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El informe de la comisión investigadora del hospital Honorio Delgado confirmó que una obstetriz provocó

involuntariamente el cambio de los bebés en el hospital Honorio Delgado. Mientras duren las
investigaciones la profesional, cuyo nombre se mantiene en reserva, será separada de la atención de partos.
PUEDES VER: El calvario de Mateo y Liam, los bebés cambiados en hospital de Arequipa
El presidente de la comisión investigadora, Richard Hernández, señaló que la especialista será reasignada a
otra área dentro del servicio de ginecoobstetricia.
"El responsable de este cambio es el jefe del servicio (Luis Cáceres Portilla). Puede ser transferida al área de
control prenatal, estimulación temprana o planificación familiar, pero eso lo determinará el responsable en el
tiempo que crea conveniente", dijo.

Investigación

Ayer se conoció el resultado de la investigación interna que realizó el hospital. El documento advierte un
error humano. Eso provocó que Maribel Musaja Maqque y Yovana Patricia Vera, después del alta, se
lleven a casa hijos que no eran suyos. Eso lo determinaron los exámenes de paternidad tras la queja
de Musaja, quien denunció que le habían cambiado a su bebé. El error estuvo al momento de ingreso de las
gestantes a la sala de operación, pues a ambas se les debía practicar una cesárea.
El gerente regional de Salud, Gustavo Rondón, señaló que se cruzaron las historias clínicas de las madres
y eso desencadenó una incorrecta identificación de los bebés y el posterior cambio.
Según Rondón, a las 16:26 horas estaba programada la cesárea de Yovana Vera y a las 17:07 horas la
de Maribel Musaja. Sin embargo, por control médico Maribel entra primero con la historia clínica de
Yovana y ésta lo hace con la ficha de Maribel. Como todo se hizo al revés, entonces se efectúa una mala
identificación de los recién nacidos.

Sanción

El informe de la comisión pasó a manos de la Secretaría Técnica del hospital. Este órgano será el ente
encargado de determinar la sanción administrativa que corresponde a la profesional.
"Este organismo tiene hasta un año de plazo para investigar la culpabilidad o si hubo dolo, pero por lo
delicado de la situación se estima que en dos o tres meses estén los resultados, mientras tanto se separa del
área a la profesional", dijo.
Otras dos copias del informe serán entregadas a la Gerencia Regional de Salud y una más a la fiscal
encargada del caso, Tania Mendoza.
"En 56 años de vida institucional nunca se ha suscitado un caso como este en el hospital, nosotros como
autoridades somos los primeros interesados en que estos hechos se esclarezcan", dijo el director del hospital,
César Molina.
CASO 2:
Cuando el bebé nació, Pedro Vargas lo vio y se fue molesto. Su esposa Rosalyn Rosales lloraba de pura
tristeza como si no hubiera dado a luz a un niño sano. Ella tenía al recién nacido a su costado, envuelto con
una manta, sobre una de las camas del hospital de Ventanilla y ya no quería verlo. Minutos antes, había
decidido cubrirle todo el cuerpo. Pero luego, lo destapó solo para mostrárselo a Pedro, quien antes de
abandonar el cuarto, dijo algo muy corto:
-Ese no es mi hijo.
Dos días después, en la noche del 23 de junio del 2014, dos camionetas de la Policía llegaron a la casa de
otra mujer que había acabado de dar a luz. A Sthefany Solano la acusaban de tener un bebé que no le
correspondía, de haberlo robado. La madre pasó la noche junto al recién nacido rindiendo su manifestación
en la Divincri.
Orlando y Joshua, los hijos de Rosalyn Rosales (27) y Sthefany Solano (32), nacieron el 21 de junio del
2014 en el hospital de Ventanilla. El primero lo hizo una hora después del segundo. Era sietemesino y

