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ORIGEN DEL MATRIMONIO

El origen etimológico de la palabra matrimonio como denominación de la


institución bajo ese nombre, deriva de la expresión “matrimonium” proveniente
de dos palaras del latín: la primera “matriz” (sitio en el que se desarrolla el feto)
y, la segunda “monium”, que quiere decir “calidad de” o sea la aportación de la
mujer que contrae nupcias para ser madre. En su aspecto natural, la
procreación, es decir la multiplicación de la especie humana. En su aspecto
legal lleva en si además del reconocimiento social de esa práctica, una sanción
jurídica (matrimonio civil) o religioso.

Durante miles de años una poderosa razón para casarse fue la de crear una
familia y con ello mejorar las condiciones de vida. El matrimonio suponía un
trabajo en equipo, un grupo de gente en el que los unos ayudaban a los otros.
Implicaba una división del trabajo que asignaba a cada miembro de la pareja un
tipo distinto de tareas. El matrimonio también era útil para crear y mantener
relaciones de cooperación entre familias y comunidades. Durante cientos de
años la unión conyugal se organizó sobre la supremacía masculina. Se daba
por supuesto que la subordinación de la mujer al varón debía perpetuarse. Hoy
ha desaparecido en algunos países la base legal y económica que sustentaba
la autoridad del marido sobre la esposa. Todavía es verdad que cuando una
mujer se casa se encarga de más tareas domésticas de las que llevaba a cabo
antes de casarse, y sigue siendo cierto que los varones trabajan menos en
labores.

Sin embargo, el matrimonio ha cambiado a lo largo del tiempo. La historia de


ese cambio es lo que nos narra Stephanie Coontz. Historiadora, socióloga y
profesora universitaria, Coontz sostiene que en el matrimonio fue
predominante la idea del interés compartido por los cónyuges, y sus deudos,
hasta que en siglo XVIII se empezó a pensar en Europa y en América que el
enamoramiento debía ser la razón principal para casarse. Concebir el amor
como motivo para contraer matrimonio fue, una novedad radical que concedió
a los jóvenes una libertad de elección que ya no se basaba en intereses
económicos o políticos. La importancia que se dio a los sentimientos en el siglo
XIX y la sexualización que tuvo lugar en el siglo XX fueron pasos lógicos en la
nueva manera de entender el matrimonio. Las dos décadas comprendidas
entre 1950 y 1970 constituyen para Coontz el punto álgido de esta manera de
entender el matrimonio. A partir de entonces un cúmulo de circunstancias
produce un cambio radical cuyas consecuencias están hoy a la vista de todos.
A comienzos de los años cincuenta hombres y mujeres de todo el mundo
estaban deseando casarse. En 1959 en Estados Unidos casi la mitad de las
mujeres de diecinueve años estaban casadas, y entre las de veinticuatro el
jóvenes y en Norteamérica el índice de divorcios no llegaba a la mitad de los
registrados en los años cuarenta. Como escribe Coontz, “el matrimonio era
sencillamente el primer y último propósito de la vida”. En estos años el modelo
conyugal a seguir estaba compuesto por el “marido proveedor” y la “esposa
ama de casa”. Todo parecía perfecto pero, como relata Coontz, este modelo no
se sostenía, las mujeres acumulaban demasiada presión. El índice de divorcios
aumentó más del cien por cien entre 1966 y 1979. Al des institucionalizarse en
gran medida el matrimonio se producen los cambios que hoy son bien
conocidos y que pese a todo son entendidos por la autora sin excesiva
preocupación.

EL MATRIOMONIO EN GUATEMALA (régimen del matrimonio)

Según el código civil en su artículo 78. Establece que el matrimonio, es una


institución social por la cual un hombre y una mujer se unen legalmente, con
ánimo de permanencia y con el fin de vivir juntos, procrear, alimentar y educar
a sus hijos y auxiliarse entre sí.

En el art. 79 el matrimonio se funda en igualdad de derechos y obligaciones de


ambos cónyuges, y en su celebración deben cumplirse todos los requisitos y
llenarse las formalidades que exige este código para su validez.

