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UNIVERSIDAD DE LAS NACIONES

REFORMA DEL ESTADO Y MODER-


NIZACIÓN JURÍDICA, EDUCATIVA Y
DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
EN MÉXICO

AUTOR
MGC. Luis Alberto López Cámara

Doctorado en Ciencias Jurídicas, Administrativas y


de la Educación
ÍNDICE
CAPITULO I.- La reforma del estado y la transformación ........................................... 4

De la administración pública .................................................................................... 4

1.1.- El estado mexicano y la conformación de la Administración pública. .............. 4

1.1.1.- Hacia un nuevo concepto de estado y del quehacer Público. ................... 6

CAPITULO II.- La reforma judicial en México ............................................................ 10

2.1. La constitución mexicana ................................................................................ 10

2.1.1. Naturaleza de la constitución .................................................................... 10

2.2. Los cambios a la constitución. ........................................................................ 12

2.2.1. El constituyente permanente y el legislador ordinario: constitución y ley. . 12

2.2.2. Estructura de la entidad legislativa ........................................................... 13

2.2.3. Derecho de iniciativa ante la instancia legislativa Ordinaria y


constituyente. ...................................................................................................... 13

2.2.4. Proceso legislativo ordinario ..................................................................... 14

2.2.5.- Procedimiento legislativo ante el constituyente Permanente .................. 14

2.3.- Veto presidencial ........................................................................................... 15

2.5.- Régimen jurídico de los ministros de la suprema corte de Justicia de la


nación ................................................................................................................. 15

2.6.- Régimen laboral del poder judicial de la federación....................................... 16

2.7.- Administración del poder judicial de la federación ......................................... 16

2.8.- El consejo de la judicatura federal mexicano ................................................. 16

CAPITULO III.- El plan nacional de desarrollo .......................................................... 17

3.1. La visión del México al que aspiramos ............................................................ 18

3.2. Las políticas del poder ejecutivo federal ........................................................ 19


3.2.1. La política económica .............................................................................. 19

3.2.3 La política interior..................................................................................... 21

3.2.4. La política exterior................................................................................... 22

3.3. Democracia y derechos humanos. ................................................................ 22

3.4. La revolución educativa ................................................................................ 23

CAPITULO IV.- El estado .......................................................................................... 23

4.1.- Crisis de los ideales políticos. Una crítica a la teoría del Estado moderno. ... 23

4.2.- Entronque con lo siglos xviii y xix................................................................... 24

4.3.- El problema de la libertad económica ............................................................ 25

4.3.1.- Crisis universal en la estructura y organización del Estado moderno. ........ 25

4.4.- Su transformación. Las clases sociales. ....................................................... 26

4.5. Trayectoria del estado moderno...................................................................... 27

4.5.1. Consideraciones temáticas ....................................................................... 27

4.5.2.- Materialismo estoico e idealismo europeo ............................................... 28

4.5.3.- El estado administrativo y constitucional ................................................. 29

4.5.4.- Hombre y estado ..................................................................................... 30

4.5.5.- El idealismo alemán y el humanismo internacional ................................. 30

4.6.- Crisis del estado. ........................................................................................... 30

4.6.1.- Esbozo de generalidades previas. .......................................................... 31

4.6.2.- Los valores axiológicos en la ciencia del estado ..................................... 31

4.6.3.- Del fortalecimiento del estado.................................................................. 31

4.7.-La importancia del estudio histórico de la ciencia Política. .............. 32

4.7.2. Algo más sobre el método helleriano y la crisis del Estado. .................. 33

CAPÍTULO V. Las reformas educativas .................................................................... 33

5.1.- Introducción ................................................................................................... 33


5.2.-Las políticas educativas mexicanas en el siglo XX ......................................... 34

5.3.- La política de modernización educativa 1989-2000 ....................................... 35

5.4.- Las políticas educativas del sexenio 2001-2006 ............................................ 36

5.4.1.- El programa sectorial de educación para el sexenio ............................... 36

5.4.2.- Las novedades del Programa 2001-2006 ................................................ 37

5.5.- Consideraciones finales ................................................................................. 38

BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................... 39
CAPITULO I.- La reforma del estado y la transformación
De la administración pública

La discusión era el cuestionamiento implícito a la intervención del estado en las acti-


vidades económicas, se empezaron al realizar diagnósticos sobre el tamaño del es-
tado, y se determinó que el mismo debía reducirse.
El programa económico se aplicó primero en los países del primer mundo y después
en los países de menor desarrollo. Nuestro país se impulsó la visión económica del
neoliberalismo, que concede al mercado y a la libre competencia la capacidad de
crear mejores condiciones de crecimiento, y apoyaban a la redistribución del ingreso
que se colocó como la piedra angular de un nuevo programa de desarrollo económi-
co.
1.1.- El estado mexicano y la conformación de la Administración pública.

El estado surgió de la revolución mexicana se encontró con un país desarticulado


geográficamente, los gobiernos post-revolucionarios se dieron a la tarea de construir
una estructura social y económica sobre la cual apoyar un estado que iba a ser el
eje y el motor del desarrollo nacional.
La reforma agraria y la nacionalización petrolera el estado mexicano, obtuvo un capi-
tal político que le posibilitó legitimar la posterior instrumentación de una política de
tipo reformista, esto implicaba que hubo una mayor participación en la economía, las
acciones se representaron, junto a una ley del trabajo en la que se incorporaron de-
rechos laborales innovadores, el triunfo y el compromiso popular del gobierno.
El primer cambio era:
El reconocimiento estatal fue la diferencia existente entre el capital y el trabajo ga-
rantizaba beneficios para la gente trabajadora.
El segundo cambio era:
A cambio de los beneficios , los amplios sectores de la población tendría que dar un
apoyo incondicional y unánime a las acciones gubernamentales.
El estado mexicano operaba como un numero vigilante de los intercambios entre
“ciudadanos libres e iguales”
En el momento histórico lograba un equilibrio entre la acumulación privada y un cre-
cimiento y se reflejara en el mejoramiento de las condiciones de vida de la pobla-
ción, una de las garantías era la estabilidad social y la justificación y el estado nece-
sitaba intervenir en los procesos económicos.
Esa misma intervención tiene un soporte administrativo especial, que se requería de
un cuerpo de gestión pública que sirviera no sólo como puente de comunicación en-
tre el poder estatal y las demandas de los diferentes grupos sociales, también el cen-
tro de ejecución de las tareas públicas y bajo las circunstancias quedaron agrupadas
asi:
I)La instrumentación de programas y estrategias de regulación económica y esta-
ban marcados por la obligación gubernamental tanto de atenuar las etapas de-
presivas de los ciclos económicos.
II) Las demandas sociales se generaban del compromiso implícito del estado
y tratar de satisfacer las necesidades de una población rural y urbana en au-
mento.
III) están relacionada con la transformación política, y de la participación esta-
tal se daba porque el mismo estado era actor y ejecutor de las alianzas políti-
cas, en los cuales debe de mantener la estructura de poder y de clases como
condición para la reproducción, en condiciones de estabilidad del sistema polí-
tico mexicano.
Estas tareas fueron encaradas por el estado mexicano post-revolucionario,
que le brindaban amplios sectores de la población, con un “nacionalismo” se
manifestaba con el control gubernamental de las actividades económicas de
mayor impacto en ele crecimiento del producto industrial.
La apariencia del estado pretendía avanzar en la industrialización del país y
trataba de reducir las tensiones sociales están originada en la creación de las
condiciones para incrementar la rentabilidad privada.
La reglamentación sobre la administración pública se incorporó en la ley fun-
damental: La Constitución, y se estableció que el Congreso Mexicano sería el encar-
gado de determinar el número y las funciones de las diversas secretarias de estado y
también promulgaron nuevas leyes: Ley Orgánica del Ministerio Público de 1934, Ley
de Secretarias y Departamentos de Estado de 1946, Ley para el Control de Orga-
nismos Descentralizados y Empresas de Participación Estatal de 1947, también se
reformaron algunas de las existentes para irlas reorganizando y es un proceso de
cambios constantes, la rama administrativa pública.

Con forme a los cambios económicos, políticos o sociales, la estructura de gestión


del estado la administración pública, por la incorporación al catálogo de actividades
públicas de la nueva función o encomienda, como alguna unidad administrativa ya
existente (secretarias, departamentos de estado, organismos semiautónomos, autó-
nomos y empresas públicas).
La evolución organizativa de la administración pública se crearan organismos públi-
cos cuyas facultades iban desde la intervención y la política interna(LASECRETARIA
DE GOBERNACIÓ), y la asesoría a las comunidades ejidales y a colonias agríco-
las(SECRETARIAS DE AGRICULTURA Y GANADERIA), y están relacionadas con la
atención a los problemas culturales y de salud pública(DEPARATMENTO UNIVER-
SITARIO Y DE BELLAS ARTES Y DEPARTAMENTO DE SALUBRIDAD PUBLICA).
También el sector central fue creciendo y también el sector publico paraestatal, y
con la participación del estado en los distintos sectores económicos y el número de
empresas públicas creció aceleradamente.
El Estado Mexicano , tuvo la realización financiera y técnica de proyectos producti-
vos que involucraban la movilización de grandes montos y largos periodos de madu-
ración, y la adquisición de empresas con problemas y del desarrollo de innovaciones
productivas.
Los elementos se desprende que el crecimiento de todo el aparato de gestión
pública, y la meta del estado fue en todo tiempo consolidar un modelo de desarrollo
capitalista, este se desenvolvió con:

a) Los desequilibrios y las tensiones sociales los cuales genera un proceso de


acumulación de capital vinculado a un crecimiento económico distorsionado.
b)La capital privado para encabezar la estrategia de desarrollo industrial.

Pero a finales en las circunstancias económicas e ideológicas diferentes ,


y la forma en que se cumplían las “funciones” de la administración pública
y realizar un diagnostico organizativo de la DIRECCIÓN GNERAL de ES-
TUDIOS ASMINISTRATIVOS(1971), y se encargó de la tarea de elaborar
un estudio de las condiciones que guardaba la administración pública y
estos organismos habían tomado cuerpo en secretarías de estado y depar-
tamentos de estado.

El programa de reforma administrativa en el que quedaron contempladas


una serie de medidas y políticas a mediano y largo plazo, los cuales per-
mitirían un proceso de coordinación global, incrementar la eficacia y la efi-
ciencia en la ejecución de los cometidos de la administración pública.

1.1.1.- Hacia un nuevo concepto de estado y del quehacer Público.