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pesaba 500 gramos menos que el otro. Así fue como ambos estuvieron muy cerca en sus primeros minutos
de vida.
Dos años después, los pequeños Orlando Vargas Rosales y Joshua Vilela Solano no se dejan fotografiar
juntos. Orlando corre por todo el parque y Joshua llora cuando le piden que se despegue de mamá. Orlando
pesa 15 kilos y Joshua algunos gramos menos. Orlando intenta decir mucho y Joshua prefiere el silencio.
Orlando quiere que lo columpien y Joshua que lo carguen. Orlando le quiere dar la mano, pero Joshua se
suelta. Orlando reclama.
Orlando y Joshua se parecen: nacieron el mismo día, compartieron la leche, los nombres y hasta las madres.
En junio del 2014, Sthefany y Rosalyn los recibieron. Sthefany se llevó a su casa a Orlando; y Rosalyn a
Joshua.
Ambas madres hoy ratifican la queja de hace dos años: en la sala de parto solo les dijeron que sus hijos eran
hombres. Nadie –aseguran– les tomó las huellas pelmatoscópicas (plantas del pie), ni les mostró los rostros
de sus bebés. Ninguna cargó a su hijo antes de que el personal de salud se lo llevara al área de Neonatología.
No lo hicieron hasta después de diez días.
Esta historia la comprenderían Maribel Musaja (23) y Marcos Llaique (20), cuyos resultados de una segunda
prueba de ADN –conocidos esta semana– reafirmaron la posibilidad de que "Mateo", el bebé que cuidan
desde hace cuatro meses en Arequipa, no sea su hijo. Ahora la Fiscalía realiza pruebas de ADN a las madres
y a otros once niños que nacieron el 25 de abril en el hospital regional Honorio Delgado. La Policía compara
las huellas pelmatoscópicas. La Gerencia Regional de Salud ha creado una comisión investigadora que en 15
días deberá redactar un informe. Al cierre de esta edición, dicha Gerencia informó que pedirá una tercera
prueba de ADN, ya que se sospecha de un "falso negativo".
En el país, cada año, en promedio, se registran más de 700 mil nacimientos, según las cifras del Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI). En Lima nacen 200 mil niños y en Arequipa más de 25 mil.
Entre estos recién nacidos están aquellos que en el 2011, 2012, 2014 y 2016 –solo por citar los casos
mediáticos– tuvieron que pasar por pericias para determinar si fueron entregados a personas que no eran sus
padres.

La vida tras un error

En la sala de parto, el procedimiento debería ser sencillo: el bebé nace, permanece tres minutos sobre el
abdomen de la madre y el personal médico corta el cordón umbilical. Luego, la obstetra recoge las huellas
pelmatoscópicas del recién nacido y del dedo índice de la madre. El menor, después de eso, debería quedarse
una hora más junto a su progenitora. Este proceso, para la decana del Colegio de Obstetras del Perú, Elva
Quiñones, es el primer filtro que asegura la identificación de los recién nacidos. Así está dispuesto en las
normas técnicas para la atención de la salud materna.
Luego, trasladan al recién nacido al área de Neonatología. Allí, la enfermera le coloca un brazalete plástico
con el nombre y apellidos de la madre, fecha y hora del nacimiento y sexo del menor. Ese debe ser el
segundo filtro.
En esta área se encontraban Orlando y Joshua cuando sus mamás los esperaban en la sala de reposo.
Después de media hora, Sthefany y Rosalyn recibieron un bebé que no les correspondía, pero no lo notaron:
era la primera vez que los veían. En la sala de parto nadie les había mostrado el rostro de su hijo.
El último filtro en el registro de los bebés es la comparación de las huellas. Un policía vuelve a recoger
estas señas de las madres y de los bebés para compararlas con las que les sacaron cuando nacieron.
Las madres de Ventanilla aseguran que el día en que les iban a dar de alta, lo único que hizo el personal
médico fue pesar a los bebés. El "hijo" de Rosalyn Rosales pesaba 3 kilos 350 g, pero había nacido con
2.820. El de Sthefany tenía 2 kilos 750 y nació con 3.450. Algo estaba mal.

