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I PARTITURAS

EDICIONES

Méjico Colonial. En efecto, los temas


utilizados en el primero y último mo-
MIGUEL BERNAL JIMENEZ.- vimientos, así como la textura meló-
CUARTETO VIRREINAL, para dica, asmónica, contrapuntlstica y rít-
cuerd4s (Ediciones Mejicanas de mica general de ambos son de extrac-
Música A. C.). ción popular, y nOS recuerdlln sus gi-
rOS más corrientes. En cambio, la <Sa-
Desde que Manuel Ponce iniciasa su rabanda> y el <Minuet> tienen menos
labor de compositor y propulsor del sabor local, lo que es lógico si se consi-
ambiente musical mejicano hasta hoy, dera que las danzas de los salones aris-
es fácil advertir en todos los composi- tocráticos del tiempo de la colonia en
tores de ese país su adhesión perma- muy poco o nada se diferenciaban de
nente al nacionalismo musical, aprove- sus homónimas europeas, cuando no
chando el abundante material rítmico eran importación directa de la última
y melódico que les brinda el folklore pieza musical bailable, de moda en Es-
criollo e indígena. En la misma tenden- paña.
cia, con ciertos ribetes de realismo, es- Hemos detallado someramente la
tá el Cuarteto Virreinal de Bernal Ji- procedencia del material empleado por
ménez, recientemente editado por Edi- el autor de este Cuasteto, no porque
ciones Mejicanas de Música, A. C. la música folklórica nos merezca repa-
La obra consta de cuatro movimien- ros de fondo en cuanto a sus posibili-
tos. El primero es un <Allegro> en for- dades de explotación en creaciones ar-
ma sonata basado en temas del folklo- tlsticas de calidad. La Historia de la
re criollo. Todas las secciones se suce- Música Occidental está plagada de
den sin solución de continuidad, por ejemplos que demuestran hasta qué
lo que se deduce que el autor se ha ajus- punto la música populas ha revitaliza-
tado más al molde de la sonata clásica do las formas cultas del arte. Desde
tal como la entendieron los primeros hace tiempo, los estetas marxistas, ba-
románticos, que como la observamos sados en la experiencia histórica, han
en los clásicos del siglo XVIII. El se- sido los principales propugnadores del
gundo movimiento es una <Saraban- realismo artístico, incitando al estudio
da> con variaciones melódicas, contra- de las sanas y vigorosas formas de ex-
puntísticas y asmónicas. El tercero es presión del folklore para crear un arte
un <Minueto> muy movido, similas a lo más objetivo, accesible y humana, y
los de la época que precede a la transfor- restablecer así el nexo entre público y
mación de esta danza en <Scherzo>. artista creador, perdido por causa del
También el cuasto y último movimien- excesivo subjetivismo que ha predomi-
to <Mosso e spigliato>, está escrito a nado en el aste contemporáneo. Sin
hase de un tema de danza folklórica en embargo, en ningún momento tales es-
seis octavos, ritmo que hallamos con tetas han sostenido que la pintura de-
mucha frecuencia en la música danza- ha ser fotografía, ni han confundido la
ble del folklore criollo hispanoamerica- crónica periodística con el cuento, ni
no. menos, han propiciado en el arte mu-
En esencia, el cuarteto nos da una sical la vuelta a un lenguaje que perte-
visión musical retrospectiva de la mú- nece definitivamente al pasado, y cu-
aica populas y de salón, de la época del ya reactualización en nuestro tiempo
(129)
130 JttVISTA MUSICAl.

