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Nombre: Miguel Ángel Delgado Quintero.

Identificación: 1026582089.
Programa curricular: Matemáticas.
Universidad Nacional de Colombia.

SOBRE LA PROPORCIÓN AUREA Y SU CUALIDAD ESTÉTICA.

Introducción:

Muchos hemos escuchado sobre la proporción aurea o divina proporción y acerca de su relación
con las artes como lo son la música y también con la pintura antigua y hasta la arquitectura.
También es posible haber escuchado sobre la relación que guarda dicha proporción con la
naturaleza, que se puede encontrar en el diseño de gran variedad de animales y plantas e inclusive
hasta en formas de constelaciones tan lejas de nuestro planeta que para tener una idea de donde
quedan nos toca hacer una conversión enorme en la escala para medir y hablar con respecto a
millones de años luz. También, sin necesidad de dedicarse a estudios matemáticos, es posible
haber escuchado la relación con la sucesión de Fibonacci.

Galileo Galilei pensó que el universo estaba escrito en un lenguaje y que ese lenguaje eran las
matemáticas y que para entender al universo y sus fenómenos debíamos despojarnos de la
experiencia inicial (aquella que nos brindan nuestros sentidos) y atacar el fenómeno con
matemáticas. Por esto, en este escrito, trataremos de dejar claras respuestas a preguntas como,
por ejemplo: ¿Cómo se obtiene la proporción aurea?, ¿Cómo es posible observar, de primera
mano, el actuar o la forma en que se presenta dicha proporción en la naturaleza? Entre otras.

El objetivo al contestar es sencillas preguntas es que logremos acercarnos un poco al pensamiento


de Galileo sobre el lenguaje del universo.

Comenzaré con un breve resumen sobre la mencionada proporción, mencionando algunos lugares
o situaciones en donde se encontraba la proporción aurea, luego se tratarán aspectos sobre la
estética y el por qué de que se considera que brinda condiciones de belleza y para terminar
hablaré un poco sobre las ideas que hay en la contemporaneidad que se relacionen con la
proporción.

Desarrollo:

Muchas personas hemos escuchado hablar sobre la proporción aurea o divina proporción y sobre
sus cualidades de belleza, es una lástima que no exista ninguna certeza acerca de cómo, ni quien
fue el primero o la primera en desarrollar una idea tan importante pero existe información sobre
dos personas, que a mi parecer, fueron muy importantes para dar inicio a la comprensión de esta
idea, una de ellas es un escultor llamado Fidias (490-430 a. C) quien en algunas de sus esculturas y
la más importante “El Partenón” permite ver como se encuentra inscrita dentro de una espiral
diseñada por la proporción aurea. No obstante, sería un poco (demasiado) imprudente aseverar
que Fidias lo realizó conscientemente. Lo que sí es cierto es “que resulta mantenerse escéptico
cuando se analiza con detalle… y se descubre con asombro que sus diversos elementos pueden
descomponerse limpiamente en rectángulos áureos” (Corbalán. F, Pg 13)

Tomada de: http://art1arquitectura.blogspot.com/2011/05/el-partenon-y-la-divina-proporcion.html

El otro personaje que me parece muy importante es Euclides, pues fue el primero en hacer un
trabajo que incluyera dicha proporción en un trabajo matemático riguroso y estricto, como se
puede constatar en el libro VI de “Los Elementos” pues la definición 3 estipula que: “Se dice que
una recta ha sido cortada en extrema y media razón cuando la recta entera es al segmento mayor
como el segmento como el segmento mayor es al segmento menor” (Euclides, siglo III a. C). Y es el
primer acercamiento con la proporción, lo que quiere decir Euclides en su definición es que si
tomamos una semirrecta cuya longitud sea” a” y otra con longitud b es posible establecer la
a+b a
siguiente ecuación: = ; esto, si la recta L disposición.
a b

L=a+ b a b

Ahora “consideremos una recta de tamaño x> 1 y partamos dicha recta en dos segmentos de
diferente tamaño de tal manera que el tamaño del primero quede exactamente de 1 y el
segundo, por lo anterior será de tamaño x−1 , por lo tanto, gracias a la definición dada por
x 1 2
Euclides, tenemos que = . Esto gracias a la aritmética nos lleva a x −x−1=0 , la
1 x−1
cual es una ecuación de grado 2 que se puede resolver por la fórmula cuadrática. Haciendo esto
1+ √ 5
último llegamos a que x= =1,6180339887. .. (sin incluir a la solución negativa) y este,
2
es el número que comúnmente se llama Φ y se asocia a la belleza” (Corbalán, 2010). Lo más
increíble es que es que la proporción áurea siempre va a tener el mismo valor, es decir, no importa
el segmento del que partamos, siempre va a valer lo mismo.

Hemos visto el cómo, matemáticamente, se obtiene la proporción áurea y su valor numérico, pero
¿En dónde la podemos encontrar?