Los países mas desarrollados ,existía la percepción de que éticamente


deseable y económicamente factible de las acciones gubernamentales de la pobla-
ción y tienen menor capacidad económica para cubrir sus necesidades básicas.
La participación estatal estuvo presente en el financiamiento y la ejecución de pro-
gramas sociales, y era al mismo tiempo un medio de legitimación del podre estatal
ante las masas. También para ayudar a resolver las contradicciones sociales y re-
ducir la brecha entre la capas de la población mas poderosas y las masas de po-
bres.
El desarrollo económico iva acompañado de ´programas de asistencia social que
aparecían investidas de una connotación progresista , se encargaban de la asisten-
cia social y de la distribución de bienes de consumo popular a precios reducido y
contribuían a mejorar la distribución del ingreso, y la creación estatal de un marco de
regulación económica además de favorecer la acumulación privada .
Los logros del estado interventor fueron puestos en duda a la acción pública en el
terreno económico, social y político es fuertemente cuestionada el inicio del aban-
dono de las políticas redistributivas del ingreso y el desmantelamiento de gran parte
de la estructura estatal de la gestión pública.
Su papel de regulador de los procesos económicos-sociales y la escasez de recursos
para sostener los gastos que implicaba la participación del estado en los procesos
productivos y distributivos, las políticas monetarias y de gasto expansivas que habían
dado sustento financiero al estado interventor iban a ser sustituidas por propuestas
radicalmente distintas.
Los monetaristas empezaron a cuestionar seriamente la capacidad distributiva y ad-
ministrativa del estado y asumieron el manejo de la toma de decisiones en los go-
biernos empezaron a privilegiar las políticas de laissez faire la participación del esta-
do en las actividades económicas y se empezaron a aplicar programas económicos
caracterizados por la rigurosidad monetaria y el control de la demanda efectiva.
El neoconservadurismo toma un discurso de marco por una férrea critica a los proce-
sos sociales colectivizan tés que generó el estado de bienestar los neoconservado-
res el individuo y su “fuerza libertaria” terminaron por diluirse el neoconservadurismo
uno de los principales falos del estado del bienestar era la democracia, el resultado
de las decisiones colectivas que se tomaban para sustentarla se encontraban por
debajo del optimo y podían alcanzar si el mercado prevaleciera.
Los neoconservadores el costo político de la acción del gobierno era que al adoptar
un método colectivo, toma de decisiones se anublaba la iniciativa individual de los
agentes privados, los neoconservadores provocan la minoría que se diluya en la ma-
sa y la iniciativa y el interés privado por satisfacer las demandas del público.
La administración pública, el neoliberalismo propone reducir su papel al de encarga-
da del procesamiento de las demandas colectivas, la acción gubernamental debe de
ser vigilancia y la aplicación de las normas que garanticen el equilibrio de los merca-
dos y no la presentación de servicios de apoyo social.
La corriente ideológica la legitimidad del estado y de la administración pública, se
encuentra en la limitación al ejercicio de su poder por los individuos.
La reducción de su participación directa en la económica y transfiriendo los activos
públicos al capital privado, lo que permitiría la racionalización de las acciones del go-
bierno.
Las políticas redistributivas del ingreso del beneficio social que habían creado una
gran masa de grupos de interés político que podían ejercer cierta presión sobre el
propio estado.
La propuesta del neoliberalismo, se presento así misma como la única alternativa
para aminorar los estragos de las crisis y reactivar el funcionamiento del capitalismo
en el ámbito mundial.
El estado interventor y el estado benefactor se dieron su lugar al estado neoliberal.
El estado del bienestar, varios lustros afinando teóricamente sus planteamientos
acerca de las capacidades del mercado para lograr una adecuada asignación de re-
cursos, la crisis del capitalismo y la recesión mundial señalaron que ese momento
había llegado.
Se tuvo la máxima expresión del estado benefactor, en ello donde se incaron los pri-
meros esfuerzos para desmantelar al mismo “WALFARE STATE” el neoconservadu-
rismo, con la política del neoliberalismo, la eficiencia de la democracia para resolver
las crecientes demandas sociales, y el estado benefactor, proponían la situación de
la regulación económica basada en el intervencionismo estatal por la regulación del
mercado basada en la racionalidad económica.
La apariencia de legitimidad de la democracia daba al estado interventor o benefac-
tor la calidad moral para determinar los objetivos sociales que debían perseguirse, la
mayoría de los casos hacer la coerción y violar los derechos de los individuo, se hi-
cieron sobre los desequilibrios económicos de fínales de los setentas y se señalaban
que la crisis había tenido su origen en el excesivo gasto de gobierno y en el escaso
control que se había dado al crecimiento de la oferta monetaria. Las políticas de aus-
teridad económicas, se auto presentaban como el indicado para encargarse de la
conducción de la política económica.
Crisis económica e ideológica es que países como Inglaterra, USA, Francia e Italia
inician programas de rendimiento de la administración pública y de saneamiento de
las finanzas gubernamentales, se incluyeron grandes conglomerados industriales del
estado, los subsidios a la producción y al consumo y la cancelación de programas de
asistencia social.
Se transmitieron “de inmediato del centro la periferia o tercer mundo, a través del
creciente déficit de la balance de pagos”.
Se atribuyó al creciente gasto público y a la participación del estado en la economía,
su solución vendría de la aplicación de estrictos controles económicos que permiti-
rían reducir el déficit gubernamental y el crecimiento de los precios. Los mecanismos
de corrección económicos se realizarían mediante la definición stock de monedas
compatibles con un menor crecimiento de la economía.
Los ingresos públicos y la administración pública representaba una carga “onerosa”,
para las finanzas gubernamentales debería ser sometida a un proceso de restructu-
ración, adelante el aparato de gestión pública solo debería de contar con aquellos
organismos que le permitieran, bajo un esquema de eficiencia y de racionalidad eco-
nómica, el cuerpo de apoyo para la ejecución de la planeación y el control del gasto
público.
La crisis económica provoco una reducción en los flujos de recursos hacia el país, las
condiciones ideológicas propias para que las estrategias de tipo neoliberal también
se aplicaran inapropiadamente. Las reformas de administración pública más radica-
les. En 1982 la definición cuantitativa y cualitativa tanto de la naturaleza del estado
como de la administración pública, propuso que la satisfacción de las demandas so-
ciales y las tareas orientadas a mantener la cohesión social deberían realizarse en
función de ciertas políticas públicas. La intervención estatal estaría limitada a los ins-
trumentos y mecanismos que a sus ingresos correspondan, y el objetivo de participar
en proyectos y servicios y que incrementan la productividad y la rentabilidad social y
en lo consecutivo la acción gubernamental estaría sujeta a estrictas restricciones
económicas.
El terreno de la política económica, busco a minorar los desequilibrios en el sector
externo, las fianzas públicas y la inflación, bajo un esquema de restricciones moneta-
rias, y para alcanzar esas metas se implico en la cancelación de programas y parti-
das presupuestales para tener programas de salud, vivienda, educación, infraestruc-
tura, etc.
La modernización económica, y la reestructuración de las funciones de la administra-
ción pública, se enmarcaron dentro de otra reforma del estado y de su nueva ideolo-
gía, el liberalismo social era de alcanzar un desarrollo económico viable, en el que
debería existir una clara complementariedad entre el que hacer público y privado.
El neoliberalismo, el liberalismo social, proponía que para superar la crisis y generar
un desarrollo social equitativo se requería de la complementariedad entre un estado
reformado y un mercado eficiente, debería asumir sus funciones limitando su campo
de acción, es decir, reduciendo su intervencionismo al nivel de sus ingresos y dejan-
do a los agentes económicos privados la mayor contribución directa a la inversión
directa, los mecanismo de regulación automática del mercado aumentaría la eficien-
cia global y conducirían a la prosperidad social.
El estado mexicano debería encargar a su administración pública lo relacionaron con
el desarrollo regional y urbano, la impartición de justicia y la prestación de los apoyos
necesarios para el fomento a la inversión privada estaban enfocadas en los viejos
tiempos, al financiamiento de las actividades privadas y la desregulación económica.
El liberalismo social trata de diferenciarse del neoliberalismo, también busca la crea-
ción de una estructura económica en la que la toma de decisiones y la asignación de
recursos se lleven a cabo mediante los mecanismos del mercado.
La visión pragmática del liberalismo social acerca del papel del estado y de la admi-
nistración pública omite considerar el importante que han jugado el estado y su ad-
ministración pública en le proceso de cohesión social sino mas aun en la instrumen-
tación de la estrategia del crecimiento económico, y esta visión puedo ser la correcta
a la luz de las mega tendencias actuales.
La nueva configuración social se requiere de una administración pública diferente,
donde los individuos tengan mayores posibilidades para participar en la toma de de-
cisiones de una administración pública reducida y que son suficiente para resolver
los problemas de un país que no acaba de encontrar la senda del desarrollo
El problema del estado está enfrentando una estructura gubernamental que busca la
eficiencia operativa y financiera y el proporcionar bienestar a la población , la moder-
nización del estado y de su administración pública han abierto muchas más interro-
gantes de las que había cuando se proclamo que la reestructuración del aparato de
gobierno reportaría importantes beneficios a la sociedad, el gobernar será más difícil

CAPITULO II.- La reforma judicial en México

La historia jurídico –política de México, fue el 31 de Diciembre de 1994 se publico en


el DIARIO OFICIAL de la FEDERACIÓN, el cual se declaran reformados 27 artículos
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El presidente Ernesto
Zedillo Ponce de León se hace un cambio pleno y absoluto en la estructura y funcio-
nes del Poder Judicial y la Seguridad Pública y la Procuración de Justicia.
La importancia transcendental que entraña la modificación constitucional realizada.
El propósito de el contenido de dicha Reforma, hace a la estructura y funcionamiento
del Poder Judicial de la Federación.
2.1. La constitución mexicana

2.1.1. Naturaleza de la constitución

Las luchas internas por una nueva nación, fue el 5 de Febrero de 1917, y se promul-
ga en Querétaro la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el
congreso fue instalado con un solo fin, que era establecer las nuevas reglas del jue-
go de un país que busca y había encontrado un nuevo rumbo, que era tomado como
base los documentos históricos en 1813, 1824 y 1857 de entre otros.
La forma de Gobierno Democrática fue sustentada en la idea del Estado de Derecho,
y un Texto constitucional puede dar las normas esenciales de convivencia en la na-
ción, el Maestro Alfonso Noriega: decía que El Estado de Derecho y el Imperio de la
ley Frente a los intentos totalitarios.
La Constitución como “el Ordenamiento fundamental y supremos del Estado que:
a) ESTABLECE SU FORMA Y LA DE SU GOBIERNO
b) CREA ESTRUCTURA SUS ORGANOS PRIMARIOS
c) PROCLAMA LOS PRINCIPIOS POLITICOS Y SOCIO-ECONOMICOS SOBRE
LOS QUE SE BASAN LA ORGANIZACIÓN Y TELEOGIA.
d) REGLA LA SUSTANTIVAMENTE Y CONTROLA ADJETIVAMENTE EL PODER
PUBLICO del ESTADO EN BENEFICIO DE LOS GOBERNADOS”
La definición más accesible por ser de carácter descriptivo, se contiene los elemen-
tos que caracteriza al conjunto de normas que nos ocupa.
Una característica fundamental de la Norma Suprema: su mutabilidad, al ser la Cons-
titución el reflejo de un grupo social; al establecer las bases formales y operativas de
ese grupo, es claro que puede ser modificado su contenido y aun su forma, de allí
que hablemos de que en la Constitución, las Decisiones Jurídicas y Fundamental,
este criterio del mismo autor en consulta:
A) Políticas: las declaraciones respecto de soberanía popular, forma Federal del
Estado y forma de Gobierno Republicana y Democrática.
B) Jurídicas: consisten, en la limitación del Poder Público a favor de los goberna-
dos por medio de las Garantías Constitucionales respectivas, institución del
Juicio de Amparo medio adjetivo para preservar la Constitución contra actos
de la autoridad que la violen detrimento de los gobernados y, en general, su-
misión de la actividad total de los órganos del Estado a la Comunicación y a la
Ley, a través de los principios jurídicos universales.
C) Sociales: en la consagración de derechos públicos subjetivos de carácter so-
cio-económico, asistencial y cultural, a favor de las clases obrera y campesi-
nas y de sus miembros individuales, el establecimiento de garantías sociales
de diverso contenido.
D) Económicas: la atribución del Estado o Nación del dominio o propiedad de re-
cursos naturales específicos, la rectoría estatal en ciertas actividades de inte-
rés público y el intervencionismo del Estado algunas actividades económicas
que realizan en cosas particulares y en áreas de interés.
E) Culturales: se refieren a los fines de la enseñanza y de la educación que im-
parten el Estado y a la obligación a cargo de este, en realizar la importante
función social respectiva en todos los grados y niveles de la ciencia y de la
tecnología, determinados principios y persiguiendo ciertas tendencias.
F) Religiosas: consiste en la libertad de creencias y cultos con la separación de la
iglesia y del Estado.
Decisiones fundamentales emanadas del pueblo, que pueden variar, una
Constitución careciera de la posibilidad de transformarse atravez del tiempo,
por tanto requeriría ser sustituida por otra, en un interminable devenir Consti-
tuyente.
La mutabilidad constitucionalidad puede presentar ciertos puntos que vale la
pena aclarar.
La Constitución plasma las Decisiones Fundamentales, debe la posibilidad de
auto preservase, dicho principio se conoce como principio de Supremacía. La
Constitución es el Ordenamiento Cúspide, el “índice de validez formal de to-
das las leyes ordinarias o secundarias que forman el sistema jurídico estatal,
no se puede violar o simplemente apartarse de las disposiciones constitucio-
nales”
La Constitución flexible puede ser modificada simple y llanamente en el cual
se sigue un procedimiento legislativo ordinario, el que se sigue habitualmente
para las leyes Ordinarias o Secundarias. La Constitución Rígida requiere un
procedimiento especial, que puede ir desde una mayoría especifica en el Ór-
gano Legislativo (constitución italiana) hasta un procedimiento especifico di-
verso al ordinario. Una Constitución prevé un procedimiento agravado para su
transformación.
2.2. Los cambios a la constitución.

