la República Argentina, a partir de las cuales se miden sus espacios
marítimos, las líneas de base normales y de base rectas que unen los cabos que formas las bocas
de los golfos San Matías, Nueva y San Jorge y la línea que marca el límite exterior del Río de la
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Plata. Con respecto al Sector Antártico, las líneas de base serán establecidas por una ley
posterior.
Establece que las aguas situadas en el interior de las líneas de base forman parte de las aguas
interiores de la República en las cuales ejerce soberanía plena y absoluta; que el mar territorial se
extiende hasta una distancia de 12 millas marinas a partir de las líneas de base donde ejerce plena
soberanía así como sobre el espacio aéreo, lecho y subsuelo de dicho mar y reconoce a los demás
Estados el derecho de paso inocente; que la zona contigua se extiende mas allá del límite exterior
del mar territorial hasta una distancia de 24 millas medidas a partir de las líneas de base; que la
ZEE se extiende más allá del límite exterior del mar territorial hasta una distancia de 200 millas
marinas a partir de las líneas de base en la cual ejerce todos sus poderes fiscales y
jurisdiccionales, preventivos y represivos, en materia impositiva, aduanera, sanitaria, cambiaria e
inmigratoria, y que las normas sobre conservación de los recursos se aplicarán mas allá de las
200 millas marinas sobre las especies de carácter migratorio o sobre aquellas que intervienen en
la cadena trófica de las especies de la ZEE; establece que la plataforma continental comprende el
lecho del mar y el subsuelo de las áreas submarinas adyacentes a las costas pero situadas más allá
del mar territorial, y a todo lo largo de la prolongación natural del territorio hasta el borde
exterior del margen continental, o hasta la distancia de 200 millas marinas contadas desde las
líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los casos en que el
borde del margen no llegue a esa distancia, sobre la cual ejerce soberanía.
Como se ve aquí esta ley legisla los espacios acuáticos de la misma manera que el convenio de
Montego Bay; la reforma que introduce se refiere a las líneas de base rectas. Establece además
que la se entiende por milla náutica internacional la equivalente a 1.852 metros.
BOLILLA 2
MAR LIBRE (AGUAS NO JURISDICCIONALES) Y AGUAS TERRITORIALES
(JURISDICCIONALES)
Según el criterio adoptado por la Conferencia de La Haya de 1.930, los espacios acuáticos se
clasifican en:
Jurisdiccionales: son los espacios sometidas exclusivamente o restringida de los Estados;
comprenden las aguas interiores, el mar territorial, la zona contigua y la zona económica
exclusiva. Sobre esta clasificación, los derechos de los Estados ribereños van decreciendo a
medida que se pasa de las aguas interiores a la zona contigua y la ZEE.
No jurisdiccionales: es el mar libre o alta mar, es un inmenso espacio acuático sobre el cual
ningún Estado puede ejercer jurisdicción sobre buques ajenos a su pabellón.
ESPACIOS ACUÁTICOS
Aguas Interiores: están situadas entre la línea de base del mar territorial y el territorio de ese
Estado. Están sometidas a la soberanía plena y absoluta del Estado ribereño aplicándose
íntegramente el derecho vigente en éste. Sin embargo cuando el trazado de una línea de base
recta produzca el efecto de encerrar como aguas interiores, aguas que anteriormente no se las
consideraban como tales, existirá en esas aguas el derecho de paso inocente. Otra excepción es el
paso de los Estados sin litoral para su acceso al mar. Los Estados tienen libertad para reglamentar
y controlar el tránsito de sus aguas interiores de buques extranjeros. En las aguas interiores están
comprendidos los ríos, lagos, bahías, puertos, radas y canales.
Mar Territorial: la convención de Ginebra de 1.958 consagró el principio de soberanía del
Estado sobre el mar territorial, lecho, subsuelo y espacio aéreo. El mar territorial es la zona de
mar adyacente a las costas de un Estado, sobre la cual éste ejerce soberanía. La delimitación de
esta zona no ha sido uniforme a través de la historia (la distancia alcanzada por una piedra
arrojada por una persona; 60 millas, que era el límite de la navegación de las galeras; 100 millas
en el S XV) en las últimas décadas se había aceptado en el campo internacional que la extensión
debía ser de 12 millas, si bien la práctica había consagrado distancias entre 3 y 200 millas. El
convenio de Montego Bay establece un máximo de 12 millas a partir de las líneas de base. Se
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Prefectura Naval Argentina: es el organismo que en nuestro país ejerce las funciones de policía
de la navegación; es la autoridad de aplicación de la normativa naval. Entre sus funciones
podemos distinguir:
Funciones de autoridad marítima: le corresponde regular
a) La seguridad en el amarre y fondeo de buques y artefactos navales.
b) El uso de muelles, fondeaderos, atracaderos y artefactos de amarre y demás medios
utilizados a tales fines, y las operaciones de carga, descarga, alije y custodia de
mercadería, y de embarco, desembarco y trasbordo de pasajeros.
c) Los elementos de señalamiento, seguridad y auxilio y el personal de vigilancia de buques.
d) El empavesado de buques.
e) Disponer incluso de oficio y con cargo del buque, cambios de lugar del sitio de amarre o
ejecución de cualquier maniobra.
f) Ordenar en caso de siniestro que los buques y sus respectivas tripulaciones fueran puestos
a su disposición.
Funciones policiales: prevención y represión de delitos dentro de su jurisdicción; instrucción de
sumarios de prevención en supuestos de naufragios o accidentes de la navegación.
Funciones jurisdiccionales: juzgamiento de faltas y contravenciones del personal de la
navegación; inhabilitar personal.
Funciones administrativas: son las funciones de seguridad de la navegación; otorgamiento de
certificados; velar por la observancia de las normas; expedición de libretas de embarco.
Además tiene a su cargo el cumplimiento de convenios internacionales sobre navegación; tiene
funciones de policía auxiliar aduanera, de migraciones y sanitaria donde haya autoridad.
Administración General de Ingresos Públicos: se encarga del control y percepción de los
ingresos públicos.
Tribunal Administrativo de la Navegación: tiene jurisdicción en las aguas navegables, en las
costas y en los puertos nacionales, así como en alta mar respecto de hechos acaecidos con
relación a buques de bandera argentina. Su competencia consiste en la fijación de
responsabilidades de carácter profesional emergentes de accidentes de la navegación y en
proponer a las autoridades nacionales las medidas de seguridad y las modificaciones a las
disposiciones legales vigentes. Sus decisiones tienen por objeto determinar la falta de idoneidad
profesional, la imprudencia, impericia o negligencia del personal responsable, directa o
indirectamente de un accidente o la inobservancia de las leyes, reglamentos y ordenanzas.
Dirección Nacional de Migraciones: ejerce las funciones de contralor en la entrada, salida y
permanencia de extranjeros del país; de los requisitos para obtener la ciudadanía argentina.
Dirección Nacional de Sanidad Vegetal y Policía Animal: controla los productos animales y
vegetales que ingresan o egresan del país. En nuestro país la autoridad es el SENASA.
AUTORIDADES PORTUARIAS – ADMINISTRACIÓN GENERAL DE PUETOS
El decreto 817/92 crea la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables dependiente de la
Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos. Esta
secretaría es la autoridad portuaria nacional; está a cargo del Interventor de la Administración
General de Puertos Sociedad del Estado. El mismo decreto disuelve la Administración General de
Puertos Sociedad del Estado (A.G.P.S.E); disuelve también la Capitanía General de Puertos.
Es decreto 769/93 establece que será la autoridad portuaria nacional quien otorgue las
habilitaciones para los puertos, es quien va a fijar el régimen disciplinario, de faltas, sus
sanciones y el procedimiento de aplicación de las mismas.
REGINAVE (Decreto Nº 4.516/73)
Los riesgos de la navegación y los grandes intereses comprendidos en la aventura marítima han
obligado a pensar y adoptar medidas de seguridad marítimas. Los Estados han dictado medidas
referentes tanto al buque (construcción, máquina, etc.) como a la navegación (reglas en alta mar,
puertos, ríos, etc.). La ley de navegación hace referencia constantemente a normas de seguridad,
y muchas de ellas están contenidas en el Régimen de la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre
(REGINAVE). El REGINAVE constituye un conjunto de normas reglamentarias derivadas de las
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Cuando al concluir la descarga resultare faltar mercadería que hubiera sido declarada deberán
justificarse las diferencias con la respectiva carta de rectificación o en las formas previstas en este
código o en disposiciones reglamentarias dentro de los 2 días de finalizada la descarga. Si no son
justificadas se presumirá sin admitirse prueba en contrario y al solo efecto tributario que la
mercadería faltante ha sido importada para consumo, se hallare o no su importación sometida a
una prohibición, considerándose al transportista y al agente aduanero solidariamente responsables
de las correspondientes obligaciones tributarias; sin perjuicio de la responsabilidad por las
sanciones que pudieren corresponder por los ilícitos que se hubieran cometido.
Cuando el servicio considere que la mercadería detallada en el manifiesto de rancho excede las
necesidades razonables de consumo del buque, de su tripulación o del pasaje o que no responden
al concepto de rancho, dispondrá la deducción del excedente o de lo incorrectamente incluido en
él para su incorporación en el manifiesto de la carga, a la orden del capitán del buque.
Cuando el servicio considerare que la mercadería detallada en el manifiesto de la pacotilla excede
las necesidades razonables de cada tripulante o no responde al concepto de pacotilla, dispondrá la
deducción del excedente o de los incorrectamente incluido en el para su incorporación al
manifiesto de la carga, indicándose el nombre del tripulante al cual pertenece.
Exportación
También deben cumplirse ciertas formalidades: antes de proceder a la carga, el armador debe
solicitar permiso para abrir registro de carga al buque y luego los exportadores gestionan la
documentación de embarque (permiso, boleta, etc.) y pagar los gravámenes resultantes de la
liquidación. La mercadería se carga bajo control aduanero.
Infracciones Aduaneras
El código aduanero distingue entre delitos e infracciones aduaneras. A los efectos del código
aduanero, el término infracción se equipara al de contravención. Se consideran delitos e
infracciones aduaneros los hechos, actos u omisiones que transgreden las disposiciones de la
legislación aduanera.
Entre los delitos menciona el contrabando (simple y calificado), las modalidades culposas, la
tentativa de contrabando y el encubrimiento del contrabando. Las penas para los delitos
aduaneros son: el comiso de la mercadería objeto del delito; el comiso del medio de transporte y
demás elementos empleados en la comisión del delito, multas, pérdida de concesiones,
prerrogativas y privilegios, inhabilitación para ejercer el comercio, la inhabilitación perpetua para
ejercer cargos públicos, entre otras.
Las infracciones están contenidas dentro del articulado de este código.
La extinción de la acción penal se da por amnistía, muerte del imputado y por prescripción.
La extinción de la acción para hacer efectivas las penas se da por amnistía, indulto, prescripción y
muerte del condenado.
La acción para imponer las penas por infracciones prescribe a los 5 años.
La acción para hacer efectivas las penas por infracciones prescribe a los 5 años.
NAVEGACIÓN DE CABOTAJE
Es la que tiene por objeto la comunicación y el comercio entre puertos de un mismo Estado y se
realiza sin perder de vista la costa más que para acortar caminos recalando de cabo a cabo.
El cabotaje se clasifica en:
a) Cabotaje nacional: se realiza entre puertos nacionales exclusivamente.
b) Cabotaje internacional o fronterizo: se realiza haciendo escala en puertos de países
limítrofes, cuando existan tratados o convenciones al respecto.
c) Cabotaje fluvial: se realiza por los ríos y aguas interiores.
d) Cabotaje lacustre: se realiza por los lagos.
e) Cabotaje marítimo: se realiza por mar, fuera de la línea que une los cabos de Santa María
y San Antonio.
Antecedentes históricos: la reserva de la navegación y comercio de cabotaje para los buques de
su propia bandera fue establecido expresamente ene. Acta de Navegación de Cromwell de 1.651
y en la reglamentación de la Convención Francesa de 1.793.
Derecho de la Navegación 17
partir de las 12 millas de las líneas de base. En la ZEE podrá adoptar medidas de conservación y
en el área adyacente a ella sobre los recursos transzonales y altamente migratorios, o que
pertenezcan a la misma población o poblaciones de especies asociadas a las de las ZEE.
El ámbito de aplicación de esta ley comprende:
a) La regulación de la pesca en los espacios marítimos sujetos a la jurisdicción nacional.
b) La coordinación de la protección y la administración de los recursos pesqueros que se
encuentran tanto en jurisdicción nacional como provincial.
c) La facultad de la autoridad de aplicación de limitar el acceso a la pesca por causa de
interés nacional comprometido en la conservación de una especie o recurso determinado.
La regulación de la pesca en la zona adyacente a al ZEE respecto de los recursos migratorios o
que pertenezcan a la misma población o poblaciones de especies asociadas a las de las ZEE.
La autoridad de aplicación el la Secretaría de Pesca, que tiene las siguientes funciones:
a) Conducir y ejecutar la política pesquera nacional, regulando la explotación, fiscalización
e investigación.
b) Conducir y ejecutar los objetivos y requerimientos relativos a las investigaciones
científicas y técnicas.
c) Fiscalizar las Capturas Máximas Permisibles por especie y emitir las cuotas de captura
anual por buques, por especies, por zona de pesca y por tipo de flota.
d) Emitir los permisos de pesca.
e) Establecer los requisitos y condiciones que deben tener los buques de pesca y empresas
pesqueras.
f) Establecer los métodos y técnicas de captura, los equipos y artes de pesca de uso
prohibido.
g) Aplicar sanciones y crear un registro de antecedentes de infractores.
h) Elaborar y desarrollar sistemas de estadística pesquera.
Se crea el Consejo Federal Pesquero cuyas funciones son:
a) Establecer la política pesquera nacional.
b) Establecer la política de investigación pesquera.
c) Establecer la Captura Máxima Permisible.
d) Aprobar los permisos de pesca comercial y experimental.
e) Dictaminar sobre pesca experimental.
f) Establecer derechos de extracción y fijar cánones por el ejercicio de la pesca.
El INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) administrará y dispondrá
de los buques de investigación pesquera de propiedad del Estado nacional.
Prohibiciones: la autoridad de aplicación determinará los métodos y técnicas, equipos y artes de
pesca permitidos. Quedan prohibidos:
a) Uso de explosivos.
b) Empleo de equipos acústicos y sustancias nocivas
c) Llevar a bordo o utilizar artes de pesca prohibidos.
d) Transportar explosivos o sustancias tóxicas en las embarcaciones.
e) Arrojar al agua sustancias o detritos que puedan causar daño a la flora y fauna acuática.
f) Interceptar peces mediante instalaciones, atajos que atenten contra la conservación de la
flora y fauna.
g) Toda práctica o acto que cause estragos.
h) El ejercicio de actividades pesqueras sin permiso.
i) El ejercicio de actividades pesqueras en épocas de veda.
j) Introducción de flora o fauna exótica sin previa autorización de la autoridad.
k) Utilización de mallas mínimas en las redes de arrastre.
Para el ejercicio de la actividad pesquera se debe contar con: (son 3 permisos y 1 autorización)
Permiso de pesca: habilita para el ejercicio de la pesca comercial a buques de bandera
nacional en jurisdicción argentina.
Derecho de la Navegación 20
Permiso de pesca de gran altura: habilita a buques de pabellón nacional para el ejercicio de la
pesca comercial sobre el talud continental fuera de la ZEE, alta mar o con licencia en aguas
de terceros países.
Permiso temporario de pesca: se otorgan a buques arrendados a casco desnudo.
Autorización de pesca: habilita para la captura de recursos vivos marinos en cantidad limitada
para fines de investigación científica o técnica.
Régimen de sanciones:
a) Apercibimiento en caso de infracciones leves.
b) Multa de $10.000 hasta $1.000.000
c) Suspensión de la inscripción de los registros.
d) Cancelación de la inscripción en los registros.
e) Decomiso de las artes y equipos de pesca.
f) Decomiso de la captura obtenida en forma ilícita.
g) Decomiso del buque.
POLICÍA DE SEGURIDAD DE LA NAVEGACIÓN
Los riesgos de la navegación y los grandes intereses comprometidos en la aventura marítima hay
obligado a pensar y adoptar medidas de seguridad, no sólo en el plano nacional sino también en
el internacional. En ejercicio de sus respectivos poderes de policía, los Estados han ido dictando
reglamentaciones referentes tanto al buque, como a la navegación.
En 1.914 se aprobó en Londres una Convención en materia de seguridad que no entró en vigencia
a causa del estallido de la Primera Guerra Mundial. Terminada ésta se reiniciaron los trabajos,
culminando con la firma de dos importantes convenciones que constituyen un verdadero estatuto
internacional de la seguridad en el mar: el Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida
Humana en el Mar del 31 de mayo de 1.929 y el Convenio Internacional sobre Líneas de Carga
de 1.930. En 1.948 se celebró en Londres otra conferencia internacional sobre esta materia al
término de la cual se aprobó un nuevo convenio en reemplazo del de 1.929 firmándose además
como anexo el Reglamento Internacional para Prevenir Colisiones en el Mar.
El Convenio Internacional para la Seguridad Humana en el Mar de 1.948 se refiere a la
construcción de buques, a los equipos de salvamento, al transporte de mercaderías peligrosas, a
las medidas contra incendio, etc.; y el Reglamento para Prevenir Colisiones en el Mar regula el
régimen de luces y marcas de los buques según su tipo y situación, y fija una serie de normativas
relativas al rumbo y gobierno atendiendo las diversas posiciones en que dos o más buques pueden
encontrarse.
Por convocatoria de la OMI, en 1.960 se concretó un nuevo convenio similar al de 1.948. En
1.969 se aprobó en Londres un Convenio Internacional sobre Arqueo de Buques. En 1.975 se
firmó un nuevo Convenio Internacional sobre Seguridad de la Vida Humana en el Mar.
Como consecuencia del accidente del Torrey Cannyon en 1.967 se firmó el Convenio sobre
Responsabilidad Civil por los Daños causados por Contaminación por Hidrocarburos.
CONFERENCIA Y CONVENCIÓN DE LONDRES DE 1.960
En esta conferencia se modificó el Convenio Internacional sobre Seguridad para la Vida Humana
en el Mar del que hablamos antes (de 1.929 modificado en 1.948). Por esta Convención los
Estados contratantes se obligaron a promulgar las leyes, decretos, órdenes y reglamentos para
darle plena eficacia y para comunicar a la OMI todas las disposiciones que adoptaran, sobre todo
en materia de:
Construcción de buques.
Usos de medios de salvamento.
Sistemas de balizamiento.
Equipos de radiotelegrafía.
Equipos de radiotelefonía.
Se aplica a todos los buques de los Estados contratantes que realicen viajes internacionales, a
excepción de:
Buques menores de 500 toneladas.
Derecho de la Navegación 21
Buques de guerra.
Buques para el transporte de tropas.
Buques que carecen de propulsión mecánica.
Buques pesqueros.
Yates de recreo.
Se adoptaron medidas sobre:
Buques nucleares.
Construcción de buques.
Disposición de salvataje.
CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LÍNEAS DE CARGA DE 1.930
Uno de los factores reconocidos como relevante a los efectos de la seguridad en al navegación es
el grado de calado de un buque en el agua. Por ello señalar técnicamente la máxima inmersión
que éste pueda soportar, ya cargado, sin desmedro de su seguridad, es ineludible exigencia que
modernamente el derecho marítimo ha regulado por medio de normas de carácter internacional.
La Convención Internacional sobre Líneas de Carga suscripta en 1.930 estableció la
obligatoriedad para todo buque que efectúe viajes internacionales de contar con la certificación y
marcas que indican la máxima carga y el llamado “francobordo”, vale decir el sometimiento del
buque a los recaudos técnicos de la convención y la correspondiente inspección.
Con éstas exigencias que establecen una reserva de flotabilidad, se procura que los buques no
sean sobrecargados y en esas condiciones que afectan la seguridad zarpen del puerto.
El sistema de seguridad se debe al británico Plimsoll quien en 1.976 propuso la ley que hizo en
Inglaterra obligatorio pintar las líneas de máxima carga para cada buque, en la parte de afuera del
casco, a ambos lados y por debajo de la cubierta, para facilitar el control de la autoridad del
puerto. Por ello el disco dibujado en el casco de un buque y que acompaña las líneas pintadas se
llama “ojo de Plimsoll”.