significa un anacronismo histórico. Si ña con sus instrumentos característi-


aplicamos por extensión las compara- cos. En el caso particular del folklore
ciones citadas, podrá explicarse la ob- criollo de hispanoamérica, cuando no
jeci6n principal que hacemos al Cuar- han interferido influencias indígenas
teto del compositor Bernal Jiménez: o no hay derivaci6n de los modos ar-
el trabajo de estilizaci6n es nulo o casi caicos europeos, la armonía natural es
nulo, y el lenguaje empleado involucra la de los tres acordes principales. Pero
una regresión a los primeros decenios el compositor contemporáneo no puede
del siglo XIX. conformarse con esto, después de las
Existen dos posiciones que puede conq uistas arm6nicas realizadas desde
adoptar un compositor que pretende hace un siglo a esta parte, y forzosa-
darnos una visi6n musical del pasado, mente tiene que apelar a la subjetiviza-
o que utiliza formas y materiales que ci6n arm6nica de la melodía,limitada so-
pertenecieron a una determinada época lamente por la acertada valorización de
hist6rica: la de efectuar una reconstruc- los elementos autóctonos. Aquí empie-
ción apta para museo, lo que no tiene za el arte; lo otro es academia. Y el
ningún interés como arte vivo, y es en mejor ejemplo que podríamos dtar de
definitiva una repetici6n inferior del lo que es la interpretación académica
estilo de los maestros de esa misma en la armonizaci6n que corresponde a
época. Esto se agrava cuando el estilo una melodía, 10 tenemos en las corree·
del compositor actual tiene concomi- dones que Rimsky-Korsakoff efectu6
tancias con el de Beethoven y Sebu- en las obras de M ussorgsky. Se sabe
bert, cuya música hoyes objeto de la quién tuvo raz6n después. Ejemplos
más amplia difusi6n. Por su excesiva que hasta donde puede llegar una bue-
fidelidad hist6rica, el Cuarteto Virrei- na estilizaci6n arm6nica y mel6dica en
nal debe ser incluído en esta categorla un compositor moderno, los tenemos en
de obras. La otra posici6n es la del com- Falla y especialmente en Bartok.
positor que enfoca el pasado con la men- En el aspecto que acabamos de co-
te, la sensibilidad y los medios de nues- mentar, el Cuarteto Virreinal de Ber-
tro tiempo, y el mejor modelo que se nal J iménez padece de un simplismo
nos ocurre citar en este momeo to es que lo hace muy poco aceptable en
el de la Sinfonía Clásica de Prokofieff. nuestra época; porque entre la posición
Creemos apenas necesario decir que idealista del que crea música de avan-
nuestra manera de pensar está de acuer- zada para una .élite' y la regresi6n a
do con este último punto de vista y no un clasicismo que es remedo del tiem-
con el primero. po en que tuvo su razón de ser, existe
Similarmente a lo expresado en el también un campo muy amplio en el
párrafo anterior, un compositor que que el compositor, aprovechando las
basa su obra en materiales folkl6ricos, posibilidades que brindan a su fanta-
puede tratarlos de varias maneras. Des- sía los recursos de la música moderna,
de la adopci6n de una melodía en esta- puede hacer oír su individualidad fun-
do natural o la creaci6n de temas sobre cionalmente, es decir, en un lenguaje
moldes folkl6ricos, hasta su desnatu- comprensible para una mayoría que
ralizaci6n por efecto del exagerado pu- ha tenido algún contacto con la buena
limento, existe un margen bastante am- música.
plio que el compositor puede aprove- Hasta ahora hemos formulado una
char con relativa libertad. Se sabe que serie de objeciones a esta obra j pero
las melodías creadas por el pueblo tie- no todas sus facetas son negativas. Por
nen una armonía objetiva, natural, que ejemplo, sorprende en Bernal Jiménez
es la que hace oír cuando las acompa- su dominio acabado de la forma, el tra-
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tamiento que da al movimiento de so- originalmente escrita para violln y or-


nata que encabeza el cuarteto, asl co- questa. Se trata de una composici6n
mo el del cMinuet. y el del cMosso e brillante y bastante exterior en que el
spigliato. merecen elogios. También autor de los .Choros, da rienda suelta
ha sabido solucionar satisfactoriamen- a su facilidad innegable de escribir mú-
te el problema de equilibrio total de sica. La obra no añade nada a lo que
la obra. conoclamos de Villa-Lobos, pero se es-
La técnica instrumental empleada cuchará con agrado y dará margen· pa-
es la misma que de la mayorla de los ra que un buen violinista luzca todas
cuartetos de Beethoven y Schubert, sus condiciones técnicas.
y su ejecuci6n no presenta más dificul-
tades de las que se exhiben en las obras D. S. C.
del mismo género de los autores cita-
dos.
. Nuestras últimas palabras queremos AARON COPLAND. - 1WELVE
dedicarlas a! elogio de la imprenta me- POEMS OF EMILY DICKINSON,
jicana. El Cuarteto Virreinal ha llega- (Boosey & Hawkes Nueva York).
do a nuestras manos magnlficamente
editado por Ediciones Mejicanas de
Esta colecci6n de canciones para
Música A. C. La calidad de la impre-
canto y piano, dedicadas cada una a
si6n es tal, que honra el progreso edi-
un compositor amigo, entre los cuales
toria! de ese pals y lo coloca a la misma
estA Juan Orrego Salas, Alberto Ginas-
altura de las mejores editoriales euro-
tera y Camargo Guarnieri, comprende
peas y norteamericanas.
una nueva excursi6n del gran maestro
N. C.
Aar6n Copland en el terreno del Lied
que, él mismo dice, no habla abordado
DAVID DIAMOND.-PSALM, para
desde 1928. En esta música uno advier-
or~ta. (Southern Music Publishing
te desde la primera hasta la última pá-
Company. New York).
gina la presencia innegable de un gran
músico. Copland sabe, con los medios
Con el titulo antes mencionado, el
más econ6micos, animar los excelentes
distinguido compositor norteamerica-
textos de Miss Dickinson, relativos a la
nos presenta una obra breve, bien escri-
expansi6n l!rica de una notable poeti-
ta, muy bien orquestada y clara que
sa frente a la naturaleza y a los proble-
puede servir para integrar cualquier
mas de la vida y la muerte. Uno pien-
concierto sinf6nico. De Salmo tiene el
sa instintivamente en el esplritu de la
aspecto en cierto sentido coral y algo
música de los compositores de cancio-
declamatorio de su parte central, en
nes del tiempo de J ohn Dowland, con
contraste con el recogimiento sombrlo
su buen gusto poético y el sentido de
de los compases iniciales y finales.
: las proporciones tan bien ajustadas.
D. S. C. Sin ningún formalismo ni sistema, Co-
pland da la plena sensación de lo que
HECTOR VILLA-LOBOS.-FANTA- es el buen lied: esto es concentrada
SIA DE MOVIMIENTOS MIX- esencia musical y fusión estrecha de
TOS, 1 ALMA CONVULSA, (Sou- literatura y música. A veces recurre a
¡Mm Music Publishing Company acompañamientos ambientales como en
1ne. New York). el primero de estos lieder y en el muy
poético titulado -The world feels dus-
En una reducci6n con acompaña~ ty· dedicado a Alexei Haieff. El N.· 6
miento de piano, ha llegado esta obra -Desr March, come in!', dedicado a
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Juan Orrego, es de una exquisita poe- GAIL KUBIK. - GERALD Mc