2.2.1. El constituyente permanente y el legislador ordinario: constitución y ley.

El Texto Constitucional contiene el artículo 135 que dice, que es la posibilidad de


transformación de la Constitución y está estableciendo un procedimiento Legislativo
especial, y es diverso al contenido en el artículo 72 del Supremo Ordenamiento y
asume una mutabilidad rígida, en contraposición al proceso legislativo ordinario.

El artículo 49 Constitucional y el Supremo Poder de la Federación se divide, para su


ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, en presencia de entidades autónomas y
ajenas, ante partes un todo, un Poder Constituido, es distinto del Poder Constituyen-
te por ser de este origen de aquel. La intervención del Ministro Ulises Schmill en la
Sesión del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación del martes 30 de
Agosto de 1994, el cual lo relativo a la Controversia Constitucional.”PODER ES EL
CONJUNTO DE FACULTADES QUE POSEE UN ORGANISMO PÚBLICO, ORGA-
NO PÚBLICO, ESE ES EL PODER, EL SUPREMO PODER DE FEDERACIÓNNO
CONSTITUYE UNA ENTIDAD DISTINTA DE LOS PODERES LEGISLATIVO, EJE-
CUTIVO Y JUDICIAL, SIMPLEMENTE SE MANIFIESTA QUE EL CONJUNTO DE
FACULTADES DE LOS ÓRGANOS DEL ESTADO SE DIVIDE LEGISLATIVAS,
EJECUTIVAS Y JUDICIALES”

La Constitución emana de un Poder Constituyente Originario, que este desaparece al


iniciar la vigencia de la Carta Fundamental , para cambios ulteriores, un Constituyen-
te Permanente

2.2.2. Estructura de la entidad legislativa

El artículo 135 de la Constitución Mexicana, la Reforma o Adición a la Constitución


requerirá que el Congreso de la Unión, sus miembros presentes acuerden dichas
reformas o adicciones, y que estas sean aprobadas por la mayoría de las legislatu-
ras de los estados.
El Constituyente Permanente está integrado por el Poder Legislativo Federal y sus
similares de las Entidades Federativas, lo que le otorga en cuanto a su integración.
Por Congreso de la Unión debemos de entender el organismo bicameral en que se
deposita el poder legislativo federal, la función de imperio del Estado Mexicano con-
sistente en crear normas jurídicas abstractas, generales e impersonales llamadas
“leyes”.
El poder legislativo se expuso en que se deposita en dos cámaras.
Una de ellas es la:
Cámara de Diputados o Cámara Baja y está integrada por diputados representantes
de la Nación, electos de bajos dos principios: diputados electos por el principio de la
mayoría relativa, el sistema de distritos electorales es el sistema de listas regionales,
por circunscripciones plurinominales.
Y la otra es lo sig.
Cámara la de los senadores o Cámara Alta y está integrada por senadores por cada
Entidad Federativa, electos por votación mayoritaria relativa y por una minoría, y los
Diputados representan a los gobernados y los Senadores a los estados como miem-
bros de una Federación.
El poder Legislativo, el Poder Constituido, este se transforma en Permanente y se
requiere la participación activa de las Legislaturas Estatales en el proceso de la
aprobación e las Reformas o Adiciones a la Constitución.
2.2.3. Derecho de iniciativa ante la instancia legislativa Ordinaria y constituyente.

Procedimiento Legislativo, es la facultad de iniciar leyes que la propia Constitución


limita en su artículo 71:
“El derecho de iniciar leyes o decretos compete:
I.- Al Presidente de la República.
II.- A los Diputados y Senadores al Congreso de la Unión.
III.- A las Legislaturas de los Estados...
Decreto.- En su sentido lato implica: resolución, orden, determinación, decisión, auto
o sentencia.

2.2.4. Proceso legislativo ordinario


Proyecto de ley o decreto, exclusivo de alguna de las Cámaras, se discutirá sucesi-
vamente en ambas, los términos que el Reglamento de Debates del Cuerpo Legisla-
tivo.
El primer proyecto en la Cámara la cual se presenta, a la que se denomina Cámara
de Origen (con empréstitos, contribuciones, impuestos y reclutamiento de tropas, y
deben plantearse primero en la Cámara Baja, otro tema puede plantearse de manera
indistinta en cualquiera de las dos Cámaras) siempre y cuando no transcurra un mes
desde que se pasen a la comisión dictaminadora sin que esta rinda su dictamen,
pues en tal caso el mismo proyecto de ley o decreto puede presentarse y discutirse
en la otra Cámara.

Las actividades de las Cámaras, es la manera cómo actúan, se dividen en cuatro


grupos:

a) Facultades del Congreso de la Unión, en el artículo 73 de la Constitución y


que se refieren fundamentalmente al Proceso Legislativo que nos ocupa.

b) Facultades Exclusivas de cada una de las Cámaras, que refieren a actos dis-
tintos de los legislativos y se ejercitan de manera separada pero no sucesiva,
de manera independiente. Las facultades exclusivas de la Cámara de Dipu-
tados se detallan en el artículo 74 Constitucional y las del Senado en el nume-
ral 76 del mismo Ordenamiento.

c) Facultades del Congreso como Única asamblea, es decir cuando ambas Cá-
maras actúan conjunta y simultáneamente, reunidas en una sola Asamblea.
La Constitución contempla tres casos, a saber: designación del Presidente de
la Republica cuando falta el titular (Art. 84 y 85 de la Constitución); protesta
del Presidente de la República al tomar posesión del cargo (artículo 87 de la
carta Magna) y la apertura de sesiones ordinarias (artículo 69 de la Constitu-
ción.).

2.2.5.- Procedimiento legislativo ante el constituyente Permanente

El procedimiento en esencia es el mismo, cabe destacar los porcentajes de votación


específicos, la participación de las Legislaturas Locales en la aprobación de la Re-
forma o Adición. No basta una mayoría absoluta de los miembros presentes del Con-
greso de la Unión, que se requiere la aprobación de las dos terceras partes de los
asistentes, así como una mayoría (51% como mínimo) de los Congresos Estatales.

2.3.- Veto presidencial

La facultad que tiene el Presidente de la República para hacer observaciones a los


proyectos de ley o decretos que ya hubiesen sido aprobados por el Congreso de la
Unión, es decir, por sus dos Cámaras componentes. El presidencial no es absoluto
sino suspensivo, su ejercicio no significa la prohibición o el impedimento insuperable
o ineludible para que una ley o decreto entre en vigor, sino la mera formulación de
objeciones a fin de que conforme a ellas, vuelvan a ser discutidos por ambas cáma-
ras.

Solo puede ser interpuesto por el Ejecutivo una sola vez y, en su caso, de
desecharse sus observaciones se deberán promulgar la ley respectiva.

El Derecho de Veto puede ser interpuesto en cualquier caso salvo cuando


ejerza el Congreso de la Unión funciones de Colegio Electoral o de jurado, la Cámara
de Diputados, declare que debe acusarse a algún alto funcionario de la federación
por delitos oficiales, ni podrá hacer observaciones al decreto por el que se convoca a
sesiones extraordinarias. El contenido expresamente en el inciso “j” del artículo 72
Constitucional, pues ya tácticamente estaban excluidas desde formación de toda ley
o decreto cuya resolución no sea exclusiva de alguna de las Cámaras. No tiene caso
determinar situaciones expresas de excepción, pues estas estaban previamente ex-
cluidas, pues el veto solo procede contra resoluciones del Congreso.

2.5.- Régimen jurídico de los ministros de la suprema corte de Justicia de la nación

El régimen jurídico se sujetan los Ministros de la Corte, cabe destacar lo refe-


rente a los cambios introducidos al artículo 95 de la constitución, que determina los
requisitos para ser Ministro de la Corte:

-El límite de sesenta y cinco años como la edad máxima para acceder al car-
go.

La antigüedad en el ejercicio de la abogacía de cinco a diez años como requisito bá-


sico para el ejercicio de tan importante función...

El acceso a la corte a quienes durante el año anterior a su designación hubie-


ran desempeñado alguno de los siguientes cargos: Secretario de Estado, jefe de De-
partamento Administrativo, Procurador General de la República o de Justicia del Dis-
trito Federal, Senador, Diputado Federal ni Gobernador de algún Estado o Jefe del
Distrito Federal.

Establece como requisito, tomarse en cuenta la trayectoria del nombrado.


Esta es una de las más importantes, pues se garantiza el acceso a la Corte a perso-
nas que no tengan carácter político sino de juristas, lo que constituye el ideal de un
Poder Judicial real.

El acceso a la Corte, se establece en el artículo 96 de la Constitución un nue-


vo procedimiento de designación de los Ministros que consiste en la presentación de
una terna por parte del Presidente de la República al Senado, previa comparecencia
de las personas propuestas, designará al Ministro por el voto de las dos terceras par-
tes de los miembros del Senado presentes. Se permitía que el Ejecutivo planteara
solo una propuesta para ocupar la vacante y no se requería ni porcentaje de votación
ni comparecencia de los candidatos ante el Senado, se garantiza con mayor amplitud
el cumplimiento por parte de los propuestos al cargo de los requisitos del artículo 95
Constitucional.

La Corte se introduce un término de duración al cargo de Ministro, el cual no


puede exceder de quince años, limitado además la posibilidad que los Ministros, al
abandonar su cargo, se aprovechen del nivel de influencia, no pudiendo actuar como
abogados, patronos o representantes en procesos ante los Órganos del Poder Judi-
cial de la Federación, por un término de dos años posteriores a su retiro del cargo.

Es importante proteger a quienes desempeñan la alta misión de la administra-


ción de justicia al concluir su encargo, pues se establece el derecho a un haber por
retiro.
2.6.- Régimen laboral del poder judicial de la federación

El sistema adoptado en 1960, al introducir en la Reforma el Consejo de la Judicatura,


es a este a quien corresponde conocer, como generalidad, de los conflictos que se
susciten entre el Poder Judicial de la Federación y sus servidores. Sin embargo de
preservar la autonomía de la Corte, como excepción corresponde a ésta conocer de
los conflictos que surjan con sus empleados.

2.7.- Administración del poder judicial de la federación

Como punto central de atención en la Reforma, realizada a la Constitución está la


modificación del artículo 100, dando lugar esto, a la creación del Consejo de la Judi-
catura Federal.

Este novel organismo tiene a su cargo la administración, vigilancia y disciplina del


Poder Judicial de la Federación, la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

2.8.- El consejo de la judicatura federal mexicano


El artículo 100 de nuestra constitución y de acuerdo a la reforma en estudio, el
Consejo de la Judicatura Federal se integra por siete miembros de los cuales uno
será el presidente de la Suprema Corte de Justicia, será también del Consejo, un
Magistrado de los Tribunales Colegiados de Circuito, un Magistrado de los Tribunales
Unitarios de Circuito y un Juez de Distrito quienes serán electos por insaculación; se
integra por dos Consejeros designados por el Senado de la República y por el Presi-
dente de la República. Deberán ser las actividades jurídicas, además de reunir los
requisitos del artículo 95 de la propia Constitución.

