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Silvia Moreno. La habitabilidad urbana como condición de calidad de vida. Palapa. Vol III,
Núm II, (Colima: 2008)
definió por primera vez en Inglaterra los estándares mi ́nimos exigibles de sa- lubridad en las
viviendas y en el medio urbano (Naredo, 1997: 20) estableciendo las condiciones mi ́nimas
de es- pacio, ventilación, luz, dotación de agua y de un mueble de baño por familia dentro
de las viviendas, asi ́ como la disposición de redes de infraestructura de agua potable y
alcantarillado a nivel urbano… Como se observa, las soluciones empleadas a las ne-
cesidades de la ciudad se fueron resolviendo de manera parcial o local, desplazando los
problemas hacia territorios más alejados espacial o temporalmente, fenómeno que se sigue
presentando en la mayori ́a de las ciudades que ac- tualmente habitamos. Esto acarrea
disfunciones locales y globales, que hoy se consideran como unos de los princi- pales
problemas de las grandes metrópolis, que repercu- ten directamente en la calidad de vida
de los habitantes.
1. Necesidades fisioló gicas. Son las necesidades más bási- cas que precisan de elementos
materiales para su satis- facció n, y su ausencia amenaza la propia supervivencia humana.
Vistas desde el aspecto arquitectónico, esta- ri ́amos hablando de una vivienda que tenga la
infraes- tructura mi ́nima para realizar las actividades fisioló gicas básicas dentro de un
espacio.
2. Necesidades de salud y seguridad. Una vida segura, orde- nada y cierta, ausente de
peligros y riesgos para la inte- gridad personal y familiar. En este caso podri ́amos decir que
una vez adquirida la vivienda, ésta debe ser capaz de brindar salubridad y seguridad al
residente, y estar situada en un entorno apto para ser habitado, sin poner en peligro la vida
del habitante.
3. Necesidades sociales. Representan la voluntad de recono- cer y ser reconocido por los
semejantes. Sentirse arrai- gados en lugares e integrados en grupos y redes socia- les. Se
refiere, por tanto, al ambiente urbano que debe posibilitar el contacto, la relació n social, la
amistad y la asociación.
Al respecto, podri ́amos mencionar que las necesidades básicas del ser humano
generalmente son las mismas, sin embargo la forma en que son satisfechas por cada ser hu-
mano vari ́a y eso hace que se sienta satisfecho o insatis- fecho.
Entonces, si los satisfactores son distintos, el grado de bienestar es diverso y por lo tanto
difi ́cil de estandarizar, razó n por la cual las viviendas generalmente son modifica- das al paso
del tiempo, ya que el grado de satisfacció n que tiene cada familia con el espacio que
adquiere es distinto y al irse modificando éste por los habitantes se construye el fenó meno
de apropiació n
Por esta razón cuando se crea o modifica un espacio público se deberá tomar en cuenta a la
población que lo habita. Es ahi ́ donde surge la participación ciudadana.
Por ello el diseñ o de la vivienda y de los espacios que habita el hombre vari ́an de acuerdo
con las condiciones culturales locales y el modo de vida de sus moradores. Si el concepto de
bienestar lo trasladamos a un espacio que es habitado por el ser humano, se genera el
concepto de bienestar habitacional.
Por su contexto lo podremos considerar como bienestar social, ya que no sólo se habla del
bienestar de un individuo, sino también del bienestar de un grupo social en el espacio o
contexto especi ́ficos donde se desarrolla, que en sentido integral po- dri ́amos
conceptualizar como hábitat, ya que éste es el es- pacio en donde nos movemos y vivimos
diariamente.
