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Funcionalismo

El funcionalismo es una corriente teórica que surge en Inglaterra en la década de 1930 en las ciencias sociales,
fundamentalmente en las ramas de la Sociología y de la Antropología Social. Para el etnógrafo de origen polaco
Bronislaw Malinowski, quien seguía las teorías de Durkheim, las culturas se presentaban siempre integradas,
funcionales y por consiguiente coherentes. De allí la denominación de funcionalismo para esta corriente.

Esta teoría está relacionada con autores como Émile Durkheim, Talcott Parsons, Herbert Spencer y Robert Merton.
Los ejes de los trabajos de estos especialistas están centrados en la comunicación de masas, la teoría de los efectos
limitados y la teoría matemática de la comunicación, entre otros desarrollos y postulados.

Esta corriente marcó el utilitarismo empleado para concebir a los quehaceres que se deben sostener en el orden
instaurado de las sociedades, como así también se destacó por poseer una perspectiva empirista, que celebra las
superioridades del trabajo de campo.

La sociedad será estudiada por el funcionalismo dejando de lado su historia, es decir que se la tomará tal y
como se la encuentra en un momento determinado, para de este modo intentar comprender como es posible que cada
elemento perteneciente a ella se articule con los restantes conformando un todo.

Cabe destacar que una diferencia importante con el estructuralismo es que en el funcionalismo se aplica una
observación atenta y establecida de cada unidad de un hecho o fenómeno, una perspectiva no abordada por los
estructuralistas al centrarse en otros aspectos más ligados al conjunto y no a las partes de un problema.

Características del funcionalismo

1. Bases: Tiene sus bases, junto al estructuralismo, en la conocida teoría positivista y organicista de Spencer,
como así también en la acción social de Max Weber. Ambas ejecutan un análisis de los fenómenos sociales.

2. Impacto: La corriente funcionalista se ha diversificado de tal modo que ha llegado a convertirse en la escuela
más extendida en ciencias sociales. Se estudia como el modelo de las ciencias de la comunicación.
Precisamente en este campo tienen vital trascendencia sus esquemas de acción, aportando conocimientos
claves sobre la teoría y la práctica de la comunicación social.

3. Concepto de sociedad: Se considera a la sociedad como un sistema formado y articulado por partes
interdependientes. Por consiguiente, cada cambio que se realice afectará a otras partes, influyendo así sobre
el todo. La teoría funcionalista plantea que las sociedades disponen de unidades propias competentes y
capaces de regular los problemas, conflictos y normas que establecen códigos de conducta.

4. Orden social: El funcionalismo supone que la intención y finalidad de toda sociedad es la de lograr mantener
el orden, como así también la persistencia de la misma.

5. Positivismo: Aunque se trate de una teoría sociológica contemporánea, el positivismo tuvo un significado
trascendental en su desarrollo y ha marcado sus postulados.

6. Trabajo de campo: El funcionalismo es claramente empirista, por consiguiente, el trabajo de campo será vital
en su perspectiva centrada en el valor de la experiencia directa.

7. Antropología: La corriente funcionalista abrió el camino de la Antropología Científica, que con posterioridad
pudo desplegarse rápidamente y con gran éxito en los Estados Unidos.

8. Influencias: La principal influencia que recibió el funcionalismo provino del sociólogo francés Émile
Durkheim. Entre otras cosas, Durkheim sostenía que los hechos sociales son los que establecen y determinan
a los hechos culturales.
9. Enfoque: Los ideólogos del modelo funcionalista toman un enfoque biologicista de la sociedad,
entendiéndola como una entidad orgánica cuya estructura se sustenta en hechos que se reiteran de forma
regular y sistemática.

10. Sociedad como sistema: Para Parsons, la teoría de sistemas se fundamenta en la teoría funcionalista,
instituyendo que la sociedad se establece como un sistema que deberá esclarecer cuatro imperativos
elementales para así lograr subsistir, estos son: el ajuste al ambiente, la preservación del modelo, la revisión
de resistencias y, por último, el seguimiento del propósito e integración mediante las disímiles clases sociales
permanentemente en tensión y conflicto.

Estructuralismo

El modelo estructuralista es una corriente filosófica que surgió en la década de 1960 en el continente europeo,
precisamente en Francia. Se trata de una perspectiva perteneciente a las ciencias humanas que, con el paso del
tiempo, fue creciendo hasta convertirse en un método utilizado para el análisis del lenguaje, la cultura y la sociedad
con especial impacto en la segunda mitad del siglo XX.

