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Libro III

Capítulo X

Del abuso del gobierno y de su inclinación a degenerar.

El gobierno tiende a corromperse o a degenerarse cuando este va tras el bien

particular disminuyendo la soberanía, lo cual hace que poco a poco se vaya

alterando la constitución, beneficiando a las personas que se encuentran en el

poder y no al pueblo. Pero como nadie se opone al gobierno, la sociedad

sufriría un desequilibrio rompiendo el contrato social.

Existen dos maneras en la cual se puede degenerar un gobierno: o cuando el

Estado se disuelve.

1. Cuando se concentra.

Este se concentra cuando el poder no está en una democracia aristocrática

sino que está en una monárquica en la cual todas las ramas del poder están en

una sola persona o monarca, y como consecuencia surge una tiranía.

2. Cuando se disuelve.

Un Estado se disuelve cuando los miembros de gobierno se apropian por la

fuerza del poder de manera individual lo cual genera desordenes en la

administración del poder. Como consecuencia el Estado se divide.


Cuando el Estado se divide trae como resultado el abuso el poder, es decir, la

monarquía.

Capítulo XI

De la muerte del cuerpo político.

Es inevitable, aún hasta para el gobierno mejor constituido tarde o temprano

muere. El cuerpo político desde que se crea lleva la causa de su destrucción.

La duración del cuerpo político puede variar ya sea aumentando o

disminuyendo está dependiendo de lo sólida que puede llegar a ser. La

constitución humana es obra de la naturaleza, pero el organismo del Estado es

obra del arte. No depende ni está en la facultad del hombre prolongar su vida,

pero sí la del Estado, tanto como es posible, constituyéndolo del mejor modo.

El principio de la vida política reside en la autoridad soberana. El poder

legislativo es el corazón del Estado; el ejecutivo el cerebro, que lleva el

movimiento a todas las partes. El cerebro puede paralizarse y la vida

continuar, pero tan pronto como el corazón cesa en sus funciones, aquélla se

extingue.
Capítulo XII, XIII, XIV

Cómo sostiene la autoridad soberana.

El soberano consta del poder legislativo para poder. Surgir por medio de leyes.

Para obrar pero el pueblo, debe de estar reunido, en antiguas civilizaciones, se

cuenta que no pasaba mucho tiempo sin que el pueblo se reuniera a expresar

sus causas, de ambos lados deben haber tiempo para asambleas. Poner en igual

y buenas condiciones a cada rincón del territorio, así se puede ver un Estado

muy bien gobernado. No hay necesidad de encerrase entre muros para

sobrevivir, es necesario darle identidad a la nación para lograr la conservación

del Estado.

El gobierno no tiene jurisdicción cuando el pueblo se encuentra frente a éste,

porque "allí donde se encuentra el representado ya no hay representante."

Capítulo XV

De los diputados o representantes.

Si se deja que el interés privado este por encima del general, los habitantes

sólo servirá con el único propósito de enriquecer su bolsillo olvidando el tipo

que persona que son. El gobierno puede sufrir una ruina cuando existe abuso y

no se quiere a la patria cuando hay desacuerdos, ahí aparecen los diputados.


Rousseau, propone establecer a la nación en Estados pequeños donde la

administración de todo cuanto sea ha de ser más fácil, y se detiene en ofrecer

un estudio más amplio respecto de la confederaciones y sus principios.

Capítulo XVI

La institución del gobierno no es un contrato.

Si fuese posible que el gobernante mantuviera el poder ejecutivo, el derecho y

el hecho estaría confundido de tal modo que no se sabría decir lo que es ley y

lo que no lo es, y el cuerpo político perdería su esencia.

Muchos han querido hacer ver que el contrato social es un pacto entre el

pueblo sus representantes, por el cual, unos se obligan a mandar y los otros a

obedecer. Pero la autoridad suprema no puede modificarse, limitarla sería

destruirla.

El Estado no existe si no por un contrato estipulado, entre El Estado, Ley

y Ciudadanía, además de los cuerpos de administración de dar leyes y de

ejecutarlas.

Capítulo XVII

De la institución del gobierno.

El soberano constituye el gobierno, volviéndolo institución de ley. El pueblo

nombra jefes que lo representaran ante el gobierno, donde surge la democracia

como una gran voluntad. El establecimiento de la ley, hará posible la


existencia del soberano, bajo ciertas formas, al ejecutar la ley este se plasma

en la elección de los jefes encargados del gobierno. Este gobierno

necesariamente tendrá sus instituciones que operen mancomunadamente.

Capítulo XVIII

Medios para impedir la usurpación del gobierno.

La institución que instruye a un gobierno no es un “Contrato” solo es la ley en

el poder ejecutivo que no puede ser dueño del pueblo, solo quienes le sirven a

reuniones, asambleas generales son los que lo ayudan a prevenir abusos de

gobierno, y ayudan a legitimar el acuerdo de los ciudadanos. En los tiempos

de Rousseau, estos consejos eran llevaderos y puestos en práctica, hoy es un

asunto difícil, de todas formas ha hoy se debería tener como principio la idea

de conversar entre pueblo y gobierno a fin de, opinar sobre si el pueblo se

halla conforme con el actual gobierno, y/o ratificar el gobierno a estos. En

nuestros días el interés al respecto no es relevante, y vivimos libres de estas

peculiaridades.

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