2.9.- En conclusión

La reforma incluye modificaciones en materia de procuración de justicia, la


existencia de un Recurso Jurisdiccional para impugnar las resoluciones de no-
ejercicio y desistimiento de la acción penal, así con ese absurdo monopolio que con-
vertía al Ministerio Público en omnipoderoso en este sentido, al ser procedente ni
siquiera el juicio de amparo contra sus determinaciones. Se cambia la forma de de-
signación del Procurador General de la República y se da intervención al Senado en
su designación. Pierde el carácter constitucional de Consejero Jurídico del Gobierno
federal, función que asumirá la entidad que determine la Ley.

Los artículos 103 y 107 de la constitución. En el primer caso para incluir al Dis-
trito Federal al lado de los estados de la Unión. En el segundo caso se introducen
cambios en materia de Suspensión del Acto Reclamado, Jurisprudencia, y, tal vez la
más importante, la Ejecución de las Sentencias de Amparo, innovación criticada y
criticable porque suaviza los efectos del Juicio de Amparo en los casos que la Corte,
de oficio así lo decida.
La caducidad de la instancia de ejecución de las sentencias de amparo, y
afecta seriamente al alcance y valor que tradicionalmente tuvo nuestro Juicio de Am-
paro.

El artículo 105 Constitucional, ampliando la competencia de la Corte para tra-


tar las Controversias Constitucionales, las Acciones de Inconstitucionalidad y los
Recursos de Apelación cuando la federación forme parte. Toda una innovación en
nuestro Sistema Jurídico y merece comentario aparte.

CAPITULO III.- El plan nacional de desarrollo

Las transformaciones se han dado en el país, en esta etapa de democracia,


las grandes transiciones que se viven en el mundo y en México, abren nuevos cam-
bios y oportunidades. El país se encuentra en un momento privilegiado de la historia
para decidir su futuro y para planear el México que se desea.

Nuestras raíces históricas y culturales dan un sentido de Nación y al mismo


tiempo, el nuevo ánimo que el proceso de consolidación de la democracia imprime,
es el fundamento para trabajar en la construcción de un país más justo, más hu-
mano, más participativo, con más oportunidades para todos, con más opciones, con
más cambios, con mayor tolerancia y más incluyente.

El fundamento legal al que obedece el Plan Nacional de Desarrollo, se presen-


ta al pueblo de México el documento que describe el país que queremos construir, el
futuro que buscamos hacer realidad y los esfuerzos que la administración pública
federal se compromete a realizar para alcanzarlo, para mejorar la calidad de vida de
mexicanas y mexicanos. Los compromisos y los lineamientos del gobierno expresa-
dos claros y estrategias concretas para lograrlo, pero presenta una visión estratégica
para el México del nuevo milenio, con un claro sentido de perspectiva histórica.

El marco integral de desarrollo presenta a la sociedad, permite pensar de ma-


nera más estratégica en las prioridades, políticas, programas, proyectos y reformas
que debemos emprender para lograr los objetivos propuestos, pero sin que se con-
viertan en un marco rígido y limitante.

El Plan, establecerá los objetivos que permitirán alcanzar los cambios medulares que
el gobierno impulsará, que consoliden el avance democrático, que abatan la insegu-
ridad y cancelen la impunidad, que permitan abatir la pobreza y lograr una mayor
igualdad social; la reforma educativa asegura que las oportunidades de educación
integral y de calidad para todos los mexicanos, que garantizan el crecimiento con
estabilidad en la economía, que tengan como premisa fundamental ser incluyentes y
justos; y que aseguren la transparencia y la rendición de cuentas en la tarea del go-
bierno y que descentralicen las facultades y los recursos de la Federación.
Las estrategias deberán estar encaminadas a facultar a los actores sociales y
económicos para que participen de manera activa en las reformas que se promove-
rán. Considerarán palancas de cambio en el país: la educación, el empleo, la demo-
cratización de la economía, el federalismo y el desarrollo regional. Dichas estrate-
gias, establecer alianzas y compromisos con los grupos sociales, económicos y polí-
ticos, así como con los gobiernos estatales y municipales del país para que la cons-
trucción de nuestro futuro sea una tarea compartida.

El Plan Nacional de Desarrollo establecerá como una condición fundamental


un diálogo abierto y permanente con: los ciudadanos, con las agrupaciones políticas
y sociales, con otros poderes y ámbitos de gobierno, y con la sociedad en general.

3.1. La visión del México al que aspiramos

La visión del México al que aspiramos puede sintetizarse: México será una nación
democrática con alta calidad de vida que habrá logrado reducir los desequilibrios so-
ciales extremos y que ofrecerá a sus ciudadanos oportunidades de desarrollo hu-
mano integral y conveniencia basadas en el respeto a la legalidad y en el ejercicio
real de los derechos humanos. Una nación dinámica, con liderazgo en el entorno
mundial, con un crecimiento estable y competitivo y con un desarrollo incluyente y en
equilibrio con el medio ambiente. Una nación orgullosamente sustentada en sus raí-
ces, pluriétnica y multicultural, con un profundo sentido de unidad nacional.

En el país se sustentará en un sólido Estado de derecho. Los derechos fundamenta-


les consagrados en la Constitución, las leyes y los tratados internacionales, que se-
rán una guía permanente para las acciones que deberá tomar el gobierno. Las auto-
ridades y ciudadanos deberán conducir, por igual, con apego a la legalidad. La inob-
servancia del marco normativo habrá un acceso amplio y expedito a la procuración y
administración de justicia. Los gobiernos se sujetará estrictamente a la voluntad po-
pular, expresada en las instituciones modernas que garantizarán el ejercicio conti-
nuo de la democracia.

3.2. Las políticas del poder ejecutivo federal

Las políticas públicas son el conjunto de concepciones, criterios, principios,


estrategias y líneas fundamentales de acción, de las cuales la comunidad organizada
como Estado, hace frente a desafíos y problemas que se consideran de naturaleza
pública. Las políticas públicas definen espacios de acción no solo para el gobierno
sino también para los actores ubicados en los sectores social y privado, las diversas
instancias de gobierno cumplen una importante función en el proceso de generación
de políticas públicas. Éstas se expresan en decisiones adoptadas en forma de insti-
tuciones, programas concretos, criterios, lineamientos y normas.

3.2.1. La política económica

El objetivo de la política económica es promover un crecimiento con calidad de


la economía y un crecimiento sostenido y dinámico que permita empleos que de-
mandarán los millones de jóvenes que se incorporarán al mercado de trabajo en los
próximos años, y permita un crecimiento para abatir la pobreza y que abra espacios
a los emprendedores.

Un avance en la igualdad de oportunidades entre regiones, empresas y hoga-


res que permita contar con recursos suficientes y canalizarlos para combatir los re-
zagos, así como financiar proyectos de inclusión al desarrollo y el crecimiento con
estabilidad, permita planear sin sobresaltos e invertir con menor riesgo y poder to-
mar decisiones con mayor certidumbre.

Un proceso de globalización de la economía mundial y permita que el país se


integre a él, obteniendo los máximos beneficios posibles y uncrecimiento de transi-
ción social que demanda mayores espacios de participación de los ciudadanos en la
toma de decisiones.

El crecimiento, la transición demográfica, aproveche las oportunidades de una


población económicamente activa en crecimiento y, al mismo tiempo, asuma los re-
tos del aumento en la demanda de empleos y de la inversión en el capital humano y
un acreciente el capital natural de nuestra nación.

En el mundo globalizado y dinámico como en el que vivimos hoy, es necesario


adicionar al bono democrático que los mexicanos nos hemos ganado, la estabilidad
macroeconómica, el bono de la flexibilidad microeconómica, el bono de la sustentabi-
lidad ambiental y el bono de la democratización de la economía y la estabilidad ma-
croeconómica debemos pasar del “blindaje económico”, al financiamiento sano del
gasto público, con una mejor coordinación entre las políticas monetaria y fiscal, y el
incremento del ahorro público y privado.

La flexibilidad microeconómica necesitamos crear las condiciones y hacer un


uso de nuestros recursos y elevar y extender la competitividad del país y en un mun-
do proceso de globalización al Estado promover las condiciones para la inserción
competitiva de México en el nuevo orden económico mundial.

El programa económico es evaluado no sólo por los logros obtenidos en las


variables fundamentales de la economía, también que tenga en los indicadores que
representan las variables fundamentales de una sociedad justa y humana, este pro-
grama buscará la creación de un ambiente de competencia, el Estado ciertamente no
estorbe y canalice correctamente la acción pública y crear las condiciones necesarias
para que el sector privado aproveche su energía potencial y alcance altos índices de
productividad y competitividad, pero debe reconocer al mismo tiempo la necesidad
de una acción pública decidida del gobierno para promover la equidad entre las re-
giones, las empresas y los hogares.

3.2.2. La política social

La acción del gobierno describe en el Plan Nacional de Desarrollo, tiene por fin
último mejorar la calidad de vida de los mexicanos, el pleno ejercicio de su libertad
personal en convivencia humana y de respeto a la naturaleza que multiplique las
oportunidades de progreso material, el desenvolvimiento intelectual y el enriqueci-
miento cultural de cada uno de los ciudadanos del país. El desarrollo deberá tener a
las personas como su origen y desarrollo, la sociedad es vista como la suma e inter-
acción de los hombres y las mujeres que la componen, y cada uno de ellos son de
suma importancia para el resultado colectivo.

La fuerza del Plan radica en su estrecha vinculación los seres reales que inte-
gran la nación, las estructuras, institucionales, fundamentos y conceptos que les dan
unidad y sentido. La riqueza económica promueve la política para un crecimiento con
calidad, como la estabilidad que se propicia será de orden y respeto, además debe-
rán tener por objetivo mejorar las condiciones de vida de la sociedad y de los indivi-
duos de este país. El desarrollo social y humano representa un favor invaluable para
alcanzar tanto niveles superiores de riqueza y bienestar, como de seguridad y justi-
cia, y los factores que contribuyen a promover la soberanía de los individuos y la de
los grupos sociales, para el gobierno no debe existir la menor duda de que la educa-
ción es el mecanismo determinante de la robustez y velocidad con la que la emanci-
pación podrá alcanzarse, el factor determinante del nivel de la inteligencia nacional y
la punta de lanza del esfuerzo nacional contra la pobreza y la inequidad.

El gobierno de la República es considerar la educación como la primera y más


alta prioridad para el desarrollo del país, que habrá de reflejarse en la asignación de
recursos crecientes para ella en un conjunto de acciones, iniciativas y programas
que la hagan cualitativamente diferente y transformen el sistema educativo y la re-
forma educativa debe descansar en el principio de que el tener mayor capacidad de
iniciativa y autoridad, y al existir una mayor participación de la sociedad civil en el
avance educativo, el rendimiento de cuentas de las escuelas, y las instituciones se
volverá una práctica común y un mecanismo para garantizar la calidad y el impacto
educativo, que constituirá un paso más en la emancipación general de México y los
mexicanos, la educación y el desarrollo de los mexicanos dependen de la salud y ha
sido uno de los pilares en el desarrollo de México y han sido determinantes para con-
formar las características demográficas actuales en nuestro país, y las instituciones
de salud han sido fundamentales en el desarrollo de México en muy diversos cam-
pos, la investigación, la educación y la organización administrativa y financiera. El
progreso alcanzado en el pasado, se manifiesta, por ejemplo, en la reducción de la
mortalidad infantil y en el crecimiento de la esperanza de vida, debe conducir a igno-
rar que existen todavía sectores de la población no tienen la atención, los servicios
médicos y los medicamentos que les ayuden a tener una vida sana y les proporcio-
nen la seguridad y confianza que requieren para su cabal desarrollo.

El gobierno de la República tiene el compromiso de seguir desarrollando los


sistemas de salud, se extiendan a la totalidad de la población, eviten la duplicación
de esfuerzos, y prevengan las enfermedades. Las estrategias que se deben plantear
buscarán tanto, unificar los esfuerzos de las principales instituciones y sistemas de
salud existen en el país, de criterios uniformemente aplicados relativos a los fárma-
cos y a los servicios sanitarios y epidemiológicos, y el mejoramiento de las instala-
ciones, equipamiento y material de los hospitales, las clínicas y las instituciones de
salud en general. Deberá desembocar en una mejoría clara en la atención médica y
en el trato que recibe la población.

