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Andar en el Espíritu.

Fondo Bíblico: Efesios 5:1-20

Verdad Central: Los hijos de Dios necesitan la ayuda y la inspiración del Espíritu
Santo

Texto Aureo: No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien
sed llenos del Espíritu. Efesios 5:18

Objetivos Del Aprendizaje

1. Reconocer tas ventajas de la vida llena del Espíritu Santo.

2. Entender mejor tas características de una vida llena del Espíritu de Dios.

3. Ser más sensibles a la presencia y dirección del Espíritu Santo para observar
una vida agradable a Dios.

Bosquejo General

I. Hijos de las tinieblas

A. En contraste con los hijos de Dios

B. Hijos de desobediencia

II. Hijos de luz

A. Andar en la luz

B. Aprovechar bien el tiempo

III. Una vida llena del Espíritu

A. La expresión de una vida espiritual

B. Una vida llena de gratitud

INTRODUCCION

El Espíritu Santo descendió sobre la Iglesia el día de Pentecostés. En esa fecha se


celebraba una fiesta de acción de gracias a Dios por sus bendiciones en la cosecha.
La alegría que se experimentaba en dicha celebración fue el mejor trasfondo para
la recepción del poder y de la iluminación del Espíritu de Dios.

La muerte y resurrección de Jesucristo estableció a la Iglesia como el cuerpo del


nuevo pacto. Durante las apariciones del Señor después de su resurrección El abrió
el entendimiento de sus discípulos para que comprendieran el verdadero significado
de todo lo que había sucedido. Por medio de su muerte y resurrección y por su
sangre derramada ellos serían salvos, limpios, perdonados, justificados y
presentados ante Dios como si jamás hubieran pecado. Después de soplar "les
dijo: Recibid el Espíritu Santo", impartiéndoles así nueza vida espiritual. Sin
embargo, todavía no estaban preparados para salir al mundo como sus testigos.
Tendrían que esperar hasta que El ascendiera a la diestra del Padre. Necesitaban
recibir el poder del Espíritu Santo en su vida de manera permanente.

Exposición Bíblica

I. Hijos de las tinieblas Efesios 5:1-7

A. En contraste con los hijos de Dios

Pablo en la Epístola a tos Efesios hace énfasis en la iglesia como el cuerpo de


Jesucristo. En el capítulo 4 él indica que cada creyente desempeña una función
importante en la edificación de dicho cuerpo. Dios ha tenido a bien hacer uso de
algunos para la instrucción y preparación de los demás para el ministerio. Todos
aprendemos a recibir y depender de la cabeza del cuerpo (que es Cristo) para
funcionar en la edificación de su cuerpo: la iglesia. Sin embargo hay una cosa que
nos sirve de estorbo. Es muy fácil retroceder y caer en la vana manera de pensar
que caracteriza al mundo que nos rodea (Efesios 4:17). La única manera de
evitarlo es despojándonos "del viejo hombre que está viciado" (4:22) y
vistiéndonos "del nuevo hombre, creado según Dios" (4:24). Esta nueva creación
es hecha a la imagen y semejanza de Dios en la "justicia" hacia otros y en
"santidad de la verdad" en cuanto a Dios y su plan divino.

Al mismo tiempo debemos evitar esos pecados de nuestra disposición o actitud,


como la amargura y el enojo, porque esas cosas le dan lugar al diablo (4:27). Ese
tipo de actitudes también contristan al Espíritu Santo, con el cual nos ha sellado
Dios "para el día de la redención" (4:30). Pero el creyente no contrista al Espíritu
Santo cuando está dispuesto a mostrar bondad y se propone promover la
prosperidad y la felicidad de los demás y tiene un corazón compasivo, perdonador.
Es esencial manifestar amor perdonando a otros, así como Dios nos ha perdonado
a nosotros en el Señor Jesucristo (4:13,31). Sólo así podemos convertirnos en
verdaderos "imitadores de Dios" (5:1). Cuando actuamos de esa manera estamos
haciendo lo mismo que hacen los hijos que imitan a sus padres y los toman como
modelo. Es cierto que no podemos hacer lo mismo que hizo Dios cuando envió a su
Hijo Jesucristo a dar su vida por los pecadores. Pero sí podemos dejar que el amor
que se manifestó en el Calvario posea y dirija nuestra vida.

Enseñanza práctica

Entre los niños la imitación es cosa muy común y práctica. Los psicólogos dicen
que la conducta de los niños se rige casi totalmente por el ejemplo que observan
en sus padres. Tan real es el efecto del ejemplo y la imitación que en la mayor
parte de los casos de padres criminales, los hijos también tienden a ser como sus
progenitores. Lo mismo sucede con los padres cristianos; casi siempre sus hijos
resultan ser buenos creyentes, consagrados al Señor.

