Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Informe Mundial Sobre Salarios PDF
Informe Mundial Sobre Salarios PDF
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) fue fundada en 1919 para pro-
mover la justicia social y contribuir así a una paz universal y duradera. La OIT es
la institución mundial responsable de la elaboración y supervisión de las normas
internacionales del trabajo. Es la única agencia de las Naciones Unidas de carácter
tripartito ya que representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores parti-
cipan en conjunto en la elaboración de sus políticas y programas, así como la pro-
moción del trabajo decente para todos. Esta forma singular de alcanzar acuerdos
da una ventaja a la OIT, al incorporar el conocimiento «del mundo real» sobre
empleo y trabajo.
Informe Mundial
sobre Salarios 2012/2013
Los salarios y el crecimiento equitativo
/DV SXEOLFDFLRQHV GH OD 2ÀFLQD ,QWHUQDFLRQDO GHO 7UDEDMR JR]DQ GH OD SURWHFFLyQ GH ORV GHUHFKRV GH SURSLHGDG LQWHOHFWXDO HQ
YLUWXGGHOSURWRFRORDQH[RDOD&RQYHQFLyQ8QLYHUVDOVREUH'HUHFKRGH$XWRU1RREVWDQWHFLHUWRVH[WUDFWRVEUHYHVGHHVWDV
publicaciones pueden reproducirse sin autorización, con la condición de que se mencione la fuente. Para obtener los derechos de
UHSURGXFFLyQRGHWUDGXFFLyQGHEHQIRUPXODUVHODVFRUUHVSRQGLHQWHVVROLFLWXGHVD3XEOLFDFLRQHVGHOD2,7'HUHFKRVGHDXWRU\
OLFHQFLDV2ÀFLQD,QWHUQDFLRQDOGHO7UDEDMR&+*LQHEUD6XL]DRSRUFRUUHRHOHFWUyQLFRDSXEGURLW#LORRUJVROLFLWXGHV
que serán bien acogidas.
Las bibliotecas, instituciones y otros usuarios registrados ante una organización de derechos de reproducción pueden hacer copias
GHDFXHUGRFRQODVOLFHQFLDVTXHVHOHVKD\DQH[SHGLGRFRQHVHÀQ(QZZZLIUURRUJSXHGHHQFRQWUDUODRUJDQL]DFLyQGHGHUHFKRV
de reproducción de su país.
salario / salario mínimo / empleo / desempleo / ingreso de los hogares / productividad del trabajo / recesión económica /
países desarrollados / países en desarrollo
7DPELpQGLVSRQLEOHHQ3')HQLQJOpV,6%1IUDQFpV,6%1
iUDEH,6%1FKLQR,6%1SRUWXJXpV,6%1
UXVR,6%1
7DPELpQGLVSRQLEOHHQH38%.LQGOH\L%RRNHQHVSDxRO,6%1LQJOpV,6%1
IUDQFpV,6%1
Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la forma en que aparecen
SUHVHQWDGRVORVGDWRVHQODVSXEOLFDFLRQHVGHOD2,7QRLPSOLFDQMXLFLRDOJXQRSRUSDUWHGHOD2ÀFLQD,QWHUQDFLRQDOGHO7UDEDMR
sobre la condición jurídica de ninguno de los países, zonas o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación
de sus fronteras.
/DUHVSRQVDELOLGDGGHODVRSLQLRQHVH[SUHVDGDVHQORVDUWtFXORVHVWXGLRV\RWUDVFRODERUDFLRQHVÀUPDGRVLQFXPEHH[FOXVLYDPHQWH
DVXVDXWRUHV\VXSXEOLFDFLyQQRVLJQLÀFDTXHOD2,7ODVVDQFLRQH
/DVUHIHUHQFLDVDÀUPDVRDSURFHVRVRSURGXFWRVFRPHUFLDOHVQRLPSOLFDQDSUREDFLyQDOJXQDSRUOD2ÀFLQD,QWHUQDFLRQDOGHO
7UDEDMR\HOKHFKRGHTXHQRVHPHQFLRQHQÀUPDVRSURFHVRVRSURGXFWRVFRPHUFLDOHVQRLPSOLFDGHVDSUREDFLyQDOJXQD
/DVSXEOLFDFLRQHV\ORVSURGXFWRVHOHFWUyQLFRVGHOD2,7SXHGHQREWHQHUVHHQODVSULQFLSDOHVOLEUHUtDVRHQRÀFLQDVORFDOHVGHOD
2,7HQPXFKRVSDtVHVRSLGLpQGRORVD3XEOLFDFLRQHVGHOD2,72ÀFLQD,QWHUQDFLRQDOGHO7UDEDMR&+*LQHEUD6XL]D
También pueden solicitarse catálogos o listas de nuevas publicaciones a la dirección antes mencionada o por correo electrónico a
pubvente@ilo.org. Vea nuestro sitio en la red: www.ilo.org/publns.
La crisis mundial ha tenido repercusiones muy negativas para los mercados de trabajo
de gran parte del mundo, y la recuperación está revelándose incierta e inaprensible.
$HVFDODPXQGLDOORVVDODULRVPHGLRVKDQFUHFLGRDXQTXHDXQULWPRPHQRUTXHDQWHV
de la crisis. El Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013 muestra que el impacto de la
crisis en los salarios dista mucho de ser uniforme.
En las economías desarrolladas, la crisis ha llevado a una «doble caída» de los
VDODULRV ORV VDODULRV PHGLRV UHDOHV GLVPLQX\HURQ HQ \ GH QXHYR HQ \ HO
SDQRUDPDDFWXDOSDUHFHLQGLFDUTXHHQPXFKRVGHHVWRVSDtVHVHVWiUHJLVWUDQGR
un crecimiento nulo o muy escaso de los salarios.
En las regiones emergentes, el crecimiento salarial ha sido, por lo general, más
ÀUPHFRQXQFUHFLPLHQWRIXHUWHHQ$VLD\PiVPRGHVWRHQÉIULFD$PpULFD/DWLQD\
HO&DULEH
(Q(XURSD2ULHQWDO\$VLD&HQWUDOODFULVLVFRQGXMRHQDXQDFDtGDGHORV
salarios, que han recuperado valores positivos desde entonces, aunque a un ritmo rela-
tivamente menor.
$PiVODUJRSOD]RHOLQIRUPHHVWLPDTXHHQWUH\HOSURPHGLRGHORV
VDODULRVPHQVXDOHVUHDOHVSUiFWLFDPHQWHVHGXSOLFyHQ$VLDDXPHQWyXQSRUFLHQWR
HQÉIULFDXQSRUFLHQWRHQ$PpULFD/DWLQD\HO&DULEH\XQSRUFLHQWRHQODVHFR-
QRPtDVGHVDUUROODGDV(Q(XURSD2ULHQWDO\$VLD&HQWUDOORVVDODULRVFDVLVHPXOWLSOL-
caron por tres, pero partiendo de una base muy baja tras el hundimiento de la economía
UHJLVWUDGRHQHOGHFHQLRGH(Q2ULHQWH0HGLRODGLVSRQLELOLGDGGHGDWRVVREUH
salarios es limitada. Los datos de que se dispone indican que la baja productividad y las
instituciones débiles han provocado un estancamiento de los salarios durante el último
decenio.
(OSUHVHQWH,QIRUPH0XQGLDOVREUH6DODULRVSUHVHQWDGDWRVVREUHODVWHQGHQFLDV
salariales en todo el mundo y los compara con las tendencias en la producción laboral,
analizando sus complejos efectos en la economía mundial para así arrojar algo de luz
sobre los debates actuales en materia de distribución, competitividad y costos laborales.
&XDQGRORVVDODULRVDXPHQWDQSDUDOHODPHQWHDODSURGXFWLYLGDGDPERVVHPDQWLHQHQ
sostenibles y estimulan el crecimiento de la actividad económica, aumentando el poder
DGTXLVLWLYRGHORVKRJDUHV6LQHPEDUJRGXUDQWHXQGHFHQLRRDOJRPiVDQWHVGHLQL-
ciarse la crisis, muchos países vieron cómo se rompía el eslabón entre salarios y produc-
tividad laboral, contribuyendo a crear desequilibrios económicos. El informe muestra
TXHGHVGHHOGHFHQLRGHODPD\RUtDGHORVSDtVHVKDQH[SHULPHQWDGRXQDWHQ-
GHQFLDDODEDMDGHODSDUWLFLSDFLyQGHORVLQJUHVRVGHOWUDEDMRORTXHVLJQLÀFDTXHVHKD
destinado una proporción menor de la renta anual a la remuneración de la mano de obra
y una proporción mayor a las rentas procedentes del capital. Esta situación se ha dado
sobre todo en los países que han registrado un estancamiento de los salarios, pero tam-
bién en aquellos en que los salarios reales han sufrido un fuerte aumento. En el ámbito
social y político, esta tendencia está creando la percepción de que los trabajadores y sus
vi Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
*X\5\GHU
'LUHFWRU*HQHUDOGHOD2,7
Índice
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . v
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xi
Resumen ejecutivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xiii
Apéndices
$SpQGLFH, 7HQGHQFLDVPXQGLDOHVHQVDODULRVWHPDVPHWRGROyJLFRV . . . . . . . . . .
$SpQGLFH,, &yPRXQDGLYHUJHQFLDHQWUHODSURGXFWLYLGDGODERUDO
y los salarios incide en los costos laborales unitarios y la participación
de los salarios en la renta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
$SpQGLFH,,, 'HWHUPLQDQWHVGHODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMR. . . . . . . . . . . . . . . . . .
$SpQGLFH,9 (OHIHFWRGHODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRVREUHODGHPDQGDDJUHJDGD
Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cuadros
1. &UHFLPLHQWRVDODULDOUHDODFXPXODGRSRUUHJLyQGHVGH. . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. 'LUHFFLyQGHORVHIHFWRVGHXQDGLVPLQXFLyQGHOSRUFLHQWRHQODSDUWLFLSDFLyQ
del trabajo en la renta sobre el consumo privado de productos y servicios
QDFLRQDOHVLQYHUVLyQ\H[SRUWDFLRQHVQHWDVHQHFRQRPtDV . . . . . . . . . . . . . . . .
A1 *UXSRVUHJLRQDOHV. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A2 &REHUWXUDGHODEDVHGHGDWRV*OREDO:DJH'DWDEDVH . . . . . . . . . . . . . . . . .
A3 &REHUWXUDGHODEDVHGHGDWRV*OREDO:DJH'DWDEDVH. . . . . . . . . . . . .
A4 )DFWRUHVTXHLQFLGHQHQODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDDMXVWDGD . . . . . . . .
A5 El impacto de factores externos sobre la participación del trabajo en la renta ajustada
A6 'HVFULSFLyQGHORVSDtVHVLQFOXLGRVHQODHVWLPDFLyQGHORVFXDGURV$\$
\HOUHFXDGUR$. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Índice ix
*UiÀFRV
1. &UHFLPLHQWRHFRQyPLFRDQXDOSURPHGLR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
2. 7DVDVGHGHVHPSOHRWRWDOHQHOPXQGR\HQODVHFRQRPtDVGHVDUUROODGDV
3. &UHFLPLHQWRGHOVDODULRSURPHGLRUHDODQXDOPXQGLDO . . . . . . . . . . . . .
4. /DEUHFKDVDODULDOGHJpQHUR%6*\. . . . . . . . . . . . . . . . .
5. /DEUHFKDVDODULDOGHJpQHURHQ(VWRQLD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6. /DEUHFKDVDODULDOGHJpQHURHQ1RUXHJDVHJ~QODVLWXDFLyQHQHOHPSOHR
7. &UHFLPLHQWRGHORVVDODULRVSURPHGLRDQXDOHVUHDOHVSRUUHJLyQ . . . . . 9
8. &RPSDUDFLyQLQWHUQDFLRQDOGHODUHPXQHUDFLyQQHWDSRUKRUD
HQHOVHFWRUPDQXIDFWXUHUR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
9. 7HQGHQFLDVHQHOFUHFLPLHQWRVDODULDOQRPLQDO\ODLQÁDFLyQHQHFRQRPtDV
DYDQ]DGDV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
10. &UHFLPLHQWRDQXDOGHOSURGXFWR\GHOHPSOHRHQHFRQRPtDVGHVDUUROODGDV
\. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
11. &UHFLPLHQWRDQXDOGHORVVDODULRVUHDOHV\ODSURGXFWLYLGDGODERUDOHQHFRQRPtDV
GHVDUUROODGDV\ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
12. &UHFLPLHQWRDQXDOGHOSURGXFWR\GHOHPSOHRHQ(XURSDGHO(VWH\$VLD&HQWUDO
\. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
13. &UHFLPLHQWRDQXDOGHORVVDODULRV\GHODSURGXFWLYLGDGODERUDOHQ(XURSDGHO(VWH
\$VLD&HQWUDO\ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
14. ÌQGLFHGHORVVDODULRVUHDOHVHQOD)HGHUDFLyQGH5XVLDGHVGH. . . . . . . . . . . .
15. &UHFLPLHQWRVDODULDOSURPHGLRUHDODQXDOHQ$VLD . . . . . . . . . . . . . . . .
16. &UHFLPLHQWRDQXDOGHOSURGXFWR\GHOHPSOHRHQ$VLD\. .
17. &UHFLPLHQWRDQXDOGHOSURGXFWR\GHOQ~PHURGHDVDODULDGRVHQ$VLD
\ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
18. &UHFLPLHQWRDQXDOGHORVVDODULRV\ODSURGXFWLYLGDGODERUDOHQ$VLD
\ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
19. &UHFLPLHQWRDQXDOGHOSURGXFWR\GHOHPSOHRHQ$PpULFD/DWLQD\HO&DULEH
\ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
20. &UHFLPLHQWRHFRQyPLFR\GHVHPSOHRHQ$PpULFD/DWLQD\HO&DULEH.
21. &UHFLPLHQWRDQXDOGHORVVDODULRVSURPHGLRUHDOHVHQHO%UDVLO . . . . . .
22. &UHFLPLHQWRDQXDOGHORVVDODULRV\ODSURGXFWLYLGDGODERUDOHQSDtVHVVHOHFFLRQDGRV
GH$PpULFD/DWLQD\HO&DULEH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
23. &UHFLPLHQWRDQXDOGHOSURGXFWR\GHOHPSOHRHQ2ULHQWH0HGLR
\ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
24. &UHFLPLHQWRDQXDOGHORVVDODULRV\ODSURGXFWLYLGDGODERUDOHQ2ULHQWH0HGLR
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
25. &UHFLPLHQWRDQXDOGHOSURGXFWR\GHOHPSOHRHQÉIULFD\
26. &UHFLPLHQWRDQXDOGHOSURGXFWR\GHOQ~PHURGHDVDODULDGRVHQÉIULFD
\ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
27. &UHFLPLHQWRDQXDOGHORVVDODULRV\ODSURGXFWLYLGDGODERUDO
HQSDtVHVVHOHFFLRQDGRVGHÉIULFD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
x Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
Recuadros
1. Pobreza entre trabajadores asalariados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A1 Procedimiento de selección y estimación de datos: una metodología econométrica
A2 'DWRVHVWLPDFLRQHV\VLPXODFLRQHV. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
*OREDO:DJH'DWDEDVHGHOD2,7GLVSRQLEOHHQZZZLORRUJVDODULRV
(VFDQHHHOFyGLJR45FRQVXVPDUWSKRQH\DFFHGD
a la base de datos sobre salarios de la OIT.
Agradecimientos
Principales colaboradores
(OLQIRUPHIXHSUHSDUDGRSRUSHUVRQDOGHOVHUYLFLRGH&RQGLFLRQHVGH7UDEDMR\(PSOHR
75$9$,/ GH OD 2,7 FRQ FRQWULEXFLRQHV GH FROHJDV GH RWURV GHSDUWDPHQWRV GH OD
2,7HQ*LQHEUD\RÀFLQDVH[WHULRUHVEDMRODUHVSRQVDELOLGDGGH3KLOOLSSH0DUFDGHQW
'LUHFWRUGH75$9$,/+DVLGRHODERUDGREDMRODGLUHFFLyQGH3DWULFN%HOVHU\HVHO
UHVXOWDGR GHO WUDEDMR HQ HTXLSR HQWUH 3DWULFN %HOVHU 0DOWH /XHENHU 6DQJKHRQ /HH
$QGUpV 0DULQDNLV .ULVWHQ 6REHFN 'DQLHO 9DXJKDQ:KLWHKHDG -DFRER 9HODVFR \
5RVDOtD9i]TXH]ÉOYDUH]5HQJLQ*XQD\GLQ\0LOD'DVNDORYDUHDOL]DURQXQDDVLVWHQFLD
H[FHOHQWHHQODLQYHVWLJDFLyQ.ULVWHQ6REHFNDGPLQLVWUyODEDVHGHGDWRV*OREDO:DJH
'DWDEDVH\JHQHUyORVJUiÀFRVSDUDODSDUWH,0DOWH/XHENHUUHYLVyODVHVWLPDFLRQHV
PXQGLDOHV\UHJLRQDOHV5RVDOtD9i]TXH]ÉOYDUH]DSRUWyVREUHODVSROtWLFDVVDODULDOHV
HQ2ULHQWH0HGLR\UHYLVyODSDUWH,,GHOLQIRUPH&KDUORWWH%HDXFKDPSFRRUGLQyOD
HGLFLyQ\SXEOLFDFLyQ&KULVWLDQ2OVHQGLVHxyODSRUWDGD
Contribuciones específicas
La parte II del informe se basa en un proyecto de investigación sobre «El análisis
PDFURHFRQyPLFR GH ORV VDODULRVª FRRUGLQDGR SRU 6DQJKHRQ /HH 2,7 75$9$,/
(O SUR\HFWR LQFOX\y FRQWULEXFLRQHV GH g]OHP 2QDUDQ 8QLYHUVLGDG GH :HVWPLQVWHU
*LRUJRV *DODQLV 8QLYHUVLGDG GH :HVWPLQVWHU \ 8QLYHUVLGDG GH :DUZLFN 0DUF
/DYRLH 8QLYHUVLGDG GH 2WWDZD (QJHOEHUW 6WRFNKDPPHU 8QLYHUVLGDG .LQJVWRQ
(FNKDUG+HLQ(VFXHODGH(FRQRPtD\'HUHFKRGH%HUOtQ0DWWKLDV0XQG(VFXHOD
GH(FRQRPtD\'HUHFKRGH%HUOtQ6HUYDDV6WRUP8QLYHUVLGDG7HFQROyJLFDGH'HOIW
&:0 1DDVWHSDG 8QLYHUVLGDG 7HFQROyJLFD GH 'HOIW 7LOO 9DQ 7UHHFN ,QVWLWXWR
GH 3ROtWLFDV 0DFURHFRQyPLFDV GH 'VVHOGRUI \ 6LPRQ 6WXUQ 8QLYHUVLGDG GH
0DVVDFKXVHWWV$PKHUVW(OSUR\HFWRVHEHQHÀFLyWDPELpQGHDSRUWHVGH0DVVLPLOLDQR
/D0DUFD2,7,QWHJUDFLyQGH3ROtWLFDV
Agradecimientos especiales
1XHVWURV DJUDGHFLPLHQWRV HVSHFLDOHV D WRGR HO HTXLSR GH 2,76,$/& 6LVWHPD GH
,QIRUPDFLyQ\$QiOLVLV/DERUDOHQ3DQDPiHQSDUWLFXODUD%ROtYDU3LQRSRUSURSRU-
FLRQDUGDWRVVREUHVDODULRVHQ$PpULFD/DWLQD\HO&DULEHWDPELpQSDUD6WHYHQ.DSVRV
por facilitar el análisis sobre la pobreza entre asalariados.
También quisiéramos agradecer a las siguientes personas por sus valiosas contri-
EXFLRQHV\FRPHQWDULRV-DQLQH%HUJ)DELR%HUWUDQRX(YDQJHOLD%RXUPSRXOD0yQLFD
&DVWLOOR-XDQ&KDFDOWDQD0DWWKLHX&KDUSH0LJXHOGHO&LG0DUtD&ULVHWWL0DXULFLR
xii Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
'LHUFN[VHQV&KULV(GJDU3KLOLSSH(JJHU/DZUHQFH(JXOX(NNHKDUG(UQVW9HUyQLFD
(VFXGHUR 5HJLQD *DOKDUGL :HUQHU *DUDWH 1DMDWL *KRVKHK 'DYLG *OHMEHUPDQ
6DPHHU .KDWLZDGD 6WHIDQ .KQ 'DYLG .XFHUD %RE .\ORK &KDQJ+HH /HH (OYD
/ySH]0RXUHOR0RD]DP0DKPRRG$QQH3RVWKXPD6WHSKHQ3XUVH\8PD5DQL-RKQ
5LWFKRWWH&DWKHULQH6DJHW5H\QROG6LPRQV9LQFHQ]R6SLH]LD6WHYHQ7RELQ0DQXHOD
7RPHL *HLU 7RQVWRO 5D\PRQG 7RUUHV =DÀULV 7]DQQDWRV 0DUtD (OHQD 9DOHQ]XHOD \
6KHU9HULFN\FXDWURHVSHFLDOLVWDVDQyQLPRVSRUVXVUHYLVLRQHV
Resumen ejecutivo
FRQVXPRLQWHUQRPiVGHORTXHDXPHQWDQODVH[SRUWDFLRQHV6LVHEXVFDQUHGXFFLRQHV
competitivas de los salarios en forma simultánea en un gran número de países, esto
podría llevar a una «carrera hacia el fondo» en la participación del trabajo, reduciendo
la demanda agregada.
10
Tasa de crecimiento del PIB (porcentajes)
0
04
07
96
10
99
02
05
97
11
00
03
06
98
12
01
95
20
20
19
20
19
20
20
19
20
20
20
20
19
20
20
19
09
–2
08
20
20
–4
–6
Nota: Los grupos de países son aquellos utilizados por el FMI y descritos en el apéndice estadístico de FMI, 2012b. Las principales economías
avanzadas incluyen Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Los mercados emergentes y en desarrollo consti-
tuyen un grupo de 151 economías no clasificadas como economías avanzadas. Las cifras para 2012 son proyecciones.
Fuente: Base de datos Perspectivas de la Economía Mundial del FMI.
2 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
20
Tasas de desempleo (porcentajes)
15
10 8,8
8,3 8,5
6,9
6,3 6,1
5,8
6,2 6,2 6,1 6,0
5 5,8 5,6
5,5
0
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Nota: Las cifras para 2011 son estimaciones preliminares. Para la definición de «economías desarrolladas», ver el apéndice I.
Fuente: OIT, 2012a.
3,0
3
2,6
2,3
2,1
2,0
2
1,3 1,3
1,2*
1,0
1
0,3 0,3
0,2
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011
* Tasas de crecimiento publicadas como «estimaciones provisionales» (en base a una cobertura de cerca del 75 por ciento).
Nota: El crecimiento salarial mundial se calcula como un promedio ponderado de crecimiento año a año de los salarios mensuales promedio reales
en 124 países, abarcando el 94,3 por ciento de todos los empleados en el mundo (para una descripción de la metodología, ver el apéndice I).
Fuente: http://www.ilo.org/salarios2012.
4 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
de qué se considera como salario. La cobertura también puede variar entre países.
0LHQWUDV OD 2,7 JHQHUDOPHQWH EXVFD REWHQHU GDWRV SDUD WRGRV ORV HPSOHDGRV DVDOD-
ULDGRVHQODSUiFWLFDODFREHUWXUDDYHFHVHVWiUHVWULQJLGDDFLHUWDViUHDVJHRJUiÀFDVSRU
HMHPSORiUHDVPHWURSROLWDQDVRDVXEJUXSRVHVSHFtÀFRVGHHPSOHDGRVSRUHMHPSOR
los empleados no agrícolas). Tal como sucede con muchas otras variables económicas,
HVWDVGLIHUHQFLDVGLÀFXOWDQODFRPSDUDFLyQGHQLYHOHVHQWUHSDtVHV$XQDVtHVSRVLEOH
H[WUDHUFRQFOXVLRQHVVLJQLÀFDWLYDVUHVSHFWRGHFDPELRVDORODUJRGHOWLHPSR
6HJXQGR ORV FDPELRV GH ORV VDODULRV SURPHGLR PHQVXDOHV UHVXPHQ LQQXPHUD-
bles cambios a nivel de las empresas y a nivel sectorial, incluyendo no solo cambios
en la tarifa de los salarios por hora, sino también en el número de horas trabajadas.
En muchos países la crisis económica mundial ha llevado a menores horas de trabajo
debido a reducciones en el número de horas extras, un aumento en el subempleo por
horas y/o un aumento en la proporción de trabajadores a tiempo parcial en relación a los
trabajadores a tiempo completo, todo lo cual tiene un efecto negativo sobre los salarios
mensuales totales. Varios países también implementaron programas de «repartición
del tiempo de trabajo»: reducciones en el tiempo de trabajo para evitar despidos 0iV
usualmente, una semana laboral de tres o cuatro días ha reemplazado la más habitual
semana de cinco días laborales. En otros casos, las horas diarias se redujeron y se
cerraron plantas durante períodos de varias semanas o incluso meses. Una reducción
en el número de horas de trabajo habitualmente lleva a reducciones proporcionales en
los salarios mensuales, pero en el contexto de los programas de «repartición del tiempo
de trabajo» los gobiernos frecuentemente otorgaron suplementos salariales mediante
compensaciones por desempleo parcial .