 La proporción áurea en la naturaleza:

En la naturaleza podemos encontrar la proporción áurea en muchas situaciones que son palpables
a simple vista. Para dar un ejemplo sobre lo anterior me gustaría mostrar cómo se relacionan las
ideas sobre la proporción áurea y la de la sucesión de Fibonacci que por sí solas no tienen nada
que ver, pero que gracias al estudio que se ha dado a través de los años se ha descubierto que
están íntimamente ligadas.

La sucesión de Fibonacci es una secuencia de números la cual empieza por, llamémoslos F1=1
y F2 =1 y se define Fn =Fn−1 + F n−2 . Es decir que F2 =2 , F3 =3 y de esta manera
se van armando los Fn que componen dicha sucesión. Lo importante, o por lo menos
llamativo, en este caso es que se sabe que al realizar la división entre cualquier Fn +1 y su
antecedente Fn obtenemos una aproximación del número áureo, aprovecho y hago la
aclaración de que es un número irracional (es decir que tiene infinitas cifras decimales que no
llevan ningún patrón en especial), pero a medida que el número n tiende a infinito (o se vuelve
más grande) la aproximación se va ajustando cada vez más al valor real del número Φ; por
ejemplo tomemos F6 y F7 para hacer su división, entonces nos queda:
F 7 13
= =1,625 pero si tomamos ahora F14 y F15 nos queda la división
F6 8
F 15 610
= =1,6180371 , en el cual ya se pueden observar cinco cifras decimales idénticas a las
F 14 377
de Φ.

Una vez expuesto esto, veamos la imagen que sigue:


Tomada de: http://humanprogress.net/es/la-ley-y-el-orden-de-la-naturaleza-fractales-y-fibonacci

Nos muestra a la parte derecha una flor de girasol, que se encuentra en perfecto estado y sin
ningún tipo de alteración anormal. Esta flor de girasol, como se muestra en la parte izquierda de la
imagen cuenta con unas espirales con un mismo origen y si nos damos a la tarea de contar aquellas
que van hacia un lado primero y después hacia el otro nos daremos cuenta de que aparecen dos
números de la serie de Fibonacci (sucesivos) en este caso 21 y 34. Es posible encontrar otros para
de números pero en especial se pueden encontrar en la relación 55 y 89 (Corbalán, pg 17). Es decir,
que detrás de esto se encuentra la proporción aurea.

El ejemplo anterior es tan solo un abre bocas pues dicha relación (entre la proporción áurea y la
sucesión de Fibonacci) puede estar presente en diferentes partes del universo, otro ejemplo podría
ser en la proporción de la anatomía humana, o en la cantidad de pétalos de algunas flores, “que
por lo general suele también ser un número de la sucesión de Fibonacci, como en el caso de la lila
(3), la espuela (8) o el aster (21)” (Corbalán, pg 134). Y hasta en el número de descendientes que
pueden obtener una pareja de conejos está ligada a la sucesión de Fibonacci.

 La proporción áurea en el arte:

Al darle una vista a la literatura referente a la temática de la proporción áurea, encontramos que el
ser humano ha tratado de, a través de los años, utilizarla para las artes como lo son la pintura, la
música y hasta en la arquitectura. Como lo vimos antes existen textos que permiten pensar que se
puede encontrar en edificaciones tan antiguas como “el Partenón”; pero además también se
puede encontrar en arquitecturas tan distantes y diferentes como puede ser en la oriental, la
arquitectura egipcia, inclusive se puede encontrar en la arquitectura americana “la pirámide del
sol y la pirámide de la luna en Teotihuacán, cerca a la ciudad de México, fueron en cierta época el
corazón de una esplendida civilización metropolitana y los contornos de la pirámide del sol están
contenidos en de conjuntos de triángulos de 5/8 y 3/4" (Toledo, pg 111) y nosotros, como ya
sabemos, los números 3, 4,5,8 son números de la sucesión de Fibonacci, es decir que los contornos
de dichas pirámides están dispuestas en relación al número áureo Φ.
Tomada de: http://matematicas.uclm.es/ita-cr/web_matematicas/trabajos/240/La_seccion_aurea_en%20arte.pdf

En música, como lo vimos en una de las sesiones de la clase de Galileo, también aparece
relacionada la proporción áurea; “…Pitágoras descubrió que la resonancia de una cuerda tensa y
los sonidos que dicha cuerda producía correspondían a fracciones de la cuerda” (Toledo, pg 37). A
estas proporciones se le dieron los nombres de diapasón, diapente y diatesarón; que corresponden
a las fracciones 1/2, 2/3 y 3/4, respectivamente, es decir, si se hace vibrar la cuerda entera, esta, da
la misma nota que su mitad pero una octava más alto que la original; Si lo que hace es hacer vibrar
la cuerda a sus 2/3 de longitud, lo que se escucha es la misma nota de la cuerda inicial pero en
quinta y por último si se toman los ¾ de la cuerda original y se hace vibrar se oye es la cuarta de la
misma nota. Es claro que de nuevo aparecen los números de la sucesión de Fibonacci y detrás de
ellos el número divino. Y es que son estas tonalidades, las que permiten que la música se escuche
como música, se entrelazan entre sí y se combinan para producir obras de arte maravillosas y de
todos los estilos que ayudan a que los humanos logremos comunicar ideas y sentimientos.