Se denomina francobordo (free-board) o altura mínima de obra muerta a la distancia que media
desde el borde superior de la línea de cubierta y la línea de máxima carga pintada en el casco,
extensión del mismo medida verticalmente que debe quedar libre de inmersión, aún al cargarse el
buque.
Las condiciones del mar pueden permitir ir más o menos cargado, razón por la cual el mundo se
ha dividido en zonas marinas. Son varias las líneas de carga pintadas en el costado del mismo
según la estación del año y el paraje por donde navega el buque, es decir según la densidad del
agua en que está sumergida la carena o el peligro de tempestades más frecuentes en ciertas
regiones.
Las líneas de carga máxima se asignan durante la construcción del buque. En nuestro país el
francobordo es asignado y marcado por la Prefectura Naval Argentina, y al efecto otorga dos
tipos de certificado: el de francobordo internacional (a los buques mayores de 150 toneladas de
arqueo dedicados a la navegación de ultramar) y el de francobordo nacional (a los buques
mayores a 50 toneladas de arqueo dedicados a la navegación fluvial). Quedan exceptuadas del
francobordo las embarcaciones menores a 50 toneladas de arqueo total, de pesca, remolcadores y
embarcaciones de salvamento, deportivas, los destinados al servicio de practicaje y las chatas.
LINEAS REGULARES
El tráfico marítimo ha quedado estructurado básicamente según dos tipos de gestión: los servicios
de líneas regulares y los servicios de buques tramp (o de oportunidad).
Las líneas regulares actúan en tráficos determinados con tarifas de fletes e itinerarios fijos,
anunciados previamente al público interesado, mediante buques adecuados al tipo de carga
habitualmente transportada en dichos tráficos. Su función es la de brindar a los cargadores y
receptores de mercaderías, en una ruta particular, la regularidad y la frecuencia de salidas y
llegadas de los puertos que dichos comerciantes necesitan para el más eficiente desarrollo de sus
actividades. Transportan el más variado tipo y naturaleza de cargas, principalmente productos
manufacturados.
Derecho de la Navegación 22
promover el desarrollo de servicios marítimos regulares y eficaces que permitan atender las
necesidades de cada tráfico y el garantizar un equilibrio entre los intereses de los proveedores de
los servicios de transporte marítimo y los intereses de los usuarios de tales servicios.
También contiene principios en el sentido de que las prácticas de las conferencias no deben
entrañar discriminación alguna contra los armadores, los usuarios o el comercio exterior de
ningún país, de que las conferencias deben celebrar consultas con las organizaciones de usuarios,
de que deben poner a disposición de las partes interesadas la información pertinente sobres las
actividades que afecten a esas partes y que deben publicar toda información importante sobre sus
actividades.
CONSORCIOS NAVIEROS
Las novedosas tecnologías produjeron cambios significativos en la estructura del negocio
marítimo y desataron una feroz competencia a resultas de la cual muchos armadores quebraron y
desaparecieron del mundo marítimo. A diferencia de las conferencias marítimas (que intentan
realizar determinadas áreas del tráfico marítimo por medio del control de las tarifas de fletes y en
cierta manera mediante la coordinación de las salidas de los buques de sus miembros), los
consorcios navieros intentan optimizar el rendimiento conjunto de los servicios marítimos que
proveen sus asociados, básicamente, mediante un esquema de participación en los costes del
capital, tanto de los buques como de las demás estructuras. Ejemplos de consorcios: Capricornio,
Carol.
CONSEJOS DE USUARIOS
Las conferencias de fletes muchas veces se transforman en simples acuerdos para el aumento de
los precios por sus servicios conformando un verdadero monopolio. Para oponerse a ese
arbitrario avance de los fletes sería necesario contar con un usuario suficientemente fuerte como
para poder negocias con los transportadores en pie de igualdad. La solución no se reduce a cerrar
los mercados sino a procurar su viabilidad mediante acuerdos bilaterales o multilaterales que
atenúen las diferencias y permitan que esos países puedan intercambiar sus productos
adecuadamente.
Con esta motivación se constituyeron los primeros consejos de usuarios, consistente en un
sistema de consultas y diálogo tendiente a hacer compatibles los intereses de los usuarios y de los
armadores. Tienen por objeto la discusión y solución de problemas relativos a los itinerarios, las
frecuencias, las tarifas generales y especiales, los recargos, etc.
HIDROVÍA PARAGUAY-PARANÁ
El acuerdo de la Hidrovía fue firmado en 1.992 por Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y
Uruguay. Este programa de la es uno de los mas importantes proyectos de integración y
desarrollo regional encarado por los países de la Cuenca del Plata a través del aprovechamiento
de la red fluvial conformada por los ríos Paraguay y Paraná en un recorrido longitudinal que
abarca 3.344 Km. desde Puerto Cáceres (Brasil) hasta el Puerto de Nueva Palmira (Uruguay).
A nivel gubernamental Brasil especula poder darle salida a sus productos y expandir su frontera
agropecuaria en el área Centro Oeste y del Gran Pantanal. Uruguay y Argentina piensan reactivar
con la hidrovía sus servicios portuarios. A Bolivia se les concreta el sueño de tener una salida al
mar a través del canal Tamango.
El proyecto pretende facilitar la navegación fluvial y mejorar las condiciones de navegabilidad
para que el transporte sea eficiente y competitivo, reduciendo tiempos de navegación y costos de
fletes. La idea centra es facilitar la navegación fluvial diurna y nocturna durante todo el año.
Además se propone como objetivos:
Unificar la reglamentación de los cinco países en un Convenio de Transporte Fluvial.
Ofrecer salida al mar para aquellos países que no poseen litoral marítimo.
Incrementar el comercio de importación y exportación.
Preservar el desarrollo económico en armonía con el medio ambiente.
Mejorar la calidad de vida de las comunidades nativas y ribereñas.
Favorecer la integración económica, política y social de los países que recorre la hidrovía.
Derecho de la Navegación 24
El transporte juega un papel preponderante para lograr la competitividad que requiere el mercado,
abaratando costos; en particular el transporte en barcazas es muy competitivo en las barcazas en
trechos de larga distancias. Por ello el objetivo es llegar a un flete de u$s 0.009 TN/Km.
Carga transportable: la zona que atraviesa la hidrovía es una de las regiones de producción
agrícola más rica del continente. Las principales mercaderías que se transportan son: soja, girasol,
algodón, pulpa de papel, mineral de hierro, magnaneso y madera.
Estructura Jurídica: El acuerdo consta de un Preámbulo, su cuerpo normativo consta de 36
artículos y tiene un Anexo con definiciones. Como parte integrante del Acuerdo se celebraron 6
Protocolos Adicionales:
1) Asuntos aduaneros.
2) Navegación y seguridad.
3) Seguros.
4) Condiciones de Igualdad de Oportunidades para una mayor Competitividad.
5) Solución de Controversias.
6) Cese provisorio de Bandera.
El protocolo de Navegación y Seguridad contiene normas internacionales sobre luces y marcas,
arqueo uniforme, balizamiento y señalización, buques tanques, mercancías a granel, asistencia y
salvamento y prevención de abordajes.
El tratado consagra tres libertades: de navegación, de tránsito y de transferencia de carga.
También se estudia la adopción de un sistema de infraestructura inteligente para los ríos Paraná-
Paraguay que deberá prever:
Centros de coordinación Nacional y Regionales.
Base de datos de naves con acceso por internet para monitoreo de embarcaciones.
Red troncal de comunicaciones – VHF barco- a costa y enlaces dedicadas entre los centros.
Sistema de información geográfica con estaciones georreferenciales para DGPS.
Radares de corto alcance en ubicaciones críticas.
Equipamiento de a bordo (antenas, notebooks, DGPS, carta electrónica)
BOLILLA 3
BUQUE. CONCEPTO
La ley 20.094 lo define y distingue del artefacto naval diciendo que “buque es toda
construcción flotante destinada a navegar por agua. Artefacto naval es cualquier otra
construcción flotante auxiliar de la navegación pero no destinada a ella, aunque pueda
desplazarse sobre el agua en cortos trechos para el cumplimiento de sus fines específicos”.
La ley de cabotaje (19.492/44) define al buque diciendo que es “todo vaso de madera, hierro
u otra materia que flota y que impulsado y dirigido por un artificio adecuado interno o
externo, es apto para transportar por el agua personas o cosas o para servir de depósito o
para ser utilizado en actividades comerciales o industriales”.
Concepto Jurisprudencial: en el caso “Sónaco c/YPF” recogió el concepto amplio de buque.
En este caso se produjo un choque entre el pontón “Plaza Libertad” propiedad de Sónaco, y
el buque petrolero “Presidente Figueroa Alcorta” propiedad de YPF. Los propietarios y
armadores del pontón solicitaron la constitución de un tribunal arbitral. YPF se excepcionó
aduciendo que no correspondía tal procedimiento porque el pontón no es un buque en el
sentido del Código de Comercio, al carecer de autonomía de propulsión y tratarse de un
velero desmantelado que debía navegar a tracción de un remolcador.
En primera instancia se falló a favor de YPF considerando que el pontón no era un buque,
sino una superficie para transportar, y que los perjuicios ocasionados encuadraban en la
figura de “daño”. El fallo fue apelado, y en segunda instancia se decidió que el pontón
“Plaza Libertad” por su destino (transportar cosas por agua) respondía a la figura de
buque, por lo tanto el choque producido encuadraba en la figura de “abordaje” (abordaje:
choque entre dos buques). Así consideró como buque desde el punto de vista jurídico, un
Derecho de la Navegación 25
pontón carente de autonomía de propulsión, para que en el momento de los hechos, motivos
de aquella decisión, se hallaba afectado a la navegación (se tomó en cuenta el destino).
EL BUQUE COMO UNIVERSALIDAD
El art. 154 de la Ley de Navegación expresa que “la expresión buque comprende no solamente el
casco, mástiles, velas y máquinas principales y auxiliares, sino también todas las demás
pertenencias, fijas o sueltas, que son necesarias para su servicio, maniobra, navegación y adorno,
aunque se hallen separadas temporariamente. No están comprendidas en ellas las pertenencias
que se consumen con el primer uso”.
NATURALEZA JURÍDICA
El buque es un objeto de derechos. Indudablemente desde el punto de vista físico en un mueble y
si nos atenemos a la clasificación bipartita de la ley civil concluimos que también se trata de un
bien mueble. Pero no hay dudas de que por su gran valor económico y la importancia y
trascendencia económica del acto navegatorio, se impone dotarlo de un tratamiento jurídico
adecuado que tutele la seguridad de los contratos sin afectarla celeridad de las operaciones.
Algunos sostenían que se trataba de un bien mueble (se basaban en la clasificación bipartita de la
ley civil), otros decían que por algunos caracteres (hipotecable) encuadraba dentro de los bienes
inmuebles. Otros hablaban de una naturaleza sui generis.
La ley de navegación establece en su artículo 155 que “los buques son bienes registrables y se
encuentran sometidos al régimen jurídico que esta ley consagra”. Por lo tanto la naturaleza
jurídica del buque es un bien registrable, sometido a ciertas particularidades:
1. todos los actos constitutivos, traslativos o extintivos de la propiedad o de otros derechos
reales de un buque de diez toneladas o más de arqueo total, o sobre una de sus partes en
copropiedad naval, deben ser hechos por escritura pública o por documento privado
autenticado, bajo pena de nulidad. (art. 156). Si se trata de buques de matrícula nacional
cuando esos actos se realicen en el extranjero, deben hacerse por instrumento otorgado
por el cónsul argentino respectivo, quien emitirá testimonio autorizado de aquél al
Registro Nacional de Buques (art. 157). Si se trata de buques menores de diez toneladas
de arqueo total debe hacerse por instrumento privado con las firmas de los otorgantes
certificadas (art. 159). Para tener efectos contra terceros deben estar inscriptos en el
Registro Nacional de Buques (art. 158).
2. los buques pueden ser vendidos con pacto de retroventa o de reventa (art. 161).
3. todo buque puede ser adquirido por prescripción por la posesión continua de tres años y
buena fe y justo título. Si faltan algunos de esos requisitos prescribe a los 10 años
(art.162).
4. los buques de 10 toneladas o más de arqueo total construidos o en construcción pueden
ser grabados con derecho real de hipoteca. Los buques menores de diez toneladas de
arqueo total pueden ser gravados con derecho real de prenda.
INDIVIDUALIZACIÓN
El art. 43 de la ley de navegación expresa que “los buques argentinos se individualizan, en el
orden interno y a todos los efectos legales, por su nombre, número, puerto de la matrícula y
tonelaje de arqueo”.
Nombre: el art. 44 dice que el nombre del buque no puede ser igual al de otro buque de las
mismas características. A tal efecto la reglamentación regulará la imposición, uso y goce de dicho
elemento de individualización”. Todo buque debe llevar un nombre que no puede ser igual al de
otro de características idéntica, y que debe figurar de manera visible en la cara de popa, arriba del
nombre del puerto de matrícula. También debe figurar en las amuras de babor y de estribor.
Nombre debe ser autorizado por Prefectura Naval Argentina.
Número de matrícula: el art. 45 establece que “el número de matrícula del buque o artefacto
naval es el de inscripción en el registro correspondiente”. La matrícula confiere al buque la
nacionalidad argentina y el consiguiente derecho a enarbolar nuestro pabellón. Compete a la
autoridad marítima otorgar a todo buque inscripto en la matrícula nacional el llamado
“certificado de matrícula” en el que conste el nombre del buque o artefacto naval y el de su
Derecho de la Navegación 26
propietario, el número de matrícula y la medida de los arqueos total y neto cuando se trate de
buque, así como los demás datos contenidos en el folio de su inscripción.
La matrícula es el asiento legal del buque donde habrán de inscribirse todos los actos atinentes a
su vida jurídica (se debe dejar constancia de los contratos de locación, de los de fletamento a
tiempo, etc.).
Puerto de matrícula: es el puerto del lugar donde se otorga la matrícula. Le otorga la nacionalidad
al buque. Confiere al buque la nacionalidad argentina y el consiguiente derecho a enarbolar el
pabellón del Estado que otorgó la matrícula.
Tonelaje de arqueo: el arqueo es la capacidad interna de los espacios cerrados de un buque,
calculada tradicionalmente en forma convencional y expresada en unidades de medida también
convencionales, denominadas toneladas de arqueo Moorson (equivalentes a 2.832 metros
cúbicos). Se pueden distinguir tres tipos de tonelajes de arqueo:
a) Arqueo total: es el volumen total de todos los espacios cerrados o que se considere
cerrados.
b) Arqueo bajo cubierta: es el volumen total de los espacios comprendidos entre el casco y la
cubierta de arqueo.
c) Arqueo neto: es la diferencia entre el tonelaje de arqueo total y la suma de los llamados
tonelajes de descuento, tales como los espacios correspondientes a las máquinas
propulsoras, alojamiento de la tripulación, locales de maniobra, de gobierno, de bombas y
calderas auxiliares, etc.
El cálculo del arqueo tiene gran importancia pues la cifra resultante sirve de base para el pago de
derechos portuarios y peajes, para el cálculo de la limitación de responsabilidad del propietario o
armador, para la transmisión de la propiedad, etc.
NACIONALIDAD
El art. 51 de la ley de navegación expresa que “la inscripción en la matrícula nacional confiere al
buque o artefacto naval la nacionalidad argentina y el derecho de enarbolar el pabellón nacional”.
Practicándose la navegación en aguas libres y también en aguas jurisdiccionales de otros Estados,
es imperativo dotar al buque de un estatuto que someta las personas que se hallen a bordo, y los
hechos y actos que se generen o realicen en él, a un ordenamiento jurídico. Ese régimen es el de
la bandera, llamado nacionalidad del buque.
Un buque no puede tener más de una nacionalidad. El derecho a enarbolar la bandera de un
Estado se prueba mediante el documento legítimamente expedido por las autoridades
competentes. Hablar de nacionalidad implica desde el punto de vista jurídico afirmar su relación
con la bandera que enarbola.
El principio de la nacionalidad de los buques produce importantes consecuencias de orden
interno e internacional, desde el doble punto de vista del derecho público y el derecho privado.
En el orden internacional en una condición indispensable para la protección diplomática y
consular del buque conforme al Derecho Internacional Público por parte del Estado cuya bandera
enarbola, y en tiempos de guerra le confiere el carácter de enemigo, aliado o neutral.
En el Derecho Internacional Privado, la nacionalidad es un valioso instrumento para la solución
de numerosos conflictos de leyes mediante la aplicación de la ley del pabellón (ej. para la
adquisición, transferencia y extinción de la propiedad, privilegios, etc.).
En el orden interno la nacionalidad implica la sujeción del buque y de las personas a borde al
ordenamiento jurídico del Estado de la bandera.
Los requisitos para la inscripción de buques o artefactos navales en la matrícula nacional son:
a) El cumplimiento de las exigencias reglamentarias sobre construcción y condiciones de
navegabilidad e idoneidad del buque o artefacto naval.
b) Que su propietario esté domiciliado en el país y si se trata de una copropiedad naval, que
la mayoría de los copropietarios cuyos derechos sobre el buque o artefacto naval exceden
la mitad del valor de éstos, reúnan la misma condición.
c) Si fuere titular de la propiedad una sociedad, que ésta se haya constituido de acuerdo con
las leyes de la Nación, o que habiéndose constituido en el extranjero, tenga en la
Derecho de la Navegación 27
7. Lista de pasajeros
8. Libro de quejas: los pasajeros harán anotar los reclamos que tuvieren que
formular. Es llevado por la Comisaría de a bordo. Debe el capitán suministrarlo a
cada requerimiento y a la autoridad marítima del primer puerto obligatoriamente.
9. Licencia de instalación radioeléctrica
10. Diario de Radio: está regulado por la Convención para la Seguridad de la Vida
Humana en el Mar de 1974. Este diario está a cargo del Jefe de
Radiocomunicaciones del Buque y en él se anotan las comunicaciones radiales
que la nave va manteniendo con las diversas estaciones existentes en tierra y con
otros buques, la posición y hora en cada uno de esos tráficos; en especial se anotan
las señales de socorro recibidas.
11. Un ejemplar de la Ley 20.094.
PROPIEDAD
El régimen de propiedad sobre un buque se nutre de los principios generales del derecho común
en todo lo que especialmente el derecho marítimo no introduce normas específicas de regulación.
El propietario de un buque es el titular del dominio sobre el mismo, prescindiendo de que lo
explote o no. Por lo tanto se exige la capacidad para ser titular de ese dominio. Para adquirir y
transmitir la propiedad de un buque se requiere capacidad para asumir derechos y contraer
obligaciones, de conformidad con las normas del derecho común aplicables, en cuanto a la
capacidad jurídica y a la de obrar.
Son capaces de adquirir la propiedad:
a) Mayores de 21 años
b) Emancipados por:
a. Matrimonio
b. Habilitación de edad
c. Título profesional habilitante
Son absolutamente incapaces de adquirir la propiedad:
a) Personas por nacer
b) Menores impúberes
c) Dementes
d) Sordomudos que no saben darse a entender por escrito
e) Los ausentes declarados tales en juicio
Son relativamente incapaces:
a) Los menores adultos.
Vinculación del propietario con la Nación cuyo pabellón enarbola el Buque
El derecho marítimo exige determinada vinculación del propietario del buque con la Nación cuyo
pabellón enarbola. En el derecho comparado existen distintos sistemas:
a) Algunas naciones exigían la propiedad total del buque por parte de nacionales del país.
b) Otros exigían solo dos tercios de los derechos de propiedad sobre un buque en nacionales
de ese país.
c) Otros limitan esa exigencia a las tres quintas partes de los derechos de propiedad del
buque en nacionales.
Nuestro país adopta en éste punto el criterio del “domicilio” del propietario del buque. La ley de
navegación exige para inscribir un buque en nuestra matrícula acreditar el domicilio de su
propietario en nuestro país; si se trata de una copropiedad naval se exige que la mayoría de los
copropietarios cuyos derechos sobre el buque excedan la mitad del valor de éstos reúnan esa
misma condición; y si fuere titular de la propiedad una sociedad, se exige que ésta se haya
constituido conforme con las leyes de la Nación o que habiéndose constituido en el extranjero,
tengan en la República sucursal, asiento o cualquier otro tipo de representación permanente. Hoy
tenemos el régimen de Registro de Buques Extranjeros.
Modos de adquisición de la propiedad de los Buques
a) Confiscación.