El «efecto de composición»
El uso de datos agregados sobre los salarios, contrario a lo que sucede cuando se sigue
a un panel de individuos, puede también suscitar lo que se conoce como «efecto de
composición»: un cambio en los niveles de los salarios promedio, que resulta de un
cambio en la composición del segmento asalariado de la fuerza de trabajo, más que
de un cambio en los ingresos de aquellos que permanecen empleados. Esto puede
LQWURGXFLUXQVHVJR7DOFRPRVHGHVWDFyHQYHUVLRQHVDQWHULRUHVGHO,QIRUPH0XQGLDO
VREUH 6DODULRV 2,7 D HVWH VHVJR SXHGH VHU ©DQWLFtFOLFRª OR FXDO TXLHUH GHFLU
que los datos agregados podrían subestimar la declinación en los salarios reales de los
individuos que mantienen sus trabajos durante períodos de recesión y, posteriormente,
subestimar la tendencia al alza de sus salarios durante períodos de recuperación. Por
HMHPSORORVWUDEDMDGRUHVSRFRFDOLÀFDGRVFRQFRQWUDWRVGHWUDEDMRWHPSRUDOHVSRGUtDQ
VHUORVSULPHURVHQVHUGHVSHGLGRVSRUHPSUHVDVGXUDQWHXQDUHFHVLyQ'HELGRDTXH
la restante fuerza de trabajo consta de trabajadores relativamente mejor pagados, esto
podría sesgar hacia arriba las tendencias de los salarios promedio. El efecto inverso se
podría observar durante la recuperación, si los trabajadores de sueldos bajos son los
SULPHURVHQYROYHUDVHUFRQWUDWDGRVYHUWDPELpQ2,7E
PARTE I Salarios promedio reales 5
Una brecha menor aunque las mujeres podrían aun estar en peor situación
(OJUiÀFRSUHVHQWDORVFDPELRVHQHOSURPHGLRGHODEUHFKDVDODULDOGHJpQHURHQWUH
\LOXVWUDQGRODHYROXFLyQGHODEUHFKDGXUDQWHODFULVLVHQWRGRV
los países donde dicha información se encuentra disponible. Tal como revelan los datos,
OD EUHFKD VDODULDO GH JpQHUR KD GHFOLQDGR HQ ORV DxRV GH FULVLV HQ OD PD\RUtD GH ORV
SDtVHV6LQHPEDUJRODLQWHUSUHWDFLyQGHHVWDGHFOLQDFLyQVHFRPSOLFDSRUHO©HIHFWRGH
composición», debido a que un acortamiento de la brecha no necesariamente implica
que la situación de la mujer haya mejorado. El caso de Estonia muestra cómo una
declinación en la brecha salarial de género se puede lograr, no mediante mejoras en la
situación de la mujer, sino debido al deterioro relativo de las circunstancias en el mer-
FDGRODERUDOGHORVKRPEUHVIUHQWHDOGHODVPXMHUHV(OJUiÀFRLOXVWUDODWHQGHQFLD
a cambiar de manera procíclica de la brecha salarial de género en Estonia, con una
expansión en los períodos de crecimiento y un estrechamiento durante la recesión. La
PDUFDGDGHFOLQDFLyQGHGXUDQWHODFULVLVPiVUHFLHQWHWXYROXJDUSRUTXHORVKRP-
bres estaban concentrados en sectores más afectados por la crisis y trabajaban menos
KRUDV&RQVHFXHQWHPHQWHHQODEUHFKDVDODULDOGHJpQHURVHDFRUWyGHELGRDXQD
declinación en los salarios de los hombres como resultado de una reducción de las
KRUDVWUDEDMDGDVSRUORVKRPEUHVYHU$QVSDO.UDXW\5}}P
(OJUiÀFRVHFHQWUDHQODGLUHFFLyQGHOFDPELRHQWUHGRVSHUtRGRVPiVTXHHQ
las diferencias entre países. Esto es porque las diferencias en las fuentes de los datos
y/o la cobertura del empleo utilizada por los diversos países afectan a las estimaciones
GHODEUHFKDVDODULDOGHJpQHUR(OFDVRGH1RUXHJDSUHVHQWDGRHQHOJUiÀFRLOXVWUD
cómo la brecha salarial de género varía dependiendo de si se considera a todos los
asalariados, o solamente a aquellos empleados a tiempo completo o parcial. La brecha
salarial de género para el trabajo a tiempo parcial es menor, lo que indica que hombres
y mujeres a tiempo parcial reciben salarios similares. Por el contrario, la brecha sala-
rial de género para empleados a tiempo completo es mayor, debido a que los hombres
a tiempo completo ganan considerablemente más que las mujeres empleadas a tiempo
completo. Por último, la brecha salarial de género para todos los asalariados es aún
mayor que para los empleados a tiempo completo, debido a que las mujeres están sobre-
rrepresentadas entre los trabajadores a tiempo parcial, donde las tarifas para la remune-
UDFLyQSRUKRUDHUDQDSHQDVHOSRUFLHQWRGHODVWDULIDVSDUDORVWUDEDMDGRUHVDWLHPSR
FRPSOHWRHQ/RVFDPELRVHQHOWLHPSRVRQPHQRVVHQVLEOHVDODFREHUWXUDGHORV
HPSOHDGRV$XQDVtODLQWHUSUHWDFLyQGHORVFDPELRVHQODEUHFKDVDODULDOGHJpQHURHQ
HOWLHPSRVHGHEHFRQVLGHUDUMXQWRDRWURVLQGLFDGRUHVGHOPHUFDGRODERUDOTXHUHÁHMHQ
cambios en las condiciones de trabajo y empleo para las mujeres.
6 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
Azerbaiyán
Armenia
Islandia
Honduras
Rumania
Panamá
Ecuador
Ucrania
Tailandia
Georgia
España
Malta
Reino Unido
El Salvador
Lituania
Costa Rica
Canadá
Chipre
Bélgica
Israel
Luxemburgo
Taiwán (China)
Nueva Zelandia
Kazajstán
Eslovaquia
Portugal
Eslovenia
Hong Kong (China)
Japón
Nepal
Pakistán
Alemania
México
Estonia
Turquía
Suecia
Gaza y Cisjordania
Finlandia
Austria
Singapur
Polonia
Qatar
Bulgaria
Brasil
Francia
Países Bajos
Uruguay
Noruega
República Checa
Suiza
Croacia
Letonia
Venezuela, República Bolivariana de
Jordania
Australia
Sri Lanka
Perú
Viet Nam
Paraguay
Mongolia
Colombia
Omán
Botswana
Belarús
Camboya
–12,0 –10,0 –8,0 –6,0 –4,0 –2,0 0,0 2,0 4,0 6,0 8,0
Cambio en la BSG
Nota: La brecha salarial de género (BSG, o GPG por su sigla en inglés) se define como GPG = ((Em – Ew) / Em) * 100, donde Em es el salario
promedio de los hombres y Ew es el salario promedio de las mujeres (ver OIT, 2012b). El cambio de GPG se define como el promedio de GPG
entre 2008 y 2011 menos el promedio de GPG entre 1997 y 2007. Los datos no están disponibles para todos los años; los promedios de los dos
períodos están calculados a partir de datos disponibles en cada país durante ambos períodos.
Fuente: http://www.ilo.org/salarios2012.
PARTE I Salarios promedio reales 7
33
31
29
Brecha salarial de género
27
25
23
21
19
17
15
01
02
03
07
97
93
99
09
05
96
06
95
00
94
08
04
98
20
20
20
20
19
19
19
20
20
19
20
19
20
19
20
20
19
Nota: La brecha salarial de género (BSG, o GPG por su sigla en inglés) se define como GPG = ((Em – Ew) / Em)*100, donde Em es el salario pro-
medio de los hombres y Ew es el salario promedio de las mujeres (ver OIT, 2012b).
Fuente: Gráfico reproducido de Anspal, Kraut y Rõõm, 2010.
20
15
Brecha salarial de género
10
0
2008 2009 2010 2011
Nota: La brecha salarial de género (BSG, o GPG por su sigla en inglés) se define como GPG = ((Em – Ew) / Em)*100, donde Em es el salario pro-
medio de los hombres y Ew es el salario promedio de las mujeres (ver OIT, 2012b).
Fuente: Cálculos de la OIT basados en datos estadísticos de Noruega (Statistics Norway).
8 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
3 Estimaciones regionales
3.1 El crecimiento general esconde una imagen compleja
7DOFRPRVHVHxDOyDQWHULRUPHQWHH[LVWHQJUDQGHVGLIHUHQFLDVHQODWDVDGHFUHFLPLHQWR
de los salarios promedio reales entre regiones y países, con salarios que en general
FUHFHQPiVUiSLGRHQiUHDVGHFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRPiVIXHUWH(OJUiÀFRSUHVHQWD
nuestras estimaciones del crecimiento de los salarios promedio mensuales reales por
UHJLyQGHVGHLQFOX\HQGRORVDxRVGHFULVLV$VtFRPRVXFHGHFRQQXHVWUDHVWL-
mación mundial, las estimaciones regionales son estimaciones ponderadas (según se
H[SOLFDHQHODSpQGLFH,\SRUWDQWRHVWiQIXHUWHPHQWHLQÁXHQFLDGDVSRUODVWHQGHQFLDV
VDODULDOHVHQODVHFRQRPtDVPiVJUDQGHVWDOHVFRPR&KLQDHQ$VLD(VWDGRV8QLGRVHQ
ODVHFRQRPtDVGHVDUUROODGDV5XVLD\8FUDQLDHQ(XURSDGHO(VWH\$VLD&HQWUDO%UDVLO
\0p[LFRHQ$PpULFD/DWLQD\HO&DULEH\6XGiIULFDHQHOFRQWLQHQWHDIULFDQR9HPRV
TXHHQODVHFRQRPtDVGHVDUUROODGDVHOFUHFLPLHQWRGHORVVDODULRVUHDOHVÁXFW~DGHQWUR
de un rango estrecho de aproximadamente más o menos un 1 por ciento. En otras
UHJLRQHVODVÁXFWXDFLRQHVIXHURQWtSLFDPHQWHPD\RUHV
El cuadro 1 adopta una visión de más largo plazo y muestra el aumento acumu-
ODGRGHORVVDODULRVSURPHGLRUHDOHVGHVGHHODxR9HPRVTXHHQWUH\
los salarios promedio mensuales reales a nivel mundial aumentaron cerca de un cuarto,
SHUR ODV GLIHUHQFLDV HQWUH UHJLRQHV VRQ FODUDV (Q $VLD ORV VDODULRV SURPHGLR UHDOHV
SUiFWLFDPHQWHVHGXSOLFDURQHQ$PpULFD/DWLQD\HO&DULEHDVtFRPRHQÉIULFDDXPHQ-
taron poco menos del promedio mundial, mientras que en las economías desarrolladas
DXPHQWDURQFHUFDGHOSRUFLHQWR(Q(XURSDGHO(VWH\$VLD&HQWUDOORVVDODULRVSUR-
medio casi triplicaron: como se verá más adelante, esto es en parte una recuperación
del terreno perdido en las primeras fases de la transición hacia economías de mercado
HQODGpFDGDGH(Q2ULHQWH0HGLRQXHVWUDVHVWLPDFLRQHVWHQWDWLYDVVXJLHUHQTXH
los salarios podrían haber declinado.
$SHVDUGHOFUHFLPLHQWRVDODULDOSURPHGLRUHDOPiVDFHOHUDGRHQUHJLRQHVHPHU-
gentes durante la última década, las diferencias absolutas en niveles salariales entre
Cuadro 1 Crecimiento salarial real acumulado por región desde 2000 (índice: 2000 = 100)
Grupo por región 2000 2006 2007 2008 2009 2010 2011
África 100,0 103,9 105,3 108,1** 108,6** 115,4** 117,8**
Europa del Este y Asia Central 100,0 204,4 233,9 253,4 244,4 257,9 271,3
América Latina y el Caribe 100,0 105,4 108,5 109,3 111,0 112,6 115,1
* Tasas de crecimiento publicadas como «estimaciones provisionales» (en base a cobertura de cerca del 75 por ciento).
** Tasas de crecimiento publicadas como «estimaciones tentativas» (en base a cobertura de entre el 40 y el 74 por ciento).
() Tasas de crecimiento publicadas que probablemente cambien (en base a cobertura menor del 40 por ciento).
Nota: Para cobertura y metodología, ver el apéndice I.
Fuente: http://www.ilo.org/salarios2012.
PARTE I Estimaciones regionales 9
Gráfico 7 Crecimiento de los salarios promedio anuales reales por región, 2006-2011
a) África b) Asia
15 15
10 10
6,7 6,6
6,2** 6,3
5,7
(5,0)
5 5
3,9
2,7 2,6**
2,1**
1,3
0,5**
0 0
–5 –5
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2006 2007 2008 2009 2010 2011
11,7
10 10
8,3
5,5
5,2
5 5
0,9 1,1
0,8 0,6
0 0
–0,3 –0,5
–3,5
–5 –5
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2006 2007 2008 2009 2010 2011
10 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
10 10
5 5
3,5
2,9
2,2 1,9
1,6 1,4 1,2
0,8
0 0
(–0,2)
–1,5** (–1,2)
–2,9
–5 –5
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2006 2007 2008 2009 2010 2011
* Tasas de crecimiento publicadas como «estimaciones provisionales» (en base a cobertura de cerca del 75 por ciento).
** Tasas de crecimiento publicadas como «estimaciones tentativas» (en base a cobertura de entre el 40 y el 74 por ciento).
() Tasas de crecimiento publicadas que probablemente cambien (en base a cobertura menor del 40 por ciento).
Nota: Para cobertura y metodología, ver el apéndice I.
Fuente: http://www.ilo.org/salarios2012.
Filipinas 1,41
Hungría 4,74
Polonia 4,86
Brasil 5,41
Eslovaquia 6,03
Estonia 6,10
Portugal 7,16
Argentina 8,68
Singapur 12,68
Grecia 13,01
España 14,53
Israel 15,28
Japón 18,32
Italia 18,96
Francia 21,06
Austria 21,67
Bélgica 24,01
Canadá 24,23
Suecia 24,78
Finlandia 25,05
Alemania 25,80
Irlanda 26,29
Australia 28,55
Suiza 34,29
Dinamarca 34,78
0 10 20 30 40
Dólares de los Estados Unidos, 2010
Nota: Remuneración neta por hora trabajada es el salario por el tiempo real trabajado.
Fuente: Departamento del Trabajo de los Estados Unidos, Oficina de Estadísticas Laborales, 2011.
12 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
Salarios e inflación
En las economías desarrolladas los salarios promedio sufrieron una doble recaída:
FD\HURQHQ\QXHYDPHQWHHQYHUHOJUiÀFR(OJUiÀFRTXHUHVDOWDODV
tendencias en los salarios promedio nominales\ODLQÁDFLyQGHSUHFLRVHQODVHFRQR-
PtDVDYDQ]DGDVPXHVWUDTXHHQXQDLQÁDFLyQLQXVXDOPHQWHDOWDH[FHGLyHODO]D
en los salarios nominales, llevando a una caída de los salarios reales (QHODxR
de la recesión económica mundial, tanto los salarios nominales como los precios al
FRQVXPLGRU SUiFWLFDPHQWH VH FRQJHODURQ 'HVGH HQWRQFHV OD UHFXSHUDFLyQ GHO FUHFL-
PLHQWRHQORVVDODULRVQRPLQDOHVVHSDUDOL]yHQSHURHODXPHQWRHQORVSUHFLRVDO
consumidor retornó a tasas anteriores a la crisis, lo cual explica la caída en los salarios
UHDOHVGXUDQWHHVHDxR
Salarios y productividad
(OJUiÀFRPXHVWUDODVWDVDVGHFUHFLPLHQWRSURPHGLRDQXDOGHOSURGXFWR\HOQ~PHUR
GHSHUVRQDVHPSOHDGDVHQORVSDtVHVGHVDUUROODGRVSDUDORVDxRVDQWHULRUHVDODFULVLV
\OXHJRGHOLQLFLRGHODFULVLV(OJUiÀFRPXHVWUDODVWDVDV
de crecimiento promedio anual de los salarios promedio reales y de la productividad
3
Porcentaje de crecimiento
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011
Nota: El gráfico se refiere exclusivamente a países clasificados según el informe Perspectivas de la Economía Mundial del FMI como «economías
avanzadas» y por lo tanto excluye ciertos países clasificados en el presente informe como «economías desarrolladas» (para una lista de estos países,
ver el apéndice I). Los gráficos sobre el crecimiento salarial nominal y la inflación no son estrictamente comparables entre países dadas las diferen-
cias en la forma que se pondera cada país en las estimaciones regionales. No obstante, el gráfico ilustra el argumento en el texto.
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; base de datos Perspectivas de la Economía Mundial del FMI.
PARTE I Estimaciones regionales 13
a) 1999-2007
9
LAT
8
EST
LIT
7
6
Crecimiento del producto
ROM
BUL
SVK
IRE
5
45°
CZR ICE
SVE LUX
4 GRE
POL
HUN NZ CYP ESP
AUS ISR
FIN
3 SWE
UK
CAN
USA
NOR
AUT
2 BEL FRA
CH NET
DNK
JAP
DEU ITA
1 POR
0
–3 –2 –1 0 1 2 3 4 5
Crecimiento del empleo
b) 2008-2011
4
45°
ISR
POL
3
2 SWE AUS
CH CAN
1 SVK AUT
USA FRA DEU
BEL
Crecimiento del producto
–4
LAT
GRE
–5
–6
–6 –5 –4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4
Crecimiento del empleo
a) 1999-2007
5
ICE 45°
4 GRE
Crecimiento de los salarios reales
3
IRE NOR
CYP FIN
2 UK
SWE
NZ
AUS
1 POR
CH
DNK
LUX
FRA BEL
AUT
ESP JAP
CAN
ISR MTA USA
0 NET
ITA
DEU
–1
–1 0 1 2 3 4
b) 2008-2011
4
3 45°
2
NOR AUS
Crecimiento de los salarios reales
MTA
1 CYP CAN
CH DNK USA
LUX DEU NET SWE
BEL FIN
FRA NZ
JAP ESP
0 IRE
AUT
ITA
–1 ISR
–2 UK
ICE GRE
–3
–3 –2 –1 0 1 2 3
Crecimiento de la productividad laboral
PARTE I Estimaciones regionales 15
c) 1999-2007
10
45°
ROM
8
LAT
EST
Crecimiento de los salarios reales
6
LIT
HUN
CZR
4
SVK
BUL
SVE
POL
2
0
0 2 4 6 8 10
Crecimiento de la productividad laboral
d) 2008-2011
6
BUL
5
4 45°
3
Crecimiento de los salarios reales
SVE
2
SVK
POL
1
–1
ROM
–2 HUN EST
CZR
–3 LAT
–4
LIT
–5
–5 –4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4
Crecimiento de la productividad laboral
Nota: Los pares a-b y c-d del gráfico se refieren a países en regiones de economías desarrolladas. Se separaron solamente para facilitar la lectura.
De no encontrarse datos disponibles para 1999, 2007, 2008 o 2011, se utilizaron los datos del período más cercano para estimar la tendencia.
Para abreviaciones de los países ver el apéndice I.
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; Modelo Econométrico de Tendencias de la OIT, marzo de 2012.
16 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
VDODULRVSURPHGLRUHDOHVGHFOLQDURQDEUXSWDPHQWHEDMRODLQÁXHQFLDGHXQDLQÁDFLyQ
relativamente alta. En algunos países los salarios declinaron considerablemente más
TXHODSURGXFWLYLGDGODERUDOHVWRVLQFOX\HQ*UHFLD\DOJXQRVPLHPEURVPiVUHFLHQWHV
GHOD8((Q*UHFLDGRQGHORVVDODULRVDXPHQWDEDQSRUHQFLPDGHODSURGXFWLYLGDG
antes de la crisis, los salarios promedio fueron forzados a bajar mediante programas
GH DXVWHULGDG \ HQ IRUPD DFXPXODGD FD\HURQ FHUFD GH XQ SRU FLHQWR HQ WDQ VROR
\(QJHQHUDOODFRPSDUDFLyQGHORVJUiÀFRV\QRSUHVHQWDXQDHYL-
dencia clara de que la moderación salarial pueda ser compensada por el crecimiento
del empleo durante la crisis.
De la recuperación a la crisis
(Q HO JUXSR GH SDtVHV GH (XURSD GHO (VWH \ $VLD &HQWUDO QR PLHPEURV GH OD 8QLyQ
(XURSHDODWDVDGHFUHFLPLHQWRUHJLRQDOGHORVVDODULRVSURPHGLRUHDOHVÁXFWXyDPSOLD-
PHQWHGHVGHWDVDVGHGRVGtJLWRVDQWHVGHODFULVLVKDVWDHOGXURDWHUUL]DMHGH6L
ELHQVHUHFXSHUyXQFUHFLPLHQWRVDODULDOSRVLWLYRHQ\ODVWDVDVDOFDQ]DGDV
no fueron ni remotamente tan altas como las anteriores a la crisis. En conjunto, los grá-
ÀFRV\PXHVWUDQTXHDQWHVGHODFULVLVHOSURGXFWRVHH[SDQGLyPiVUiSLGRTXHHO
HPSOHRJUiÀFRGHORFXDOUHVXOWDTXHODSURGXFWLYLGDGODERUDODXPHQWyHQWRGRV
ORVSDtVHVJUiÀFR/ODPDODDWHQFLyQTXHODVJDQDQFLDVHQSURGXFWLYLGDGDQWHVGHOD
FULVLVIXHUDQDFRPSDxDGDVSRUDXPHQWRVGHORVVDODULRVUHDOHVGHPiVGHOSRUFLHQWR
anual, en promedio, en una mayoría de los países. En muchos casos, esto fue resultado
GHOSURFHVRGHUHFXSHUDFLyQGHVGHODWUDQVLFLyQDHFRQRPtDVGHPHUFDGR(OJUiÀFR
PXHVWUDTXHORVVDODULRVUHDOHVHQOD)HGHUDFLyQGH5XVLDLQLFLDOPHQWHFD\HURQDPHQRV
GHODPLWDGGHVXYDORUHQDQWHVGHUHFXSHUDUVHSURJUHVLYDPHQWH\WULSOLFDUVHWUDV
HODxR8FUDQLDVLJXLyXQSDWUyQVLPLODUGRQGHORVVDODULRVUHDOHVFD\HURQGUiVWL-
FDPHQWHHQWUH\DQWHVGHDXPHQWDUHQPiVGHWUHVYHFHVHQWpUPLQRVUHDOHV
KDVWD.
Gráfico 12 Crecimiento anual del producto y del empleo en Europa del Este y Asia Central,
1999-2007 y 2008-2011 (porcentaje)
a) 1999-2007
16
15
14 TUR AZB
13
12
ARM
11
Crecimiento del producto
10
KAZ
9
TAJ
8 BLS
UKR
GEO
7
RUS
6 MOL 45º
UZB
TKY ALB
5 SBA
BOS CRO
4 KYR
3
FYR
2
1
0
–4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4 5 6
Crecimiento del empleo
b) 2008-2011
10
TUR
9
8 UZB
6
TAJ
KAZ
Crecimiento del producto
5 TKY 45°
BLS AZB
4
GEO
3 ALB
MOL
KYR
2
FYR
1
RUS
0 BOS
SBA
–1
UKR
–2 CRO
ARM
–3
–4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4 5
Crecimiento del empleo
Gráfico 13 Crecimiento anual de los salarios y de la productividad laboral en Europa del Este
y Asia Central, 1999-2007 y 2008-2011 (porcentaje)
a) 1999-2007
25
45°
UZB
20
TAJ
Crecimiento de los salarios reales
SBA
UKR AZB
15 GEO
ARM
RUS BLS
MOL
KYR
KAZ
10
ALB
5 BOS
TKY
CRO
FYR
0
0 5 10 15 20 25
Crecimiento de la productividad laboral
b) 2008-2011
16
TAJ 45°
14
12
Crecimiento de los salarios reales
10
KYR TUR
8
BLS
6 KAZ
AZB
4
BOS
FYR
ARM TKY RUS MOL
2 UKR
GEO
0
CRO
–2 ALB
SBA
–4
–4 –2 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18
Crecimiento de la productividad laboral
Nota: De no encontrarse datos disponibles para 1999, 2007, 2008 o 2011, se utilizaron los datos del año más cercano para estimar la tendencia.
Para las abreviaciones de países, ver el apéndice I.
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; Modelo Econométrico de Tendencias de la OIT, marzo de 2012.
20 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
120
100
Índice de salarios reales
80
60
40
20
0
1990 1995 2000 2005 2010
Fuente: Cálculos de la OIT basados en datos del Servicio Estadístico Federal de la Federación de Rusia, 2011.
3HURODLPDJHQUHJLRQDOUHYHODGDHQHOJUiÀFRHVWiHQJUDQPHGLGDLQÁXHQFLDGD
SRUODVWHQGHQFLDVHQODVGRVHFRQRPtDVPiVJUDQGHVHVGHFLUOD)HGHUDFLyQGH5XVLD
\ 8FUDQLD (Q DPERV SDtVHV HO DXPHQWR VDODULDO VH GHVDFHOHUy HQ WRUQiQGRVH
QHJDWLYRHQDQWHVGHYROYHUHQORVDxRVSRVWHULRUHVDXQQLYHOFHUFDQRDODPLWDG
de las tasas anteriores a la crisis. Un análisis del impacto de la crisis sobre el mercado
laboral en Ucrania revela que gran parte de la declinación en los salarios mensuales se
GHELyDXQDXPHQWRHQHOVXEHPSOHRLQYROXQWDULRHQFXDQGRXQRGHFDGDFLQFR
HPSOHDGRVHQ8FUDQLDWUDEDMyPHQRVKRUDVGHORTXHKXELHUDGHVHDGR0XFKRVWUDEDMD-
dores se vieron forzados a tomar licencia sin goce de sueldo, especialmente en el sector
LQGXVWULDO2,7G11, mientras que otros experimentaron una congelación de sus
VDODULRVGHEDVH\XQUHFRUWHGHVXVERQLÀFDFLRQHV.XOLNRY\%O\]QLXN
8
6,7 6,6
6,3
5,7
6
(5,0)
4 3,9
2,7
2,1
2
1,2
–0,9 –0,9
–2
–2,0
–4
2006 2007 2008 2009 2010 2011
() Tasas de crecimiento publicadas que probablemente cambien (en base a cobertura menor al 40 por ciento).
Nota: Para cobertura y metodología, ver el apéndice I.
Fuente: Global Wage Database de la OIT.
