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Artedepreguntar PDF
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Sabemos ya que toda acción resulta del tipo de observador que cada uno es.
Observador es la forma particular en que un individuo otorga sentido a la situación
que enfrenta, antes de intervenir en ella. En consecuencia, al transformar el
observador, construimos nuevos y diferentes sentidos, que transformarán también
nuestras acciones.
Los siguientes son prerrequisitos fundantes, que sumados a una ética personal e
impecable responsabilidad profesional, se tornan necesarios para sostener el
éxito en la práctica del coaching. Sin ellos, su logro se vería seriamente
comprometido.
Para ello es muy útil formular preguntas abiertas que le posibilitan explayarse, en
vez de las cerradas que concluyen con un sí o un no. La maestría del preguntar
puede generar condiciones absolutamente reveladoras.
1) CONTRATO: Este paso incluye: Pedido del cliente o empresa / oferta del
coach. Generación de Contexto de trabajo (tiempo, lugar, honorarios, pautas).
Acordar objetivos de proceso. Contexto de Confidencialidad y Confianza.
2) EXPLORACIÓN: Explorar la situación actual (generalmente el problema o
espacio de insatisfacción). Buscar los hechos concretos y específicos.
Observar las emociones. Diferenciar los hechos de las opiniones. Ver la
fundamentación de las opiniones. Explorar los pensamientos ocultos (columna
izquierda). Ver el proceso de razonamiento y las creencias limitantes.
3) QUIEBRE: Buscar el propósito. Chequear el quiebre. Definir la toma de
posición sobre el asunto. Definir el resultado a lograr. Metas y objetivos.
4) INTERVENCIÓN: Cambio de observador. Re-articular y re-interpretar
creencias. Responsabilización. Intervención corporal y emocional.
5) DISEÑO DE ACCIONES: Explorar alternativas y posibilidades de acción.
Elección de la acción. Simulación y práctica.
6) ACOMPAÑAMIENTO: Cierre, integración de aprendizajes y disposición para
acompañar en el proceso.
• Preguntas de Exploración
Permiten explorar la situación concreta:
- ¿Cuál es la situación?
- ¿Dónde te ocurre?
- ¿Quiénes son los protagonistas?
- ¿Qué desearías que sucediera o que hubiera sucedido?
- ¿Qué cambiaría si ocurriera X?
- ¿Qué te hace pensar que...?
- ¿Qué tendría que pasar para que cambies de opinión?
- ¿Qué te impide actuar?
- ¿Cómo te sientes con esto?
- ¿Cuáles son tus pensamientos y sentimientos ocultos?
- ¿Qué te impide expresarlos?
CoCrear – El Arte de Preguntar 5
• Preguntas de Intervención
Permiten cambiar el observador y ampliar interpretaciones:
- ¿Cómo podrías transformar las explicaciones de víctima en
explicaciones de protagonista?
- ¿En qué/cómo contribuyes a esta situación?
- ¿Cómo crees que eres un factor contribuyente?
- ¿Qué y cuánta responsabilidad estás dispuesto a asumir frente a esta
situación?
- ¿Qué otra forma de explicar podrías darte?
- ¿Qué verdad te estás ocultando?
- ¿Qué costos estás pagando por soportar esta situación?
- ¿Qué beneficios obtienes de esta situación?
- ¿Cuándo pasó esto antes por tu vida?
- ¿Cómo lo resolviste o enfrentaste entonces la situación?
- ¿En qué otras circunstancias te pasa o pasó?
• Preguntas de Acompañamiento
Para cerrar la conversación actual:
- ¿Qué aprendiste?
- ¿Qué harías de modo diferente si te volviera a ocurrir algo parecido?
- ¿Qué piensas ahora?
- ¿Cómo te sientes ahora?
- ¿En qué más puedo ayudarte?
CoCrear – El Arte de Preguntar 7
Conversaciones inefectivas:
La pregunta ¿Cómo sabes eso? Llama la atención sobre los supuestos hechos
en los que el cliente se basa para hacer determinada aseveración.