Derecho de la Navegación 30
b) Presa o apresamiento
c) Salvamento o hallazgo
d) Abandono a favor del Estado solo estas dos producen la adquisición
a favor de aseguradores
a favor de tercero no produce la transmisión a los terceros porque
debe ser rematado. Solo se adquiere el precio.
e) Prescripción
f) Sucesión
g) Compraventa
CLASIFICACIÓN DE LOS BUQUES
La clasificación de los buques puede ensayarse teniendo en cuenta diferentes consideraciones.
Desde el punto de vista jurídico:
Buques Públicos y Privados: el art. 3 de la ley de navegación establece que “los buques
públicos son los afectados al servicio del poder público. Todos los demás aunque pertenezcan
al Estado nacional, a las provincias, a las municipalidades o a un Estado extranjero son
buques privados”. Es decir que nuestra ley toma el criterio de la finalidad o destino para
establecer la diferenciación.
Desde el punto de vista técnico:
Buques mayores y menores: buque mayor es aquel que registra un arqueo total mayor a 10
toneladas; menor es el que registra un arqueo total menor a 10 toneladas.
Por su naturaleza:
o Públicos: son los afectados al servicio del poder público, por más que pertenezcan a
un titular.
o Privados: son los no afectados al servicio del poder público, por más que pertenezcan
al Estado Nacional, provincial, municipal.
Por la finalidad de los servicios que presta:
o Buques de comercio: de pasajeros, de carga, de pesca.
o Buques destinados a fines no lucrativos: de recreo, de deporte.
o Buques afectados a servicios regulares
o Buques sin horarios ni itinerarios previamente establecidos.
Por la navegación que efectúa:
o Buques de navegación marítima, por ríos interiores.
o Navegación lacustre.
o Buques de cabotaje nacional
o Buques destinados a la navegación y comercio internacional.
Por su tonelaje:
o Buque mayor: 10 toneladas o más de arqueo total.
o Buque menor: menores de 10 toneladas de arqueo total.
Por su nacionalidad
o Buques nacionales
o Buques extranjeros
CONTRATO DE CONSTRUCCIÓN DE BUQUES
La construcción no es un verdadero modo de adquisición de buques, sino el contrato que conduce
a la transmisión de la propiedad de esa cosa compuesta a favor de quien ordenó la obra. La
construcción de buques puede hacerse de las siguientes maneras:
a) Por administración: la construcción puede hacerla el propio interesado, que contrata la
mano de obra, adquiere y provee los materiales, ejecuta los planos y dirige las tareas.
b) Por empresa o por presupuesto o por precio alzado: la realiza un astillero al cual se le
encarga la obra, con provisión de materiales por el comitente o no. Se trata de una
locación de obra.
c) Por economía: solo se utiliza actualmente respecto de buques pequeños y supone al
constructor como empresario de su propia obra, propietario de los materiales y empleador
Derecho de la Navegación 31
de los trabajadores, es decir que todos los riesgos corren por su cuenta desde el comienzo
de los trabajos hasta su conclusión, y es el titular del dominio de las estructuras que va
elaborando, durante la construcción, y del buque al término de dicha construcción.
En el contrato de construcción de buques, el astillero (contratista o constructor) se obliga a
ejecutar una serie de obras parciales con el propósito de completar una obra (buque) en la forma,
las condiciones y en el tiempo pactados, a cambio de un precio a ser pagado por el propietario
(contratante o comitente) en la fecha estipulada para la entrega a este último del buque.
El contrato de construcción de un buque de 10 toneladas o más de arqueo total, así como su
modificación y rescisión debe hacerse por escrito, bajo pena de nulidad, siendo indispensable la
inscripción del contrato y de cualquier modificación en el Registro Nacional de Buques, para que
tenga efectos frente a terceros que hayan adquiridos derechos sobre el buque. La falta de
construcción implica la presunción de que el buque es construido por cuenta del constructor.
El art. 150 establece que el buque, salvo pacto en contrario, es de propiedad del comitente a partir
de la colocación de la quilla o del pago de cualquiera de las cuotas, derecho que puede hacérselo
valer frente a terceros, siempre y cuando se haya cumplimentado la inscripción en el Registro.
Respecto de los vicios ocultos el constructor responde de ellos siempre que sean descubiertos
dentro de los 18 meses de la entrega del buque y que el comitente notifique a aquel dentro de los
sesenta días inmediatamente posteriores al descubrimiento. La acción respectiva prescribe por el
transcurso de un año de la fecha de notificación.
Transferencia del dominio sobre el buque
La tradición material del buque solo puede tener lugar una vez finalizado el proceso de
construcción.
Durante el proceso de negociación las partes suelen acordar que la construcción habrá de
dividirse en varias etapas o fases, y que el comitente habrá de pagar una cuota o parte del precio
total al término de cada fase o etapa, declarando que con dichos pagos, quien encarga la obra va
asumiendo el dominio de todo lo construido hasta ese momento.
También pueden pactar que en el caso de la construcción por fases concretas, el dominio sobre la
estructura, equipos, maquinarias y todo el material destinado a esa construcción (se hallen bajo la
custodia del astillero o bajo la de los proveedores) corresponden al comitente, quien los va
recibiendo progresivamente hasta el valor de los que éste último haya pagado al constructor, o
haya entregado en forma de equipos, maquinaria o material.
Por lo tanto cada contrato por tener su fisonomía propia y su sistema para regular el aspecto de la
transferencia del dominio.
Registro de buques en construcción
La inscripción del contrato de construcción de buques con sus eventuales modificaciones, y la del
buque en construcción es obligatoria en algunos Estados, posible aunque no de necesario
cumplimiento en otros, mientras en otros no es posible. En 1.967 se aprobó en Bruselas el
Convenio Internacional relativo a la Inscripción sobre los Buques en Construcción que no ha
recibido la aceptación esperada. El objetivo de este convenio es la estimulación en los Estados
contratantes de la creación de un registro para que se anoten en él los derechos de propiedad y
los derechos reales de hipoteca relativos a buques cuya construcción tiene ya lugar o tendrá más
adelante, desde el momento en que existe un contrato de construcción de buque determinado, o
desde que el constructor declare que lo construye por su cuenta, a menos que el Estado exija el
comienzo de la obra.
La inscripción sólo debe corresponder a buques cuya construcción se lleva a cabo en el país del
Registro, no autorizándose la de los que se construyen fuera de él, ni siquiera de otros países
contratantes.
Régimen Obligacional en el Contrato de Construcción de Buques
Los derechos y obligaciones del astillero y del comitente están detallados en el contrato, sin
embargo interesa y conviene presentar los derechos y obligaciones esenciales:
a) El astillero o constructor se obliga a:
Derecho de la Navegación 32
Por no recibir del astillero el buque en el tiempo estipulado. En estos casos el astillero puede
sufrir perjuicios debido a la ocupación prolongada de sus instalaciones y de la consiguiente
imposibilidad de utilizar las mismas para nuevos trabajos.
El otro incumplimiento se da por la falta de pago, que puede ocurrir tanto durante la construcción
como al finalizar la misma.
CONVENCIÓN DE BRUSELAS DE 1.926 SOBRE INMUNIDADES DE LOS BUQUES
DE ESTADO
El art. 1 de esta convención establece que “Los buques de mar pertenecientes a los Estados o
explotados por ellos, las cargas que le pertenecen, las cargas o pasajeros transportados por los
buques de Estado, así como los Estados que son propietarios de esos buques o que los explotan o
que son propietarios de esas cargas, están sometidos en lo que concierne a las reclamaciones
relativas a la explotación de esos buques o al transporte de esas cargas, a las mismas reglas de
responsabilidad y a las mismas obligaciones aplicables a los buques, cargamentos y armamentos
privados”.
En virtud de este texto los Estados se someten al derecho privado y los tribunales deberán aplicar
las mismas reglas que son aplicables a las personas privadas. Los Estados pueden invocar todos
los medios de defensa, de prescripción y de limitación de responsabilidad que los que pueden
hacer valer los armadores privados.
Los buques que están excluidos del régimen de esta convención son en general aquellos que están
afectados a un servicio gubernamental, no comercial.
LAS SOCIEDADES DE CLASIFICACIÓN
La clase o cota de un buque cosiste en una clasificación que le da una sociedad de
clasificación, cuando aquel se ajusta a las condiciones fijadas en las reglas de ésta. Estas
sociedades clasifican buques que se construyen bajo su supervisión o buques ya construidos,
llevando a cabo las inspecciones y controles técnicos necesarios en cuanto a planos,
materiales, procedimientos, etc. Además practican periódicamente inspecciones de rutina
tendientes a verificar si el buque continúa ajustado a las normas establecidas y de forma
ocasional cuando por ejemplo ha sufrido un accidente.
Las condiciones de seguridad de los buques son determinadas de acuerdo a su naturaleza y
a la función de los servicios que presta y a la navegación que realizan, estando referidas al
casco y su estructura interna, a la flotabilidad, estabilidad y líneas de carga máxima, a los
equipos y mecanismos de propulsión y gobierno, a los equipos eléctricos, etc.
Cuando los buques han aprobado los requisitos de la inspección, la sociedad emite los
correspondientes certificados e inscriben dicho buque en los Libros de Registro de la
sociedad.
La sociedad más antigua es la Lloyd´s Register of Shipping de Gran Bretaña; otra es la
Bureau Veritas, el American Bureau of Shipping entre otras. Todas las sociedades son
miembros de la Asociación Internacional de Sociedades de Clasificación (entidad consultiva
de la OMI).
De la voz cota o clase se desprenden tres conceptos diferentes pero interdependientes: seguridad
(del buque, de la navegación y del comercio marítimo), protección medioambiental (en particular
del marino) y fiabilidad (es decir nivel de confianza que la sociedad brinda al propietario, al
armador, al Estado y a todo interesado).
Responsabilidad de las Sociedades de Clasificación
En conexión con las funciones y actividades de la sociedad surgen distintas categorías de
personas vinculadas por lazos jurídicos también distintos lo cual tiene necesaria repercusión en
materia de responsabilidad.
En primer lugar figuran los propietarios o armadores de buques, quienes recurren a dichas
entidades requiriendo su intervención en la construcción de buques, inspección o clasificación. Se
habla aquí de una responsabilidad contractual por existir un contrato o locación de obra. Del
incumplimiento de ese contrato nace una responsabilidad contractual que se extiende a los
efectos de los trabajos ejecutados por las personas que la sociedad de clasificación ocupe en la
Derecho de la Navegación 34
d) Produce la subrogación real legal, a favor del acreedor, de determinados créditos del
deudor por la pérdida o deterioro del buque.
e) En nuestra legislación pueden gravarse con hipoteca los buques de diez toneladas o más
de arqueo total.
f) La preferencia del acreedor hipotecario cede ante los privilegios marítimos reconocidos
legalmente.
g) El capitán puede hipotecar el buque
La Hipoteca Naval en la Ley de Navegación
Establece que sobre todo buque de diez toneladas o más de arqueo total o buque en construcción
del mismo tonelaje su propietario puede constituir hipoteca. En caso de copropiedad, los
copropietarios pueden hipotecar el buque en garantía de créditos de interés común por resolución
de la mayoría de los dos tercios, en caso de no obtenerse esa mayoría se debe requerir
autorización judicial; y que el copropietario solo puede constituir hipoteca sobre su parte, tonel
consentimiento de la mayoría.
La hipoteca debe hacerse por escritura pública o por documento privado autenticado y solo tendrá
efectos en relación a terceros si ha sido inscripta en el Registro Nacional de Buques, debe además
inscribirse en el certificado de matrícula y en el título de propiedad.
El instrumento de constitución de la hipoteca debe contener:
a) Nombre, apellido, filiación, nacionalidad, profesión y domicilio del acreedor y
deudor.
b) Datos de individualización del buque de acuerdo con la matrícula.
c) La naturaleza del contrato al que accede, con sus datos pertinentes.
d) Monto del crédito, intereses convenidos, plazo y lugar de pago.
e) Constancia de haber presentado la documentación probatoria del pago de las
remuneraciones y cotizaciones jubilatorias que correspondan al personal afectado al
buque a gravar, hasta el último viaje realizado inclusive.
Se establece que el orden de inscripción de la hipoteca determina la preferencia del título; y que
en caso de varias inscripciones de la misma fecha prevalece la inscripta en hora anterior.
Buque en viaje: las hipotecas que se constituyan en jurisdicción argentina sobre un buque en
viaje, deben anotarse en el certificado de matrícula, por la autoridad marítima, en puerto
argentino o cónsul en puerto extranjero, a requerimiento telegráfico del Jefe del Registro
Nacional de Buques.
Subrogación real: integran la hipoteca a título de subrogación real, los siguientes créditos a favor
del buque:
a) Indemnizaciones originadas en daños materiales no reparados, sufridos por el buque.
b) Contribuciones por avería común por daños materiales no reparados, sufridos por el
buque.
c) Las indemnizaciones por daños no reparados, sufridos por el buque con motivo de una
asistencia o salvamento.
d) Indemnizaciones de seguros por averías no reparadas sufridas por el buque, o por su
pérdida.
La hipoteca sobre buque o buque en construcción se extiende a los intereses de la obligación
principal debidos por dos años. En cuanto al orden dentro de los privilegios, se encuentra en el 7º
lugar (entre los privilegios del primer y segundo lugar).
PRIVILEGIOS
Se entiende por privilegio el derecho dado por la ley a un acreedor para que se la pague con
preferencia a otros acreedores. Los privilegios marítimos son privilegios especiales que tienen la
particularidad de investir a los acreedores con una facultad de persecución del buque,
independientemente de quien ostente el derecho de propiedad. La existencia de estos privilegios
marítimos nacen inexorablemente con motivo del ejercicio de la navegación; es más el orden
taxativo y legal que establece la ley de navegación tiene su fundamento en asegurar y garantizar
Derecho de la Navegación 36
la aventura marítima, porque “la aventura marítima debe continuar”, el comercio marítimo no
puede estancarse.
Los Privilegios en la Ley de Navegación
Son privilegios especiales, es decir que recaen sobre una cosa determinada, en este caso sobre el
buque, sobre el flete o sobre la carga. Por ser especiales serán preferidos a cualquier otro
privilegio general o especial; se traslada de pleno derecho sobre los importes que sustituyen los
bienes sobre los que recaían, sea por indemnización, precio o cualquier otro concepto que permita
la subrogación real.
Privilegios sobre el Buque
Según el art. 476 de la Ley de Navegación “los privilegios sobre el buque son:
Privilegios de primer lugar
a) Los gastos de justicia hechos en interés común de los acreedores para la
conservación del buque, o para proceder a su venta y a la liquidación de su precio.
b) Los créditos del capitán y demás individuos de la tripulación, derivados del contrato
de ajuste, de las leyes laborales y de los convenios colectivos de trabajo.
c) Los derechos, impuestos, contribuciones y tasas retributivas de servicios, derivados
del ejercicio de la navegación o de la explotación comercial del buque.
d) Los créditos por muerte o lesiones corporales que ocurran en tierra, a bordo o en el
agua, en relación directa con la explotación del buque.
e) Los créditos por hechos ilícitos contra el propietario, el armador o el buque, no
susceptibles de fundarse en una relación contractual, por daños a las cosas que se
encuentren en tierra, a bordo o en el agua, en relación directa con la explotación del
buque.
f) Los créditos por asistencia y salvamento, remoción de restos náufragos y
contribuciones en averías gruesas.
Son privilegiados en segundo lugar:
a) Los créditos por averías a las cosas cargadas y equipajes.
b) Los créditos que tengan su origen en contratos de locación o fletamento de un buque
o en un contrato de transporte.
c) Los créditos por suministros de productos o de materiales a un buque, para su
explotación o conservación.
d) Los créditos por construcción, reparación o equipamiento del buque o por gastos de
dique.
e) Los créditos por desembolso del capitán, y los efectuados por los cargadores,
fletadores o agentes por cuenta del buque o de su propietario.
f) El crédito por el precio de la última adquisición del buque y los intereses debidos
desde los últimos dos años.
Los créditos incluidos en el primer grupo son preferidos al crédito hipotecario, que tomará
su lugar después de ellos y con preferencia a los del segundo grupo”.
Privilegios sobre el flete, precios del pasaje y créditos que hayan nacido a favor del buque
La ley establece que los créditos enumerados en el art. 476 son también privilegiados sobre los
fletes y sobre el precio de los pasajes correspondientes al viaje que dé origen a aquéllos, y sobre
los créditos a favor del buque que nazcan durante el mismo viaje. Estos créditos a favor del
buque nacidos durante el último viaje son:
a) Indemnizaciones originadas en daños materiales, no reparadas, sufridos por el buque, y
las adeudas por pérdida de fletes.
b) Contribuciones por avería común por daños materiales, no reparados, sufridos por el
buque, o pérdida de fletes.
c) Salario de asistencia o de salvamento, previa deducción de la porción del mismo que
corresponda al capitán y tripulantes.
No están comprendidas las sumas adeudadas al propietario o armador por indemnizaciones de
seguro, así como las primas, subvenciones u otros subsidios del Estado.
Derecho de la Navegación 37
Los créditos privilegiados del último viaje son preferidos a los de viajes precedentes (no rige el
principio del derecho civil que dice que “el primero en el tiempo es el primero en el derecho”),
salvo los derivados de un contrato único de ajuste que concurren dentro de su categoría con los
demás originados en el último viaje.
Los privilegios sobre el flete, precio de los pasajes y créditos a favor del buque solo pueden
ejecutarse mientras sean adeudados o su importe esté en poder del capitán o agente marítimo.
Extinción de privilegios:
a) Por la expiración del plazo de un año salvo que antes de ese año el buque haya sido objeto
de embargo.
b) Por la venta judicial del buque a partir del depósito judicial del precio.
c) Por el transcurso de tres meses en caso de enajenación voluntaria, plazo que empieza a
correr desde la fecha de la inscripción en el Registro Nacional de Buques.
Privilegios sobre el buque y artefacto naval en construcción
Tienen privilegio sobre el buque en construcción:
a) Los gastos de justicia hechos en interés común de los acreedores para la conservación de
la obra o para proceder a su venta y a la distribución del precio.
b) Los créditos del constructor, siempre que el contrato se haya inscripto en el Registro
Nacional de Buques.
El privilegio del constructor se extingue con la entrega del buque al comitente.
Privilegios sobre las cosas cargadas
Tienen privilegio sobre las cosas cargadas:
a) Los derechos aduaneros que corresponda pagar en el lugar de la descarga y los de
depósito en zonas fiscales.
b) Los gastos de justicia hechos en interés común de los acreedores.
c) Los salarios de asistencia y salvamento en cuyo pago debiera participar la carga, y la
contribución a la avería común.
d) El flete y demás créditos derivados del contrato de transporte, inclusive los gastos de
carga y descarga.
e) El importe del capital e intereses adeudados por las obligaciones contraídas por el capitán
sobre la carga.
Los privilegios sobre las cosas cargadas se extinguen si la acción no se ejerce dentro del plazo de
treinta días posteriores a su descarga, y siempre que ellas no hallan pasado legítimamente al
poder de terceros.
CONCURSO ESPECIAL DE ACREEDORES PRIVILEGIADOS SOBRE UN BUQUE
Frente a la acción que pueda promover uno o más acreedores privilegiados en forma individual
para el cobro de sus créditos, el buque debe ser vendido para permitir a éstos la percepción de los
mismos. Antes de disponer la subasta judicial de un buque, el tribunal debe solicitar al Registro
Nacional de Buques un informe sobre la existencia de hipotecas o embargos que lo graven y de
las inhibiciones decretadas contra su propietario. Cuando prima facie el monto total de los
créditos adeudados de acuerdo al informe, exceda el importe de la base fijada para la venta, el
tribunal debe:
a) Decretar el concurso especial del buque y librar oficio a los juzgados que entiendan en los
juicios donde se dispusieron los embargos o inhibiciones haciendo saber a los interesados
la venta ordenada.
b) Disponer la publicación de edictos por 5 días en el B.O. y en un diario de los de mayor
circulación de la localidad, y su fijación durante diez días en la oficina del Registro
Nacional de Buques y en lugar visible en el buque haciendo saber el concurso y
convocando a los interesados a un juicio verbal.
Transcurridos 15 días desde la última publicación sin que se formule oposición, o resuelta ésta en
forma sumaria, puede realizarse la venta, debiendo depositarse su importe a la orden del juez.