8WLOL]DQGRHVWDVFLIUDVRÀFLDOHVGHWDVDVGHFUHFLPLHQWRDQXDOGHOSRUFLHQWRDODxR
ORV VDODULRV SURPHGLR UHDOHV HQ &KLQD KDQ PiV TXH WULSOLFDGR GXUDQWH OD GpFDGD GHO
DOORFXDOOOHYDDSUHJXQWDVVREUHHOSRVLEOHÀQGHOD©PDQRGHREUDEDUDWDª
HQ&KLQD(QHOJUiÀFRYHPRVTXHVLQ&KLQDGRQGHHOFUHFLPLHQWRGHO3,%\GHORV
VDODULRVIXHH[FHSFLRQDOPHQWHDOWRGXUDQWHORV~OWLPRVDxRVHOSDQRUDPDVHYHFRQVL-
GHUDEOHPHQWHGLIHUHQWHUHÁHMDQGRODPHQRVSRVLWLYDKLVWRULDGHORVVDODULRVHQSDtVHV
FRPROD5HS~EOLFDGH&RUHDROD,QGLDGXUDQWHORV~OWLPRVFXDWURDxRV
2EVHUYDQGRORVJUiÀFRV\YHPRVTXHODPD\RUtDGHORVSDtVHVHQODUHJLyQ
UHJLVWUDURQWDVDVGHFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRTXHSURPHGLDURQXQSRUFLHQWRRPiVHQ
ORVDxRVDFRPSDxDGRHQHOVXESHUtRGRGHDSRUXQFUHFLPLHQWR
SURPHGLRDQXDOGHOHPSOHRGHOSRUFLHQWRHQ$VLD2ULHQWDOGHOSRUFLHQWRDODxR
HQ$VLD6XGRULHQWDO\HO3DFtÀFR\GHOSRUFLHQWRHQ$VLD0HULGLRQDO2,7D
6LQHPEDUJRHQHVWHSXQWRGHEHPRVHQIDWL]DUTXHHOFUHFLPLHQWRGHOHPSOHRJHQHUDOHQ
países en desarrollo, donde la mayoría de las personas no pueden permitirse estar de-
VHPSOHDGDVHVWiUHODFLRQDGRPX\GHFHUFDFRQODVWHQGHQFLDVHQHOWDPDxRGHODIXHU]D
GHWUDEDMR3RUORWDQWRWDPELpQSUHVHQWDPRVHOFUHFLPLHQWRGHO3,%MXQWRDOFUHFLPLHQWR
HQHOQ~PHURGHHPSOHDGRVDVDODULDGRVHQHOJUiÀFRHOFXDOH[FOX\HDORVWUDEDMDGRUHV
SRUFXHQWDSURSLD\DORVFRODERUDGRUHVIDPLOLDUHV$XQDVtYHPRVTXHHOFUHFLPLHQWR
del producto excedió el crecimiento del empleo asalariado en la mayoría de los países.
22 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
a) 1999-2007
13
MYN
12
11
10 CHI
9 CDA
Crecimiento del producto
8 BHU
VN
MDS 45°
7 IND
MON
LAO
6 SNG IRA
BAN
HK ISA MYA PAK
5 THA
SRI PHL
KOR
4 TAI
NEP
3
SOL
FIJ PAP
2 BRU
0
0 1 2 3 4 5 6 7
Crecimiento del empleo
b) 2008-2011
12
11
AFG
TL
10
CHI
9
8 IND
LAO BHU
Crecimiento del producto
PAP
7 MON
SRI SNG
6 VN BAN
ISA
MYN 45°
5
TAI
PHL
4 CDA NEP
MYA IRA SOL
KOR
HK
3 MDS
PAK
THA
2
1 BRU
FIJ
0
0 1 2 3 4 5
Crecimiento del empleo
a) 1999-2007
13
MYN
12
11
10 CHI
9 CDA
Crecimiento del producto
8 45°
BHU
VN
7 MDS
IND
MON LAO
6 SNG IRA
BAN
SRI MYA PAK
5 THA
HK PHL
ISA
TAI KOR
4
NEP
3
SOL
PAP BRU FIJ
2
0
–1 0 1 2 3 4 5 6 7 8
Crecimiento del empleo
b) 2008-2011
11
10
CHI
9
MON
SNG
SRI
6 BAN VN
ISA
MYN
5
TAI
PHL CDA
4 IRA NEP
KOR SOL
HK MYA
3 MDS
THA PAK
2
1 BRU
FIJ
0
–4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4 5 6 7
Crecimiento del número de asalariados
a) 1999-2007
15
45°
14
13 CHI
12
11
CDA
10
Crecimiento de los salarios reales
9
8 MON
IRA MYN
7
ISA
6
5
KOR
4
3 MYA
SNG
2 NEP BAN
PAK MAC
1 FIJ THA
IND
0 HK
–1 SRI
–2 PHL
–5 –4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Crecimiento de la productividad laboral
b) 2008-2011
15
14
13
45°
12
11
CHI
10
Crecimiento de los salarios reales
9 VN
8
7 NEP
6 BAN
MON
MAC
5
4 ISA
MYA
3
2 THA
1 HK
0 PHL SNG
KOR
–1 IND
–2
–3
–4 IRA
–5
–4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Crecimiento de la productividad laboral
Nota: De no encontrarse disponibles los datos para 1999, 2007, 2008 o 2011, se utilizan los datos del año más cercano para estimar la ten-
dencia. Para las abreviaciones de países, ver el apéndice I.
Fuentes: Global Wage Database de la OIT; Modelo Econométrico de Tendencias de la OIT, marzo de 2012.
26 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
Gráfico 19 Crecimiento anual del producto y del empleo en América Latina y el Caribe,
1997-2007 y 2008-2011 (porcentaje)
a) 1999-2007
9
TT
8
6
Crecimiento del producto
SUR BZE
HON PAN
5 ECU
DOM COS
PER CHE 45°
COL
4
VZA
HAI
0
–1 0 1 2 3 4 5
Crecimiento del empleo
b) 2008-2011
8
7 PAN
ARG
SUR
6
URU
PER PAR
DOM
5 45°
Crecimiento del producto
GUY CHE
4 BOL
ECU COL
BRA
3 COS
NIC
GUA
2
BZE
HON
MEX
1
HAI
0 ELS
VZA
JAM BAH
–1 BBO
TT
–2
–2 –1 0 1 2 3 4 5
Crecimiento del empleo
12
10,3
10 9,0
8,6
7,9 8,1
7,3 7,3
8
6,8
6
6,0 6,2
5,7 5,8
4 4,7 4,5
4,2
2
2009
0
2004 2005 2006 2007 2008 –1,6 2010 2011
–2
–4
Fuentes: Base de datos Perspectivas de la Economía Mundial del FMI; OIT, 2011e.
28 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
4,5
4,0
4,0
3,8
3,5 3,4
3,2 3,2
3,0
2,7
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011
Fuente: http://www.ilo.org/salarios2012.
PARTE I Estimaciones regionales 29
11
10
7
Crecimiento de los salarios reales
45°
6
5 URU
4 PER
BRA
3
COS
CHE DOM
2
PAR ECU
HON
1 COL
PAN
MEX
0
–1 ELS
NIC
–2
–2 –1 0 1 2 3 4 5 6
Crecimiento de la productividad laboral
Nota: De no encontrarse disponibles los datos para 2004 o 2011, se utilizaron los datos del año más cercano para estimar la tendencia. Para las
abreviaciones de los países, ver el apéndice I.
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; Modelo Econométrico de Tendencias de la OIT, marzo de 2012.
30 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
Desafíos estadísticos
Los efectos del deterioro de la crisis mundial sobre los salarios en esta región son difí-
ciles de evaluar, debido al menos a dos razones. Primero, pocos países publican regular-
PHQWHHVWDGtVWLFDVVREUHORVVDODULRV(O~QLFRSDtVGH2ULHQWH0HGLRTXHWLHQHHQFXHVWDV
WULPHVWUDOHVVREUHORVVDODULRVHVHO5HLQRGH%DKUHLQFX\D$XWRULGDG5HJXODGRUDGHO
0HUFDGR/DERUDOSXEOLFDHVWLPDFLRQHVVREUHORVSURPHGLRVVDODULDOHVGHEDVHGHWRGRVORV
empleados, compilados a partir de una combinación entre encuestas de hogares y datos
DGPLQLVWUDWLYRV3RUHOFRQWUDULR$UDELD6DXGLWDSXEOLFDGDWRVDQXDOHVHQVX(QFXHVWD
(FRQyPLFD$QXDOGH(VWDEOHFLPLHQWRVFRQXQDGHPRUDGHGRVDxRVORTXHVLJQLÀFD
que las estadísticas disponibles más recientes al momento de redactar este informe son
GHODxR$GHPiVODVHVWDGtVWLFDVVDODULDOHVHQODUHJLyQVRQDYHFHVGHFDOLGDG
cuestionable, a pesar de que se están realizando ciertas mejoras en este aspecto: Túnez,
SRUHMHPSORUHDOL]yVXSULPHUDHQFXHVWDVDODULDOFRQDVLVWHQFLDGHOD2,7HQ1R
obstante, tales datos disponibles sugieren que en la mayoría de los países de Oriente
0HGLRORVVDODULRVQRKDQDXPHQWDGRPXFKRGXUDQWHORV~OWLPRVDxRVJUiÀFR
6XUJHRWUDFRPSOLFDFLyQFRQODLQWHUSUHWDFLyQGHORVGDWRVVREUHVDODULRVSRUTXH
los salarios promedio pueden esconder grandes diferencias entre los datos sobre traba-
jadores nativos y los datos sobre trabajadores migrantes, cuyos salarios respectivos son
el resultado de sistemas muy distintos para determinar los salarios. En las economías
GHO &RQVHMR GH &RRSHUDFLyQ GHO *ROIR ODV JUDQGHV GLIHUHQFLDV HQWUH ORV VDODULRV GH
trabajadores expatriados y los de trabajadores nativos son el resultado combinado de
un proceso de «arabización», que busca aumentar la proporción de trabajadores locales
HQ HO VHFWRU SULYDGR HO sistema de patrocinio, que restringe el libre movimiento de
PARTE I Estimaciones regionales 31
a) 1999-2007
12
45°
11
QAT
10
8
Crecimiento del producto
UAE
KUW
7
JOR
6 BAR
4 OMA YEM
SAU
3 LEB
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Crecimiento del empleo
b) 2008-2011
15
QAT
14
13
12 45°
11
10
Crecimiento del producto
6
LEB
5
4 SAU
OMA
JOR BAR
3
2 KUW
1 YEM UAE
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Crecimiento del empleo
3 QAT
Crecimiento de los salarios reales
2
KUW
JOR
SYR
WBG
BAR OMA
0
UAE
–1
SAU
–2
–5 –4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4 5
Crecimiento de la productividad laboral
Nota: De no encontrarse datos disponibles para 1999 o 2011, se utilizaron los datos del año más cercano para estimar la tendencia. Para las
abreviaciones de países, ver el apéndice I.
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; Modelo Econométrico de Tendencias de la OIT, marzo de 2012.
ORVXÀFLHQWHPHQWHGHVDUUROODGRV(VWRWLHQHDOJXQDVFRQVHFXHQFLDVLPSUHYLVWDVFRPRHO
desequilibrio entre el poder de negociación de los trabajadores y el de los empleadores y la
SRVLELOLGDGGHTXHDUUHFLHHOPDOHVWDUVRFLDO\SROtWLFR$XQTXHODVUHPHVDVGHORVSDtVHV
GHO&RQVHMRGH&RRSHUDFLyQGHO*ROIRSDUHFHQPiVHVWDEOHVGHORSUHYLVWRRWURVSDtVHVGH
destino pueden haber trasladado el costo de la crisis a los trabajadores migrantes.
En países que son emisores netos de migrantes, las reducciones en las remesas
afectaron a los ingresos familiares severamente, con repercusiones en forma de una
caída en el consumo agregado y el ahorro, aumento de la tasa de desempleo y una caída
HQORVSURSLRVVDODULRVGHOSDtV%DQFR0XQGLDO
3.7 África
Transición y turbulencia
(QORVDxRVSUHYLRVDODFULVLVÉIULFDH[SHULPHQWyXQSHUtRGRGHUHODWLYDPHQWHUiSLGR
FUHFLPLHQWRHFRQyPLFRFRQWDVDVGHFUHFLPLHQWRDQXDOGHDOUHGHGRUGHOSRUFLHQWR
HQHOSHUtRGRHQWUH'XUDQWHORVDxRVHOHQWRUQRHFRQyPLFRVH
GHWHULRUy \ HQ SDUWLFXODU ORV SDtVHV GH ÉIULFD GHO QRUWH HQIUHQWDURQ GHVDItRV WDQWR
externos como internos. Los desafíos externos surgieron de la cercana conexión con
ODVGHSULPLGDVHFRQRPtDVHXURSHDVPLHQWUDVTXHORVGHVDItRVLQWHUQRVUHÁHMDURQORV
cambios radicales y la transición política hacia regímenes más democráticos en Egipto,
7~QH]\/LELD$FRUWRSOD]RHVWHSHUtRGRGHWUDQVLFLyQVHKDDVRFLDGRFRQPHQRUHV
ÁXMRVGHLQYHUVLyQH[WUDQMHUD\FRPHUFLRFRPRDVtWDPELpQDXQDFDtGDHQHOWXULVPR
(OJUiÀFRLOXVWUDHOFUHFLPLHQWRGHOSURGXFWR\GHOHPSOHRHYLGHQFLDQGRORVHYHUD-
PHQWHDIHFWDGDTXHUHVXOWyODHFRQRPtDGH/LELDGXUDQWHHOSHUtRGR
a) 1999-2007
20 EQG
18
16
14
Crecimiento del producto
12
ANG
CHA SL
10
NIR
8 MOZ RWA
UGA SUD
TAN ETH
6 BOT CAV 45°
EGY BKF
GHA NAM
ZAM MOR SA MAL NIG
TUN SEN LBY MAI ALG
4 MUS KEN BEN
DRC CAM
LES CON BUR
GUI MAW MAD
SWA GUB COM GAM
2
GAB TOG
ERI
CAR
0
0 1 2 3 4 5 6
Crecimiento del empleo
b) 2008-2011
10 GHA CON
TAN NIRRWA
8 ZAM
ETH
MAW
MOZ UGA BKF 45°
6 TOG CHA DRC
LES SL CAM CAV GAM
4 EGY KEN MAL BUR
MOR MUS GUB ERI NIG NAM
ALG BOT EQG GAB ANG
2 TUN CAR COM
SA SEN BEN MAI
SWA GUI SUD
0
MAD
–2
Crecimiento del producto
–4
–6
–8
–10
–12
–14
–16
–18
–20
–22
–24
–26
LBY
–28
–2 –1 0 1 2 3 4 5 6
Crecimiento del empleo
a) 1999-2007
20 EQG
18
16
45°
14
Crecimiento del producto
12
ANG
CHA SL
10
NIR
8 MOZ
ETH RWA
UGA SUD
TAN
6 LBY BOT CAV
MOR BKF
GHA NAM MAL
ZAM ALG SEN
TUN MAI
4 EGY SA BEN
MUS NIG
KEN LES
MAD CAM CON BUR
GUI
COM DRC
2 GUB SWA MAW GAM
TOG GAB
ERI
CAR
0
–6 –5 –4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Crecimiento en el número de asalariados
b) 2008-2011
12 45°
10 GHA
ETH
CON NIR TAN
8 RWA MOZ UGA ZAM MAW
MOR
6 LES EGY DRC KENGAB BKF
CHA MUS GUBEQG CAV GAM
4 MAL
TOG BUR
ALG SEN ERI SL GUI
CAR ANG NIG NAM
2 SA COM BOTMAI BEN SUD
TUN CAM
0 SWA
MAD
–2
Crecimiento del producto
–4
–6
–8
–10
–12
–14
–16
–18
–20
–22
–24
–26
LBY
–28
–12 –11 –10 –9 –8 –7 –6 –5 –4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Crecimiento en el número de asalariados
12
45°
10
MAD
8
TAN
6
4 SA
MOZ
Crecimiento de los salarios reales
–4 SWA
LES
–6
–8
–10
–12
–14
–16
–18
–5 –3 –1 1 3 5 7 9 11
Crecimiento de la productividad laboral
Nota: De no encontrarse datos disponibles para 1999 o 2011, se utilizaron los datos del año más cercano para estimar la tendencia. Para las
abreviaciones de países, ver el apéndice I.
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; Modelo Econométrico de Tendencias de la OIT, marzo de 2012.
PARTE I Salarios mínimos y trabajadores pobres 37
1.800
Irlanda Francia
Reino Unido
1.400 Nueva Zelandia
Canadá
Estados Unidos
1.200
Grecia
Japón
1.000
España
800
Portugal
600
30 35 40 45 50 55 60 65
Salario mínimo como porcentaje de la mediana salarial
Notas: Si se incluye el suplemento del 8 por ciento por pago de festivos, la relación salario mínimo/mediana asciende al 47,1 por ciento en los
Países Bajos. Si se incluye el 13.er y 14.o mes de salario, la relación salario mínimo/mediana asciende al 56 por ciento en Portugal y al 43,8 por
ciento en España.
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; Low Pay Commission, 2012.
10
9,1
7,8
8
6 5,5
4,6
4,3
4 3,5
3,2
2,7 2,7
2,2
2
0,7
–0,6
0
Nota: Basado en una estimación simple no ponderada de las tasas de crecimiento real y nominal de los salarios mínimos incluyendo 26 economías
desarrolladas.
Fuente: http://www.ilo.org/salarios2012.
PARTE I Salarios mínimos y trabajadores pobres 39
No obstante, los datos de muchas de estas mismas encuestas indican que un enfoque estrecho
de la pobreza, entre trabajadores por cuenta propia y personas que contribuyen al trabajo de la
familia, podrían estar sustantivamente subvalorando el grado de pobreza en los países en desa-
rrollo. El gráfico 30 muestra que en Madagascar, por ejemplo, más del 80 por ciento de los traba-
jadores asalariados eran pobres en 2005, con más de la mitad viviendo en extrema pobreza. En
Mozambique, Burundi y Tayikistán, más del 60 por ciento de los empleados vivían en pobreza, y en
Camboya, Congo y Pakistán más del 50 por ciento de los empleados eran pobres, de acuerdo con
los datos de encuestas más recientes.
¿Cómo se comparan estas cifras con la incidencia de pobreza entre los trabajadores por cuenta
propia y personas que contribuyen al trabajo de la familia? De los 32 países, la participación de
trabajadores pobres por cuenta propia y personas que contribuyen al trabajo de la familia excede
la de los asalariados pobres en todos menos en dos países (Pakistán y Tayikistán). Por lo tanto, en
muchos países, tener un trabajo asalariado se asocia a una menor probabilidad de ser pobre que
ser trabajador por cuenta propia o persona que contribuye al trabajo de la familia. Sin embargo, en
algunos países, estar en un empleo asalariado no conlleva grandes ventajas en términos de la proba-
bilidad de ser pobre versus otras categorías de empleo. Por ejemplo, en Camboya el 56,5 por ciento
de los asalariados vivía bajo la línea de pobreza de 2 dólares de los Estados Unidos en 2004, versus
65,8 por ciento de los trabajadores por cuenta propia y trabajadores familiares no remunerados.
Además, los trabajadores pobres asalariados frecuentemente representan una gran parte del con-
junto de trabajadores pobres en países en desarrollo. En Indonesia en 2002, el número de asa-
lariados que vivían bajo la línea de pobreza de 2 dólares de los Estados Unidos se estimó en
15,5 millones, versus 29,4 millones de trabajadores pobres por cuenta propia y personas que
contribuyen al trabajo de la familia (representando más de cinco trabajadores pobres por cada diez
trabajadores por cuenta propia y pobres o trabajadores familiares no remunerados). En el Pakistán
en 2005 había ocho asalariados viviendo en extrema pobreza por cada diez trabajadores pobres
por cuenta propia y trabajadores familiares no remunerados. Por tanto, mientras los trabajadores
pobres en países en desarrollo están, en efecto, en gran proporción vinculados a las actividades
agrícolas en áreas rurales, las políticas que apuntan a mejorar la productividad y aumentar las
ganancias y el bienestar de los pobres también deben considerar el alto número de trabajadores
asalariados que viven con sus familias en situación de pobreza.
PARTE I Salarios mínimos y trabajadores pobres 41
México, 2004
Turquía, 2002
Gabón, 2005
Tailandia, 2002
Jordania, 2002
Perú, 2006
Panamá, 1997
Camerún, 2001
Bhután, 2003
Guatemala, 2000
Marruecos, 1998
Côte d’Ivoire, 2002
Colombia, 2003
Nicaragua, 2005
Níger, 2005
Burkina Faso, 2003
Armenia, 2003
Filipinas, 2003
Togo, 2006
Malí, 2006
India, 2005
Benin, 2003
Senegal, 2001
Indonesia, 2002
Uganda, 2005
Congo, 2005
Camboya, 2004
Pakistán, 2005
Mozambique, 2003
Burundi, 1998
Tayikistán, 2003
Madagascar, 2005
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
que el salario mínimo, a pesar de sus limitaciones, continúa siendo una herramienta
importante para la reducción de la pobreza.
(Q$PpULFD/DWLQDXQSDtVGRQGHHOVDODULRPtQLPRKDWHQLGRXQLPSDFWRVLJ-
QLÀFDWLYRHVHO%UDVLO$XQFXDQGRODHVWUDWHJLDGHUHYDORUDFLyQGHOVDODULRPtQLPRVH
KD PDQWHQLGR GXUDQWH DSUR[LPDGDPHQWH YHLQWH DxRV VH DFHOHUy GHVGH FXDQGR
como parte de una estrategia para fomentar el consumo doméstico, los ajustes regulares
VHYLQFXODURQVLVWHPiWLFDPHQWHDODLQÁDFLyQPiVHOFUHFLPLHQWRGHO3,%(VWDPLVPD
HVWUDWHJLDVHVLJXLyD~QGXUDQWHORVDxRVGHODFULVLVÀQDQFLHUDFXDQGRODSROtWLFDVDOD-
ULDOHUDSDUWHGHXQDHVWUDWHJLDDQWLFtFOLFD3RUHOFRQWUDULRHQ0p[LFRHOVDODULRPtQLPR
DXPHQWyVRORPRGHVWDPHQWHHQWpUPLQRVUHDOHVHQWUH\GHELGRDTXHODSROt-
tica de salario mínimo ha sido fuertemente determinada por los esfuerzos para lograr
XQ HTXLOLEULR ÀVFDO \D TXH HO VDODULR PtQLPR GHWHUPLQD QXPHURVDV SUHVWDFLRQHV GH
VHJXULGDGVRFLDO\DXPHQWDUODFRPSHWLWLYLGDGH[SRUWDGRUD&RPRUHVXOWDGRHOVDODULR
PtQLPRHVWiSRUGHEDMRGHORVQLYHOHVGHOPHUFDGRD~QSDUDORVWUDEDMDGRUHVQRFDOLÀ-
cados. Estos dos casos ilustran los diferentes enfoques hacia el salario mínimo.
$VLDKDH[SHULPHQWDGRYDULDVVLWXDFLRQHVHQHOiPELWRGHOFUHFLPLHQWR\ODÀMDFLyQ
del salario mínimo. El crecimiento del salario mínimo en la región ha sido positivo en
FDVLWRGRVORVSDtVHVGHVGH(VWHFUHFLPLHQWRKDHVWDGRYLQFXODGRDOFUHFLPLHQWR
económico positivo y el crecimiento sólido de los salarios promedio reales durante el
PLVPRSHUtRGRYHUHOJUiÀFR$OPLVPRWLHPSRWRGRVHVWRVIDFWRUHVKDQFRQFX-
rrido junto al crecimiento de la participación de los asalariados en el empleo total y,
por lo tanto, la proporción de trabajadores que pueden estar directamente afectados
SRUXQVDODULRPtQLPR3RUHMHPSORHQ&KLQDVHKDDYDQ]DGRKDFLDHOPHMRUDPLHQWR
GHODLPSOHPHQWDFLyQ\ODFRRUGLQDFLyQHQWUHSURYLQFLDVHQWpUPLQRVGHODÀMDFLyQGHO
VDODULR PtQLPR 2WURV HMHPSORV VRQ 0RQJROLD GRQGH VH PHMRUy HO PHFDQLVPR SDUD
OD ÀMDFLyQ GHO VDODULR PtQLPR PHGLDQWH OD LQFOXVLyQ GH ORV LQWHUORFXWRUHV VRFLDOHV
0DODVLDGRQGHVHDQXQFLyXQVDODULRPtQLPRSRUSULPHUDYH]HQ\)LOLSLQDV
GRQGHVLPSOLÀFDURQVXFRPSOHMRVLVWHPDGHVDODULRVPtQLPRV(QOD,QGLDHOSDJRGH
ORV VDODULRV PtQLPRV D WUDYpV GHO 3URJUDPD 1DFLRQDO GH *DUDQWtD GH (PSOHR 5XUDO
15(*6SDUHFHKDEHUUHGXFLGRHOLQFXPSOLPLHQWRFRQHOVDODULRPtQLPRHQHOVHFWRU
SULYDGR5DQL\%HOVHU
/RV VDODULRV PtQLPRV HQ 2ULHQWH 0HGLR GHFOLQDURQ HQWUH \ \ HQ
JHQHUDOUHSUHVHQWDQXQDKHUUDPLHQWDGHSROtWLFDOLPLWDGDGHQWURGHODUHJLyQ0LHQWUDV
ORVDVDODULDGRVUHSUHVHQWDURQFHUFDGHOSRUFLHQWRGHOHPSOHRWRWDOHQODFREHU-
tura legal de los salarios mínimos está frecuentemente más restringida, si es que existe.
Por ejemplo, en algunos países el salario mínimo está limitado a la población nacional
o discrimina a los trabajadores migrantes, quienes reciben remuneraciones menores.
En otros casos el salario mínimo se aplica solamente al sector público, como es el caso
HQ%DKUHLQ
La participación del trabajo
y el crecimiento equitativo
PARTE II en declinación
que en décadas recientes se evidenció una tendencia a la baja de la participación del tra-
bajo en una mayoría de países para los cuales existen datos disponibles.