Protocolo alterado

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La primera prueba de ADN a la que se sometieron Maribel Musaja y Marcos Llaique tenía un solo fin:
verificar si Marcos era el padre de "Mateo". A inicios de agosto, los resultados decían que él no era el papá.
Pero también que Maribel no era la mamá.
La mujer concluyó que en el hospital le entregaron un niño que no era el suyo. Acudió al Ministerio Público
y allí se ordenó una nueva prueba de ADN que ratificó el primer resultado. El exgerente regional de Salud
de Arequipa, Edwin Bengoa, que hace unos días fue despedido del cargo, detalló que según los resultados de
la investigación administrativa, el hospital Honorio Delgado deberá hacerse responsable de lo que
corresponda.
A la decana Elva Quiñones, los obstetras de Arequipa le indicaron que el error estaría en la toma de huellas
a cargo de un policía, quien pese a que las muestras tenían distintos tamaños, permitió que el bebé saliera del
nosocomio. Sin embargo, según el gerente regional de Salud, Gustavo Rondón, el informe preliminar del
Comité Técnico del hospital Honorio Delgado sostiene que no hubo errores en el protocolo de atención.
La Fiscalía ha recomendado al sector Salud tener mayor cuidado en la toma de huellas pelmatoscópicas de
los recién nacidos. El Ministerio de Salud, entre tanto, no habla de esta denuncia.
Domingo quiso conocer las medidas que aplica la Superitendencia Nacional de Salud (Susalud) en casos
como el de Arequipa, pero no dieron explicaciones. Tampoco compartieron estadísticas. Solo indicaron que
cuando se identifica un acto irregular, los usuarios pueden presentar su queja hasta 30 días después de
ocurrido el hecho.
Sin embargo, los casos existen. En marzo del 2011, Epifanio Fuentes y Martha Menor denunciaron
el cambio de su bebé dentro del hospital Hipólito Unanue, de El Agustino, a cargo del Ministerio de Salud.
Notaron el error luego de ver que el nombre escrito en el brazalete de su hija no era el correcto. Una prueba
de ADN confirmó la equivocación.
En mayo del 2012, Florencio Ventura contó que al momento de dar de lactar, su esposa recibió un bebé que
no era el suyo. Personal del hospital Alberto Sabogal (EsSalud) dijo que se trataba de un "error involuntario"
y que hubo una confusión al momento de colocarlos en las cunas, pero que ya lo habían subsanado.
El abogado penalista Roberto Miranda dice que la negligencia es sancionada con dos años de cárcel o 20
jornadas de servicio comunitario. En caso de que exista dolo se puede dar sanciones entre 1 y 5 años de
cárcel. "Los responsables son las personas que manipulan a los bebés. Un tercero civilmente responsable es
el nosocomio y su director" .

Sin justicia

El día en que les iban a dar de alta, el 22 de junio del 2014, Rosalyn Rosales notó la diferencia en el peso y
descubrió que ambos bebés tenían un brazalete con el apellido Vilela Solano. En ningún caso decía Vargas
Rosales. Rosalyn asegura que solo le quedó llorar luego de que Sthefany se fuera con el bebé equivocado.
Rosalyn denunció el caso a la Policía y ellos buscaron a Sthefany. Pasaron diez días hasta que una prueba de
ADN evidenció el error. El caso llegó a la Segunda Fiscalía Provincial Mixta de Ventanilla, pero –según
detallan– el fiscal Edwin Riveros decidió archivarlo y no abrió ningún proceso penal contra el hospital.
El próximo mes, Rosalyn dará a luz en ese mismo lugar y ha pedido que en la sala de parto esté su esposo.
Él tendrá solo una función: vigilar que no cambien su bebé por otro.
CASO 3

El pasado 2 de octubre las cámaras de seguridad captaron a la falsa enfermera que secuestró a
un recién nacido en Arequipa. El video muestra que la mujer sale corriendo del centro de
salud Mariano Melgar con él bebe en brazos y luego desaparece.

La madre del menor contó que la raptora ingresó hasta su cama, le dijo que el niño presentaba
una infección por lo que necesitaban curarlo y luego se lo llevó.

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La policía ya cuenta con un identifac que muestra el rostro de quien sería la falsa enfermera que
se llevó al menor. Se trata de una mujer de cabello castaño, con rasgos trigueños y de cara
ovalada.

Con este retrato un equipo de agentes especializados iniciaron su búsqueda y cerraron las
fronteras de la ciudad para evitar una posible fuga.