sía. Copland agrega una excelente obra BOING (Cuento Infantil). (Sou-
a su producción. thun Music Publishing Company Ine.
New York).
D. S. C.
La Columbia Pictures presentó los
dibujos animados de esta divertida his-
MANUEL M. PONCE.-TRES POE- toria del niñito que no podía hablar,
MAS DE LERMONTOW.-(Edi- porque todos los sonidos que emitía
cíones del Departamento de Musico- eran los que corresponden a cuanto ins-
logía de la Universidad Nacional de trumento de percusión se puede imagi-
Cuyo, Mendoza, Argentina). nar, a veces xi16fono, tambores, tam
tam, gong, campanas, platillos, fusta,
etc. La obra obtuvo un premio, uno
J unto a la obra anterior que acaba-
de esos famosos .Oscar> de la costa del
mos de comentar r debemos señalar es-
Pacifico. La obra está escrita para un
tas tres canciones en que Manuel Pon-
narrador, un pequeño conjunto de ins-
ce nos da también una buena contribu-
trumentos de viento, piano, viola, vio-
ción a la música de canto y piano. Ori-
loncello y todos los instrumentos de
ginalmente Ponce se sirvió no del texto
percusión existentes, de los cuales al-
ruso, sino de su traducción francesa y gunos son ejecutados por el propio na-
la edición acompaña dicho texto con
rrador. Musicalmente es una obra di-
las versiones al español y al inglés. Las
vertida, muy animada y brillante, ad-
obras son atrayentes y finas, muy bien
mirablemente hecha para un dibujo
adaptadas al sentido poético. Pertene- animado y nada más.
cen a la música que debía ejecutarse a
menudo. D. S. C.
D. S. C.
ALAN RAWSTHORNE. - CON-
CIERTO N.O 2, para piano yorques-
FLORO M. UGARTE.-SONATA ta. (Ed. Oxford Unwersity Press,
PARA VIOLIN y PIANO.-(Edi- Londres).
eiones del Departamento de M usicolo-
Esta obra escrita por Alan Raws-
gía de la Unwersidad Nacional de
thorne respondiendo al encargo hecho
Cuyo, Mendoza, Argentina).
por el Arts Council para el Festival de
Gran Bretaña celebrado en 1951, fué
He aquí una extensa e importante estrenada en el Festival Hall, por el
composición de un hombre que sabe pianista Clifford Curzon y la Orques-
escribir, que tiene un lenguaje bien ta Sinfónica de Londres, bajo la direc-
asentado pero que no dice absoluta- ción de Sir Malcolm Sargento La gra-
mente nada fuera de hacer una Sona- bación de esta misma, realizada por
ta más en el mundo. La obra se escu- Decea y la partitura impresa por Ox-
chará con agrado y dejará en paz a la ford University Press, en formato un
gente que tiene miedo de que todo lo poco más grande que el corriente de
que se escribe hoy día signifique un pe- bolsillo, contribuirán en forma efectiva
ligro para las buenas maneras musica- a la difusión de una obra, que prestigia
les. a su autor y corrobora la importancia
que día a día adquieren los músicos in-
D. S. C. gleses de la nueva generación.
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Sus cuatro movimientos, escritos tos, Allegro piacevole, Allegro molto,