3RUHMHPSOROD2&'(KDREVHUYDGRTXHGXUDQWHHOSHUtRGRGHDODSDUWL-
FLSDFLyQGHODFRPSHQVDFLyQODERUDOHQHOLQJUHVRQDFLRQDOGHFOLQyHQGHHFRQRPtDV
avanzadas para las cuales existen datos disponibles, calculando que la mediana de la par-
ticipación del trabajo en el ingreso nacional de estos países disminuyó considerablemente
GHOSRUFLHQWRDOSRUFLHQWR2&'(E(VWRVKDOOD]JRVUHWRPDQODHYLGHQFLD
presentada en el Informe Mundial sobre Salarios 2010/2011, el cual describía una partici-
SDFLyQGHORVVDODULRVHQGHFOLQDFLyQHQXQDDPSOLDPD\RUtDGHSDtVHVGHOD2&'(GHVGH
2,7DYHUDGHPiV2,7D$QWHULRUPHQWHVHKDEtDQREVHUYDGRWHQGHQFLDV
VLPLODUHVHQRWURVLQIRUPHVSXEOLFDGRVSRURUJDQL]DFLRQHVLQWHUQDFLRQDOHV)0,
&RPLVLyQ(XURSHD%3,2,7D\D2&'(\D0LUDQGR
PiVDOOiGHODVHFRQRPtDVDYDQ]DGDVHQVX,QIRUPHVREUHHO7UDEDMRHQHO0XQGRGH
la OIT encontró que la declinación en la participación del trabajo en la renta era aún más
pronunciada en numerosos países emergentes y en desarrollo, con una declinación consi-
GHUDEOHHQ$VLD\HOQRUWHGHÉIULFD\XQDSDUWLFLSDFLyQGHORVVDODULRVPiVHVWDEOHDXQTXH
WDPELpQHQGHFOLQDFLyQHQ$PpULFD/DWLQD,,(/2WURVHVWXGLRVWDPELpQDSXQWDQ
90
85
80
75
70
65
60
06
78
88
98
08
70
80
90
00
10
72
82
92
02
74
84
94
04
76
86
96
20
19
19
19
20
19
19
19
20
20
19
19
19
20
19
19
19
20
19
19
19
Nota: ADV = promedio no ponderado de 16 países de la OCDE de altos ingresos (Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca,
España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Suecia. Se excluye la República de Corea.)
Fuente: Stockhammer, de próxima aparición, a partir de la base de datos AMECO.
PARTE II La caída de la participación del trabajo en el ingreso 45
75
70
65
60
55
50
02
92
00
82
06
04
98
72
86
74
88
94
76
78
90
96
84
80
70
20
19
20
20
19
20
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
Nota: DVP3 = promedio no ponderado de México, República de Corea y Turquía; DVP5 = promedio no ponderado de China, Kenya, México,
República de Corea y Turquía; DVP16 = promedio no ponderado de Argentina, Brasil, Chile, China, Costa Rica, Kenya, México, Namibia, Omán,
Panamá, Perú, República de Corea, Federación de Rusia, Sudáfrica, Tailandia y Turquía.
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; Stockhammer, de próxima aparición.
46 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
65
55
45
35
92 93 94 95 96 97 1998 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08
19 19 19 19 19 19 19 20 20 20 20 20 20 20 20 20
Nota: La participación no ajustada del trabajo en la renta se calcula como la compensación total de los empleados dividido por el valor agregado.
El cambio repentino entre 2003 y 2004 probablemente refleja un ajuste a los datos; no obstante, no varía la dirección de la tendencia.
Fuente: Cálculos de la OIT basados en datos de China Statistical Yearbooks, http://www.stats.gov.cn/english/statisticaldata/yearlydata/ [consul-
tado el 17 sep. 2012].
país donde los salarios prácticamente se triplicaron en la última década (ver parte I), el
3,%DXPHQWyDXQDWDVDPiVDFHOHUDGDTXHODPDVDVDODULDOWRWDO\SRUORWDQWRVHUHGXMR
ODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDJUiÀFR/RVGDWRVGLVSRQLEOHVSDUD&KLQD
.HQ\D5HS~EOLFDGH&RUHD0p[LFR\7XUTXtDJUiÀFRVXJLHUHQTXHODGHFOLQDFLyQ
HQHVWHJUXSRGHSDtVHVSRGUtDKDEHUFRPHQ]DGR\DHQODGpFDGDGH
La crisis económica mundial parece haber revertido solo brevemente la tendencia
decreciente. En las economías desarrolladas la participación del trabajo se recuperó
LQLFLDOPHQWHDOFRPLHQ]RGHODFULVLVSHURGHFOLQyQXHYDPHQWHDSDUWLUGH(VWR
UHÁHMDODWtSLFDQDWXUDOH]D©DQWLFtFOLFDªGHODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDODFXDO
surge debido a que los salarios tienden a ser menos volátiles que las utilidades durante
ORV SHUtRGRV GH UHYpV HFRQyPLFR /D 2&'( SRU HMHPSOR REVHUYy ©(Q WLHPSRV GH
recesión económica, esta declinación [en la participación del trabajo] típicamente hizo
una pausa para continuar posteriormente con la recuperación. La reciente crisis eco-
QyPLFD\ÀQDQFLHUD\SRVWHULRUOHQWDUHFXSHUDFLyQQRKDQPRGLÀFDGRHVWDWHQGHQFLD
JHQHUDOª2&'(ESiJ
GHFUHFLHQWHGHWUDEDMDGRUHVHVFDVDRPHGLDQDPHQWHFDOLÀFDGRV(O,QVWLWXWR,QWHUQDFLRQDO
GH (VWXGLRV /DERUDOHV ,,(/ FDOFXOy SRU HMHPSOR TXH HQ ODV GLH] HFRQRPtDV
desarrolladas para las cuales existen datos disponibles, la participación de los salarios
VHUHGXMRHQSXQWRVSRUFHQWXDOHVSDUDORVWUDEDMDGRUHVSRFRFDOLÀFDGRVHQWUHLQLFLRV
GHODGpFDGDGH\PLHQWUDVTXHDXPHQWyHQSXQWRVSRUFHQWXDOHVSDUDORV
WUDEDMDGRUHV DOWDPHQWH FDOLÀFDGRV 6LPLODUPHQWH HO )0, HQFRQWUy TXH HQWUH \
ODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDGHORVWUDEDMDGRUHVQRFDOLÀFDGRVGLVPLQX\y
HQORV(VWDGRV8QLGRV-DSyQ\(XURSDSRUFLHQWRSRUFLHQWR\SRUFLHQWR
UHVSHFWLYDPHQWHSHURDXPHQWySDUDORVWUDEDMDGRUHVFDOLÀFDGRVFRQHGXFDFLyQKDVWD
WHUFLDULD\VXSHULRUSRUFLHQWRSRUFLHQWR\SRUFLHQWRUHVSHFWLYDPHQWH)0,
0iVUHFLHQWHPHQWHOD2&'(HQFRQWUyTXHHQSDtVHVSDUDORVFXDOHVH[LVWHQ
datos disponibles se redujo la participación de los salarios promedio de trabajadores
FRQEDMRVQLYHOHVGHHGXFDFLyQ2&'(E(VWRVXFHGLyHQHOFRQWH[WRREVHUYDGR
de polarización del empleo, con números crecientes de empleos de bajo y alto nivel de
FDOLÀFDFLyQ\PHQRVHPSOHRVGHFDOLÀFDFLyQPHGLD$XQFXDQGRVHSRGUtDHVSHUDUTXH
XQDH[SDQVLyQGHOHPSOHRGHEDMDFDOLÀFDFLyQHQSULQFLSLRDXPHQWDUDORVVDODULRVGH
ORVWUDEDMDGRUHVSRFRFDOLÀFDGRVUHVXOWDTXHWDOHVWUDEDMDGRUHVKDQVLGRFUHFLHQWHPHQWH
GHVSOD]DGRVSRUWUDEDMDGRUHVVREUHFDOLÀFDGRVFRQQLYHOHVGHHGXFDFLyQLQWHUPHGLD
Gráfico 34 Productividad y compensación por hora en los Estados Unidos, 1947 T1-2012 T1
6,300
6,100
5,900
5,700
Productividad
Ln de los índices
5,500
5,100
4,900
4,700
4,500
1947 : 1
1949 : 4
1952 : 3
1955 : 2
1958 : 1
1960 : 4
1963 : 3
1966 : 2
1969 : 1
1971 : 4
1974 : 3
1977 : 2
1980 : 1
1982 : 4
1985 : 3
1988 : 2
1991 : 1
1993 : 4
1996 : 3
1999 : 2
2002 : 1
2004 : 4
2007 : 3
2010 : 2
Nota: Las zonas sombreadas son zonas que han registrado retrocesos de la actividad económica.
Fuente: Cifras obtenidas de Fleck, Glaser y Sprague (2011), utilizando datos actualizados publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales de
los Estados Unidos, Division of Major Sector Productivity, 26 de junio de 2012.
110
105
100
95
90
85
80
11
91
08
06
07
09
04
05
02
03
00
01
97
98
99
92
93
94
95
96
10
20
19
20
20
20
20
20
20
20
20
20
19
19
19
20
19
19
19
19
19
20
Productividad laboral, por ocupado (índice, 2000 =100)
Salarios mensuales promedio bruto, todos los ocupados (índice, 2000 =100)
110
105
100
95
90
85
80
91
11
92
93
94
97
98
99
00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
95
96
10
19
20
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
19
19
20
Salarios por hora promedio bruto, todos los ocupados (índice, 2000 =100)
Nota: Los salarios promedio nominales mensuales y por hora publicados por la Oficina Federal de Estadística fueron deflactados utilizando el
IPC de la misma fuente.
Fuente: Oficina Federal de Estadística, Alemania Cuentas Nacionales: Producto Interno, Resultados Trimestrales, Fachserie 18, Serie 1.2 (mayo
2012), cuadro 1.12; Oficina Federal de Estadística, 2012.
PARTE II La caída de la participación del trabajo en el ingreso 51
114
112
110
106
104
102
100
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Nota: Debido a que los índices se refieren a promedios ponderados, los desarrollos en las tres economías desarrolladas más grandes (Estados Unidos,
Japón y Alemania) tienen un impacto particular sobre este resultado. La productividad laboral se mide como producto por trabajador (ver nota 9).
Fuentes: http://www.ilo.org/salarios2012; Modelo Econométrico de Tendencias de la OIT, marzo de 2012.
En la búsqueda de explicaciones
La mayoría de los estudios que documentaron la caída de la participación del trabajo
HQ OD UHQWD GHVGH ORV DxRV LQWHQWDURQ DGHPiV FRPSUHQGHU VXV FDXVDV YHU SRU
HMHPSOR)0,&RPLVLyQ(XURSHD2&'(D2,7D2,7D
,,(/
(O DQiOLVLV DFRPHWLGR HQ HO DQWHULRU ,QIRUPH 0XQGLDO VREUH 6DODULRV H[SORUy OD
posibilidad de que las tendencias en la participación del trabajo fueran determinadas
por un desplazamiento en la composición del empleo, desde sectores más intensivos en
mano de obra hacia sectores más intensivos en capital, donde la participación del trabajo
es menor. El análisis demostró que el desplazamiento en la composición sectorial era por
cierto un factor determinante, pero que la mayor parte de la disminución en la participa-
ción del trabajo era resultado de la menor participación dentro de las industrias (OIT,
D 8Q HVWXGLR UHFLHQWH GH OD 2&'( FRQÀUPy HVWH KDOOD]JR GHVWDFDQGR TXH ©OD
declinación dentro de industrias de la participación del trabajo explica una proporción
DEUXPDGRUDGHVXUHGXFFLyQDJUHJDGDHQWUH\ª2&'(ESiJ6H
REVHUYDURQJUDQGHVFDtGDVHQLQWHUPHGLDFLyQÀQDQFLHUD\WDPELpQHQPDQXIDFWXUDGH
alta y mediana tecnología, mientras que la declinación fue menos pronunciada en otros
sectores de servicios, construcción y manufactura de bajo contenido tecnológico.
52 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
Cambios
tecnológicos
Poder de negociación
Globalización
de los trabajadores
Distribución
funcional
del ingreso
Financiarización
Instituciones
del mercado
de trabajo
y el Estado
de bienestar
ORV WUDEDMDGRUHV $OJXQRV JUXSRV GH WUDEDMDGRUHV HVSHFLDOPHQWH ORV DOWRV HMHFXWLYRV
VH SXHGHQ KDEHU EHQHÀFLDGR FRQ HVWH SURFHVR GH ©ÀQDQFLDUL]DFLyQª PHGLDQWH VDOD-
ULRVGLIHULGRVHQIRUPDGHIRQGRVGHSHQVLyQ\RWURWLSRGHJDQDQFLDVGHFDSLWDO6LQ
HPEDUJRSDUDHOWUDEDMDGRUSURPHGLRODHYLGHQFLDLQGLFDTXHHOWDPDxR\ODH[WHQVLyQ
de tales ganancias serían mucho más limitados.
a) Economías desarrolladas
0
FIN GLOB TECH WFST
–0,5
–1,0
–1,5
–2,0
–2,5
–3,0
–3,5
b) Países en desarrollo
1,0
0,5
TECH
0
FIN GLOB WFST
–0,5
–1,0
–1,5
Nota: La descomposición se basa en las estimaciones del cuadro A4. a) Economías desarrolladas (cuadro A4, columna 3); b) Países en desarrollo
(cuadro A4, columna 4). FIN significa «financiarización»; GLOB significa «globalización»; TECH significa «tecnología»; WFST significa «medidas
del Estado de bienestar e instituciones del mercado de trabajo». Ver el apéndice III para una explicación detallada de los pasos que conducen a
la descomposición.
Fuente: Estimaciones de la OIT (Stockhammer, de próxima aparición).
56 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
HVWLPDQSRUVHSDUDGRSDUDODVHFRQRPtDVGHVDUUROODGDV\HQGHVDUUROOR(OJUiÀFRD
muestra que, en el caso de las economías avanzadas, todos los factores contribuyeron
a la caída en la participación del trabajo en la renta a lo largo del tiempo, jugando
ODÀQDQFLDUL]DFLyQPXQGLDOHOSDSHOPiVSUHSRQGHUDQWH(VWDVHVWLPDFLRQHVVLJQLÀFDQ
TXH HQ WpUPLQRV GH FRQWULEXFLyQ UHODWLYD OD ÀQDQFLDUL]DFLyQ PXQGLDO FRQWULEX\H DO
SRUFLHQWRGHODFDtGDHQODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDHQFRPSDUDFLyQD
FRQWULEXFLRQHVGHOSRUFLHQWRGHODJOREDOL]DFLyQSRUFLHQWRGHODWHFQRORJtD\
HOSRUFLHQWRGHORVFDPELRVHQGRVYDULDEOHVLQVWLWXFLRQDOHVDPSOLDVHOFRQVXPR
público y la densidad sindical. Estos resultados abren la posibilidad de que el impacto
GH ODV ÀQDQ]DV VH SRGUtD KDEHU VXEHVWLPDGR HQ PXFKRV GH ORV HVWXGLRV DQWHULRUHV \
VXJLHUHQTXHSDVDUSRUDOWRHOSDSHOGHORVPHUFDGRVÀQDQFLHURVSRGUtDWHQHUFRQVHFXHQ-
cias serias para nuestra comprensión de las causas de las tendencias en la participación
del trabajo en la renta.
La contribución negativa de los factores institucionales sobre la participación del
trabajo en la renta se puede explicar en referencia a la disminución, en promedio, del
FRQVXPRS~EOLFRFRPRSDUWLFLSDFLyQGHO3,%\ODGHQVLGDGVLQGLFDOHQODVHFRQRPtDV
DYDQ]DGDV (Q RWUDV SDODEUDV PLHQWUDV ORV FRHÀFLHQWHV SRVLWLYRV \ VLJQLÀFDWLYRV GH
HVWDV YDULDEOHV YHU FXDGUR $ LPSOLFDQ TXH ORV DXPHQWRV HQ HO FRQVXPR S~EOLFR \
la densidad sindical tienen un impacto positivo sobre la participación del trabajo en
la renta, la caída efectiva en el consumo público y la sindicalización ha contribuido
D OD GHFOLQDFLyQ GH OD SDUWLFLSDFLyQ GHO WUDEDMR 3RU RWUR ODGR OD ÀQDQFLDUL]DFLyQ OD
globalización y los avances tecnológicos han crecido todos en magnitud en el tiempo,
contribuyendo así negativamente a cambios en la participación del trabajo en la renta
entre los dos períodos.
(QHOFDVRGHODVHFRQRPtDVHQGHVDUUROORHOJUiÀFRELOXVWUDQXHVWURKDOOD]JR
de un impacto positivo de la tecnología sobre la participación del trabajo, lo cual se
podría posiblemente explicar mediante un efecto de «ponerse al día» del crecimiento
económico, la contracción de los mercados laborales y el agotamiento del exceso de
oferta laboral. Este efecto de la tecnología compensa parcialmente los efectos adversos
GHODÀQDQFLDUL]DFLyQODJOREDOL]DFLyQ\ODUHGXFFLyQGHO(VWDGRGHELHQHVWDU1RREV-
tante, tal como fue el caso con la descomposición para las economías avanzadas, la
ÀQDQFLDUL]DFLyQVHGHVWDFDFRPRHOIDFWRUPiVDGYHUVRHQWpUPLQRVGHH[SOLFDUODGHFOL-
nación en la participación del trabajo en la renta entre las economías del mundo en
desarrollo que se incluyen en nuestra muestra.
$GHPiVGHHVWDVYDULDEOHVORVDXPHQWRVHQHOGHVHPSOHRWDPELpQWLHQHQIXHUWHV
impactos negativos sobre la participación del trabajo, lo cual no debería sorprender dada
la presión descendente sobre los salarios y el debilitamiento de la posición negociadora
de los trabajadores en presencia de tasas más altas de desempleo (ver el apéndice III).
PARTE II Los efectos sobre el crecimiento económico 57
Participación
del trabajo
Inversión
en la renta
Exportaciones Crecimiento
1% del ingreso
netas
Participación
del capital Consumo
en la renta
Fuente: OIT.
58 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
Cuadro 2 Dirección de los efectos de una disminución del 1 por ciento en la participación
del trabajo en la renta sobre el consumo privado de productos y servicios
nacionales, inversión y exportaciones netas en 16 economías
Consumo privado Inversión Exportaciones netas
Eurozona-12 բ ա ա
Alemania բ ա ա
Argentina բ ĺ ա
Australia բ ա ա
Canadá բ ա ա
China բ ĺ աա
República de Corea բ ĺ ա
Estados Unidos բ ĺ ա
Francia բ ա ա
India բ ĺ ա
Italia բ ա ա
Japón բ ա ա
México բ ա ա
Reino Unido բ ա ա
Sudáfrica բ ա ա
Turquía բ ĺ ա
ULHVJRSDUDJHQHUDUHOPi[LPRGHUHWRUQRVHQHOFRUWRSOD]R$PERVWLSRVGHDFWLYLGDG
podrían haber tenido efectos negativos sobre la inversión en capital nacional en la «eco-
nomía real». En economías emergentes, una posible explicación de la falta de correla-
ción entre las utilidades de las empresas y la inversión como conjunto podría estar en el
predominio de políticas públicas para el desarrollo industrial e inversión pública como
ORVLPSXOVRUHVGHOGHVDUUROORHQLQIUDHVWUXFWXUD\SURGXFFLyQ$N\]&KDQJ\.R]XO
:ULJKW(VWDKLSyWHVLVVLQHPEDUJRUHTXLHUHGHLQYHVWLJDFLyQDGLFLRQDO
110
105
100
Índice
95
90
85
80
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Nota: El costo laboral real unitario se define como la retribución por ocupado a precios actuales dividido por el PIB a precios corrientes por
persona ocupada.
Fuente: Calculado en base a Eurostat.
WDPELpQHQPD\RURPHQRUJUDGRHQOD$UJHQWLQD&DQDGi5HS~EOLFDGH&RUHD-DSyQ
,QGRQHVLD\)HGHUDFLyQGH5XVLD(QWUHORVDxRVWRGRVHVWRVSDtVHVPDQWX-
YLHURQH[FHGHQWHVFRPHUFLDOHV(Q&KLQDHOJUDQH[FHGHQWHGHH[SRUWDFLyQSRUVLVROR
JDUDQWL]yXQDWDVDSURPHGLRGHFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRHQH[FHVRGHOSRUFLHQWR
DQXDOUHSUHVHQWDQGRFHUFDGHXQFXDUWRGHOFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRJHQHUDOUHÁHMDQGR
las extraordinarias tasas de expansión del consumo de hogares privados y, especial-
PHQWHODLQYHUVLyQ(QHOFDVRGH$OHPDQLDGRQGHODVWDVDVDQXDOHVGHFUHFLPLHQWR
fueron mucho menores, el consumo privado apenas aumentó y el excedente de expor-
tación representó entre un tercio y la mitad de la expansión económica. El crecimiento
GHODVH[SRUWDFLRQHVHQ&KLQDVHEDVyHQXQDWDVDGHFDPELRSDUWLFXODUPHQWHFRPSH-
WLWLYD(Q$OHPDQLDPLHPEURGHODHXUR]RQDTXHQRSXHGHGHYDOXDUVXPRQHGDXQL-
ODWHUDOPHQWHORVH[FHGHQWHVGHH[SRUWDFLyQVHSRWHQFLDURQPHGLDQWHODEDMDLQÁDFLyQ
y la declinación en los costos laborales reales unitarios en relación a otros países de la
HXUR]RQDJUiÀFR
70
Irlanda
60
50
(puntos porcentuales del PIB)
Australia
Aumento del endeudamiento
40
España
República Países Bajos
Grecia Reino Unido
30 de Corea
Portugal
Estados Unidos
20
Italia
Federación de Rusia
10
Austria
China Suiza
0
Japón
–10 Alemania
–20
–15 –10 –5 0 5 10 15
Balance de la cuenta corriente (porcentaje del PIB)
Notas: Los balances de cuenta corriente se presentan como promedios para el período 2003-2010. Los aumentos en el endeudamiento de los
hogares se presentan como promedios entre 2000 y 2008. Irlanda comienza en 2001; Suiza comienza en 1999 y finaliza en 2007. La línea
en el diagrama de dispersión se basa solamente en 16 observaciones, las cuales podrían no ser suficientes para generar una estimación estadís-
ticamente confiable.
Fuente: Elaboración propia a partir de Lavoie y Stockhammer, 2012, cuadro 13.
han revelado los límites de este modelo de crecimiento, el cual no solamente descansaba
en los desequilibrios internos, sino también contribuía a desequilibrios globales, debido
a que los altos (o crecientes) excedentes en cuenta corriente en algunos países requerían
ODH[LVWHQFLDGHGpÀFLWVHQRWURV
Una brecha creciente entre las remuneraciones más altas y más bajas
La distribución personal de los salarios también se ha tornado más desigual. La dis-
WDQFLD HQWUH HO SRU FLHQWR VXSHULRU \ HO SRU FLHQWR LQIHULRU GH ORV DVDODULDGRV
DXPHQWyHQGHSDtVHVGHD2,7D\ODSURSRUFLyQGHRFXSDGRV
FRQVDODULRVEDMRVGHÀQLGRFRPRPHQRVGHGRVWHUFLRVGHODPHGLDQDVDODULDOWDPELpQ
DXPHQWy HQ GH SDtVHV 2,7 D 7DOHV WHQGHQFLDV KDFLD XQD FUHFLHQWH GHVL-
gualdad se mantienen fuertes cuando se consideran otras fuentes de ingreso, tributación
y transferencias de ingresos.
Regulación financiera
/RVKDOOD]JRVGHQXHVWURLQIRUPHUHVDOWDQTXHQRVHUiVXÀFLHQWH©UHHTXLOLEUDUªODUHGLV-
WULEXFLyQGHOLQJUHVRVRODPHQWHPHGLDQWHSROtWLFDVGHPHUFDGRGHWUDEDMR&RPRRWURV
KDQLQGLFDGR2&'(\D,,(/\XQLPSRUWDQWHIDFWRUTXHFRQ-
tribuye a la creciente desigualdad es la política que ha llevado a una «globalización
ÀQDQFLHUDªVLQUHVWULFFLyQ/DÀQDQFLDUL]DFLyQKDJHQHUDGRLQFHQWLYRVSDUDGHVYLDUORV
PHGLRVLQWHUQRVGHÀQDQFLDPLHQWRGHODVHPSUHVDVGHVGHODLQYHUVLyQUHDOKDFLDLQYHU-
VLRQHVÀQDQFLHUDVHVSHFXODWLYDV\GHDOWRULHVJRTXHDSXQWDQDOORJURGHOPi[LPRGH
XWLOLGDGHVHQHOFRUWRSOD]R/RVPHUFDGRVÀQDQFLHURVQRUHJXODGRVQRVRODPHQWHKDQ
exacerbado la desigualdad, sino que han tendido además a producir resultados inesta-
bles y subóptimos. Por lo tanto, el «reequilibrio» requiere de una mejor regulación del
VHFWRUÀQDQFLHUR\GHOUHVWDEOHFLPLHQWRGHVXSDSHOHQODFDQDOL]DFLyQGHUHFXUVRVKDFLD
inversiones productivas y sostenibles.
QR VLJQLÀFD TXH HO VDODULR PtQLPR \ OD QHJRFLDFLyQ FROHFWLYD VHDQ LUUHOHYDQWHV (VWH
LQIRUPHKDGHPRVWUDGRTXHHQXQDPXHVWUDGHSDtVHVHQGHVDUUROORWRPDGDHQGLIH-
UHQWHVPRPHQWRVGHOWLHPSRHQHOSHUtRGRGHDQRPHQRVGHPLOORQHV
GHDVDODULDGRVJDQDEDQPHQRVGHGyODUHV33$SRUGtD(OVDODULRPtQLPR\ODQHJR-
ciación colectiva pueden ser formas para que estos trabajadores y sus familias logren
niveles de vida más altos. Pero se requiere de medidas adicionales para generar más
empleos asalariados y aumentar la productividad y las ganancias de los trabajadores por
cuenta propia. Los regímenes de garantía del empleo que entregan un salario mínimo
son también formas de generar incentivos para que las empresas privadas cumplan con
HOVDODULRPtQLPRDÀQGHQRSHUGHUVXIXHU]DGHWUDEDMR
Conceptos y definiciones
'HDFXHUGRFRQOD&ODVLÀFDFLyQ,QWHUQDFLRQDOGHOD6LWXDFLyQHQHO(PSOHR&,6(
ORV ©DVDODULDGRVª VRQ WUDEDMDGRUHV FRQ ©HPSOHRV UHPXQHUDGRVª HV GHFLU WUDEDMRV
cuya remuneración básica no depende directamente de los ingresos del empleador. La
categoría de empleados incluye empleados regulares, trabajadores a tiempo reducido,
trabajadores ocasionales, trabajadores a domicilio, trabajadores de temporada y otras
categorías de empleo asalariado .
/DSDODEUD©VDODULRªVHUHÀHUHDOWRWDOGHODVUHPXQHUDFLRQHVEUXWDVLQFOXLGDVODV
ERQLÀFDFLRQHVSHULyGLFDVTXHUHFLEHQORVHPSOHDGRVGXUDQWHXQSHUtRGRGHWHUPLQDGR
por el tiempo trabajado, así como el tiempo no trabajado, como las vacaciones anuales
pagadas y licencias por enfermedad pagadas. En esencia, se corresponde con el con-
cepto de «remuneración monetaria total», que es el principal componente de los ingresos
relacionados con el empleo remunerado 6HH[FOX\HQODVFRQWULEXFLRQHVSDWURQDOHVD
la seguridad social.