Al nivel de la pintura, podemos encontrar la proporción áurea en inmensa cantidad de cuadros,


uno de los más importante (desde mi punto de vista) “La Gioconda” o “La Mona Lisa” de Leonardo
Da Vinci, la cual estudiamos y analizamos en algunas clases, en las cuales se aprendieron cosas
como por ejemplo el por qué, dependiendo del observador, se puede ver que La Gioconda se
encuentra sonriente o triste. Lo cual es magnífico debido Al “truco” que utilizó Leonardo al pintarle
(más bien a no pintarle) los contornos de la boca completamente en la pintura. También es
increíble que Leonardo haya pintado dicho cuadro inspirado en la realidad, dado que, para él, lo
verdaderamente bello existía en la naturaleza y lo que él hacia era plasmar esa belleza que existía
en el mundo sus pinturas. Como si fueran poco todos estos datos, también se relaciona con el
rectángulo áureo de dos formas diferentes: “La primera es que el cuadro completo coincide con un
rectángulo áureo a partir de las medidas del cuadro y la segunda es que la espiral (del rectángulo
áureo) se ajusta perfectamente a cuerpo de La Gioconda “(Suárez, pg 7)
Tomado de: https://matematicasbecquerelianas.weebly.com/uploads/6/0/1/0/60102399/andr%C3%A9s_suarez.pdf

 En la actualidad:

En la actualidad se realizan trabajos sobre la proporción áurea en diferentes campos como en la


neurofísica, como lo plantea José Luis Caballero en su artículo llamado “’Hay una neurofísica de la
proporción áurea” en el que después de hacer un breve análisis de la capilla de Schoenstatt en el
que introduce los conceptos tratados con respecto a la mencionada proporción plantea la
pregunta de si hay o no una razón neurológica por la cual los seres humanos estamos tan
conectados con dicha proporción y “Se propone un experimento de magneto-encefalografía para
dilucidarlo” (Caballero, pg 603). Dicho experimento consiste en la medición de córtex prefrontal,
exponiendo a individuos a una serie de imágenes geométricas “desnudas lo más posible de
adherencias culturales que puedan inclinar el juicio” (Caballero, pg 606). Y el sujeto por si mismo
debería al dedillo mostrar cual de dichas imágenes le parecen más bellas o, al contrario. Es
importante aclarar que Caballero plantea como regla que no todas las imágenes deberían estar
relacionadas con la proporción áurea Para que el experimento cumpla con su objetivo, el cual es:
determinar sin saberlo el ser humano tiene alguna predilección neuronal por dicha proporción.

Como en la mención anterior, existen diferentes trabajos actuales, en los cuales se quiere
encontrar una coincidencia de algún fenómeno con la proporción áurea, por ejemplo, la relación
entre la proporción divina y el diseño (más bien el papel que juega dicha proporción en el diseño),
también se pueden encontrar artículos sobre la evaluación estética de la sonrisa según la
proporción áurea y de esta forma en muchas otras áreas diferentes de la matemática.

Conclusión:

“En la larga búsqueda de un evasivo canon de las proporciones “perfectas”, un canon que de algún
modo conferiría automáticamente placer estético a todas las obras de arte, la Proporción Áurea ha
demostrado ser la más duradera” (Livio, pg 17). La proporción áurea es, como lo vimos en este
pequeño abre bocas, muy intrigante debido a la cantidad de situaciones donde la podemos
encontrar. Desde mi punto de vista, todas estas situaciones son realmente importantes para la
humanidad en general, han marcado diferentes puntos en la historia y seguramente seguirá
pasando (que se encuentre en otras situaciones reflejada la proporción áurea) y no importa
realmente si es un orden que tiene el universo por seguir la media 1 o si es realmente producto de
la invención de un dios sobrenatural y omnipotente lo real es que es, realmente, muy bella.

Bibliografía:

EUCLIDES, Los Elementos, Libro VI.


CORBALÁN. F, La proporción aurea. El lenguaje matemático de la belleza, RBA Coleccionables,
2010.
TOLEDO. Y, Sección áurea en arte, arquitectura y música.
SUÁREZ. A, Proporción áurea y la Gioconda y en la Meninas.
CABALLERO. J, ¿Hay una neurofísica de la proporción áurea?, Universidad Pontificia de Salamanca,
PENSAMIENTO, 2016
LIVIO. M, La proporción áurea. La historia de phi, el número más enigmático del mundo, Ariel,
Barcelona, 2007

Webgrafía:

https://www.youtube.com/watch?v=2TLB5TdSwBA

1 https://www.youtube.com/watch?v=2TLB5TdSwBA

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