Si en el juicio verbal los acreedores no llegan a un acuerdo respecto de la distribución del precio
depositado, el tribunal dictará en el mismo acto una providencia, que deberá contener:
Derecho de la Navegación 38
b) Por deudas contraídas en el territorio nacional en utilidad del mismo buque o de otro
buque que pertenezca o haya pertenecido, cuando se originó el crédito, al mismo
propietario.
c) Por deudas originadas en la actividad del buque, o por otros créditos ajenos a ésta cuando
sean exigibles ante los tribunales del país.
En los casos de embargo ejecutivo procede contra cualquier buque del deudor, sea de matrícula
nacional o extranjera.
Contracautela: el tribunal que decrete alguno de los embargos puede exigir al embargante
caución suficiente para responder de los daños y perjuicios que pudiere ocasionar la medida,
siempre que la caución exigida no implique convertir en ilusorio el derecho del solicitante a
obtener el embargo del buque. A tal efecto se tendrá en cuenta la naturaleza del juicio, la
solvencia de quien solicite la medida, la necesidad de asegurar su eventual derecho y la de
prevenir los perjuicios que aquella pueda irrogar al embargado por haberse pedido sin derecho y
especialmente si el buque integra una línea regular de navegación.
Traba del embargo: mediante oficio que debe librar el juez embargante a los efectos de su
anotación en los respectivos registros.
Interdicción: Si se trata de un buque de matrícula nacional su salida debe ser impedida si se
dispone la interdicción de navegar. Esta última medida se encuentra implícita en el embargo que
se dicte contra un buque de bandera extranjera.
Cesación del embargo: todo embargo o interdicción cesa si cualquier interesado en la expedición
da fianza suficiente para el pago de la deuda reclamada en cuanto sea legítima o cuando se
garantice el límite de responsabilidad del armador.
Responsabilidad del embargante: la responsabilidad de quien no exija en definitiva el derecho
pretendido, queda limitada a los perjuicios que cause la inmovilización del buque hasta el
momento en que su armador sustituya dicho embargo por otra garantía, y los gastos que ésta
ocasione.
Inembargabilidad: no pueden ser objeto de embargo:
a) Los buques de guerra nacionales o extranjeros, y los buques en construcción destinados a
incorporarse a los efectivos militares de un Estado.
b) Todo otro buque afectado al servicio del poder público del Estado nacional, de una
provincia o de una municipalidad, y los demás buques de propiedad o explotados por el
Estado nacional, una provincia o una municipalidad, si el propietario o explotador
renuncia a ampararse en la limitación de su responsabilidad.
c) Los buques cargados, prontos para zarpar, salvo que la deuda respectiva haya sido
contraída para reparar, aprestar y aprovisionar el buque para ese viaje, o sea posterior a la
carga del buque.
BOLILLA 4
PROPIETARIO
El propietario de un buque es el titular del dominio sobre el mismo, prescindiendo de que lo
explote o no. Por lo tanto se exige la capacidad para ser titular de ese dominio. Para adquirir y
transmitir la propiedad de un buque se requiere capacidad para asumir derechos y contraer
obligaciones, de conformidad con las normas del derecho común aplicables, en cuanto a la
capacidad jurídica y a la de obrar. Pueden también ser propietarios las personas jurídicas.
Son capaces de adquirir la propiedad:
c) Mayores de 21 años
d) Emancipados por:
a. Matrimonio
b. Habilitación de edad
c. Título profesional habilitante
Son absolutamente incapaces de adquirir la propiedad:
Derecho de la Navegación 40
El armador-propietario ejerce el dominio del buque y la explotación del mismo. Debe tener
desdoblada su responsabilidad mediante la inscripción para que la autoridad pueda determinar en
qué calidad está actuando, para determinar su responsabilidad. Por ello:
a) Si actúa como propietario: puede responder al valor y con la especie del buque (responder
con la especie significa que tiene la facultad de abandonar el buque).
b) Si actúa como armador: sólo puede responder con el valor del buque (no con el buque en
especie, por lo tanto no puede abandonarlo).
Distinción entre propietario y armador: la distinción es clara y precisa: el derecho de
propiedad constituye la faz estática, y el armamento la faz dinámica. Si el buque está inactivo
aparece sólo la figura del armador, que es el beneficiario y director de la misma, sometido a la ley
marítima.
El armador es quien explota un buque, utilizándolo para cierto fin a cuyo efecto lo arma,
equipándolo con materiales, víveres y personal. Los elementos característicos que perfilan la
personal del armador son:
a) La explotación de un buque, en nombre, interés y riesgo propio.
b) La exclusiva y directa dependencia del capitán y la tripulación.
ARMADOR-GERENTE
Es la persona designada por los copropietarios cuando adquieren el carácter de copartícipes,
quien los represente judicial y extrajudicialmente en todo lo concerniente a la explotación del
buque, obligándolos en la proporción a la parte que cada uno tiene sobre el buque por sus hechos
y actos. La expedición corre por cuenta y riesgo de los copartícipes y no del armador-gerente,
ellos son los auténticos armadores, mientras que el gerente es un simple mandatario que actúa
dentro de las facultades del contrato de mandato. Solo puede administrar, no disponer. Por lo
tanto aquí tampoco podemos hablar de un tipo de armador.
ARMADOR-FLETADOR
Es una figura inexistente, que induce a confusión. Se plantea equivocadamente su presencia en
relación al contrato de fletamento a tiempo (time-charter), como consecuencia de la cual la
navegación del buque es aprovechada, aunque con variados sentidos, por ambas partes, fletante y
fletador. En el time-charter el fletador dispone solo de la capacidad comercial del buque y por lo
general celebra a su vez contratos de transporte con terceros, mientras que el armador es el
fletante que asume la gestión náutica. El fletante (armador) enfrenta los riesgos de la navegación
y designa al capitán, mientras que el fletador sólo corre con los riesgos económicos de esa
navegación. En consecuencia el fletador no es armador.
LA MODERNA EMPRESA NAVAL
La empresa supone la organización de una actividad con asunción del riesgo técnico y económico
inherente a la combinación de los factores productivos necesarios. El armador resulta titular de
tantas empresas navieras como buques utilice, empresas que pueden a su vez integrar una
empresa comercial ordinaria.
En la práctica se suele denominar “empresa de navegación” a la empresa comercial que tiene un
objeto económico y social resultante de la explotación de todos sus recursos materiales e
inmateriales y que se concreta en la suma de los resultados de la explotación que cada uno de los
buques ejerce.
Existiendo una gestión técnica y una económica, el beneficio, o eventualmente la pérdida, resulta
de la diferencia entre el costo de aquella gestión náutica y el valor obtenido mediante la gestión
económica.
La organización de la empresa naval no difiere sustancialmente de la estructura orgánica de
cualquier otra empresa, aunque con ciertas particularidades; pero en casi todas las empresas
podemos encontrar: un órgano generalmente colectivo de definición de la política general y de
conducción de alto nivel, que encarga sus tareas a un gerente, de quien a su vez se desprenden los
tres sectores básicos: el comercial (o de producción), el técnico, y el económico-financiero.
Derecho de la Navegación 42
DEPARTAMENTO DEPARTAMENTO
LEGAL GREMIAL
GERENCIA
GENERAL
DEPARTAMENTO
DEPARTAMENTO DE RECLAMOS
PERSONAL
la expedición, en único que soportaba y era responsable de las mismas era el “senyor de
la nau”.
Otra de las formas eral la “colonna”, cuya organización la ejecutaba un patrono, quien
buscaba a los prestamistas; y era quien respondía ante desastres que puedan ocurrir en la
expedición.
a) Edad Moderna: surge la copropiedad; poco a poco va surgiendo la figura del dueño de la
expedición o propietario del buque. Esta transformación del rol del armador lo va
colocando en primer plano; quedando en tierra él trata con los cargadores, asume la
responsabilidad de la expedición por su exclusiva cuenta; designa a un capitán que va a
ser su representante. Se rompió así el rasgo asociativo típico de la época medieval.
COPARTICIPACIÓN NAVAL
El art. 183 de la Ley de Navegación establece que “cuando los copropietarios de un buque, sin
adoptar la forma de una de las sociedades de derecho común, asuman las funciones de armador,
se considerará constituida una sociedad de coparticipación naval regida por las disposiciones
generales establecidas para las sociedades, salvo las reglas especiales contenidas en esta
Sección”.
Es decir que en el caso de que los copropietarios conformen por ej. una SRL a los efectos de
explotar el buque, no habrá coparticipación naval, sino una sociedad comercial regida por las
leyes específicas de este tipo de sociedad.
Art. 184: “Los copartícipes pueden regular convencionalmente sus derechos y obligaciones
recíprocos, pero el contrato no tiene efecto contra terceros si el respectivo documento no
estuviere inscripto en el Registro Nacional de Buques”.
Los copartícipes pueden designar un gerente para que represente a la sociedad judicial y
extrajudicialmente; si no se designa gerente cualquiera de los copartícipes tiene la representación
judicial pasiva en los intereses de la sociedad.
Funciones del gerente: realizar los contratos relativos al armamento, equipo, aprovisionamiento,
administración y designación del capitán, y en su caso los contratos de utilización del buque, todo
ello de conformidad con las órdenes impartidas por la sociedad o de las que resulten de las
facultades conferidas por el contrato.
Derechos de los copartícipes: tienen derecho a ser preferidos a cualquier tercero en igualdad de
condiciones en los contratos de utilización de buques; si concurre más de uno tiene preferencia el
que tiene mayor interés.
Obligaciones de los copartícipes: tienen la obligación de anticipar en proporción a su parte, las
sumas necesarias para el armamento, equipos y aprovisionamiento del buque, y cada uno es
responsable en la misma proporción, de las obligaciones que se contraigan con motivo del viaje,
a emprender o durante su desarrollo.
Disolución de la sociedad: la sociedad no puede disolverse sino después de terminado el viaje o
la expedición emprendida, salvo decisión unánime de las partes.
RESPONSABILIDAD DEL PROPIETARIO Y DEL ARMADOR
El ejercicio de la navegación da lugar a una serie de hechos materiales y de actos jurídicos, y de
aquel resultan para el titular de dicho ejercicio una serie de diversas responsabilidades.
DISTINTOS CASOS
El principio general en materia de responsabilidad es que el armador debe responder en forma
integral con todos sus bienes por las obligaciones resultantes de la expedición. Sin embargo, la
ausencia de control por parte de aquél respecto de los hechos y actos del capitán ha hecho
imprescindible limitar su responsabilidad.
INDIRECTA
Derecho de la Navegación 44
El art. 175 en su primer párrafo dice “El armador puede limitar su responsabilidad, salvo
que exista culpa de su parte con relación a los hechos que den origen a los créditos
reclamados…”
Como se ve ésta artículo utiliza la palabra puede limitar su responsabilidad; por lo tanto la
limitación no es obligatoria, sino facultativa del armador. Pero ¿por qué se le permite
limitar? Se le da la facultad porque solo tiene un plazo para hacerlo, vencido el cual ya no
puede limitarla y por consiguiente va a tener que responder en forma integral. Ese plazo es
de 90 días desde ocurrido el hecho, o al contestar la demanda y antes de que venza el plazo
para oponer excepciones en el juicio de ejecución de sentencia (art. 561 de la Ley de
Navegación). La demanda por la responsabilidad del armador debe contener un planteo de
inconstitucionalidad del art. 175.
A continuación el art. 175 dice “(…que puede limitar…) al valor del buque al final del viaje
en que tales hechos hayan ocurrido, más el de los fletes brutos, el de los pasajes percibidos o
a percibir por ese viaje y el del los créditos a su favor que hayan nacido durante el
mismo…”.
Es decir que esta parte del artículo contiene la conformación de un Fondo de Limitación de
Responsabilidad, que está constituido por:
a) Valor del buque al finalizar el viaje
b) Valor de los fletes brutos Fondo de Limitación
c) Valor de los pasajes percibidos o a percibir de Responsabilidad
d) Créditos a su favor que hayan nacido durante el
mismo
En el segundo párrafo establece: “Esta limitación de responsabilidad al valor del buque es
optativa con el derecho del propietario de poner aquél a disposición de los acreedores, por
intermedio del juez competente, adicionando los valore y solicitando la apertura del juicio
de limitación dentro de los tres meses contados a partir de la terminación de la expedición”.
Es decir que el propietario puede limitar su responsabilidad haciendo opción de su derecho
de abandono del buque.
El tercer párrafo dice “En caso de existir daños personales, si el conjunto de dichos valores
no alcanza a cubrir la totalidad de las indemnizaciones pertinentes hasta un monto de trece
pesos argentinos oro por tonelada de arqueo total, la responsabilidad del armador se
acrecerá en la cantidad necesaria para alcanzar ese monto, el que será destinado
exclusivamente al pago de dichas indemnizaciones”.
Es decir que si los montos que comprenden el Fondo de Limitación de Responsabilidad, son
insuficientes para cubrir las indemnizaciones por daños personales equivalentes a trece
pesos argentinos oro, la responsabilidad se acrece hasta ese mínimo. El párrafo siguiente de
este art. establece que sólo en casos de existir daños personales, integran el valor del buque
y el de los créditos a favor del armador la acción contra el asegurador y su indemnización;
por lo tanto ante la insuficiencia del Fondo, se puede recurrir a la acción contra el
asegurador y su indemnización. En cambio la acción contra el asegurador y su
indemnización no forma parte del valor del buque y de los créditos para responder por
daños materiales.
Créditos alcanzados
El art. 177 establece que los créditos frente a los cuales el armador puede limitar su
responsabilidad son los originados por las siguientes causas:
a) Muerte o lesiones corporales de cualquier persona.
b) Pérdida de bienes o de derechos, o daños sufridos sobre ellos.
c) Responsabilidad u obligación emergente de la remoción de restos náufragos, o de
reflotamiento de un buque hundido o varado, o de daños causados a obras de arte de
un puerto o vías navegables, salvo la hipótesis del art. 19 (abandono a favor del
Estado).
Créditos excluidos
Derecho de la Navegación 46
BOLILLA 5
SUJETOS QUE INTERVIENEN EN LA EXPLOTACIÓN DE LA NAVEGACIÓN
Podemos decir que el personal que interviene en la navegación es el conjunto de personas que
con su trabajo o empresa contribuye al hecho técnico navegatorio de los buques y artefactos
navales y a su explotación, sea a bordo, sea en profesiones u ocupaciones conexas con las
actividades marítimas, fluviales, lacustres y portuarias, desempeñando su labor en tierra.
El principio que rige en navegación es que esta es una materia que requiere personal
especializado.
PERSONAL TERRESTRE Y PERSONAL EMBARCADO
El art. 104 de la Ley de Navegación establece que “ninguna persona puede formar parte de la
tripulación de los buques o artefactos navales inscriptos en el Registro Nacional de Buques, o
ejercer profesión, oficio u ocupación en alguna jurisdicción portuaria, o en actividad regulada o
controlada por la autoridad marítima si no es habilitada por ésta e inscripta en la sección
respectiva del Registro Nacional del Personal de la Navegación que debe llevar en forma
actualizada la autoridad competente”
El art. 104 agrupa al personal de la navegación en:
a) Personal embarcado
b) Personal terrestre de la navegación
Derecho de la Navegación 47
CAPITÁN
Es la persona encargada de la dirección y gobierno del buque. Es delegado de la autoridad
pública para la conservación del orden en el buque, y para su seguridad y salvación, así como la
de los pasajeros, tripulantes y carga.
Clasificación
Derecho de la Navegación 48
a) Ultramar: cuentan con el título máximo que emite la autoridad marítima argentina, están
facultados para ejercer el comando de buques de cualquier tonelaje que naveguen dentro o fuera
de los cabos.
b) Fluvial
c) Lacustre
d) Piloto o patrón de yate
Derecho de la Navegación 49
Las operaciones de los agentes marítimos son actos comerciales llevados a cabo por cuenta de un
mandante para las necesidades del buque y de lo que él transporta. El agente marítimo está
vinculado a su dador de órdenes mediante un contrato de mandato.
Funciones
Las obligaciones y derechos del agente marítimo dependerán de si se trata de un agente general,
de un agente especial, de un agente protector, de un agente de buques de línea regular o de un
buque tramp; y obviamente dependerá de las instrucciones de su mandante.
Sin embargo las obligaciones genéricas son:
a) Emplear toda la capacidad y conocimientos que tenga, además de la diligencia, el celo y
la energía de que sea capaz, en beneficio de su principal.
b) Ajustarse a las condiciones del contrato con su principal, sin excederse de las facultades
concedidas por éste.
c) Obedecer toda instrucción lícita y razonable de su principal, a quien debe consultar en
caso de duda, cuando la instrucción sea ambigua o cuando estime que puede excederse en
la ejecución de las facultades contractuales.
d) Abstenerse de actuar en nombre y representación de quien tenga un interés contrario al de
su principal.
e) Abstenerse de realizar operación alguna en provecho propio o de terceros en base al
conocimiento que tenga de información de cualquier tipo, confidencial o no, de su
principal.
f) Abstenerse de percibir comisiones confidenciales respecto de actos u operaciones
correspondientes a la gestión a su cargo como agente marítimo.
g) Mantener separados de sus bienes los de su principal.
h) Llevar una contabilidad adecuada y rendir cuentas luego de cada escala de un buque de su
principal, o cuando éste lo requiera, cobrando sin demora los créditos de dicho principal.
i) Llevar a cabo una gestión comercial.
j) Se debe ocupar de la atención de la escala de buque en el puerto.
k) Debe intercambiar las comunicaciones necesarias en materia de operaciones, de tráfico y
temas económico-financieros.
RESPONSABILIDAD DEL AGENTE MARÍTIMO
a) Frente a sus principales: responde ante su principal de los daños y perjuicios ocasionados
por su culpa o negligencia, y naturalmente por su dolo. Él debe cumplir el mandato o
comisión, y en caso de no ejecutarlo conforme a las instrucciones recibidas al
formalizarse el contrato es responsable de los daños y perjuicios que sufre su principal. El
agente marítimo responde también por los actos u omisiones de sus dependientes. Es decir
responde en caso de inejecución total del mandato o comisión, en caso de exceso y en
caso de omisiones o errores. Si se ha excedido de las instrucciones, será el único
responsable frente a la persona con la que ha contratado, salvo que su principal ratifique
su gestión.
b) Frente a terceros: el principio general es que el agente marítimo es responsable frente a
terceros sólo respecto de los daños y perjuicios resultantes de su dolo o de su culpa
personales, ya que no responde ni del dolo ni de la culpa de su mandante o comitente, o
del armador, o del transportador, fletador o del capitán.(art. 199). Los cargadores y
receptores de la carga son terceros frente al agente marítimo, y éste goza de una
inmunidad que responde al principio general antes mencionado ya que su actuación lleva
a cabo como mandatario o comisionista, en nombre y representación de su principal.
PERSONAL EMBARCADO: es el que ejerce profesión, oficio u ocupación a borde de buques
y artefactos navales.
Requisitos: habilitación y luego la matrícula
Para la Idoneidad se acredita con aprobación curso en la PNA de Marino Mercante
Habilitación Moralidad se acredita con el certificado del Reg. de Reincidentes
se requiere Aptitud se acredita con un certificado médico psico-físico
Derecho de la Navegación 53
física
Cumplidos todos los requisitos de la habilitación se le otorga al marino una libreta de embarco
que lo habilita para embarcarse y ejercer función alguna en los buques y artefactos navales.
Como establece el art. 104 de la Ley, para formar parte de la tripulación debe inscribirse en el
Registro Público del Personal de la Navegación, cumpliendo de éste modo con la matriculación.
La habilitación faculta a su titular a ejercer los cargos máximos que determine la reglamentación.
Cuando no se dispone del personal habilitado, a pedido del armador o capitán, pueden habilitar
temporariamente a personal de un nivel inferior de habilitación, hasta tanto haya personal
disponible y siempre que ello no afecte la seguridad de la navegación ni de la vida humana en el
mar.
LA TRIPULACIÓN
Es el conjunto de personas embarcadas conforme a las respectivas libretas de embarco,
destinadas a atender todos los servicios del buque.
Categorías de Personal
Según el art. 140 las categorías básicas del personal de la navegación por orden de jerarquía son:
1. Capitán
2. Oficiales
3. Habilitados con título no superior
4. Maestranza
5. Marinería
La reglamentación determinará dentro de cada categoría los niveles de capacidad.