Caso 4

Pese a la falta de pruebas en contra de Delia Flores Tapara (33), el juez de Investigación Preparatoria de
El Pedregal, Edgar Mendoza, le dictó nueve meses de prisión preventiva.
Delia es acusada de secuestrar al bebé Juan Pablo, de ahora tres meses de vida, el pasado 2 de octubre del
2015 en el centro de salud del distrito de Mariano Melgar, en Arequipa. Sin embargo, aún no se ha
determinado si el menor con el que se la detuvo junto a su pareja Jesús Catata (24) es el bebé buscado por
los padres: Rosa Casquina y Virgilio Cuéllar.
El fiscal que sustentó el pedido fue José Lazo Paz, en representación de Fanny Mamani Valdivia, de la
Fiscalía Penal de El Pedregal.
En la audiencia solo presentaron como pruebas las actas policiales elaboradas en la comisaría del sector.
La prueba más contundente para la Fiscalía fue la sindicación de Rosa Casquina (madre de Juan Pablo) en
un ruedo de reconocimiento físico de personas. En esta diligencia, Rosa Casquina señaló a Delia Flores,
entre 4 personas desconocidas, como la raptora.
Este detalle fue criticado por el abogado de la defensa, Juan Cruz, quien señaló que el reconocimiento fue
con DNI y no presencial.
“No se puede adjuntar como prueba un reconocimiento en ruedo, ni siquiera fue físico. Además, esta
prueba estaba contaminada, debido a que mi patrocinada fue expuesta en los medios de comunicación”,
aseguró Cruz.
El letrado añadió que no hay prueba que incrimine a su patrocinada y Delia es madre del pequeño. "Lo único
que hizo mal fue no registrar al menor a su debido tiempo. Esperamos las pruebas de ADN que
demostrarán que ella es falsamente acusada”, acotó.

Acusada sin pruebas

En la decisión del juez pesó que la acusada no presente pruebas que aseguren que ella es madre del pequeño.
Durante la audiencia, su defensa presentó una ecografía, que en vez de ayudarla la hundió.
Este examen señalaba que la fecha del parto era el 15 de septiembre, cuando en su declaración verbal la
acusada dijo que nació el 7 de octubre del 2015. Otro detalle es que en este documento se consignaba con 30
años a Delia Flores, cuando tiene 33.
Además se conoció que la procesada no se atendió en ninguna posta, porque quedó embarazada durante la
separación de su pareja Jesús Catata Tunquipa. La separación se habría originado por una violación de
Catata a su hijastra.
La familia de la acusada y su abogado defensor señalaron que ella es inocente y es enviada a la cárcel por
ser un caso mediático.
“Nosotros vamos a apelar. Teníamos la esperanza que la dejen en libertad, pero el juez lo decidió así”, dijo
un familiar de Flores que llegó desde Espinar, Cusco.
A la audiencia solo acudió Delia, mas no su pareja Jesús Catata, que en las próximas horas sería enviado a la
Fiscalía para que sea procesado por el delito de violación.
Delia Flores: "Sí es mi hijo, lo juro"
Durante la audiencia, Delia Flores murmuró una y otra vez que el pequeño que le arrebataron las autoridades
y que se encuentra en el albergue Chávez de la Rosa es su hijo.
“Yo nunca me controlé durante los nueve meses por los problemas que tenía con mi pareja y por problemas
económicos”, justificó Delia.

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Sostuvo que tiene experiencia en atender partos, debido a que en su pueblo en Cusco era promotora de salud.
"El día que di a luz yo misma me corté el cordón umbilical con un cúter y lo amarré con pita”, explicó.
La mujer espera que la justicia repare el daño que le han hecho al dictarle prisión preventiva. Al término de
la audiencia se quebró y lloró. Anoche fue internada en el penal de Pucchun, ubicado en el distrito de
Mariscal Cáceres, en la provincia de Camaná.
Caso 5

Tras seis días de permanecer recluida en el penal de Pucchún, en Camaná, acusada por el
presunto delito de secuestro, esta tarde fue liberada la joven madre Delia Flores Tapara.
Entre lágrimas y visiblemente abatida por su prisión injusta, Delia Flores procedió a firmar el
cuaderno de salida del reclusorio; siendo recibida en los exteriores por familiares y amigos que
llegaron hasta el lugar.
“Los días eran interminables. El personal de seguridad me insultó acusándome de haber robado
al bebé de Arequipa. ¡Quería volverme loca!”, declaró a RPP Noticias, aún agobiada la joven
madre que esta noche viajará a la Ciudad Blanca para reencontrarse con su menor hijo que se
encuentra en el albergue Chávez de la Rosa.
Por su parte, la defensa de la mujer anunció que denunciarán a Rosa Casquino, madre del bebé
robado del centro de salud de Mariano Melgar, por acusarla injustamente de secuestro.

