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Introducción Amigable A La Balística de Las Armas de Fuego
Introducción Amigable A La Balística de Las Armas de Fuego
Un arma de fuego es la que utiliza la energía de los gases producidos por la deflagración
de las pólvoras, para lanzar un proyectil a distancia.
La secuencia de operaciones que tienen lugar en un arma de fuego moderna cada vez
que efectúa un disparo es esencialmente la siguiente:
Tengamos ahora en cuenta que mediciones hechas en laboratorio sobre el tiempo que
transcurre entre el momento en que el proyectil comienza a moverse hasta que sale por la
boca del cañón, denominado tiempo de ánima, en un fusil de calibre 30-06 con una bala
de 9,7 gramos, con una velocidad de boca de 823 m/s, fue de 0,0098 s, es decir alrededor
de 1 milisegundo. En un arma corta, en la que la velocidad de boca puede ser
significativamente menor, del orden de los 300 m/s, el tiempo de ánima no es mucho
menor dado que se compensa en parte con el menor recorrido que debe efectuar el
proyectil para llegar a la boca del arma, por lo que una estimación aproximada de 1
milisegundo sigue siendo apropiada. Si bien este tiempo puede parecernos muy breve, es
suficiente como para afectar la trayectoria del proyectil por movimientos del cañón del
arma que pueden producirse mientras el proyectil se encuentra aún dentro del aquél.
El tiempo total que insume el proceso de disparo de un arma de fuego se comienza a
computar en el momento en que el fiador libera el martillo o su equivalente para permitir
que la aguja percutora impacte sobre el fulminante del cartucho. Este período de tiempo,
es decir entre el accionamiento del fiador y el instante en que el percutor impacta sobre el
fulminante, denominado tiempo de percusión, es importante porque en última instancia
limita la velocidad de cadencia de disparos. Puede variar significativamente con el arma.
Por ejemplo, puede ser de sólo 0,002 segundos (2 milisegundos) en algunos fusiles de
caza con acción a cerrojo, y de 0,005 segundos en fusiles semiautomáticos. Finalizado el
período de percusión, comienza el tiempo de encendido, que es el período que comienza
con el impacto de la aguja percutora sobre el fulminante hasta el instante en que la punta
comienza a abandonar la vaina. A continuación tenemos el tiempo de ánima ya referido.
El tiempo de fuego, es decir el tiempo total que toma el proceso de disparo hasta el
momento en que el proyectil abandona la boca del arma, será la suma del tiempo de
percusión, más el tiempo de encendido, más el tiempo de ánima. En fusiles militares, este
tiempo es de alrededor de 0,004 segundos.
El análisis de todos los procesos que tiene lugar durante este período de tiempo de fuego,
es el objeto de la balística interior. A partir del momento en que el proyectil abandona la
boca del arma hasta su impacto en el blanco, aquél experimenta una serie de efectos que
definen en última instancia su trayectoria. El análisis de estos efectos es objeto de la
balística exterior. Algunos autores reconocen lo que llaman balística intermedia, que
estudia los fenómenos que ocurren en el brevísimo instante en el cual el proyectil ya ha
abandonado la boca del arma pero está aún sujeto a efectos producidos por los gases
que acompañan la salida del proyectil.
Finalmente, los fenómenos o efectos que tiene lugar a partir de la llegada del proyectil al
blanco y hasta su detención, son objeto de estudio de la balística de efectos o balística
terminal.
INICIADORES Y PROPELENTES
Otro invento importante de la época fue la nitroglicerina por el italiano Ascanio Sobrero en
1846. La nitroglicerina es un compuesto químico que contiene una gran cantidad de
oxígeno que se transforma en gas cuando recibe un golpe lo que la hace altamente
inestable. La forma de estabilizar la nitroglicerina es infiltrándola en un material poroso, lo
que dio origen a la dinamita. Esto condujo al sueco Alfred Nobel a la invención de la
ballistita en 1888, llamada por este motivo pólvora Nobel, consistente en 60% de
nitrocelulosa y 40% de nitroglicerina.
Pólvoras de una base: Se componen de celulosa que puede ser algodón o pulpa de
madera tratados con ácido nítrico y ácido sulfúrico. El ingrediente fundamental es la
nitrocelulosa a la que se agrega un estabilizante, nitratos y otros componentes no
explosivos. Las pólvoras de una base o de base simple no contienen nitroglicerina. En
nuestro país, un ejemplo de este tipo de pólvora de fabricación nacional es la conocida
A2, producida por Fabricaciones Militares, diseñada originalmente para la recarga del
cartucho 11,25 mm (.45 ACP), pero empleada hoy para la recarga de otros cartuchos
como 9 x 19 mm, .32 ACP, .38 SW Spl., .357 Magnum, y otros.
Existen básicamente dos tipos de cápsula fulminante: las de tipo Boxer y las de tipo
Berdan. Ambas están representadas en los esquemas de la Fig. 2. Resulta curioso que el
tipo Boxer, que fue desarrollado por los británicos es el que se usa mayoritariamente en
los Estados Unidos. Mientras que el tipo Berdan, desarrollado por un estadounidense, es
más utilizado en Inglaterra y en Europa. En nuestro país, el tipo Boxer es el más
empleado en armas cortas y largas de uso civil.
Obsérvese en la Fig. 2 que mientras en el tipo Boxer el yunque forma parte del contenido
de la cápsula, en el tipo Berdan, el yunque forma parte integral de la vaina del cartucho.
Otra diferencia es que mientras las vainas para fulminantes tipo Boxer cuentan con un
solo oído, las vainas para fulminantes tipo Berdan tienen dos oídos.
Es importante destacar que mientras la pólvora es un deflagrante, el compuesto del
fulminante es un explosivo de relativamente alto poder, razón por la cual estos elementos
deben ser manipulados con el debido cuidado.
Finalmente, digamos que en los cartuchos de fuego anular, tales como la munición calibre
.22, los mismos no contienen una cápsula fulminante sino que el compuesto explosivo se
encuentra previamente colocado por centrifugado en el interior del borde del culote de la
vaina en contacto directo con la carga de pólvora. Al golpear el percutor el borde exterior
del culote de la vaina, se detona el fulminante que a su vez enciende la pólvora.
BALÍSTICA INTERIOR
El rol de la presión: Hemos mencionado que se conoce como balística interior al estudio
de los fenómenos que ocurren en el arma desde el momento en que el percutor golpea al
fulminante hasta que el proyectil abandona la boca del cañón. La fuerza impulsora del
proyectil desde que comienza su movimiento hasta que sale por la boca del arma, es la
presión de los gases producidos por la deflagración de la pólvora que producen una
fuerza que actúa sobre la base del proyectil. Es por lo tanto importante analizar como
varía esta presión a medida que el proyectil progresa en su viaje dentro del cañón del
arma. Hay dos maneras alternativas de describir esta variación de presión: una es dar la
presión en función de la posición del proyectil en el cañón y la otra es dar la presión en
función del tiempo desde el instante en que el proyectil inicia su movimiento. La Fig.
3 muestra un registro típico de presión vs. tiempo correspondiente a un arma larga.
Obsérvese que tal como se mencionó más arriba, el tiempo de ánima es de
aproximadamente 1 milisegundo.
El movimiento del proyectil se inicia cuando la presión producida por los gases en el
interior de la vaina se hace igual a la presión de forzamiento, que es la presión suficiente
para vencer la fuerza requerida para sacar la punta de su alojamiento en la vaina más la
fuerza de rozamiento entre la punta y la recámara. Esta presión de forzamiento puede
variar significativamente con el grado de zunchado o "crimp" que se haya dado a la vaina
sobre la punta y con el ajuste entre la punta y la recámara.
La presión máxima en un fusil puede estar en unos 55000 psi y descender a unos 6000
psi en el momento en que el proyectil abandona la boca del arma. En armas cortas los
valores son inferiores. Por ejemplo, la presión máxima para un cartucho calibre 11,25 mm
puede estar en alrededor de los 21000 psi mientras que para un cartucho 9 x 19 mm
Parabellum o en un .357 magnum puede alcanzar los 35000 psi.
En la actualidad hay métodos que permiten medir no sólo la presión máxima sino obtener
el registro completo presión vs. tiempo. El más utilizado es el que emplea un transductor
piezoeléctrico que permite transformar la presión en una señal eléctrica. Esta es recogida
en un osciloscopio y desplegada en una pantalla en función del tiempo.
Si bien las unidades C.U.P o L.U.P fueron pensadas de modo que expresaran la presión
máxima de recámara en psi (libras/pulgada2), el valor de la presión medida en este
sistema debe estar siempre acompañado de la identificación del método empleado, por
ejemplo 45000 C.U.P o 15000 L.U.P. Por otra parte, la experiencia enseña que las
medidas de presión C.U.P. o L.U.P. son inferiores en aproximadamente un 20% a las
máximas obtenidas con cristales piezoeléctricos que son expresadas en psi. El instituto
SAAMI (Sporting Arms and Ammunition Manufacturers Institute) de los Estados Unidos,
establece las presiones máximas para los distintos cartuchos empleando uno o ambos
sistemas de medida.
Para una dada presión de gases, hay básicamente dos formas de incrementar la energía
que los gases pueden transmitir al proyectil. Una es aumentando la longitud del cañón. De
este modo, dentro de ciertos límites, el aumento de energía que adquiere la punta es
proporcional al aumento de la longitud del cañón. La otra manera es aumentando el
diámetro del cañón, es decir aumentando el calibre del arma. De este modo el aumento
de energía es proporcional al cuadrado del diámetro del cañón. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que ambas formas tiene sus limitaciones. Efectivamente, si se
aumenta excesivamente la longitud del cañón, una vez superado el valor pico, como lo
muestra la Fig. 3 la presión va disminuyendo a medida que el proyectil avanza dentro del
mismo. Esta disminución de presión se origina en el mayor volumen disponible para el
gas y en la pérdida de calor hacia el material del cañón. Por lo tanto, la presión puede
disminuir hasta un punto en que es incapaz de superar la resistencia al avance por
rozamiento de la punta con el cañón y a partir de ese instante la punta perderá velocidad
en lugar de ganarla. Por ejemplo, en una carabina .22, la velocidad de la punta
comenzará a disminuir luego de haber recorrido típicamente una longitud de cañón de
14/16" (356/406 mm), razón por la cual no se justifica en términos de la velocidad de boca
de utilizar una longitud mayor, excepto para aumentar la distancia entre miras o por
razones reglamentarias o legales. El aumento del calibre también tiene limitaciones. Por
un lado aumentará el rozamiento entre la punta y la superficie interna del cañón y por el
otro la resistencia al avance del proyectil en el aire una vez que abandona la boca del
arma también será mayor, lo que hace que rápidamente pierda velocidad. Esto último no
es tan importante en armas cortas en los que las distancias de tiro son en general de
algunos metros, razón por la cual los calibres más empleados en este caso se encuentran
entre los 6,35 mm (.25") y 11.25 mm (.45"), mientras que en fusiles los calibres más
comunes están entre 5.56 mm (.223") y 8 mm (.32").
Es importante destacar que en general, antes que la punta tome las estrías, debe recorrer
un corto espacio desde su posición inicial con el cartucho en la recámara hasta que toma
contacto con el estriado. Este espacio es denominado "free bore" y su ubicación puede
verse en la Fig. 5. En algunas armas, particularmente carabinas de baja potencia de fuego
anular, el cerrojo lleva la punta del proyectil a apoyar directamente sobre el comienzo del
estriado, es decir en estos casos no hay "free bore". Esto tiene la ventaja que el ingreso
de la punta al cañón es más consistente, es decir que la punta toma al estriado siempre
en la misma posición. Sin embargo, en armas de mayor potencia y calibre, la ausencia de
"free bore" tiene el inconveniente que al estar la punta del proyectil directamente sobre el
comienzo del estriado, requiere una fuerza mayor para iniciar su movimiento lo que puede
resultar en un aumento indeseable de la presión en la recámara. Por el contrario, en
teoría, con un cierto "free bore", la punta puede comenzar a moverse con menos presión y
llegar al comienzo del estriado con un cierto impulso que facilita la toma de aquél, aunque
este punto es tema de discusión entre los expertos. El inconveniente que presenta el "free
bore" es que en el trayecto de la punta desde que comienza su movimiento hasta que
toma las estrías del cañón, aquella no se encuentra totalmente guiada y por lo tanto
puede tomar las estrías de forma no consistente disparo tras disparo, lo que puede
contribuir a reducir la precisión del sistema arma-cartucho. Otra razón, quizás la más
importante para la presencia del free bore en armas de alta potencia es que la región del
cañón adyacente a la recámara está expuesta durante el disparo a la acción gases y
residuos de pólvora no quemada a muy alta temperatura que pueden producir una erosión
prematura en caso de que hubiese estrías en dicha zona, riesgo que se reduce con el free
bore que por carecer de dichas estrías es menos afectado por tal acción erosiva. De todos
modos, en la mayoría de los casos, la extensión del free bore no supera los ¼ - 1/8" (3,2 ?