3.2.3 La política interior

El reto obliga a avanzar para consolidar una democracia legitima, genuina y


duradera, y también los mexicanos han aprendido un proceso de transición que no
se concreta en un solo día ni es tarea encomendada a unos cuantos, también ha sido
una labor transcendencia histórica que exige continuidad en el esfuerzo de todos.
El México moderno la política es una tarea de responsabilidad social compartida: el
gobierno con los ciudadanos, del Estado con la sociedad civil, de la federación con la
entidades federativas y municipios, las fuerzas políticas, así como del EJECUTIVO
FEDERAL con los PODERES LEGISLATIVO Y JUDICIAL DE LA UNIÓN.
La acción del ejecutivo es fortalecer la interacción fructífera y respetuosa con los
otros poderes de la Unión y sus ámbitos de acción así como sus espacios autonomía
y el fortalecimiento de las facultades que la constitución les otorga para consolidar
esquemas de corresponsabilidad en la toma de decisiones que hagan frente a los
desafíos nacionales

3.2.4. La política exterior

La política exterior de México ha orientado con base en los principios y están


plasmados en nuestra Constitución Política y son producto de la experiencia histórica
de nuestra nación, estos principios generales de política exterior no puede ejercerse
en abstracto, sino que deben enfocarse a la defensa y promoción de interés naciona-
les, estos pueden anunciarse en forma general de la siguiente manera:

 Garantizar que nuestra seguridad nacional y nuestra integridad territorial


no se vean afectadas o amenazadas como resultados de cambios o acon-
tecimientos que se producen en el exterior.

 Asegurar que la naturaleza soberana de las decisiones que adopta el Es-


tado mexicano en su régimen interno y en sus relaciones con los demás
actores internacionales no se vea constreñida por intereses o posiciones
de terceros países.

 Aprovechar en beneficio de la nación nuestros recursos naturales, asegu-


rando que el Estado pueda determinar las modalidades de su uso y con-
servación en función de las necesidades y prioridades del país.

 Encontrar y fomentar los espacios que permitan impulsar el desarrollo na-


cional integral, sostenido y sustentable, mediante acciones concertadas
con otras naciones o regiones del mundo.

 Participar activamente en la conformación de un sistema internacional que


promueva la estabilidad y la cooperación, sobre la base del derecho inter-
nacional, y que nos proporcione espacios de acción política y diplomática
frente a otras naciones o regiones.

3.3. Democracia y derechos humanos.

El siglo XX y principios del siglo XXI se manifestó que en todo el mundo de la


democracia es la forma de gobierno de mayor legitimidad. La actualidad no hay sis-
tema político legitimo que no descanse en buena medida en arreglos democráticos.
Los arreglos democráticos dentro de los estados permiten construir en relaciones
más solidas y transparentes con otros países, los interés y la aspiraciones de las
poblaciones de los distintos países que integran el sistema internacional, los gobier-
nos democráticos disponen de una legitimidad que da mayor fuerza a sus posturas
en el ámbito internacional, la democracia ha surgido como el sistema político de ma-
yor compatibilidad con un crecimiento económico estable y sustentable y también es
parte fundamental de la política exterior de México promover la democracia.

3.4. La revolución educativa

La educación es factor y fuente de oportunidades para el bienestar individual y


colectivo y la calidad de vida, en la equidad social, en las normas y prácticas de la
convivencia humana y los sistemas democráticos y en los sistemas estándares del
bienestar material de las naciones que influye en el desarrollo efectivo, cívico y so-
cial, en la capacidad y la potencialidad de las personas y las sociedades, determina
su preparación y es el fundamento que da confianza para el futuro y también se re-
conoce el papel crucial del conocimiento en el progreso social, cultural y material de
las naciones, y la generación aplicación y transmisión del conocimiento son tareas
qué dependen de las interacciones de los grupos sociales y, en consecuencia, condi-
cionan la equidad social.
La situación actual en materia educativa y las condiciones demográficas, políticas y
económicas de México y es un gran proyecto nacional a favor de la educación y en el
cual se participen y articulen los esfuerzos de sociedad y gobierno en el logro de cu-
yos objetivos se sume y canalice la energía individual y colectiva de los mexicanos
en el cual se resuelvan los inaceptables rezagos educativos y se cree las condicio-
nes que propicien el futuro bienestar colectivo y la inserción plena de México en el
ámbito internacional.
CAPITULO IV.- El estado

4.1.- Crisis de los ideales políticos. Una crítica a la teoría del Estado moderno.

Los siglos XVII al XIX se produce la crisis del idealismo y el materialismo. Para
mayores profundidades, deliberadamente nos hemos apartado de la exposición de
dos grandes corrientes del pensamiento moderno, los ideólogos franceses y las
ideas políticas contemporáneas. La estructura social y estatal de nuestro tiempo
puede ser comprometida sin el conocimiento de las grandes y positivas aportaciones
de los ideólogos franceses y de los empiristas ingleses.
El idealismo describimos al francés DESCATARTES y mencionamos a los alemanes
Kant y Hegel, y el propio campo de los enciclopedistas que surgen de las dos ten-
dencias fundamentales y de los materialistas y que van a llevar a la revisión y al fra-
caso del idealismo del siglo XVII, el materialismo es porque ya sabemos que el idea-
lismo es el privado de la idea de la realidad, el autor Plejanov es un materialista ruso
y escribió un libro en el siglo XIX titulado en El Desarroyo de la Concepción Monista
de la historia , en el capitulo I, al referirse al materialismo francés del siglo XVI.
El idealismo es el adversario directo del idealismo, todo las cualidades de la
materia son aquellas del espíritu, el materialismo actúa en forma opuesta y los fenó-
menos síquicos del humanismo o, en términos más generales del cuerpo animal, los
filósofos a cuyos ojos el factor primordial es la materia que pertenece al banco de los
materialistas; en tanto que todo aquellos que consideran semejante factor es el espí-
ritu, son idealistas.
El idealismo filosófico y se inicio en Francia con Descartes y su método de la
duda sistemática, llegó a Alemania con Kant y su método crítico, que después es
recogido y revisado por Hegel con su teoría idealista.
Locke y su célebre Ensayo del gobierno civil, el antecedente directo del mate-
rialismo de los enciclopedistas Franceses, Locke escribió dicho ensayo; antes había
escrito una obra de transcendencia inaudita que lo dominó Ensayo sobre el Entendi-
miento Humano. Dos libro influyeron en Francia, el Ensayo era sobre el gobierno civil
que hizo posible que Montesquieu escribiese El Espíritu de las Leyes y Rousseau El
Contrato Social.
Posiblemente ni Montesquieu ni Rousseau hubieran escrito grandes obras po-
líticas, pero no caben duda que Locke y sus estudios sobre como se forma la idea en
el alma no habría surgido el sensualismo de dos ideólogos Franceses, está de gran-
des alcances filosóficos y origen de enconados debates, el inaudito esfuerzo de in-
vestigar los problemas del hombre, de la sociedad y del universo.
Existe ideas innatas con existencia objetiva y absoluta al margen de la expe-
rimentación individual, Locke después (Descartes muere en 1650. Locke en 1704),
afirma que existen ideas innatas y psique humanas es como una tabla rasa que va
adquiriendo contenido con la experimentación individual obtenida de la presentación
y la transformación de esta captación.
El concepto de Locke es retomado por Diderot y Voltaire, con violencia inaudi-
ta por Helvetius y Holbach, junto con Condillac son los tres grandes ideólogos fran-
ceses idealistas, que consideran que fueran la sensación y representación no existen
ideas. Hegel dirá seguidamente que hay un espíritu absoluto y que existen elementos
cognoscitivos al margen de la propia experiencia humana . Helvetius es la gran figu-
ra del materialismo francés reinvicado por Hegel. Hegel fue un investigador objetivo,
preocupado de las diversas trayectorias del pensamiento anterior a él. Casi contem-
poráneo en su época fueron Holbach y Helvetius, menospreciados por los materialis-
tas marxistas poteriores.
4.2.- Entronque con lo siglos xviii y xix

Los enciclopedistas quisieron reducir al conocimiento a unidad y sístesis. ¿


Qué quieren conocer?: Todo ¿ Cómo quieren conocer?, partiendo de la revisión de
que las ideas de que la sociedad por tradición viene dando al hombre. Al dudar de
todo y revisarlo, forman sus nociones de manera cierta, revisionista y crítica. Así lo
hace Helvetius, y nos dice algo que para nosotros idealistas, tiene una importancia
trascendental “ la naturaleza es perfecta e invariable y es el hombre el que es imper-
fecto y variable”; por consiguiente, y si además el hombre es producto de su medio,
por lo que hay que buscar una sociedad, unas leyes, y un derecho que sea inmutable
en tanto son perfectos. Nos dice también Helvietus que la naturaleza es invariable y
que lo que cambia son las formas. Lo que se transforma es lo accidental, diríamos
nosotros. En consecuencia, la variación no siempre significa progreso pero si lo debe
significar. La revisión del investigador de los fundamentos políticos de la cultura so-
cial y de los ideales que lo rodean debe consistir en buscar la perfección y lo progre-
sivo dentro del cambio. Si no existen principio innatos –dicen los materialistas-, tie-
nen que ser sustituidos por la conveniencia de buscar una sociedad útil.

4.3.- El problema de la libertad económica

Platón dice que el ansia y codicia de la tierra, casa y oro es la causa de los
males, porque decaen los bienes del espíritu cada vez más en la estimación general.
Añade: “ la causa de todas las guerras se genera en la posición del oro”. Estos con-
ceptos platónicos son posiblemente como nunca, válidos en nuestros tiempos mo-
dernos, tanto para el interior de los estados como para las relación internacionales.
El principio cartesiano de que existen en el hombre derechos innatos que des-
pués los juristas y la Revolución Francesa adaptan como derechos humanos, proce-
de del iusnaturalismo. Este principio cartesiano es negado no sólo por Locke, sino
por los sensualistas que lo siguen. Indudablemente que existir es una idea directa.
Pero la vida del hombre, atendida a principios es ya una idea indirecta. Vivir dentro
del Estado obedeciendo mecánicamente las disposiciones estatales y aceptando la
estructura de los convencionalismos sociales es una idea directa.

4.3.1.- Crisis universal en la estructura y organización del Estado moderno.

La estructura económica del Estado liberal y burgués es capitalista: en ella


entran en juego diversas leyes económicas como la inexorable ley de la oferta y la
demanda, y de la lucha de clases. Éstas se dividen en dos géneros antagónicos: 1.
el proletariado, sin bienes, 2. el capitalista poseedor del bien monetario, haciendo el
milagro de que el dinero produzca dinero mediante la ley de la plusvalía.

Al entrar en crisis el Estado liberal y burgués, surge la guerra de 1914-1918.


Las naciones pequeñas aspiran a una expansión geográfica más allá de los propios
límites de las llamadas zonas de influencia, que rodeaban a las grandes naciones
europeas.
El tratado de Versalles significó el sojuzgamiento del pueblo alemán por los
aliados: la Segunda Guerra Mundial supone asimismo la división del pueblo alemán
entre grandes potencias aliadas. Pero en 1917 se produjo algo que significó la ruptu-
ra completa con el Estado liberal de derecho. Carlos Marx dijo que las etapas de la
historia no pueden quemarse y que no podría triunfar un socialismo en España ni en
Rusia, países atrasados, encontrados económicamente en la tradición feudal, sin
haber alcanzado el capitalismo.
En Rusia surgió un Estado de bases distintas de las del liberal y burgués de
aquellos tiempos. En 1917 aparece el Estado bolchevique (comités de obreros) al
triunfar el ala de la izquierda socialista sobre la tendencia media de los menchevi-
ques. Fue el primer Estado totalitario intervensionista europeo, con una estructura y
organización distinta de la del Estado liberal y burgués. El nuevo Estado se aísla y
se dedica a sus propias tareas internas. Pero este Estado totalitario no va a estar
solo. Aparecieron los dos grandes Estados intervencionistas de Europa, aunque de
signo contrario a aquel: el de Alemania y el de Italia, y otros dos más chicos: el Esta-
do franquista español y con anterioridad el Estado de Portugal.