REGIMEN DEL MATRIMONIO

En el art. 122 del código civil, (reformado por el Art. 8 del decreto Ley 218)
están los siguientes regímenes: comunidad absoluta. Todos los bienes
aportados al matrimonio por los contrayentes o adquiridos durante el mismo,
pertenecen al patrimonio conyugal y se dividirán por la mitad al disolverse el
matrimonio.
Art. 123 separación absoluta. Cada cónyuge conserva la propiedad y
administración de los bienes que le pertenecen y será dueño exclusivo de los
frutos, productos y accesiones de los mismos, serán también propios de cada
uno de los cónyuges los salarios, sueldos, emolumentos y ganancias que
obtuviere por servicios personales o en el ejercicio del comercio o industria.

Art. 124 (Reformado por el Art. 9 del Decreto Ley 218).comunidad de


gananciales. El marido y la mujer conservan la propiedad de los bienes que
tenían al contraer matrimonio y de los que adquieren durante el, por titulo
gratuito o con el valor de unos y otros; pero harán suyos por mitad, al
disolverse el patrimonio conyugal los bienes siguientes.
1. Los frutos de los bienes propis de cada uno de los cónyuges deducidos
los gastos de producción, reparación, conservación cargas fiscales y
municipales de los respectivos bienes.
2. Los que se compren o permuten con esos frutos, aunque se haga
adquisición a nombre de uno solo de los cónyuges y .
3. Los que adquieran cada cónyuge con su trabajo, empleo, profesión o
industria.

LA FAMILIA COMO BASE DE LA SOCIEDAD

Para nosotros, la familia es la célula principal de la sociedad, es donde se


aprenden los valores y la práctica de estos constituye la base para el desarrollo
y progreso de la sociedad. Es quizá, el único espacio donde nos sentimos
confiados, plenos; es el refugio donde nos aceptan y festejan por los que
somos, sin importar la condición económica, cultural, intelectual, religión a
profesar o preferencia sexual. La familia nos cobija, apoya, nos ama y respeta.

TIPOS DE FAMILIA

 Familia Extendida: Formada por parientes cuyas relaciones no son


únicamente entre padres e hijos. Una familia extendida puede incluir
abuelos, tíos, primos y otros consanguíneos o afines.

 Familia Monoparental: Formada por uno sólo de los padres (la mayoría
de las veces la madre) y sus hijos. Puede tener diversos orígenes:
padres separados o divorciados donde los hijos quedan viviendo con
uno de los padres, por un embarazo precoz donde se constituye la
familia de madre soltera y por último el fallecimiento de uno de los
cónyuges.

 Familia Homoparental: Formada por una pareja homosexual (hombres o


mujeres) y sus hijos biológicos o adoptados.

 Familia Ensamblada: Está formada por agregados de dos o más familias


(ejemplo: madre sola con hijos se junta con padre viudo con hijos). En
este tipo también se incluyen aquellas familias conformadas solamente
por hermanos, o por amigos, donde el sentido de la palabra “familia” no
tiene que ver con parentesco de consanguinidad, sino sobre todo con
sentimientos, convivencia y solidaridad, quienes viven juntos en el
mismo espacio.

 Familia de Hecho: Este tipo de familia tiene lugar cuando la pareja


convive sin ningún enlace legal.

FAMILIA Y SOCIEDAD

Tener una familia es cimentar una buena educación, formación y valores. Aquí
se construye la formación de la personalidad de cada uno de sus miembros; es
el pilar sobre el cual se fundamenta el desarrollo psicológico, social y físico del
ser humano; es aquí donde se nos enseñan las responsabilidades y
obligaciones; es donde actuamos con la mejor visión de nosotros mismos.

Si todos los individuos creciéramos dentro de un seno familiar, la sociedad se


enfrentaría a menos problemáticas: Tendríamos el sentido de responsabilidad
bien definido, habría menos violencia (dentro y fuera del hogar) y más respeto
tanto por la naturaleza como por el entorno social.

Sin embargo, no todos tenemos la dicha de crecer dentro de una familia


amorosa, estable y unida; muchos individuos prefieren separarse de sus
familias porque en ella no encuentran amor, respeto o apoyo y es ahí cuando
deciden salir a buscar refugio en otras distracciones donde ponen en riesgo su
integridad física, mental y emocional.

Si el núcleo de la célula está dañado, la sociedad adolece de estas fracturas y


las refleja en sus relaciones y entornos; surgen acciones de violencia,
desapegos, inconformidades. Por ello la tarea como sociedad es luchar por
proteger a la familia, y promover un ambiente de respeto, valores, educación y
amor a nuestros hijos; una familia que esté unida en todas las situaciones de la
vida.

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