6,4 mm) y hay en general coincidencia en que cuanto más corto, mejor.
El último contacto entre el proyectil y el arma se produce en la boca del cañón. Si por
alguna razón, los gases que salen junto con la punta no lo hacen coaxialmente con la
misma, habrá un efecto dinámico asimétrico que puede producir una desviación lateral en
la trayectoria del proyectil. Por esta razón es tan importante mantener protegida la boca
del cañón en un arma de fuego a fin de evitar daños mecánicos que pueden comprometer
seriamente la precisión de la misma.
El paso del helicoide, es decir la distancia que tiene que recorrer la punta en el cañón
para hacer un giro completo, es decir de 360°, es un parámetro importante del diseño del
cañón y tiene una influencia significativa sobre la precisión del arma. El sentido de giro del
estriado, es decir el sentido de giro del helicoide, puede ser derecho o izquierdo. Si
mirándolo desde la recámara a la boca del arma el sentido de giro es el mismo que las
agujas del reloj, entonces el estriado es derecho. De lo contrario es izquierdo. La mayoría
de los fabricantes estadounidenses utilizan el estriado derecho. Sin embargo hay
excepciones como el revólver Colt.
Un estriado se dice rápido o lento según que el paso del estriado sea más corto o más
largo.
y
de manera que la fórmula de Greenfield puede escribirse como
Obsérvese que dado que tanto T´ como L´ son magnitudes adimensionales, la fórmula de
Greenfield puede aplicarse con cualquier sistema de unidades de longitud, es decir
funciona igualmente para mm y para pulgadas.
Por ejemplo, para un fusil calibre .30, el diámetro de la punta es .308" con una longitud,
digamos de 1.375" (Sierra Matchking bullet). De modo que aplicando la fórmula de
Greenfield, obtenemos
es decir un paso de estrías óptimo de 10.348". Esta es la razón por la cual los fusiles cal
.30 tienen en general un paso de estrías de 10".
Cabe destacar que la fórmula de Greenfield fue concebida para proyectiles de plomo.
Para poderla utilizar con puntas de otros materiales, la fórmula se modifica como sigue
En cuanto a la cantidad de estrías, puede variar según el arma y su diseño. Es así que se
han empleado cañones con 2, 4, 5, 6, 7, 8 estrías, y más modernamente hasta 12, 16, 22
y 24 estrías. Los fusiles Springfield 1903 A3 utilizaron 2, 4 y 6 estrías, siendo 4 la cantidad
más frecuente. El fusil M1 Garand es otro ejemplo de uso de 4 estrías. El empleo de 5
estrías fue común en fusiles ingleses como el Enfield 1917, el .303 Lee-Enfield y otros.
Muchos fusiles de caza y deportivos utilizan 6 estrías, así como algunas armas cortas Colt
y Smith Wesson. Algunas pistolas semiautomáticas .32 y .380 emplean 7 estrías y es
común en fusiles o carabinas de competición el empleo de 8 estrías. El Marlin .22
Magnum emplea 22 estrías. La fábrica argumenta que el uso de más cantidad de estrías
de menor profundidad brinda un mejor ajuste de la punta al cañón que una menor
cantidad de estrías de mayor profundidad.
En armas modernas, la profundidad de las estrías es típicamente de .004 - .006" (0,1-
0,15 mm). Este valor ha demostrado permitir un buen sellado entre la punta y el cañón,
afectando menos la velocidad y sin requerir una excesiva presión para acelerar el
proyectil como lo requiere un estriado de mayor profundidad característico de armas más
antiguas.
Otro fenómeno que ocurre en el cañón durante el disparo es un efecto de torsión. Este
efecto es la reacción del cañón al impulso angular de rotación que las estrías le imprimen
al proyectil. A estos fenómenos se agrega la vibración del cañón provocada por la onda
de presión que se propaga a lo largo de aquél y el fenómeno conocido como "whip"
(latigazo) que se muestra esquemáticamente en la Fig. 8 y que se produce de la siguiente
manera. Cuando se inicia el disparo, es decir durante el rápido aumento de presión que
imprime la brusca aceleración del proyectil en el cañón, se genera una fuerza de reacción
alineada con el cañón que generalmente se encuentra por encima del punto de apoyo de
arma sobre el hombro del tirador. De este modo el arma tiende a pivotar sobre este punto
elevándose. Sin embargo, el cañón no es totalmente rígido sino que puede sufrir
deformaciones como todo material. Por lo tanto, la porción del extremo del cañón cercana
a la boca es alcanzada por este efecto con un pequeñísimo retardo y una vez que esto
ocurre, el extremo del cañón se desplaza hacia arriba generando el latigazo, pudiendo
superar la línea original del eje del cañón. El problema que trae este fenómeno es que la
punta se encuentra generalmente aún en el cañón cuando este ocurre por lo que su
trayectoria es afectada por este movimiento. De todos modos, este efecto es compensado
con el reglaje de las miras y en la medida que la punta abandone el cañón cuando este se
encuentra siempre en la misma posición, el problema queda en principio eliminado. Por
supuesto que un cambio en la recarga o en el tipo o peso de la punta requerirá un nuevo
reglaje de miras ya que el tiempo de ánima en general se modificará y por lo tanto la
posición instantánea del cañón cuando el proyectil sale por la boca del arma será
diferente, a lo que se agrega que la trayectoria del proyectil también diferirá con respecto
al caso anterior.
La forma habitual y más efectiva de reducir los efectos que los fenómenos recién
descriptos pueden tener sobre la precisión de un arma larga es recurriendo al proceso de
"bedding" (asentamiento). Esta técnica consiste en hermanar la acción y la zona de la
recámara a la culata del fusil o carabina utilizando generalmente para ello una resina
epoxy que una vez fraguada se comporta como un material vítreo que copia con precisión
la forma de la acción y la zona de la recámara. De este modo el ajuste con la madera de
la culata en esa zona es tal que impide cualquier deslizamiento. Esto contribuye a que
disparo tras disparo, el cañón del arma regrese siempre a la misma posición reduciendo
así los efectos negativos del latigazo. Es de destacar que en general el "bedding" sólo
toma la porción de la acción y la zona de la recámara, dejándose el resto del cañón libre
de todo contacto con la culata a fin de permitir la libre vibración del cañón y la libre
dilatación del mismo que experimenta por el calentamiento resultante después de varios
disparos.
BALÍSTICA EXTERIOR
A partir del instante en que el proyectil abandona la boca del arma, por un brevísimo
momento, del orden de la milésima de segundo, aquél se encuentra expuesto a la acción
de los gases que junto con el proyectil, escapan por la boca del arma. Una vez extinguida
esta interacción, que puede extenderse quizás durante el primer par de metros del
recorrido de la punta, el proyectil comienza su vuelo libre en el que sólo está solicitado por
su propio peso a través de la acción gravitatoria terrestre, por la resistencia viscosa del
aire y eventualmente a esfuerzos que pueden ejercer el viento o eventuales contactos con
objetos encontrados por el proyectil en su trayectoria, como puede ser una rama u otro
elemento que pueda afectar esa trayectoria. El estudio de los fenómenos que ocurren
durante este vuelo libre son el objeto de lo que como ya hemos mencionado, se denomina
balística exterior.
La Fig. 10 ilustra la relación que existe entre la línea de miras, el eje del cañón y la
trayectoria de la punta en un disparo con arma larga.
Puede verse que la trayectoria del proyectil o punta intercepta dos veces la línea de miras.
El primer punto de intersección es el denominado 1er. cero y en general se produce a una
distancia de aproximadamente 25 m. El segundo punto de intersección se produce en
cambio a una distancia que puede estar en los centenares de metros y su correcta
regulación es esencial en el tiro de precisión. En efecto, consideremos la Fig. 11 en la que
se detalla con más claridad las mismas relaciones que muestra la figura anterior. La
regulación de miras consiste en ajustar un ángulo entre el eje del cañón y la línea de
miras de modo que a la distancia a la que se desea hacer impacto, la trayectoria del
proyectil se cruce con la línea de miras (distancia al cero). En otras palabras, que las
miras se encuentren reguladas de modo tal que se alineen con el punto que a la distancia
de impacto prevista se encuentra por debajo de la línea del cañón en una distancia igual a
la caída que el proyectil experimenta a dicha distancia de impacto, entendiéndose por
caída el descenso que experimenta la punta por debajo de la línea del cañón.
Si se desea mantener los impactos dentro de un cierto radio, digamos por ejemplo 5 cm,
puede entonces definirse una zona crítica, denotada con un grisado en la figura, dentro de
la cual no es necesario efectuar una nueva regulación de miras ya que por definición esa
zona es el rango de distancias sobre el cual el proyectil no sale de ese radio límite a
menos que desplazamientos laterales por efecto del viento desvíen el proyectil, lo que
obliga a una corrección ulterior por tal efecto.
La caída del proyectil es el inevitable resultado del efecto gravitatorio sobre su trayectoria.
Tomando como eje la línea de miras, de no haber caída, es decir si no hubiera efecto
gravitatorio sobre el proyectil, al rotar el arma sobre la línea de miras, los impactos
resultarían como se muestra a continuación:
(2) Si bien hablamos de recorrido libre, en realidad éste no es tal ya que el proyectil está
sujeto a la acción del aire y de su propio peso, pero mantendremos por costumbre esta
designación.
En vuelo libre la punta se encuentra sujeta a distintos tipo de interacción con el aire
atmosférico a través del cual se mueve. Por un lado tenemos una contribución a la fuerza
de resistencia al avance que el aire ejerce sobre la punta o efecto de arrastre ("drag") que
es de naturaleza viscosa y se debe a la adherencia del aire a la punta en movimiento.
Efectivamente, cuando un cuerpo se mueve en un medio fluido viscoso como el aire, se
produce sobre la superficie del cuerpo la adherencia de las moléculas de aire en contacto
con aquél. A medida que se consideran puntos más alejados de la superficie del cuerpo
las moléculas de aire se deslizan más fácilmente pero siguen siendo parcialmente
arrastradas por el cuerpo hasta que a una dada distancia del mismo, el aire fluye
normalmente sin ser afectado por el movimiento del cuerpo. La capa adyacente a la
superficie del cuerpo en que se produce esta transición de velocidades se conoce
como capa límitey su formación es característica del movimiento de cualquier cuerpo en
un medio viscoso. Es fácil ver que la presencia de esta capa límite tendrá un efecto de
"frenado" del cuerpo en movimiento. Otra contribución se debe a la onda de presión de
aire que se genera sobre el frente del cuerpo y que también contribuye al "frenado".
También contribuye al arrastre la turbulencia que se forma en la parte posterior del cuerpo
al avanzar éste.
La Fig. 13 muestra el flujo de aire alrededor de tres objetos de distinta geometría. Puede
verse que el perfil alar es el que menos resistencia al avance produce ya que por su forma
minimiza tanto la onda de presión delantera como la turbulencia de cola. De esto surge
que la forma del cuerpo es determinante de la resistencia al movimiento.