De la misma manera, este principio se aplica a nuestra relación con Cristo.


Cuanto más tiempo llevamos en el Señor, tanto más debemos parecernos a El.
"Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando
en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también
vosotros santos en toda vuestra manera de vivir" (1 Pedro 1:14, 15).

B. Hijos de desobediencia

Pregunta: ¿Por qué razón hace énfasis la Biblia en los pecados del mundo?
Todos estos tipos de pecado no sólo eran comunes entre los efesios; eran
aceptados como cosa muy natural por la sociedad de la época. Fácilmente se
engañaban pensando que no había nada de malo en practicar toda suerte de
pecado, pues "todo el mundo" lo hacía.

Enseñanza práctica

Pregunta: ¿Cómo debemos responder ante el mal que nos rodea?

1. No debemos amar al mundo, ni las cosas que están en el mundo (Juan 2:15).

2. Debemos hacer lo bueno, imitando a Dios (S Juan 11).

3. Debemos ser transformados por la renovación de nuestro entendimiento


(Romanos 12:2).

4. Debemos sentirnos responsables por los que están hundidos en el pecado


(Salmo 119:136, 158).

Pero Dios demanda que haya una marcada diferencia entre sus hijos y los hijos
de desobediencia. Los creyentes deben distinguirse de los incrédulos o enemigos
de Dios.

La inmoralidad, los vicios y la avaricia son cosas que abundan por doquier. Pero
los cristianos ni siquiera deben permitir que se mencionen estas tendencias
pecaminosas entre ellos.

Los creyentes son personas santas, dedicadas y consagradas a Dios. Los


cristianos han dado la espalda al mundo para seguir a Jesús.

Luego, en los versículos 4 y 5 la Biblia se expresa más específicamente acerca de


esas cosas. Se dice allí que el mundo toma con una actitud muy descuidada e
indiferente toda clase de pecados. El apóstol aclara que en lugar de eso, los
creyentes debiéramos acercarnos a Dios con "acciones de gracias".

Pregunta: ¿Qué perderán y qué recibirán a cambio todos los que practiquen las
cosas mencionadas anteriormente?

Esta gente se perderá la herencia que Dios ha preparado y que se otorgará a los
hijos de Dios cuando se establezca el reino de Jesucristo. En cambio, serán objeto
de los más terribles juicios de Dios cuando se derrame su ira sobre la tierra.

Pregunta: ¿Cuáles son las palabras vanas que los del mundo usan para engañar
a los hijos de Dios?

Estas son palabras vanas porque están vacías de la verdad y carentes de toda
base bíblica. Los pecadores hacen uso de toda clase de falsedades y palabras sin
base para tratar de convencer a los creyentes de que las cosas señaladas aquí no
son tan malas. Hacen todo lo posible por hacer que olvidemos que por dichas
maldades es que la ira de Dios habrá de derramarse sobre los hijos de
desobediencia. Son hijos de desobediencia todos los que siguen siendo incrédulos a
la Palabra de Dios. Como cristianos no debemos ser "partícipes con ellos".

II. Hijos de luz


Efesios 5:8-17

A. Andar en la luz

Pregunta: ¿En qué sentido habían estado en tinieblas estos gentiles a quienes
Pablo se dirige en su carta?

Estos que se habían convertido al Señor en Efeso no sólo habían vivido en la


oscuridad de la ignorancia y del pecado sino que también habían sido víctimas,
portadores e instrumentos de las tinieblas. A sabiendas, o inconscientemente todos
habían estado bajo el dominio y potestad de Satanás, el príncipe de las tinieblas.
Por otra parte, estaban destinados a "las tinieblas de afuera". Su destino final
hubiera sido el lago de fuego y azufre.

¡Qué contraste hace con esto el estado de vida nueva de todo cristiano! Como
hijos amados de Dios, todos los creyentes somos "hijos de luz". Por lo tanto, es
deber nuestro caminar como hijos de luz; no sólo bajo la iluminación de Dios sino
resplandeciendo en el mundo con la luz, el amor y la santidad de Cristo en nuestra
vida.

Pregunta: ¿Qué significa andar o vivir como hijos de luz?