El Estado alemán nazista (nacional socialista) llevado a cabo por un austriaco


(recordemos al Imperio Austro - Húngaro y a la Gran Prusia), y el Estado fascista
triunfante bajo la égida de un ex socialista, son los Estados de signo intervencionista
denominados Estados totalitarios.

El Estado intervencionista ruso y los Estados totalitarios alemán e italiano tu-


vieron como lema: “el individuo es un medio del que se vale el estado para realizar
sus fines”. El Estado es, pues, un fin en sí mismo.

4.4.- Su transformación. Las clases sociales.

La igualdad de la Revolución Francesa, unida a la Revolución Industrial, se


transformo la estructura feudal en capitalista, va a ser amenazada por la conversión
de los estamentos en clases sociales. La categoría social de los individuos encua-
drados en una forma de vida basada en lo rural, en el intercambio de productos y en
la posesión de la cultura, de la educación y de la tradición como privilegio de sangre.
En la Revolución Francesa dominó la existencia de las clases sociales.

La clase capitalista se caracteriza por la posesión de renta no ganada (capita-


lismo y plusvalía) o por su no-posesión (proletariado como asalariado que vende su
trabajo). En la actualidad, la amplia serie de gamas del capitalismo, empresarios,
altos negociantes, profesionales triunfantes dedicados a organizar a su favor el traba-
jo de sus subalternos o los banqueros, tienen enfrente al obrero común y al especia-
lizado, al técnico destacado, al secundario, etc. La preponderancia y el reconoci-
miento social y político se basan en la posesión del dinero, así, el dinero produce
dinero y en su nombre surge la cultura social del capitalismo actual.

En la cultura europea de los siglos XVIII y XIX existían tres clases sociales: 1.
Burguesía, 2. Aristocracia y 3. Proletariado. . La burguesía es la clase que en lo po-
lítico tiene unos ideales sanos y en lo económico mantiene una estructura de poder.
Los ideales de ese “buen burgués” de los siglos XIX y XX son los del liberalismo,
pero estos ideales son sobrepasados con la realidad mercantilista.

Junto a la burguesía como clase predominante en la estructura social de nues-


tros días tenemos al aristócrata. En Europa y desde el siglo XIX es un peso muerto
en la vida social, individualmente el aristócrata mantiene la tradición del refinamiento
de la cultura y del amor a la belleza que caracterizó al noble durante la época medie-
val y que va a triunfar con el hombre del Renacimiento. El aristócrata es un heredero
del renacimiento y del amor a las buenas costumbres.

El pueblo, se divide en dos capas: 1. Pueblo bajo y 2. Pueblo alto. El pueblo


bajo es un peso negativo en la vida política de los Estados, pero el pueblo alto crea
el artesanado, que en la cultura capitalista moderna se transforma en el proletariado.
El proletariado lo componen los hombres sin dinero que tienen un arte u oficio mecá-
nico, que va a servir de base o de contrapeso a la burguesía. ¿Cómo? Política y
económicamente. Económicamente porque la burguesía depende del proletariado.
Pero a su vez, el proletariado depende de la burguesía. Políticamente porque el
marxismo dejó al pueblo alto la herencia del concepto de la lucha de clases.

4.5. Trayectoria del estado moderno


4.5.1. Consideraciones temáticas

La incógnita que nos queda por resolver, en el presente apartado, es la de sí se ha


terminado con todas estas posiciones del Estado totalitario. Si el individualismo ex-
terno y el totalitarismo, doctrinas que con razón se han considerado en descrédito,
han fenecido para siempre. Si los Estados modernos de derecho tienen una funda-
mentación de concordancia entre ambos extremos. Ni Estados totalitarios negadores
del respeto a la dignidad del hombre, ni comunismo ni capitalismo a ultranza. Necesi-
tamos revisar las actuales tendencias neocapitalistas en aras de la libertad democrá-
tica.
El problema étnico desempeña un papel decisivo en la transformación de las
clases sociales en América. El burgués latinoamericano es una persona emprende-
dora, pero que con frecuencia tiene el grave defecto de ignorar que su concepción de
vida está entroncada a la civilización y a la tradición latina del mundo occidental, en
manifestación o adaptación de sus genuinas raíces americanas. Las repercusiones
de esta ignorancia son grandes porque contribuyen a la desorganización política ac-
tual que caracteriza a algunos países de Hispanoamérica desconocedores de la tra-
yectoria por seguir y de los fundamentos históricos de su doble acervo mesoameri-
cano en lo cultural y lo político.
Siempre la idea política como concepción de vida social ha precedido a la es-
tructura de la polis. Siempre han surgido auténticos visionarios tanto en la aportación
religiosa como en la política y en la estructura social. En la investigación de cualquier
rama siempre el visionario ha sido un doctrinario. ¿Quién iba a decir que Rousseau
quedaría como fundamentador del Estado moderno con su Contrato Social?. Con
mucha anterioridad, ¿quién iba a decirlo del propio Platón, de Aristóteles y de Cice-
rón o de todos los grandes idealistas?. ¿Quién iba a decirles que aquellos temas,
algunos de ellos elaborados para sus adeptos, como alumnos, servirían para que
generaciones posteriores intentaran realizar esos ideales que aquellos autores ha-
bían explicado ante los jóvenes, ante las generaciones o ante la opinión política?
Siempre que el idealismo es sustituido por lo material, siempre que la calidad
es sustituida por la cantidad, hay inexorablemente un decrecimiento en el buen resul-
tado de la relación, así, en nuestros días ese incremento de masa y del respeto a la
cantidad como algo decisivo en las votaciones y en las presiones políticas entraña,
sin duda alguna, un desquiciamiento en los buenos efectos. Tal afirmación no impli-
ca la defensa del Estado totalitario, de la oligarquía, o de la minoría. Por el contrario,
seguimos defendiendo la democracia con unos valores, con una clase media pre-
ponderante en la intervención activa y no en la letra muerta de la ley, sino en la ac-
tuación continua de los problemas del Estado. Ello, a pesar de la triste experiencia,
en cuyo análisis no vamos entrar, de que fue la clase media europea la que hizo po-
sible que Hitler y Mussolini subieran al poder y proclamaran al Estado dictatorial de
aquellos tiempos. Como es bien sabido, la clase media subió al poder al Estado na-
zista alemán (1933-1945), creando el Estado totalitario fascista, respectivo.

4.5.2.- Materialismo estoico e idealismo europeo

Dice Ortega y Gasset que el idealismo, o sea el primado de la idea, es tradi-


ción de la cultura europea. Esta afirmación merece una consideración de análisis
previo, para averiguar su certeza o error. Opina este autor que San Agustín fue el
primer idealista y, en consecuencia, el primer europeo –por ser el primer hombre
moderno-, ya que el idealismo es una posición de conocimiento estrictamente mo-
derno. Comienza la investigación de Ortega en esa afirmación agustiniana de que
“lo único de lo que no cabe dudar es de la propia duda”. Esta frase es el anteceden-
te cartesiano de la duda sistemática como método de averiguación. El idealismo, en
es la exaltación de la idea, y comienza con la teología política del primer gran teólo-
go cristiano que fue San Agustín. Después es recogido por Descartes y más tarde
por Hegel y Kant.
Esta corriente idealista, tan certera e incuestionable, si bien es una tradición
del mundo de Occidente no lo es sola, ya que hemos afirmado y creemos haberlo
probado, que la base filosófica y política de la civilización cristiana proviene del estoi-
cismo. No sólo la filosofía estoica como filosofía universal, sino los grandes griegos
como Sócrates, Platón y Aristóteles, desconocieron la posición del sujeto que averi-
gua, porqué lo que les interesa eran los problemas por averiguar. Fueron dialécticos.
Toda la ciencia psicológica de la antigüedad cabe en el buen consejo patriarcal del
“conócete a ti mismo”.
Es cierta la consideración de que Europa es la cuna del derecho occidental,
porque el derecho para ser creado, y sobre todo, para subsistir en el tiempo, ha de
auspiciarse en una cultura y ésta en tanto quehacer cultivado, necesita del tiempo
como medio propiciatorio.
No hay derecho sin tradición, pero no hay tradición sin historia y no hay histo-
ria sin tiempo. De aquí que los pueblos jóvenes carezcan de derecho, y de aquí que
los continentes nuevos no posean la tradición de una cultura jurídica. Por consi-
guiente, Europa es y será algo, ese algo es el derecho.
Sócrates emplea un método completamente distinto: el de averiguar verdades par-
tiendo de la duda. Plantea problemas de crítica sistemática como enunciados. No
como conclusiones y para llegar a la averiguación de verdades. Si Sócrates no se
hubiera enfrentado a la duda metodológica sistemática, no habría podido averiguar
las verdades políticas y humanas que descubrió con su método. Los dos métodos
son completamente distintos: sin embargo las conclusiones a que llegan estos auto-
res son idénticas porque captan esencias políticas.

4.5.3.- El estado administrativo y constitucional

El Estado administrativo es estudiado profundamente por Carré de Malberg en


el capítulo que se refiere al Estado como administración, Jellinek en su segundo to-
mo de El Estado Moderno y su Derecho dedica alguna atención al problema, así co-
mo Hauriou y Duguit. Tenían que ser franceses los defensores actuales de las ten-
dencias del Estado hacia el servicio público, con una base administrativa, por que
rechazaron la escuela alemana, defensora de que la soberanía es atributo del propio
Estado (Jellinek, Gerber, Gierke) y proclaman que, por el contrario, la soberanía resi-
de en el pueblo (Rousseau). La escuela alemana estatifica al estado y crea el dios
mortal del poder intervensionista totalitario y del Leviatán (Hobbes). En cambio, los
doctrinarios franceses, desde su revolución hasta nuestros días defienden el criterio
de que la soberanía proviene del pueblo.
La escuela francesa contemporánea se inclina hacia la defensa del Estado
administrativo. Carl Schmitt, creador de la teoría constitucional de todo sistema rela-
cionado y recogido dentro de una teoría Sistematizada de la teoría constitucional, fue
ilógicamente, uno de los colaboradores del Estado racista de Hitler.
Bismarck –general alemán del siglo pasado- decía que “primero era el hecho y
que después vendrían los juristas a defenderlo en derecho”.
En el derecho administrativo hay que distinguir la definición por la finalidad del
Estado. En el Estado administrativo, el Estado es un gran realizador del servicio pú-
blico, con el riesgo de que sean identificados los términos Estado y gobierno. Si ha-
cemos la definición del Estado administrativo por su finalidad, admitiremos que es
aquel que realiza el servicio público. Hay un gran riesgo: el identificar al Estado con
el gobierno y ambos elementos con el derecho del Estado. ¿Qué es la administra-
ción? Proviene el término de una frase de Rousseau y de la división de poderes de
Montesquieu. Hay dos funciones esenciales dentro del Estado: la función legislativa y
la ejecutiva. La función legislativa es aquella que tiene por objeto o finalidad de
crear el derecho, y la función administrativa, ejecutarlo. Montesquieu habla del gran
poder ejecutivo que para nosotros no es sino función ejecutiva del Estado, que reali-
zan los gobernantes en orden a la solidaridad social (como diría Duguit) a través del
cumplimiento del derecho positivo.
4.5.4.- Hombre y estado

La teoría del Estado requiere de una sólida cultura general e histórica y de vi-
sión axiológica. No podemos detenernos en la descripción de la sociedad política
actual, entélica de valores axiológicos, si no lo hacemos con espíritu crítico positivo,
en la búsqueda de soluciones adecuadas.