Hay una pregunta que el cliente puede formularte: “¿Qué debería hacer?”
“Debería” es una palabra de presión, puesto que implica la existencia de alguna
norma que el cliente cree que tiene que cumplir y que tú puedes decirle cuál es.
En realidad te está diciendo: “Dime qué tengo que hacer. Dame una regla a
seguir”. Es importante, como coach, no caer en la tentación de hacerlo, aunque
tengas medianamente claro lo que el cliente tendría que hacer. La mejor
respuesta a esta pregunta es otra pregunta: “¿Qué es lo que quieres?” Una vez
que el cliente haya expuesto sus creencias, valores, objetivos, ya sabrá por sí
mismo lo que tiene que hacer.
2) Conducen a la acción:
Las preguntas poderosas señalan el camino hacia delante. Para solucionar una
situación no es indispensable comprender cómo se originó. Si estás a oscuras no
necesitas comprender cómo funciona la electricidad para apretar el interruptor de
la luz.
No se trata de una fórmula fija para aplicar inexorablemente, sino tan sólo de una
estructura básica sobre la que puedes ser creativo e improvisar.
Busca opciones entre las que el cliente pueda elegir: “¿Qué otras opciones
tienes?”
Averigua los beneficios que genera el objetivo: “¿Qué supondrá para ti ese
objetivo?”
Trata sobre la ecología del objetivo: “¿Qué estás dispuesto a abandonar para
lograr este objetivo?”
Asume que el cambio es posible y que depende del cliente: “¿Qué es lo que no
estás dispuesto a cambiar?”
Presupone que toda situación tiene algo bueno y busca rescatar el lado positivo
de la situación actual: “¿Qué hay de bueno en la situación presente?”
CoCrear – El Arte de Preguntar 11
Presupone que el cliente puede cambiar las cosas: “¿Qué puedes hacer para que
eso cambie?”
Pregunta ecológica, obliga al cliente a darse cuenta que no tomar una decisión
tiene consecuencias: “¿Qué es lo peor que podría suceder si no hicieras esto?”
Otras preguntas:
Las preguntas acerca del “¿cómo?” exploran los medios que el cliente utilizará.
Básicamente están relacionadas con el plan de acción.
Las preguntas que comienzan con “¿Cuándo?” también son útiles, pero antes
necesitas establecer el “¿qué?” y el “¿cómo?”.
Si bien muchas veces es central contar con cierta información, un coach ontológico
aprende que todo texto/información/palabras adquieren sentido en el contexto en el
que son dichas y escuchadas.
Los contextos definen las conversaciones disponibles y por ende lo que es posible
preguntar y lo que no. Por ello definimos a las culturas como los grandes contextos
que confieren sentido a nuestras prácticas del vivir cotidiano.
Hacernos preguntas sobre nuestras preguntas y sobre las de los demás nos
brindará un fabuloso adiestramiento para detectar presuposiciones que esconden el
mundo de lo obvio que en general es el menos obvio de los mundos.
Es vital ser capaces de distinguir las preguntas por los hechos y las preguntas por
las interpretaciones de los hechos porque a menudo los clientes se “quedan
pegados” a sus modos de interpretar el mundo partiendo de la presuposición que al
opinar están describiendo el mundo y por tanto descuentan que sus interpretaciones
son parte constitutiva de los hechos.
Otro terreno relevante tiene que ver con preguntar por hechos que el cliente haya
juzgado como no relevantes y/o hechos que puede no haber conocido y por tanto no
existen en su vivir.
Distinguir los juicios como juicios, nos permite preguntar por las acciones que hay
detrás de esos juicios. Por ejemplo cuando decimos que Juan es una buena
persona, podríamos preguntar:
¿Qué hace Juan, para que digas que es una buena persona?
Quizás Juan hace algo que para nosotros es irrelevante, como por ejemplo
comprar cigarrillos para los amigos, y para el que emite el juicio esta acción es
muy importante y/o valorada.