dentro de un lenguaje contemporáneo Adagio semplice, y Allegro, se escu-
sin toques de excentricismo, claramen- chan con interés; con el agrado de en-
te tonal y con predominio de una posi- frentarse a una obra ágil en sus des-
ción ciertamente neo-clasicista en lo arrollos, luminosa en su orquestación,
que respecta al empleo de las formas, sobre todo en el último tiempo, cuyo
se enlazan dentro de un total de gran tema principal muestra un curioso con-
unidad estilística, donde se manifies- tacto con el folklore mejicano, con al-
tan dos factores principales: claridad go de lo que Copland ya había plantea-
de ideas y espontaneidad rítmica y me- do en El Sal6n Méjico. Por otro lado,
l6dica. En el terreno puramente técnico, no dudamos de la atracci6n que esta
este Concierto demuestra ser el producto obra pueda presentar a los pianistas,
de un compositor de gran maestría, que puesto que les brinda constantes opor-
maneja con soltura y conocimientos tunidades de lucimiento técnico, sin
la orquesta, y conocedor a fondo de los que por esto se descuide la música, o
aspectos más típicos del instrumento ella se sacrifique en aras de un virtuo-
solista. sismo descontrolado.
El piano aparece tratado conforme
a exigencias de clara procedencia Iisz- J. O. S.
tiana, adaptadas sin dificultad a los
elementos arm6nicos y rítmicos más LUKAS FOSS. - CONCIERTO PA-
propios a un idioma de nuestros días. RA OBOE Y ORQUESTA. (Ed.
La orquestación, sin ser recargada, es Southern Musíe Publishing, Ine. Nue-
siempre brillante y se equilibra en for- va York).
ma natural con el solista, sin que nin-
guno de estos dos elementos se impon- Entre los músicos más dotados de
ga en desmedro del otro. Hay en este la joven generaci6n de compositores
sentido, una inteligente distribuci6n de norteamericanos, figura el nombre de
sus partes dialogadas, COn aquellas en Lukas Foss, en quien su origen alemán,
que el solista desempeña funciones con- no le ha impedido adaptarse a todo lo
certantes frente al conjunto, y con los más propio de la expresi6n artística del
pasajes en que el primero tiene respon- país de su residencia, lo que se ha ma-
sabilidades de figuraciones arm6nicas nifestado con meridiana claridad en
o rítmicas y acompañantes del discurso sus últimas obras, tales como sus dos
temático entregado a la orquesta. Todo cantatas <The song of song> o <The
ello contribuye a la constituci6n de un song of anguish> y en su 6pera <The
orden interno s6lidamente establecido Jumping Frog>, basada en un cuento
a lo largo de toda la obra, cuya esencia de Mark Twain y grabada recientemen-
es el equilibrio y no la innovaci6n. te en discos por la compañía Lyrichord.
El valor de este Concierto N.o 2, pa- En una cuidada y fina edici6n, Sou-
ra piano y orquesta de Rawsthorne, thern Music Publishing, Inc. acaba de
reside, por lo tanto, en la solidez de su en tregar al comercio su Concierto para
elaboraci6n, en la espontaneidad y buen Oboe y Orquesta, escrito por Lukas
gusto de sus ideas y en el interés de su Foss, respondiendo a un encargo de
parte solista y orquestal, que sin apar- Whitney Tustin, durante los años 1947
tarse de conceptos más bien académi- y 1948.
cos, los sabe utilizar con soltura expre- La obra es ágil y expresiva, brillante
siva, aunque sin una marcada indivi- en la parte solista y rica en todo su
dualidad. aporte temático; pero por sobre todo
No obstante sus cuatro movimien- llama la atenci6n, la efectividad de ésta,
-
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lograda con las más absoluta economía to con aquellas características propias
de medios, hasta a veces, como sucede a la mÚoica de su país natal.
en las introducciones de los movimien- Decir que su Serenata para flauta y
tos extremos, con un simple dibujo del violín, recientemente publicada por
oboe, sobre un pedal sostenido de la or- Southern Music Publishing, Inc. se da
questa. La elegancia y variedad de la a veces la mano con Copland o Piston
línea, bastan para llenar las necesida- y otras con Poulenc o lhert, es definir-
des expresivas de tales pasajes. la en lo que es la síntesis de su estilo.
Hay en toda la composici6n un acen- Esta obra fué escrita en París (No-
to popular, exteriorizado con finura e viembre de 1931), y el aporte america-
inteligencia, que a excepci6n de su se- no se percihe más bien en su fisonomía
gundo movimiento donde el título pun- técnica, mientras lo francés aparece
tualiza que está basado en <un canto constantemente planteado en su con-
folkl6rico siciliano>, no establece refe- tenido, donde predomina una cierta
rencias a un folklore determinado, sin ironía y frivolidad muy propia de los
embargo evoca la atm6sfera propia a nuevos músicos parisienses, o más bien
algunas obras de Bela Bartok. Esto de los que en la época en que Thomson
se percibe especialmente en el tercero escribi6 su Serenata, constitulan su
de sus movimientos, Moderato-Allegro, admiraci6n. Si entonces lo eran, Pou-
donde incluso la fisonomía rítmica y lene, ¡hert e incluso el recuerdo de Sa-
tratamiento arm6nico, DOS recuerda tie, con quien el compositor americano
algunos trozos del Mikrokosmos. demuestra un estrecho contacto, hoy
Sin embargo en medio de esta s610 es Messiaen, quien le debe en gran par-
aparente dispersi6n de elementos, la te la difusi6n de su obra en Estados
obra aparece unificada, dentro de for- Unidos.
mas de expresi6n muy personales, don- La Serenata para flauta y violín de
de el sello norteamericano se hace sen- Thomson, escrita dentro de modestas
tir con nitidez y esp6ntanea asimila- exigencias técnicas para cada uno de
ci6n. los instrumentistas, se divide en cinco
Este Concierto para oboe y orquesta movimientos cortos, pequeñas caricatu-
de Foss, no reviste dificultades extre- ras, finamente realizadas, de una Mar-
mas, ni para el solista ni para la orques- cha, Aria, Fanfarria, Fioritura e Him-
ta, lo que además de todas las razones no. Cada uno de ellos, son microsc6pi-
aducidas para demostrar su valor ar- cos bosquejos, productos más bien de
tístico, aumentará sus posibilidades de una improvisación intrascendental, que
ejecuci6n. no se resiste a ser escuchada con cierto
agrado y olvidada con la misma velo-
J. O. S. cidad con que transcurre la obra.

VIRGIL THOMSON. - SERENA- J. O. S.


TA PARA FLAUTA Y VIOLIN.
CEdo Southern Music Publishing, Ine. BENJAMIN BRITTEN.-LACHRY-
N14eva York). MAE, OPUS 48, para viola y
piano. CEd. Boosey & Hawkes, .Lon-
Entre París y Nueva York ha trans- dres).
currido la existencia de este insigne
compositor y crítico norteamericano, La capacidad productora de Britten
y este hecho no es indiferente a su crea- es un fen6meno único en nuestro siglo,
ción, que recoge por iguales partes una y por el contrario de lo que a nuestro
influencia marcadamente francesa jun- modo de ver han declarado con cierta
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superficialidad algunos crlticos, de que ponde a la necesidad de los dictados