Estas categorías han sido ordenadas jerárquicamente, lo que significa que tienen funciones
determinadas y deben obedecer a su inmediato superior, y por consiguiente no se puede alterar
ese orden.
Cuadros de la Tripulación
Conforme con su función específica, el personal embarcado integra los siguientes cuerpos:
a) Cubierta: comprende al personal que ejerce el mando del buque, atiende los servicios de
maniobra y navegación, las operaciones de carga y descarga. Dentro de este cuerpo se
hallan el capitán, los oficiales, los pilotos, los contramaestres y los marineros.
b) Máquinas: comprende al personal que ejerce la dirección y conducción de las máquinas
propulsoras y demás mecanismos auxiliares del buque, incluyendo los sistemas eléctricos.
Aquí se hallan el jefe de máquinas, los oficiales maquinistas y los mecánicos,
engrasadores, limpiadores, electricistas, etc.
c) Comunicaciones: comprende al personal que atiende las instalaciones radioeléctricas y
demás sistemas de comunicación del buque. Está integrado por el jefe de
radiocomunicaciones y por los oficiales radiotelegrafistas
d) Administración: comprende al personal encargado de las tareas contables y de la
documentación referente al buque, carga, pasajeros y equipaje, así como de los servicios
de alojamiento y alimentación. Lo conforman el comisario de a bordo, los oficiales de
administración, el mayordomo, los cocineros, mozos y auxiliares.
e) Sanidad: compuesto por oficiales médicos, enfermeros y enfermeras.
f) Practicaje
El art. 143 dispone que por lo menos el 75% del personal de maestranza y marinería del buque
debe estar constituido por argentinos; si hay tripulantes argentinos en disponibilidad, el lo posible
deberá completarse la tripulación con ellos.
Obligaciones de la Tripulación
a) Encontrarse a borde el día y hora señalados por el capitán
b) No ausentarse del buque ni de su puesto en caso de encontrarse en servicio, sin la expresa
autorización de su superior jerárquico.
c) Colaborar con el capitán en cualquier acontecimiento de la navegación que afecte la
seguridad o salvación del buque, de los pasajeros o de la carga.
Derecho de la Navegación 54
d) Velar por el mantenimiento de la regularidad del servicio y del material a su cargo, y por
la conservación del orden interno del buque.
e) Prestar auxilio al capitán u oficial que actúe en su nombre, cuando éste se vea obligado a
usar de la coerción para sostener su autoridad, restablecer el orden, o se vea injuriado en
el ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas.
Dotación (art.141)
Todo buque debe contar con el número necesario de tripulantes que aseguren su mantenimiento
en navegación y en servicio en puerto, con sus elementos fundamentales de seguridad y
salvamento, así como el conveniente para que operen normal y eficientemente en el tráfico o
actividad a que el armador o explotador lo destine. Para ello se tendrá en cuenta:
1. Tipo de buque o artefacto naval o conjunto integral de unidades y sus características
técnicas.
2. Tipo de navegación a la que estén destinados.
3. Características de los puertos de escala
4. Tipo de tráfico y exigencias operativas del mismo
5. Régimen de trabajo a bordo.
RÉGIMEN DE TRABAJO A BORDO
Se rige por el Código de Comercio Libro III, con las modificaciones de las leyes 17.371 y
17.823; también existen normas aplicables a la relación laboral en el REGINAVE, en el
Reglamento Sanitario Marítimo y Fluvial; son aplicables también algunas normas de la
legislación general del trabajo (como la ley de descanso dominical, de accidentes de trabajo, de
salarios, la de jornada legal de trabajo). Estaba regulada en el Proyecto Malvagni en el Libro III
“De las normas laborales”, pero fue suprimido por la sanción de la Ley de Navegación.
CONTRATO DE AJUSTE
El contrato de ajuste es el contrato de trabajo celebrado entre el armador de un buque y los
tripulantes de dicho buque, en virtud del cual éstos se obligan a prestar a bordo, mediante un
salario convenido, los servicios de especialidad, y aquel a brindarles todo cuanto resulte de la ley
aplicable o de los acuerdos entre las partes. .
Naturaleza Jurídica: El contrato de ajuste es un contrato de trabajo y por consiguiente una forma
especializada de la locación de servicios.
PRUEBA DEL CONTRATO DE AJUSTE
El contrato de ajuste impone una faz documental, con la participación de un funcionario estatal;
esta faz documental hace a su prueba (Libro de Rol, Contrato de ajuste y Libreta de Embarco) y
la participación de la autoridad marítima o consular en su caso, posibilita a ésta el ejercicio de
poder de policía que se le reconoce para el control de la aptitud e idoneidad náutica de la gente de
mar, a fin de garantizar la seguridad de la navegación.
La relación laboral se prueba por:
El Contrato de Ajuste es la constancia instrumental del convenio, donde se deben asentar
referencias genéricas y específicas que se pacten entre las partes, según las modalidades de la
navegación a realizar.
El Libro de Rol de la tripulación debe ser hecho en el puerto de armamento y contener entre otros
requisitos el nombre y matrícula del buque, todos los datos del capitán y tripulantes, las
condiciones del contrato de ajuste y los datos de las demás personas que trabajan a bordo. El libro
debe ser visado y sellado por la autoridad marítima o consular al inicio o término de cada viaje.
La Libreta de Embarque es el documento oficial con el cual la persona podrá enrolarse para
ejercer empleo a bordo y en el cual se certificará su habilitación. Es otorgada por Prefectura
Naval Argentina y queda en manos del tripulante. En la libreta se deben reproducir las mismas
constancias que en el contrato de ajuste y el libro de rol.
OBLIGACIONES DEL ARMADOR
Las obligaciones entre las partes comienzan desde el momento en que se firma el rol o matrícula,
acto éste que se realiza en presencia de la autoridad marítima. El armador tiene diversas
obligaciones de distinta naturaleza y contenido:
Derecho de la Navegación 55
7. tener a bordo mercaderías en infracción a las leyes fiscales o cuya exportación del
lugar de partida o importación en el de destino fueren prohibidas.
En el caso de despido por la comisión de algún delito, además debe ser entregado a la
autoridad marítima o consular, sin perjuicio de la instrucción del correspondiente sumario
y arresto del tripulante hasta llegar a puerto.
En el caso de buques afectados a la navegación portuaria o de cabotaje marítimo o fluvial,
la indemnización será siempre de diez días de salario básico. En la navegación de
ultramar la indemnización no podrá ser inferior a un mes de salario básico. Si ha sido
despedido con justa causa no tiene derecho a indemnización; sólo al pago de los sueldos
devengados hasta la fecha del despido.
g) Indemnización por Muerte: El armador debe proveer por su cuenta a los gastos de
entierro, salvo cuando se haya producido por una de las causas del art. 1013 del C. Com.,
casos en los cuales podrá descontar del salario debido al tripulante. Cuando ocurra el
fallecimiento de un tripulante, el armador agotará los recursos tendientes a que sus restos
fueran trasladados al puerto de enrolamiento (ello condicionado a las reglamentaciones
del puerto de escala, a los deseos de un familiar y a que el deceso no sea consecuencia de
una enfermedad infectocontagiosa). En caso de muerte, los derechohabientes percibirán
una indemnización igual al salario total de los últimos mil días de trabajo, con un monto
máximo que ha sido reajustado periódicamente.
h) Repatriación del Tripulante: la repatriación es el derecho que tiene toda tripulación de
ser conducida al puerto en que ha sido ajustada cuando por cualquier motivo fuera
desembarcada en otro puerto. El contrato de ajuste coloca al tripulante frente a la
posibilidad de quedar en puertos extranjeros al margen de sus efectos y relaciones. El
desembarco por enfermedad en el exterior o por ruptura del contrato, o por cualquier otra
alternativa plantea el problema de la repatriación o retorno al puerto de matrícula o
enrolamiento.
El derecho de repatriación es ajeno al relativo a las causas de su desembarque, funciona
con autonomía de ella. Los gastos de repatriación serán a cargo del armador cuando el
tripulante ha sido despedido sin justa causa, cuando el tripulante es desembarcado en
algún puerto de escala por enfermedad o lesión, o cuando se revoca el viaje por hecho del
armador, capitán o cargadores luego de la salida del puerto de matriculación. También
cuando el tripulante hiciera uso de la opción de retirarse del buque cuando luego de llegar
al puerto de destino, aquel zarpare hacia otro lugar no estipulado o en cualquier otro caso
en que el contrato de ajuste se rescinda en puerto de destino por causas imputables al
armador. Si el tripulante fuera despedido con justa causa, los gastos correrán por su
cuenta.
MODOS DE CELEBRAR EL CONTRATO DE AJUSTE
Conforme al art. 984 del código de comercio, el contrato de ajuste tiene por objeto la realización
de uno o más viajes, de ahí que cuando se pacta “por uno o más viajes” se dice que la duración
del contrato es por viaje, finalizado el cual queda terminado el contrato de ajuste; se entiende que
el viaje termina con la descarga total del buque.
Otra modalidad es la contratación por tiempo determinado, establecido en el rol o en el
documento contractual, debiéndose entender que si el plazo venciera durante el viaje, el contrato
quedará prorrogado hasta que el buque llegue al primer puerto.
El caso más frecuente es el del contrato por tiempo indeterminado, en que el hombre de mar es
retribuido con un salario mensual, pero cada viaje significa un nuevo contrato por su duración,
quedando reducido así a la modalidad del contrato por viaje.
JUICIOS QUE ATAÑEN A LOS TRIPULANTES
La ley trata las situaciones de desaparición de tripulantes con motivo de naufragio o pérdida del
buque o por otro accidente propio de la navegación.
En estos casos los derechohabientes tienen derecho a solicitar el pago de las sumas que
correspondan en virtud de tales hechos. A tal efecto no es necesaria la previa declaración judicial
Derecho de la Navegación 57
Utilización
general
b) Debe ejercer una diligencia razonable para mantener al buque en el estado de navegabilidad
que tenía al momento de su entrega; siendo responsable de los daños que sufra dicho
arrendatario como consecuencia de la innavegabilidad a menos que se trate de un vicio
oculto.
c) Debe garantizar al locatario el uso y goce pacíficos del buque.
Del locatario:
a) Recibir la tenencia del buque en el lugar y tiempo previstos en el contrato.
b) Destinar el buque al uso convenido o al que por su naturaleza o características está dispuesto
a prestar.
c) Pagar el precio en la forma y plazos convenidos.
d) Devolver el buque al locador al término del contrato en el lugar pactado, y si nada se hubiera
convenido, en el puerto donde dicho locador tenga su domicilio, en el mismo estado en que lo
recibió, con excepción de las averías producidas por fuerza mayor y de los deméritos
derivados del uso normal de la cosa.
El locatario no puede sublocar el buque ni ceder el contrato sin la autorización del locador dada
por escrito. La sublocación y la cesión deben ser probadas por escrito y para tener efectos frente a
terceros deben inscribirse en el Registro Nacional del Buques y en el certificado de matrícula.
A menos que las partes hubieran pactado expresamente la prórroga del contrato, no se admite por
lo común tácita reconducción, si bien es lógico suponer que la fecha prevista contractualmente
como término del contrato no coincida con la terminación del empleo del buque por el locatario.
La Ley de Navegación establece que dicha restitución no puede demorarse un tiempo mayor que
la décima parte del plazo del contrato, durante cuya extensión el locador tiene derecho a percibir
únicamente el doble del precio estipulado (art. 225).
El plazo de prescripción de las acciones derivadas del contrato de locación de buques es de 1 año,
contando desde la fecha de vencimiento, de la rescisión o de resolución del contrato, o desde la
fecha de entrega del buque, si fuere posterior, y en caso de pérdida, desde la fecha en que debía
ser devuelto.
CONTRATO DE FLETAMENTO A TIEMPO (O TIME-CHARTER)
Es aquel por el cual una parte denominada fletante (armador), pone a disposición de la otra
llamada fletador, un buque determinado, obligándose por cierto período de tiempo a realizar uno
o más viajes, mediante el pago de un precio denominado flete.
En el time-charter se produce un desdoblamiento de la gestión total del buque, ya que la gestión
náutica (o sea la que se refiere a la conducción y manejo técnico del vehículo) es asumida por el
fletante (armador); mientras que la gestión comercial (es decir la relativa al aprovechamiento
económico del buque) es ejercida por el fletador en cuanto este celebre contratos de transporte
con terceros, a menos que transporte mercaderías propias. El fletante lleva a cabo la navegación
por cuenta propia aunque a riesgo económico del fletador.
Diferencias con la locación de buques
En cuanto al objeto: en la locación de buques se da la transferencia de la posesión (la objeto del
contrato es transferir la tenencia); en el time charter no se transfiere la tenencia, sino que el
fletante pone a disposición del armador el buque, conservando la posesión del buque por
intermedio del capitán.
En cuanto a la naturaleza del contrato: la locación es un arrendamiento; el time-charter es una
locación de obra.
En cuanto a los sujetos: en la locación el locatario es el armador; y en el fletamento a tiempo lo es
el fletante.
Obligaciones del Fletante (armador)
a) Poner el buque convenido a disposición del fletador: debe tratarse de un buque determinado,
puesto a disposición en el lugar, día y hora convenidos. Es importante que el buque se ajuste
a las descripciones hechas en el contrato sobre todo en lo relativo a la velocidad, capacidad y
consumo de combustible, ya que de otra manera el fletador sufrirá los daños por no poder
cumplir el número de viajes previstos durante el plazo de duración del time-charter, o por no
Derecho de la Navegación 61
poder cargar la cantidad de mercadería calculada, o por verse obligado a pagar una suma
mayor a la estimada en concepto de combustible.
b) Pagar los gastos relacionados con la gestión náutica: son los gastos fijos del buque o sea
aquellos que existen independientemente del ejercicio comercial de éste. El fletante debe
proveer básicamente a:
a. El valor de todas las provisiones, pertrechos de cubierta y de la sala de máquinas
cocina y camarotes
b. Coberturas asegurativas del buque.
c. Los salarios del capitán, oficiales y tripulación.
d. Los costes de mantenimiento del buque.
e. Los costes de mantenimiento de la clase del buque.
f. Los honorarios de los agentes marítimos y los derechos consulares del buque,
capitán y tripulación.
g. El coste del agua potable utilizada para el consumo del buque.
h. Los gastos de fumigación y de exención de desratización.
i. Cobertura de responsabilidad financiera por contaminación del medio ambiente.
c) Llevar a cabo los viajes de que disponga el fletador dentro del plazo de duración del contrato:
es la obligación fundamental y típica del fletante que debe cumplir desde que el buque queda
a órdenes del fletador, siempre que los viajes se realicen en las zonas previstas en el contrato
y entre puertos seguros, y dentro del período pactado.
Obligaciones del Fletador
a) Pagar los gastos inherentes a la gestión comercial: debe pagar todos los gastos relacionados
con el aprovechamiento económico del buque. Debe proveer básicamente:
a. El combustible y lubricantes (excepto los de la cocina y la tripulación).
b. El coste del agua para las calderas si el buque fuera a vapor.
c. Los gastos portuarios, los derechos de muellaje, los derechos de faro y balizas,
los derechos de paso de canales y demás vías navegables, el coste de practicaje,
etc.
d. Los honorarios de los agentes marítimos en cuanto a sus actuaciones relativas al
cargamento y a las escalas comerciales del buque y los derechos consulares,
salvo los relativos al capitán y tripulación.
e. Los costos de los remolcadores.
f. Los gastos relacionados con las operaciones de carga y descarga de las
mercaderías.
b) Pagar el flete convenido: es su obligación principal; debe pagar en los períodos convenidos
generalmente por adelantado cada 30 días o cada mes calendario, calculado según diversas
formas (una cierta cantidad diaria, o una cantidad mensual por cada tonelada de peso muerto
o de verano). Si la fecha de pago coincide con un día festivo el fletador debe tomar las
medidas para que el pago sea efectuado un día antes. La falta de pago otorga al fletante el
derecho de retirar el buque del servicio debiendo comunicar previamente tal decisión en
forma inequívoca al fletador.
c) Reintegrar el buque al fletante: debe reintegrarlo en el lugar y fecha previstos ene. mismo
estado en que se hallaba al comienzo, salvo la depreciación por el uso normal.
TRANSPORTE DE CARGA GENERAL
En este tipo de contrato, el buque transporta todo tipo de carga; afecta efectos de cuantos
cargadores se presenten; es el transporte a granel. Las partes en este tipo de contrato son: el
transportador (quien tiene la gestión náutica y comercial), y el cargador (es quien pone la
mercadería).
El transportador tiene derecho a sustituir el buque designado para el transporte de la carga, por
otro igualmente apto para cumplir, sin retardo el contrato de transporte convenido.
FLETAMENTO TOTAL O PARCIAL
Derecho de la Navegación 62
En el fletamento total el fletante se obliga mediante el pago de un flete, a poner a disposición del
fletador, para transportar personas o cosas, todos los espacios útiles o todo el porte que posee un
buque determinado, el que puede sustituirse por otro si es que si así se hubiese pactado.
En el fletamento parcial el fletador solo dispondrá de uno o más espacios determinados. Las
partes útiles se denominan bodegas.
Las partes son: por una parte el fletante (armador) quien ejerce la gestión náutica y comercial; y
por otra el fletador quien solo pone la mercadería, es decir es un cargador.
El buque determinado en el contrato no puede ser sustituido por otro.
CONTRATO DE REMOLQUE
El remolque como operación técnico-naval basada en la aplicación de la fuerza motriz de un
buque remolcador puede asumir básicamente dos modalidades jurídicas diferentes: el remolque-
transporte y el remolque-maniobra. Las operaciones de remolque dentro de las aguas territoriales
e interiores entran dentro del concepto de cabotaje nacional.
REMOLQUE-TRANSPORTE
Es un acuerdo de voluntades, en virtud del cual una parte, armador del buque remolcador, se
obliga frente a otra, el armador del buque remolcado, mediante el pago de un precio cierto, a
asumir la custodia de un buque (remolcado), a trasladar este buque de un punto a otro cuidando
durante el viaje su conservación, y finalmente entregarlo en el lugar convenido en el mismo
estado en que lo recibió en el puerto o lugar de origen.
Está caracterizado por la exterioridad de la fuerza motriz aplicada al buque remolcado y por el
hecho de que el convoy formado por ambos buques está al mando y bajo la dirección del
transportador (el armador del buque remolcador) quien lo ejerce por intermedio del capitán del
buque remolcador.
El lugar preciso de destino debe ser siempre seguro y accesible para la entrada del remolcador y
el remolcado, para maniobrar allí y para la salida del remolcador, y debe ser un lugar donde a tal
remolcador le sea permitido entregar el remolque.
Naturaleza jurídica: es una locación de obra.
Obligaciones del armador del buque Remolcador (transportador)
a) Navegabilidad del buque remolcador y puesta a disposición del armador del buque remolcado
de dicho remolcador: debe proveer un buque en condiciones de navegabilidad, equipado y
tripulado adecuadamente, y sobretodo apto por su potencia y maniobrabilidad para llevar a
cabo la operación pactada.
b) Utilizar los equipos del remolque: la operación de remolque supone la unión de los buques
formando un convoy; la tracción puede ser llevada a cabo según dos modalidades diferentes:
tracción por empuje y tracción por uno o más cables. Debe cuidar que los equipos de
remolque sean apropiados y suficientes. El armador del remolcador también debe
proporcionar los cables, calabrotes, pies de gallo y demás equipos de remolque sin coste
adicional alguno.
c) Obligación de inspeccionar el buque a ser remolcado: está obligado a inspeccionar al
remolcado ya que a partir del momento en que se produce el convoy este debe reunir las
condiciones de navegabilidad y seguridad. Debe determinar su estado y su idoneidad para el
transporte.
d) Recibir el buque a ser remolcado: en el lugar y día pactados debe asumir la custodia del
buque a ser remolcado. Dicho lugar debe ser seguro y accesible para la entrada, maniobra y
salida del remolcador.
e) Cumplimiento del viaje: debe salir del puerto o del lugar en que recibió el buque una vez que
se han completado las operaciones de unión física de ambos buques, y debe llevar a cabo el
viaje pactado haciéndolo por la ruta acordada, por la usual o por la que sea geográficamente
la más directa.
f) Cuidado y conservación del buque remolcado: al recibir el buque remolcado, el armador del
remolcador asume el carácter de depositario de aquel, y como tal está obligado a su guarda y
Derecho de la Navegación 63
conservación, y a adoptar todas las medidas al respecto, como si las cosas que custodia fueran
propias.
g) Desenganche del buque remolcado y entrega de éste a su armador: el capitán del remolcador
debe dirigirse al puerto de destino y notificar la llegada al armador del remolcado; debe
desconectar los dos buques y entregar a este el buque con arreglo a las condiciones pactadas.
