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1

MÉTODOS MATEMÁTICOS

AVANZADOS PARA

CIENCIAS E INGENIERÍAS

Manuel Gadella
Luis Miguel Nieto

Departamento de Fı́sica Teórica

UNIVERSIDAD DE VALLADOLID
2
Capı́tulo 1

LA FUNCIÓN GAMMA Y
OTRAS FUNCIONES
RELACIONADAS

1.1. Introducción

Al haberse planteado la elaboración de este libro como un manual de


Métodos Matemáticos avanzados con aplicaciones en disciplinas cientı́ficas
y técnicas, suponemos que el lector posee ya unos sólidos conocimientos
de álgebra y cálculo en una y varias variables, y en particular, que ya
ha tenido ocasión de estudiar tanto las series numéricas como las series de
potencias, y en concreto los desarrollos en serie de Taylor1 . Es probable que
también se haya familiarizado con las funciones de una variable compleja,
en particular con las funciones analı́ticas (es decir desarrollables en serie de
Taylor) y con las funciones enteras (aquellas que son analı́ticas en todo el
plano complejo).
En este primer tema vamos a proseguir de manera natural estas lı́neas
de trabajo abordando en primer lugar el análisis de la teorı́a de los produc-
tos infinitos. Este estudio nos servirá de punto de partida para introducir en
la sección tercera una de las funciones especiales más utilizadas, la función
gamma Γ(z), cuyas propiedades fundamentales consideraremos en detalle
(la función gamma puede introducirse de varias maneras; nosotros optamos
1
Brook Taylor (1685–1731), matemático inglés.

3
4 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

por la aquı́ indicada por ser la más completa). La función gamma surge de
manera natural al intentar extender las propiedades de los factoriales a va-
lores no naturales. Sus interesantes propiedades le hacen ser la herramienta
adecuada para describir muchas de las funciones especiales que irán apa-
reciendo a lo largo del temario que vamos a desarrollar. Otras funciones
relacionadas con la función gamma se introducen en la sección cuarta. De-
dicamos la sección quinta a definir la función zeta de Riemann2 , ζ(z). En la
sección sexta se definen las integrales elı́pticas que, aunque no guardan una
relación directa con la función gamma, deberı́an resultar familiares para
todo cientı́fico o ingeniero, ya que aparecen en la resolución de destaca-
dos problemas tanto de matemática pura como aplicada. Para finalizar, se
efectúa una breve introducción a la teorı́a de las series asintóticas; sin en-
trar en los detalles matemáticos delicados de la teorı́a, se pretende al menos
motivar un resultado de tanta utilidad como es la fórmula de Stirling3 (que
no es otra cosa que el desarrollo asintótico para la función gamma).

1.2. Productos infinitos. Teorema de Weierstrass

De manera análoga a como se desarrolla la teorı́a de series, se pue-


de construir una teorı́a de productos infinitos. Una primera aproximación
intuitiva se obtiene al considerar un polinomio cualquiera de grado n:

· ¸
an−1 n−1 a1 a0
pn (z) = an z n + · · · + a1 z + a0 = an z n + z + ··· + z + .
an an an
(1.2.1)
Suponemos que an 6= 0 y, para mayor generalidad, la variable z se toma
compleja. Si denominamos α1 , α2 , . . . , αn a las raı́ces de este polinomio
(puede haber alguna repetida; se denomina multiplicidad de una raı́z al
número de veces que aparece repetida), podremos factorizarle en la forma

2
Georg Friedrich Bernhard Riemann (1826–66), fue uno de los matemáticos más bri-
llantes del siglo XIX, realizando importantı́simas contribuciones en campos como teorı́a
de números, funciones de variable compleja, series de Fourier o geometrı́a (de hecho
sus innovadoras ideas sobre los fundamentos de la geometrı́a fueron el punto de partida
que permitió desarrollar el aparato matemático necesario para formular la teorı́a de la
relatividad general).
3
James Stirling (1692–1770), matemático escocés.
1.2. PRODUCTOS INFINITOS. TEOREMA DE WEIERSTRASS 5

siguiente:
n
Y
pn (z) = an (z − α1 )(z − α2 ) · · · (z − αn ) = an (z − αk ). (1.2.2)
k=1

Parece natural intentar generalizar la expresión precedente cuando en lugar


de un polinomio tenemos una serie de potencias (es decir, cuando pasamos
al lı́mite n → ∞). En este caso, en lugar de un número finito de factores
tendremos un número infinito de ellos. Hemos de precisar ahora las sencillas
ideas que acabamos de exponer. Para ello comencemos estableciendo una
definición rigurosa de qué es lo que se entiende por un producto infinito.
Sea {a1 , a2 , a3 , . . .} una sucesión de números complejos, ninguno de los
cuales es igual a −1, es decir ak 6= −1, ∀k ∈ N. Consideremos el producto
de n términos de la forma
n
Y
Pn = (1 + ak ) = (1 + a1 )(1 + a2 ) · · · (1 + an ). (1.2.3)
k=1

Escribimos el término general de este producto finito como (1 + ak ) porque,


como luego veremos, si el producto converge, el término general debe tender
a 1.

