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Ministerio de Gracia

“Trayendo Luz al Corazón”

Este Estudio contesta las siguientes preguntas: ¿Cómo es la mentalidad de langosta? ¿Qué
dice la biblia sobre este tema? ¿Cómo podemos enfrentar esta mentalidad? ¿Porque es
importante este tema? ¿Qué puede ocurrir en mi vida si caigo presa de esta clase de men-
talidad?

La manera de pensar es lo que detiene a muchos creyentes en el camino del crecimiento y


la victoria permanente en sus vidas

Debemos cambiar la manera de pensar para poder cambiar la manera de vivir


(Romanos 12:2) Versión Dios habla hoy

Rubén Sánchez
Bosquejo
Tema: Como enfrentar la mentalidad de Langosta
Fondo Bíblico: Números 13:17- 14:36

 Definiendo la mentalidad de langosta

1- No creo que voy a lograrlo


2- No soy capaz de hacerlo
3- No saldré de esta situación
4- La victoria está demasiado lejos
5- Soy un inútil
6- Siempre seré igual
7- Tengo que conformarme con lo que soy
8- Falta de auto estima

 Reconociendo la mentalidad de langosta

1- El problema del reconocimiento


2- El camino del reconocimiento
3- El poder del reconocimiento
4- Le mentalidad del reconocimiento

 Enfrentando la mentalidad de langosta

1- La posición correcta
2- La mentalidad correcta
3- Conceptos correctos
4- Una visión correcta

 Venciendo la mentalidad de langosta

1- Conciencia del llamamiento de Dios


2- El propósito del llamamiento
3- Los elementos de la fe victoriosa
4- La sabiduría y la visión victoriosa
5- Una conducta acorde
6- La voluntad de Dios y la mía
7- Vale la pena luchar

 Ilustraciones de una fe que venció la mentalidad de langosta

1- El centurión venció la mentalidad de langosta (Mateo 8:5-13)

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2- La mujer que sufría de flujo de sangre (Marcos 5:21-34)
3- Bartimeo hijo de Timeo (Marcos 10:46-52)
4- La mujer sirofenicia (Mateo 15:21-28)

DESARROLLO DEL TEMA

 Definición de la mentalidad de langosta

La mentalidad de langosta es un grave problema en muchos creyentes en este tiempo; la


mentalidad negativa frentes a los problemas de la vida lleva a las personas a vivir en el fra-
caso y pasar de sufrimiento en sufrimiento porque Dios no puede intervenir cuando hay esa
clase de mentalidad.

1- No creo que voy a lograrlo


Esta es una frase muy recurrente, propia de una mentalidad de langosta; cuando hablamos
de una mentalidad de langosta, nos referimos a la actitud que asumieron los espías cuando
fueron a reconocer la tierra que Dios les entregaría, y regresaron con una visión y una men-
talidad negativa y decían: QUE ERAN COMO LANGOSTAS FRENTE A LOS DEMAS.
Que no podrían derrotar a los pueblos enemigos; pero Josué y Caleb volvieron con otra
mentalidad y otra visión muy distinta acerca de los problemas que les esperaba en el futuro
próximo. Hoy en día, muchos creyentes dicen también: No creo que voy a lograrlo y siguen
presa por mucho tiempo sin poder tener la victoria de Dios frentes a los diversos problemas
de la vida. No hay victoria sin una fe viva puesta en Dios y su poder.

2- No soy capaz de hacerlo


Es bueno saber que somos impotente frente a los problemas de la vida, o sentirnos incom-
petentes; pero debemos saber que nuestra competencia viene de Dios, aunque no seamos
competente por nosotros mismos (2 Corintios 3:5). Es Dios que nos da la victoria y no es
nuestra fuerza o alguna capacidad que podamos tener.

3- No saldré de esta situación


El que padece de una mentalidad de langosta nunca ve la salida y está muy convencido que
no saldrá de la situación en la que vive presa de algún problema de la índole que sea. Es
una forma de pensar divorciada de la fe y la esperanza en Dios.