esto lo ha impulsado a escribir obras emocionales, es decir de la diversidad
que revelan un escaso sentido autocrl- arraigada en la unidad, donde por sim.
tico, pensamos que cada una de sus pIe y común que sea el material emplea-
composiciones están animadas por una do, el genio le imprime constantemente
musicalidad digna de un talento tan un carácter de revelación espontánea.
excepcional como el número de obras Britten ha sido siempre un maestro
que de tiempo en tiempo entrega al pú- completo en el dominio de sus procedi-
blico, ya sea respondiendo a los encar- mientos técnicos y elementos musica-
gos que se le hacen, como a la fuerza les, sin que por ello haya caldo en fór-
incontrolable de sus necesidades crea- mulas o arquetipos determinados. Su
doras. constante recurrencia a las formas de
Acaba de llegar a nuestras manos variación, empleadas en el movimiento
una obra que pertenece a la primera de lento de su Sinfonietta opus 1, o en el
estas categorías, es decir escrita para eYoung Person's Guide to the Orcbes-
William Primrose, titulada cLachry- tra», opus 34, presente en cierto senti-
mae, reflections on a song oC DowIand» do en la obra que comen tamos, lo ha
para viola y piano, en una cuidada edi- impulsado naturalmente a enfocarla en
ción de Boosey & Hawkes, publicistas las formas más diversas, hasta el punto
de la totalidad de sus creaciones. Ella que a pesar de su común procedencia,
es una prueba más del dotado tempe- no se puede establecer un plan cons-
ramento de Britten, el que nunca deja tructivo general; su ingenio e inventi-
de exprerarse sino en términos de la va, lo conduce siempre a tomar cami-
más cálida emoción, de la más autén- nos diferentes sin atentar contra la ne-
tica musicalidad y de una t\!cnica dig- cesaria unidad de conceptos o la clara
na de un maestro de la más alta jerar- orientación de sus ideas.
qula. La forma ha sido siempre un motivo
Sin solución de continuidad se suce- de fundamental preocupación en este
den en esta creaci6n, una serie de mo- compositor, pero en su empleo ha sabi-
vimientos cortos, que más bien corres- do apartarse de lo académico, adaptán-
ponden a un cierto tipo de comenta- dola con soltura y creciente experien-
rios musicales alrededor de un tema de cia a las necesidades propias de la mú-
John Dowland, que propiamente a va- sica.
riaciones. Es una especie de ctombeau» Tales conceptos aparecen sintetiza-
destinado a recordar al insigne madri- dos con elocuencia en la obra comenta-
galista inglés del siglo XVI, en que da, que a pesar de sus modestas pro-
cada una de sus partes, recogen con porciones significa un valioso aporte a
abierta sensibilidad el esplritu arcaico la escasa literatura originalmente es-
de esta música y lo adaptan a una at- crita para viola y piano.
mósfera armónica muy tlpica de este
compositor, que tanto nos recuerda los J. O. S.
Sonetos de Miguel Angel como los de
John Donne, ciclos de canciones que LUIS GIANNEO. - COPLAS, para
pueden tenerse como lo más hermoso canto :v piano. (&l. Ricordi A merica-
que se haya producido en su género en na, Buenos Aires).
la música contemporánea.
En Lachrymae se constata la presen- Basadas en poeslas populares argen-
cia de una música estrictamente orga- tinas, estas seis Coplas de Gianneo,
nizada y con la natural fluidez y liber- editadas por Ricordi, constituyen un
tad de un temperamento que sólo res- aporte más al amplio repertorio de com-
136 REVISTA MUSICAL

posiciones para canto y piano que figu- tumbrada politonalidad de las últimas
ra en los catálogos de esta empresa pu- obras de Milhaud, aparece suavizada
blicitaria. por sus figuraciones melódicas donde
Luis Gianneo, en ésta como en otras predomina el movimiento conjunto, por
de sus creaciones, demuestra ser un com· encima de los grandes saltos de inter-
positor de ideas claras, un inteligente valos. No podría decirse que en este
adaptador del folklore a las necesida- cuarteto se ha hecho uso de una téc-
des técnicas de la música contemporá- nica preferentemente contrapuntística..
nea y un artífice de probada competen- no obstante cada una de las llneas apa-
cia. La estilización de los ritmos f1okló- recen tratadas como partes reales den-
ricos de cada una de estas coplas, ha si- tro de un conjunto que en sus funda-
do realizada con finura de conceptos, mentos responde a las necesidades de
sin que por la prosecución de un delibe- un esqueleto armónico, que' es germen
rado eclecticismo, se encubra la esen- regu lador de la obra. La imitación por
cia del espíritu popular, como tampoco, ejemplo, se produce dentro de los mar-
por irse al extremo opuesto, se caiga cos de determinadas armonías, estable-
en una mera reconstitución de lo regiÚ'" cidas ca priori», o de encadenaciones
na!. En esta obra se ha mantenido el de acordes ordenados conforme a un
justo término medio, dentro de un to- sentido cadencial perfectamente libre,
tal bien equilibrado, donde las prefe- o en todo caso desprendido de cualquier
rencias por algunas de sus seis cancio- concepto académico.
nes, no es más que materia de gustos Hay en esta obra un elemento poé-
personales, puesto que en todas se ha- tico, que tan pronto se resume en at-
cen presentes por parejo las bondades mósferas de gran intimidad, como tra-
de la creación. duce sentimientos de un impulsivo op-
A nuestro modo de pensar, y en el timismo. Lo primero lo encontramos
terreno señalado anteriormente, prefe- planteado en sus movimientos impa-
rimos la primera, la quinta y la sexta, res, cTendre» y cDoux et calmeJo, aun-
por encima de las otras tres, sin que que en el último de éstos con una ma-
por ello se entienda que las que no apa- yor dosis de patetismo; y lo segundo
recen favorecidas por nuestra selección en los movimientos pares, «Vif» y cAni-
merezcan ser descartadas en una serie mé>. Cuanto de todo esto responde a
que consideramos debe cantarse com- un plan previamente establecido por
pleta. el compositor no lo sabemos, pero el
J. O. S. caso es que esta secuencia dramática
resulta ser lo más característico de la
DARIUS MILHAUD. - VIGESIMO- obra, hasta el punto de hacernos pen-
SEXTO CUARTETO DE CUER- sar que su desarrollo está regulado por
DAS. (Ell. Heugel el Cie. Paris). un programa literario. Incluso pueden
establecerse algunas recurrencias te-
Este músico francés cuya experien- máticas, o más bien de incisos meló-
cia en el Cuarteto de Cuerdas, puede dicos, como sucede con las primeras
contarse entre las más desarrolladas de tres semicorcheas muy típicas del pri-
hoy día, dedica la vigésimosexta obra mer movimiento y el tresillo con que
de este género, a su esposa Madeleine se inicia el cuarto movimiento, también
«pallr le 25e anniversaire de natre ma- motivo dominante en éste.
riage:t. Una escritura sólidamente encauza-
Como todas las demás, ésta demues- da dentro de los preceptos técnicos más
tra un fácil manejo del mencionado con- propios a los instrumentos de arco, es
junto, dentro de un estilo donde la acos- la que mantiene el interés constante
Il:DICIONE" 137