La ciencia política, la sociedad política y el Estado son el resultado de la ac-


ción dinámica, ya que el hombre político modifica o se propone modificar los orde-
namientos jurídicos de sistemas políticos con un enfoque parcial, sustituyéndolos por
nuevos elementos renovadores
Los politólogos denominan a la dinámica política como el proceso de renova-
ción ante la necesidad de los cambios.
El factor político, las querencias y voliciones del hombre político desembocan
en el logro del orden normativo, que clasifica al acontecer político dentro del ser y no
del deber ser, es decir, para comprender la realidad del Estado hay que conocer la
idea del mismo.

4.5.5.- El idealismo alemán y el humanismo internacional

Dejar al Estado marginado de su justificación equivaldría el borrar los concep-


tos de soberanía y legitimidad. La institución estatal tiene sus propios fines inmanen-
tes, pero en una entidad abstracta encaminada a realizar el bien común y, en conse-
cuencia, la justicia. De todas las formas políticas de Estado y de gobierno que se
nos han presentado con modalidades propias a través de la historia, es la democra-
cia la única que da legitimidad a la obediencia, a la autoridad y a la ley, instrumentos
éstos auxiliares dentro de la consideración del respeto a la dignidad del hombre.

4.6.- Crisis del estado.


4.6.1.- Esbozo de generalidades previas.

El estado se integra en sus elementos constitutivos: pueblo, territorio y poder


político. Así es estudiado desde una posición clásica. Los doctrinarios modernos
añaden a esta trilogía el presupuesto de los principios generales del derecho, y al
poder se le adicionan el derecho positivo y los fines políticos del individuo, de la co-
munidad y del estado
En el primer caso, se acepta que es político todo cuanto contribuya a hacer
posible la vida del hombre dentro de su comunidad política, y trascendente, si esta
finalidad se condiciona además por otros fines valorativos como son la ética (bien
común), el derecho (bien justicia), la religión (relación trascendente en Dios), la eco-
nomía (sus valores materialistas
De los elementos mencionados, el más específico del Estado es el poder político su-
premo que puede ser estudiado en:

a) Sus caracteres propios


b) Su relación con el derecho
c) Su relación con la soberanía

4.6.2.- Los valores axiológicos en la ciencia del estado

Tenemos pues a la inconcebible ausencia de valores, tanto en la ciencia políti-


ca como en al teoría del Estado. Las comunidades políticas de todos los tiempos han
necesitado enjuiciar la conducta de sus gentes, y también del exterior, en la realiza-
ción del deber ser, en los cánones religiosos de las sociedades arcaicas y de las mo-
dernas.

La teoría política (juicios previos del deber ser político) es un arquetipo que
precede como guía a la realización práctica (ciencia política), lo que es aplicable a la
teoría y ciencia del Estado, pues ambas disciplinas estudian o realizan él deber ser
político institucional. Desconectar la ciencia política y estatal de la jurídica (normati-
va), sería tanto como quedarnos con el cascarón vacío de la imposición y de la coac-
ción. Y la teoría política e institucional presenta una gran riqueza conceptual cuyo
conocimiento propicia el acierto práctico. Esta cultura política conduce a la adecuada
selección de los medios y fines de la acción política.

Pues es el Estado lo que legitima a las instituciones políticas y jurídicas con su


gran recurso de coercitividad y coacción, ante la desobediencia del precepto, apare-
ce la facultad de corrección para restaurar el equilibrio armónico roto.
4.6.3.- Del fortalecimiento del estado
La revitalización del Estado se inicia, según hemos expresado, en la década
que estamos analizando (1980), y supone el perentorio regreso a los teóricos del Es-
tado liberal, burgués y de derecho tan admirablemente analizado por los doctrinarios:
Jellinek. Posada, Carré de Malberg y Wilson, actualizados en la necesidad de que
desaparezca el término del hombre frente al Estado y regresamos al de hombre-
sociedad-mundo.

Y así no podemos identificar la crisis del Estado práctico, con el olvido de las
grandes soluciones que aporta desde siempre la teoría general del mismo frente a
los problemas vitales en un momento dado.

Los acontecimientos en la entonces Alemania del Este (1989), han reducido el


tipo de Estado-Empresa acaparador de la plusvalía, en un nuevo Estado de transi-
ción cuyos resultados definitivos tienen por base el comercio libre, la empresa priva-
da para todo aquello que no sea servicio público, la democracia como forma de vida
política y su proyección al respeto de los derechos del hombre, la justicia y la libertad
en todos los rubros morales y sociales.

La solución de una nuevo Estado industrial (J. K. Galbraith. 1967) que si bien
tuvo en su día mucho de premonición, y después fracasará como solución posible
a la fría tecnología y a la buena administración de sus recursos, no le inyecta el há-
bito humanista.

4.7.-La importancia del estudio histórico de la ciencia Política.

4.7.1.- Revisión de los supuestos históricos del estado en la teoría de herman


séller acerca del drecho.

El estado, por ser reflejo de la sociedad, de sus problemas y formas de solu-


cionarlo, necesita del bienestar individual y familiar. En un contexto que propicia sus
logros.

La teoría del Estado no entró en crisis, lo que ha existido ha sido una desatada
competencia en defensa de los intereses económicos estamentales.

Gran conocedor de todas las teorías innovadoras de su época, se abocó a la


novedad traída desde el siglo XIX, por los marxistas, de que el Estado es la sociedad
en acción. Lo cual es cierto. Como también es cierto que el derecho positivo legitima
la acción del Estado. Pero éste es mucho más que la sociedad en acción, y que el
derecho identificado con el Estado. Y así coincidirá con su contemporáneo Dilthey,
padre del método historicista y casi creador de la sociología general moderna, si no
estuviera Hans Freyer de por medio, gran maestro al que hizo honor su discípulo Sé-
ller, como asimismo Durkhein lo hiciera de su maestro Fustel de Coulanges. Coinci-
dió, deciamos Séller con Dilthey sobre la conexión de los quehaceres sociales, lleva-
do este concepto al ámbito político, es decir, muy poco, porque la conexión existe en
todo para el quehacer individual, para el bien como para el mal, para lo lícito como
para lo ilícito, afirmamos.
4.7.2. Algo más sobre el método helleriano y la crisis del Estado.

Herman Heller es, un clásico de la ciencia política y con los clásicos sucede
que, se empieza con ellos o se acaba en ellos. Ninguna investigación política seria
puede omitirlos. Los clásicos tuvieron tanto que investigar en sus especialidades res-
pectivas, que jamás se les ocurrió inventar eso de las disciplinas interdisciplinarias.

Según la rama a la que pertenezca un tema de las instituciones estatales, así


deberá emplear los métodos: deductivo, analítico, lógico y el comparado, con el ras-
treo de las analogías y diferencias que nos conduzcan a la captación de los elemen-
tos constitutivos del concepto que se va a analizar. Del método, como de tantos otros
instrumentos de averiguación política, se habla mucho y se comprende poco.

La importancia del rastreo histórico de los fundamentos políticos o estructuras


sociales es de previo y especial pronunciamiento en cualquier presente, particular-
mente para los pueblos jóvenes, ya que en los pueblos como en los individuos, se es
lo que se fue. Somos lo que hemos sido. Por cuanto somos lo que fuimos, seremos
lo que somos. En los pueblos jóvenes generaciones mexicanas tienen que aceptar
como propias las dos grandes corrientes de sus culturas históricas.
Estos enunciados han de hilvanar ideas para elaborar conceptos de una sis-
temática estructurada en una teoría del Estado. Es preferible profundizar un poco
más en estos arquetipos de la teoría del Estado que estudian rudimentariamente las
generalidades políticas. La profusión de ideas vagas impide el conocimiento preciso
del Estado moderno. La investigación teórica e histórica de la teoría del estado tien-
de a este conocimiento necesario.

CAPÍTULO V. Las reformas educativas


5.1.- Introducción

Las elecciones de julio de 2000 constituyeron un hito en la historia de México,


al tener como resultado la llegada a la presidencia de la República del candidato de
una organización política diferente de la que, con diversos nombres, monopolizó el
poder federal desde 1929: el Partido Revolucionario Institucional, PRI.

La duración casi secular del sistema político emanado de la Revolución de


1910 —como rezaba la expresión en que se plasmaba la legitimidad del régimen
priista— y su naturaleza fundamentalmente no democrática, hicieron que la toma de
posesión de Vicente Fox, el 1 de diciembre de 2000, fuera vista con grandes expec-
tativas por la sociedad mexicana, que, en una proporción considerable y de manera
sin duda excesiva, esperaba del nuevo presidente una solución rápida, casi mágica,
de los ancestrales problemas de pobreza y desigualdad del país.

Primero: los aspectos positivos del antiguo régimen, que, al lado de los más
oscuros —sobre todo en lo relativo a corrupción y autoritarismo—, enfrentó
con éxito retos importantes, incluyendo el de ofrecer educación a una pobla-
ción que, entre los años 50 y 70 del siglo xx, experimentó el crecimiento de-
mográfico más fuerte de cualquier país en la historia mundial previa.

Segundo: un entorno económico y político mundial caracterizado por la con-


vergencia de poderosas tendencias dirigidas al fortalecimiento de los merca-
dos globales, la división internacional del trabajo y una competitividad eco-
nómica basada en la ciencia y la tecnología.

Tercero: las concepciones ideológicas y políticas de Fox y de quienes lo


apoyaron como candidato —el Partido Acción Nacional, el Verde Ecologista
de México y el grupo llamado Amigos de Fox—, más allá de puntos particula-
res cercanos a la izquierda y de manera congruente con su origen empresa-
rial, en esencia no son muy diferentes de las de los últimos gobiernos priis-
tas, cuestionados como neoliberales por la oposición de izquierda.

Cuarto: la previsible dificultad para tomar medidas que variaran fuertemente


el rumbo de las políticas nacionales, dada la ausencia de una mayoría clara
en el Congreso, lo que se traduce en una gran lentitud para aprobar medidas
legislativas tan importantes como una reforma fiscal que permita al ejecutivo
contar con más recursos.

5.2.-Las políticas educativas mexicanas en el siglo XX

Para dimensionar los cambios recientes de las políticas educativas mexicanas,


es necesario tener presente que por su Constitución el país es una república federal,
formada por 31 estados y un distrito en el que reside el gobierno federal; en realidad,
y en parte debido a la ausencia de un funcionamiento plenamente democrático de las
instituciones nacionales, el régimen de gobierno a lo largo del siglo XX se distinguió
por un fuerte centralismo, mayor incluso que el de muchos países democráticos de
régimen no federal.

El sistema educativo moderno se constituyó a partir de la segunda mitad del


siglo XIX, después de que la Constitución de 1857 adoptara la idea de una educación
elemental pública laica, obligatoria y gratuita. Desde entonces hasta la época de la
Revolución (1910-1917), y de manera congruente con el régimen federal, el manejo
de la educación fue responsabilidad de cada estado, y al gobierno federal sólo le co-
rrespondió manejar las escuelas del distrito y de los territorios federales. Tras la
aprobación de la Constitución de 1917, el gobierno federal incrementó su peso res-
pecto a los estatales en todos los ámbitos. En lo relativo a educación esto se reflejó
en la creación de un ministerio federal, la Secretaría de Educación Pública (SEP) en
1921.

En el sexenio de Díaz Ordaz (1964-1970) las políticas del Plan de Once Años
—concebido para cubrir cinco años del sexenio de López Mateos y los seis del si-
guiente— se siguieron aplicando; el acelerado crecimiento demográfico hizo que las
cifras absolutas de matrícula previstas se rebasaran, aunque la cobertura de la de-
manda siguiera sin alcanzar el 100%.

