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3.

2 Reglas de inferencia lógica

Otra forma de transformación de las proposiciones lógicas son las reglas de separación, también
conocidas como razonamientos válidos elementales, leyes del pensamiento, implicaciones lógicas o
reglas de inferencia, entre otras acepciones. Estas reglas son muy importantes porque el
razonamiento constituye la unidad central del análisis de la lógica.
Dadas dos proposiciones compuestas P y Q, se dice que P implica lógicamente a Q, siempre
que Q tenga valor de verdad Verdadero cuando P tiene valor de verdad Verdadero. Si esto se
cumple, entonces se escribe P ⇒ Q, que se lee P implica a Q. P ⇒ Q si y sólo si P→ Q es una
tautología.

Por ejemplo, si P = p ∧(p → q) y Q = q, se desea determinar si P ⇒ Q.

Una forma de hacerlo es construir la tabla de verdad de P y de Q y comprobar que para toda
interpretación donde Q es Verdadera, P también lo sea. Veamos cómo sería esto.

p q p → q p ∧(p → q)
V V V V
V F F F
F V V F
F F V F

De la tabla anterior vemos que Q es verdadera sólo en el primer renglón y en él, P también
es verdadera, por tanto concluimos que P ⇒ Q, es decir, p ∧(p → q) ⇒ q.

Otra forma de determinar si P ⇒ Q es verificar si P→ Q es una tautología. Veamos como


hacemos esta otra forma de comprobación por medio de una tabla de verdad.

p q p → q p ∧(p → q) p ∧(p → q) →q
V V V V V
V F F F V
F V V F V
F F V F V

De la tabla anterior es claro que p ∧(p → q) →q es una tautología, o sea, es Verdadera en


todas sus posibles interpretaciones. Por tanto, podemos concluir que P ⇒ Q, es decir, p ∧(p → q) ⇒
q.

La siguiente tabla muestra un grupo de reglas de implicaciones lógicas útiles.

Regla Nombre
16. p ⇒ (p ∨ q) Adición
17. (p ∧ q) ⇒ p Simplificación
18. (p → F) ⇒ ~p Absurdo
donde F = Falso
19. [p ∧(p → q)] ⇒ q Modus Ponendo Ponens o Modus
Ponens
20. [(p → q)∧~q] ⇒ ~p Modus Tollendo Tollens o Modus
Tollens
21a. [(p ∨ q) ∧ ~p] ⇒ q Modus Tollendo Ponens o Silogismo
21b. [(~p → q) ∧ ~p] ⇒ q disyuntivo
22. p ⇒ [q→(p ∧p)]
23. [(p ↔ q)∧(q ↔ r)] ⇒ (p ↔ r) Transitividad de la doble implicación.
24. [(p → q)∧(q → r)] ⇒ (p → r) Transitividad de la implicación o
silogismo hipotético.
25a. (p → q) ⇒ [(p ∨ r)→(q ∨ r)]
25b. (p → q) ⇒ [(p ∧ r)→(q ∧ r)]
25c. (p → q) ⇒ [(q → r)→(p → r)]
26a. [(p → q)∧(r → s)] ⇒ [(p ∨ r)→(q ∨ s)] Dilemas constructivos
26b. [(p → q)∧(r → s)] ⇒ [(p ∧ r)→(q ∧ s)]
27a. [(p → q)∧(r → s)] ⇒ [(~q∨~s)→(~p∨~r)] Dilemas destructivos
27b. [(p → q)∧(r → s)] ⇒ [(~q∧~s)→(~p∧~r)]

Demostraciones válidas en el cálculo proposicional

Las reglas de transformación (implicaciones lógicas y equivalencias lógicas) nos permiten


especificar una demostración válida en el cálculo proposicional. Un teorema consiste de un grupo
de proposiciones H1, H2, .., Hn llamadas hipótesis del teorema y una proposición C que será su
conclusión. Un teorema con hipótesis H1, H2, .., Hn y conclusión C es verdadero siempre que:

H1∧H2∧ .. ∧Hn ⇒ C

Es decir, un teorema es Verdadero si y sólo si H1∧H2∧ .. ∧Hn → C es una tautología.

Dado que el razonamiento trata con un conjunto de proposiciones, no se trata de evaluar la


verdad o falsedad de este conjunto, sino que se trata de determinar su validez o invalidez.