4- La victoria está demasiado lejos


Pensar que la victoria está demasiado lejos es limitar a Dios; es como pensar que Dios no
tiene el poder de darnos la victoria, o que Dios está ocupado en otras cosas de este mundo y
no le interesan mis problemas. Es negar el poder de Dios y su inmenso amor.

5- Soy un inútil
Es otra de las frases que se suelen decir bajo la presión de algún problema de la vida; suce-
de más cuando se entra en un complejo de inferioridad al no poder hacer frente a las diver-
sas situaciones que hacen presión en nuestras vidas. No es que seamos inútiles sino que
Dios nos enseña a depender de Él y no creernos autosuficientes.

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6- Siempre seré igual
Aquí podemos ver una convicción negativa que cierra nuestra mente y corazón para llegar a
un cambio; la persona con esta mentalidad ya no quiere cambiar y está totalmente conven-
cida que no podrá, quizás ya dejo de creerle a Dios y de esperar en la gracia, las promesas y
el poder de Dios.

7- Tengo que conformarme con lo que soy


La persona con esta mentalidad de langosta ya entra en un estado de conformismo espiri-
tual, a tal punto que con el tiempo se siente muy conforme consigo mismo. Con esta forma
de pensar se está diciendo que Dios no hará nada y tal como esta se quedara para siempre.
Dios aunque está dispuesto no puede hacer nada cuando no hay fe verdadera, la increduli-
dad cierra las puertas a la intervención Divina (Mateo 13:56-58)

8- Falta de autoestima
La persona con una mentalidad de langosta no tiene autoestima y aquí cabe aclarar que en
un extremo está el orgullo y en el otro el complejo de inferioridad siendo la autoestima el
centro (Romanos 12:3). Ninguno de los extremos es bueno; pues nadie debe tener más alto
concepto de sí que el que debe tener según el texto citado anteriormente.

 Reconociendo la mentalidad de langosta

1- El problema del reconocimiento


Reconocer para muchos es un problema porque requiere humillación, algunos se encierran
en que no existe problema alguno, y que están súper bien. Obviamente que esta actitud ne-
gativa coloca a la persona en una posición en la que no podrá salir del problema que vive.
Debemos reconocer que necesitamos un cambio, una transformación en nuestra vida.

2- El camino del reconocimiento


El camino del reconocimiento nos conduce a una posición donde podemos hacer frente a
los problemas o situaciones que vivimos. Reconocer y humillarse es el camino a la libera-
ción del problema. Es aquí donde le permitimos a Dios intervenir en nuestros problemas.

3- El poder del reconocimiento


Reconocer tiene un poder extraordinario cuando va acompañado por los demás elementos
que veremos más adelante. Reconocer es el primer paso a la liberación; cuando uno reco-
noce la existencia de un problema es porque ya fue procesado en el corazón y en la mente y
nos hemos dado cuenta que necesitamos la intervención de Dios.

4- La mentalidad del reconocimiento


Obviamente que al reconocer la existencia de un problema que no puedo resolver es porque
hubo un proceso en la mente acerca de dicho problema. Ahora ya pensamos que necesita-
mos confiar en Dios; y cuando ocurre un cambio de mentalidad estamos a punto de poder
ver la intervención de Dios en nuestra situación.

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 Enfrentado la mentalidad de langosta

1- La posición correcta
Se tiene que asumir una postura o posición correcta para enfrentar con éxito la mentalidad
de langosta. Tengo que creer y anhelar la intervención de Dios en mi vida, debo tener espe-
ranza y alimentarme de la palabra de Dios. Debo estar dispuesto a ser ministrado, desear
que Dios me toque, me hable, me corrija y me enseñe; de lo contrario no habrá solución a
mis problemas.

