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Euclides fue el primer matemático en expresar esta relación pero no como se conoce ahora, el la llamo “razón
media y extrema”, en el renacimiento Luca Pacioli la llamó “divina proporción”, más tarde Martín Ohm la
bautizó como “sección dorada” y ya en el siglo XX se usó la letra griega Tau para después pasar a Fi y así
representar al número áureo.
Algunas de las cosas interesantes de este número son que su cuadrado y su inverso
tienen las mismas infinitas cifras decimales, otro ejemplo es su relación con la
sucesión de Fibonacci, ya que si tomas uno de los números de esta y lo divides entre
el anterior el resultado se acerca al número áureo,
De todos los rectángulos posibles existía para ellos uno perfecto (rectángulo
áureo), el cual dividiendo su largo y ancho da como resultado el número Fi o
número mágico, muchos artistas la utilizaban en sus obras por intuición
Lo curioso en esta proporción es que la relación entre el lado largo y el lado ancho es la misma que la suma de
los dos y el lado largo. Está presente en muchas cosas de la naturaleza, como por ejemplo en el desarrollo de
organismos vivos.
Los griegos descubrieron los procedimientos correctos para trazar con exactitud los rectángulos áureos; si se
parte del lado corto para obtener el lado largo, dibujaban un cuadrado con esa medida, ponían un compás en el
punto medio y tomaban la distancia hasta el vértice superior para después llevarla a la horizontal, obteniendo
la medida del lado largo para después trazar el rectángulo. Si utilizamos el teorema de Pitágoras y ponemos un
ejemplo con la medida del lado corto 2, vemos que el lado largo mide 1 + √5 esto nos da que la proporción
1+√5
entre ellos es de 2
, dando como resultado el número Fi.
Si se parte del lado largo es más complicado obtener la medida del lado corto pero los griegos encontraron un
procedimiento para obtenerlo hallando el punto medio, trazamos una perpendicular por el extremo, llevamos
sobre ella con un compás la mitad que habíamos marcado, trazamos la recta que une el punto hallado con el
extremo contrario, y sobre ella llevamos la medida de la mitad obteniendo el punto D; la medida del lado corto
es la distancia de A a B, ya podemos trazar un rectángulo.
Muchas obras de arte esta están compuestas siguiendo la proporción áurea,
como la tumba de Éfeso.
En conclusión esta proporción se adapta a todo si tú los ajustas a la medidas que te convengan.