Bajo esta corriente se congregan diferentes ensayistas que suelen expresarse en varios campos de las ciencias
humanas (antropología, crítica literaria, el psicoanálisis de Freud, la investigación historiográfica o en corrientes
marxistas).

El lingüista Ferdinand de Saussure en su libro “Curso de Lingüística General” (1916) brinda apreciables aportes a la
teoría del estructuralismo. La perspectiva estructuralista considera que es necesario que se edifiquen “simulacros
lógicos” que permitirán alcanzar los hechos que la vida social ha impregnado de significación.

La invención que va a introducir el estructuralismo no es la imagen misma de estructura (presente de forma incesante
en el pensamiento occidental), sino que es la exclusión en ella de un concepto central que establezca toda la realidad.

Características del estructuralismo

1. Observación: A diferencia de la corriente o modelo funcionalista, el estructuralismo no apela a una


observación atenta y establecida, ya que en ella las unidades interconectadas no se consideran como un
conjunto tal cual entiende el estructuralismo, sino más bien como formas significantes.

2. Lengua como sistema: El estructuralismo considera a la lengua como un sistema, o sea un conjunto de
elementos solidarios que gozan de diferentes relaciones. Por medio de los preceptos de Saussure, los
estructuralistas adoptaron su aporte sobre la lengua y la estudiaron a partir de la sincronía (lenguaje como un
objeto presente).

3. Enfoque descriptivo: Se realizan estudios desde un enfoque descriptivo, analizando estructuras y sus
respectivas relaciones.

4. Método inductivo: Recurre a un método inductivo, o sea se fundan teorías desde un análisis del corpus como
tal, dejando de lado la influencia del medio o el contexto.

5. Análisis estructural: Desde el inicio de un análisis estructural se precisan niveles, se demarcan unidades de
modo jerárquico y se especifican nociones, empleando una terminología adaptable a sus necesidades.

6. Antecedentes: En las décadas de 1940 y 1950 la filosofía francesa se orientó hacia el existencialismo,
principalmente por medio de Sartre. Surgen asimismo la fenomenología, el retorno a Hegel y la filosofía de la
ciencia de la mano de Gastón Bachelard. Sin embargo, algo cambió en la década de 1960 cuando Sartre se
sitúo en el marxismo, en ese contexto apareció el estructuralismo. Claude Levi Strauss inició este movimiento
en la etnología, al que prontamente le continuarían Lacan con el psicoanálisis y Althusser con tesis marxistas,
entre otros. Althusser y Foucault objetaron que su pensamiento fuera clasificado dentro del estructuralismo.
Solamente Levi Strauss ejecutó una reflexión evidente sobre el estructuralismo como método.
7. Perspectiva metodológica: No puede indicarse manifiestamente que el estructuralismo sea una escuela, sino
que razonablemente se lo puede definir como una perspectiva metodológica hacia las ciencias humanas, como
lo son la antropología cultural, la lingüística o la historia. No obstante, el método tiene ramificaciones filosóficas
de consideración.

8. Contexto y relaciones: El estructuralismo nace en el contexto del marxismo y el funcionalismo. Sin embargo,
tanto el marxismo como el funcionalismo y el estructuralismo adquieren una noción diferente de ciencia.

9. Estructuralismo y literatura: Cuando el estructuralismo es utilizado para explorar y analizar a la literatura se


buscará inspeccionar la organización de una narración más allá de su contenido. Así se logrará confrontar y
encontrar relaciones y estructuras análogas en trabajos que conciernen a períodos y culturas disímiles.

10. Impacto y actualidad: Con el estructuralismo prosperaron todas las ciencias humanas. Por ejemplo, la
historia alcanzó un nuevo sentido: el hombre transformó de manera sistemática y radical las viejas
representaciones de tiempos pasados en los que cada cultura era analizada de forma arbitraria y sesgada por
prejuicios en cuanto a sus nociones y modos de comportarse. Los estudios históricos alcanzaron así otra
dimensión. En el presente, este modelo plantea simultáneamente al hombre como un ser potencial y objeto de
discernimiento, por medio del cual se da la expansión de las ciencias, ya que es el único que discute y
transforma las estructuras. La influencia del estructuralismo se ha expandido hacia todas las ciencias humanas
y sociales, e incluso por fuera de las mismas.