Definición 1: diremos que el producto Pn anteriormente definido es con-


vergente cuando n → ∞ si la sucesión Pn posee un lı́mite finito distinto de
cero (este lı́mite no nulo será precisamente el valor del producto infinito).
Lo indicaremos ası́:
n
Y ∞
Y
lı́m Pn = lı́m (1 + ak ) ≡ (1 + ak ). (1.2.4)
n→∞ n→∞
k=1 k=1

Cuando alguno de los ak sea igual a −1, el producto vale 0. Si sucede ésto, o
si el lı́mite (1.2.4) vale cero, diremos que el producto diverge a cero. Como
dato anecdótico, la convergencia del producto en el que ak = −(k + 1)−2
fue investigada por Wallis4 en 1655.
Consideremos a continuación unos ejemplos de productos numéricos
(más adelante consideraremos también productos en los que intervienen
funciones).
4
John Wallis (1616–1703), matemático inglés.
6 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

Ejemplo 1: analicemos la convergencia del producto infinito


Y∞ µ ¶ Y ∞ µ ¶
1 k−1 123
p= 1− = = ···
k k 234
k=2 k=2

Consideremos el producto hasta k = n y pasemos luego al lı́mite:


Yn µ ¶
k−1 123 n−2 n−1 1
p = lı́m = lı́m ··· = lı́m = 0.
n→∞ k n→∞ 2 3 4 n−1 n n→∞ n
k=2

Hemos dicho que el producto es convergente si la sucesión del producto de


n términos tiende a un lı́mite finito distinto de cero. Como aquı́ el lı́mite es
cero, entonces el producto analizado diverge a cero5 .

Ejemplo 2: consideremos a continuación otro caso que resolveremos de


manera completamente análoga al anterior:
∞ µ
Y ¶ Y ∞ µ 2 ¶ Yn µ ¶
1 k −1 k−1 k+1
p = 1− 2 = = lı́m
k k2 n→∞ k k
k=2 k=2 k=2
µ ¶µ ¶µ ¶ µ ¶µ ¶
13 24 35 n−2 n n−1 n+1
= lı́m ···
n→∞ 2 2 33 44 n−1 n−1 n n
1 n+1 1
= lı́m = .
n→∞ 2 n 2
Mediante unos sencillos cálculos (tanto que no es necesario explicarlos en
detalle) hemos demostrado que este producto infinito converge a 1/2.

Ejemplo 3: un último ejemplo, que requiere un poco más de cuidado al


simplificar antes de efectuar el paso al lı́mite, es el siguiente:
Y∞ µ ¶ Y ∞ Y∞ µ ¶
2 k2 + k − 2 k−1 k+2
p = 1− = =
k(k + 1) k(k + 1) k k+1
k=2 k=2 k=2
µ ¶µ ¶µ ¶ µ ¶µ ¶
14 25 36 n−2 n+1 n−1 n+2
= lı́m ···
n→∞ 2 3 34 45 n−1 n n n+1
1 n+2 1
= lı́m = .
n→∞ 3 n 3
5
El lector puede haber observado que en este ejemplo el ı́ndice k del producto comienza
en 2 y no en 1. Un momento de reflexión le hará darse cuenta de que este hecho no presenta
ninguna relevancia, ya que con un sencillo cambio de ı́ndices podrı́a llevarse a la forma
estándar (1.2.4).
1.2. PRODUCTOS INFINITOS. TEOREMA DE WEIERSTRASS 7

Enunciamos ahora un resultado en el que, a la vez que se introducen algunos


conceptos nuevos, se resumen las principales propiedades de convergencia
de los productos infinitos6 .

Teorema 1: dado un producto infinito en la forma anteriormente conside-


rada (1.2.4), se verifica lo siguiente:

Y
i) Si (1 + ak ) converge, entonces lı́m ak = 0.
k→∞
k=1

Y
ii) Supongamos que |ak | < 1, ∀k ∈ N, entonces el producto (1 + ak )
k=1

X
converge si y sólo si la serie log(1 + ak ) converge (se considera la
k=1
rama principal del logaritmo. Obsérvese que |ak | < 1 garantiza que
log(1 + ak ) está bien definido).

Y
iii) Diremos que el producto (1 + ak ) converge absolutamente si el pro-
k=1

Y
ducto (1 + |ak |) converge. El producto convergerá absolutamente
k=1

X
si y sólo si la serie ak también converge absolutamente, es decir,
k=1

X
si |ak | converge.
k=1

iv) Si un producto infinito converge absolutamente, entonces también


converge en el sentido ordinario.