La demostración formal de un teorema consiste en una sucesión de transformaciones de


proposiciones que se consideren válidas, y que terminan en la conclusión C. Si una o más de las
proposiciones no es válida, entonces el argumento se llama falacia.

Para que una proposición sea válida, o es una hipótesis, o es una tautología conocida, o debe
derivarse de proposiciones anteriores por medio de reglas de equivalencia y/o de implicación lógica,
o debe poder inferirse de proposiciones anteriores por medio de ciertas reglas de inferencia.

Una proposición Q se puede inferir de otras proposiciones P1, P2, ..., Pk si P1 ∧ P2 ∧... ∧Pk ⇒
Q, que se simboliza con una serie de transformaciones representadas, cada una de ellas, en un nuevo
renglón:

P1
P2
:
Pk
----
∴Q
(∴ se lee por lo tanto)

De algunas implicaciones lógicas obtenemos las siguientes reglas de inferencia:

Regla de inferencia Nombre


28. P Adición
-----
∴P∨Q
29. P ∧ Q Simplificación
----------
∴P
30. P Modus ponens
P→Q
-------
∴Q
31. P → Q Modus tollens
~Q
---------
∴~P
32. P∨Q Silogismo disyuntivo
~P
--------
∴Q
33. P→Q Silogismo hipotético
Q→R
---------
∴P → R
34. P Conjunción
Q
------
∴P ∧ Q

Hasta este punto, hemos definido un total de 34 reglas para la transformación de


proposiciones: 15 reglas de equivalencia, 12 de implicaciones lógicas y 7 de inferencia. Para
facilitar la lectura de los ejemplos que te presentaré a continuación, voy a reproducir aquí la tabla de
equivalencias lógicas (reglas 1 a 15) a fin de tener en un mismo documento las 34 reglas.

Regla Nombre
1 ~~p ⇔ p (se lee no no p equivale a p) Doble negación o involución
2a (p ∨ q) ⇔ (p ∨ q) (se lee p o q equivale a Leyes conmutativas
q o p)
2b (p ∧ q) ⇔ (p ∧ q)
2c (p ↔ q) ⇔ (p ↔ q)
3a (p ∨ q) ∨ r ⇔ p ∨ ( q ∨ r) Leyes asociativas
3b (p ∧ q) ∧ r ⇔ p ∧ ( q ∧ r)
4a p ∨ ( q ∧ r) ⇔ (p ∨ q) ∧ (p ∨ r) Leyes distributivas
4b p ∧ ( q ∨ r) ⇔ (p ∧ q) ∨ (p ∧ r)
5a (p ∨ p) ⇔ p Leyes de idempotencia
5b (p ∧ p) ⇔ p
6a (p ∨ F) ⇔ p Leyes de identidad
6b (p ∨ V) ⇔ V
6c (p ∧ F) ⇔ F
6d (p ∧ V) ⇔ p
donde F = Falso y V = Verdadero
7a (p ∨ ~p) ⇔ V Postulados
7b (p ∧ ~p) ⇔ F
8a ~(p ∨ q) ⇔ ~p ∧ ~q Leyes de DeMorgan
8b ~(p ∧ q) ⇔ ~p ∨ ~q
8c (p ∨ q) ⇔ ~(~p ∧ ~q)
8d (p ∧ q) ⇔ ~(~p ∨ ~q)
9 (p → q) ⇔ ~q → ~p Contrapositiva
10a (p → q) ⇔ (~p ∨ q) Implicación
10b (p → q) ⇔ ~(p ∧ ~q)
11a (p ∨ q) ⇔ (~p → q) Implicación
11b (p ∧ q) ⇔ ~(p → ~q)
12a ((p → r) ∧ (q → r)) ⇔ (p ∨ q) → r Implicación
12b ((p → q) ∧ (p → r)) ⇔ p → (p ∧ r)
13 p ↔ q ⇔ (p → q) ∧ (q → p) Equivalencia
14 (p ∧ q)→ r ⇔ (p → (q → r)) Ley de exportación
15 p → q ⇔ ((p ∧ ~q) → F) Reducción al absurdo
donde F = Falso

Ejemplos de inferencias lógicas o razonamientos

A continuación veremos un ejemplo de la aplicación de las reglas de inferencia para determinar la


validez o invalidez de un razonamiento dado.

Ejemplo 1
Sean las hipótesis H={a ∧ b, a →c}, y la conclusión C = b∧c. Se desea saber si se trata de un
teorema válido.