En 1881, Krupp en Alemania fue el que por primera vez midió con exactitud la resistencia
al avance de una bala utilizando proyectiles de punta roma y base chata. Como término
de comparación empleó la punta que se muestra en la Fig. 14. Las medidas de la punta
están dadas en calibres, es decir en diámetros. Es así que por ejemplo el radio de la ojiva
es de dos calibres o diámetros. Por definición una punta estándar de 1" (25.4 mm) de
diámetro, 2" (50.8 mm) de radio de la ojiva, 3" (76.2 mm) de largo total y con un peso de 1
lb (454 g), denominado proyectil estándar C, tiene un coeficiente balístico igual a 1 (CB =
1) y por lo tanto también un coeficiente de forma unitario (CF = 1). Posteriormente se
introdujeron otros proyectiles estándar y actualmente los dos más empleados son el G1 y
el G7, (este último para representar mejor a las puntas con cola de bote) que se muestran
en la Fig. 15.
Si bien el coeficiente balístico es una medida de la aptitud del proyectil para mantener su
velocidad, no constituye una constante. En efecto, el CB depende de la velocidad y del
proyectil que se utilice como estándar.
Casi todos los programas incorporan una opción avanzada para poder efectuar
correcciones por
Angulo del blanco con respecto a la horizontal. Esto es aplicable cuando el blanco no se
encuentra al mismo nivel que el tirador.
Altura de la mira sobre el eje del cañón. Es la altura sobre el eje del cañón a que se
encuentran montadas las miras abiertas o telescópicas.
Dos software libres disponibles para efectuar el cálculo de trayectorias balísticas pueden
encontrarse en
http://gundata.org/ballistic-calculator/ y en http://www.bergerbullets.com/ballistics/.
Algunos programas, además de dar los datos de la trayectoria en forma tabulada, brindan
la representación gráfica de la curva. Una advertencia importante en el uso de estos
programas es la de asegurarse estar empleando las unidades correctas de medida, es
decir no confundir yardas con metros o pulgadas, gramos con grains, etc. Estos
programas son de utilidad tanto para el recargador, ya que lo orientan en la selección de
la punta y en la carga necesaria para obtener una dada velocidad de boca, como para el
tirador que debe hacer ajustes en las miras para alcanzar con la precisión deseada un
blanco a distancias distintas de la de cero.
Estabilidad de la punta en vuelo libre: La dinámica nos enseña que cuando un cuerpo
rígido con un eje de simetría de revolución como es el caso de una punta, gira con una
velocidad angular más o menos elevada sobre dicho eje, aunque se encuentre solicitado
por fuerzas que tienden a modificar la dirección del eje del cuerpo, como lo son las
fuerzas debidas a la resistencia del aire, la de vientos laterales, o el eventual contacto con
algún obstáculo como puede serlo una rama, etc., presenta una estabilidad que no posee
el mismo cuerpo si no efectua dicha rotación. En otras palabras el cuerpo, en este caso la
punta, ofrece cierta resistencia a cambiar su orientación en el espacio en virtud de su
velocidad de rotación angular.
La dinámica de los cuerpos rígidos es bastante compleja por lo que aquí sólo
mencionaremos que cuando la punta abandona la boca del arma, lo hace en general con
su eje longitudinal formando un cierto ángulo con la dirección de la trayectoria. Este
ángulo, que se muestra en la Fig. 18, se denomina cabeceo y puede ser de hasta de 5°
en el momento en que el proyectil abandona la boca del arma. Debido a este ángulo la
resistencia del aire se hace sentir en forma desbalanceada y causa la precesión inicial del
vuelo del proyectil. De todos modos, una punta bien estabilizada, es decir de construcción
homogénea (o sea sin defectos internos que produzcan desbalanceo, como pueden serlo
por ejemplo poros u otras cavidades provenientes de una fundición defectuosa) y con
suficiente velocidad de rotación, tenderá a adoptar una posición estable correspondiente a
una orientación de su eje de simetría tal que la punta del proyectil apunte un poco hacia
arriba y a la derecha de la trayectoria en casos de estriado derecho y hacia la izquierda si
el estriado es izquierdo. Este ángulo de cabeceo estable es normalmente de apenas una
fracción de grado. Esto significa que la orientación de tal proyectil irá variando durante su
vuelo de manera de seguir siempre orientado con su eje de simetría casi coincidente con
la trayectoria lo que garantiza que el proyectil impacte siempre de punta.
BALÍSTICA TERMINAL
Como hemos mencionado, la balística terminal o balística de efectos estudia los
fenómenos que se producen como resultado de la interacción entre el proyectil y el blanco
una vez que se produce el impacto. El tema es sumamente amplio y complejo, en
particular si se tienen en cuenta los aspectos relacionados con los efectos del proyectil
sobre seres humanos o animales. Por tal motivo, aquí sólo haremos una mención breve
de algunos puntos relevantes sobre todo al tirador deportivo, que es a quien está
fundamentalmente orientado este trabajo.
Tipos de proyectil: Se pueden clasificar los proyectiles según el propósito que se persigue
con ellos. Es así que podemos hablar de puntas perforantes, incendiarias, trazantes,
deformables, etc. Si nos limitamos al caso de armas livianas, largas o cortas de uso civil o
policial, las puntas están en general diseñadas para lograr alguno de los siguientes
objetivos o eventualmente la combinación de algunos de ellos:
- Máxima precisión
- Máxima penetración
- Penetración controlada
- Máximo poder de detención o de volteo
Las pistolas semiautomáticas, con alguna excepción como la Smith Wesson 52, no
admiten munición wadcutter por los problemas de alimentación que ésta generaría. Por
este motivo, en tales pistolas es frecuente el empleo de puntas"semiwadcutter" que son
de forma esencialmente tronco-cónicas. De este modo se eliminan en general los
problemas de alimentación y se obtiene en el blanco un orificio relativamente preciso que
también facilita la lectura del puntaje. Este último tipo de puntas son las más empleadas
en la disciplina de precisión Pistola Militar, en la que se dispara con calibre 9 mm o .45.
Una punta también empleada muy similar a la semiwadcutter es la ojival de punta chata,
que se diferencia de la anterior en que en lugar de ser tronco-cónica es de perfil ojival
pero terminada con un extremo chato como la semiwadcutter. Por supuesto, también
están quienes optan por puntas ojivales argumentando mejor alimentación u otras
razones.
En algunas disciplinas, como Tiro Práctico, la punta debe satisfacer un mínimo Factor de
Potencia (FP), definido de la siguiente manera:
Este factor de potencia es una medida del impulso que lleva el proyectil y está por lo tanto
relacionado con la capacidad de volteo de por ejemplo un blanco metálico.
A diferencia de lo que ocurre con armas cortas para las que las distancias de tiro no
suelen superar los 50 m, el tiro con arma larga puede extenderse a 100, 300 o más
metros. De modo que en tales casos, como ya hemos analizado, la aerodinámica del
proyectil se torna de gran importancia sobre la precisión que pueda lograrse con el
mismo. En este sentido, cabe mencionar el desarrollo realizado hacia 1963 en los Estados
Unidos por Sierra Bullets de las puntas MatchKing, a la cual ya nos hemos referido más
arriba, cuyo diseño es usado entre otras aplicaciones en la munición 7.62 x 51 NATO.
Cuando lo que se desea es máximo poder perforante, por ejemplo en munición destinada
a penetrar blindados o grandes animales, se utilizan en general puntas con núcleo de
plomo encamisadas en cobre, latón o acero. Hay otras variantes, la mayoría de ellas de
uso militar, como puntas de tungsteno o de uranio empobrecido.
Por el contrario, en algunos casos se busca que la punta tenga un poder perforante
limitado con alta capacidad de deformación. Esto resulta en la producción de heridas de
mayor diámetro en un animal o en una persona, lo que acelera su discapacitación. Se
encuentran prohibidas para uso militar por convenciones internacionales. En nuestro país
también están prohibidas para las fuerzas policiales lo que es motivo de controversia, ya
que una punta no deformable tiene más poder perforante pero tiene en general menos
poder de detención y aumenta el riesgo de atravesar el blanco y herir a ocasionales
transeúntes en un enfrentamiento urbano.
Gelatina balística: Una de las maneras más difundidas de estudiar el efecto del impacto
de un proyectil de arma de fuego sobre los tejidos de un ser humano o animal, es
mediante el empleo de gelatina balística.
La gelatina balística es un producto correlacionado con el tejido del cerdo, que a su vez es
muy similar al del ser humano y en el que es posible reproducir y analizar los efectos de
heridas de bala. Es la forma estándar de hacer estos análisis de balística terminal. En
Internet es posible encontrar diversas formulaciones para su preparación. Para su
utilización, puede efectuarse una calibración. Una forma de hacerla es por ejemplo
mediante el disparo de un balín de acero de 4.5 mm a una dada velocidad con un arma
neumática y midiendo luego la penetración que debe encontrarse dentro de determinados
valores.
Reseña Histórica de la bala Dum-Dum - 2º parte
Traducido y adaptado por Oscar E. Vanzetti
Autor: Oscar Enrique VanzettiFecha de publicación: 03/07/2015
Una cruzada contra la dominación británica en África
Pero la política internacional ahora juega su parte. El Zar Nicholas II de Rusia propuso en
agosto de 1898, una conferencia sobre la limitación de los armamentos. Todo tipo de
motivos ocultos desde entonces han sido atribuidos al Zar, incluyendo su necesidad de
reducir el gasto en armas convencionales para que pudiera así aumentar el tamaño de su
flota imperial. Cualquiera sea la razón, el 18 de mayo de 1899 la conferencia es
inaugurada en la Haya, Holanda, contando con la representación de veintiséis naciones.
Se establecieron tres comisiones para ir a través de los temas propuestos a discusión,
con una primera subcomisión sobre el tema de la "prohibición del empleo de nuevas
armas de todo tipo y de nuevos explosivos en ejércitos y flotas, como también de
examinar sobre el uso de pólvoras más poderosas que los tipos utilizados en el presente,
tanto para las armas portátiles como para cañones". El propósito, explicó el coronel J.
Gilinsky de Rusia, no debía prohibir nuevos inventos como tales, pero sí de acordar una
moratoria fijando un plazo durante el cual el material existente no debería ser remplazado,
"basado ello en el deseo del Zar, con el fin de mitigar las pesadas cargas impuestas a los
contribuyentes".
El foco de los debates, por lo tanto, debió ser el de encontrar una forma de implementar
tal moratoria para reducir costos, pero en lugar de ello, en la primera reunión, el coronel
Arnold Künzli de Suiza casi de inmediato propuso una prohibición sobre la bala Dum-Dum
diciendo que "causó heridas incurables".
Pero ahora las historias de cómo los proyectiles Dum-Dum "explotan en el cuerpo' y
causan "heridas incurables" ya habían desarrollado vida propia.
Sir Ardagh era director de inteligencia militar en la Oficina de Guerra en ese momento,
pero durante su carrera había prestado servicio en la India y en África. Desde el comienzo
de la reunión buscó que se produjera una declaración británica sobre la bala Dum-Dum.
Después de explicar la historia de este elemento dice: "la comisión que investigó la
cuestión (o sea de las balas con suficiente poder de detención o stopping power para uso
fuera de la India) recomienda dos tipos de balas, de las cuales una ha demostrado poder
hacer heridas más graves que la otra. El gobierno de Su Majestad, sin embargo, rechaza
la que origina las heridas más graves y decidió adoptar la bala que posee el mínimo
efecto necesario para "frenar" o detener a un atacante enemigo, o sea adopta a la
considerada menos destructiva, siendo ahora conocida como "bala Mark IV".
Esta nueva punta posee una pequeña cavidad cilíndrica en su nariz, en la cual no existe
la envoltura dura de metal que si reviste el resto del cuerpo. Nada de nuevo hay en la
presencia de esta cavidad en la cabeza de la bala Mark IV, ya que también existió en la
bala Snider con la cual las tropas de Su Majestad estuvieron armadas durante muchos
años, siendo una bala que era conocida perfectamente bien por todas las potencias de
Europa y que ya estaba en uso en el Ejército Británico en la fecha que se llevara a cabo la
Convención de San Petersburgo en 1868, y sobre la cual, sin embargo, ninguna objeción
fuera levantada alguna vez por razones humanitarias. El gobierno de la India, por las
mismas razones que invocan lo británicos, adoptó la mencionada bala Dum-Dum, en la
cual, como vimos, una porción muy pequeña del plomo de la cabeza no estaba cubierta
por la envoltura metálica.