(QHOFRQWH[WRDFWXDOORV©VDODULRVªVHUHÀHUHQDODVUHPXQHUDFLRQHVPHQVXDOHV
UHDOHVSURPHGLRGHORVHPSOHDGRV6LHPSUHTXHVHDSRVLEOHVHUH~QHQGDWRVVREUHWRGRV
los asalariados (en vez de un subgrupo, como los empleados del sector manufacturero
o empleados a tiempo completo) . Para ajustar por la incidencia de variaciones en los
SUHFLRVGXUDQWHSHUtRGRVGHWLHPSRGLIHUHQWHVORVVDODULRVVHPLGHQHQWpUPLQRVUHDOHV
HVGHFLUORVGDWRVGHORVVDODULRVQRPLQDOHVVHDMXVWDQSRUODLQÁDFLyQGHSUHFLRVDOFRQ-
sumidor en el país respectivo (OFUHFLPLHQWRGHOVDODULRUHDOVHUHÀHUHDOFDPELRDxR
DDxRGHORVVDODULRVPHQVXDOHVSURPHGLRUHDOHVGHWRGRVORVHPSOHDGRV
Procedimiento censal
La metodología utilizada para las estimaciones mundiales y regionales consiste en
XQ PpWRGR FHQVDO FRQ QRUHVSXHVWD 6X REMHWLYR HV HQFRQWUDU GDWRV VREUH VDODULRV GH
todos los países y desarrollar un tratamiento explícito en caso de no-respuesta total (ver
72 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
©7UDWDPLHQWR GH QRUHVSXHVWD WRWDOª PiV DGHODQWH +HPRV LQWHQWDGR UHFRSLODU GDWRV
VREUHORVVDODULRVSDUDXQWRWDOGHSDtVHV\WHUULWRULRVDJUXSDGRVHQVHLVUHJLRQHV
separadas .
Para facilitar la comparación con tendencias regionales del empleo, nuestras agru-
SDFLRQHVVRQDKRUDFRPSDWLEOHVFRQODVXWLOL]DGDVSRUHOPRGHOR7HQGHQFLDV0XQGLDOHV
GHO(PSOHRGHOD2,770(YHUHOFXDGUR$6HMXQWDURQDGHPiVYDULDVUHJLRQHV
70(HQXQDVRODUHJLyQSDUD$VLD\HO3DFtÀFRORFXDOLQFOX\HODVUHJLRQHV70(GH
$VLD2ULHQWDO$VLD6XGRULHQWDO\$VLD0HULGLRQDO\WDPELpQSDUDÉIULFDÉIULFDGHO
1RUWH\ÉIULFD6XEVDKDULDQD1yWHVHTXH5HS~EOLFDGH&RUHD\6LQJDSXUVHDJUXSDQ
DKRUDFRQ$VLD\\DQRMXQWRDORVSDtVHVDYDQ]DGRV\TXHORVSDtVHVPLHPEURVGH
OD8(VHLQFOX\HQEDMR©HFRQRPtDVGHVDUUROODGDVª$GHPiVODGLYLVLyQHQWUH©(XURSD
&HQWUDO\GHO(VWHª\©(XURSDGHO(VWH\$VLD&HQWUDOª\DQRVHPDQWLHQHFRQWRGRV
los países anteriormente en transición (aparte de los miembros de la UE) y Turquía
LQFOXLGRVHQXQDVRODDJUXSDFLyQ©(XURSDGHO(VWH\$VLD&HQWUDOª3DUDHVWDVUHJLRQHV
Economías Australia (AUS), Austria (AUT), Bélgica (BEL), Canadá (CAN), Chipre (CYP), República Checa (CZR),
desarrolladas Dinamarca (DNK), Estonia (ST), Finlandia (FIN), Francia (FRA), Alemania (DEU), Grecia (GRE), Hungría
(HUN), Islandia (ICE), Irlanda (IRE), Israel (ISR), Italia (ITA), Japón (JAP), Letonia (LAT), Lituania (LIT),
Luxemburgo (LUX), Malta (MTA), Países Bajos (NET), Nueva Zelandia (NZ), Noruega (NOR), Polonia (POL),
Portugal (POR), Rumania (ROM), Eslovaquia (SVK), Eslovenia (SVE), España (ESP), Suecia (SWE), Suiza
(CH), Reino Unido (UK), Estados Unidos (USA)
Europa del Este Albania (ALB), Armenia (ARM), Azerbaiyán (AZB), Belarús (BLS), Bosnia y Herzegovina (BOS), Croacia
y Asia Central (CRO), Georgia (GEO), Kazajstán (KAZ), Kirguistán (KYR), República de Moldova (MOL), Federación de
Rusia (RUS), Serbia (SBA), Tayikistán (TAJ), Ex República Yugoslava de Macedonia (FYR), Turquía (TKY),
Turkmenistán (TUR), Ucrania (UKR), Uzbekistán (UZB)
Asia Afganistán (AFG), Bangladesh (BAN), Bhután (BHU), Brunei Darussalam (BRU), Camboya (CDA), China
(CHI), Fiji (FIJ), Hong Kong (China) (HK), India (IND), Indonesia (ISA), República Islámica de Irán (IRA),
Corea (del Norte) (NK), República de Corea (KOR), República Popular Democrática de Laos (LAO), Macao
(China) (MAC), Malasia (MYA), República de las Maldivas (MDS), Mongolia (MON), Myanmar (MYN), Nepal
(NEP), Pakistán (PAK), Papua Nueva Guinea (PAP), Filipinas (PHL), Singapur (SNG), Islas Salomón (SOL),
Sri Lanka (SRI), Taiwán (China) (TAI), Tailandia (THA), Timor-Leste (TL), Viet Nam (VN)
América Latina Argentina (ARG), Bahamas (Las) (BAH), Barbados (BBO), Belice (BZE), Estado Plurinacional de Bolivia
y el Caribe (BOL), Brasil (BRA), Chile (CHE), Colombia (COL), Costa Rica (COS), Cuba (CUB), República Dominicana
(DOM), Ecuador (ECU), El Salvador (ELS), Guadalupe (GDP), Guatemala (GUA), Guyana (GUY), Haití
(HAI), Honduras (HON), Jamaica (JAM), Martinica (MAR), México (MEX), Antillas Holandesas (NAN),
Nicaragua (NIC), Panamá (PAN), Paraguay (PAR), Perú (PER), Puerto Rico (PR), Suriname (SUR), Trinidad
y Tabago (TT), Uruguay (URU), República Bolivariana de Venezuela (VZA)
Oriente Medio Bahrein (BAR), Iraq (IRQ), Jordania (JOR), Kuwait (KUW), Líbano (LEB), Omán (OMA), Qatar (QAT), Arabia
Saudita (SAU), República Árabe Siria (SYR), Emiratos Árabes Unidos (UAE), Gaza y Cisjordania (WBG),
Yemen (YEM)
África Argelia (ALG), Angola (ANG), Benin (BEN), Botswana (BOT), Burkina Faso (BKF), Burundi (BUR), Camerún
(CAM), Cabo Verde (CAV), República Centroafricana (CAR), Chad (CHA), Comoras (COM), Congo (CON), Côte
d’Ivoire (COI), República Democrática del Congo (DRC), Egipto (EGY), Guinea Ecuatorial (EQG), Eritrea (ERI),
Etiopía (ETH), Gabón (GAB), Gambia (GAM), Ghana (GHA), Guinea (GUI), Guinea-Bissau (GUB), Kenya
(KEN), Lesotho (LES), Liberia (LIB), Libia (LBY), Madagascar (MAD), Malawi (MAW), Malí (MAL), Mauritania
(MAI), Mauricio (MUS), Marruecos (MOR), Mozambique (MOZ), Namibia (NAM), Níger (NIG), Nigeria (NIR),
Reunión (REU), Rwanda (RWA), Senegal (SEN), Sierra Leona (SL), Swazilandia (SWA), República Unida de
Tanzanía (TAN), Togo (TOG), Túnez (TUN), Uganda (UGA), Zambia (ZAM), Zimbabwe (ZIM)
Apéndice I Temas metodológicos 73
HVWDUHDJUXSDFLyQVLJQLÀFDTXHODVWHQGHQFLDVPXQGLDOHVHQVDODULRVSXEOLFDGDVHQHO
SUHVHQWH,QIRUPH0XQGLDOVREUH6DODULRVQRVHSXHGHQFRPSDUDUGLUHFWDPHQWHFRQODV
FLIUDVGHODHGLFLyQDQWHULRU1RKDKDELGRFDPELRVSDUDODVUHJLRQHVGH$PpULFD/DWLQD
\HO&DULEHWDPSRFRSDUD2ULHQWH0HGLR6LQHPEDUJRDOJXQDVUHYLVLRQHVGHORVGDWRV
SRUSDUWHGHODVRÀFLQDVQDFLRQDOHVGHHVWDGtVWLFDVLJQLÀFDQTXHODVWHQGHQFLDVUHJLR-
nales en salarios se han actualizado desde la publicación de la última edición.
(QJHQHUDOKHPRVORJUDGRHQFRQWUDUGDWRVVREUHORVVDODULRVGHSDtVHV\WHUUL-
WRULRVFX\DFREHUWXUDUHJLRQDOVHLQGLFDHQHOFXDGUR$'LVSRQHPRVGHGDWRVGHWRGDV
ODVHFRQRPtDVGHVDUUROODGDV\WRGRVORVSDtVHVHQ(XURSDGHO(VWH\$VLD&HQWUDO(Q
otras regiones, pesar de los repetidos intentos realizados para obtener cifras sobre los
VDODULRVGHODVRÀFLQDVQDFLRQDOHVGHHVWDGtVWLFD\REDVHVGHLQIRUPDFLyQLQWHUQDFLRQDO
en ciertos casos los datos sobre salarios no estaban disponibles. La cobertura para las
UHJLRQHVUHVWDQWHVYDUtDGHOSRUFLHQWRÉIULFDDOSRUFLHQWR2ULHQWH0HGLR
6LQHPEDUJRGHELGRDTXHODEDVHGHGDWRVLQFOX\HGDWRVVREUHORVVDODULRVSDUDORVSDtVHV
más grandes y prósperos, la cobertura en términos de empleados y la masa salarial total
es más alta que el simple recuento de países podría sugerir. En total, nuestra base de
GDWRVFRQWLHQHLQIRUPDFLyQGHOSRUFLHQWRGHORVHPSOHDGRVGHOPXQGRTXLHQHVHQ
FRQMXQWRUHSUHVHQWDQDSUR[LPDGDPHQWHHOSRUFLHQWRGHODPDVDVDODULDOPXQGLDO
Nota: La cobertura de los países se refiere al número de países para los cuales encontramos datos sobre salarios y que constituye un porcentaje de
todos los países de la región; mientras que la cobertura de los empleados se refiere al número de empleados en los países con datos disponibles
y que constituye un porcentaje de todos los empleados de la región (a partir de 2010). La cobertura aproximada del total de los salarios se estima
en base al supuesto de que los niveles salariales varían entre países en línea con la productividad laboral (es decir, el PIB por ocupado, a partir
de 2010), expresada en dólares PPA de 2005.
74 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
* Tasas de crecimiento publicadas como «estimaciones provisionales» (basadas en cobertura del 75 por ciento).
** Tasas de crecimiento publicadas como «estimaciones tentativas» (basadas en cobertura de entre el 40 y el 74 por ciento).
() Tasas de crecimiento publicadas, que probablemente cambien (en base a cobertura menor al 40 por ciento).
Ver el texto sobre la estimación de cobertura. Un país se considera cubierto solo cuando se dispone de una observación real, se trate de la serie
preferida o de una secundaria.
0LHQWUDV TXH OD FREHUWXUD HQ HO DxR PiV UHFLHQWH HV EXHQD SDUD ODV HFRQRPtDV
GHVDUUROODGDV \ (XURSD GHO (VWH \ $VLD &HQWUDO GLVSRQHPRV GH GHPDVLDGDV SRFDV
REVHUYDFLRQHVUHDOHVSDUD2ULHQWH0HGLRHQ\SDUDSHUPLWLUXQDHVWLPDFLyQ
FRQÀDEOH\SRUWDQWRHVSUREDEOHTXHODVWHQGHQFLDVPiVUHFLHQWHVGHORVVDODULRVSDUD
2ULHQWH0HGLRFDPELHQ(WLTXHWDPRVDGHPiVODVWDVDVGHFUHFLPLHQWRUHJLRQDOFRPR
©HVWLPDFLRQHVSURYLVLRQDOHVªFXDQGRVHEDVDQHQFREHUWXUDGHOSRUFLHQWR\FRPR
«estimaciones tentativas» cuando la cobertura subyacente de nuestra base de datos es
HQWUHHO\HOSRUFLHQWRSDUDOODPDUDWHQFLyQGHOKHFKRGHTXHVHSRGUtDQUHYLVDU
nuevamente una vez se encuentren más datos disponibles.
Para hacer frente a la falta de respuesta por ítem (es decir, brechas en los datos
para los países con cobertura), se utilizó un «marco basado en modelos» para completar
los valores faltantes . Esto es necesario para mantener el conjunto de países que res-
ponden en forma constante a lo largo del tiempo y así evitar los efectos no deseados
DVRFLDGRVDXQDPXHVWUDLQHVWDEOH'HSHQGLHQGRGHODQDWXUDOH]DGHORVSXQWRVGHGDWRV
faltantes, utilizamos varios abordajes complementarios que se describen en detalle en el
DSpQGLFH,GHODHGLFLyQGHO,QIRUPH0XQGLDOVREUH6DODULRV
'HQWUR GH HVWH HQFXDGUH FDGD SDtV UHVSRQGH FRQ XQD SUREDELOLGDG GH Oj y se
VXSRQHTXHFDGDSDtVUHVSRQGHHQIRUPDLQGHSHQGLHQWHGHODVGHPiVGLVHxRGHPXHV-
WUHRGH3RLVVRQ'DGDVODVSUREDELOLGDGHVGHUHVSXHVWDOj, es entonces posible estimar
el total, Y, de cualquier variable yj:
(1)
por el estimador:
Factores de calibración
(OSURFHVRGHDMXVWHÀQDOJHQHUDOPHQWHOODPDGRGHFDOLEUDFLyQYHU6lUQGDO\'HYLOOH
HVWi GLVHxDGR SDUD DVHJXUDU OD FRKHUHQFLD GH OD HVWLPDFLyQ FRQ ORV DJUHJDGRV
conocidos. Este procedimiento asegura una representación adecuada de las diferentes
UHJLRQHVHQODHVWLPDFLyQPXQGLDOÀQDO(QHOSUHVHQWHFRQWH[WRVHFRQVLGHUyXQDVROD
76 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
ƴƍjt = ƴj wƢjt
Apéndice I Temas metodológicos 77
donde njt es el número de empleados del país j y ʭjt es el salario promedio correspon-
diente de los empleados del país j, ambos en un tiempo t. La misma operación se puede
repetir para el período de tiempo subsiguiente t+1 para obtener ʭ*t+1 utilizando los sala-
ULRVGHÁDFWDGRVʭ*t+1 y el número de empleados nt+1GRQGH
VHUHÀHUHDORVVDODULRV
reales. Entonces, resulta sencillo calcular la tasa de crecimiento del salario promedio
mundial, r.
6LQHPEDUJRPLHQWUDVpVWDHVXQDPDQHUDFRQFHSWXDOPHQWHDWUDFWLYDGHHVWLPDU
ODVWHQGHQFLDVVDODULDOHVPXQGLDOHVWLHQHDOJXQDVGLÀFXOWDGHVTXHDFWXDOPHQWHQRVH
pueden superar. En privado, sumar los salarios nacionales, como se hace en la ecua-
FLyQUHTXLHUHVXFRQYHUVLyQDXQDPRQHGDFRP~QWDOFRPRGyODUHV33$(VWDFRQYHU-
VLyQKDUtDODVHVWLPDFLRQHVVHQVLEOHVDUHYLVLRQHVGHORVIDFWRUHVGHFRQYHUVLyQHQ33$
También requeriría la armonización de las estadísticas salariales nacionales en un solo
FRQFHSWRVDODULDODÀQGHTXHHOQLYHOVHDHVWULFWDPHQWHFRPSDUDEOH.
0iVLPSRUWDQWHD~QHOFDPELRHQHOVDODULRSURPHGLRPXQGLDOWDPELpQVHYHUtD
LQÁXHQFLDGRSRUORVHIHFWRVGHFRPSRVLFLyQTXHVHSURGXFHQFXDQGRODSDUWLFLSDFLyQGH
los empleados cambia entre países. Por ejemplo, si el número de asalariados decae en un
SDtVGHDOWRVVDODULRVSHURVHH[SDQGHRVHPDQWLHQHFRQVWDQWHHQXQSDtVGHWDPDxR
similar y de salarios bajos, esto resultaría en una caída del salario promedio mundial
(mientras los niveles salariales se mantienen constantes en todos los países). Este efecto
GLÀFXOWDODLQWHUSUHWDFLyQGHFDPELRVHQHOVDODULRSURPHGLRPXQGLDO\DTXHVHUtDQHFH-
sario diferenciar qué parte se debe a cambios en los salarios promedio nacionales y qué
parte se debe a los efectos de composición.
3RUORWDQWRGLPRVSUHIHUHQFLDDXQDHVSHFLÀFDFLyQDOWHUQDWLYDSDUDFDOFXODUODV
tendencias salariales mundiales, la cual mantiene el atractivo intuitivo del concepto
presentado anteriormente, pero evita sus problemas prácticos. Para facilitar la interpre-
tación, queremos además excluir los efectos que se deben a cambios en la composición
de la población mundial de empleados. Por lo tanto evitamos el riesgo de producir
un artefacto estadístico de salarios promedio mundiales en declinación que podría ser
causado por un desplazamiento en el empleo hacia países de remuneraciones bajas (aun
cuando los salarios dentro de los países estén de hecho creciendo).
&XDQGRHOQ~PHURGHHPSOHDGRVGHFDGDSDtVVHPDQWLHQHFRQVWDQWHODWDVDGH
crecimiento mundial de los salarios rt se puede expresar como promedio ponderado de
las tasas de crecimiento salarial en los distintos países:
rt = ƙjwjt w rjt
GRQGHƠHVODSURSRUFLyQSURPHGLRGHORVVDODULRVVREUHODSURGXFWLYLGDGODERUDO3RUOR
tanto, la ponderación se puede estimar como:
lo cual es igual a:
(1)
$OWHUQDWLYDPHQWHVHSXHGHFDOFXODUODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDFRPRFRP-
pensación por trabajador sobre el valor agregado por ocupado:
(1')
(O OHFWRU UHFRQRFHUi TXH HO GHQRPLQDGRU 3,% SRU RFXSDGR R GDP per worker en
LQJOpVFRUUHVSRQGHDODSURGXFWLYLGDGODERUDOVHJ~QODGHÀQLFLyQDQWHULRU6LQHPEDUJR
el numerador no calza exactamente con el concepto de salarios promedio, según se
XWLOL]DHQHO,QIRUPH0XQGLDOVREUH6DODULRV(QSULPHUOXJDU&G(DGLIHUHQFLDGHORV
VDODULRVWDPELpQLQFOX\HODVFRWL]DFLRQHVVRFLDOHVGHORVHPSOHDGRUHV6HJXQGR©VDOD-
ULRVSURPHGLRªVHUHÀHUHVRODPHQWHDORVDVDODULDGRV\QRDWRGRVORVWUDEDMDGRUHVXQ
término que también incluye los trabajadores por cuenta propia). La ecuación (1' ) más
arriba se puede reescribir de manera que relacione los salarios promedio directamente
con la productividad laboral:
(1")
(1''')
donde n y r GHQRWDQ YDORUHV QRPLQDOHV \ UHDOHV UHVSHFWLYDPHQWH (O 3,% VH REWLHQH
GHÁDFWDQGRHO3,%QRPLQDOSRUXQtQGLFHGHSUHFLRVP. Una forma alternativa de cal-
cular los costos laborales unitarios nominales es, por tanto, utilizar el índice de precios
PMXQWRDORVYDORUHVQRPLQDOHVSDUD&G(\3,%
')
&RPRVHSXHGHDSUHFLDUHQHVWDVGRVHFXDFLRQHVORV&/8QRPLQDOHVSXHGHQDXPHQWDU
SRUTXHORVFRVWRVODERUDOHVQRPLQDOHVFUHFHQPiVUiSLGRTXHHO3,%QRPLQDORSRUTXH
DXPHQWDQORVSUHFLRV/RVSDtVHVFRQDOWDLQÁDFLyQSRUWDQWRKDELWXDOPHQWHH[SHUL-
mentan un aumento más rápido en los costos laborales unitarios en comparación a los
SDtVHVFRQEDMDLQÁDFLyQ(VWRGLÀFXOWDODFRPSDUDFLyQGHORVFRVWRVODERUDOHVXQLWDULRV
nominales entre países que utilizan monedas distintas.
/DDOWHUQDWLYDHVFDOFXODUORVFRVWRVODERUDOHVXQLWDULRVUHDOHVORFXDOÀMDHOFRVWR
ODERUDOUHDOHVGHFLUDMXVWDGRSRULQÁDFLyQHQUHODFLyQDOSURGXFWRUHDO(QRWUDVSDOD-
EUDVVHGHEHGHÁDFWDU&G(\3,%FRQXQtQGLFHGHSUHFLRVP:
'HELGRDTXHORVtQGLFHVGHSUHFLRVVHFDQFHODQPXWXDOPHQWHSRUWDQWRORVFRVWRVODER-
UDOHVXQLWDULRVKDELWXDOPHQWHVHFDOFXODQHQEDVHDYDORUHVQRPLQDOHV2&'(
Esto también evita los resultados incorrectos que podrían surgir cuando el índice de
SUHFLRV DO FRQVXPLGRU ,3& R &3, SRU VX VLJOD HQ LQJOpV VH XWLOL]D SDUD GHÁDFWDU HO
costo laboral pero con el índice de precios al productor (IPP o PPI por su sigla en
LQJOpVSDUDHO3,%YHU)OHFN*ODVHU\6SUDJXH$ORVHIHFWRVGHODSUHVHQWDFLyQ
los costos laborales unitarios frecuentemente se expresan como un índice que asume el
YDORUGHHQXQDxREDVHSRUHMHPSOR
5HVXOWDTXHODHFXDFLyQSDUDORVFRVWRVODERUDOHVUHDOHVHVH[DFWDPHQWHLJXDO
a la ecuación (1) para la participación del trabajo en la renta. Esta no es una coinci-
dencia, ya que de hecho los términos «participación del trabajo en la renta» y «costos
ODERUDOHVXQLWDULRVUHDOHVªIUHFXHQWHPHQWHVHXWLOL]DQFRPRVLQyQLPRVYHU0F.HQ]LH
\ %UDFNÀHOG /R TXH HVWR LPSOLFD HV TXH ODV SROtWLFDV SDUD UHGXFLU ORV FRVWRV
laborales unitarios reales desvinculan los salarios de la productividad y reducen la par-
ticipación del trabajo en la renta (aumentando así la participación del capital en la renta).
Los costos laborales unitarios nominales también pueden, por supuesto, decaer
como resultado de una declinación en el índice de precios P6LQHPEDUJRSRFRVVRQ
ORV KDFHGRUHV GH SROtWLFD TXH DSXQWDQ GLUHFWDPHQWH D OD GHÁDFLyQ XQ IHQyPHQR TXH
HPSHRUy OD *UDQ 'HSUHVLyQ GH \ DXPHQWD HO YDORU UHDO GH OD GHXGD H[LVWHQWH
&XDQGRORVSUHFLRVFRQWLQ~DQDXPHQWDQGRUHGXFLUORVFRVWRVODERUDOHVXQLWDULRVQRPL-
nales requerirá por tanto de una declinación en la participación del trabajo mucho más
pronunciada que la mera reducción de los costos laborales unitarios reales.
82 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
0LHQWUDVTXHXQDUHGXFFLyQGHORVFRVWRVODERUDOHVUHVXOWDSRSXODUHQWUHDOJXQRV
comentaristas de la economía, no está claro si las consecuencias para la distribución
funcional del ingreso se han considerado en profundidad y continúa no estando claro
por qué aumentar las utilidades a expensas de los salarios debería ser una buena política
HFRQyPLFDODSUHJXQWDDERUGDGDHQODSDUWH,,GHO,QIRUPH0XQGLDOVREUH6DODULRV
Apéndice III
Paso 4: El modelo supone una relación causal estática entre las variables.
Las estimaciones se construyen agrupando los datos disponibles desde un
panel desequilibrado (71 países, con un máximo de 37 años de observa-
ciones de cada país) y controlando por efectos individuales fijos. Por ende, el
modelo se puede expresar del siguiente modo:
WSAPit = F [FINit, GLOBit, TECHit, WFSTit, LMIit ; eit ]
i; índice de países
t; índice de tiempo (anual)
e; variación aleatoria
Resultados e interpretación
(OFXDGUR$SUHVHQWDHVWLPDFLRQHVSDUDODVHVSHFLÀFDFLRQHVGHODOtQHDGHEDVHSDUD
WUHVJUXSRVGHSDtVHVWRGDVODVHFRQRPtDVHFRQRPtDVHFRQRPtDVLQGXVWULDOL]DGDV
HFRQRPtDV GH OD 2&'( \ HFRQRPtDV HQ GHVDUUROOR HFRQRPtDV (VWD GLVWLQ-
ción es importante desde los puntos de vista conceptual y práctico. Las economías de
OD2&'(GHDOWRVLQJUHVRVSRVHHQPHUFDGRVODERUDOHV\HVWUXFWXUDVLQGXVWULDOHVPiV
homogéneas y disponen de datos de mejor calidad para períodos de tiempo más largos.