Conductismo

En la actualidad podemos observa como la psicología incluye una variedad de diferentes orientaciones teóricas. Los
tipos de paradigmas psicológicos que existen incluyen una serie de directrices en cuanto a la conducta que nos
impulsan a ejercer las prácticas profesionales de diferentes modos. El conductismo es una de las orientaciones
más comunes en el mundo actual entre lo psicólogos. Los conductistas perciben al ser vivo como una “tabula rasa”,
en quienes la conducta se encuentra determinada por los refuerzos y los castigos que reciban.

El conductismo es una rama de la psicología que se encarga de estudiar las leyes comunes que determinan los
diferentes comportamientos humanos e incluso animal. Se enfoca en la conducta que puede ser observada, prioriza
por esta razón lo objetivo de lo subjetivo.

QUE ESTUDIA: Se encarga de estudiar el uso de diferentes procedimientos experimentales con el objetivo de
estudiar el comportamiento observable, o sea, la conducta, tomando en cuenta el entorno en el que el hombre se
desarrolla y el conjunto de estímulos y respuestas del mismo. Estudia entonces, la interacción que se da entre los
seres vivos y los estímulos del medio ambiente o medio externo.

Sus características principales son las siguientes:

 Se fundamenta en el condicionamiento clásico.


 Asocia estímulos iniciales con los eventos neutros.
 Tiene un condicionamiento operable.
 Las acciones particulares son seguidas de algo deseable o no deseable.
 Estudia los diferentes comportamientos que están sujetos a las leyes del comportamiento.
 Tiene monismo físico, o sea, no tiene un dualismo mente-cuerpo.
 Niega la existencia de la mente.
 Las conductas son tratadas como observables y no como una expresión de un estado profundo.
 La conducta es un fruto de las experiencias aprendidas no de factores innatos.
 Existe una asociación constante entre los estímulos y las respuestas.

ANTECEDENTES: La escuela del conductismo se desarrolló a partir de los diferentes estudios sobre
el comportamiento animal. Para los conductistas, no era importante pensar lo que se pensaba o se sentía, y se
enfocaban más en lo que realmente era visible. Por esta razón, estudiaban lo que se podía ver reemplazando
la introspección como método de investigación por estudios de laboratorio sobre el condicionamiento como tipo
de aprendizaje.

HISTORIA: Los diferentes estudios realizados por Darwin a finales del siglo XIX dieron inicio a la aparición de
diferentes formas de pensamiento con respecto a las ciencias humanas. Alrededor del año 1913, se empezaron a
dar las primeras teorías sobre el conductismo. John Watson, fue el primero que inició la nueva escuela del
conductismo. Se centraba en lo que se podía observar, estudiaba únicamente los hechos y los comportamientos que
eran visibles a los ojos de los estudiosos. Se empezaron a realizar diferentes pruebas de laboratorio, pensando que
se podía llegar a conocer la forma en la que una personao animal podía reaccionar ante un estímulo, para lograr
conocer lo que había en la mente. Para inicios del siglo XX, Watson sostuvo que la conducta observable como objeto
de estudio, daba lugar al comportamiento. Iván Pávlov fue uno de los principales precursores que aportó ideas a la
teoría de Watson. Para el año 1920, el conductismo radical floreció y era conocido a nivel mundial. Para la década
de los ochenta, se dio una eclosión con respecto al conductismo, que se volvieron indispensables para resolver
algunos problemas. Varias teorías conductuales surgieron en base a los estudios realizados previamente del
conductismo.

Entre los principales representantes del conductismo podemos mencionar los siguientes:

 John B. Watson quien es el fundador del conductismo.


 F. Skinner, creador del conductismo operante.
 R. Kantor, quien formuló la teoría del inter-conductismo.
 Clark Hull y Edward C. Tolman que juntos elaboraron el conductismo mediacional
 Ribes y Josep Roca i Balasch, psicólogos modernos que crearon la teoría del conductismo de campo.
 Staats que desarrolló el conductismo psicológico.
 S. C. Hayes.
 Rachlin fundador del conductismo teleológico.
 Staddon ubicado dentro del conductismo radical.