Pero el gobierno de Su Majestad es incapaz de admitir que la nueva bala adoptada por
ellos, por poseer un mínimo efecto destructivo, pueda ser considerada como capaz de
infligir sufrimientos innecesarios y, teniendo en cuenta el hecho de que hasta
recientemente los fusiles de todas las potencias dispararon balas de plomo sin una
cubierta y, además, porque una bala con una cavidad en la cabeza fuera usada
posteriormente y durante muchos años en el ejército de Su Majestad, incluso en la fecha
de efectuarse la antes mencionada Convención de San Petersburgo, son incapaces de
admitir que la existencia de que tal cavidad y la exposición de una pequeña porción de
plomo en la nariz de la bala sean motivos suficientes para justificar la condena de
cualquiera de estos u otros métodos de construcción.
Pero los experimentos que se realizaron en Inglaterra llegaron a la conclusión de que las
heridas causadas por estas nuevas balas no son más graves ?pero si tan severas? como
las heridas causadas por las grandes puntas que se disparaban con los anteriores fusiles,
por lo tanto, en el gobierno de Su Majestad que, decía, estaba enteramente de acuerdo y
compenetrado con el deseo de evitar el uso de misiles que infligiesen heridas de
innecesaria gravedad a las tropas, son incapaces de admitir que con esta prohibición
están implicados cualquiera de los anteriores métodos de construcción.
También se señaló que los suizos y los portugueses utilizaron misiles que fueron iguales
que las Dum-Dum sin que se elevaran voces de protesta, pero esto causó poca impresión
ante las partes y comenzó a despuntar gradualmente entre los británicos que, para las
potencias europeas, la razón no tenía nada que ver con el bienestar de sus semejantes.
Para ellos, ésta fue parte de un período de la historia conocido ahora como el de la "pelea
por África" (generalmente visto seriamente como el resultado de la Conferencia de Berlín
en 1884 (9), y de la cual la expedición de Kitchiner (10) era una parte importante) con
Bélgica, Alemania, España, Francia, Italia y Portugal que también presentaron sus
demandas y algunos de ellos, si bien no todos, vieron una oportunidad para anotarse
puntos fuera de Gran Bretaña para su propia ventaja.
Como lo veía Sir Ardagh "toda la discusión era una cruzada contra la dominación británica
en África, orquestada por Rusia".
El 29 de julio de 1899 el texto adoptado por la Conferencia, redactada en gran parte por
Rusia, Rumania y Francia, a pesar de las objeciones de Gran Bretaña y de los Estados
Unidos, fue: "las partes contratantes acuerdan abstenerse del uso de las balas que se
expandan o aplasten fácilmente en el cuerpo humano, tal como las balas con una
envoltura dura la cual no cubra completamente al núcleo o esté perforada con incisiones.
La presente declaración es sólo vinculante para las partes contratantes en el caso de una
guerra entre dos o más de ellos. Dejará de ser obligatoria en una guerra entre las partes
contratantes, a partir del momento en que uno de los beligerantes se comprometa al no
uso de la fuerza".
Hoy todavía se cree que una vez que la declaración fuera hecha se aplicaría
automáticamente a todas las partes integrantes de la Conferencia, pero éste no fue el
caso. Gran Bretaña seguía argumentando desde su rincón y, juntamente con los Estados
Unidos, Portugal y algunos otros pocos países, se negó a ser oficialmente una de las
"potencias contratantes", basándose en que las discusiones habían estado fundadas en
experimentos erróneos, de los cuales se extrajeron conclusiones no válidas.
Extraoficialmente se cree que fue motivada porque los británicos sabían que habían
actuado de manera apropiada, y que se encontraron verdaderamente en desventaja en el
curso de acción de la Conferencia que estaba dirigida directamente contra ellos. Y eso no
les gustó.
EL DILEMA
En octubre de 1898 George Wyndham había asumido el cargo de Subsecretario de
Guerra y tan pronto como comenzó la Conferencia de la Haya (11) los rumores sobre lo
que se debatió en ella fueron ampliamente difundidos. El 11 de julio de 1899, incluso
antes de la redacción de una declaración final "acordada", se le preguntó a Wyndham en
la Cámara de los Comunes "si él consentirá en poner sobre la mesa los informes de las
experiencias quirúrgicas y de los experimentos relacionados con los efectos del misil Mark
IV, ya que sobre la base de dichos experimentos la bala ahora está siendo provista a los
soldados británicos enviados a Sudáfrica; y si él puede indicar si el informe condenatorio
divulgado sobre la bala Dum-Dum por la Conferencia de Paz de la Haya ha sido
oficialmente traído luego de pasar bajo el análisis de las autoridades del Ministerio de
Guerra". Wyndham respondió diciendo que: "la Mark IV ha sido la bala de dotación en el
Ejército Británico desde febrero de 1898 y, como tal, ha sido enviada a nuestras tropas en
África del sur, y no puedo exponer los informes de los experimentos que condujeron a la
adopción de dicha bala antes que a los miembros de la Cámara como tampoco de los
experimentos más recientes, ya que contienen información confidencial. Nuestros
representantes en la Haya han informado a dicho organismo de tales procedimientos de
vez en cuando. Pero estos informes provisionales han sido necesariamente parciales y no
son concluyentes".
Ya había ocurrido una guerra Anglo-Bóers entre 1880 y 1881 donde los británicos salieron
derrotados, y la segunda guerra de los bóers comenzó el 11 de octubre de 1899. La
ofensiva de los bóers se transformó posteriormente en una guerra de guerrillas que duró
hasta mayo de 1902 y costó unas 75.000 vidas, de las cuales unas 22.000 eran de
soldados británicos. Comenzó la mencionada guerra sólo diez semanas después de la
Declaración de la Haya y durante los preparativos bélicos se presentó un dilema para los
británicos, porque por entonces era la bala de Mark V Woolwich la que estaba en uso y al
mismo tiempo, en general, era ello lo que estaba fuertemente cuestionado por otros
países.
Pero para los británicos los bóers no eran parte de la Declaración, ya que en ella no
estaban mencionados ni las "tribus" ni los "salvajes".
General inglés del Imperio de la época
Pero pese a todo, el alboroto sobre las balas Dum-Dum sigue estando aún en el aire, y no
es menos importante el impacto causado por la negativa de Gran Bretaña a aceptar la
Declaración.
Pero en el gobierno británico se dieron cuenta de que con esta actitud, la de dejar el
proyectil Mark V en uso, se les entregaba a los bóers, como regalo, una importante
propaganda. Después de mucha discusión y de un examen de conciencia se decidió
inclinarse ante lo inevitable y la mencionada negativa se retiró a regañadientes.
Cada lado acusó al otro de usar, durante la guerra, balas Dum-Dum en un momento u
otro de la misma.
La bala de Mark VI introducida en 1904 era similar a la Mark II, pero la chaqueta o camisa
se hizo más delgada, de modo tal que era más probable de romperse con el golpe del
impacto contra el cuerpo de un enemigo. Una segunda "Conferencia de Paz" se llevó a
cabo en la Haya entre julio y octubre de 1907 y uno de los resultados, bajo el título de
"medios de lesionar al enemigo, asedios y bombardeos", fue la declaración que establecía
qué: "además de la prohibición prevista en los convenios especiales, queda
especialmente prohibido [...] el emplear armas, proyectiles o material calculado para
causar sufrimientos innecesarios".
Pero esto añade poco a la preocupación que ya existía sobre las balas que los tenían
atareados.
Descrita en 1915 por el Dr. J. Hartnell Beavis, ex director del British Field Hospital for
Belgium (hospital de campaña británico para Bélgica), como "un adelanto ingenioso sobre
la Dum-Dum", fue hecha específicamente para ser más pesada en la base o cola.
Por lo antes mencionado era probable que traspasare (o perforara) al blanco primario e
impactara a otro individuo que se encontrara por detrás, pero esto no era considerado un
problema mientras hiciera suficiente daño al primer herido. De hecho, era preferible que
hiciera lo mismo con el segundo.
Después de que el Dr. Beavis dejara las cosas en claro ("dejar el gato fuera de la bolsa",
en la versión original), se alegaba que el Mark VII era "una bala Dum Dum en todo, pero
con otro nombre", pero esto fue rechazado con una simple declaración de que la bala se
conformó de acuerdo con la redacción de la Declaración de 1899. Nadie estaba
preparado para ser tan antipatriótico como para seguir con el tema porque, por entonces,
Gran Bretaña estaba en guerra con Alemania, un país que estaba prestando escasa
atención a las demás medidas supuestamente prohibidas en las dos conferencias de la
Haya, incluyendo el uso de gas venenoso.
Pero esto no hacía que los británicos dejaran de quejarse, con asombrosa hipocresía, de
que la bala puntiaguda (Spitzgeschoss) utilizada por los alemanes causó lesiones más
extensas que la bala Dum-Dum.
La bala Mark VII vería pasar a Gran Bretaña a través de dos guerras mundiales, y pocas
personas hasta hoy no tienen idea de por qué esta controversia no pudo finiquitarse, ya
que tantos acontecimientos la podrían haber "tragado" fácilmente.
La inteligente construcción interna del misil estaba oculta dentro de una chaqueta de duro
metal y, por lo tanto, lo que estaba fuera de la vista permanecía fuera de mente.
MUNICIÓN POLICIAL
Pero todo lo antes mencionado era de poco o ningún interés para la policía británica, ya
que nadie sugirió en algún momento que la Declaración de la Haya podía ser aplicada a
las municiones de las fuerzas policiales, y en sus filas se continuaban utilizando todo lo
que ya tenían en uso para sus armas de fuego. Durante mucho tiempo, después del
estallido de la I Guerra Mundial, el arma más común (pero no la única) en los armeros de
la policía británica fue la pistola semiautomática (self-loading pistol) Webley & Scott en
calibre .32 (7,65 mm) pasando luego a tener una bala o punta encamisada (conocido
ahora como calibre .32 ACP).
En la década de 1950 las armas disponibles en muchas fuerzas policiales del Reino Unido
dependían de las pistolas o revólveres que sobraron de las fuerzas enemigas que se
rindieron en la II Guerra Mundial (1939-1945) y que no fueron devueltas, aunque fue el
revólver Webley & Scott Mark IV en el calibre .380, (13) el cual utilizaba una bala de punta
redondeada toda de plomo, el que fuera comprado en mayor cantidad por las fuerzas
policiales.
En 1972 la rama consultiva científica del Ministerio del Interior (Home Office Scientific
Advisory Branch o HOSAB, por sus siglas en inglés) publicó una nota informativa
(No.1/72) recomendando que clase de armas se deberían adoptar en las fuerzas
policiales. Este intento de normalización fue en gran medida una instigación para la
Federación de Policías, la que observó que: "el arma seleccionada debe tener la
suficiente energía al impacto para asegurarse de que el oponente sea incapacitado, pero
no causar una penetración excesiva que pueda llevar a la posibilidad de herir a otra
persona detrás del blanco o de causar un grave riesgo de rebotes".
El arma designada como "revólver de policía para propósitos generales" fue el revólver
Smith & Wesson Military & Police (militar y policial) en calibre.38 Special (o especial), con
un cañón pesado de 4 pulgadas de longitud, también conocido como modelo N° 10. Este
revólver disparaba una bala de plomo duro, con nariz redondeada (Lead Round Nouse o
LRN) y no había ninguna discusión sobre la necesidad de obedecer lo establecido en la
Convención de la Haya. Este modelo de revólver, en ese calibre, todavía hoy es fabricado
por la casa Smith&Wesson.
Cartuchos para revólver calibre 38/200 ó .380 para los ingleses, con bala encamisada
La primera mención de los convenios de la Haya, aunque no directamente en relación con
las municiones policiales, llegaron en 1985.
Después de varios incidentes en los cuales el uso de la bala policial estándar antes
mencionada pareció no tener el efecto deseado, el comité conjunto permanente sobre el
uso de armas de fuego de la policía (en inglés se abrevia con la sigla SRDB, la cual
reemplazó a la anterior HOSAB) pidió al Ministerio del Interior "que llevara a cabo el
desarrollo de una investigación científica para indagar sobre una munición de arma de
fuego de puño que fuese apta para el servicio policial. Los requisitos principales eran de
que la munición debía ofrecer una mayor potencia de parada que el cartucho actualmente
disponible que portaba una bala de plomo de 158 grains de peso y nariz redonda (LRN),
que fuese barata, fácilmente disponible, cumplir con el espíritu de los convenios
internacionales y ser compatible con el uso del revólver Smith & Wesson modelo 10".