En primer lugar tenemos que cooperar con el Espíritu Santo para que los frutos
espirituales crezcan y se desarrollen en nuestra vida hasta llegar a ser una
expresión espontánea en nosotros. El fruto del Espíritu, según se describe en
Galanas 5:22, 23, incluye un amor fiel y abnegado que se manifiesta en gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (dominio propio).
Allí la Biblia hace énfasis en que estas virtudes deben demostrarse en bondad,
justicia y verdad. Por bondad se debe entender hacer lo bueno y ser generosos. La
justicia es la de Cristo, que nos ha sido dada por Dios. La verdad consiste en ser
fieles y leales a la verdad que Dios ha revelado en su Palabra. Pero no es suficiente
una aceptación mental de todas estas cosas. Es necesario que las pongamos en
práctica en nuestro diario vivir. Esa es la única manera de saber que estamos
agradando al Señor. En segundo lugar debe haber continuidad en esa lucha por
agradar a Dios. Si vivimos en luz y queremos seguir viviendo así tenemos que
evitar cualquier relación o participación con las obras infructuosas de las tinieblas.
En otras palabras tenemos que estar siempre velando para que no haya en
nosotros ninguna de las tendencias pecaminosas que se señalan en Efesios y todo
lo que pudiera afectar la producción y desarrollo del fruto del Espíritu Santo en
nuestra vida.

Por otra parte, nosotros debemos hacer algo más que evitar estas obras
infructuosas de las tinieblas de la ignorancia y el pecado. Debemos "reprobarías",
como se dice en griego. Eso sólo se logra sacándolas a la luz y descubriendo su
naturaleza pecaminosa. Para realizar este tipo de reprobación necesitamos la
iluminación y el poder del Espíritu Santo. (Lea Juan 16:8 donde se usa esta misma
expresión griega atribuida al Espíritu de Dios.)

Al pecador no le gusta esto. El trata siempre de esconder sus faltas, o de


justificarlas. Por eso, precisamente, es que tenemos que sacar todas estas cosas a
la luz.

Pregunta: ¿Dónde y cómo podemos encontrar la luz?


Lo que nos manda la Palabra de Dios es despertar a los que duermen
espiritualmente y a los que se encuentran muertos en sus delitos y pecados. La luz
de Cristo despierta, levanta y alumbra a todo hombre.

B. Aprovechar bien el tiempo

Pregunta: ¿Qué clase de vida debemos vivir para atraer a otros a la luz de
Cristo?

Debemos andar y vivir con prudencia. Eso significa andar con mucho cuidado y
prestar mucha atención a la Palabra de Dios para conocer su verdad y la voluntad
de Dios. También consiste en seguir a Cristo fiel, cuidadosa y sabiamente. Queda
implícito aquí el uso de la sabiduría que viene de arriba, es decir, la experiencia de
oír la voz del Señor. Esta sabiduría celestial nos ayuda a hacer la voluntad de Dios
de manera perfecta y nos conduce a una experiencia profunda en el Señor y a la
madurez espiritual.

Enseñanza práctica

Pregunta: ¿Cómo podemos aprovechar bien el tiempo en estos días malos?

Debemos permanecer alerta, aprovechando todas las oportunidades para hacer el


bien. Es fácil que nos ocupemos en nuestros propios intereses y pasemos por alto a
los más necesitados. Quizá tengamos que sacrificar nuestro tiempo. Eso significa
disponer de menos tiempo para nuestro propio descanso y esparcimiento a fin de
hacer mucho más por el reino de Dios.

Una buena medida es arrancar de nuestra vida todas esas cosas que consumen
nuestro tiempo sin dejarnos nada de valor.

Pregunta: ¿Por qué nos es de primordial importancia aprovechar bien las


oportunidades que se nos presentan?

Los días son malos. Es decir, el pecado es la característica principal de este


mundo. A pesar de todos los esfuerzos de los inconversos bien intencionados,
educados e inteligentes, siempre habrá pecado, vicios, maldad, degeneración y
actos horrorosos en este tiempo, hasta que Cristo vuelva. Los pecadores son
agentes de las tinieblas. Nosotros debemos apartarnos de ellos y servir como
agentes de la luz. Pero debemos tener cuidado de no apresurarnos a hacer cosas
que no convienen. Antes de emprender algo debemos estar seguros, mediante la
sabiduría que da el Espíritu Santo, de cuál es la voluntad del Señor. El, por
supuesto, en la mayoría de los casos hará uso de su Palabra escrita para indicarnos
qué hacer y cómo hacerlo en el momento apropiado.

III. Una vida llena del Espíritu

Efesios 5:18-20

A. La expresión de una vida espiritual

Pregunta: ¿Qué cosa contribuía más para fomentar el pecado y la disolución


entre los gentiles en la época de Pablo?

Los festivales paganos se celebraban con borracheras y orgías en honor a sus


dioses. En el Antiguo Testamento se habla de la cerveza como una bebida fuerte.
Pero en los tiempos del Nuevo Testamento la bebida más fuerte e intoxicante que
usaban los paganos era el vino. Aun en pequeñas dosis, el alcohol se mezcla
inmediatamente con la corriente sanguínea. De ese modo llega al cerebro y causa
un entorpecimiento en las partes que tienen que ver con la prudencia y el buen
sentido. Así es como, aunque un individuo no esté tan embriagado, empieza a
hablar y a hacer cosas que no haría cuando está en su sano juicio. Cualquier
bebida alcohólica conduce a toda clase de incongruencias, disolución e inmoralidad.