Representemos las hipótesis de la siguiente manera:

(1) a ∧ b (hipótesis)
(2) a →c (hipótesis)
Aplicando la regla de simplificación (regla 29) a (1), tenemos:

(3) a (por simplificación de (1), regla 29)


(4) c (por modus ponens de (2) y (3), regla 30)
(5) b ∧ a (por regla conmutativa en (1), regla 2b)
(6) b (por simplificación de (5), regla 29)
(7) b∧c (por conjunción de (6) y (4), regla 34)

Dado que llegamos a la conclusión por medio de transformaciones válidas de las hipótesis,
demostramos que el teorema es verdadero.

Ejemplo 2
Demuestra el siguiente teorema: Si estudio o si soy un genio, entonces aprobaré el curso. Sólo me
permitirán tomar el siguiente curso si apruebo éste. Por consiguiente, si no me permiten tomar el
siguiente, entonces no soy un genio.

Sean:

s = “Estudio”.
q = “soy un genio”.
p = aprobaré el curso.
A = “me permitirán tomar el curso siguiente”.

Por tanto, las hipótesis se formalizan de la siguiente manera:

i) s ∨ g → p para Si estudio o si soy un genio, entonces aprobaré el curso


ii) p → a Sólo me permitirán tomar el siguiente curso si apruebo éste.

La conclusión se codifica como: ~a → ~g.

Es decir, debemos demostrar que el siguiente teorema es válido o es una falacia:

H = [s ∨ g → p, p → a], C = ~a → ~g

Empezamos la demostración enunciando las hipótesis:

(1) s ∨ g → p (hipótesis)
(2) p → a (hipótesis)

Ahora debemos aplicar las reglas de equivalencia, de implicación lógica y de inferencia,


hasta llegar a la conclusión o a una proposición no válida, en cuyo caso, el argumento sería una
falacia.

(3) g → g ∨ s (adición, regla 16)


(4) g → s ∨ g (ley conmutativa, regla 2a)
(5) g → p (silogismo hipotético a (4) y (1), regla 33)
(6) g → a (silogismo hipotético a (5) y (2), regla 33)
(7) ~a →~g (contrapositiva de (6), regla 9)
Ejemplo 3
Demuestra el siguiente teorema: Si estudio o si soy un genio, entonces aprobaré el curso. No me
permitirán tomar el siguiente curso. Si apruebo éste, entonces me permitirán tomar el siguiente. Por
consiguiente, no estudie.

Sean:
s = “Estudio”.
q = “soy un genio”.
p = “apruebo el curso”.
A = “me permitirán tomar el curso siguiente”.

Por tanto, las hipótesis se formalizan de la siguiente manera:

i) s ∨ g → p para “Si estudio o si soy un genio, entonces aprobaré el curso”.


ii) ~a para “No me permitirán tomar el siguiente curso”.
iii) p → a para “Si apruebo el curso, entonces me permitirán tomar el siguiente”.

La conclusión se codifica como: ~s.

Es decir, debemos demostrar que el siguiente teorema es válido o es una falacia:

H = [s ∨ g → p, ~a, p → a], C = ~s

Empezamos la demostración enunciando las hipótesis:

(1) s ∨ g → p (hipótesis)
(2) ~a (hipótesis)
(3) p → a (hipótesis)

Ahora debemos aplicar las reglas de equivalencia, de implicación lógica y de inferencia


hasta llegar a la conclusión o a demostrar que el argumento es una falacia.

(4) s → s ∨ g (por adición, regla 16)


(5) s → p (silogismo hipotético a (4) y (1), regla 33)
(6) s → a (silogismo hipotético a (5) y (3), regla 33)
(7) ~s (modus tollens de (6) y (2), regla 31)

Ejemplo 4
Demuestra el siguiente teorema: “Si un programa no falla, entonces el programa debe empezar y
terminar. El programa empezó y falló. Por lo tanto, no terminó”.

Sean:
f = “el programa falla”
b = “el programa empieza”
t = “el programa termina”

La codificación de las hipótesis es la siguiente:

i) ~f → b ∧ t para “Si un programa no falla, entonces debe empezar y terminar”.


ii) b ∧ f para “El programa empezó y falló”.