El informe resultante (N° 24/85) recomienda que la policía cambie a "una bala de 125
grains de peso, Semi-jacketed Semiwadcutter (semiencamizada y con forma de semi-
sacabocado)".
Pero la adopción de este nuevo cartucho demostró ser que un problema para aquellas
fuerzas que utilizaban pistolas semiautomáticas en el calibre 9 mm Parabellum. La
estandarización de las armas ya se había dado como una causa perdida algunos años
antes y, sin la existencia de munición del 9 mm con esa descripción deciden adoptar el
equivalente más cercano a ella, y que era una punta de 95 grains de peso, encamisada y
con punta blanda (Jacketed Soft-Point o JSP).
Ambas cartuchos habrían sido descritos como del tipo Dum-Dum un siglo antes, y que se
sepa no se conoce que ningún "ser humano normal y saludable" haya tenido "su brazo
arrancado" como consecuencia de su uso.
Como había sido el caso con las armas de puño, la normalización de los fusiles ya había
desaparecido hacia 1988 y hubo una gran variedad de marcas de rifles en diferentes
calibres que estaban siendo utilizados por las fuerzas, y algunas ya habían adoptado un
fusil en un calibre intermedio entre el .223 ó el .243 (5,56x45 mm y 6x52 mm,
respectivamente).
Una vez más, un siglo antes, esta bala habría sido descrita como una Dum-Dum.
Esto no debía ser criticado de ninguna manera. Fue, de hecho, sólo una declaración
sencilla, pero ello no quería decir que el tema ya dejó de ser controvertido.
Cuando la policía Suiza anunció en 2006 su intención de adoptar una bala expansiva, la
filial local de Amnistía Internacional se opuso, rechazando, como si fueran irrelevantes, los
principios básicos de las Naciones Unidas sobre el uso de la fuerza y de las armas de
fuego, diciendo que: "nosotros todavía seguimos pensando que estas balas son
prohibidas para usar en tiempo de guerra; y de que Suiza, por ser el Estado depositario
de los convenios de Ginebra, no debe aceptarlos".
La Asociación Médica Suiza también expresó "su preocupación acerca de las nuevas
municiones que causan lesiones permanentes o que resultan en un incremento de
lesiones mortales". Sin embargo, un portavoz de la Policía Federal Suiza dijo que
"Alemania ha estado usando balas expansivas por cerca de cuatro años y la tasa de
mortalidad no ha aumentado como resultado de ello. [...] Las balas en uso actualmente
por lo general atraviesan el cuerpo. [...].las balas expansivas no deben hacer esto [...].Y
ello evitará la posibilidad de que dos o tres personas puedan ser heridas por un mismo
proyectil".
Si el uso de balas expansivas usadas por la policía todavía puede generar alguna
emoción negativa, su uso por las fuerzas armadas hace incluso más. Sin embargo, hoy en
día las batallas donde un ejército regular vestido con su uniforme reglamentario tiene una
pelea cara a cara en campo abierto con el ejército uniformado de otro Estado, son la
excepción.
En la actualidad, el entorno donde se combate es mucho más probable que sea urbano y
con un enemigo donde muchos de los cuales no son menos fanáticos que sus
predecesores, ocultándose entre ellos mismos y vistiéndose como la población local. Esto
aumenta las posibilidades de que ocurran los llamados "daños colaterales" (colateral
damage) con la intervención de partícipes inocentes al ser alcanzados por proyectiles que
sobrepenetran (perforan) a un oponente o porque rebotan.
Las fuerzas militares se preguntan por qué están limitados en el uso de esta clase de
municiones, a las cuales podrían utilizar cuando las condiciones del medio ambiente que
los rodea no son diferentes a los encontrados por las fuerzas policiales. En algunos
casos, inclusive, están trabajando junto con la policía, pero una solución a este dilema
dista de ser sencillo. Incluso si el gobierno británico anunciara unilateralmente que se
plantearía a no aplicar las Declaraciones de la Haya a sus fuerzas armadas por el cambio
en la forma en que ahora se están librando las guerras, ello sería un formidable obstáculo
más para superar.
Como hemos visto, el gobierno británico había estado "recomendando" la munición que
puede ser utilizada por la policía desde 1972.
En septiembre de 1998 el Ministerio del Interior desarrolló una rama científica de la policía
británica (Home Office Police Scientific Development Branch, o por sus siglas PSDB) la
cual publicó su especificaciones para el rendimiento de las municiones 9 mm para uso
policial, con una bala de 95 grains de peso, encamisada y con punta blanda (Jacketed
Soft Point ó JSP), enfatizando que la munición de punta hueca no era aceptable. Sin
embargo, en septiembre de 2007 el PSDB revisó las especificaciones de 1998 y presentó
una comparación entre la bala 9 mm de 95 grains JSP, con una munición de punta hueca
seleccionada.
También el PSDB realizó sus propias pruebas para llegar a la conclusión de que: "debería
prestarse atención a la utilización de munición con punta hueca como una configuración
apropiada para las operaciones con las armas de fuego policiales".
Fere Libenter Homines Id Quod Volunt Credunt
(Los hombres casi siempre están dispuestos a creer lo que desean .Julio César 101- 44
A.C.)
Cuando un debate sensible e informado pueda llevarse a cabo sobre este tema de la
llamada munición "humanitaria", los días conflictivos parecerán estar tan lejos como
siempre.
(10) Horatio Herbert Kitchiner, famoso militar y político británico de origen irlandés que
fuera nombrado comandante en jefe de las tropas británicas en la India entre 1902 y
1909. Alcanzó la fama en su país al participar en la reconquista de Sudán (segunda
expedición) para la Corona Británica entre 1886 y 1899. Ingresó en la Orden del Baño y
fue nombradoSirdar (jefe militar) del Ejército Anglo-Egipcio al que dirigió en la batalla de
Omdurmán contra los sudaneses el 2 de septiembre de 1898. La victoria Anglo-Egipcia se
debió en gran medida a las facilidades creadas por la construcción de líneas férreas en la
zona que el propio Kitchiner había promovido. Ese mismo año, resolvió incruentamente el
"Incidente de Fachoda" con las fuerzas coloniales francesas que pretendían extender su
área de influencia hasta el río Nilo, evitando la guerra entre ambos países.
Los bóeres vestían su ropaje cotidiano de granjeros, fabricados en paño de color caqui,
algo que no llamaba notablemente la atención en el medio ambiente africano y que les
permitió a estos expertos tiradores fustigar fácilmente a las tropas británicas a distancia,
mientras que los uniformes británicos seguían siendo rojo escarlata, algo que llamaba
notablemente la atención en el paisaje africano y que permitió a los bóeres, expertos
cazadores y francotiradores, hostigar fácilmente a las tropas británicas a distancia.
(12) Tumbarse: Significa que el proyectil da vueltas o gira sobre su centro de gravedad
durante su volido, pudiendo quedar el extremo posterior hacia delante o bien pegar en el
blanco de costado. En inglés: Tumbling.
(13) El revólver Webley & Scott Mark IV fue presentado por la empresa homónima a
consideración de las FF.AA. británicas el 19 de Julio de 1921 en el calibre .38
Smith&Wesson (ó .38 corto), siendo rápidamente aceptado por ser más pequeño y liviano
que el revólver en el calibre .455 Webley, del cual se dice que era una reproducción a
escala. El cartucho adoptado para él fue el 38/200, cuyo proyectil alcanzaba en la boca de
fuego una velocidad de 198 m/s (650 pps) y a 45 m conservaba una velocidad de 177
m/s. Para cumplir con las disposiciones sobre el uso de los proyectiles de las armas
empleadas en casos de guerra, la bala de este revólver tuvo que ser totalmente
encamisada. El 30 de agosto de 1922 el gobierno británico concede a la firma Enfield
Arms Factory de Enfield (fábrica estatal de armas) la autorización para su fabricación
obviando así a la empresa que lo diseñara originalmente, pasando ahora a denominarse
Enfield N° 2 Mark I. Esta situación generó un pleito legal que culminó con el pago de una
suma de 1.250 libras como compensación a la W&S. Pero durante la II GM, ante la
necesidad de una mayor cantidad de armas de puño, el gobierno británico debe recurrir
nuevamente a la empresa Webley & Scott para que fabricara este tipo de armas, llegando
a producir alrededor de 120.000 revólveres Webley & Scott Mark IV en el calibre antes
mencionado. Este arma estuvo en servicio hasta 1963. Es menester agregar que las
FF.AA. británicas también usaron otras variedades de armas de puño además de los dos
revólveres antes mencionados.
Pasada la IIGM numerosos cuerpos policiales de otros países como Israel, Canadá y
Australia, entre otros, compraron este revólver Webley & Scott Mark IV que resultó ser de
excelente calidad y competencia para el servicio policial estando en servicio hasta,
aproximadamente, la década del 70.
Reseña Histórica de la bala Dum-Dum - 1º parte
Traducido y adaptado por Oscar E. Vanzetti
Autor: Oscar Enrique VanzettiFecha de publicación: 04/06/2015
(FUENTE: Mike Waldren: Dum-Dum Bullets. Police Firearms Officers Association.
June 2012).
(http://www.pfoa.co.uk/uploads/asset_file/Dum-Dum%20Bullets_1.pdf)
A las armas en general y a las de fuego y sus municiones en particular, se las puede
estudiar desde diversos ángulos, dependiendo ello de la afinidad que cada uno posee al
respecto, siendo por ello una actividad propia de cada individuo.
La hoplología es la ciencia cuyo objeto de estudio son las armas en sus diferentes
variedades, sean de fuego, cortantes, punzantes, etc., siendo su sustancia el desarrollo
de las mismas y sus relaciones con las diferentes áreas de la cultura humana. También
conlleva el estudio de las municiones de las armas de fuego, utilizando las mismas
premisas científicas con las que se estudia la gran diversidad de tales ingenios a los que
puede recurrir el ser humano.
En esta nota he traducido un artículo sobre la bala Dum-Dum, la cual constituye un hito
importante en la búsqueda de la llamada "bala humanitaria" con el fin, dicen, de buscar un
proyectil que cause, en el curso de una guerra, la lesión o herida menos grave posible
entre los combatientes, pero que no buscan evitar que se produzcan tales guerras. Tal
cuestionamiento sobre este tipo de balas y proyectiles continúa en nuestros días.
Me atrajo de la nota original la manera en que el autor trata el tema, al que incorpora
elementos de la llamada "diplomacia", de los británicos y de otros países, expresados
muchas veces con una retórica explícita en cinismo y falsos argumentos humanitarios.
He traducido tratando de narrar los hechos históricos respetando el núcleo del trabajo
original "limitándome a hilarlos con un ejercicio mínimo de imaginación", como dice Isabel
Allende en uno de sus libros.
Para beneficio del lector he agregado unas pocas figuras y algunos breves comentarios,
de allí lo de reseña, con el solo fin de hacer su lectura más "digerible".
Esto le arrancará el brazo a un ser humano sano normal
El tipo de munición utilizada por las fuerzas policiales en el Reino Unido (1) en ocasiones
se convierte en un tema de acalorado debate, particularmente si hay cualquier sugerencia
de que la policía ha utilizado, utiliza o pretende utilizar balas Dum-Dum. Pocas personas,
sin embargo, tienen una idea clara de lo que es en realidad este tipo de bala. A menudo
se la describe como una bala que "puede arrancar el brazo de un ser humano normal y
saludable" o bien causar otras lesiones indescriptibles. Eso, cuenta la leyenda popular, es
porque era de uso "ilegal" por los llamados "estados civilizados" según lo estipulado en el
Convenio de la Haya en 1899 en el cual estaba incluido Gran Bretaña (aunque a menudo
es sustituido por una no especificada Convención de Ginebra), asegurando que sólo las
llamadas "balas 'humanitarias" habían sido utilizadas en conflictos armados desde
entonces. La realidad es muy diferente y las falsedades han plagado al tema desde el
momento en que la bala en cuestión fue inventada.