de la mencionada obra, a lo cual se escritos a dos voces (soprano y contral-


agrega para favorecerla, toda la fres- to), hasta el empleo de un doble coro
cura de sus ideas, la claridad con que de sopranos, mezzo-sopranos y con-
éstas se expresan y el tratamiento muy traltos. Todos ellos revelan la mano
personal de un compositor cuyo estilo maestra de un compositor formado
es inconfundible, y que en esta obra den tro de la más recia disciplina del
se manifiesta sin titubeo alguno. Las contrapunto y el más absoluto domi-
exigencias técnicas de esta obra, no nio de la tradici6n coral del renacimien-
son desmedidas, si en esta categoría to y del barroco, aplicada en el caso pre-
extrema pudiéramos situar, por ejem- sente, a un lenguaje de amplias proyec-
plo, los cuartetos de Bela Bartok, pero ciones contemporáneas, cuyo parentes-
al mismo tiempo exigen un profesiona- co con el de Hindemitb no impide que
lismo bien experimentado en obras con- el compositor chileno se exprese en los
temporáneas, es decir, requiere su eje- términos más personales, especialmen-
cuci6n de intérpretes de la madurez te individualizados por sus constantes
suficiente como para dar relieve a par- referencias al folklore (N.oS 2, 3, 5 y 8)
tes instrumentales que pueden serie al motete arcaico castellano (N.oS 6 y
c6modas desde un punto de vista me- 7) o al romance tradicional español
cánico, pero que necesitan de una gran (N.· 10). En las citadas referencias se
concentraci6n musical. percibe claramente la posici6n de un
músico aut~ntico, que recurre a los ele-
J. O. S. mentos del folklore, -como sucede en
los casos señalados-, sin tratar de ha-
DOMINGO SANTA CRUZ. - CAN- cer una falsa reconstituci6n de éste,
TARES DE PASCUA OP. 27, para sino que adentrándose en el espíritu
voces femeninas ca cappella>. (Ed. mismo de su contenido y materiali-
Pe., Internatio1l4l Corporalion, Nue- zándolo con miras a expresarse en los
va York). términos más puros de sU arte.
El analizar, aunque superficialmen-
En los momentos de entrar en pren- te estos Cantares de Pascua de Santa
sa este número de la R. M. CH., reci- Cruz, nos hace ver la inmensa capaci-
bimos la excelente edici6n que Peer dad de su mente creadora y el insospe-
International Corporation, ha hecho chado alcance de su dotada naturaleza
de la colecci6n de Cantares de Pascua de artista, capaz de llegar a una per-
de Domingo Santa Cruz, en diez cua- fecta síntesis y estilizaci6n de aquel to-
dernillos separados, tamaño octavo, rrente contrapuntfstico, que por otro
impresos con claridad tipográfica, her- lado fluye en sus obras corales de ma-
mosa composici6n y buen papel. yor envergadura, como lo son su Can-
Los textos de cada uno de estos can- tata de los Ríos de Chile opus 19, para
tares, algunos originales del composi- coro y orquesta, o sus Madrigales ca
tor y otros tomados de la tradici6n po- cappella> del opus 16, 17 y 28.
pular, -a excepci6n de los N.o, 6 y 7 En los más simples como también
que pertenecen a la liturgia de Navi- en los más elaborados de estos canta-
dad,- han sido traducidos al inglés res, se percibe una profunda aprecia-
por Hugh Ross con profunda penetra- ci6n de lo qne es en esencia la materia
ci6n del espíritu literario de éstos y coral, de la perspectiva que debe exis-
acertada sincronizaci6n con la Ifnea tir entre las diferentes partes reales del
vocal. conjunto, de la necesidad de mante-
El tratamiento coral de esta colec- nerse dentro de un trazado lineal muy
ci6n va desde los más simples ejemplos nítido, sobre todo en aquellos pasajes
138 REVISTA MUSICAL

en que entre las voces se producen ro- ordenada de manera que contrasten
ces armónicos de cierta complejidad. unas con otras, dentro de un total bien
La consideración de los aspectos seña- proporcionado y de la necesaria va-
lados, permite a estas obras el poder riedad.
ejecutárselas con relativa facilidad, sin Los sentimientos de ternura, auste-
que la novedad de sus elementos mu- ridad, regocijo, meditación y vivaci-
sicales constituyan un escollo para al- dad que en estos cantares se hacen pre-
canzar una apropiada interpretación. sentes, son la médula de su discurso
Aunque lá impresión en cuadernillos expresivo y la solidez de una realiza-
separados de cada una de sus partes, ción plenamente lograda, su mérito ar-
anticipa la posibilidad de una ejecu- Ustico más sobresaliente.
ción parcial, la serie completa ha sido J. O. S.

