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Bigger, Stronger, Faster relataba sobre una cultura que te exige lograr tus objetivos

a cualquier costo, que se cuelga de imágenes irreales para empujar a una masa a
alcanzarlas, que perdona el pecado, pero no el escándalo. Chris Bell ha crecido
idolatrando a los grandes de la lucha libre, y empezó este proyecto teniendo dos
preguntas en mente: qué daño te puede hacer el consumo de esteroides y qué
implicaciones morales tiene para el deporte. Él decía que amaba a su papa, pero
nunca fue realmente mi héroe no quería ser como él, quería ser como Arnold. El
problema era que él decía que era muy pequeño muy bajito y en su familia lo solían
llamar de esa forma cosa que él no quería sin embargo a sus dos hermanos también
tenía apodos como “el perro rabioso” que logro ser capitán de futbol americano y mi
otro hermano tenía el apodo de “el oloroso” fue levantador de pesa y tanto su
hermano como bell solían ser competidores en el levantamiento de pesa.
Habla del Janurary 23/ 1984 fue un día que cambio su vida para siempre el musculo,
el valor moral, que construyó la nación más grande y más libre que el mundo haya
conocido. El trata de abarcar todos los estratos posibles del problema. Bell y sus
hermanos, todos involucrados a su manera en el fisicoculturismo y los preparados,
legales e ilegales, para mejorar el rendimiento físico. De acuerdo con Bell, una
sociedad como la estadounidense se obsesiona con el triunfo y aborrece la trampa.
Cuando Carl Lewis, la estrella olímpica gringa, fue derrotado por el canadiense Ben
Johnson en 1988, frustración y moralismo se unieron para convertir a los esteroides
en la nueva peste. El Congreso de los Estados Unidos, donde revela la preocupante
falta de información en los altos niveles del gobierno. El mismo Ben Johnson y otros
deportistas descubiertos usando sustancias ilegales. El público mismo, que reniega
de lo que se meten sus estrellas mientras consumen por su cuenta sustancias
legales pero nocivas, como el tabaco y el alcohol. Hasta los medios que aminoran
el impacto de estas últimas mientras las muertes por esteroides son ridículamente
menores en comparación.
Muchas personas suelen ver a los deportistas de alto nivel como superhombres,
héroes, comparables sólo a Steve Austin, el Hombre Nuclear. relataba que no era
un aficionado al deporte, aunque como es una de las piedras angulares del mundo
del entretenimiento y la televisión, me resulta difícil y de mal gusto dejar una buena
serie o un programa cualquiera por evitarlo. Así que tampoco he podido evadir el
tema del uso de esteroides en competiciones olímpicas o en deportes donde la
fuerza, el tamaño o la velocidad son determinantes del éxito. Los norteamericanos
se definen a sí mismos con superlativos: Son los más grandes, fuerte y rápidos del
mundo. Recompensan el ganar, tanto en el deporte, los negocios y la guerra.
Metafóricamente, es una nación anabolizada. Fue una sorpresa que muchos de sus
héroes usen drogas, Esta historia explora la cultura de ganar a toda costa,
entrevistando congresistas, atletas profesionales, expertos médicos y ratas de
gimnasio.

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