Dos intentos de aliviar la situación fallaron y, como cada vez más hombres de Umra Khan
y Sher Afzal se iban reuniendo cada día, el gobierno británico decidió enviar una
importante expedición de 15.000 hombres para solucionar la insurrección que ya había
provocado varias víctimas. Mientras que éstos marchaban hasta el sur encontrando en el
camino una gran oposición, una pequeña fuerza secundaria comandada por el teniente
coronel James Kelly marchó desde Gilgit, en el Oriente, hacia Chitral. Con grandes
esfuerzos estos hombres cruzaron unas 220 millas de montañas, algunas de las cuales
estaban cubiertas de gran cantidad de nieve, llegando a Chitral Fort en veintiocho días,
motivo por el cual Umra Khan y Sher Afzal abandonan el asedio. La fuerza principal llegó
unos días después para alivio de las tropas de J. Kelly. Los británicos sufrieron menos de
cien bajas y aunque las pérdidas sufridas por Sher Afzal y Umra Khan son desconocidas,
al parecer las cifras reportadas por los ingleses las calcularon en varios miles.
Estos eran los hechos que hicieron gloriosos a los triunfos militares victorianos, pero
habrían sido olvidados de las páginas de la historia si no fuera por las acciones de
algunos de los soldados británicos que participaron en los combates. Por ello, ésta fue la
expedición militar que condujo a la aparición de la mencionada bala Dum-Dum.
Hacia fines de 1800 se arriba a una época de grandes cambios para todos los ejércitos
europeos, refiriéndose especialmente a qué armas de fuego y tipo de munición estaban
utilizando.
En el caso de los británicos, en 1866 se produjo la adopción del rifle de retrocarga Enfield-
Snider que utilizaba una bala de plomo desnudo en el calibre .577 (14,7 mm), con una
velocidad inicial de 1.250 ft/s (pies por segundo o pps). Éste fue reemplazado en 1871 por
el Martini-Henry que también disparaba una bala de plomo calibre .450/577 con una
velocidad inicial similar. En 1888 se introdujo como arma reglamentaria el fusil Lee-
Metford Mark I, que significaría el primer y verdadero rifle de repetición a cerrojo adoptado
por el Ejército Británico. Este fusil tenía un almacén cargador para varios cartuchos y la
munición que usaba era del calibre .303 (3). La bala era de un diámetro menor, o sea de
menor calibre a las balas de los fusiles antes mencionados y más liviana, lo que
significaba que la velocidad inicial se incrementara a 1.830 pps, pero esta elevada
velocidad a nivel de la boca de fuego creó un problema. La mayor velocidad significó que
se generara más calor dentro del ánima del cañón con el resultado de que algo de plomo
se adhiriera en los campos y en el fondo de las estrías, causando con ello un mayor
depósito de residuos y ensuciamiento del mismo. Para superar esto le fue agregada a la
bala una cubierta o camisa completa de cupro-níquel, para evitar el contacto directo del
plomo con el ánima del fusil.
La gran cantidad de humo originada por los disparos de los soldados británicos durante la
expedición a Chitral en el año 1895, era generado por los fusiles que usaban cartuchos
cargados con pólvora negra, siendo, algunos de ellos, los que llevaban engarzados en su
vaina a las balas Dum-Dum. Ello fue superado cuando se comienza a utilizar la cordita, la
cual se introdujo en el Ejército Británico en 1891, y fue considerada como una nueva
pólvora sin humo (una mezcla de nitroglicerina, celulosa y jalea mineral). Esto también
tuvo el efecto de aumentar la velocidad inicial del proyectil a 1.970 pps. El desarrollo final
del nuevo cartucho tenía una bala de nariz redondeada completamente revestida por una
camisa de cuproníquel y fue conocida oficialmente como "Cartridge S.A. Ball, Magazine
Rifle Cordite Mark I" (que se puede traducir aproximadamente como: cartucho cargado
con cordita para el fusil Lee-Metford Mark I), arma que más tarde se convierte en el
denominado fusil Mark II.
A los soldados británicos no les gustaba la nueva bala del cartucho antes mencionado por
varias razones. En primer lugar, había una tradicional sospecha y desconfianza sobre
algo que no era lo soñado como "ideal" por los soldados, y eso fue lo que significaba el
utilizar una bala con la cual nunca habían combatido y que, además, debían adoptar un
nuevo lenguaje militar proveniente de una nueva época, el cual continuaría evolucionando
con el paso del tiempo. El rechazo a la nueva munición se veía agravada porque los
soldados no percibían en el nuevo cartucho, como estaban acostumbrados, una gruesa y
reconfortante punta de plomo blando de gran tamaño, como eran con las que habían
combatido hasta ahora en muchas situaciones difíciles, creyendo que la nueva bala de
calibre más pequeño no era probable que fuese tan eficaz como las anteriores al ser
disparada hacia un enemigo que avanzaba. Y, finalmente, sus peores temores se hicieron
realidad en las frecuentes escaramuzas durante la expedición a Chitral, cuando
comenzaron a propagarse rumores de que entre las tribus atacadas todavía había
hombres capaces de luchar después de haber sido impactados por varios de los nuevos
proyectiles calibre .303 totalmente encamisados (Ndel T: hoy conocidas como Full Metal
Jacket o FMJ).
Figura N°4 : De izquierda a derecha, cartucho .577 Snider, cartucho .577/450 Martini-
Henry con la vaina formada por una hoja de latón enrollada, cartucho .577/450 Martini-
Henry con vaina de latón extruido y cartucho .303 British Mk II
Una historia, que sin duda se amplificaba en el tiempo a medida que se propagaba la
narración, circuló ampliamente acerca de un miembro de una tribu que habiendo sido
alcanzado por seis de las balas mencionadas (o mejor dicho, proyectiles) pudo
recuperarse totalmente después del tratamiento hospitalario.
Dado el talento del soldado británico promedio para la improvisación, no pasó mucho
tiempo antes de que uno de ellos descubriera que tomando una bala .303 totalmente
encamisada y frotando su nariz contra una piedra, era posible desgastar esa parte
superior de la chaqueta, de modo tal de poder ver, otra vez, el viejo y confiable núcleo de
plomo en su interior. Cuando esta punta así "trabajada" se disparaba contra los atacantes,
se obtenía el resultado deseado por los soldados de la corona.
La necesidad de los británicos de tener una fábrica de munición en la India había sido
reconocida tempranamente hacia 1846, y la primera en ser construida fue en Dum-Dum,
un pequeño pueblo situado al noroeste de Calcuta (rebautizada como Kolkata en 2001).
El desarrollo de la nueva bala fue justo a tiempo, porque en 1897 se produjo un estallido
de protesta que terminó en una rebelión general contra los británicos. Las mayores
revueltas se produjeron en la frontera noroeste hacia 1898, y la información sobre los
acontecimientos era obtenida de los informes muy bien detallados de los corresponsales
de guerra especiales y también de los informes militares oficiales, muchos de los cuales
citaban los hechos de forma fidedigna.
El territorio que ocupaban los insurrectos abarcaba, según los informes mencionados:
"desde Waziristán (Nota del Traductor: una región montañosa del noroeste de Pakistán
que limita con Afganistán a la izquierda) hasta Bimer a la derecha, en un tramo de más de
400 millas de nuestra zona fronteriza, en la cual se encontraban unos 200.000 hombres
que eran muy buenos combatientes. Las tribus enemigas se disponían formando una
semicircunferencia y las que enfrentaron a los británicos con más prontitud en esta línea
fronteriza fueron los Dirbund, que se encontraban en la parte superior de la misma, en el
Indo, ubicándose las tribus en el siguiente orden: los Bunerwals, los Swats, los Utman
Khels y los Mohmunds; luego estaban los Khyber y por último los Afridis. En el flanco
norte de la carretera de Kohat a Thull estaban los Orakzai".
COMIENZA EL MITO
En las primeras etapas de la revuelta se decide conformar una expedición punitiva bajo el
mando del major general Sir Bindon Blood, que ganaría fama internacional como
resultado de la narración de los hechos realizada por un joven teniente que acompañaba
a la mencionada excursión militar. El nombre del joven escritor era Winston Churchill (4) y
su libro fue titulado "The Story of the Malakand Field Force", que se puede traducir
como La historia de las fuerzas militares en los campos de Malakand. En su libro W.
Churchill describe cómo durante un ataque enemigo, éstos llevan a cabo una "decidida y
vigorosa carga con espada por todos los costados del campo. El enemigo, que contaba
alrededor de 4.000 hombres, demostró el mayor valor pero el fuego de las armas de los
británicos, sin embargo, los masacró. La disciplina de los soldados británicos era
admirable y la terrible arma con la que estaban armados y que utilizaba la aún más
terrible bala Dum-Dum, detuvieron cada ataque".
Churchill llegó a escribir que: "el poder del nuevo rifle Lee-Metford con la nueva bala Dum-
Dum, ahora llamada no oficialmente como bala "ek-dum" (del Indostaní: "a la primera
vez") es tremendo. Los soldados que la han usado tienen absoluta confianza en su arma.
A más de 500 yardas no hay ninguna dificultad acerca de juzgar la distancia al blanco ya
que dispara bastante recto o, técnicamente hablando, tiene una trayectoria plana. Esto es
de gran valor. De la bala puede decirse que su poder de detención es todo lo que podría
desearse. La bala Dum-Dum, aunque no es explosiva, es expansiva. La bala original del
Lee-Metford tenía un núcleo de plomo recubierto por una capa de níquel con una zona
descubierta en la base. En la bala mejorada Dum-Dum la cubierta exterior o camisa ha
sido retirada hacia atrás dejando expuesto el núcleo de plomo en la punta, y el agujero en
la base se hizo un poco más pequeño. El resultado de todo ello es maravilloso y desde el
punto de vista técnico se puede ver a una hermosa máquina. En impactos sobre huesos
la bala puede expandirse o fragmentarse y entonces producir astillas que ocasionan
roturas y desgarros en los tejidos causando heridas en el cuerpo que generalmente son
mortales, y un impacto en cualquier miembro requiere de amputación".
Pero no fue el único que disfrutaba narrando con hipérboles cuando describía al fusil Lee-
Metford como "terrible" y de "peor" a su bala, la que causaba "heridas en el cuerpo que
son generalmente mortales, y que impactos en cualquier extremidad requieren
amputación". Para los lectores victorianos esto alimentaba de manera directa y clara su
creencia en la superioridad natural de los británicos para todas las cosas y se encargó,
solapadamente, de señalar un poco de esa superioridad con un disimulado agrado.
Desafortunadamente para los ingleses, también empezó a rodar una pelota que resultaría
imposible de detener.
La Convención de Ginebra referida por Churchill tuvo lugar en 1864, "se relacionaba
exclusivamente con la atención médica de los heridos y eso no nos preocupaba a
nosotros". La declaración de San Petersburgo en noviembre de 1868, por el contrario,
había fijado los límites técnicos en que las necesidades de guerra deberían ceder a las
exigencias de la humanidad y decretó que: "el único objeto legítimo a los cuales los
Estados deberían esforzarse durante la guerra es lograr debilitar a las fuerzas militares
del enemigo. Que para ello es suficiente incapacitar al mayor número posible de hombres,
pero que este objetivo podía ser excedido por el empleo de armas que agravaran
inútilmente los sufrimientos de los hombres con discapacidad o bien hacer su muerte
inevitable. Que el empleo de tales armas, por lo tanto, podría ser contrario a las leyes
humanitarias. Las partes contratantes se comprometen mutuamente a renunciar en caso
de guerra entre ellos al empleo, por sus tropas militares o navales, de cualquier proyectil
con un peso por debajo de 400 gramos, que sean explosivos o cargados con sustancias
inflamables o fulminantes" (NdelT: entiéndase aquí como "fulminantes" a una mezcla
detonante).
La verdadera "bala explosiva" era una novedad victoriana y fue utilizada por un corto
tiempo por los cazadores de animales. Consistía en una bala con una cavidad interna la
cual se llenaba con una mezcla de clorato de potasio y sulfuro de antimonio en partes
iguales y estaba cerrado, en su extremo libre, con cera de abejas. Ésta debía detonar
dentro del animal aumentando las lesiones internas, como en efecto lo hizo cuando
funcionaba. Versiones modernas siguen estando disponibles y una de ellas fue utilizada
por John Hinckley en su intento de asesinar al Presidente Reagan, en 1981.