Estas condiciones nos permiten trabajar en un modelo extendido con todos los factores
SRWHQFLDOHVVLQJUDQULHVJRGHHUURUHVHVWDGtVWLFRVRFRQÀDELOLGDGGHORVGDWRVHVGHFLU
©UXLGRª HVWDGtVWLFR 3RU HQGH VH XWLOL]D XQ PRGHOR GH HVSHFLÀFDFLyQ SOHQR SDUD ODV
economías industrializadas. El impacto de la globalización se captura mediante las
variables «apertura comercial» y «términos de intercambio», donde el primero mide la
exposición al mercado mundial y el segundo mide la competitividad relativa de un país
HQ HO FRPHUFLR LQWHUQDFLRQDO (O LPSDFWR GH OD ©JOREDOL]DFLyQ ÀQDQFLHUDª VH FDSWXUD
PHGLDQWH OD VXPD GH DFWLYRV H[WHUQRV \ SDVLYRV H[WHUQRV HQ HO 3,% /DQH \ 0LOHVL
)HUUHWL7DPELpQVHLQFOX\HQHOFRQVXPRS~EOLFR\ODGHQVLGDGVLQGLFDO
6LQHPEDUJRWDOHQIRTXHQRHVIDFWLEOHSDUDODVHFRQRPtDVHQGHVDUUROORHQJUDQ
medida debido a las limitaciones en la disponibilidad de los datos, especialmente en
UHODFLyQDODGHQVLGDGVLQGLFDO3RUORWDQWRVHXWLOL]DXQPRGHORGHHVSHFLÀFDFLyQGLV-
tinto, incluyendo algunas variables nuevas, como la participación del sector industrial,
participación de la productividad agroforestal y laboral, para controlar por los efectos
GHODYDQFHWHFQROyJLFR\FDPELRVHVWUXFWXUDOHV$OFRQVLGHUDUWRGRVORVSDtVHVHQOD
regresión, las variaciones entre las economías desarrolladas y en desarrollo son tales
que la participación industrial, la participación agroforestal y la productividad laboral
VH FRQVLGHUDQ VXÀFLHQWHV SDUD FDSWXUDU ORV LPSDFWRV GH OD WHFQRORJtD \ ORV FDPELRV
HVWUXFWXUDOHVVREUHODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWD6LQHPEDUJRHQHOFDVRGH
las economías desarrolladas, estas tres variables son demasiado homogéneas y no iden-
WLÀFDQODKHWHURJHQHLGDGGHODVEUHFKDVWHFQROyJLFDVHQWUHORVSDtVHVHQHVWHJUXSR(Q
cambio, las variables de razón capital/trabajo y razón capital/servicio se utilizan para
FDSWXUDUWDOHVEUHFKDVDOHVWLPDUODHVSHFLÀFDFLyQGHODOtQHDGHEDVHSDUDORVSDtVHV
GHOD2&'(GHDOWRVLQJUHVRV)LQDOPHQWHVHLQFOX\HHOFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRUHDO
para controlar por el ajuste del ciclo comercial de corto plazo sobre el comportamiento
GHODÀMDFLyQGHORVVDODULRVHOVLJQRQHJDWLYRHVFRQVLVWHQWHFRQHOKDOOD]JRGHTXHORV
salarios son anticíclicos.
7RGDVODVHVWLPDFLRQHVSUHVHQWDGDVHQHOFXDGUR$VHSXHGHQOHHUHQWpUPLQRV
GHPDJQLWXGGHOLPSDFWRHOYDORUGHORVFRHÀFLHQWHV\ODGLUHFFLyQGHOLPSDFWRHO
VLJQR/DVHVWLPDFLRQHVFRQÀUPDQHOSDSHOTXHMXHJDQODWHFQRORJtD\ODJOREDOL]D-
FLyQHQHOFRPHUFLRLQWHUQDFLRQDO\ORVPHUFDGRVÀQDQFLHURVHQUHGXFLUODSDUWLFLSD-
ción del trabajo en la renta tanto en las economías desarrolladas como en desarrollo.
5HVXOWDLQWHUHVDQWHTXHHOLPSDFWRHVVLPLODUHQPDJQLWXGLQGHSHQGLHQWHGHODDJUXSD-
ción de países. Los cambios positivos en consumo público aumentan la participación
GHOWUDEDMRHQODUHQWDWDQWRHQODVHFRQRPtDVGHVDUUROODGDVFRPRHQGHVDUUROOR6LQ
embargo, el impacto es de menor magnitud cuando las estimaciones abarcan todas
ODVHFRQRPtDVSRWHQFLDOPHQWHUHFRQRFLHQGRODYDULDELOLGDGUHODWLYDGHOFRQVXPR
público entre países desarrollados y en desarrollo como determinante de la participa-
ción del trabajo en la renta$VLPLVPRHOFRHÀFLHQWHSDUDGHQVLGDGVLQGLFDOSDUDODV
Apéndice III Determinantes de la participación del trabajo 87
HFRQRPtDVGHOD2&'(VHxDODHOHIHFWRSRVLWLYRGHOSRGHUGHQHJRFLDFLyQVREUHOD
participación del trabajo en la renta .
$OXWLOL]DUODVHVWLPDFLRQHVEDVDGDVHQORVSDtVHVMXQWRVYHPRVTXHWDQWRORV
niveles crecientes de industrialización y los aumentos en la razón capital/trabajo (ambas
medidas de aumento de capital mediante el avance tecnológico) tienen un efecto adverso
sobre la participación del trabajo en la renta, según lo esperado y en línea con los
KDOOD]JRVGHHVWXGLRVDQWHULRUHVVREUHHOWHPD)0,.XPKRI\5DQFLqUH
)0,2&'(E. No obstante, en el caso de las economías en desarrollo, los
FRHÀFLHQWHVSRULQGXVWULDOL]DFLyQ\SURGXFWLYLGDGODERUDOLPSOLFDQXQDUHODFLyQSRVLWLYD
entre el progreso tecnológico y la participación del trabajo en la renta. Este podría ser un
indicador del efecto de crecimiento acelerado experimentado por algunas de estas eco-
QRPtDVDOPHQRVKDVWDVHJ~QVHH[SOLFDHQHOLQIRUPHGHO)0,VREUHJOREDOL]DFLyQ
)0,'XUDQWHHOSHUtRGRGHFUHFLPLHQWRDFHOHUDGRFXDQGRODVHFRQRPtDVHVWiQ
desplazando el énfasis desde sectores agrícolas hacia sectores industriales, el resultante
estrechamiento del mercado laboral podría presionar los salarios al alza, a medida que
DXPHQWDODSURGXFWLYLGDGODERUDO\VHDFWXDOL]DODWHFQRORJtD+DOOD]JRVVLPLODUHVIXHURQ
UHFLHQWHPHQWHFRQÀUPDGRVSRURWURVHVWXGLRVSRUHMHPSOR2&'(E
/D HVSHFLÀFDFLyQ GH OD OtQHD GH EDVH VH SXHGH DXPHQWDU D~Q PiV SDUD LQFOXLU
LQGLFDGRUHVGHODVLQVWLWXFLRQHVGHOPHUFDGRGHWUDEDMR,07HVGHFLUDTXHOODVYDULD-
bles que, además de la densidad sindical, son directamente indicativas de la fuerza del
proceso de negociación para determinar la participación del ingreso que se asigna al
WUDEDMR(OFXDGUR$PXHVWUDHOUHVXOWDGRGHHMHFXWDUYDULDVHVSHFLÀFDFLRQHVGRQGH
FDGD,07VHDJUHJDFRPRIDFWRUDGLFLRQDODODHVSHFLÀFDFLyQGHODOtQHDGHEDVHH[SOL-
FDGR\WDEXODGRHQHOFXDGUR$([LVWHQGRVUD]RQHVSDUDDJUHJDUcada uno de los
LQGLFDGRUHV,07SRUseparado. Primero, dado el impacto positivo de la densidad sin-
dical sobre la participación del trabajo en la renta, agregar indicadores independientes
que probablemente sean la causa de sindicalización permite una mejor comprensión
de los posibles mecanismos de transición entre sindicalización (poder de negociación)
\ OD SDUWLFLSDFLyQ GHO WUDEDMR HQ HO LQJUHVR 6HJXQGR ODV ,07 SUREDEOHPHQWH HVWpQ
altamente correlacionadas, de manera que agregar cada una por separado previene pro-
EOHPDVGHPXOWLFROLQHDOLGDGDOLGHQWLÀFDUORVSDUiPHWURVHVWLPDGRV
/DVHVWLPDFLRQHVVHEDVDQHQWRGDVODVHFRQRPtDVGHODPXHVWUD(QODSUiFWLFD
las estimaciones muestran que ninguna variable por sí sola es causal de cambios en la
participación del trabajo en la renta: es decir, la variabilidad dentro de cada variable
HQWUHSDtVHVVLJQLÀFDTXHQRSRGHPRVGHWHFWDUVLJQLÀFDFLyQSDUDQLQJXQD,07LQGLYL-
GXDO5HVXOWDQHFHVDULRGHVWDFDUTXHDXQFXDQGRODVGLVSRVLFLRQHVOHJDOHVPiVLPSRU-
WDQWHVFRQWLQ~DQVLQFDPELRSRUHMHPSORHOQLYHOGHVDODULRPtQLPR\EHQHÀFLRVSRU
GHVHPSOHRHVSRVLEOHTXHVXHÀFDFLDVHUHGX]FDDPHGLGDTXHVHH[FOX\HXQPD\RU
Q~PHURGHWUDEDMDGRUHVGHODFREHUWXUD6HKDHVWDEOHFLGRQRUPDWLYDGHIDFWRHQPXFKRV
países con un número creciente de trabajadores atípicos y una segmentación adicional
GHOPHUFDGRODERUDOHVWRSRGUtDH[SOLFDUHOKDOOD]JRGHIDOWDGHVLJQLÀFDQFLDSDUDODV
YDULDEOHV ,07 HQ HO FXDGUR $ 5HVXOWD LPSRUWDQWH GHVWDFDU TXH ODV YDULDEOHV ,07
utilizadas en el presente análisis no son nuevas y se han utilizado ampliamente en estu-
GLRV HPStULFRV )0, &RPLVLyQ (XURSHD 2&'( E DO LJXDO TXH
en el presente informe, las estimaciones en estudios similares no son estadísticamente
VLJQLÀFDWLYDV
88 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
(QHOFXDGUR$ODGHQVLGDGVLQGLFDOWXYRXQLPSDFWRSRVLWLYRVREUHODSDUWLFLSD-
FLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDODIDOWDGHVLQGLFDOL]DFLyQHQODVHFRQRPtDVHQGHVDUUROOR
LPSOLFDTXHQRSRGHPRVLGHQWLÀFDUHVWDYDULDEOHHQODVHVSHFLÀFDFLRQHVSURSXHVWDVHQHO
FXDGUR$$ÀQGHFRPSUHQGHUVLORVUHVXOWDGRVHQHOFXDGUR$VRQHOUHVXOWDGRGHOD
HVFDVDFDOLGDGGHORVGDWRVHQODVHFRQRPtDVHQGHVDUUROORVHHMHFXWyXQDHVSHFLÀFDFLyQ
DOWHUQDWLYDEDVDGDVRODPHQWHHQODVHFRQRPtDVGHOD2&'(GHDOWRVLQJUHVRVXWLOL-
]DQGRWRGDVODVVLHWHYDULDEOHV,07HQIRUPDsimultánea y agregando la variable «den-
VLGDGVLQGLFDOª(OFRHÀFLHQWHUHVXOWDQWHQRPRGLÀFyHODUJXPHQWRODVFLQFRYDULDEOHV
TXHFRQWURODQODIXHU]DGHODV,07QRUHVXOWDURQVLJQLÀFDWLYDV\VRODPHQWHOD©GHQVLGDG
VLQGLFDOªWXYRXQHIHFWRSRVLWLYR\VLJQLÀFDWLYRVREUHODGHWHUPLQDFLyQGHODSDUWLFLSDFLyQ
del trabajo en la renta. Por lo tanto, es claramente la sindicalización, y no los resultados
de la sindicalización, la que ofrece un amortiguador para la declinación en la participa-
FLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWD\HQSUHVHQFLDGHODJOREDOL]DFLyQ\ODÀQDQFLDUL]DFLyQ
)LQDOPHQWHVHSUREDURQRWUDVHVSHFLÀFDFLRQHVDJUHJDQGRYDULDEOHVTXHFRQWURODQ
por posibles cambios estructurales tales como la tasa de desempleo, la volatilidad de las
Consumo estatal (% del PIB) 0,4** (0,19) 0,9** (0,2) 0,8** (0,4)
Diagnósticos
Nota: Todos los modelos emplean un procedimiento de estimación de efecto fijo sobre los datos del panel conjunto. Globalización financiera
mide activos externos más pasivos externos divididos por el PIB; apertura comercial mide exportaciones más importaciones, divididos por el PIB;
términos de intercambio miden el valor unitario de exportación relativo al valor unitario de importación; productividad laboral promedio mide
el PIB por ocupado PPA-convertidos a precios constantes; consumo público expresado como porcentaje del PIB; sector industrial mide valores
agregados de todos los sectores industriales como porcentaje del PIB; sector agroforestal como porcentaje del PIB incluye el valor agregado por
silvicultura, caza, pesca, cultivo y ganadería; densidad sindical mide la proporción de la población ocupada sindicalizada; razón capital/trabajo
mide los servicios totales del capital dividido por el número de ocupados; servicios del capital mide inversión en tecnología de la información y
comunicación dividido por el valor agregado bruto.
1
Estas variables ingresan en forma logarítmica. ** Indica significancia al nivel 5%; * Indica significancia al nivel 10%. Cifras entre paréntesis
son errores estándar.
Fuente: Estimaciones de la OIT (Stockhammer, de próxima aparición).
Apéndice III Determinantes de la participación del trabajo 89
Cuadro A5 El impacto de factores externos sobre la participación del trabajo en la renta ajustada
Especificaciones de línea base Variable dependiente: participación de la renta laboral ajustada
aumentadas por cada uno de los
Todas las economías Número de Número de R-cuadrado Estadística
siguientes indicadores del mercado
(28 OCDE, 3 no OCDE de altos observaciones variables ajustado D de Durbin
laboral (IMT)
ingresos, 27 emergentes, Watson
13 en desarrollo)
Índice del salario mínimo –0,5 (1,7) 718 8 0,97 1,7
Tasas de reemplazo, beneficios
–2,5 (1,9) 1007 8 0,98 1,7
por desempleo
Cobertura de los beneficios
0,5 (0,8) 878 8 0,98 1,7
por desempleo
Período de notificación anticipada
–1,2 (0,8) 1026 8 0,98 1,7
después de 4 años de servicio
Pago de indemnización después
0,1 (0,4) 1026 8 0,98 1,7
de 4 años de servicio
1
Tamaño de la fuerza de trabajo 5,0 (3,7) 1242 8 0,98 1,7
1
Tamaño de la población –9,7 (6,5) 1450 8 0,98 1,7
Nota: Todos los modelos emplean un procedimiento de estimación de efecto fijo sobre los datos del panel conjunto con información desde 1970
hasta 2007. El índice del salario mínimo mide la razón entre el salario mínimo y la mediana salarial (Índice Kaitz).
1
Estas variables ingresan en forma logarítmica. ** Indica significancia al nivel 5%; * Indica significancia al nivel 10%. Cifras entre paréntesis
son errores estándar.
Fuente: Estimaciones de la OIT (Stockhammer, de próxima aparición).
Miembros de la OCDE Criterio: miembros de la OCDE e ingreso per cápita mayor a 12.276 dólares de los Estados Unidos
de altos ingresos Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, República Checa, Dinamarca, Eslovaquia, España,
(28 países) Estados Unidos, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Japón,
Luxemburgo, Nueva Zelandia, Noruega, Países Bajos Polonia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza.
No OCDE de altos Criterio: ingreso per cápita mayor a 12.276 dólares de los Estados Unidos
ingresos (31 países) Miembros de la OCDE de altos ingresos listados más arriba (28) y Hong Kong, Kuwait y Omán.
Ingresos medios-superiores Criterio: ingreso per cápita entre 3.976-12.275 dólares de los Estados Unidos
(27 países) Argelia, Argentina, Azerbaiyán, Belarús, Botswana, Brasil, Bulgaria, Chile, China, Colombia,
República de Corea, Costa Rica, Irán, Jordania, Lituania, Letonia, México, Mauricio, Namibia,
Panamá, Perú, Federación de Rusia, Sudáfrica, Tailandia, Túnez, Turquía y Venezuela.
Ingresos medios-bajos Criterio: ingreso per cápita entre 1.006-3.975 dólares de los Estados Unidos
(9 países) Armenia, Côte d’Ivoire, Egipto, Filipinas, India, República de Moldova, Mongolia, Nigeria y Sri Lanka.
Bajos ingresos Criterio: ingreso per cápita menor a 1.005 dólares de los Estados Unidos
(4 países) Kenya, Kirguistán, Níger y República Unida de Tanzanía.
WDVDVGHFDPELR\UHIRUPDVÀQDQFLHUDV6HHQFRQWUyTXHORVDXPHQWRVHQGHVHPSOHR
generaban impactos negativos en la participación del trabajo, lo cual no debería sor-
prender dada la presión descendiente sobre salarios y el debilitamiento de la posición
QHJRFLDGRUDGHORVWUDEDMDGRUHVHQSUHVHQFLDGHWDVDVPiVDOWDVGHGHVHPSOHR$VLPLVPR
un aumento de riesgo en el comercio internacional, expresado mediante la volatilidad de
la tasa de cambio, podría reducir la participación del trabajo: este hallazgo es coherente
90 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
1. 6HVXSRQHXQDHVSHFLÀFDFLyQSDUWLFXODUTXHYLQFXODXQFRQMXQWRGHFRYDULDEOHVDOD
SDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMR:6SRUVXVLJODHQLQJOpVREVHUYDGDSDUDHFRQRPtDVL
SDUDORVDxRVD(VWDVYDULDEOHVVRQHOFUHFLPLHQWRGHO3,%RWHFQRORJtD
THJOREDOL]DFLyQGÀQDQFLDUL]DFLyQFFRQVXPRS~EOLFRGC, y sindicalización, U:
6HFRUUHHOPRGHORSDUDREWHQHUORVFRHÀFLHQWHVHQODH[SUHVLyQ(VWRVHUHDOL]D
permitiendo el ingreso de todas las observaciones así como si se tuviera un corte
transversal. Una vez estimado el modelo se puede interpretar la expresión 1 del
PRGRSUHVHQWDGRHQODH[SUHVLyQ
&RPRVHLQGLFDHQHOUHFXDGUR$
Para las economías desarrolladas:
donde
OPEN indica «apertura internacional al comercio»
y TOT indica «términos del intercambio»
/DGHVFRPSRVLFLyQVHJ~QVHSUHVHQWDHQHOJUiÀFRVHEDVDHQODVHVSHFLÀFD-
FLRQHV\ORVFRHÀFLHQWHVHQODH[SUHVLyQ7RPDQGRFRPRHMHPSORODV©HFRQRPtDV
desarrolladas»:
D 6HOHFFLRQDUGRVSHUtRGRVHQHOWLHPSR\
F &DGD SURPHGLR VH SRQGHUD SRU HO FRHÀFLHQWH HVWLPDGR FRUUHVSRQGLHQWH WDO
FRPRVHSUHVHQWDHQODH[SUHVLyQ3RUHMHPSORF se mide como el logaritmo
de la suma de los activos externos y los pasivos externos: digamos, el promedio
de FSDUDWRGDVODVHFRQRPtDV\SDUDHOSHUtRGRUHVXOWDHQXQWRWDOGH
PLHQWUDVTXHSDUDHOSHUtRGRHOSURPHGLRHV(QWRQFHVFDGD
XQDGHHVWDVFLIUDVVHSRQGHUDSRUHOPLVPRYDORUFRHÀFLHQWHGH²
G 7RPDQGR ODV GLIHUHQFLDV HQWUH ORV GRV YDORUHV SRQGHUDGRV SRU HMHPSOR
²²² ²HVWRPXHVWUDODFRQWULEXFLyQGHODYDULDEOH©ÀQDQ-
FLDUL]DFLyQªRÀQDQFLDUL]DFLyQPXQGLDOHQHOJUiÀFR
H 6H KDFH OR PLVPR SDUD FDGD XQD GH ODV YDULDEOHV \ VH VXPD HO WRWDO OR FXDO
resulta en la diferencia «proyectada» entre períodos para la participación del
WUDEDMR(VWRHVLJXDODDSUR[LPDGDPHQWH²SRUHMHPSORHQWUHORVSHUtRGRV
\ODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRGHFUHFLyHQSRUFLHQWR
Lo mismo se aplica a las economías en desarrollo en el segundo conjunto de
EDUUDVSDUDHOJUiÀFRHQHVWHFDVRHOFDPELRSURPHGLRHQWS para la eco-
QRPtD©KLSRWpWLFDªHQHOPXQGRGHVDUUROODGRHVGH²SRUFLHQWR
Apéndice IV
• Bases de datos y fuentes: OIT/IIEL, Banco Mundial IDM, ONUDI; para Argentina y
Sudáfrica, Lindenboim, Kennedy y Graña (2011) y Cuentas Nacionales de las
Naciones Unidas; para China, Zhou, Xiao y Yao (2010).
Supuestos:
• Enfoque de ecuación única
• Relación de largo plazo donde PS y CIS son exógenos al componente de la
demanda agregada.
Paso 3: Simulaciones
Efecto de disminución de 1 por ciento sobre PS (1 por ciento aumento en CIS) sobre
C, I, NX:
Estimación de cada relación causal en el paso 2, utilizando transformación log en
todas las variables, para encontrar las elasticidades (coeficientes) de cada variable
incluida en la especificación.
Aplicación de elasticidades a las identidades que explican cada uno de los ítems
de la demanda agregada (C, I, NX) en forma de cambios marginales en relación al
ingreso nacional. Se toma la mediana del cambio promedio aritmético del consumo,
el ingreso y las exportaciones netas como la mediana del cambio observado durante
el período (en términos reales).
Disminución simultánea de 1 por ciento en PS (1 por ciento aumento en CIS) en la
demanda privada agregada total de cada país:
Suponer n economías cuando economía i es socio comercial de todas las demás
economías en n. El efecto simultáneo sobre la demanda agregada (AD) de un país
de un cambio en PS en todas las economías n para una economía i se presenta
como la suma de los siguientes cuatro componentes:
Apéndice IV El efecto de la participación del trabajo sobre la demanda agregada 95
Resultados e interpretación
Nuestra estrategia de estimación consiste en utilizar un marco de referencia diná-
PLFRVREUHORVGDWRVGHODVHULHWHPSRUDOSDUDHOSHUtRGRSDUDHVWLPDUODV
HODVWLFLGDGHVGHODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDSDUDXQLGDGHVHFRQyPLFDV
individualmente, para cada economía y para cada uno de los tres ítems en la demanda
agregada. Las elasticidades miden cuán sensible es cada uno de los componentes de
la demanda agregada a los cambios en la participación del trabajo en la renta. La
interpretación del lado de la demanda en el ingreso nacional supone la existencia de
un equilibrio estable y de largo plazo entre la demanda agregada y la participación del
trabajo en la renta. Por otro lado, la estrategia de modelación supone que no hay ningún
efecto de retroalimentación entre los diferentes componentes de la demanda agregada
(consumo, inversión y exportaciones netas) y un cambio en la participación del trabajo
HQODUHQWD/DVLPSOLÀFDFLyQVHUHDOL]DDFRVWDGHLPSUHFLVLRQHVHQODHVWLPDFLyQGH
las elasticidades. Por otro lado, la estimación de ecuaciones únicas para cada economía
WLHQHODYHQWDMDGHTXHHYLWDWHQHUTXHUHDOL]DUVXSXHVWRVGHLGHQWLÀFDFLyQQRFRPSUR-
EDEOHVTXHFRPSOLFDQDGLFLRQDOPHQWHODLQWHUSUHWDFLyQGHORVUHVXOWDGRVFRQÀQHVGH
recomendaciones de política . Es importante destacar la dualidad en el procedimiento
de estimación: una elasticidad que mide el impacto de un cambio sobre un ítem dado
(digamos, inversión) para una disminución (aumento) de 1 por ciento en la partici-
pación del trabajo en la renta, es equivalente a medir el cambio sobre el mismo ítem
para un aumento (disminución) de 1 por ciento en participación del capital (es decir,
XWLOLGDG(OFRQVXPRGHOJRELHUQRVHLJQRUySRUTXHSRUGHÀQLFLyQHOFRQVXPRS~EOLFR
HVLJXDODODSDUWLFLSDFLyQGHOHPSOHRS~EOLFRHQODUHQWD$OUHVSHFWRODSDUWLFLSDFLyQ
de los salarios en las siguientes estimaciones empíricas se ajustó según lo descrito
anteriormente.
Las elasticidades estimadas se utilizan en el análisis empírico de dos maneras
diferentes. Primero, se utilizan para simular el cambio en el consumo, la inversión y las
H[SRUWDFLRQHVQHWDVUHODWLYRDO3,%FDXVDGRSRUXQDFDtGDGHSRUFLHQWRHQODSDUWLFL-
SDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDHVWRVHKDFHVLPSOHPHQWHPXOWLSOLFDQGRODVHODVWLFLGDGHV
estimadas por el valor medio observado de los ítems correspondientes en la demanda
DJUHJDGDSRQGHUDGRVSRUORVSUHFLRVGHOIDFWRU6HJXQGRODVHODVWLFLGDGHVHVWLPDGDV
se utilizan dentro de un marco de referencia más general para simular el cambio en la
GHPDQGDDJUHJDGDSDUDFXDOTXLHUHFRQRPtDGDGDHQWUHODVXQLGDGHVHFRQyPLFDV
VLWRGDVODVGHPiVXQLGDGHVHFRQyPLFDVH[SHULPHQWDURQXQDFDtGDVLPXOWiQHDGH
1 por ciento en la participación del trabajo en la renta: el efecto de retroalimentación se
simula suponiendo que la caída de cada país en la participación del trabajo en la renta
tiene un impacto medible sobre sus exportaciones netas.
(OJUiÀFR$SUHVHQWDORVUHVXOWDGRVGHVLPXODUHOLPSDFWRGHXQDFDtGDGHSRU
ciento en la participación del trabajo en la renta sobre cada uno de los componentes de
la demanda agregada. En comparación a la inversión y las exportaciones netas, la res-
puesta del consumo privado de productos nacionales es negativa y sustancial en todas
las unidades económicas: en este caso no es posible distinguir entre economías desa-
rrolladas y en desarrollo ya que todas parecen sufrir pérdidas de magnitud similar.
