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De todas las causas de la exposición del ser humano a las radiaciones

ionizantes de origen artificial, la mayor contribución corresponde a las


aplicaciones en medicina. Existe por tanto en esta área un gran
potencial para reducir las dosis a los pacientes y consecuentemente a
toda la población, como es recomendado en las publicaciones del
Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) [1] y la Comisión
Internacional de Protección Radiológica (CIPR) [2, 3]. Los tres principios
básicos del Sistema de Protección Radiológica recomendados por la
ICRP son la justificación de la práctica y la optimización de la protección
y la aplicación de límites individuales de dosis a los trabajadores y a los
miembros del público [2]. En el caso de la exposición de los pacientes,
no son aplicables los límites de dosis, ya que estos podrían ir en
detrimento del propio paciente. Pero en cambio se definieron los
llamados niveles orientativos con la finalidad de que sirvan de guía para
que se apliquen todas las medidas que aseguren que las exposiciones de
los pacientes sean las mínimas necesarias para lograr el objetivo
diagnóstico. Los niveles orientativos están basados en la observación de
la distribución de las dosis en pacientes en los procedimientos de
diagnóstico por imagen, obtenidas en estudios a gran escala en un país
o en una región [4]. Asimismo el procedimiento debe incluir la
estimación de la calidad de las imágenes obtenidas al efectuar la
dosimetría. Las Normas BásicasInternacionales de Seguridad Radiológica
(BSS) [1], establecen las características de los niveles orientativos. “2.27.
Deberán establecerse niveles orientativos para la exposición médica,
para uso de los facultativos médicos. Los niveles orientativos se
conciben como niveles que: a)Sean una indicación razonable de las dosis
en el caso de pacientes de tamaño corporal medio; b)Sean establecidos
por órganos profesionales competentes en consulta con la autoridad
reguladora; c)Ofrezcan orientación sobre lo que puede conseguirse con
una buena práctica actual y no sobre lo que debería considerarse un
resultado óptimo; d)Se apliquen con flexibilidad para permitir
exposiciones mayores si éstas son indicadas por un razonable criterio
clínico; e)Se revisen conforme progresen la tecnología y las técnicas. II.
24. ... y sean utilizados como orientación por los facultativos médicos, a
fin de que: a)Se adopten las medidas correctoras necesarias si las dosis
o las actividades se sitúan considerablemente por debajo de los niveles
orientativos y las exposiciones no proporcionan información diagnóstica
útil ni reportan a los pacientes el beneficio médico esperado; b)Se
considere la conveniencia de efectuar exámenes, si las dosis o las
actividades exceden de los niveles orientativos, como aporte para
garantizar la protección optimizada de los pacientes y mantener los
niveles apropiados de buena práctica

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