2- La mentalidad correcta
Este es un punto sumamente importante, puesto que la manera de pensar determinará la
manera de vivir y la forma en que voy a enfrentar los problemas de la vida. De aquí la ne-
cesidad de renovar la mente (Romanos 12:2); de cuidar bien el sentir y la manera de pensar
como dice el original griego en (2Corintios 11:3); en este texto la palabra griega noemata
describe tanto la mentalidad como los sentidos. Vea también Romanos 8:5-6; Isaías 26:3.
Sin una manera de pensar correcta no habrá victoria en nuestra vida.

3- Conceptos correctos
Al tener una mentalidad correcta, debemos también tener conceptos correctos, ideas correc-
tas, por ejemplo: Dios no tiene por inocente al culpable; si no confío en Dios no podre
apropiarme de sus promesas; debo pensar como Dios quiere que piense; debo estar y vivir
en armonía con Dios etc. Para tener conceptos correctos debo dedicar tiempo a la Palabra
de Dios para aprender a tener una postura correcta de mente, actitudes, y conducta.

4- Una visión correcta


Una visión correcta de lo que Dios quiere de mi vida; no debemos olvidarnos que Dios
quiere hacernos a la imagen de su Hijo Jesucristo (Romanos 8:29); y vamos siendo trans-
formados en la misma imagen (así el griego de 2Corintios 3:18); por esto, no debemos
preocuparnos sino por el contrario, descansar en Dios (1Pedro 5:6-7); poner la mira y la
mentalidad en las cosas de arriba y no en las de la tierra (Colosenses 3:2-3); porque donde
este nuestro tesoro estar también allí nuestro corazón (Mateo 6:21; Lucas 12:34).

 Venciendo la mentalidad de langosta

1- Conciencia del llamamiento de Dios

Debemos tener conciencia del llamamiento de Dios, pues si Dios nos llamó también nos
ayudara a lograr la victoria en nuestra vida. Dios se interesa en nosotros, pero a veces so-
mos nosotros los que no estamos tan interesados en los planes de Dios con nuestras vidas.
Dios llama, unge, sostiene y da la victoria a sus hijos; de aquí, que debemos tener por sumo
gozo cuando nos veamos rodeado de diversas pruebas (Santiago 1:2); en este texto el verbo
“hallar” en el griego significa “estar o verse acorralado, rodeado o sitiado por las diversas
pruebas”.

2- El propósito del llamamiento


Cuando Dios nos llama también nos prepara, nos equipa para que podamos cumplir con su
santo propósito. Entender este punto nos ayudara enormemente para vencer la mentalidad

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De langosta, si Dios tiene un propósito con mi vida entonces no debo preocuparme por na-
da, sino solamente en estar en la voluntad de Dios viviendo en obediencia a su palabra.
Mientras uno viva para Dios en obediencia a su palabra los propósitos de Dios se cumplirá.
Yo era tartamudo cuando me convertir al Señor, me decían el tarta en la iglesia los jóvenes,
y estaba desahuciado por la ciencia médica y condenado a ser tartamudo por el resto de mi
vida, pero mi pastor me dijo: Sigue fiel y Dios terminara la obra que comenzó en tu vida y
meses después estaba dando mi primer estudio bíblico a los 8 meses de convertido y ya no
era más tartamudo y hasta aquí EBENEZER. DIOS ME HA AYUDADO. Vea por favor
Filipenses 1:6.

3- Los elementos de la fe victoriosa


Podemos decir con toda propiedad que la verdadera fe que alcanza victorias en la vida tiene
ciertos elementos o cualidades. Debe ser una fe perseverante o constante, cuando el Nuevo
Testamento usa el verbo creer lo usa muchas veces en tiempo presente lo que en griego
indica acción continua. La fe nunca puede ir divorciada de la obediencia como ya hemos
apuntado más arriba, y la fe no es estática es activa y firme. En otras palabras la fe verdade-
ra no nos permite estar de brazos cruzados, ya que la fe sin obra es muerta (Santiago 2:26).
Hay que creer las promesas de Dios, y de ahí la necesidad de la alimentación de la palabra
de Dios en nuestra vida; la fe es por el oír y el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17).