$H[FHSFLyQGH$UJHQWLQD$XVWUDOLD\6XGiIULFDWRGRVORVSDtVHV\ODHXUR]RQDFRPR
FRQMXQWRH[SHULPHQWDUtDQXQDFDtGDHQFRQVXPRGHSRUFLHQWRRPiV(QHOFDVR
GH HFRQRPtDV FRQ SREODFLRQHV VLJQLÀFDWLYDPHQWH QXPHURVDV \ SRU WDQWR JUDQGHV
96 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
por las exportaciones chinas, las cuales se basan fuertemente en bienes de consumo
tales como los textiles. Por último, la elasticidad de las importaciones en relación a los
SUHFLRVUHODWLYRVHVODVHJXQGDPiVDOWDGHOPXQGRGHVSXpVGH6XGiIULFD(VWH~OWLPR
SXQWR SRGUtD WDPELpQ H[SOLFDU SRU TXp 6XGiIULFD HYLGHQFLD HO VHJXQGR LPSDFWR PiV
DOWRHQODVH[SRUWDFLRQHVQHWDVHQWUHODVXQLGDGHVHFRQyPLFDVFRQXQDFDtGDGHSRU
FLHQWRHQODSDUWLFLSDFLyQGHOWUDEDMRHQODUHQWDJUiÀFR$F
Uno podría estar tentado a sumar todos los efectos independientes para cada una
GHODVXQLGDGHVHFRQyPLFDVDÀQGHLOXVWUDUHOLPSDFWRJHQHUDOGHXQDFDtGDGHSRU
ciento en la participación del trabajo sobre la demanda agregada privada. Esto sería
HQJDxRVR\DTXHHOJUiÀFR$\ODVHVWLPDFLRQHVTXHORDOLPHQWDQLJQRUDQORVHIHFWRV
de retroalimentación existentes entre el consumo, la inversión y las exportaciones netas.
1RREVWDQWHODVHVWLPDFLRQHVSUHVHQWDGDVHQHOJUiÀFR$VRQLQIRUPDWLYDVSDUDOD
mayoría de las economías consideradas, el impacto de disminuir la participación del
trabajo en la renta (digamos, reduciendo los salarios por debajo de la productividad
promedio para ganar en competitividad) probablemente tendría un efecto tan negativo
sobre el consumo doméstico (bienes y servicios comercializados a nivel nacional) que
requeriría de una respuesta masiva en forma de inversión nacional y exportaciones netas
para compensar el efecto adverso sobre la demanda agregada. Estos hallazgos están en
OtQHDFRQORVGH)HOLSH\.XPDUTXLHQHVHQFXHQWUDQTXHUHGXFLUORVFRVWRVODERUDOHV
unitarios (reducción de la participación del trabajo en la renta) es perjudicial para las
economías que no tienen un nicho para su canasta de exportaciones en el mercado mun-
dial: no existe ganancia en reducir los costos laborales unitarios cuando compiten con
&KLQDSDUDFRORFDUXQDFDQDVWDVLPLODUGHH[SRUWDFLRQHVHQODHFRQRPtDPXQGLDO\D
que esta disminución en costos laborales simplemente profundizaría aún más la rece-
sión en un país mediante el efecto adverso sobre el consumo (reduciendo la demanda
HIHFWLYD\ODLQYHUVLyQH[SDQGLHQGRODEUHFKDWHFQROyJLFD)HOLSH\.XPDU
98 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
Eurozona
(−0,439) (0,299) (0,057)
Argentina
(−0,153) (0,015) (0,192)
Australia
(−0,256) (0,174) (0,272)
Canadá
(−0,326) (0,182) (0,266)
China
(−0,412) (0,000) (1,986)
Francia
(−0,305) (0,088) (0,198)
Alemania
(−0,501) (0,376) (0,096)
India
(−0,291) (0,000) (0,310)
Italia
(−0,356) (0,130) (0,126)
Japón
(−0,353)
(0,284)
(0,055)
México
(−0,438) (0,153) (0,381)
República de Corea
(−0,422) (0,000) (0,359)
Sudáfrica
(−0,145) (0,129) (0,506)
Turquía
(−0,491) (0,000) (0,283)
Reino Unido
(−0,303) (0,120) (0,037)
Estados Unidos
(−0,426) (0,000) (0,037)
Nota: Los valores entre paréntesis muestran el % de cambio en cada uno de los ítems correspondientes: % de cambio en el consumo privado
de bienes y servicios, % de cambio en bienes de inversión, % de consumo del valor de las exportaciones menos el valor de las importaciones
(exportación neta).
Fuente: Onaran y Galanis, de próxima aparición.
Notas
9 6LELHQH[LVWHXQDFDQWLGDGGHIRUPDVGLIHUHQWHVGHPHGLUODSURGXFWLYLGDGODERUDO
WRGDV GHÀQHQ HO SURGXFWR HFRQyPLFR HQ UHODFLyQ DO LQVXPR ODERUDO YHU 2&'(
(QFRQFRUGDQFLDFRQORV2EMHWLYRVGH'HVDUUROORHO0LOHQLRGHODV1DFLRQHV
8QLGDVHVWHLQIRUPHXWLOL]DHO3,%SRURFXSDGRFRPRPHGLGDVLPSOHGHODSURGXFWL-
YLGDGODERUDO0LHQWUDVHQIRTXHVPiVSUHFLVRVTXHDMXVWDQSRUKRUDVWUDEDMDGDVVRQ
PiV~WLOHVSDUDORVHVWXGLRVGHXQVRORSDtVYHUSRUHMHPSORORVJUiÀFRVGHSURGXF-
WLYLGDGODERUDOSXEOLFDGRVSRUOD2ÀFLQDGH(VWDGtVWLFDV/DERUDOHVGHORV(VWDGRV
8QLGRVHQKWWSZZZEOVJRYOSF>FRQVXOWDGRHOVHSGH@QXHVWUDPHGLGD
VLPSOH HV PiV DSURSLDGD SDUD HVWXGLRV FRPR HO ,QIRUPH 0XQGLDO VREUH 6DODULRV
que abarca un mayor número de países, muchos de los cuales no disponen de datos
FRQÀDEOHVVREUHODVKRUDVWUDEDMDGDV
10 3DUDWHQGHQFLDVHQ8FUDQLDHQWUH\YHU*DQJXOL\7HUUHOOSDUD
WHQGHQFLDVPiVUHFLHQWHVYHU2,7G
11 La proporción de personas disponibles para trabajar a tiempo completo pero que
WUDEDMDEDQPHQRVKRUDVVHGLVSDUyGHOSRUFLHQWRHQDOSRUFLHQWRHQ
\DOSRUFLHQWRHQDQWHVGHGHFOLQDUQXHYDPHQWHDOSRUFLHQWR
HQODSULPHUDPLWDGGH
12 /D$UJHQWLQDKDLGHQWLÀFDGRDOJXQDVLQFRQVLVWHQFLDVHQODVVHULHVGHVDODULRVTXHQR
han podido ser resueltas con anterioridad a la edición de este informe, por lo que se
ha tomado la decisión de no publicarlas en esta oportunidad.
13 /RVPLHPEURVGHO&RQVHMRGH&RRSHUDFLyQGHO*ROIRVRQ$UDELD6DXGLWD%DKUHLQ
(PLUDWRVÉUDEHV8QLGRV.XZDLW2PiQ\4DWDU
14 /D'HFODUDFLyQGHOD2,7VREUHODMXVWLFLDVRFLDOSDUDXQDJOREDOL]DFLyQHTXLWDWLYD
HQ GHVWDFD FRPR SDUWH GH VX $JHQGD GH 7UDEDMR 'HFHQWH OD SURPRFLyQ GH
«medidas en materia de salarios y ganancias y de horas y otras condiciones de tra-
bajo, destinadas a garantizar a todos una justa distribución de los frutos del progreso
y un salario mínimo vital para todos los que tengan empleo y necesiten esa clase de
SURWHFFLyQª2,7ESiJ(O3DFWR0XQGLDOSDUDHO(PSOHRGHWDP-
bién alienta a los gobiernos a «considerar opciones, como el salario mínimo, que
permitan reducir la pobreza y la desigualdad, incrementar la demanda y contribuir
DODHVWDELOLGDGHFRQyPLFDª2,7SiJ
15 9HU&RQYHQLRVREUHODÀMDFLyQGHVDODULRVPtQLPRVQ~P
16 'HHXURVSRUPHVHVWRHVHXURVSDJDGHURVGXUDQWHPHVHVDHXURV
por mes.
17 $SULQFLSLRVGHOD2,7\HO%DQFR0XQGLDOUHDOL]DURQXQDHQFXHVWDFRQMXQWD
VREUHSROtWLFDVGHUHVSXHVWDDODFULVLVHQSDtVHVGXUDQWHXQSHUtRGRGHGRVDxRV
GH PHGLDGRV GH D ÀQHV GH /D EDVH GH GDWRV UHVXOWDQWH \ HO LQIRUPH
FRQMXQWRVHSXHGHQYHUHQKWWSZZZLORRUJFULVLVLQYHQWRU\>FRQVXOWDGRHOVHSW
@(OVDODULRPtQLPRIXHXQDGHODVKHUUDPLHQWDVSROtWLFDVHQFXHVWDGDV6H
SODQWHDURQPXFKDVH[SOLFDFLRQHVSDUDODYDULDFLyQHQWUHSDtVHVLQFOX\HQGRODÀMD-
ción institucional de un salario mínimo que facilite, y a veces obligue, ajustar el
QLYHO%RQQHW6DJHW\:HEHU
Notas 101
18 /DOtQHDLQWHUQDFLRQDOGHODSREUH]DGHGyODUHVGHORV(VWDGRV8QLGRVFRUUHV-
SRQGH D OD SREUH]D QDFLRQDO PHGLD GH DO PHQRV SDtVHV PHQRV GHVDUUROODGRV
30'PLHQWUDVTXHODOtQHDLQWHUQDFLRQDOGHODSREUH]DGHGyODUHVGHORV(VWDGRV
8QLGRVFRUUHVSRQGHDODOtQHDGHSREUH]DPHGLDQDGHHFRQRPtDVHQGHVDUUROOR
Las líneas de pobreza nacionales se basan en el costo estimado de una canasta
de productos básicos de consumo, típicamente vinculados a los requerimientos
PtQLPRVGHQXWULFLyQ9HU5DYDOOLRQ&KHQ\6DQJUDXOD
DQiOLVLV QR FDPELDQ VLJQLÀFDWLYDPHQWH DO DSOLFDU ORV GLIHUHQWHV DMXVWHV YHU 2,7
D /D XWLOL]DFLyQ GH OD SDUWLFLSDFLyQ GHO WUDEDMR DMXVWDGD RIUHFH DGHPiV XQ
punto de comparación con la mayoría de los otros estudios.
22 /DEDVHGHGDWRV:RUOG7RS,QFRPHVHHQFXHQWUDGLVSRQLEOHHQOtQHDHQ3DULV6FKRRO
of Economics, en http://g-mond.parisschoolofeconomics.eu/topincomes.
23 /DV JDQDQFLDV UHWHQLGDV VH GHÀQHQ DTXt FRPR H[FHGHQWHV EUXWRV GH H[SORWDFLyQ
menos el pago de dividendos.
24 2ÀFLQD)HGHUDOGH(VWDGtVWLFD&XHQWDVQDFLRQDOHVSURGXFWRLQWHUQRUHVXOWDGRVWUL-
PHVWUDOHV)DFKVHULH6HULHFXDGUR
25 8Q LQIRUPH GH OD &RPLVLyQ (XURSHD FRQFOX\y TXH ©SDUD HO SHUtRGR SDUD HO FXDO
H[LVWtDQGDWRVGLVSRQLEOHVHVGHFLUGHVGHPHGLDGRVGHORVDxRVKDVWDLQLFLRV
GHORVDxRVORVUHVXOWDGRVGHODHVWLPDFLyQLQGLFDQFODUDPHQWHTXHORVDYDQFHV
tecnológicos hicieron la mayor contribución a la caída en la participación del trabajo
HQODUHQWDDJUHJDGD&RPLVLyQ(XURSHDSiJ6LQHPEDUJRODHYLGHQFLD
de esto es un tanto limitada para los países en desarrollo.
26 9HU6WRFNKDPPHUGHSUy[LPDDSDULFLyQSDUDXQDGHVFULSFLyQGHODVIXHQWHVGHGDWRV
27 En una entrevista con el Financial TimesHQ$ODQ*UHHQVSDQH[SUHVLGHQWH
GHO%DQFRGHOD5HVHUYD)HGHUDOFRQVLGHUyTXHODGHFOLQDFLyQGHODSDUWLFLSDFLyQ
del trabajo y la brecha entre el crecimiento de los salarios y la productividad en
ORV(VWDGRV8QLGRVSRGUtDHURVLRQDUHODSR\RSROtWLFRGHOOLEUHPHUFDGRYHU*XKD
28 La demanda agregada, según se observó anteriormente, es la suma del consumo, la
inversión, las exportaciones netas y el gasto público. El consumo público se excluyó
GHODQiOLVLV\DTXHSRUGHÀQLFLyQHOFRQVXPRS~EOLFRHVLJXDODODSDUWLFLSDFLyQGH
la renta del empleo público.
29 7RGRVORVUHVXOWDGRVHFRQRPpWULFRVHVSHFtÀFRVFRQWHQLGRVHQHOFXDGURVHSXHGHQ
HQFRQWUDUHQ2QDUDQ\*DODQLVGHSUy[LPDDSDULFLyQ
30 9HUSRUHMHPSOR)0,F1yWHVHTXHHOFRQFHSWRGHFRVWRVODERUDOHVXQLWDULRV
FRPRPHGLGDGHFRPSHWLWLYLGDGGHORVFRVWRVQRVHHQFXHQWUDOLEUHGHFUtWLFD)HOLSH
\.XPDUFRQVLGHUDQSRUHMHPSORTXHFXDQGRDXPHQWDQORVFRVWRVODERUDOHV
XQLWDULRVOXHJRSRUGHÀQLFLyQGHEHQUHGXFLUORVFRVWRVGHOFDSLWDO\SRUWDQWRHO
LPSDFWRVREUHODFRPSHWLWLYLGDGH[WHUQDQRUHVXOWDFODUD)HOLSH\.XPDU
31 La única economía avanzada que no presenta impacto alguno sobre la inversión
con un aumento en la participación de las utilidades es los Estados Unidos. En un
HVWXGLRDQWHULRUGH2QDUDQ6WRFNKDPPHU\*UDÁVHHQFRQWUyTXHODLQFOX-
VLyQ GH ORV SDJRV GH GLYLGHQGRV H LQWHUpV HQ OD GHÀQLFLyQ GH LQYHUVLyQ SDUD ORV
(VWDGRV8QLGRVUHVXOWDEDHQHIHFWRVDJUDYDQWHVTXHLPSHGtDQLGHQWLÀFDUODVLJQL-
ÀFDQFLDGHXQDXPHQWRHQODSDUWLFLSDFLyQGHOFDSLWDOHQODUHQWDXQDGLVPLQXFLyQ
en la participación del trabajo) sobre la inversión. Lo mismo podría estar pasando
HQHOFRQMXQWRDFWXDOGHHVWLPDFLRQHV9HUDGHPiV+HLQ\9RJHOTXLHQHVQR
encuentran efectos del capital en la renta sobre inversión en los Estados Unidos, en
línea con los hallazgos en este informe.
Notas 103
32 Una pregunta en tal escenario sería cómo se distribuiría entre la población el incre-
mento del crecimiento económico que podría resultar de una menor participación
GHO LQJUHVR 6LQ HPEDUJR HVWD SUHJXQWD HVWi PiV DOOi GHO DOFDQFH GHO SUHVHQWH
LQIRUPH6REUHODUHOHYDQFLDGHDxDGLUDOGHEDWHHOLPSDFWRPLFURHFRQyPLFRGHXQD
GLVWULEXFLyQFDPELDQWHGHOLQJUHVRIXQFLRQDOYHU$WNLQVRQ
33 'LYHUVRVHVWXGLRVGHFDVRKDQH[DPLQDGRHVWHIHQyPHQRSDUWLFXODUPHQWHSDUDORV
(VWDGRV8QLGRV9HU%DUED\3LYHWWL&\QDPRQ\)D]]DUL*XWWPDQQ
\3OLKRQYDQ7UHHFN+HLQ\'QKDXSW\YDQ7UHHFN(VWXGLRV
HFRQRPpWULFRVKDQGHPRVWUDGRTXHODULTXH]DÀQDQFLHUDHLQPRELOLDULDHVXQGHWHU-
PLQDQWHHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQLÀFDWLYRGHOFRQVXPR\QRVRODPHQWHHQORV(VWDGRV
8QLGRV 9HU /XGYLJVRQ \ 6WHLQGHO 0HKUD 2QDUDQ 6WRFNKDPPHU \
*UDÁ%RRQH\*LURXDUG\'UHJHU\6ODFDOHN
Apéndice I
34 /D2,7HQFDUJyHOLQIRUPHGH)DUKDG0HKUDQEstimation of global wage trends:
Methodological issues2ÀFLQD,QWHUQDFLRQDOGHO7UDEDMRHGLFLyQPLPHRJUDÀDGD
evaluaciones de pares efectuadas por el Prof. Yves Tillé, Expertise report on the
‘Estimation of global wage trends: Methodological issues’, Instituto de Estadística
GHOD8QLYHUVLGDGGH1HXFKDWHOHGLFLyQPLPHRJUDÀDGD3URI<XMLQ-HRQJ\3URI
-RVp/*DVWZLUWKComments on the draft ILO report ‘Estimation of global wage
trends: Methodological issues’+(&0RQWUHDO\8QLYHUVLGDG*HRUJH:DVKLQJWRQ
:DVKLQJWRQ'&HGLFLyQPLPHRJUDÀDGD'U-R\XS$KQResponses to Draft ILO
Report ‘Estimation of global wage trends: Methodological issues’ .RUHD /DERU
,QVWLWXWHHGLFLyQPLPHRJUDÀDGD
35 2,75HVROXFLyQVREUHOD&ODVLÀFDFLyQ,QWHUQDFLRQDOGHOD6LWXDFLyQHQHO(PSOHR
&,6(DGRSWDGDSRUOD;9&RQIHUHQFLD,QWHUQDFLRQDOGH(VWDGtVWLFRVGHO7UDEDMR
*LQHEUDHQHURGH
36 2,75HVROXFLyQVREUHODPHGLFLyQGHORVLQJUHVRVUHODFLRQDGRVFRQHOHPSOHRDGRS-
WDGD SRU OD ;9, &RQIHUHQFLD ,QWHUQDFLRQDO GH (VWDGtVWLFRV GHO 7UDEDMR *LQHEUD
RFWXEUH GH KWWSZZZLORRUJZFPVSJURXSVSXEOLFGJUHSRUWVVWDW
GRFXPHQWVQRUPDWLYHLQVWUXPHQWZFPVBSGI
37 El objetivo de lograr la máxima cobertura posible está en línea con la idea de que
el trabajo decente y, por lo tanto, los ingresos adecuados son una preocupación para
todos los trabajadores, y los indicadores estadísticos deberían incluir a todos aque-
OORVSDUDTXLHQHVXQLQGLFDGRUHVUHOHYDQWH9HU2,7F
38 6H KDFH HQ EDVH DO ÌQGLFH GH 3UHFLRV DO &RQVXPLGRU ,3& GHO )0, SDUD HO SDtV
UHVSHFWLYR(QHOFDVRGHO%UDVLO\ORV(VWDGRV8QLGRVGRQGHQXHVWUDVFRQWUDSDUWHV
QDFLRQDOHV UHFRPLHQGDQ HO XVR GH XQD DOWHUQDWLYD DO ,3& RSWDPRV SRU IXHQWHV
QDFLRQDOHV GHO ,QVWLWXWR %UDVLOHLUR GH *HRJUDItD H (VWDGtVWLFD ,%*( \ 2ÀFLQD
GH(VWDGtVWLFDV/DERUDOHVUHVSHFWLYDPHQWH8WLOL]DPRVDGHPiVHO,3&QDFLRQDOR
YDORUHVGHORVVDODULRVUHDOHVSDUDFDVRVFXDQGRODRÀFLQDQDFLRQDOGHHVWDGtVWLFD
de un país nos entrega estos datos directamente, o cuando la serie primaria de los
salarios de un país se entrega en forma nominal y real.
104 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
39 Nuestro universo incluye todos los países y territorios para los cuales existen datos
GLVSRQLEOHVVREUHHPSOHRHQHOPRGHOR7HQGHQFLDV0XQGLDOHVGHO(PSOHRGHOD2,7
PRGHOR70(\H[FOX\HSRUORWDQWRDOJXQRVSHTXHxRVSDtVHV\WHUULWRULRVSRU
HMHPSORODV,VODVGHO&DQDOROD6DQWD6HGHTXHQRWLHQHQQLQJ~QLPSDFWRSHUFHS-
tible sobre las tendencias mundiales o regionales.
40 Esto está en línea con la metodología estándar para encuestas, donde generalmente
se utiliza un marco basado en un modelo para las no-respuesta por ítem, mientras
TXHHQHOFDVRGHQRUHVSXHVWDSRUFXHVWLRQDULRVHXVDXQPDUFREDVDGRHQGLVHxR
41 Para mayor información sobre el problema de los datos faltantes, ver también OIT,
FS
42 8QD HVSHFLÀFDFLyQ DOWHUQDWLYD FRQ HO 3,% SHU FiSLWD \ HO WDPDxR GH OD SREODFLyQ
produjo resultados muy similares.
43 /RVGDWRVSDUDHOQ~PHURGHRFXSDGRV\HOQ~PHURGHDVDODULDGRVSURYLHQHQGH,&07
\ORVGDWRVVREUHHO3,%HQGyODUHVGHORV(VWDGRV8QLGRV33$GHORV,QGLFDGRUHVGH
'HVDUUROOR0XQGLDOGHO%DQFR0XQGLDO
44 /DHVWLPDFLyQůnh, del número de empleados en la región h se obtiene multiplicando
el número de los empleados en los países de la región para la cual se tienen datos de
salarios con las ponderaciones sin calibrar, y luego se suma a lo largo de la región.
45 Ver, por ejemplo, el trabajo realizado principalmente para países industrializados
SRU HO SURJUDPD ,QWHUQDWLRQDO /DERU &RPSDULVRQV GH OD 2ÀFLQD GH (VWDGtVWLFDV
/DERUDOHVKWWSZZZEOVJRYÁV>FRQVXOWDGRHOVHSW@'DGRTXHQRFRP-
paramos los niveles, sino que nos centramos en el cambio con el tiempo en los dis-
tintos países, los requerimientos de datos son menos exigentes en nuestro contexto.
46 (VWLPDPRVTXHHOQ~PHURGHHPSOHDGRVHQGDWRTXHWRGDYtDQRVHGLVSRQHGH
,&07VHREWLHQHFDOFXODQGRODSURSRUFLyQGHWUDEDMDGRUHVVREUHHOHPSOHRHQ
\OXHJRPXOWLSOLFDQGRHOHPSOHRWRWDOHQFRQHVWDUHODFLyQ/DIXHQWHSULQFLSDO
GHGDWRVSDUD,&07HV/DERUVWD
47 9HUWDPELpQ2,7DSiJSDUDODDVRFLDFLyQHQWUHORVQLYHOHVVDODULDOHV\HO
3,%SHUFiSLWD$SHVDUGHHVWRODHYROXFLyQVDODULDOSXHGHDSDUWDUVHGHODVWHQGHQ-
cias de la productividad laboral en el corto y mediano plazo.
Apéndice II
48 *ORVDULRGHWpUPLQRVHVWDGtVWLFRVGHOD2&'(VWDWVRHFGRUJJORVVDU\>FRQVXOWDGR
HOVHSW@
Apéndice III
49 El indicador consumo público como indicador de bienestar social sugiere un desa-
rrollo en forma U-inversa en el tiempo: el gasto público como participación del
3,%OOHJyDVXSXQWRPi[LPRDLQLFLRVGHORVDxRV\GHVGHHQWRQFHVPDQWXYR
una tendencia a la baja. El papel del gasto público y la generosidad del gasto en
bienestar social se destacó anteriormente en la bibliografía, con énfasis en el papel
GHOVHJXQGRVREUHHOVDODULRGHUHVHUYDGHODSREODFLyQHQHGDGODERUDOYHU3LHUVRQ
.RUSL\3DOPH3RUFLHUWRKXERXQDUHGXFFLyQHQODJHQHURVLGDGGHO
Notas 105
(VWDGRGHELHQHVWDUGHVGHSUHFLVDPHQWHDOPRPHQWRFXDQGRODSDUWLFLSDFLyQ
del trabajo en la renta inició su tendencia a la baja. Para estudios que incluyen el
JDVWRS~EOLFRFRPRSDUWLFLSDFLyQGHO3,%SDUDH[SOLFDUODFDtGDHQODSDUWLFLSDFLyQ
GHOWUDEDMRHQODUHQWDYHU+DUULVRQ-D\DGHY
50 /D&RPLVLyQ(XURSHD\)0,HQFXHQWUDQHIHFWRVVRUSUHQGHQWHPHQWH
PtQLPRVRQLQJXQRVREUHODGHQVLGDGVLQGLFDO(O)0,LQFOX\HGHQVLGDGVLQGLFDO\
SUHVLyQÀVFDOGHVSXpVGHQRHQFRQWUDUHIHFWRDOJXQRGHRWUDVYDULDEOHV,07
51 Los cambios tecnológicos también se aproximaron mediante razones capital/trabajo
\FDSLWDO7,&RVXVFRPELQDFLRQHVHQ%HQWROLOD\6DLQW3DXO\HQ&RPLVLyQ
(XURSHD/DXWLOL]DFLyQGHFDSLWDO7,&RVHUYLFLRV7,&HVXQVXVWLWXWRPHQRV
DPELJXRSDUDHOFDPELRWHFQROyJLFR\DTXHUHÁHMDORVFDPELRVWHFQROyJLFRVLPSOH-
mentados, independiente de los motivos para su implementación.
52 (QSDUWLFXODUWDOHVHVWXGLRVDSXQWDQDODVLJQLÀFDQFLDGHOJDVWRS~EOLFR\HO(VWDGR
de bienestar en la determinación del salario de reserva de los participantes, es decir,
el nivel al cual los individuos están dispuestos a ingresar al mercado laboral. Un
aumento en generosidad (el Estado de bienestar) desplaza el salario de reserva hacia
arriba (efecto sobre el ingreso mediante desincentivos del mercado laboral) y por
tanto desplaza la distribución de los salarios hacia la derecha, aumentando los sala-
rios para todos: esto, manteniéndose todo lo demás constante, aumenta la participa-
ción del trabajo en la renta.