En cuanto a la punta Dum-Dum Churchill estaba preocupado, pues si bien las Dum-Dum
no eran explosivas ni estaban cargadas con sustancias inflamables o fulminantes,
Churchill había reconocido el error que dejaba ese vacío legal y por ello consideró a tales
balas como aplicables para el uso militar. Esta disquisición estaba abierta a una amplia
interpretación y los británicos sostenían que sin modificación, la bala Mark II estándar
traspasaba las extremidades o el cuerpo sin causar el colapso inmediato, a menos que
alguna parte vital o un hueso importante fuera herido. En caso de una guerra europea
este aspecto fue considerado como de relativamente poca importancia, ya que un hombre
civilizado es mucho más susceptible a una lesión que los animales salvajes, como el tigre,
por ejemplo. Y agrega Churchill "por regla general, cuando un hombre blanco está herido
él considera que ya ha tenido suficiente daño y está predispuesto a abandonar el frente
de combate e ir a la retaguardia. Pero un animal salvaje como el tigre no es tan
impresionable y va a seguir luchando".
En febrero de 1898 Sir Howard Vincent, quien había sido el director de investigación
criminal de la policía antes de entrar en política en 1888, preguntó al Secretario de la India
Lord George Hamilton, si era cierto que "los enemigos de la reina, en los combates en la
frontera noroeste, han obtenido posesión de las últimas armas de precisión y
particularmente de fusiles a repetición Lee-Metford y balas Dum-Dum". Hamilton
respondió que "las llamadas balas Dum-Dum, que no son explosivas, han sido utilizadas
contra nuestras tropas en las recientes campañas en la frontera, y probablemente son
parte de una gran cantidad de munición capturadas de un convoy por la tribu de los
Afridis".
Pero algo acerca del nombre Dum-Dum había capturado la imaginación del público y su
fama empezó a crecer, como lo hicieron todo tipo de rumores sobre sus efectos.
En febrero de 1898 Lord Stanley de Alderley, quien tiene la distinción de ser el primer
musulmán miembro de la Cámara de los Lores, preguntó al gobierno de Su Majestad "si
se pondrá sobre la mesa algún informe médico-quirúrgico referido a las heridas del
soldado Piper Findlater y, también, de otras heridas causadas por balas Dum-Dum, para
que el país pueda juzgar si son contrarias o no al espíritu de la Convención contra las
balas explosivas, y si el gobierno de Su Majestad podía ser sancionado por el uso de ellas
para propósitos militares".
Stanley continúa: "los Afridis dicen que nosotros hemos utilizado balas envenenadas.
Ellos consideran que las balas están envenenadas debido a que han observado que hay
muy pocos heridos que se recuperan de las lesiones ocasionadas por los proyectiles
Dum-Dum. Y agrega, además que "junto con el daño hecho por los jirones de níquel, al
aplastarse el proyectil, creen que el plomo se convierte en una sustancia ponzoñosa que
entra en el organismo del herido. Si algunos de aquellos individuos cuyo deber era hacer
avanzar a la ciencia médica y quirúrgica tenían como objeto ocupar un puesto que
garantizara una mayor y mejor atención de los heridos, sus deseos se han visto
satisfechos en dos casos que fueron muy significativos.
"Estos "leading case" (o casos guías), se refieren a dos de los hombres más populares
que fueron heridos en la antes mencionada guerra de la frontera. Me refiero a los dos
gaiteros del batallón de los Gordon Highlanders. Uno de estos gaiteros, de apellido Milne,
fue herido por una "honesta" bala de un fusil Lee-Metford o por una bala esférica (lo que
implica que cualquier otra bala debería ser "deshonesta") y ha escrito a la prensa para
decir que recibió un disparo en el pecho que le atravesó los pulmones, pero que
prontamente estaría recuperado. El otro gaitero, Findlater (como ya vimos), fue herido por
una bala Dum-Dum en ambos tobillos y se decía que sus huesos habían sido convertidos
en una especie de pulpa o papilla. No estoy seguro de si este soldado había sufrido una
amputación o si aún podría no estar expuesto a tal calamidad".
De hecho, las heridas de Findlater no eran tan graves como se alegaba. Plenamente
recuperado dejó el ejército, y usó su fama para conseguir trabajo en el escenario de un
teatro de variedades donde ganó suficiente dinero como para comprar una granja. Sobre
el comienzo de la primera guerra mundial se reincorporó como sargento gaitero al 9no
batallón de los Gordon Highlanders, el cual se creó en septiembre de 1914. Fue herido en
el combate de Loos y nuevamente, por ser considerado inválido y no apto para el servicio
de armas, es enviado a su casa. Murió en 1942 a los setenta años de edad.
Hamilton respondió que: "según la información suministrada a mí, no son más graves los
efectos de la bala (de hecho, creo que son menos graves) que aquellas producidas por la
vieja bala Snider o que los de la bala del fusil Martini-Henry. Pero, por otro lado, como fue
claramente demostrado durante la expedición de Chitral, la bala del Lee-Metford con
frecuencia no logró alcanzar el objetivo que se espera encontrar en todos los proyectiles
que se disparan en una guerra, es decir, de desactivar al enemigo con el mínimo
sufrimiento posible. La bala Dum-Dum cumple con este propósito tal como lo hicieron las
balas utilizadas anteriormente por el Ejército Británico, y lo cumple del misma modo".
Cuando es presionado sobre el efecto de esta bala en las heridas dijo que: "no cabe duda
de que la llamada bala Dum-Dum ocasiona heridas más graves que una bala Mark II
disparada desde un rifle Lee- Metford, pero no más que las balas previamente en uso. Yo
creo que nadie puede convertir la bala Lee-Metford en una bala Dum-Dum aplastando
simplemente su cabeza".
El presidente del Comité James Lowther, dijo que "ello no es para las llamadas balas
Dum-Dum, sino para municiones hechas en Inglaterra y no para la munición fabricada en
la India".
Powell-Williams agregó que "éstas son balas comunes". Cuando se le preguntó si nada
de este dinero sería gastado en balas Dum-Dum, Powell-Williams respondió "sí". Pero
Dillon empecinado le preguntó: "está el Honorable Miembro en una posición de asegurar
al Comité que nada de este dinero se gastará, ya sea en el abastecimiento de las tropas
de la India con balas Dum-Dum o de remitirlas a las tropas que han ido al África
Occidental ?". Powell-Williams respondió: "esa es precisamente la garantía que quiero
darle al Comité. Las balas a las que se refiere el Honorable Miembro son fabricadas en la
India". Dillon no se rindió y dijo: "pero no es éste el hecho, lo importante es que debería
indicarse si estas balas Dum-Dum han sido enviadas a las tropas británicas destinadas al
África Occidental. Esto se ha constatado positivamente en la prensa, y es muy importante
que nosotros deberíamos tener una confirmación autorizada por la Oficina de Guerra en
cuanto a si éste es o no el caso, porque va a ser una cuestión de discusión por políticos
en el parlamento francés en los próximos días". Finalmente Powell-Williams replica: "creo
que terminé con ese punto cuando afirmé que las balas incluidas en las previsiones
suplementarias son para balas normales".
Pero Dillon realizó la pregunta equivocada, porque las balas "normales" estaban
destinadas a los soldados del ejército establecido fuera de la India, incluyendo la provisión
del tipo de munición "no normal" a la fuerza expedicionaria Anglo-Egipcias en el Nilo, a las
que se proveyó de las balas de punta hueca Woolwich (Woolwich bullet), pero hubo una
evidente reticencia a decirlo.
Pudo haber ocurrido que el áspero estilo de Dillon indujera a una natural resistencia a dar
una respuesta sin reservas. A pesar de todo, el gobierno británico estaba consciente de
que en la India, las afirmaciones sobre los daños causados por la bala Dum-Dum estaban
violentamente exagerados.
Pero estos informes fueron despertando una cierta excitación internacional dando origen a
una ansiedad que no fue igualmente compartida por todos, lo que permitió a los británicos
que no se develaran en todas partes los reales efectos causados por el sucesor del Mark
II. Si éste fuera el caso, entonces tuvo éxito durante mucho tiempo.
Diez días después, el 24 de marzo, en la Cámara de los Comunes, Dillon volvió atrás en
el camino y le preguntó a J. Lowther "¿quién es responsable de la cuestión del envío de
las balas Dum-Dum a las tropas de la India; y si la oficina de la India tiene alguna
información sobre el efecto de estas balas en hombres o animales?". Esta vez fue
Hamilton quien respondió diciendo qué: "estas balas fueron remitidas por orden del
gobierno de la India. Ninguna sanción adicional era necesaria para su expedición, ni
tampoco ninguna pregunta sobre tal sanción fue realizada o dada. Pero el gobierno de Su
Majestad estaba plenamente informado en cuanto a las actuaciones del gobierno de la
India y no vio ninguna razón para cuestionar su decoro". Dillon entonces preguntó "si han
sido enviadas balas Dum-Dum a tropas directamente bajo el control de la Oficina de
Guerra, ¿y quién es responsable por el suministro de estas balas a las tropas que sirven
en el África Occidental?", y le dijeron que: "las balas Dum-Dum no han sido enviadas a las
tropas que se hallan bajo el control directo de la Oficina de Guerra".
El 07 de julio de 1898 Dillon se acerca un poco más al problema cuando preguntó "si una
bala especial ha sido fabricada para ser utilizada por las tropas británicas en la expedición
de Khartoun (NdelT: también se puede escribir como Khartum o Jartum), y si es así, por
qué motivos se ha encontrado necesaria abastecer a las tropas con una bala especial".
Fue Powell-Williams quien respondió diciendo que: "ninguna bala especial ha sido
fabricada para su uso en Egipto. La bala enviada es la que ha sido adoptada para uso
general en el Ejército después de los experimentos realizados y de los informes médicos
recibidos". Cuando se le preguntó: "es esa la bala Dum-Dum", él respondió: "No señor, no
lo es". Por supuesto, Powell-Williams y G. Hamilton no sólo estaban siendo muy
cuidadosos en sus respuestas sino que estaban siendo "económicos con la actualidad".
Curiosamente en el libro de Churchill titulado "The River War" (El río de la guerra)
publicado en 1899 sobre la expedición de Khartoum, no hace mención al tipo de munición
utilizada por los británicos, y es tentador especular que ello era porque tenía
remordimientos sobre la controversia que él y algunos otros escritores, involuntariamente,
ayudaron a iniciar y promover.
Figura N° 10: Mapa de África colonial en 1898. Las posesiones británicas en color amarillo
y las francesas en rosa claro
Esto fue demasiado para Ogson y en septiembre de 1898, decidió entrar en la refriega
señalando que: "los experimentos de von Bruns se hicieron con balas de fusiles Mauser
alemanes, algunas de las cuales fueron alteradas mediante la eliminación de parte del
manto en el ápice para imitar, como fuere casi posible, lo que él suponía eran las balas
Dum-Dum.
Pero es importante observar que von Bruns, evidentemente, nunca había visto o
experimentado con la genuina bala Dum-Dum. Sus experimentos no fueron hechos con
balas Dum-Dum en absoluto, pero si con balas Mauser de punta blanda (soft nosed
Mauser bullets), tal como se fabricaban para los cazadores deportivos alemanes para ser
usados en el fusil Mauser para la caza de grandes animales. Por lo tanto, es evidente que
los experimentos de von Bruns se hicieron con proyectiles demasiados diferentes a los
Dum-Dum originales, a fin de que nosotros nos justificáramos y que aceptáramos, de una
vez por todas, a sus conclusiones como verdaderas".
COMENTARIOS:
(1) El Reino Unido (United Kingdom o UK, en inglés) está compuesto por los países de
Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Su nombre completo es "Reino Unido
de Gran Bretaña e Irlanda del Norte". Gran Bretaña, por otra parte, comprende
únicamente Inglaterra, Escocia y Gales. A los habitantes de Inglaterra se les
denomina ingleses, a los de Gales galeses, a los de Escocia escoceses y a los de
Irlanda del Norte norirlandeses, pero a los habitantes del Reino Unido, se les
denomina como británicos (british). Todos son británicos, pero ingleses solo son los
de Inglaterra.