4- La sabiduría y la visión victoriosa


Podemos enfrentar y vencer la mentalidad de langosta, cuando actuamos con sabiduría. Es
de suma importancia que la biblia nos dice que si alguno tiene falta de sabiduría que le pida
a Dios el cual da a todos abundantemente y sin reproche y le será dada (Santiago 1:5). En
este contexto “sabiduría” es entender los propósitos de Dios con las pruebas que estoy vi-
viendo o circunstancias que estoy pasando. Cuando entendemos los propósitos de Dios en
nuestras vidas nuestra visión cambiara por completo y ya no nos vamos preocupar ni vamos
a entrar en depresión o crisis en medio de una prueba al saber que Dios nos está procesando
y purificando (1Pedro 1:6-7). La fe debe ser puesta a prueba y ahí nos daremos cuenta que
clase de visión tenemos de Dios y de la vida.

5- Una conducta acorde


Una conducta acorde con las demandas de la vida cristiana es totalmente necesaria para
destruir en nuestras vidas la mentalidad de langosta. Debemos destacar que la mentalidad
de langosta afecta todas las áreas de nuestras vidas y obviamente la conducta se verá afec-
tada. Una mentalidad de langosta llevara a un vocabulario de langosta, actitudes y conducta
de langosta y será una vida de langosta y con esto quiero decir que viviremos sumergidos
en la incredulidad, en el fracaso, llenos de conflictos en nuestros corazones y frustrados.
Así que debemos destruir por completa la mentalidad de langosta en nuestra vida.

6- La voluntad de Dios y la mía


Cuando hay una mentalidad de langosta también se originara un conflicto de voluntades
entre la voluntad de Dios y la mía. Cuando hay una mentalidad de langosta buscamos todo
lo más fácil posible y queremos hacer las cosas a nuestro modo. La voluntad de Dios es
buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2); y no hay nadie que nos ame como Dios nos
ama (Romanos 5:8; 1Juan 3:16; 4:9-10). Nuestra voluntad nos llevara al fracaso pero la

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voluntad de Dios siempre será para bendecir nuestra vidas, no hay nadie que esté más in-
teresado en ayudarnos que Dios.

7- Vale la pena luchar


Luchar en la vida por hacer la voluntad de Dios siempre vale la pena, no hay cosa más im-
portante en la vida que la voluntad de Dios y luchar para hacer su voluntad es una lucha
digna en esta vida. La biblia es clara en que no tenemos lucha contra sangre ni carne, es
decir contra las personas, sino contra las huestes espirituales de maldad en las regiones ce-
lestes en sus diferentes rango (Efesios 6:12). Satanás se opone a los hijos de Dios para que
estos no hagan la voluntad de Dios y usa sus diferentes artimañas y métodos para debilitar y
apartar a los creyentes de Dios (Efesios 6:10-11).

Por favor tómese un tiempo para leer como los protagonistas de cada pasaje siguiente ven-
cieron la mentalidad de langosta. Se puede aprender mucho de los siguientes acontecimien-
tos:

5- El centurión venció la mentalidad de langosta (Mateo 8:5-13)


6- La mujer que sufría de flujo de sangre (Marcos 5:21-34)
7- Bartimeo hijo de Timeo (Marcos 10:46-52)
8- La mujer sirofenicia (Mateo 15:21-28)

Es posible la victoria y está a nuestro alcance no la dejemos escapar.

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó (Romanos 8:37).

Por favor si quieres hacer un comentario, opinar o sugerir algo puedes


escribirme al siguiente correo: sanchezras@hotmail.com

Dios te bendiga y adelante que hay victoria en Cristo

Muchas gracias

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