 Principio de la frecuencia: Este principio establece que para que un proceso de condicionamiento se dé
con eficacia, los estímulos incondicionales y los estímulos condicionales deben ser frecuentes. Esto quiere
decir que, con un solo condicionamiento o asociación de estímulos, no es suficiente para lograr un aprendizaje.
 Principio de la recencia: explica que cuando se aplica un estímulo condicionado debe ser reciente en el
tiempo. El estímulo nunca se debe presentar después o luego de pasado largo tiempo.
 Principio de la extinción: explica que lo que se aprende se olvida si los condicionamientos no se dan en
forma repetida.
 Principio de recuperación espontánea: este principio se encuentra ligado con el principio de extinción y
luego al proceso de asociación de estímulo no condicionados y condicionados.
 Principio de generalización: Se dan reacciones ante respuestas condicionadas y ante la presentación
de estímulos parecidos, pero no idénticos.
 Principio de discriminación: Lo contrario al de generalización. Solo se reconoce una cosa.

APORTES: Ha colaborado grandemente con la psicología, sobre las diferentes investigaciones con respecto a
los principios del aprendizaje, que han sido sistematizados en la teoría del condicionamiento clásico y operante.
Ayuda a modificar la conducta y a elaborar terapias para la misma. Investiga sobre los diferentes métodos de
enseñanza y entrenamiento.

APLICACIONES: Una de las aplicaciones en la psicología es la terapia conductual que trata de enseñarle a la
persona a emitir respuestas antes los estímulos que anteriormente les provocaban respuestas inadaptadas. Su utiliza
en la instrucción programada y los objetivos conductuales dentro de la rama de la educación.
El inicio de su carrera

B. F. Skinner nació en marzo de 1904 en un pequeño pueblo de Pensilvania, Estados Unidos. Animado por las
posibilidades creativas de la prosa, durante su juventud se propuso crearse una carrera como escritor, pero
desistió en sus propósitos al darse cuenta de que no tenía facilidad para ello. Decidió, sin embargo, que
los estudios de la Psicología podían aportarle una perspectiva más amplia sobre cómo es y cómo actúa el ser
humano, por lo cual empezó a estudiar esta disciplina en Harvard.
Este renovado entusiasmo no le duró mucho tiempo. A llegar a la universidad se encontró con una psicología
poco desarrollada y muy centrada en los procesos mentales privados, algunas ideas inconexas sobre la mente
humana y teorías muy abstractas sobre los estados de consciencia que estaban más relacionadas con la filosofía
que con el estudio científico del comportamiento.

Hacia una psicología científica: la influencia de John Watson

Porque era el comportamiento humano observable lo que B. F. Skinner aspiraba a comprender. Influido por el
psicólogo conductista John B. Watson, creía en la importancia de desarrollar la psicología experimental y dejar
atrás el psicoanálisis y las teorías acerca de la mente basadas en el simple sentido común. Sin embargo, el uso
del método científico no era lo habitual en los estudios en Psicología impartidos en Harvard.
Si no desistió en su trayectoria académica y profesional fue gracias a Fred S. Keller, que a finales de los años 20
era una de las jóvenes promesas del conductismo en Harvard. Fred Keller convenció a Skinner de que era
posible hacer de la Psicología una ciencia, y poco después ambos se doctoraron en esa disciplina. Esa
pequeña reunión, además de hacer que se consolidara una amistad entre los dos Freds que duraría décadas,
hizo posible que Frederic Skinner llegase a ser una de las figuras más importantes de la Psicología Científica.

La Psicología según B. F. Skinner

Skinner desarrolló sus estudios dentro de los métodos y la filosofía del conductismo, una tradición de la
Psicología joven por aquel entonces que rechazaba los métodos introspectivos como forma de estudiar y
modificar la mente. Este mismo concepto, el de "la mente", se le antojaba a Skinner como algo demasiado
confuso y abstracto como para ser tenido en cuenta, y es por eso que situó su objeto de estudio en la pura
conducta observable.
El hecho de mantener este enfoque basado puramente en la evidencia empírica es lo que hizo que ni los
métodos ni el objeto de estudio de la psicología que estudiaba este investigador fuesen los mismos de los que
partían los psicoanalistas, centrados en la introspección y cuyo acercamiento al estudio de la psique no resiste el
principio popperiano de falsabilidad.
En la rivalidad establecida entre la psicología mentalista y el conductismo, B. F. Skinner apostó fuertemente por
la segunda opción en pos de hacer de la psicología una ciencia del comportamiento.