OTRAS PARTITURAS RECIBIDAS

SINFONICAS W. A. MOZART.-Cosi fan tute. Ober-


tura. Orquestaci6n: 2222-2200, tim-
LUDWIG VAN BEETHOVEN.- bal y cuerdas. (Ed. Southern M usk
Sinfonía N." 5 en do menor op. 67. Publishing Company, Inc. Nueva
Orquestación: 3223-2230-timbal y York).
cuerdas. (Ed. Southern Music Pu- W. A. MOZART.-La Flauta Mágica.
blishing Company, Inc. Nueva York. Obertura. Orquestaci6n: 2222-2230,
LUDWIG VAN BEETHOVEN.- timbal y cuerdas. (Ed. Southern Mu-
Obertura Coriolán op. 62. Orquesta- sic Publishing Company, Inc. Nueva
ción: 2222-2200 timbal y cuerdas. York).
(Ed. Southern Music Publishing W. A. MOZART.-Sinfon(a N." 39 en
Company, Inc. Nueva York). mi bemol K. 543. Con una nota bio-
jOHANNES BRAHMS. - Variacio- gráfica de F. Bonavia e Introducci6n
nes sobre un tema de Haydn. (Co- de Gordon Jacob. (Pinguin Books
ral de San Antonio) op. 56 a. Orques- Limited, Harmondsworth, Midlesex,
tación: 2223-4200 - Timbal, percu- Inglaterra).
sión y cuerdas. Con una nota bio- FRANZ SCHUBERT.-Sinfon(a N.o 8
gráfica de Hubert Fo.. e Introduc- en si menor «Inconclusa». Con notas
ción de Gordon J acob. (Ed. Pinguin anallticas de E. Lindenberg y repro-
Books Limited, Harmondsworth, ducci6n de dos páginas del manus-
Midlesex, Inglaterra). crito original de Schubert.
DAVID DlAMOND. - Salmo para JOHN STRAUSS.-El Murciélago.
gran orquesta. Duración, 7 minutos. Obertura. Orquestaci6n: 2222-4230,
Orquestaci6n: 3333-4331-Timbal, per- timbal, percusiones y cuerdas. (Ed.
cusi6n, 2 arpas, piano y cuerdas. (Ed. Southern Music Publishing Compa-
Southern Music Publishing Compa- ny, Inc. Nueva York).
ny, Inc. Nueva York).
FELlX MENDELSSOHN. - Sinfo- ORQUESTA DE CAMARA
nla N." 5 en re mayor op. 107 .Re-
forma>. Orquestación: 2223-2230- CHARLES E. IVES.-Tone Roads
timbal y cuerdas. (Ed. Southern Mu- N.o 3. Duraci6n: 9 minutos. Orques-
sic Publishing Company, Inc. Nue- tación: flauta, clarinete, trompeta,
ya York). tromb6n, percusión, cuerdas y piano
I!: D I C'I O N It S U9