Caso 6

Delia Flores Tapara, quien fue equivocadamente acusada de robar a un bebé de un hospital de Arequipa, al
fin pudo reunirse con su propio hijo gracias a la disposición del juez Oscar Quillulla Pumadel Juzgado
Mixto de El Pedregal.

La disposición del magistrado llegó luego de que las pruebas de ADN confirmaran que de hecho la mujer
era la madre del niño que supuestamente había raptado.

Su bebé, de iniciales J.A.K.F., estuvo en el Centro de Atención Residencial Chávez de la Rosa durante el
periodo en que su madre se encontraba presa.

Después de la medida judicial, el menor fue llevado al Instituto de Medicina Legal para un reconocimiento
médico final, luego del cual fue entregado a Flores.

En declaraciones a los medios, la mujer aseguró que demandará al Estado así como a la persona que la
acusó de robar a su hijo.

"Estos días han sido una pesadilla para mí. He llorado bastante por tanta preocupación, tanto trauma y tanto
daño que me han hecho. Me han acusado de algo terrible y no pensé que me iban a pasar estas cosas",
afirmó.

Flores había sido recluída en el penal de Pucchún por 6 díasacusada del robo de un bebé ocurrido en
octubre del 2015 en el centro de salud de Mariano Melgar
Caso 7
“El fiscal es un demonio, no entiende nada”, fue lo primero que dijo, en medio de sollozos, Delia Flores
Tapara, la mujer acusada de raptar a Juan Pablo (nacido el 2 de octubre del 2015). La tarde de ayer dejó
la cárcel luego de los resultados de una prueba de ADNque demuestra que el menor que tenía en su
poder era su hijo y no el menor desaparecido en el distrito de Mariano Melgar.
La mujer permaneció recluida seis días en el penal de Pucchún en Camaná. Delia Flores y su pareja
Jesús Katata Tunquipa fueron acusados de secuestrar a un bebé de un centro de salud del distrito de Mariano

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Melgar. Por esta acusación solo se dictó prisión preventiva contra la mujer. El varón fue recluido en el
penal de Camaná, al ser acusado de violar a su hijastra menor de edad.
La Fiscalía sospechó de la pareja por varios indicios. Cuando declararon a su hijo en la oficina de registro
civil de Majes, no presentaron ningún documento que acreditara el embarazo de la madre. Solo mostraron un
carné de atención del niño en un centro de salud de la zona. Cuando se consultó a la madre por la fecha
de nacimiento del bebé, ella dudó su respuesta.
(Video: Revista Frase Corta)
Otro de los indicios que tenía la Fiscalía para solicitar la prisión preventiva de la mujer fue que Rosa
Casquina, la madre de Juan Pablo, identificó a Delia Flores como la presunta raptora del menor.
Todos estos elementos de convicción fueron desbaratados con los resultados de las pruebas de ADN,
practicadas a los padres del menor. Por ello, el fiscal provincial José Lazo Paz solicitó que se varíe el
mandato de prisión preventiva por el de comparecencia restringida. La solicitud fue aceptada por el juez de
investigación preparatoria de El Pedregal, Edgar Mendoza. En los siguientes días se solicitará el
archivamiento del caso.
Sin embargo, Delia Flores no retomará la custodia del menor de iniciales J.A.K.F. hasta que el juez
Oscar Quillulla determine que la madre del niño lo cuidará adecuadamente. El niño se encuentra en el
albergue Chávez de la Rosa, en la provincia de Arequipa.
Ayer por la tarde, Delia Flores abandonó el reclusorio. Indicó que denunciaría al fiscal José Lazo y al juez
Edgar Mendoza por considerarla culpable del rapto a su propio hijo. Además, señaló que acusará ante el
Poder Judicial a Rosa Casquina, la madre del menor secuestrado, por acusarla del delito.
La madre abordó un vehículo y se dirigió a El Pedregal para reunirse con su familiares. Hoy acudirá al
juzgado de familia para rendir su manifestación sobre el presunto abandono de su hijo. Por su parte, la fiscal
superior coordinadora de Arequipa, Miriam Herrera, señaló que la fiscalía actuó de acuerdo a los indicios
que se tenían. “El trabajo del Ministerio Público en el momento del requerimiento se ajustó a las normas
legales”, aseguró la fiscal.

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