El nacimiento del Conductismo Radical

Skinner no quería que la psicología abrazase totalmente el método científico simplemente para que su campo de
estudios estuviese mejor considerado al tener el aval de la ciencia. Este investigador creía sinceramente que
los procesos mentales internos no son los responsables de originar la conducta humana, sino los
factores externos y medibles.
B. F. Skinner creía, en definitiva, que las propuestas e hipótesis de la psicología debían ser comprobadas
exclusivamente a través de evidencias objetivas, y no a través de especulaciones abstractas. Este principio
teórico era compartido por los psicólogos conductistas en general, pero B. F. Skinner difería de gran parte de
ellos en un aspecto fundamental.
Mientras que ciertos investigadores que a principios del siglo XX estaban adscritos a la corriente del conductismo
tomaban la conducta como un indicador de objetividad metodológica para crear modelos explicativos de la
psicología humana que incluían algunas variables no físicas, Skinner creía que la propia conducta era en sí el
principio y el fin de lo que debe ser estudiado en psicología. De este modo, rechazaba la inclusión de variables
no físicas en las investigaciones de lo que para él debía ser la psicología.
El término "conductismo radical", que acuñó el mismo Skinner, servía para poner nombre a este tipo de
filosofía de la ciencia del comportamiento. En oposición al conductismo metodológico, el conductismo
radical lleva hasta sus últimas consecuencias los principios del behaviorismo que ya habían ido desarrollado
investigadores como John B. Watson o Edward Thorndike. Es por eso que, según esta postura filosófica, los
conceptos que hacen referencia a procesos mentales privados (en contraposición a la conducta observable) son
inútiles en el campo de la psicología, si bien no se niega su existencia.

Skinner y el condicionamiento operante

B. F. Skinner es, desde luego, uno de los mayores referentes del conductismo, pero no fue un pionero de este
enfoque psicológico. Antes que él, Iván Pavlov y John B. Watson habían descrito los fundamentos
del condicionamiento clásico en animales y humanos respectivamente. Esto es importante, ya que
inicialmente el conductismo se basaba en el aprendizaje por asociaciones de estímulos como método para
modificar la conducta, y el condicionamiento clásico permitía establecer relaciones entre estímulos y respuestas
de manera que se pudiese predecir y controlar la conducta.
Para Skinner, sin embargo, el condicionamiento clásico era poco representativo de la potencialidad de
aprendizaje propia del ser humano, ya que prácticamente sólo podía existir en entornos muy controlados y
artificiales en los que se pudiesen introducir estímulos condicionados.

La importancia de la conducta operante

Al contrario de lo que pensaban otros conductistas, Burrhus creía que es la conducta operante, y no la
conducta respondiente, la clase de comportamiento más corriente, universal y versátil, lo cual significa que
a la hora de modular la conducta importan más las consecuencias que los estímulos que la preceden.
Son los resultados de las acciones lo fundamental, dice Skinner, ya que es a partir de estas cuando se revela la
verdadera utilidad o no de las acciones. Una conducta sobre el medio es considerada operante porque tiene una
serie de consecuencias constatables, y son estas respuestas del entorno (incluyendo en esta categoría
también a otros seres vivos) las que van alterando la frecuencia con la que se vuelve a reproducir esa conducta o
una parecida.
Así pues, B. F. Skinner utiliza básicamente la forma de aprendizaje asociativo conocida como condicionamiento
operante, basada en el aumento o disminución de ciertas conductas dependiendo de si sus consecuencias son
positivas o negativas, como por ejemplo dar incentivos a los niños cuando realizan sus tareas.

Las cajas de Skinner

Skinner experimentó con la conducta de animales partiendo de los principios del condicionamiento operante.
Para ello utilizó entornos en los que se intentaba tener un control total de todas las variables para poder observar
limpiamente qué era lo que afectaba al comportamiento del animal.
Uno de ese tipo de entornos artificiales era la llamada "caja de Skinner", una especie de jaula para ratas que
contaba con una palanca y un dispensador de comida. Cada vez que la rata, por casualidad o
deliberadamente, activaba la palanca, caía a su lado un trozo de comida, lo cual era una manera de animar al
roedor a volver a repetir ese acto. Además, la frecuencia con la que la rata movía la palanca quedaba registrada
automáticamente, lo cual facilitaba hacer un análisis estadístico de los datos obtenidos.
La caja de Skinner fue sirviendo como medio para introducir diversas variables (entre ellas, descargas eléctricas)
y ver cómo afectaban en la frecuencia con la que se producían ciertas conductas. Estos experimentos sirvieron
para describir ciertos patrones de conducta basados en el condicionamiento operante y probar la
posibilidad de predecir y controlar ciertas acciones de los animales. Hoy en día, muchos espacios utilizados
para experimentar con animales son llamados cajas de Skinner
Burrhus Frederic Skinner, el gran polemista