«ad Libitum>. (Ed. Peer Internatio- nos y un tromb6n. (Ed. Soutbern


nal Corporation. N ueva York). Musie Publishing, Inc. Nueva York).
GAIL KUBIK.-Folk Song Suite, du- ROBERT WARD.-Primera Sonata
ración: 10 minutos_ Orquestación: para violín y piano. (Peer Interna-
1111-2210, timbal, percusiones, pia- tional Corporation. Nueva York).
no y cuerdas. (Ed. Soutbern Music
Publishing Inc. N ueva York). CORALES
SILVESTRE REVUELTAS. - Ocho
por Radio. Duración, 6 minutos. Or-
questación: c1arinete, fagot, trompe- JACOB AVSHALOMOV.-«Of man's
ta, percusión y cuerdas. (Ed. Sou- mortalitie>. Ciclo Coral en tres par-
thern Music Publishing Company, tes. Para cuatro voces mixtas a cap-
pella. (Ed. Peer International Cor-
Ine. Nueva York).
poration. Nueva York).
SOLOS CON ORQUESTA HENRY COWELL. - «Spring at
Summer's end> para coro femenino
ALAN HOWHANESS. - Oración a cappella. SSA (Ed. Peer Interna-
de San Gregorio, para trompeta y tional Corporation. Nueva York).
orquesta de cuerdas. (Ed. Peer In- ALEXANDER EGOROV. -«Spring
ternational Corporation Nueva York). Round>, para coro mixto a cappella.
SSAATTBB. (Ed. Soutbern Music
CONJUNTOS DE CAMARA Publishing I nc. Nueva York).
HERBERT HAUFRECHT.-«Speak,
HENRY COWELL. - Sailors'Horn- for you must!> para coro masculino
pipe, para cuatro saxofones. (Ed Peer a cappella TTTBB. (Ed. Peer Inter-
International Corporation. Nueva national Corporation. Nueva York).
York). WALLlNGFORD RIEGGER. - «In
DAVID DlAMOND. - Charonne, Certainty of Song> op. 46. Cantata
para violín y piano. (Ed. Sontbern para voces solistas, coro mixto con
Music Publishing Company, Inc. Orquesta de Cámara. Reducción pa-
Nueva York). ra canto y piano. (Ed. Peer Inter-
ROGER GOEB.-Prairie Songs para national Corporation. Nueva York).
Quinteto de vientos. (1. Evening, 2. TIBOR SERLY.-«The Playful Sher-
Dance, 3. Morning). (Ed. Peer Inter- pherd> para coro mixto. SATTBB
national Corporation. Nueva York). y piano. (Ed. Southern M usic Pu-
ROGER GOEB.-Suite para trIo de blishing Inc. Nueva York).
vientos. (Ed. Peer International Cor- FERNANDO FRANCO.-«Oh seño-
poration. Nueva York). ra> «Parse Mihi Domini> «Plegaria
VINCENT PERSICHETTI. - Se- de la Virgen> para voces mixtas a
renade N.Q 3 op. 17, para violín,ce- cappella. SATB. Colección de Mote-
110 y piano. (Ed. Soutbern Musie tes de los Archivos Mejicanos. (Ed.
Publishing Company, Inc. Nueva Peer International Corporation. Nue-
York). va York).
SILVESTRE REVUELTAS. -Cuar- FRUCTUS DEL CASTILLO.-
teto de Cuerdas N.O 1. (Ed. Soutbern .Monstra te Esse Matrem> para va-
Music Publishers, Ine. Nueva York). ces mixtas a cappella SATB. Colec-
ROBERT STARER.-Cinco Minia- ción de Motetes de los Archivos Me-
tnras para Quinteto de Instrumen- jicanos. (Ed. Peer International Cor-
tos de bronces: 2 trompetaa, 2 cor- poration. Nueva York).
140 REVIstA MtlSICAL

PIANO national Corporation. Nueva York).


CHARLES E. IVES.-eA night Songo
GUILLERMO CASES. - Música de (Texto de Thomas Moore).
España; 14 bocetos para piano, es- eIlmenau>. (Texto de Goethe).
critos a la memoria del pianista es- cLincoln, the Great Cornmoner;,.
pañol Ricardo Vignes. (Ed. Ricordi (Texto de Edwin Markbam). (Ed.
Americana, Buenos Aires). Peer International Corporation. Nue-
ANDRES SAS.-Preludio y Toccata, va York).
sobre un tema del Folklore Peruano. MIGUEL SANDOVAL. - <Lullaby>.
(Ed. Southern Music Publisbing Texto de Miguel Sandoval. (Ed.
Company, Inc. Nueva York). Southern Music Publishing Compa-
A. ADNAN SAYGUN.-clnci 'nin ny, Inc. Nueva York).
Kitabi" Siete Piezas para piano. (Ed. SERGE SAXE. - <Wedded Souls>.
Southern Music Publishing Compa- Texto de Percy B. Shelley. (Ed. Peer
ny, Inc. Nueva York). International Corporation. Nueva
York).
DOS PIANOS CLlFFORD SHAW. - eTo you>.
Texto de Walt Whitman. (Ed. Peer
W. A. MOZART.-Sonata en do ma- International Corporation. Nueva
yor K. 19 D., editada por Howard York).
Ferguson con una introducci6n de ELlE SIEGMEISTER. - <Lonely
Hyatt King. (Ed.Oxford University Star>. Texto de Elie Siegmeister.
Press. Londres). (Ed. Southern Music Publishing
Company, Inc. Nueva York).
ROBERT WARD. - eSorrow of
ORGANO
Mydath>. Texto de John Masefield.
(Ed. Peer International Corporation.
TIBOR SERLY.-Elegla Americana.
Nueva York).
Con registraci6n para 6rgano Ham-
mond_ (Ed. Southern Music Pu-
LIBROS
blishing Company, Inc. Nueva York).
VICENTE T. MENDOZA. - FOLK-
CANTO Y PIANO
LORE DE SAN PEDRO PIE-
DRA GORDA. (&l. Instituto Na-
RICHARD BALES.-eMary's Gilt"
cional de Bellas Artes. Méjico. 195Z).
Canci6n de Navidad sobre un texto
de Dorothy Calaway. (Ed. Peer
Esta monografía, recién publicada
International Corporation. Nueva
en Méjico, instituye un modelo en su
York).
género. Está editada lujosamente en
SUZANNE BARON.-Nueve Cancio- gran formato y 500 páginas. Música
nes Andaluzas, sobre textos de Gar- anotada, croquis, mapas, figurines y
da Lorca. (Ed. Ricordi Americana. estampas en colores, dan carácter ex-
Buenos Aires). haustivo al paciente y magno trabajo
DAVID DlAMOND.-eMy Spirit will de los folkloristas Vicente T. Mendoza
flot Haunt the mound», sobre un tex~ (del Instituto de Investigaciones Esté-
to de Thomas Hardy. (Ed. Southern ticas) y Virginia R. R. de Mendoza
Music Publishing Company, Inc, (de la Sociedad Folkl6rica de Méjico).
Nueva York). N o solamente esta obra honra a los
WILLlAM FLANAGAN. - eHeaven autores, sino al Congreso Mejicano de
Haven' sobre un texto de Gérard Historia, al cual contribuye; y, al Ins-
Manley Hopkins (Ed. Peer Inter- tituto Nacional de Bellas Artes (Se-

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