En contraste total con esto, el creyente puede experimentar una cosa mucho
mejor que el falso estímulo de la embriaguez. El cuenta con la bendición, el poder,
y la ayuda del Espíritu Santo. El versículo 18 debe tomarse como una continuación
del 17. Si realmente sabemos cuál es la voluntad del Señor, jamás intentaremos
emborracharnos con vino o con cualquier otra bebida embriagante. En lugar de
eso, nuestro mayor anhelo será ser y estar siempre llenos de la presencia del
Espíritu Santo. Mientras los paganos se embriagan con distintas sustancias para
celebrar sus impías festividades, los hijos de Dios deben alegrarse con todas las
bendiciones que ofrece el Espíritu Santo.

B Una vida llena de gratitud

Pregunta: ¿Cuáles una de las principales características de una vida llena del
Espíritu Santo?

Los creyentes se gozan en reunirse a adorar al Señor con cánticos y testimonios.


Romanos 1 nos indica que una de las principales fallas del hombre caído ha sido y
sigue siendo su adoración. Los paganos pretendían ser sabios, hicieron a un lado a
Dios y pusieron en el trono de su adoración sus propios razonamientos humanos.
Pronto se encontraron adorando cosas que eran inferiores a Dios en todo sentido.
Tras la falla en la adoración muchos otros males y una total inmoralidad invadieron
su conducta.

1. La adoración colectiva concede buenas oportunidades para la predicación y la


enseñanza de la Palabra de Dios. Estos dos tipos de ministerio son esenciales no
sólo para recién convertidos sino también para todos los creyentes ya maduros.

2. Esta práctica también proporciona grandes oportunidades para ganar a los


perdidos y restaurar a los que han vuelto atrás. Eso es algo que jamás debemos
descuidar, porque es un mandato de Cristo.

3. La adoración colectiva es el marco propicio para la comunión y la edificación


mutua de los creyentes. No podemos vivir aislados. Tenemos que buscar el ánimo
que sólo se encuentra cuando adoramos en compañía de los que creen igualmente
que nosotros.

4. Finalmente, la adoración colectiva proporciona bellas oportunidades para la


renovación de nuestras fuerzas emocionales y espirituales.

Si en realidad queremos aprovechar bien el tiempo y hacer uso de cada


oportunidad para agradar al Señor debemos pasar más tiempo en la adoración
congregacional. Allí hallarán expresión nuestros cánticos y salmos de alabanza a
Dios, así como esas canciones que el Espíritu Santo da a la iglesia en lenguas,
como se enseña en I Corintios 14:15. En el Antiguo Testamento casi siempre se
acompañaban las alabanzas al Señor con instrumentos musicales de todo tipo.
¿Cómo podremos hacer menos que esto nosotros que estamos llenos del Espíritu
Santo?
Pregunta: ¿Qué requisito especial se deduce del versículo 18 para la adoración y
la alabanza al Señor?

Los cánticos (y también el acompañamiento con instrumentos musicales) deben


venir de lo profundo del corazón. En los cultos de adoración que celebra la iglesia
cristiana, no hay lugar para un mero profesionalismo artístico ni para un mero
entretenimiento de los que se congregan. Pero hay que tomar en cuenta que aquí
se pone más énfasis en la actitud del corazón al participar en el servicio que en el
estilo y la forma de la música. Hasta donde sabemos, los efesios no contaban con
una escala musical de ocho notas, como la nuestra. Además ellos entonaban
melodías pero no tenía armonía en la música. Sus cantos, por lo tanto, deben de
haber sonado más al estilo oriental que al que nosotros disfrutamos hoy. Pero a
Dios le agrada la actitud con que se canta, no lo armonioso de nuestras
composiciones. Además, la historia comprueba que cada avivamiento espiritual ha
introducido una presentación del evangelio en la música autóctona o propia del
lugar y de la época.

Ya vimos que la primera condición para una adoración perfecta es que esta se
origine en el corazón. El segundo requisito, de acuerdo con el último versículo del
pasaje que estudiamos hoy es que la adoración esté saturada de un espíritu de
agradecimiento. Las acciones de gracias que caracterizan al creyente lleno del
Espíritu Santo se dan en el nombre de nuestro Señor Jesucristo (en reconocimiento
de lo que El es y lo que ha hecho).

Porciones de E. dominical -Editorial Vida.

http://www.adorador.com/estudios/andar_en_el_espiritu.htm

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