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Dilema ético

EL TRATO CON LOS HARAGANES


Uno de los problemas más comunes en los grupos es la pereza social, lo que significa que hay
miembros que contribuyen menos que si trabajaran solos. Tal vez debiéramos llamar
“haraganes” a esos individuos: quienes aportan mucho menos que los demás miembros del
grupo.
La mayoría de nosotros hemos experimentado en algún grupo la pereza social, o flojera, y tal
vez admitir que hubo momentos en que nosotros mismos haraganeamos. Se han planteado
varias maneras de desalentar la pereza social, como limitar el tamaño del grupo,
responsabilizar a cada individuo por su contribución y establecer metas para el grupo. Aunque
estas tácticas son eficaces, nuestra experiencia indica que muchos estudiantes simplemente
dan la vuelta a los perezosos: “lo hicimos nosotros, era lo más fácil”, dice un integrante del
grupo. Considere las preguntas siguientes para tratar con los haraganes en un grupo:
1. Si los miembros del grupo “dan la vuelta” a los flojos, ¿piensa que esto debe mencionarse al
profesor para que las contribuciones individuales al proyecto se evalúen con más justicia? Si es
así, ¿el grupo tiene la responsabilidad ética de comunicarlo al haragán? Si no fuera así, ¿no
obtendría éste una recompensa inmerecida por nada?
2. ¿Piensa que se justifica confrontar a los haraganes de un grupo? Eso depende de las
habilidades del haragán (si es capaz de realizar un trabajo de calidad).

Recopiló: Lic. Blanca Estela Salas Lozano


P.A. Mecatrónica Área Automatización
Universidad Tecnológica de Xicotepec de Juárez

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