53 El desempleo se expresa como la tasa de desempleo en la economía, y la volatilidad
de la tasa de cambio, como función de la varianza de la tasa de cambio real. Las
UHIRUPDVÀQDQFLHUDVVHEDVDQHQXQDYDULDEOHTXHPLGHODVEDUUHUDVDOLQJUHVRÁXMRV
internacionales del capital, controles de la tasa de interés, privatización, el desa-
UUROORGHORVPHUFDGRVGHYDORUHV\HOtQGLFHGHUHIRUPDÀQDQFLHUD3DUDPD\RUHV
GHWDOOHVVREUHXQDJDPDGHHVSHFLÀFDFLRQHVUHODFLRQDGDVDODHVSHFLÀFDFLyQGHOD
OtQHDGHEDVHYHU6WRFNKDPPHUGHSUy[LPDDSDULFLyQ
Apéndice IV
54 El uso de ecuaciones únicas, en un marco de referencia de la demanda agregada
similar, ha sido ampliamente utilizado en la bibliografía: ver, por ejemplo, Onaran,
+HLQ\9RJHO1DDVWHSDG\6WRUP8QDDOWHUQDWLYDDOHQIRTXHGH
HFXDFLyQ ~QLFD HV HVWLPDU HODVWLFLGDGHV HQ XQ VLVWHPD 9$5 R GH YDORU HQ ULHVJR
GRQGHODVUHVWULFFLRQHVVXE\DFHQWHVGHODLGHQWLÀFDFLyQIUHFXHQWHPHQWHVRQVXSXHVWRV
arbitrarios sobre la relación entre el consumo, la inversión y las exportaciones netas.
8QDYHQWDMDGHXWLOL]DUHOVLVWHPD9$5HVSHUPLWLUODHQGRJHQLGDGGHODSDUWLFLSDFLyQ
del trabajo en la renta. En el sistema de ecuación única, el supuesto de una relación de
ODUJDGXUDFLyQD\XGDDVXSHUDUHOSUREOHPDGHHQGRJHQLGDGHVGHFLUHOPRGHORVXSRQH
una relación de equilibrio de larga duración dentro de un marco de referencia causal.
55 9HUWDPELpQ+HLQ\9RJHOTXLHQHVQRHQFXHQWUDQHIHFWRVGHODSDUWLFLSDFLyQ
de las utilidades sobre inversión en los Estados Unidos, en línea con los hallazgos
en este informe.
56 3DUDPD\RUHVGHWDOOHVYHU2QDUDQ\*DODQLVGHSUy[LPDDSDULFLyQ
Bibliografía
$ELDG$*'HWUDJLDFKH(7UHVVHO7$QHZGDWDEDVHRIÀQDQFLDOUHIRUPV,
,0):RUNLQJ3DSHUV1R&RQMXQWRGHGDWRVGLVSRQLEOHHQKWWSZZZ
LPIRUJH[WHUQDOSXEVIWZS'DWDZS]LS>VHS@
$N\] < &KDQJ +- .R]XO:ULJKW 5 «New perspectives on East Asian
development», Journal of Development StudiesYROQ~PSiJV
$OHNV\QVND 0 6FKLQGOHU 0 Labor market regulations in low-, middle- and
high-income countries: A new panel database,,0):RUNLQJ3DSHU1R
:DVKLQJWRQ'&&RQMXQWRGHGDWRVGLVSRQLEOHHQKWWSZZZLPIRUJH[WHUQDO
SXEVFDWORQJUHVDVS["VN >VHS@
$QGHUVRQ/©'HP\VWLI\LQJWKH$UDE6SULQJ3DUVLQJWKHGLIIHUHQFHVEHWZHHQ
Tunisia, Egypt, and Libya», Foreign AffairsYROQ~PPD\RMXQLRSiJV
$QVSDO6.UDXW/5}}P7Sooline palgalohe Eestis: empiiriline analuus.
Uuringuraport>/DEUHFKDVDODULDOGHJpQHURHQ(VWRQLD@(HVWL5DNHQGXVXXULQJXWH
.HVNXV &HQW$5 3ROLLWLNDXXULQJXWH .HVNXV 35$;,6 6RWVLDDOPLQLVWHHULXP
'LVSRQLEOH HQ KWWSZZZVPHHÀOHDGPLQPHHGLD'RNXPHQGLG9OMDDQGHG
3XEOLNDWVLRRQLG*HQGHUBSD\BJDSB(VWRQLDBDQDO\VLVSGIE > VHS
@
$UDQGDUHQNR 0 $YOLMDV 6 ©%HKLQG WKH YHLO RI VWDWLVWLFV %ULQJLQJ WR OLJKW
VWUXFWXUDOZHDNQHVVHVLQ6HUELDªHQ96FKPLGW\'9DXJKDQ:KLWHKHDGGLU
The impact of the crisis on wages in South-East Europe%XGDSHVW,/2'HFHQW
:RUN 7HFKQLFDO 6XSSRUW 7HDP DQG &RXQWU\ 2IÀFH IRU &HQWUDO DQG (DVWHUQ
(XURSHSiJV
$UJLWLV*3LWHOLV&©0RQHWDU\SROLF\DQGWKHGLVWULEXWLRQRILQFRPH(YLGHQFH
IRU WKH 8QLWHG 6WDWHV DQG WKH 8QLWHG .LQJGRPª Journal of Post Keynesian
EconomicsYROQ~PSiJV
$UWXV3L’équilibre macroéconomique du Monde1DWL[LV6SHFLDO5HSRUW1R
(Paris).
$6'$·$%XUVRQ0DUVWHOOHU$UDE<RXWK6XUYH\©7RS)LQGLQJVª'LVSRQLEOH
HQKWWSZZZDUDE\RXWKVXUYH\FRPHQJOLVK>VHS@
$VVDDG 5 ©7KH HIIHFWV RI SXEOLF VHFWRU KLULQJ DQG FRPSHQVDWLRQ SROLFLHV RQ
WKH (J\SWLDQ ODERU PDUNHWª World Bank Economic Review, vol. 11. núm. 1,
SiJV
$WNLQVRQ $ ©)DFWRU VKDUHV 7KH SULQFLSDO SUREOHP RI SROLWLFDO HFRQRP\"»,
Oxford Review of Economic Policy, vol. Q~PSiJV
$WNLQVRQ $ 3LNHWW\ 7 6DH] ( «Top incomes in the long run of history»,
Journal of Economic LiteratureYROQ~PSiJV
$]DP0©&KDQJHVLQZDJHVWUXFWXUHLQXUEDQ,QGLD$TXDQWLOHUHJUHV-
VLRQGHFRPSRVLWLRQª,=$'LVFXVVLRQ3DSHU6HULHV1R%RQQSiJV
108 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
%DFFKHWWD 0 -DQVHQ 0 GLU Making globalization socially sustainable
*LQHEUD2,7
%DQFRGH3DJRV,QWHUQDFLRQDOHV%3,79º Informe Anual%DVLOHD
%DQFR0XQGLDOMigration and Remittances Factbook, 2011 :DVKLQJWRQ'&
³Informe sobre el desarrollo mundial 2013: Empleos:DVKLQJWRQ'&
%DUED $ 3LYHWWL 0 ©5LVLQJ KRXVHKROG GHEW ,WV FDXVHV DQG PDFURHFRQRPLF
LPSOLFDWLRQV²$ORQJSHULRGDQDO\VLVªCambridge Journal of EconomicsYRO
Q~PSiJV
%DVVDQLQL$'XYDO5Employment patterns in OECD Countries: Reassessing
the role of policies and institutions 2(&' (FRQRPLFV 'HSDUWPHQW :RUNLQJ
3DSHUV3DUtV2&'(
%HOVHU 3 5DQL 8 ©([WHQGLQJ WKH FRYHUDJH RI PLQLPXP ZDJHV LQ ,QGLD
6LPXODWLRQV IURP KRXVHKROG GDWDª Economic and Political Weekly YRO
Q~PPD\RSiJV
%HQWROLOD 6 6DLQW3DXO * ©([SODLQLQJ PRYHPHQWV LQ WKH ODERU VKDUHª
Contributions to MacroeconomicsYROQ~PSiJV
%OHDQH\0Underconsumption theories: A history and critical analysis (New
<RUN,QWHUQDWLRQDO3XEOLVKHUV
%RLO\/©3D\SUHPLXPVDPRQJPDMRULQGXVWU\JURXSVLQ1HZ<RUN&LW\ªMonthly
Labor Review86%XUHDXRI/DERU6WDWLVWLFV:DVKLQJWRQ'&RFWSiJV
%RQQHW)6DJHW&:HEHU(Social security and minimum wage responses
WRWKHÀQDQFLDODQGHFRQRPLFFULVLV)LQGLQJVIURPWKH,/2:RUOG%DQN
Inventory (PSOR\PHQW :RUNLQJ 3DSHU 1R *LQHEUD 2,7 'LVSRQLEOH HQ
KWWSZZZLORRUJHPSOR\PHQW:KDWZHGR3XEOLFDWLRQVZRUNLQJSDSHUV
:&06BODQJHQLQGH[KWP>VHS@
%RRQH / *LURXDUG 1 The stock market, the housing market and consumer
behaviour2(&'(FRQRPLF6WXGLHV1R3DUtVSiJV
%RUEHO\-0©&KDUDFWHULVWLFVRIGLVSODFHGZRUNHUVDYLVXDOHVVD\ª
Monthly Labor Review 86 %XUHDX RI /DERU 6WDWLVWLFV :DVKLQJWRQ '& VHS
SiJV
%URZQ ' 'HDUGRUII $ ©7KH DSSDUHO LQGXVWU\ DQG WKH -RUGDQLDQ HFRQRP\
&DOFXODWLQJ WKH GRPHVWLF VKDUH RI VHFWRU YDOXH DGGHGª DUWtFXOR SUHSDUDGR SDUD
Better Work Jordan: Garment industry 3rd compliance synthesis report *LQHEUD
OIT).
%UXQR 0 Regime de crescimento e acumulascao de capital no Brasil: Uma
caracterizascao preliminar do periodo 1995-2010, documento de trabajo de la
2,7*LQHEUD
&HQWUHGH5HFKHUFKHHWG·(WXGHVXUOD6pFXULWp6RFLDOH>7XQLVLD@Enquête sur la
structure des salaires Tunisie 2011, ,QIRUPHÀQDO7~QH]2,7QRSXEOLFDGR
&RPLVLyQ (XURSHD &( ©7KH ODERXU LQFRPH VKDUH LQ WKH (XURSHDQ 8QLRQª
Employment in Europe 2007'LUHFFLyQ*HQHUDOGH(PSOHR$VXQWRV6RFLDOHVH
,JXDOGDGGH2SRUWXQLGDGHV%UXVHODVSiJV
Bibliografía 109
)HOGVWHLQ0'LGZDJHVUHÁHFWJURZWKLQSURGXFWLYLW\"1%(5:RUNLQJ3DSHU
6HULHV1R&DPEULGJH0$
)HOLSH - .XPDU 8 Unit labour costs in the eurozone: The competitiveness
debate again0DQLOD%DQFR$VLiWLFRGH'HVDUUROOR
)OHFN6*ODVHU-6SUDJXH6©7KHFRPSHQVDWLRQ²SURGXFWLYLW\JDS$YLVXDO
essay», Monthly Labor Review86%XUHDXRI/DERU6WDWLVWLFV:DVKLQJWRQ'&
HQHURSiJV
)RQGR0RQHWDULR,QWHUQDFLRQDO)0,©/DJOREDOL]DFLyQGHODPDQRGHREUDª
Perspectivas de la Economía Mundial: Desbordamientos y ciclos de la economía
mundialDEULOGH:DVKLQJWRQ'&SiJV
³Perspectivas de la Economía Mundial: Crisis y recuperación, abril de 2009
:DVKLQJWRQ'&
³Perspectivas de la Economía Mundial: Reequilibrar el crecimiento, abril de
2010 :DVKLQJWRQ'&
³ D Perspectivas de la Economía Mundial: Reanudación del crecimiento,
peligros persistentes, abril de 2012:DVKLQJWRQ'&
³EPerspectivas de la Economía Mundial: Hacer frente a los altos niveles de
deuda y al lento crecimiento, octubre de 2012:DVKLQJWRQ'&
³ F The IMF’s advice on labor market issues ,0) )DFWVKHHW 'LVSRQLEOH HQ
KWWSZZZLPIRUJH[WHUQDOQSH[UIDFWVSGIODERUSGI>VHS@
*DQJXOL , 7HUUHOO . ©,QVWLWXWLRQV PDUNHWV DQG PHQ·V DQG ZRPHQ·V ZDJH
LQHTXDOLW\(YLGHQFHIURP8NUDLQHªJournal of Comparative EconomicsYRO
Q~PSiJV
*O\Q $ ©)XQFWLRQDO GLVWULEXWLRQ DQG LQHTXDOLW\ª : 6DOYHUGD % 1RODQ \ 7
6PHHGLQJGLUThe Oxford handbook of economic inequality (Oxford, Oxford
8QLYHUVLW\3UHVVSiJV
*ROOLQ'©*HWWLQJLQFRPHVKDUHVULJKWªJournal of Political Economy&KLFDJR
YROQ~PSágs.
³Explaining labour’s declining share of national income*3ROLF\%ULHI
1R2[IRUG8QLYHUVLW\'HSDUWPHQWRI(FRQRPLFV
*XKD.«A global outlook», Financial TimesVHS
*XWWPDQQ53OLKRQ'«Consumer debt and ÀQDQFLDOIUDJLOLW\ªInternational
Review of Applied EconomicsYROQ~PSiJV
+DUULVRQ $ +DV JOREDOL]DWLRQ HURGHG ODERU·V VKDUH" 6RPH FURVVFRXQWU\
evidencePLPHR8QLYHUVLW\RI&DOLIRUQLDHQ%HUNHOH\
+HLQ(0XQGW0'HSUy[LPDDSDULFLyQ Financialization and the requirements and
potentials for wage-led recovery: A review focussing on G20 countries&RQGLWLRQV
RI:RUNDQG(PSOR\PHQW6HULHV1R*LQHEUD2,7
³ 6FKRGHU & ©,QWHUHVW UDWHV GLVWULEXWLRQ DQG FDSLWDO DFFXPXODWLRQ $ SRVW
.DOHFNLDQSHUVSHFWLYHRQWKH86DQG*HUPDQ\ªInternational Review of Applied
EconomicsYROQ~PSiJV
Bibliografía 111
³ 9RJHO / ©'LVWULEXWLRQ DQG JURZWK UHFRQVLGHUHG (PSLULFDO UHVXOWV IRU VL[
2(&'FRXQWULHVªCambridge Journal of EconomicsYROQ~PSiJV
+ROPDQ&-R\HX[%.DVN&©/DERUSURGXFWLYLW\WUHQGVVLQFHE\VHFWRU
and industry», Monthly Labor Review86%XUHDXRI/DERU6WDWLVWLFV:DVKLQJWRQ
'&IHESiJV
+XVVRQ0«Le partage de la valeur ajoutée en Europe», La Revue de l’IRES,
YROQ~PSiJV
,QVWLWXWR,QWHUQDFLRQDOGH(VWXGLRV/DERUDOHV,,(/Informe sobre el Trabajo en
HO0XQGR'HVLJXDOGDGHVGHUHQWDHQODHUDGHODÀQDQ]DJOREDO*LQHEUD
OIT/IIEL).
³Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2011: Los mercados al servicio del
empleoUHVXPHQHQHVSDxRO*LQHEUD2,7,,(/
³ Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2012: Mejores empleos para una
economía mejorUHVXPHQHQHVSDxRO*LQHEUD2,7,,(/
-D\DGHY $ «Capital account openness and the labour share of income»,
Cambridge Journal of EconomicsYROQ~PSiJV
-HWLQ % ©'LVWULEXWLRQ RI LQFRPH ODERXU SURGXFWLYLW\ DQG FRPSHWLWLYHQHVV ,V
the Thai labour regime sustainable?», Cambridge Journal of Economics, YRO
Q~PSiJV
.DSVRV6+RUQH5©:RUNLQJSRYHUW\LQWKHZRUOG,QWURGXFLQJQHZHVWLPDWHV
using household survey data», OIT, Key Indicators of the Labour Market, séptima
HGLFLyQ*LQHEUD2,7FDStWXOR$
.HUU & Labor markets and wage determination: The balkanization of labor
markets and other essays%HUNHOH\8QLYHUVLW\RI&DOLIRUQLD3UHVV
.H\QHV0«Relative movements of real wages and output», Economic Journal,
YROQ~PSiJV
.RUSL:3DOPH-©1HZSROLWLFVDQGFODVVSROLWLFVLQWKHFRQWH[WRIDXVWHULW\DQG
JOREDOL]DWLRQ:HOIDUHVWDWHUHJUHVVLQFRXQWULHV²ªAmerican Political
Science ReviewYROQ~PSiJV
.UXHJHU $ ©0HDVXULQJ ODERU·V VKDUHª American Economic Review YRO
Q~PSiJV
.XOLNRY*%O\]QLXN9,PSDFWRIWKHÀQDQFLDODQGHFRQRPLFFULVLVRQZDJHV
income distribution and the tax system %XGDSHVW(7'\2ÀFLQDGH3DtVHVGHOD
2,7SDUD(XURSD&HQWUDO\2ULHQWDO
.XPKRI05DQFLqUH5Inequality, leverage and crises,0)7HFKQLFDO5HSRUW
:DVKLQJWRQ'&
/D0DUFD0/HH6'HSUy[LPDDSDULFLyQ©:DJHVDQGJURZWKLQRSHQHFRQRPLHV$
policy dilemma?»,HQ,,VODP\'.XFHUDGLUInclusive growth and structural
transformation %DVLQJVWRNH3DOJUDYH0DFPLOODQ\*LQHEUD2,7
/DQH350LOHVL)HUUHWWL*0©7KHH[WHUQDOZHDOWKRIQDWLRQVPDUN,,5HYLVHG
DQGH[WHQGHGHVWLPDWHVRIIRUHLJQDVVHWVDQGOLDELOLWLHVªJournal of
International Economics YRO Q~P SiJV 'LVSRQLEOH HQ KWWS
ZZZLPIRUJH[WHUQDOSXEVIWZSGDWDXSGDWHZS]LS>IHE@
112 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
³©7KHUHFHVVLRQRIªSpotlight on Statistics'LVSRQLEOHHQKWWS
ZZZEOVJRYVSRWOLJKWUHFHVVLRQ>VHS@
2ÀFLQD )HGHUDO GH (VWDGtVWLFD GH $OHPDQLD Niedrigeinkommen und Erwerbs-
tätigkeit:LHVEDGHQSiJ
³Volkswirtschaftliche Gesamtrechnungen, Inlandsproduktsberechnung, Lange
Reihen ab 1970YROQ~P:LHVEDGHQFXDGUR
2ÀFLQD ,QWHUQDFLRQDO GHO 7UDEDMR 2,7 D Informe Mundial sobre Salarios,
2008/2009 Salarios mínimos y negociación colectiva: Hacia una política salarial
coherente UHVXPHQHQHVSDxRO*LQHEUD
³ E Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización
equitativa *LQHEUD
³FMedición del trabajo decente'RFXPHQWRGHGHEDWHSDUDOD5HXQLyQWULSDUWLWD
GHH[SHUWRVVREUHODPHGLFLyQGHOWUDEDMRGHFHQWH*LQHEUDGHVHSWLHPEUH
³Parar recuperarse de la crisis: Un Pacto Mundial para el Empleo *LQHEUD
³DInforme Mundial sobre Salarios 2010/2011. Políticas salariales en tiempos
de crisis 6DQWLDJRGH&KLOH
³EGlobal Wage Report 2010/11: Africa brief *LQHEUD
³FTrends econometric models: A review of the methodology *LQHEUD
³G'HFHQWZRUNFRXQWU\SURÀOH7DQ]DQLDPDLQODQG*LQHEUD
³HWorld Social Security Report 2010/11: Providing coverage in times of crisis
and beyond*LQHEUD
³DEl tiempo de trabajo en el siglo XXI,QIRUPHSDUDHOGHEDWHGHOD5HXQLyQ
tripartita de expertos sobre la ordenación del tiempo de trabajo. Programa sobre
ODV&RQGLFLRQHVGH7UDEDMR\(PSOHR70(:7$*LQHEUD
³ERemuneration in domestic work'RPHVWLF:RUN3ROLF\%ULHI*LQHEUD
³FKey Indicators of the Labour Market (KILMVpSWLPDHGLFLyQ*LQHEUD
³G'HFHQWZRUNFRXQWU\SURÀOH8NUDLQH*LQHEUD
³HPanorama Laboral 2011. América Latina y el Caribe/LPD2ÀFLQD5HJLRQDO
de la OIT).
³DTendencias Mundiales del Empleo de 2012: Prevenir una crisis mayor del
empleo *LQHEUD
³ E 'HFHQW :RUN ,QGLFDWRUV &RQFHSWV DQG GHÀQLWLRQV, 1st version, mayo
*LQHEUD
³GEffective protection for domestic workers: A guide to designing labour laws
*LQHEUD
³%DQFR0XQGLDO,QYHQWRU\RISROLF\UHVSRQVHVWRWKHÀQDQFLDODQGHFRQRPLF
crisis: A joint synthesis report*LQHEUD\:DVKLQJWRQ'&
³ ,QWHUQDWLRQDO )LQDQFH &RUSRUDWLRQ Better Work Jordan: Garment industry
3rd compliance synthesis report*LQHEUD2,7
114 Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013
2QDUDQg©*OREDOLVDWLRQPDFURHFRQRPLFSHUIRUPDQFHDQGGLVWULEXWLRQªHQ(
+HLQ \ ( 6WRFNKDPPHU GLU A modern guide to Keynesian macroeconomics
and economic policies&KHOWHQKDP(GZDUG(OJDU
³ *DODQLV * 'H SUy[LPD DSDULFLyQ ,V GHPDQG ZDJH RU SURÀWOHG" 1DWLRQDO DQG
global effects&RQGLWLRQVRI:RUNDQG(PSOR\PHQW6HULHV1R*LQHEUD2,7
³ 6WRFNKDPPHU ( *UDÁ / ©)LQDQFLDOL]DWLRQ LQFRPH GLVWULEXWLRQ DQG
DJJUHJDWHGHPDQGLQWKH86ªCambridge Journal of EconomicsYROQ~P
págs. 637-666.
2UJDQL]DFLyQ GH ODV 1DFLRQHV 8QLGDV SDUD HO 'HVDUUROOR ,QGXVWULDO 218',
,QGXVWULDO 6WDWLVWLFV 'DWDEDVH 'LVSRQLEOH HQ KWWSG[GRLRUJXQLGR
LQGVWDW>IHE@
2UJDQL]DFLyQSDUDOD&RRSHUDFLyQ\HO'HVDUUROOR(FRQómico (OCDE).©0HDVXULQJ
SURGXFWLYLW\0HDVXUHPHQWRIDJJUHJDWHDQGLQGXVWU\OHYHOSURGXFWLYLW\JURZWKª
OECD Manual (Paris).
³OECD Employment Outlook 2008 (París).
³Divided we stand: Why inequality keeps rising (París).
³D,QHTXDOLW\LQODERXULQFRPH:KDWDUHLWVGULYHUVDQGKRZFDQLWEHUHGXFHG",
2(&'(FRQRPLF'HSDUWPHQW3ROLF\1RWHV1R3DUtV
³EOECD Employment Outlook 2012 (París).
2\D & Rural inequality, wage employment and labour market formation in
Africa: Historical and micro-level evidence:RUNLQJ3DSHU1R'HSDUWDPHQWR
GH,QWHJUDFLyQGH3ROtWLFDV*LQHEUD2,7
3DVWRUH)9HUDVKFKDJLQD$The distribution of wages in Belarus'LVFXVVLRQ
3DSHU1R,QVWLWXWHIRUWKH6WXG\RI/DERXU%RQQ
3LHUVRQ3'LVPDQWOLQJWKHZHOIDUHVWDWH"5HDJDQ7KDWFKHUDQGWKHSROLWLFVRI
retrenchment&DPEULGJH&DPEULGJH8QLYHUVLW\3UHVV
3LNHWW\ 7 6DH] ( ©,QFRPH LQHTXDOLW\ LQ WKH 8QLWHG 6WDWHV ª
Quarterly Journal of EconomicsYRO núm. SiJV
5DQL8%HOVHU3©/DHÀFDFLDGHOVDODULRPtQLPRHQORVSDtVHVHQGHVDUUROOR
el caso de la India», Boletín Internacional de Investigación SindicalYROQ~P
SiJV*LQHEUD2,7
5DYDOOLRQ0&KHQ66DQJUDXOD3Dollar a day revisited:RUOG%DQN3ROLF\
5HVHDUFK:RUNLQJ3DSHU:DVKLQJWRQ'&
5HS~EOLFDÉUDEH6LULD,QVWLWXWR&HQWUDOGH(VWDGtVWLFDVDLabour Force Survey.
'LVSRQLEOHHQKWWSZZZFEVV\URUJLQGH[(1KWP>VHS@
³E6WDWLVWLFDODEVWUDFW'LVSRQLEOHHQKWWSZZZFEVV\URUJLQGH[(1KWP>
VHS@
5L]]LR 0 Rural wage employment in Rwanda and Ethiopia: A review of the
current policy neglect and a framework to begin addressing it :RUNLQJ 3DSHU
1R'HSDUWDPHQWRGH,QWHJUDFLyQGH3ROtWLFDV*LQHEUD2,7
5RGULN ' +DV JOREDOL]DWLRQ JRQH WRR IDU" :DVKLQJWRQ '& ,QVWLWXWH RI
International Economics).
Bibliografía 115
Leí el Informe mundial sobre salarios con mucho interés y con mucha admiración. La OIT parece
que lo ha hecho muy bien, sobre todo en términos de longitud y en términos del equilibrio entre
el contenido técnico y no técnico, y entre las palabras y los números. El análisis de la evolución
de los salarios es de particular interés por el exitoso esfuerzo hecho para mantener la más amplia
cobertura posible en países y regiones.
Adrian Wood, profesor de Desarrollo Internacional, Universidad de Oxford
En el Informe mundial sobre salarios se analiza el valor promedio de los salarios reales a escala
internacional y se proporciona valiosa información sobre las tendencias salariales y el poder
adquisitivo relativo en varias regiones del mundo.