(2) El término Raj británico (del hindi raj /ra??/ 'gobierno, dominio'), según Wikipedia, se
refiere al gobernante y administrador colonial británico de la región del Indostán
anterior a 1947, es decir lo que hoy en día son las naciones de India, Pakistán,
Bangladés y Birmania y Maldivas, así como algunas islas menores del océano Índico.
(3) Actualmente este calibre es conocido como .303 British (británico) o 7,7 x 56 R
(la R de Rand, en alemán: reborde o pestaña). Es un cartucho de fusil, con pestaña,
desarrollado en el Reino Unido durante la década de 1880 como un cartucho de
pólvora negra siendo posteriormente adaptado para emplear cordita como mezcla
propulsora. Fue el cartucho militar estándar británico desde 1889 hasta la década de
1950, cuando fue reemplazado por el 7,62 x 51 OTAN. Sobrevivió a dos guerras
mundiales a pesar de tener reborde, lo que dificulta su uso en armas automáticas.
Actualmente sigue fabricándose con fines cinegéticos.
En 1911, tres años antes de estallar la I GM, el Primer Ministro Asquith lo nombró lord
del Almirantazgo, tras lo cual Churchill se embarcó inmediatamente en una profunda
reorganización del Ejército de su país. El 1 de septiembre de 1939 el ejército nazi
entró en Polonia. Dos días después, Francia e Inglaterra declararon la guerra a
Alemania y, por la noche, Churchill fue llamado a desempeñar su antiguo cargo en el
Almirantazgo por el Primer Ministro Neville Chamberlain.
Tras el triunfo de los conservadores en 1951 volvió a ser Primer Ministro y dos años
después fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura por sus Memorias sobre
la Segunda Guerra Mundial. Alegando razones de edad presentó la dimisión en abril
de 1955, después de ser nombrado Caballero de la Jarretera por la reina Isabel II y de
rechazar un título nobiliario a fin de permanecer como diputado en la Cámara de los
Comunes.
(5) Highlander: (voz inglesa). Se refiere a los habitantes de las denominadas "Tierras
Altas de Escocia". Los highlanders son de origen céltico y conservan su antigua
lengua e indumentaria.
(6) Al Mahdi, es un término árabe que significa "el divinamente guiado" y que fuera
reclamado por varios líderes islámicos. El individuo al que nos referimos aquí
es Muhammad Ahmad Ibn al-Sayyid Abd Allah que en junio de 1881 asume el título
de Al Mahdi, siendo el más famoso de todos ellos. Fue el creador de un vasto estado
islámico que se extendió desde el Mar Rojo hasta el África central y también fue
creador de un movimiento que permaneció influyente en Sudán un siglo después.
Asumiendo una interpretación mística del Islam, en 1881 proclamó su misión divina
para purificarlo, al igual que a los gobiernos que lo contaminaron. Alrededor de cuatro
años después de asumir como Al Mahdi conquista Sudán y establece un gobierno
teocrático con su capital en Omdurman. Su extensa campaña culminó con una
importante derrota de las fuerzas Anglo-Egipcias en Jartum, ciudad a la que conquista
el 26 de enero 1885, muriendo seis meses después, el 26 de junio de 1885 en
Ondurman.
(7) Derviche (del persa: darvish, "mendigo", de etimología incierta) es, en el sentido más
habitual de la palabra, un miembro de una tariqa, es decir, una cofradía religiosa
musulmana de carácter ascético o místico (sufí). También designa, en Irán y Turquía
particularmente, a un religioso mendicante que en árabe se llama faqir. En Marruecos
y Argelia se usa más comúnmente la palabra ijwan (hermanos) para designar a los
miembros de una cofradía. Varios escritores occidentales a veces usaban el término
derviche para unirlo a, entre otros, con el levantamiento de Muhammad Ahmad en
Sudán, con Mohammed Abdullah Hassan y el conflicto de 1920 con las fuerzas
británicas en Somalia o con otras rebeliones contra los poderes del colonialismo.
(8) Regius Profesor: nombramiento que necesita del visto bueno real para desempeñarse
en una cátedra, y dada la relativa rareza de éstas significa que una cátedra Regius es
un cargo prestigioso y codiciado.
GLOSARIO DE TÉRMINOS SOBRE BALÍSTICA
ABOCARDADO: Atrabucado, dícese del cañón que tiene la boca ancha o atrompetada.
ABRAZADERA: Pieza que sirve para unir a su caja el cañón de un arma de fuego.
ACCIÓN DELANTERA: Se dice de la llave cuyo resorte real está situado frente al gatillo o
percutor.
ACCIÓN ZAGUERA: Se dice de la llave cuyo muelle real está sutuado detrás del gatillo o
percutor.
ACP: Abreviatura de “Automatic Colt Pistol”. Término utilizado por el fabricante Colt para
identificar ciertos cartuchos utilizados en sus pistolas semiautomáticas. Por ejemplo: .25
ACP, .32 ACP, .308 ACP, .45 ACP
ÁNIMA: Es la parte interior o alma del cañón. Puede ser lisa o rayada.
APAREJO: O guarnición. Conjunto de las piezas del arma de fuego, excepto el cañón,
caja, llave y bayoneta.
ARCABUZ: Este término designa las armas largas que hoy, incorrectamente, llamamos
fusiles.
ARCABUZ o ARQUEBUS: Del italiano “archibuso” o “arquibugio” que, a su vez, deriva del
holandés “haakbus” o del alemán “hakenbüsche” por el apéndice perpendicular a suerte
de gancho que presentaba en la parte inferior del cañón para ser apoyado en almenas y
muros. Arma portátil que en un principio se iniciaba a mano y posteriormente con llaves
de mecha o serpentín. La cavidad del cañón estaba ejecutada en forja, la recámara y la
cazoleta estaban unidas a calda (soldada en forja), las piezas del mecanismo estaban
sujetas por clavos remachados y el cañón unido al afuste por una argolla de hierro a
modo de abrazadera.
AUTOMÁTICO / A: Término que describe la acción del arma que aprovecha la energía
producida por el primer disparo para alimentar la recámara, y volver a disparar de nuevo
sucesivamente mientras no se libere el disparador o la munición se acabe.
BALÍSTICA TERMINAL: Estudia los efectos del impacto del proyectil sobre el objetivo.
BAYONETA: Arma blanca susceptible de ser acoplada al extremo del cañón de un arma
de fuego, como recurso de defensa. Las primeras bayonetas se introducían en el agujero
del cañón de los mosquetes para utilizar el conjunto como picas en el combate cuerpo a
cuerpo. Posteriormente se ideó el anclaje exterior para que el arma pudiera ser disparada
con la bayoneta calada. Las bayonetas se han diseñado específicamente para
determinadas armas: mosquetes, fusiles, escopetas e incluso, armas cortas. La mayoría
de las bayonetas se desacoplan del arma fácilmente, aunque existen las que permanecen
montadas en el arma y símplemente se repliegan.
BERDAN: Coronel Hiram Berdan de la US Army, en el siglo XIX, inventor del fulminante
de su nombre. Es el tipo de iniciador para munición de fuego central (pistón) más popular
fuera de los Estados Unidos de Norteamérica.
BOQUILLA: Abrazadera del fusil. Casquillo que guarnece el remate anterior del afuste.
BOXER: Fulminante Boxer, inventado por el Coronel Boxer del ejército británico en el
siglo XIX. Es el iniciador más utilizado en los Estados Unidos de Norteamérica.
CACHA: Placa que remata los costados de las empuñaduras de ciertas armas cortas.
CAJA: Soporte del arma de fuego, construido de manera que facilite su uso y manejo,
reuniendo todas sus partes componentes.
CALEPÍN: Trozo de tela, pergamino, etcétera, engrasado, que se empleó para envolver
los proyectiles en las armas de ánima estriada.
CALIBRE: En un arma rayada es el diámetro del ánima medido entre las estrías. En las
lisas, simplemente el diámetro del ánima. En las armas antiguas se empleaba
generalmente el calibre nominal (que indicaba cuántas balas adaptadas a un determinado
cañón cabían en una libra de plomo) y el ponderal, o sea el peso de la bala en libras o
fracciones.
CAÑÓN: Parte fundamental del arma de fuego destinada a guiar el proyectil en la parte
inicial de su trayectoria hacia el objetivo. Los cañones pueden tener ánima lisa o estriada
(rayada). Por extensión, o simpleza popular, este término también se utiliza para
denominar ciertas piezas de artillería.
CANTONERA: Accesorio que se coloca para reforzar la cureña de las armas largas.
CÁPSULA: Copita de metal tierno (cobre o latón) que contiene el cebo de fulminante.
CARABINA: Arma de fuego relativamente corta y ligera, concebida para la caballería.
CARTUCHO: Envoltorio cilíndrico de papel que contiene una medida de pólvora y la bala.
Para su empleo se desgarraba la base, depositaba algo de su pólvora en la cazoleta, y el
resto en el cañón, seguido de la bala aún envuelta en el papel.
CASQUILLO: Pieza del aparejo que se sitúa en el remate de la empuñadura en las armas
cortas.
CERROJO: Tipo de acción manual de las armas de fuego cuya manera de realizar el
cierre y bloqueo de la recámara recuerda a los cerrojos o aldabas de las puertas. El
bloqueo de este sistema de cierre se realiza mediante unos tetones situados en general
en la parte del cerrojo más cercana al cartucho (aunque hay cerrojos con los tetones de
cierre posteriores, por ejemplo, Lee Enfield nº4-Mk1), los cuales al girar dicho cerrojo se
encastran en unos cajeteados del cajón de mecanismos, realizados para tal fin. La de
cerrojo es una de las acciones más resistentes y potentes en cuanto a la introducción de
cartuchos y extracción de vainas, permitiendo además la repetición.
CHIMENEA: Tubo atornillado sobre el oído que soporta la cápsula y dirige su llamarada a
la carga de impulso en las armas de percusión.
COBIJA: Cubrecazoleta
DOBLE ACCIÓN: Mecanismo automático en los revólveres y avisperos que, por la presión
sobre la cola del disparador, produce la rotación del barrileta, el armado del percutor y,
finalmente, su caída con el consiguiente disparo.
FOGUEO: Cartuchería cargada con pólvora negra o pólvora sin humo especial, sin
proyectil. Se usa principalmente para dar salidas en eventos deportivos, representaciones
teatrales, ejercicios militares y adiestramiento de perros.
INERCIA DE MASAS, CIERRE: Mecanismo de las armas semi y automáticas que basan
su funcionamiento en la oposición de la masa de la corredera, ayudada por la acción de
un resorte o muelle recuperador y el resorte real del martillo, cuyo plano de cierre se
mantiene contra el culote del cartucho alojado en la recámara. Hay una oposición de
masas y fuerzas de los resortes mencionados para soportar la energía que se va a liberar
cuando se produzca el disparo e impedir la apertura de la recámara antes de que el
proyectil abandone el cañón. En este sistema no existe cerrojo entre cañón y corredera
como, por ejemplo, en el sistema Browning, por lo que su aplicación se ve limitada a
cartuchería de potencia media-baja, digamos que el máximo es 9mm, aunque la Astra
M400 que dispara el 9mm largo, tiene este sistema (por lo que es muy dura la maniobra
de mover su corredera por lo potente de su muelle recuperador).
LISTA: Pletina que cubre la unión entre los dos cañones paralelos de una escopeta.
LLAVE BÁLTICA: Mecanismo de pedernal fabricado hacia mediados del siglo XVI en las
naciones ribereñas del mar Báltico.
MOSQUETE: Arma de fuego larga, parecida al arcabuz, pero de mayor peso y potencia.
Se dispara apoyada sobre una horquilla.
OCHAVA: Cada una de las caras o planos de los cañones llamados ochavados.
PERCUTOR (perro, perrillo): Pieza del arma de fuego que golpea el fulminante. Su
cabeza se llama martillo.
TAMBOR (o barrilete): Cilindro giratorio donde van las recámaras o las cápsulas de un
revólver.
VIVO DE LA CULATA: Superficie que limita la parte posterior del cañón. De ella sale la
cola de la culata.