Con ello el contrato de transporte queda ejecutado.
Obligaciones del armador del buque Remolcado
a) Puesta a disposición y entrega del buque remolcado en el puerto o lugar pactado: debe poner
a la disposición el buque en el puerto o lugar convenido o usual, el que debe ser seguro y
accesible para la entrada del remolcador, para que éste maniobre y para que pueda salir con el
remolcado.
b) Navegabilidad del buque remolcado: debe ejercer la debida diligencia para asegurar que
dicho buque está en condiciones de ser remolcado desde el lugar de salida hasta el de destino.
c) Pago del precio convenido: es la contraprestación por la obra consistente en la entrega en
destino del buque remolcado. En la práctica, el precio consiste en un pago global o en pagos
diarios.
d) Recibo del buque remolcado en el puerto o lugar de destino: en el puerto o lugar convenido
para desenganche y entrega, y dentro de los plazos convenidos.
Responsabilidad en el contrato de Remolque-Transporte
Como en todo contrato de transporte, el armador del buque remolcador responde de las averías,
de las pérdidas y del retraso, a los que puede excusarse probando que dichos daños y perjuicios
han sido causados por caso fortuito o de fuerza mayor, por vicio propio del buque remolcado o
por culpa del armador de éste último. Es decir que en principio el responsable es el armador del
buque remolcador.
REMOLQUE-MANIOBRA
Es aquel en virtud del cual una parte, el armador del buque remolcador, se obliga frente a la otra
parte, el armador del buque remolcado, mediante el pago de un precio, a aplicar su fuerza motriz
bajo las órdenes de éste último a fin de facilitar, complementar o llevar a cabo las operaciones de
atraque, desatraque o movimiento del buque respectivo dentro de un puerto o de una zona
determinada.
Las operaciones son dirigidas por el armador del buque remolcado.
Naturaleza jurídica: es una locación de servicios.
Obligaciones del armador del buque Remolcador
a) Navegabilidad del buque remolcador y puesta a disposición del armador del buque remolcado
de dicho remolcador: debe proveer un buque en buen estado de navegabilidad, equipado y
tripulado convenientemente y apto por su potencia y maniobrabilidad para el cumplimiento
del servicio para el cual ha sido contratado; además esa provisión debe llevar se a cabo en el
lugar y tiempo convenidos.
b) Utilización de los equipos de remolque: el armador del remolcador debe utilizar aparte de la
fuerza motriz, todos los demás elementos necesarios para la adecuada y eficaz prestación de
los servicios.
c) Cumplimiento de los servicios pactados: el armador del remolcador debe seguir las
instrucciones del armador del remolcado; hay un deber de obediencia.
Obligaciones del armador del buque Remolcado
a) Contactar al armador del buque remolcador en tiempo oportuno: si bien es habitual que los
servicios de remolque en zonas portuarias estén disponibles durante 24 horas, o durante el
período en que estas zonas están abiertas, el capitán del buque que necesita de tales servicios,
debe comunicarlo al armador del remolcador.
b) Instruir al capitán del remolcador por medio del capitán del buque remolcado: el capitán del
remolcado debe emitir con claridad y precisión las órdenes pertinentes al capitán del
remolcador, lo que significa que el control y la dirección de las maniobras quedan en manos
del primero.
Derecho de la Navegación 64
c) Pagar el precio del remolque: es la contraprestación por los servicios prestados. El precio es
fijado por las propias empresas de remolque o por la autoridad marítima correspondiente.
Responsabilidad en el contrato de Remolque-Maniobra
Teniendo el capitán del buque remolcado la dirección y el control de las maniobras, es el armador
de dicho buque el responsable de los daños y perjuicios emergentes. Sin embargo el remolcador
conserva su propia responsabilidad por los hechos producidos por su negligencia.
BOLILLA 7
CONOCIMIENTO DE EMBARQUE
Es el documento a través del cual, sin perjuicio de sus restantes funciones, se instrumenta el contrato de transporte de
mercaderías por mar.
ETAPAS DE OTORGAMIENTO
Cuando se realiza un contrato de transporte de mercaderías por mar, se dan una serie de pasos previos al
otorgamiento del conocimiento de embarque:
1. primera etapa: antes de comenzar la carga, el cargador debe suministrar por escrito al transportador una
DECLARACIÓN DE EMBARQUE con el detalle de la naturaleza y calidad de la mercadería, número de
bultos o piezas, cantidad o peso y marcas principales de identificación, garantizando la exactitud del
contenido de la declaración de embarque, ya que debe indemnizarlo por los daños y perjuicios que pueda
sufrir con motivo de alguna mención inexacta.
2. segunda etapa: aceptada la declaración de embarque y formalizado el contrato, el transportador entrega al
cargador una ORDEN DE EMBARQUE en la que se transcribe el contenido de la declaración de embarque,
para que el capitán reciba las mercaderías a bordo, en la que se indica lugar, día y hora en que se debe
presentar la mercadería al costado del buque o en el lugar convenido para la carga.
3. tercera etapa: embarcada la mercadería, el capitán entrega al cargador los RECIBOS PROVISORIOS, que
acreditan el embarque de la mercadería, con la descripción general de los efectos, constando la naturaleza y
características de la carga, las averías, las mermas y el mal estado de acondicionamiento de las mismas;
estas observaciones luego se transcriben en el conocimiento.
4. cuarta etapa: contra devolución de los recibos provisorios, el transportador, su agente marítimo o el capitán
dentro de las 24 horas de concluida la carga, entregan al cargador los CONOCIMIENTOS DE
EMBARQUE, que deben contener:
a. Nombre y domicilio del transportador.
b. Nombre y domicilio del cargador
c. Nombre y nacionalidad del buque.
d. Puerto de carga y descarga o hacia donde debe dirigirse el buque a órdenes.
e. Nombre y domicilio del destinatario si son nominativos, o de la persona o entidad a quien deba
notificarse la llegada de la mercadería si los conocimientos son a la orden del cargador, o de un
buque intermediario.
Derecho de la Navegación 65
CLASES DE CONOCIMIENTO
1. conocimiento de embarque: se entrega una vez que las mercaderías están a bordo del buque.
2. conocimiento de recibido para embarque: se emite cuando el transportador entrega sus mercaderías en los
depósitos o almacenes del transportador en tierra, antes de la llegada del buque. Debe contener las
menciones del conocimiento de embarque, salvo las relativas a los datos del buque.
3. conocimiento directo: se emite en los casos de transporte combinado, cuando se realiza a través de distintos
medios de transporte. Rige durante todo el tiempo de transporte por agua, hasta la entrega de la mercadería
en destino.
CONOCIMIENTOS ESPECIALES
Sea waybills (carta de porte marítimo): son documentos que ponen en evidencia contratos de transporte de
mercaderías por mar, en los que el transportador asume la custodia de ellas y se obliga a entregarlas en destino al
destinatario designado. Difieren de los conocimientos de embarque por cuanto: son documentos nominativos no
negociables (no constituyen un título valor) y no es indispensable para su presentación en el puerto de destino para
exigir la entrega de mercaderías, bastando la identificación del receptor indicada en ellos. La mayor ventaja reside en
que el transportador puede entregar las mercaderías de inmediato al receptor designado, razón por la cual se utiliza
en la compraventa de mercaderías en tránsito o el pago de su precio contra documentos; no son necesarios cuando el
destinatario es el propio expedidor o una sociedad asociada, o cuando se envían muestras sin valor comercial o
efectos personales.
Una desventaja es su no negociabilidad, lo que impide la transferencia por endoso de los derechos sobre las
mercaderías y la falta de legitimidad procesal porque pone de manifiesto una relación contractual entre transportador
y cargador exclusivamente.
Conocimiento de embarque electrónico: consiste en uno o más mensajes que contienen la misma información que
puede figurar en un conocimiento de embarque escrito sobre papel; es un soporte informático en el que la
representación de las ideas por escrito se puede realizar a través de la codificación binaria de datos.
EJEMPLARES
El cargador puede exigir al transportador, su agente marítimo o al capitán, hasta tres originales de cada
conocimiento, y hasta 5 copias, las cuales deben llevar la nota de “no negociables”. Con la misma mención una de
las copias firmada por el cargador debe quedaren poder del transportador.
Entregada la mercadería en destino con uno de los originales, los demás carecen de valor.
Derecho de la Navegación 66
De los tres ejemplares que recibe el cargador, remite uno al receptor de la carga, que es el que debe conceptuarse
como título-valor ya que incorpora el crédito de su tenedor legítimo frente al transportador.
En caso de que se requiera al transportador la entrega de la carga antes de legar al puerto de destino pactado, el que
lo solicite debe presentar todos los conocimientos originales, o en su defecto, otorgar fianza suficiente para cubrir los
daños y perjuicios que el transportador pudiera sufrir por la falta de restitución de uno de ellos.
FLETE
El flete es el precio que el cargador paga al transportador como contraprestación por la obra consistente en la entrega
en destino de la mercadería.
El valor del flete se fija teniendo en cuenta factores diversos: distancia, modalidades y costes operativos en los
puertos de carga y descarga, naturaleza de la mercadería, tipo de embalaje, volumen, peso, etc., pero el valor fluctúa
en función de la ley de la oferta y de la demanda tratándose de un mismo tráfico y de mercaderías semejantes o
iguales.
La obligación de pagar el flete comienza cuando el cargador ha sido notificado de que el buque está listo para recibir
la mercadería, pero el flete sólo puede exigírselo una vez concluido el viaje, cuando el transportador pone la carga en
destino a disposición del tenedor legítimo del conocimiento de embarque, de no haber en la póliza de fletamento
estipulaciones especiales sobre la época y forma de pago. El flete de la mercadería que no llega a destino en los casos
en que el transportador tenga derecho a percibirlo, es exigible desde la llegada del buque al puerto de destino
previsto o al de la terminación del viaje.
El flete no es debido por los efectos que no llegan a destino pero si se hubiera pagado por adelantado hay derecho a
repetirlo, salvo que se hubiera estipulado su pago a todo evento o que la falta de llegada fue causada por culpa del
cargador o por vicio propio de la mercadería, acto de avería gruesa o venta en un puerto de escala en el caso de que
el capitán no tuviera fondos para continuar el viaje.
En caso de que un buque desvíe a un puerto de escala para reparaciones, pero éstas no fueran posibles (es decir se
halla en estado de navegabilidad), y las mercaderías queden a disposición del cargador en éste puerto de escala, el
flete se debe proporcionalmente al recorrido efectuado por el buque hasta el lugar en que se declara la
innavegabilidad.
El flete es debido por el cargador, pero también es liberatorio el pago hecho por el receptor o consignatario de la
carga. En la práctica negocial hay varias modalidades para la fijación como para el pago del flete. El valor del flete
puede fijarse:
a) Según una cantidad alzada por viaje: es decir que como el flete supone la puesta a disposición del cargador de
toda la capacidad útil de transporte del buque, es debido aún cuando no llegue a destino la totalidad de la carga
embarcada.
b) Según un tanto al mes: fórmula sin aplicación actualmente, si bien podría corresponder a un sistema de pago
mensual, semanal o diario con el fin de cubrir el tiempo de duración del viaje convenido entre las partes.
c) Según los espacios que se ocupan: modalidad que tampoco se aplica.
d) Según el peso o medida de los efectos: el flete se fija según el peso de la mercadería en toneladas métricas, en
toneladas largas, en toneladas cortas,; o según su volumen aplicándose como patrones de medida el metro
cúbico, el pie cúbico, la tonelada de cuarenta pies cúbicos o la braza cúbica.
e) Según cualquier otro modo que se hubiera convenido.
salvar vidas humanas, entrar en puerto de refugio para efectuar reparaciones urgentes, para evitar el peligro
de captura y cuando la desviación ha sido involuntaria.
7. Cuidado y conservación de las mercaderías: el transportador constituye un depositario de la carga a partir
del momento en que asume su custodia, obligándose a guardarla y a restituirla.
8. Descarga de las mercaderías: debe proceder a la desestiba y descarga de las mercaderías según lo pactado en
el contrato y los usos y costumbres y las modalidades del puerto de destino.
9. Entrega de las mercaderías: debe entregar la carga tal como está descrita en el conocimiento de embarque en
el puerto de destino al legítimo tenedor de dicho conocimiento. Normalmente se utiliza el sistema “door to
door”.
elemento importante del contrato, por lo que luego del embarco del pasajero, el transportador debe iniciar el
viaje, y si ello no sucediere pueden plantearse distintas situaciones:
a. si el retardo en zarpar no reconoce ninguna causa, el transportador deberá alojar al pasajero a bordo
y alimentarlo durante ese tiempo si la manutención está incluida en el precio del pasaje; pero en los
viajes de cabotaje nacional o internacional, cuya duración sea inferior a 24 horas, el pasajero puede
resolver el contrato y pedir la devolución del precio del pasaje, y cuando sea superior a 24 horas,
tiene el mismo derecho si el retardo excede de este plazo. En los viajes de ultramar si el retardo
excede de la tercera parte del tiempo normal de su duración, el contrato puede rescindirse por el
pasajero con derecho a la devolución del pasaje.
b. Si el retardo se basa en culpa del transportador, además de las obligaciones precedentemente
señaladas, debe indemnizar al pasajero por los daños y perjuicios resultantes.
c. Si el retardo deriva de caso fortuito o fuerza mayor, no surge responsabilidad alguna para ninguna
de las partes.
3. Alojamiento y alimentación: el transportador debe alojar a los pasajeros en los camarotes o lugares pactados
asegurándose que éstos reúnan las condiciones necesarias de habitabilidad e higiene. Debe suministrarle la
alimentación pactada durante todo el viaje.
4. Asistencia médica y farmacéutica: los pasajeros tienen derecho a percibir a bordo y eventualmente en tierra
(escala) asistencia médica y farmacéutica. Al tiempo de zarpar, el capitán debe ordenar un examen médico
de los pasajeros y tripulantes ante la sospecha de alguna enfermedad infectocontagiosa.
5. Trasporte de los equipajes de los pasajeros: el transportador debe recibir el equipaje de los pasajeros dentro
de las condiciones pactadas. Cabe distinguir dos tipos de equipajes: el equipaje de cabina o de mano (que
conserva consigo el pasajero) y el equipaje de bodega (que recibe el transportador como si se tratara de
mercaderías y que es estibado en bodegas). En éste último caso el transportador entrega al pasajero un
recibo por dicho equipaje. En el precio del pasaje está habitualmente incluido el transporte del equipaje,
según los límites de peso y volumen fijados por el transportador o resultantes de los usos y costumbres.
6. Cumplimiento del viaje: el viaje debe ser ejecutado dentro de las condiciones previstas, es decir en el
tiempo convenido y haciendo el buque las escalas que resulten del acuerdo entre las partes. Puede ocurrir
que el viaje no tenga lugar o que iniciado, se interrumpa, lo cual puede resultar de causas diferentes:
a. Si el viaje no se lleva a cabo por culpa del transportador, el pasajero tiene derecho a la devolución
del precio del pasaje ya una indemnización por los perjuicios sufridos, pero si la cancelación se
debiera a un caso fortuito o de fuerza mayor relativa al buque o a un conflicto bélico, el contrato
queda resuelto sin indemnización alguna entre las partes, pero con la devolución del precio del
pasaje.
b. Si el viaje ha comenzado, pero el buque no está en condiciones de seguir por culpa del
transportador, o el pasajero ha debido desembarcar en un puerto de escala por culpa del
transportador, éste debe indemnizar el pasajero por los perjuicios sufridos.
c. En el caso de que el viaje no se continúe por fuerza mayor inherente al buque o a la persona del
pasajero, o por un acto de alguna autoridad, o por un conflicto bélico, el valor del pasaje debe ser
pagado en proporción al trayecto recorrido.
7. Desembarco de los pasajeros en destino: poniendo término a sus obligaciones, el transportador debe llevar
al puerto convenido de destino al pasajero y proveerle los elementos para que desembarque del buque. Debe
desembarcarlo sano y salvo.
1. responsabilidad con respecto a daños y perjuicios que puedan sufrir los pasajeros en su persona.
2. daños y perjuicios ocasionados en el equipaje.
Daños y perjuicios en la persona del pasajero: el transportador debe conducir al pasajero en destino sano y salvo,
caso contrario la obligación no es cumplida. La responsabilidad comienza desde el embarco y finaliza con el
desembarco en destino. El transportador es responsable por lesiones o muerte acaecidas por el pasajero mientras esa
negligencia o culpa sea del mismo o de sus dependientes en el ejercicio de sus funciones. El pasajero o sus herederos
deben probar el daño del hecho y su nexo causal.
Cuando la muerte se produce por naufragio, incendio, abordaje, varadura u otro accidente típico de la navegación se
presume la culpa del transportador, salvo prueba en contrario.
La responsabilidad limitada en caso de muerte o lesiones personales alcanza la suma de 1.500 pesos argentinos oro.
El pasajero que ha sufrido lesiones corporales debe comunicar de inmediato y notificar por escrito dentro de los 15
días del arribo tales daños.
El transportador pierde el derecho a la limitación en dos casos:
1. si omitió la entrega del boleto.
2. si el daño es producto de su omisión o actos realizados con intención temerosa.
Daños y perjuicios en el equipaje de los pasajeros: se debe considerar el equipaje de bodega y el equipaje de mano.
El transportador en el equipaje de bodega lo recibe igual que en el contrato de transporte de mercaderías, pero esto
está ligado al contrato principal (de pasaje). El transportador es responsable del equipaje de bodega por daños y
perjuicios, salvo que fuera vicio o culpa del pasajero o caso fortuito.
En el equipaje de mano no asume su directa custodia, y aquí se limita ampliamente ya que por pérdidas monetarias,
joyas, objetos valiosos y que no fueron entregados en depósito no es responsable.
Limitación
Respecto del equipaje de bodega, la limitación del transportador alcanza a 150 pesos argentinos oro, si es marítimo;
si es fluvial alcanza a los 80 pesos argentinos oro.
Respecto del equipaje de mano, limita en 100 pesos argentinos oro si es transporte marítimo; y 50 pesos argentinos
oro si es fluvial.
Cuando se realiza el transporte de vehículos, en el mismo buque que viaja su dueño y sus pertenencias dentro del
mismo, la responsabilidad solo alcanza los 350 pesos argentinos oro.
Antes de descender del buque el pasajero está obligado a notificar de la pérdida o daño causado en el equipaje de
mano; en cuanto al de bodega, debe informar en el momento si el daño es visible, o dentro del tercer día posterior a
su entrega.
Si existió pérdida dentro del tercer día en que se debió entregar, debe indicar el monto del perjuicio.
Si no hace lo indicado se establece que siendo equipaje de mano, pierde su derecho; si es de bodega se presume que
fueron entregados sin averías, salvo prueba en contrario.
BOLILLA 8
COMPRAVENTAS MARÍTIMAS
Se entiende por contrato de compraventa internacional marítima aquel por el cual una de las partes se obliga a
entregar a otra, domiciliada o residente en otro país, una mercadería determinada, a cambio del pago de un precio
cierto en dinero, y mediante la utilización de un medio de transporte por mar, siempre que esta utilización ejerza una
influencia sustancial o accesoria en la estructura obligacional tanto del vendedor como del comprador.
El simple uso de la vía de agua no tipifica este contrato, siendo necesario que tal uso, o mejor dicho que el acto de la
navegación condicione en alguna medida la relación de compraventa.
INCOTERMS 2000
La Cámara de Comercio Internacional (CCI) en 1920 comenzó sus trabajos sobre los llamados “términos
comerciales” y puso a disposición del mundo comercial internacional una serie de reglas para la interpretación de
dichos términos. Los INCOTERMS tienen por objeto facilitar un conjunto de reglas de internacionales para la
interpretación de los términos comerciales más usados en el comercio internacional.
Los INCOTERMS plantean varios problemas que se les presentan a vendedores y compradores; pero su importancia
radica en la delimitación de la responsabilidad de ambos y en la transmisión de los riesgos de las operaciones.