Una de las consecuencias de profesar el conductismo radical es tener que negar la existencia del libre albedrío.
En el libro Más allá de la libertad y la dignidad, Skinner expresaba claramente por escrito esta consecuencia
lógica de los principios filosóficos en los que se basaba: si es el entorno y las consecuencias de los actos los que
modelan la conducta, el ser humano no puede ser libre. Al menos, si por libertad entendemos indeterminación, es
decir, la capacidad para actuar independientemente de lo que ocurra a nuestro alrededor. La libertad es, pues,
nada más que una ilusión muy alejada de la realidad, en la que cada acto está originada por unos
desencadenantes ajenos a la voluntad de un agente que decide.
Eso sí, Skinner creía que el ser humano tiene la capacidad de modificar su entorno para hacer que este lo
determine del modo deseado. Esta persectiva no es más que la otra cara de la moneda de la determinación: el
ambiente siempre nos está afectando en nuestros comportamientos, pero al mismo tiempo todo lo que hacemos
transforma también el ambiente. Por lo tanto, podemos hacer que este bucle de causas y efectos cobre unas
dinámicas que nos beneficien, dándonos más posibilidades de actuación y, a la vez, un mayor bienestar.

Su negación del libre albedrío le acarreó duras críticas

Esta postura filosófica, que hoy en día es relativamente normal en la comunidad científica, sentó muy mal en
una sociedad estadounidense en las que los principios y valores del liberalismo estaban (y están)
fuertemente arraigados.
Pero este no era el único punto de fricción entre B. F. Skinner y la opinión pública. Este investigador dedicó gran
parte de su tiempo a inventar todo tipo de artilugios basados en el uso del condicionamiento operante y le
gustaba aparecer en los grandes medios de comunicación para mostrar sus resultados o propuestas. En uno de
sus golpes de efecto, por ejemplo, Skinner llegó a entrenar a dos palomas para que jugasen al ping-pong, e
incluso llegó a proponer un sistema para guiar bombas utilizando palomas que picoteasen el objetivo móvil que
les aparecía en una pantalla.

La opinión pública tachó a Skinner de científico excéntrico

Este tipo de cosas hizo que B. F. Skinner ganase una imagen de personaje excéntrico, lo cual no era de
extrañar teniendo en cuenta los planteamientos extremos y alejados del sentido común de la época que
germinaban en su concepción de lo que es el conductismo radical. Tampoco ayudó el hecho de que inventase
una especie de cuna con temperatura y humedad regulables, lo cual fue acompañado del mito de que Skinner
experimentaba con su propia hija de pocos meses.
Por lo demás, sus opiniones sobre política y sociedad vertidas en su libro Walden Dos tampoco casaban con la
ideología dominante, si bien es cierto que Skinner no desaprovechaba ninguna oportunidad para aparecer en los
medios de comunicación para explicar y matizar sus propuestas y ideas.

El legado de B. F. Skinner

Skinner murió a causa de la leucemia en agosto de 1990, y estuvo trabajando hasta la misma semana de su
fallecimiento.
El legado que dejó tras de sí sirvió para consolidar la Psicología como una disciplina científica, y también
reveló información sobre ciertos procesos de aprendizaje basados en la asociación.
Más allá de la faceta mediática de Skinner, es incuestionable que llegó a ser un científico que se tomaba muy en
serio su trabajo y dedicaba mucho tiempo y minuciosidad para generar conocimiento respaldado por la
comprobación empírica. La importancia de su legado ha sobrevivido al propio conductismo de su época y ha
pasado a influir fuertemente en la Psicología Cognitiva y la aparición de las Terapias Cognitivo-Conductuales.
Por ello no es extraño que en la actualidad, 25 años después de su muerte, B. F. Skinner sea una de las
figuras más reivindicadas desde la Psicología Científica.

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