La conclusión se codifica como: ~t


Es decir, debemos demostrar que el siguiente teorema es válido o es una falacia:

H =[ ~f → b ∧ t, b ∧ f], C = ~t

La demostración formal es la siguiente:

(1) ~f → b ∧ t (hipótesis)
(2) b ∧ f (hipótesis)
(3) b ∧ t→t (simplificación, regla 17)
(4) ~f → t (silogismo hipotético de (1) y (3), regla 33)
(5) f (simplificación de (2), regla 29)
(6) ~t ( ?? de (4) y (5), regla ??)

En este caso, no hay ninguna regla que nos diga que hacer con (4) y (5) para obtener (6).
Aunque parece factible aplicar la regla de inferencia 30, modus ponens, o la regla 31, modus
tollens, un análisis más detallado nos muestra que no es así. Esto nos hace sospechar que esta
argumentación es una falacia, es decir que la implicación [(~f → b ∧ t) ∧ ( b ∧ f ) → ~t] no es una
tautología.

La única interpretación en la que una implicación es Falsa es cuando su antecedente es


Verdadero y su consecuente es Falso. En la expresión anterior, el consecuente es Falso cuando t = V
(verdadero). Si demostramos que cuando ~t = F, (~f → b ∧ t) ∧ ( b ∧ f ) = V, demostraremos que
no se trata de una tautología, y por tanto demostramos que el teorema es una falacia.

Dado que t = V, entonces el antecedente queda de la siguiente manera:

(~f → b ∧ V) ∧ ( b ∧ f )

Que por la regla de identidad 6d, se simplifica de la siguiente manera:

(~f → b) ∧ ( b ∧ f )

Para que esta proposición sea V, del segundo paréntesis concluimos que b y f deben ambos
ser V, por tanto, tenemos:

(F → V) ∧ ( V ∧ V ) que es Verdadero, es decir, cuando f, b y t son Verdaderos los tres, la


implicación (~f → b ∧ t) ∧ ( b ∧ f ) → ~t es Falsa, lo que nos demuestra que no es una tautología.
De modo que este último teorema es una falacia.

Ejemplo 5
Demuestra el siguiente teorema: Si estudio, entonces no reprobaré el curso de matemáticas. Si no
juego baloncesto, entonces estudiaré. Reprobé matemáticas. Por tanto, jugué baloncesto.

Sean:
p = “estudio”.
q = “repruebo matemáticas”.
r = “ juego baloncesto”.

Por tanto, la codificación de las hipótesis es la siguiente:


i) p →~q para “Si estudio, entonces no reprobaré el curso de matemáticas”.
ii) ~r →p para “ Si no juego baloncesto, entonces estudiaré”.
iii) q para “Reprobé matemáticas”.

La codificación de la conclusión es : r

Por tanto, se trata de demostar el siguiente teorema:

H = [p →~q, ~r →p, q], C = r

La demostración formal es la siguiente:

(1) p →~q (hipótesis)


(2) ~r →p (hipótesis)
(3) q (hipótesis)
(4) ~r →~q (silogismo hipotético de (2) y (1), regla 33)
(5) ~~r ∨ ~q (regla de implicación a (4), regla 10a)
(6) r ∨ ~q (doble negación a (5), regla 1)
(7) ~q ∨ r (conmutatividad a (6), regla 2a)
(8) ~~q (doble negación a (3), regla 1)
(9) r (silogismo disyuntivo a (7) y (8), regla 32)

Nota que la demostración formal pudo tomar otro camino a partir de la transformación (7):

(7) ~q ∨ r (conmutatividad a (6), regla 2a)


(8) q → r (implicación a (7), regla 10a)
(9) r (modus ponens de (8) y (3), regla 32)

En cualquier caso, queda demostrado que el teorema es válido.

Ejemplo 6
Demuestra el siguiente teorema: Si trabajo, no puedo estudiar. Trabajo o apruebo matemáticas.
Aprobé matemáticas. Por consiguiente, estudié.

Sean:
p = “yo trabajo”
q = “yo estudio”
r = “apruebo matemáticas”

La codificación de las hipótesis es:

i) p → ~q para “Si trabajo, no puedo estudiar”.


ii) p ∨ r para “Trabajo o apruebo matemáticas”.
iii) r para “Aprobé matemáticas”.