La llegada de cohortes crecientes de alumnos al final de la primaria y la se-


cundaria, como resultado de los esfuerzos anteriores, hizo que en el sexenio de
Echeverría (1970-1976) la presión de la demanda se transfiriera a los niveles siguien-
tes, dando inicio a una época de crecimiento sin precedentes de la educación media
superior y superior, que se afrontó con una política de apoyo a la creación de nuevas
instituciones en esos niveles: el Colegio de Ciencias y Humanidades, el Colegio de
Bachilleres, las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana, el
crecimiento de universidades públicas y de institutos tecnológicos en los estados, y el
desarrollo de la educación superior privada. En primaria se efectuó una reforma cu-
rricular y se elaboraron nuevos libros de texto; se aprobó también una nueva Ley Fe-
deral de Educación Superior. El Instituto Nacional de Educación de Adultos y el Con-
sejo Nacional de Ciencia y Tecnología fueron otras de las instituciones que surgieron
en ese período.

En el terreno educativo, el sexenio de López Portillo (1976-1982) comenzó con


un nuevo esfuerzo de planeación, que dio lugar al Plan Nacional de Educación pre-
sentado en siete volúmenes por Porfirio Muñoz Ledo a fines de 1977, que compren-
día un amplio diagnóstico del sistema educativo, así como programas de trabajo para
la educación básica, la formación de maestros, la educación en zonas deprimidas y
para grupos marginados, la educación abierta, la capacitación, la educación tecnoló-
gica, la educación superior, la difusión de la cultura; la juventud, el deporte y la re-
creación, y la educación para la salud. Sin embargo, el Plan carecía de metas, que
se anunciaban para los meses siguientes.
5.3.- La política de modernización educativa 1989-2000

Continuando y reforzando el cambio de rumbo comenzado por Miguel de la


Madrid, las tendencias modernizadoras llegaron a un punto culminante en la presi-
dencia de Carlos Salinas (1988-1994). El término modernización se volvió central en
el discurso y en las políticas, con dos vertientes: por una parte, el distanciamiento
respecto a las posturas postrevolucionarias, especialmente en la versión predomi-
nante en los sexenios de Echeverría y López Portillo, considerados populistas e in-
eficientes; por otra, el deseo de incorporar a México al grupo de países altamente
desarrollados.
Las políticas del Programa de Modernización de la Educación 1989-1994 apli-
caban las ideas generales sobre modernización al terreno educativo en nueve capítu-
los, relativos a la educación básica, la formación de docentes, la educación de adul-
tos, la capacitación para el trabajo, la educación media superior; la educación supe-
rior, el postgrado y la investigación; los sistemas abiertos, la evaluación, y los inmue-
bles educativos.

En el sexenio de Salinas se dieron avances reales: la obligatoriedad de la en-


señanza secundaria, nuevos planes de estudio y nuevos libros de texto, así como la
nueva Ley General de Educación y las reformas del Art. 3· de la Constitución. De
especial trascendencia potencial fueron los avances en la descentralización educati-
va: en mayo de 1992, con Ernesto Zedillo al frente de la SEP, se logró el consenso
necesario para que los 31 gobernadores de los estados de la República y el podero-
so Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) firmaran con el go-
bierno federal el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y
Normal (ANMEB), con cuya base el gobierno federal transfirió a los estados el mane-
jo y control de sus respectivos sistemas educativos en los niveles de educación bási-
ca y normal.

La llegada a la presidencia de México de Ernesto Zedillo, anteriormente titular


de la SEP, hizo que las políticas de su gobierno (1994-2000) tuvieran un alto grado
de continuidad respecto a las de Carlos Salinas; por ello, en este análisis se conside-
ra que el antecedente inmediato de las políticas del gobierno de Vicente Fox es el de
modernización, que caracterizó a la política educativa mexicana desde 1989 hasta
2000.

Elaborado en 1995 bajo la dirección de Miguel Limón, el Programa de Desa-


rrollo Educativo 1995-2000 (SEP: 1996) comprende una introducción, que desarrolla
de forma escueta algunos principios que sustentan las políticas a seguir; éstas se
desarrollan fundamentalmente en tres partes, relativas a la educación básica, la de
adultos y la media superior y superior; en una cuarta parte se presentan cifras sobre
el financiamiento del sistema educativo y se subraya la necesidad de que el esfuerzo
se distribuya entre el gobierno federal, los de los estados y municipios y los particula-
res.
5.4.- Las políticas educativas del sexenio 2001-2006
5.4.1.- El programa sectorial de educación para el sexenio

El 28 de septiembre de 2001 se dio a conocer el programa sexenal del sector


educativo que cada gobierno federal debe elaborar, según prescribe la ley. Bajo el
nombre genérico de Programa Nacional de Educación 2001-2006, el documento lle-
va el subtítulo de Por una educación de buena calidad para todos. Un enfoque edu-
cativo para el siglo xxi.

En el período de transición, tras el triunfo electoral, varios grupos de trabajo


prepararon los lineamientos del programa de gobierno. Para el sector educativo se
produjo el documento Bases para el Programa Sectorial de Educación 2001-2006
(Coordinación del Área Educativa, 2000). Tras la toma de posesión de Reyes Tamez
al frente de la SEP, comenzó el proceso de elaboración del programa sexenal con el
trabajo de los equipos de cada área del ministerio, y con las rituales y poco efectivas
consultas masivas al magisterio, a los padres de familia y a la sociedad en general.
5.4.2.- Las novedades del Programa 2001-2006

El Programa Nacional de Educación 2001-2006 presenta rasgos novedosos


en comparación con los documentos equivalentes de sexenios anteriores. Comen-
zando por la Tercera Parte, la más comparable, ya que contiene los subprogramas
relativos a los diferentes tipos educativos:

Empezando con el punto que se acaba de mencionar, es novedoso el sub-


programa para el Distrito Federal: como el gobierno de la entidad no ha que-
rido asumir el control de los servicios de educación básica aplicando el
Acuerdo para la Modernización de 1992, la SEP debe seguir encargándose
de ellos a través de una subsecretaría especial, la cual elaboró el subpro-
grama en cuestión que, por su naturaleza diferente a los demás, que son de
carácter normativo general, no se incluye en el cuerpo del Programa sino en
un anexo.

Pero el Programa 2001-2006, en forma consecuente con lo anterior, plantea


también la necesidad de que se haga una profunda reestructuración de las
oficinas centrales de la SEP misma, que, al descentralizarse la operación de
todo el sistema educativo, no tendría por qué conservar una estructura pesa-
da y poco funcional. El sistema educativo que el Programa contempla es uno
conformado por los de las 32 entidades federativas, plenamente consolidado
e integrado en un gran conjunto en el que la SEP, como instancia central, no
tendrá un predominio sobre los estados, y todas las decisiones importantes,
así como las funciones normativas y evaluativas, serán asumidas en forma
conjunta por estos.

El financiamiento. A sabiendas de que sus ambiciosas metas sustantivas no


podrán alcanzarse sin una cantidad de recursos mayor a la que ha estado a
disposición del sistema educativo, el Programa establece la meta de llegar
en 2006 al 8% del PIB destinado a educación, pese a que se reconoce la di-
ficultad de lograrlo. Considerando que, además del volumen total de los re-
cursos disponibles, la calidad educativa depende también de su distribución y
su utilización, el Programa propone el desarrollo de criterios de distribución
que reduzcan progresivamente la inequidad de la distribución entre los esta-
dos de la República y hagan más eficiente su uso.

La construcción de un pensamiento educativo que oriente la política pública no


es, por supuesto, una tarea exclusiva del gobierno; es también una tarea colectiva de
maestros y académicos, de educadores y estudiosos de la educación: filósofos, his-
toriadores, pedagogos, psicólogos, sociólogos, antropólogos y otros investigadores.
El gobierno apoyará dicha tarea si promueve el desarrollo de instituciones educativas
y académicas fuertes y, en general, en la medida en que fomente las condiciones
que propicien el estudio, la investigación, la reflexión y el diálogo respetuoso. Bus-
cando promover esa reflexión y ese diálogo, se presentan algunos elementos centra-
les del pensamiento educativo en que se basa el proyecto que contiene este Pro-
grama Nacional de Educación 2001-2006 (SEP, 2001: 40).

En 2025, el Sistema Educativo Nacional, organizado en función de los valores


de equidad y calidad, ofrecerá a toda la población del país una educación pertinente,
incluyente e integralmente formativa, que constituirá el eje fundamental del desarrollo
cultural, científico, tecnológico, económico y social de México.

Por sus concepciones pedagógicas y una creativa utilización de la tecnología,


la educación mexicana será efectiva, innovadora y realizadora; sus resultados serán
reconocidos nacional e internacionalmente por su buena calidad, fruto del profesiona-
lismo de los educadores, de recursos proporcionados a sus responsabilidades, del
uso de la información para alimentar la planeación y la toma de decisiones, y de me-
canismos rigurosos y confiables de evaluación.

El Sistema Educativo será una organización que aprenderá de su entorno y se


adaptará rápidamente a sus cambios, con una estructura flexible y diversificada, que
corresponderá a un auténtico federalismo. Incluirá la enseñanza formal y la educa-
ción para la vida y el trabajo; articulará los tipos, niveles y modalidades, y las escue-
las e instituciones del sistema entre sí y hacia el exterior; contará con órganos de
consulta efectivos, con un marco jurídico funcional, y con la participación y el apoyo
de toda la sociedad (SEP, 2001: 71).

El Programa desglosa la versión sintética anterior del Modelo Educativo Siglo


xxi en las páginas siguientes, desarrollando cada uno de sus puntos (SEP, 2001: 72-
75). La Segunda Parte, y cada uno de los subprogramas de la Tercera

5.5.- Consideraciones finales

El Programa 2001-2006 pretende guardar un delicado equilibrio entre conti-


nuidad y cambio en relación con las políticas seguidas por las autoridades del siste-
ma educativo durante los dos períodos anteriores de la administración federal, los
sexenios de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, de 1989 al 2000. La razón de que se
busque esa postura intermedia es doble: por una parte, se debe al reconocimiento de
que, al lado de limitaciones y fallas claras, las políticas previas tuvieron también
aciertos importantes que deben conservarse; por otra parte, la prudencia a que obli-
ga el reconocimiento de la complejidad de los cambios educativos de que trata el
quinto apartado del punto 2 de la Primera Parte (Cfr. SEP, 2001: 52-55).

Al comenzar la Segunda Parte, el Programa Nacional de Educación 2001-


2006 hace una reflexión explícita sobre el tema del cambio y la continuidad, a partir
de tres citas textuales del Plan Nacional de Desarrollo que muestran la presencia de
la tensión en el documento base de las políticas públicas del gobierno de Vicente
Fox:

El Plan Nacional de Desarrollo afirma que, para alcanzar sus grandes propósi-
tos, se necesitan acciones capaces de transformar radicalmente los esquemas tradi-
cionales de gestión, y añade que no se trata de un proceso de mejora gradual y pau-
latina, sino de generar rápidamente los cambios profundos que nos permitan recupe-
rar el tiempo perdido y la capacidad de respuesta para atender con prontitud y efica-
cia las necesidades de la sociedad.

Sin embargo, el Plan Nacional precisa después que, no obstante la urgencia


evidente del cambio, el reto de forjar un buen gobierno no es una tarea que pueda
realizarse por decreto o atendiendo a una tendencia mundial, sino que demanda un
trabajo serio y persistente, y, al referirse específicamente a la educación, el Plan
apunta que:

Lograr que el sistema educativo nacional pase de la situación prevaleciente a


la descrita no es sencillo ni puede lograrse en poco tiempo. Una administración fede-
ral comprometida no es suficiente, es necesario el esfuerzo sostenido de toda la so-
ciedad. Los cambios deben darse progresiva pero firmemente, con base en progra-
mas de trabajo que comprometan a todos los niveles de gobierno y a todos los acto-
res del sistema; es decir, con programas que involucren a toda la población. Iniciar
este proceso es el objetivo medular de la acción gubernamental (SEP, 2001: 83-84).

BIBLIOGRAFÍA

 Teoría del Estado. Porrúa Pérez Francisco.


Ed., Porrúa. 2000.

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