3. Términos “C”: CFR (coste y flete), CIF (costo, seguro y flete), CPT (transporte pagado hasta el lugar de
destino convenido) y CIP (transporte y seguro pagado hasta el lugar de destino convenido). Según éstos
términos el vendedor debe contratar el transporte, pero sin asumir los riesgos de pérdidas o daños a las
mercaderías, o de costes adicionales causados por hechos ocurridos después de la carga y el despacho.
4. Términos “D”: DAF, DEQ, DDU, y DDP. En estos casos el vendedor debe soportar todos los gastos y
riesgos hasta entregar las mercaderías en el lugar de destino pactado, del país de importación.
El vendedor cumple su obligación cuando ha puesto la mercadería a disposición del comprador sobre el muelle, en el
puerto de destino convenido y en la fecha o dentro del plazo establecido, luego de despachadas para la importación,
aspecto éste último que lo diferencia del término comercial DES.
El vendedor contrata por cuenta propia el transporte, pero no el seguro, que corre por cuenta del comprador. Los
costos de manipulación de las mercaderías en el puerto para su transporte o en otros depósitos corren por cuenta del
comprador.
Créditos Documentarios
Como es sabido, en toda compraventa el comprador debe pagar el valor convenido de las mercaderías. En la
contratación a distánciale pago ha planteado difíciles problemas sobre todo en cuanto a la seguridad del vendedor
para el cobro efectivo y oportuno de lo adeudado por el comprador; y a la seguridad del comprador respecto del pago
efectivo y oportuno del precio de las mercaderías.
La CCI define al crédito documentario como “todo convenio, cualquiera sea su denominación o descripción, en
virtud del cual un banco (banco emisor) obrando a petición y de conformidad con al instrucción de un cliente
(ordenante)
1. tiene que efectuar un pago a un tercero o a su orden, o aceptar o negociar las letras de cambio que libre el
beneficiario
2. autoriza que tales pagos sean efectuados o que tales giros sean pagados, aceptados o negociados por otro
banco, contra la entrega de los documentos exigidos, siempre y cuando los términos y condiciones del
crédito se hayan cumplido”.
El mecanismo del crédito documentario consiste en varios actos ligados entre sí, comenzando por el otorgamiento
del contrato de compraventa a distancia entre el vendedor y el comprador:
1. acordado dicho contrato, el comprador solicita a un banco la apertura de un crédito documentario.
2. este banco, conocido como “banco emisor” se dirige luego a su “banco corresponsal” de otra plaza ubicado
en el domicilio del vendedor, pidiéndole que notifique al vendedor la existencia del crédito.
3. el banco corresponsal del banco emisor procede a notificar al vendedor.
4. una vez recibida la notificación, el vendedor procede a la expedición de las mercaderías y a su
documentación.
5. el vendedor entrega la documentación al banco corresponsal, el que a su vez le entrega la cantidad que
corresponde pagar al comprador.
6. el banco corresponsal envía la documentación al banco emisor, el que reintegra al confirmador la cantidad
pagada.
7. recibida la documentación por el banco emisor, éste la entrega al comprador a fin de que pueda disponer de
las mercaderías enviadas por el vendedor y compradas por él.
BOLILLA 9
ABORDAJE
Nuestra legislación no contiene un concepto de abordaje. González Lebrero dice que abordaje es el choque entre dos
o más buques independientes.
En principio los elementos que integran el concepto de abordaje son:
a) el contacto material; b) dos o más buques; c) producción de un daño.
En cuanto al contacto material hay casos en que aún no ese contacto igualmente se produce abordaje. Son los casos
en que por ejemplo cuando un buque causa un oleaje y produce daños a otros buques.
Resulta evidente la necesidad de evitar la producción de abordajes ya que con ello se ofrece seguridad a las vidas
humanas en la mar. Varias reglas fueron adoptadas progresivamente por varios Estados como los Convenios sobre
Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS). En la actualidad está vigente el Reglamento Internacional para
Prevenir Abordajes de 1972, el cual fue enmendado en varias ocasiones.
Este Reglamento se aplica a todos los buques en alta mar y en todas las aguas que tengan comunicación con ella y
que sean navegables por los buques de navegación marítima, es decir aptos para navegar en el mar. Esta disposición
no impide a las autoridades competentes de los Estados a aplicar reglas especiales para las radas, puertos, ríos, lagos
o aguas interiores que tengan comunicación con alta mar y sean navegables por buques de navegación marítima,
reglas que deben coincidir en todo lo posible con las del Reglamento; tampoco impide establecer para los buques de
guerra, convoyes y pesqueros navegando en flotilla luces de situación y señales luminosas y acústicas adicionales,
pero que no se confundan con las luces, marcas o señales determinadas en el Reglamento.
El Reglamento establece dos principios fundamentales: que ninguna norma del Reglamento puede servir para eximir
al propietario, capitán o a la tripulación de un buque de las consecuencias de sus negligencias en el cumplimiento de
las reglas en él contenidas, ni de la negligencia de observar las precauciones propias del a práctica normal del marino
o de las exigidas por las circunstancias especiales del caso. El otro principio se refiere a que para interpretar y
cumplir el Reglamento se debe tomar en consideración todos los peligros de la navegación, los riesgos del abordaje y
las circunstancias especiales.
En materia de normas de rumbo y gobierno regula la conducta a que deben ajustarse los capitanes, principalmente
cuando avistan otros buques; son los casos en que un buque alcanza a otro en que aquellos deben apartarse de la
derrota de los alcanzados, manteniendo su rumbo y velocidad, también en el cruce de buques, y la típica situación de
“vuelta encontrada” en que cada buque debe caer a estribor para pasar por la borda de babor del otro buque. Toda
maniobra debe ser tomada con decisión, con la debida antelación y con la destreza natural de todo buen marino. La
vigilancia visual y auditiva debe ser permanente y eficaz, utilizando para ello todos los medios disponibles y
apropiados a las circunstancias y condiciones del momento.
En cuanto al radar, es un sistema que permite al ser humano advertir con mayor participación la presencia de
obstáculos; sin embargo la presencia del radar no exime al capitán de ajustarse a las normas sobre navegación en los
casos de mala visibilidad, así como tampoco su incorrecta utilización o interpretación de las lecturas.
En cuanto a luces y marcas, éstas deberán estar en todo tiempo, desde la puesta del sol hasta su salida, intervalo
durante el cual no se mostrarán otras luces, salvo las que no puedan confundirse con las reglamentarias o no permitan
el ejercicio de una vigilancia eficaz.
CLASES DE ABORDAJES
La Ley de Navegación considera tres clases de abordajes: el fortuito y el dudoso, el producido por culpa unilateral y
el producido por culpa concurrente. En los abordajes el fundamento de la responsabilidad es la culpa. Se trata de una
responsabilidad extracontractual y subjetiva. Es un hecho ilícito.
Podemos clasificar a los abordajes de la siguiente manera:
Fortuito
Casos generales Dudoso
Culpa exclusiva de una de las partes
Culpa concurrente
ABORDAJE FORTUITO
Es aquel en el cual el choque es producido por un hecho imprevisto, o que previsto no se lo ha podido evitar, es decir
que no aparece imputable a negligencia alguna de las partes, ya sea por inobservancia de las reglas respectivas, ya
sea por seguir una conducta náutica equivocada. Son abordajes producidos por la imposibilidad absoluta de prever y
la imposibilidad absoluta de obrar.
Los daños resultantes de un abordaje fortuito son soportados por cada buque.
Respecto de los daños que pueda sufrir la carga, se considera avería particular a cargo de quien la ha sufrido, dado
que no hay negligencia o impericia de ninguna de las partes. En esos casos se debe tener en cuenta la relación
contractual entre el transportador y el cargador, verificándose si el primero ha dado o no cumplimiento a su
obligación como depositario de la carga. Debemos recordar que las faltas náuticas del capitán y la tripulación eximen
de responsabilidad al transportador.
ABORDAJE CULPOSO
Es aquel en el cual los daños se han producido como consecuencia de una conducta antijurídica, consistente en la
acción u omisión contrarias a los deberes preestablecidos para evitar el abordaje, que puede ser unilateral o
concurrente.
Derecho de la Navegación 73
El acto ilícito debe ejecutarlo una persona jurídicamente imputable, y entre la culpa y daño debe existir una relación
de causalidad.
ABORDAJE DUDOSO
Es aquel que no permite formar un criterio definitivo y acertado acerca de si ocurrió por circunstancias fortuitas o
por culpa de uno o de ambos buques; es un evento que ofrece duda, en el que la voluntad está perpleja y suspensa
entre resoluciones y juicios contradictorios sin poder decidirse por unos o por otros.
El acto ilícito no es lo dudoso, ya que el abordaje ha tenido lugar; las dudas se refieren a las causas de producción del
accidente o a la imposibilidad de imputar culpa a uno o a todos los capitanes de los buques intervinientes.
La LN asimila los abordajes dudosos a los fortuitos en cuanto a su tratamiento jurídico. Respecto de la mercadería
cargada en cada buque, su situación con relación al cargador quedará regida por las condiciones del respectivo
contrato de transporte.
SITUACIONES ESPECIALES
Prácticos. Como el capitán es el responsable de la conducción, maniobra y gobierno del buque y su autoridad no se
subroga a la de un práctico, el régimen de responsabilidad subsiste cuando el abordaje es imputable al práctico,
aunque su servicio sea obligatorio.
Terceros. Cuando un buque choque a otro pero por culpa exclusiva de un tercero, éste es el único responsable, y si
hubiera varios terceros, la responsabilidad será distribuida en la forma indicada para los casos de abordajes de culpa
concurrente.
Convoy. En caso de abordaje con otro buque, el convoy constituido por el remolcador y el remolcado se considera
como un solo buque, a los efectos de la responsabilidad hacia terceros cuando la dirección la tenga el remolcador, sin
perjuicio del derecho de repetición entre sí de acuerdo a la culpa de cada uno. La responsabilidad hacia terceros recae
sobre el remolcado cuando tenga a su cargo la dirección del convoy o de la maniobra, sin perjuicio del derecho de
repetición entre los buques.
Entre los buques que conforman el convoy la acción que se debe intentar contra el armador del buque remolcador es
la de defectuoso incumplimiento contractual.
ABORDAJE ATÍPICO
Es el abordaje por extensión. Se aplican las normas del abordaje por ejemplo en el caso de que un buque por la
excesiva velocidad produzca un oleaje y así haga posible que colisiones dos o más buques contra las instalaciones
portuarias por la fuerza del agua. No hay abordaje pero por transgredir las normas reglamentarias de la navegación,
las normas del abordaje se hacen extensivas.
Respecto de este de la indemnización de los daños en materia de abordajes existen tres teorías
1. primera teoría: dice que debe devolverse un buque de las mismas características.
2. segunda teoría: dice que debería abonarse el monto de cotización del buque más los daños causados.
3. tercera teoría: dice que debería resarcirse el daño emergente y el lucro cesante.
PRUEBA ANTICIPADA
En caso de abordaje, el interesado puede solicitar el resarcimiento aún antes de presentar la demanda teniendo en
cuenta el principio de que “la aventura marítima debe continuar”. De esta manera un perito fija los daños, su monto y
exige el pago de la suma para reparar el buque dejando una contracautela. Se trata de un juicio sumario.
Derecho de la Navegación 74
ASISTENCIA Y SALVAMENTO
Podemos definir a la asistencia y salvamento como todo auxilio prestado a un buque en peligro (y consiguientemente
a las personas y bienes que se hallen en él) o a los restos náufragos de una aventura marítima que ha estado sometida
a un peligro. La asistencia y salvamento se diferencian por la mayor o menor intensidad del peligro y de sus efectos
sobre la aventura marítima.
La asistencia se cumple siempre respecto de un buque en el cual, a pesar del peligro, se mantiene aún la organización
y el orden por la presencia de la tripulación a bordo y la vigencia de la autoridad del capitán; asistir supone
complementar la labor y los esfuerzos de los tripulantes del buque amenazado a los efectos de sustraerlo del peligro
o de disminuir sus consecuencias dañosas.
El salvamento se lleva a cabo no sólo en cuanto a buques sino también respecto de cosas que han perdido su
condición jurídica de buques, y presupone la ausencia de tripulantes, total o parcial, o la total desorganización a
bordo por la inexistencia, o la imposibilidad de su ejercicio, de la autoridad del capitán, ante el peligro ya realizado.
Nuestra Ley de la Navegación regula la asistencia y salvamento sin hacer distinción entre ellas.
PELIGRO
Es un elemento importante. Su existencia o inexistencia representan el límite entre la existencia o inexistencia del
salvamento. No es indispensable que el peligro sea inminente o absoluto; es suficiente que sea posible, pero debe ser
real y sensible, es decir, efectivo e idóneo para producir la destrucción de los bienes expuestos a él. La situación de
peligro no debe ser imaginada sino resultar de una apreciación razonable, si bien será siempre una cuestión de hecho
que deberá resolverse según las circunstancias particulares de cada caso.
El peligro debe existir al tiempo en que se prestan los servicios, y no debe ser un peligro del tipo y características de
los que normalmente afectan a la aventura marítima.
SERVICIOS VOLUNTARIOS
Cualquiera sea la motivación que impulse al salvador a prestar su ayuda, esta debe ser voluntaria, no en el sentido de
que debe basarse en la libre determinación de quien toma tal decisión, sino en que no debe derivarse de una
obligación legal o contractual preexistente de proceder de tal manera. Quien salva bienes en la mar no debe estar
obligado a ello con anterioridad al acto por vínculo legal o convencional alguno.
Una situación particular se da respecto de la tripulación. Según el régimen del contrato de ajuste, la tripulación de
todo un buque debe auxiliar al capitán con el aporte de su esfuerzo en caso de cualquier desastre que afecte al buque
o a la carga, sea cual fuere su naturaleza. Sin embargo como queda resuelto el contrato de ajuste por abandono
legítimo del buque o por naufragio la situación cambia; en efecto el capitán puede disponer el abandono total del
buque por todas las personas que se hallen a bordo por no ser ya un lugar seguro para permanecer en él, sin intención
de regresar al buque. Este acto del capitán pone fin al contrato de embarco, por lo cual cualquier ex tripulante que
salve el buque o cualquier otro bien de la expedición, podrá ser considerado salvador con derecho a la respectiva
remuneración.
Otro caso se da en el remolque. El armador del buque remolcador no tiene derecho a ninguna remuneración de
salvamento cuando transporta un buque dentro del régimen obligacional propio del contrato de remolque, y esto por
cuanto hay un vínculo contractual preexistente; sólo tiene derecho a una remuneración cuando los peligros corridos
por el remolcado le hubieran exigido servicios extraordinarios no comprendidos entre las obligaciones que el
contrato le impone.
RESULTADO ÚTIL
Los servicios, para configurar salvamento, deben producir un resultado útil, es decir que aquellos deben sustraer del
peligro amenazante o cumplido al buque o a los bienes para que haya salvamento y consiguientemente para que el
salvador tenga derecho al cobro de la remuneración pertinente. La noción de éxito es una cuestión de hecho. Las
simples tentativas no son suficientes, pero sí lo son los esfuerzos que de cualquier manera han contribuido
positivamente al éxito final, aunque éste haya sido obtenido por otros salvadores.
Derecho de la Navegación 75
LA REMUNERACIÓN EN EL SALVAMENTO
Cuando los servicios prestados encuadran en la figura de salvamento, se genera a favor de quien lo ha prestado el
derecho a percibir una retribución conocida como premio o remuneración o salario, que cubre tanto el valor de los
daños y perjuicios sufridos por el salvador, como una equitativa retribución por el servicio. La remuneración no se
concede como mera retribución de salario, sino con el objeto de dar seguridad a los bienes que integran una aventura
marítima, promoviendo el comercio e induciendo a armadores a exponer sus capitales y sus vidas en el auxilio de
esos bienes, cuando están sometidos a peligros amenazantes o ya cumplidos.
El límite del salario del salvamento es el valor de los bienes salvados, es decir en ningún caso el salario puede ser
superior al valor de los bienes asistidos o salvados.
¿Qué sucede cuando un buque ha prestado servicios de asistencia o salvamento a otro sin lograr el éxito buscado? La
situación puede ser la de un buque que ante el pedido de auxilio concurre al lugar donde se halla éste último, si bien
su capitán no acepta aún la prestación de servicios, solicitando en cambio que el primero permanezca en las
cercanías, a la expectativa. En éste supuesto, si en ningún supuesto se llega a prestar asistencia o salvamento, pero
tampoco se podrá sostener que el buque salvador no ha incurrido en gastos y eventualmente soportado daños. En
estos casos la LN establece que el tribunal interviniente debe fijar una cantidad razonable en concepto de
indemnización de daños y perjuicios siempre que se hallen reunidos los demás elementos que configuran la
asistencia o salvamento.
En caso de asistencia prestada entre buques de un mismo armador, dado que cada buque constituye un patrimonio
independiente, y como toda operación de salvamento da lugar a una forma societaria entre el armador y los
tripulantes, la institución funciona como si se tratara de personas distintas e independientes, y por consiguiente se
genera igualmente el derecho a salario.
DETERMINACIÓN DE LA REMUNERACIÓN
Derecho de la Navegación 76
La remuneración puede ser pactada por las partes, pero si éstas no pudiesen ponerse de acuerdo, o si así lo prefijasen,
tal decisión puede quedar en manos de los tribunales de justicia o arbitrales; aún en el supuesto de que las partes
hallan pactado el salario, ello no impide su modificación posterior.
Hay que recordar que todo pacto sobre la remuneración concretada al tiempo y bajo la influencia de un peligro
puede, a pedido de una de las partes ser anulada o modificada por el tribunal si este estima que las condiciones
pactadas no son equitativas.
Para la fijación del salario de asistencia o salvamento, el tribunal interviniente debe tener en cuenta, entre otros
factores:
1. éxito obtenido.
2. esfuerzo y mérito de los que presten el auxilio.
3. peligro corrido por las personas y las cosas auxiliadas.
4. peligro corrido por quienes presten auxilio y por los elementos utilizados.
5. tiempo empleado.
6. daños, gastos y riesgos de responsabilidad u otros incurridos por quienes presten auxilio, y el valor y
adaptación del material empleador.
7. valor de las cosas salvadas.
DISTRIBUCIÓN DE LA REMUNERACIÓN
La remuneración de asistencia o salvamento es debida por el armador del buque asistido o salvado y pagada al
armador del buque asistente o salvador, pero dicha remuneración debe repartirse entre dicho armador y los
tripulantes de su buque. Cuando un tripulante que asiste o salva a otro lleva a cabo tareas relacionadas con dichos
servicios, lo hace al margen de sus responsabilidades contractuales de trabajo a bordo, actuando como un verdadero
socio de su armador e integrando ambos una sociedad de hecho, en que una parte aporta el capital y la otra el trabajo.
Nuestra LN establece que previa deducción de todos los gastos y daños causados por el auxilio, corresponde a la
tripulación una parte del salario de asistencia o de salvamento, que, en caso de controversia, fijará el tribunal
competente de acuerdo con los esfuerzos realizados por aquellos, parte que será distribuida entre los tripulantes en
proporción a los salarios básicos respectivos, salvo la parte del capitán que debes ser el doble de la que
correspondería en proporción a un salario básico.
El monto correspondiente a las personas ajenas a la tripulación que hayan cooperado en el auxilio será deducido del
monto total del salario a distribuir.
Cuando el auxilio sea prestado por varios buques, cada uno de los respectivos armadores, capitanes, tripulantes y
terceros que hayan cooperado, tienen derecho a ser remunerados.
BOLILLA 10
AVERÍAS GRUESAS
La aventura marítima se constituye con la reunión de tres factores fundamentales: el buque, la carga y el flete.
Se entiende por avería todo daño o gasto extraordinario que se produce o se hace respecto del buque o de la
mercadería, o de ambos conjuntamente, durante el viaje, y desde la carga hasta la descarga. Los daños o gastos
ordinarios no se reputan averías.
personas y de la carga. De ahí que dicho capitán esté obligado legalmente a realizar cualquier sacrificio o gasto
razonable si ellos son idóneos para dar seguridad a la aventura marítima en peligro, aunque hubiere recibido de su
armador orden en contrario.
La contribución de avería es la consecuencia económica del acto de avería, pero no participa de su naturaleza,
dependiendo de la voluntad de las partes interesadas en que sea o no procedente. La obligación de contribuir en los
casos de avería resulta de la ley o del pacto especial contenida en las pólizas de fletamento o en los conocimientos de
embarque, pudiendo incluso el transportista y los cargadores pactar que no tendrán el derecho recíproco de
reclamarse el pago de contribución alguna.