El concepto de calidad de vida surgió en los añ os se- tenta del siglo xx con el fin de conocer,
entender y explicar cuáles son las circunstancias que originan el incremento de patologi ́as
sociales en los pai ́ses desarrollados.
ser humano, como se menciona en el párrafo anterior, y el concepto de la habitabilidad
surge inicialmente del interés por mejorar la vivienda, ya que al aumentar la població n su
déficit genera la exigencia de la construcció n masiva de la misma, orientándose
especialmente a la de interés social. Sin embargo el mayor problema se presenta por la
reduc- ción de los espacios, que llega en algunos casos hasta los 35 metros cuadrados. No es
que no se puedan construir viviendas de ese tamañ o; lo grave es cuando se hacen urba-
nizaciones enteras con viviendas de estas dimensiones, lo cual asociado a la concepción de
zonificación de los planes de ordenamiento, conduce a la formació n de urbanizacio- nes
monótonas y deficitarias tanto para mantener la vida y actividad urbanas como para
satisfacer las necesidades de sus habitantes, quienes en sus propias viviendas deben
improvisar tiendas, guarderi ́as, talleres o panaderi ́as.
donde se proponen cualidades que están referidas a la calidad del diseñ o que permite lograr
entornos exitosos y aceptados por el público, responsive environments –segú n su denomi-
nación original–, interpretando una serie de cualidades in- tegrada por permeabilidad,
vitalidad, variedad, legibilidad y robustez….responden satisfac- toriamente a la gente y al
lugar y, por lo tanto, tales espa- cios son exitosos al ser usados, apropiados e intensamente
vividos por el pú blico….adecuació n entre el hombre y su entorno, y se refiere a cómo cada
una de las escalas territoriales es evaluada según su capacidad de satisfacer las necesidades
humanas… gan y determinan sensaciones de confort en lo bioló gico y psicosocial dentro del
espacio donde el hombre habita y actúa, las mismas en el ámbito de la ciudad están i ́ntima-
mente vinculadas a un determinado grado de satisfacció n de unos servicios y a la
percepción del espacio habitable como sano, seguro y grato visualmente.
Como se sabe, el concepto de habitabilidad ha sido es- tudiado más desde el punto de vista
de la vivienda…
general de habitabilidad, definida como el gusto o agrado que sienten los habitantes por su
vivienda en función de sus necesidades y expectati- vas, con el propó sito de encontrar una
medida general de la habitabilidad y conocer las variables involucradas;… El primero plantea
a la habitabilidad en una condició n de intangible, como cualitativa, que se relaciona con el
ser del hombre. De acuerdo con esto, la existencia del hombre es espacial y tiene un sistema
de relaciones con el entorno construido que generalmente son i ́ntimas o cosmogó ni- cas.
Camillo Boano. El Cuerpo del Diseño Urbano y de la Arquitectura Claman por venganaza:
Ritmo-Análisis y sus interpretaciones metodológicas. Editado por Carlos A. De Mattos y
Felipe Link en Lefebvre Revisitado: Capitalismo, vida cotidiana y el derecho a la ciudad.
(Santiago de Chile: Ril Editores, 2015)
Enrique Peñalosa. Prólogo. Jan Gehl. La humanización del espacio urbano. (Barcelona:
Editorial Reverte, S.A, 2006).
Si la ciudad es el lugar de encuentro por excelencia, más que cual- quier otra cosa, la ciudad
es su espacio público peatonal.
¿Qué necesitamos los seres humanos para nuestra realización más plena? Necesitamos, por
ejemplo, caminar, ver gente, estar con gente. Y la ciudad debe tener caracteri ́sticas que
propi- cien ese contacto con otros. Una ciudad es só lo un medio para una manera de vivir;
Francis D. K. Ching. Arquitectura Espacio y orden. (Barcelona: Ediciones Gustavo Gili, S.A.,
2002).
La arquitectura no sólo cubre todos los campos de la actividad humana, tiene incluso que
desarrollarse en todos esos campos al mismo tiempo. Sino solo se será superficial.
El propósito de la arquitecta es armonizar el mundo material con la vida humana. Hacer más
humana la arquitectura significa hacer mejor arquitectura y conseguir un funcionalismo
mucho más amplio que puramente técnico.
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