La conclusión se codifica como: q

Por tanto, el teorema a demostrar es el siguiente:

H =[p → ~q, p ∨ r, r], C = q

La demostración formal es la siguiente:


(1) p → ~q (hipótesis)
(2) p∨ r (hipótesis)
(3) r (hipótesis)
(4) p (por simplificación de (2), regla 29)
(5) ~q (por modus ponens de (4) y (1), regla 30)

En el paso (5) hemos obtenido ~q, cuando lo que buscamos es q. Esto debe hacernos
sospechar que estamos ante una falacia. Para determinar si se trata de una falacia, al igual que en el
ejemplo 4, debemos demostrar que la implicación [p → ~q ∧ p ∨ r ∧ r] → q es Falsa. Esto es, que
el antecedente es V, y el consecuente F. Por tanto, q = Falso.

Entonces, la implicación queda como se muestra abajo:

[p → V ∧ (p ∨ r) ∧ r] → F

De la tabla de verdad de la implicación, vemos que para que el consecuente sea Verdadero,
no importa el valor del antecedente, es decir P puede ser F o V, por tanto, la implicación p → V es
Verdadera, sin importar el valor de p. Entonces, la implicación de las hipótesis con la conclusión, se
transforma en:

[V ∧ (p ∨ r) ∧ r] → F

Dado que el antecedente se trata de un conjunción, p ∨ r = V y r = V, de lo contrario, el


antecedente sería Falso. De esto, vemos que r = Verdadero. Por tanto, ahora tenemos:

[V ∧ (p ∨ V) ∧ V] → F

De la disyunción (p ∨ V) podemos ver que, no importa el valor de verdad que tome p, será
Verdadera, y por tanto, el antecedente es Verdadero y el consecuente Falso, es decir, demostramos
que la implicación de las hipótesis con la conclusión ([p → ~q ∧ p ∨ r ∧ r] → q) no es una
tautología, y por tanto, que el teorema es una falacia.

Ejemplo 7
Demuestra el siguiente teorema: Si trabajo, no puedo estudiar. Estudió o apruebo matemáticas.
Trabajé. Por consiguiente, aprobé matemáticas.

Sean:
p = “yo trabajo”
q = “yo estudio”
r = “apruebo matemáticas”

La formalización de las hipótesis es la siguiente:

i) p → ~q para “ Si trabajo, no puedo estudiar”.


ii) q ∨ r para “ Estudió o apruebo matemáticas”.
Iii) p para “Trabajé”.

La conclusión se formaliza como: r.

El teorema a demostrar es:


H =[p → ~q, q ∨ r, p], C = r

Cuya demostración es la siguiente:

(1) p → ~q (hipótesis)
(2) q∨ r (hipótesis)
(3) p (hipótesis)
(4) ~q (modus ponens de (3) y (1), regla 30)
(5) r (silogismo disyuntivo de (2) y (4), regla 32)

Resumen

En esta sección hemos visto reglas de implicaciones y reglas de inferencia que, junto con las reglas
de equivalencias, nos permiten determinar si un razonamiento dado es válido o es una falacia.

Como espero te hayas dado cuenta, un razonamiento implica identificar las hipótesis y la
conclusión, formalizar o codificar cada una de ellas y, por medio de la correcta aplicación de
algunas de las 34 reglas de transformación vistas en el curso, determinar si se trata de un
razonamiento correcto o de una falacia. Es importante aclarar aquí que no es necesario memorizar
estas reglas, pero sí es muy necesario adquirir una habilidad aceptable para utilizarlas de manera
eficiente para realizar demostraciones de teoremas.

Estudia con mucho detenimiento estos ejemplos, ya que engloban prácticamente todo lo
aprendido hasta el momento. Es tiempo que realices la actividad a entregar de esta sección, que
consiste en una serie de demostraciones de teoremas. Como te has dado cuenta, no hay una receta
para decidir que regla aplicar. El principio general es tratar de aplicar aquellas reglas que nos
acerquen cada vez más a la conclusión, pero la base para esto es la práctica, que se adquiere por el
método de prueba y error, así que te recomiendo que intentes demostrar los ejemplos utilizando
reglas diferentes a las que se muestran, esa es una buena manera de mejorar la habilidad para la
demostración de teoremas.

En el siguiente módulo estudiarás algunas estrategias que permiten sistematizar un poco más
las demostraciones, pero por ahora, lo que debes hacer es practicar, practicar y practicar para
desarrollar tu habilidad para la demostración de teoremas. ¡Mucha suerte en esta retadora pero
gratificante actividad!

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