BOLILLA 11
SEGURO MARÍTIMO
El contrato de seguro marítimo es aquel por el cual una de las partes (asegurador), so obliga mediante el pago de una
prima, a indemnizar a la otra parte (asegurado) dentro del marco de las condiciones pactadas, los daños o perjuicios
que pueda sufrir por un acontecimiento futuro e incierto que afecte algún interés como consecuencia de un riesgo
marítimo..
El objeto del contrato no es el bien que está expuesto a los riesgos marítimos, sino el interés que el asegurado tiene
sobre ese bien.
Los riesgos asegurados están formados por los riesgos del mar, por otros riesgos que sin acaecer a causa del mar
tienen lugar sobre el mar (incendios, derrames) o aún en tierra (daños a las mercaderías en el transporte door-to-
door).
CARACTERES
1. consensual: queda perfeccionado con el consentimiento de las partes.
2. bilateral: existen obligaciones de ambas partes.
3. oneroso: hay una contraprestación
4. aleatorio: porque la obligación del asegurador depende de un hecho futuro, incierto y posible.
5. de buena fe: impone la actuación leal de ambas partes.
6. indemnizatorio: se procura la reparación de los daños y perjuicios sufridos por el asegurado como
consecuencia del siniestro.
En primer lugar el régimen obligacional pactado por las partes; en segundo lugar la normativa de la Ley de
Navegación; y en tercer lugar la Ley de Seguros (nº 17.418).
COASEGURO
Es un contrato en que participan varios aseguradores voluntariamente, sobre un mismo interés, pero cubriendo cada
uno de ellos una parte del riesgo total, es decir que existe una acumulación de seguros parciales.
Cada asegurados cubre el mismo interés o el mismo riesgo por una cantidad determinada respondiendo solamente
por el importe de la indemnización proporcional a dicha cantidad, sin vínculo de solidaridad, aunque se haya firmado
una ola póliza, y salvo pacto en contrario. Es habitual que uno de los aseguradores figure en la póliza como
asegurador “abridor” o “piloto”, quien sin modificar la responsabilidad proporcional ostenta la representación
judicial y extrajudicial de los coaseguradores.
Cada asegurador tiene la misma posición frente al asegurado por lo que este puede formular su reclamación directa
contra aquel, pero el asegurador que hubiera pagado una cantidad superior a la que proporcionalmente le
corresponde, puede repetir el resto de los aseguradores.
REASEGURO
Es un contrato independiente del de seguro, por el cual el reasegurador se obliga, mediante una compensación, a
reembolsar a un asegurador las sumas que este deba pagar a su asegurado como consecuencia del respectivo contrato
de seguro; se trata de un contrato de seguro entre el asegurador directo y el reasegurador, constituyendo un contrato
de responsabilidad contractual de dicho asegurador.
El contrato de reaseguro es una modalidad de contrato de daño, caracterizado por ser un seguro que cubre el
nacimiento de una deuda a cargo del asegurador directo; el reaseguro desempeña el papel importante de contribuir al
mantenimiento de la estructura técnica, económica-financiera del seguro.
Los reaseguros pueden ser proporcionales o no proporcionales:
proporcionales: el asegurador transfiere al reasegurador una cierta proporción de la cantidad de las pólizas
emitidas o a emitir.
No proporcionales: el reasegurador no toma parte en cada póliza o en cada riesgo, sino cuando el valor del
siniestro supera un valor determinado.
En la situación que se acuerde en el contrato de reaseguro, que el reasegurador pagará directamente al asegurado la
indemnización correspondiente, la relación directa queda así formalizada pudiendo considerarse como una
estipulación a favor de un tercero.
Otra situación en que el asegurado puede dirigirse directamente contra el reasegurador ocurre cuando el aquel ejerce
la acción subrogatoria del derecho civil.
EL ASEGURADOR
Anteriormente los aseguradores eran particulares; debido a la evolución y el creciente valor de los buques surgen
empresas de seguros que asumen diversas formas y están sujetas a un estricto control estatal.
EL ASEGURADO
Es el co-contratante del asegurador; es quien transfiere sus riesgos pagándole una prima, pudiendo intervenir otra
persona en la relación contractual con el asegurador, esto sucede en los casos de seguros por terceros, en que existe
el tomador del seguro independientemente de la persona del asegurado.
El asegurado debe tener:
1. un interés asegurable.
2. capacidad para contratar.
INTERÉS ASEGURABLE
El objeto del contrato de seguro no es el bien asegurado, sino el interés que tiene el asegurado. Este interés debe
existir como condición para la existencia misma del contrato.
El interés asegurable es la relación económica existente entre una persona y una cosa. González Lebrero dice que
interés asegurable es la relación existente entre el asegurado y el bien cuyos riesgos se aseguran, de manera que
aquel sufra un perjuicio si el bien se pierde o sufre una avería o resulte comprometida su responsabilidad de alguna
manera en conexión con él, u obtenga algún beneficio con su preservación o llegada a destino.
Varias personas pueden tener interese sobre un mismo bien. Así respecto del buque tiene interés su propietario; el
acreedor hipotecario hasta la cantidad de capital prestado garantizado con hipoteca naval; el locador a casco
desnudo. Respecto de la carga tiene interés el propietario, el propietario-vendedor; respecto del flete depende de la
localización del riesgo, así si el flete es pagado por adelantado (ganado a todo evento) tiene interés el propietario de
la carga, pero cuando es pagado en destino tiene interés el transportador.
EL RIESGO
El riesgo es la posibilidad de un hecho futuro, incierto y posible idóneo para ocasionar un daño o perjuicio al
asegurado.
Son riesgos marítimos en general todos los derivados del “ejercicio de la navegación”. Debe existir una relación de
causalidad entre el riesgo y el daño.
RIESGOS EXCLUIDOS
Los aseguradores no responden cuando los daños o pérdidas no tienen un nexo de causalidad próxima al riesgo
cubierto.
En el contrato de Seguro de Buque, salvo cláusula especial en contrario, son riesgos excluidos:
1. acto del asegurado realizado con dolo.
2. demora en la duración del viaje aunque sea producto de un riesgo cubierto.
3. desgaste ordinario por uso del buque o de sus pertenencias.
4. acción de ratas o insectos.
5. rotura de maquinaria, salvo que sea por un riesgo cubierto.
6. actos de guerras, rebelión, insurrección, conmociones civiles, actos hostiles de un país beligerante o contra
éste, de captura, embargo, detención, interdicción de restos náufragos, etc.
7. actos huelguistas de trabajadores afectados por el cierre de la patronal, conmociones civiles por motivos
terroristas o políticos.
8. detonaciones de explosivos o utilización de armas de guerra, por motivos políticos, etc.
9. funcionamiento de armas nucleares o que tengan materias radioactivas.
En el contrato de Seguro de Mercaderías, salvo cláusula especial en contrario, no están a cargo del asegurador daños
o pérdidas derivados de:
1. acto doloso del asegurado.
2. merma ordinaria.
3. embalaje insuficiente o inapropiado.
4. vicios propios o por naturaleza propia de las mercaderías aseguradas.
5. retraso, aún en el caso de que sea por un riesgo cubierto.
6. insolvencia o incapacidad financiera del armador, sus agentes o fletadores u operadores.
7. daños o destrucción de la mercadería por acción ilegítima de cualquier persona.
8. utilización de armas de guerra, nucleares o radiactivas.
9. actos de guerra, civiles, rebelión, conmoción civil, etc.
10. actos de huelguistas por trabajadores afectados por el cierre de la patronal, etc.
El art. 422 de la LN establece que la cláusula “libre de avería” exonera al asegurador de las averías particulares. Y la
cláusula “libre de toda avería” lo exonera también de las gruesas. Sin embargo ninguna de ellas exonera al
asegurador en los casos en que haya opción entre la acción de avería y la de abandono.
COSAS ASEGURABLES
En principio todo interés es asegurable sobre el buque, la carga y el flete puede ser asegurado contra cualquier riesgo
de la navegación, siendo especialmente intereses asegurables los vinculados al buque (incluyendo los del buque en
construcción, aparejos, máquinas, pertrechos y objetos que constituyan el armamento del buque, los víveres y el
combustible), la carga y cualquier otra cosa que sea transportada, el flete, el precio del pasaje, etc.
Según la LN son especialmente asegurables los intereses vinculados a:
1. buque o artefacto naval.
2. provisiones o gastos efectuados para la preparación o para la continuación del viaje.
3. efectos, expresión que comprende tanto la carga como cualquier otra cosa que sea transportada.
4. flete
5. precio del pasaje.
6. el lucro esperado por la llegada de la mercadería, las pertenencias que se consumen con el primer uso,
combustible, pinturas, etc.
1. Buque: puede ser asiento de varios intereses. Comprende no sólo el buque definido en el art. 2 de la LN
sino que también el casco, la quilla, maquinarias, aparejos, equipos, respetos y provisiones, dado que es una
universalidad; pero la contratación puede referirse a una parte de los objetos enunciados o a todos ellos,
conjunta o separadamente. El valor del buque debe ser declarado por el asegurado, bajo pena de nulidad del
contrato; también en la póliza debe individualizarse el buque; el acreedor hipotecario tiene la obligación de
comunicar al asegurador la hipoteca que grave al buque; la transferencia de la propiedad y/o del carácter del
armador debe ser comunicado también al asegurador bajo pena de resolución del contrato (ya que al
asegurador le interesa saber en manos de quien está el buque). En caso de que el contrato de seguro venza
mientras el buque esté en viaje se establece la prórroga automática de pleno derecho hasta el día siguiente al
día en que termine la descarga en el puerto de destino o de su fondeo en el mismo puerto. De no mediar
estipulación en contrario, en los seguros contratados por viaje los riesgos comienzan a correr a partir del
momento en que se inicia la carga de los efectos en el puerto de partida, y concluyen cuando finaliza la
descarga en el puerto de destino, pero no va más allá de los 20 días computados desde la llegada de la nave
a éste último puerto.
2. Carga: normalmente se utilizan dos tipos de cláusulas: “libre de avería particular” que excluye las averías
particulares, a menos que el buque se hunda, incendie, explote o encalle. Y la cláusula “con avería” que
incluye la avería particular, si bien cuando ésta supere un valor mínimo de depreciación. El interés puede
ser del propietario de la carga, del comprador, vendedor, consignatario, acreedor prendario, depositario, etc.
Los riesgos comienzan desde el momento en que los efectos dejan la tierra para ser embarcados a bordo, y
concluyen cuando vuelven a ser colocados en tierra, en el lugar de destino.
3. Flete: en el caso de seguro de flete por ganar, el flete está en riesgo para el transportador; en el caso de flete
a percibir el flete está en riesgo para el destinatario.
4. Seguro del precio del pasaje: cubre el importe o la parte del importe expresado en el boleto del pasaje o en
las tarifas pertinentes del asegurado, con deducción de los gastos previstos y no efectuados.
5. Seguro sobre lucro esperado: cubre la ganancia que razonablemente puede obtenerse si los efectos llegan
efectivamente a destino. El monto de la indemnización se prueba sobre la base de los precios corrientes en
dicho lugar, y en la época en que debieron llegar, o en su defecto, por informe pericial.
6. Seguro de responsabilidad por daños a terceros: el asegurador responde, en las condiciones del contrato,
por toda suma que el asegurado se vea obligado a pagar a terceros a causa de una o varias colisiones entre
buques, provenientes de un mismo hecho y, en adición, por las costas del juicio tramitado con
consentimiento del asegurador, destinado a salvar la responsabilidad del buque asegurado en la colisión.
PÓLIZA FLOTANTE
Es aquella por la cual el asegurador garantiza al asegurado, hasta la concurrencia de una suma establecida, todos los
efectos que se embarquen durante un cierto período, o para determinados viajes. Su objeto no está específicamente
determinado al momento de la celebración, siendo necesaria la carga de los efectos, para determinar su objeto. Es
utilizada solamente en el seguro de efectos, flete y lucro esperado.
Acción de abandono: importa la transferencia irrevocable al asegurador de todos los derechos que el asegurado
posea sobre el bien vinculado al interés asegurable. Los efectos de esta transferencia se producen a partir del
momento de notificarse el abandono al asegurador, de suerte que, desde eses instante, corresponden a éste las
mejoras o detrimentos que en tales derechos sobrevengan.
A su vez, el art. 467 de la LN faculta al asegurador a pagar al asegurado la indemnización correspondiente, pero a la
vez, lo autoriza a rehusar la transferencia de los derechos sobre los bienes abandonados. Desde el punto de vista del
asegurado, la acción de abandono faculta al asegurado a percibir la indemnización que le corresponda según la
póliza.
La acción de abandono debe ejercitarse judicialmente; al promoverla, el asegurado está obligado a denunciar todos
los seguros contratados sobre el bien, caso contrario el asegurador no está obligado a abonar la indemnización
correspondiente.
El abandono comprende todas las cosas que hayan estado a riesgo bajo la misma póliza en el momento del siniestro,
incluyendo los derechos contra terceros inherentes a los bienes abandonados.
La acción de abandono solo procede ante los riesgos mayores: pérdida total o innavegabilidad absoluta del buque y
que no acepta reparación; la imposibilidad de reparar el buque en el lugar donde se encuentra y de trasladarlo a otro a
ese efecto; la falta de noticias, el embargo o la detención por orden de gobierno propio o extranjero, el apresamiento
y el deterioro del buque que disminuya su valor hasta las ¾ partes.
Plazo: La acción de abandono puede ejercitarse dentro de los tres meses computados a partir del día en que se
produjo el siniestro o desde el día en que el asegurado reciba noticias de él, si ocurre en aguas jurisdiccionales o
interiores de la República; y dentro de los seis meses si el siniestro ocurre en otras aguas.
Acción de avería: es la que surge de cualquier contrato de seguro, de modo que ante la falta de una regulación
específica por parte de la Ley de Navegación, cabe aplicar los principios generales que gobiernan el derecho común.
BOLILLA 12
Responsabilidad Civil por los Daños Causados por la Contaminación por Hidrocarburos (CLC 1969) con sus
protocolos de 1983 (CLC PROT 1976) de 1984 (CLC PROT 1984) y de 1992 (CLC PROT 1992); el de Bruselas de
1971 sobre la creación de un Fondo Internacional para la Indemnización por los Daños Causados por Hidrocarburos
(FUND 1971), con sus protocolos de 1976 (FUND PROT 1976). De 1984 (FUND PROT 1984) y de 1992 (FUND
PROT 1992), el Convenio de Londres de 1990 sobre Cooperación, Preparación y Lucha contra la Contaminación por
Hidrocarburos. Cabe mencionar también los sistemas de indemnización voluntarios, tales como el TOVALOP de
1969, el CRISTAL de 1971 y el PLATO de 1985.
La legislación nacional al respecto está representada por los instrumentos de incorporación de la normativa
internacional al orden jurídico nacional, mediante las correspondientes ratificaciones o adhesiones, y por la
consiguiente reglamentación interna.
CLC 1992
El CLC se aplica exclusivamente a los daños por contaminación causados en el territorio de un Estado contratante, y
a las medidas preventivas tomadas para prevenir o reducir al mínimo esos daños. El CLC definió a los hidrocarburos
como “todo hidrocarburo persistente de origen mineral, como crudos de petróleo, fuel-oil, aceite diesel pesado y
aceite lubricante ya se transporten éstos a bordo de un buque como carga o en los depósitos de combustible líquido
de ese buque.
Derecho de la Navegación 84
Según el CLC el propietario del buque al tiempo de producirse el suceso es responsable de todos los daños por
contaminación resultantes del mismo, pero puede exonerarse de tal responsabilidad si prueba que los daños
resultaron de:
1. un acto de guerra, hostilidades, guerra civil e insurrección o de un fenómeno natural de carácter
excepcional, inevitable e irresistible.
2. una acción u omisión intencionada de un tercero para causar daños.
3. una negligencia o una acción lesiva de cualquier gobierno o autoridad responsable del mantenimiento de
luces o de otras ayudas a la navegación en el ejercicio de esa función.
4. la acción u omisión de la persona que los sufrió, la cual actuó con la intención de causarlas o a la
negligencia de esa persona, casos en los que el propietario debe probar que los daños se debieron a esos
hechos o actos para ser exonerado total o parcialmente de su responsabilidad frente a esa persona.
En todo caso, la responsabilidad del propietario en estos supuestos de contaminación, puede limitarse
financieramente. Tanto el CLC 1969 como sus respectivos protocolos modificatorios tenían disposiciones sobre el
monto máximo al que podía acudir el propietario para limitar su responsabilidad. Para beneficiarse de la limitación,
el propietario debía constituir un fondo cuya cuantía ascienda al límite de su responsabilidad, ante el tribunal frente
al cual se interponga la acción.
Todo propietario de un buque matriculado en un Estado contratante y que transporte mas de 2.000 toneladas de
hidrocarburos a granel como carga, debe contratar una cobertura asegurativa u otra garantía financiera por la
cantidad a que asciendan los límites de responsabilidad previstos en el CLC, para cubrir su responsabilidad por daños
por contaminación.
FUND 1992
El FUND fue adoptado por los Estados participantes del CLC por entender que éste no proporcionaba en todos los
casos una indemnización suficiente a las víctimas de los daños por contaminación por hidrocarburos, y ante el
convencimiento de que las consecuencias económicas derivadas de esos daños por derrames o descargas de
hidrocarburos transportados por mar a granel, debían ser soportados también por los intereses de la carga.
A partir de ellos se creó un sistema de compensación e indemnización complementario del establecido en el CLC,
para asegurar una indemnización suficiente a las víctimas de aquellos daños, y exonerar al mismo tiempo a los
propietarios de buques de las obligaciones financieras suplementarias que les impone dicho convenio. El FUND es
una organización internacional con personalidad jurídica, cuyo director es su representante legal.
Por el FUND se creó el FIDAC (Fondo Internacional de Indemnización de Daños Causados por la Contaminación de
Hidrocarburos) cuyo objetivo es indemnizar a las víctimas de esos daños en los casos en que éstas no logran una
indemnización suficiente según el CLC, ya sea porque los daños sufridos no dan lugar a responsabilidad alguna, o
porque el propietario del buque responsable del daño no puede asumir sus obligaciones financieras, y su cobertura
asegurativa o garantía financiera son insuficientes, o porque el valor de los daños excede los límites de
responsabilidad del propietario del buque.
El FONDO queda exonerado de sus obligaciones si prueba que los daños son la consecuencia de un acto de guerra,
hostilidades, guerra civil o insurrección, o de un derrame o descarga de hidrocarburos de un buque de guerra, o de un
buque de Estado, es decir afectado a un servicio no comercial de un Estado; tampoco responde si el reclamante no
puede demostrar que el daño tiene relación con el siniestro. El FONDO se beneficia además por las situaciones de
exoneración que puede invocar el propietario del buque conforme al CLC.
El FUND así como sus protocolos contienen los montos máximos a los que puede recurrir.
El FONDO está financiado por contribuciones de quienes reciben hidrocarburos por vía marítima en puertos o
terminales situados en territorio de un Estado contratante. Las contribuciones anuales son establecidas sobre la base
de una cantidad fija por tonelada de hidrocarburos sujetos a contribución, y pagadas, respecto de cada Estado
contratante, por toda persona que haya recibido cantidades que excedan, en total las 150.000 toneladas de
hidrocarburos en el año precedente.
TOVALOP
Es un sistema voluntario de compensación. Este acuerdo reunía a los propietarios, operadores y arrendatarios a casco
desnudo, de buques petroleros. Las sociedades participantes que se veían envueltas en un hecho contaminante
asumían la responsabilidad consiguiente frente el daño por contaminación que hubiere causado ese hecho y frente al
coste en que hubiere incurrido cualquier personal, después de ese acaecimiento, con el propósito de eliminar la
amenaza de un escape o vertido de petróleo. Sin embargo no asumían esa responsabilidad en la medida en que el
CLC imponía tal responsabilidad, a fin de no duplicar la cobertura y los límites financieros; y tampoco si el hecho
resultaba de un estado de guerra, de insurrección, de fenómenos naturales excepcionales, de fuerza mayor, de actos u
omisiones dolosos de terceros, o de culpa o negligencia de cualquier gobierno o de autoridad responsable del cuidado
de luces u otras ayudas a la navegación.