Ejercicio: como aplicación de lo que acabamos de comentar, puede estu-


diarse la convergencia de los dos productos siguientes:

Y Y∞
k
e(−1) /k , e1/k .
k=1 k=1
6
No vamos a probar aquı́ los teoremas 1, 2 y 3 que siguen, pues estas demostraciones
precisan de unos conocimientos de análisis complejo que no suponemos en el lector de este
libro. Además su presentación no aporta nada esencial. Remitimos al lector interesado
al tema séptimo del libro de Marsden mencionado en la bibliografı́a recomendada, que
aparece al final de este capı́tulo.
8 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

Al igual que sucede con las series absolutamente convergentes, hay cier-
tas operaciones que es lı́cito efectuar para los productos absolutamente
convergentes, pero no para aquellos que no lo son. En particular, para los
primeros se puede cambiar el orden de los factores, ya que el resultado no se
altera (esto no es cierto para los que no son absolutamente convergentes).
Hasta ahora hemos considerado únicamente productos numéricos. A
continuación vamos a introducir los productos infinitos de funciones.

Definición 2: sean {fk (z)}k∈N funciones definidas en un conjunto B ⊂ C,


donde C es el cuerpo complejo. Diremos que el producto infinito

Y
(1 + fk (z)) (1.2.5)
k=1
converge uniformemente en B si y sólo si sucede lo siguiente:

i) existe un m ∈ N tal que fk (z) 6= −1, para k ≥ m y ∀z ∈ B;


n
Y
ii) la sucesión Pn (z) = (1 + fk (z)) converge uniformemente a la fun-
k=m
ción P (z) en B;
iii) P (z) 6= 0, ∀z ∈ B.

Obsérvese que el producto converge a


m−1
Y
T (z) = P (z) (1 + fk (z)) .
k=1
Un resultado que puede ser de utilidad es el siguiente:

Teorema 2: si {fk (z)}k∈N son funciones analı́ticas en un abierto A ⊂ C


n
Y
y la sucesión de funciones Pn (z) = (1 + fk (z)) converge uniformemente
k=1
a P (z) en todo disco cerrado contenido en A, entonces la función P (z) es
analı́tica en A.

Para terminar esta sección, vamos a enunciar un teorema debido a


Weierstrass7 que es muy importante en las aplicaciones. Aunque pueden
7
Karl Theodor Wilhelm Weierstrass (1815–97), matemático alemán que construyó la
teorı́a de los números reales y trabajó en teorı́a de funciones, influyendo de forma desta-
cada en el uso de métodos rigurosos y no intuitivos en matemáticas.
1.2. PRODUCTOS INFINITOS. TEOREMA DE WEIERSTRASS 9

encontarse diferentes versiones del teorema, daremos aquı́ una versión sim-
plificada que es suficiente para lo que más tarde precisaremos: la definición
de la función gamma.

Teorema 3 (de Weierstrass): sea {a1 , a2 , a3 , . . .} una sucesión (puede


ser también un conjunto finito) de números complejos distintos de cero y
tales que
X∞
1
< ∞.
|ak |2
k=1
Si g(z) es una función entera (es decir, analı́tica en todo el plano complejo)
y ` un número natural, la función f (z) definida como
∞ µ
Y ¶
z
f (z) = eg(z) z ` 1− ez/ak (1.2.6)
ak
k=1

es entera. El producto converge uniformemente en discos cerrados, tiene


ceros en a1 , a2 , a3 , . . . y tiene un cero de orden ` en z = 0, pero no posee
ningún otro cero. Recı́procamente, cualquier función entera f (z) con las
propiedades citadas puede ser escrita en la forma (1.2.6).
Los números {ak } pueden aparecer repetidos un número finito de veces
para dar cuenta de la existencia de ceros múltiples. ¿Qué sucede si f (z) es
entera y no tiene ningún cero? El teorema de Weierstrass nos dice que en
este caso f (z) = exp(g(z)), siendo g(z) una función entera.
Para finalizar este apartado creemos conveniente indicar un resultado
importante, como es la expresión de la función seno como producto infinito:
∞ ³
Y z ´ z/k
sen πz = πz 1− e . (1.2.7)
k=−∞
k
k6=0

Para demostrar esta igualdad se utiliza el teorema de Weierstrass que acabamos de enun-
ciar. Como la función sen πz es entera y tiene ceros simples en {n ∈ Z}, siendo cierto
además que
X∞
1
2
< ∞,
n=−∞
n
n6=0

el teorema nos asegura que existe una función entera g(z), que habrá que determinar, tal
que

Y
sen πz = πz eg(z) (1 − z/n) ez/n
n=−∞
n6=0
10 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

= πz eg(z) (1 − z)ez (1 + z)e−z (1 − z/2)ez/2 (1 + z/2)e−z/2 · · ·



Y
= πz eg(z) (1 − z 2 )(1 − (z/2)2 ) · · · = πz eg(z) (1 − (z/n)2 ).
n=1

Obsérvese que hemos podido reordenar los productos por existir convergencia uniforme.
Consideremos ahora los productos parciales

N
Y
PN (z) = πz eg(z) (1 − (z/n)2 ) → sen πz.
n=1

De aquı́ se sigue que


( N
)
0
PN (z) d d X 2
= log PN (z) = log z + g(z) + log(1 − (z/n) )
PN (z) dz dz n=1

XN
1 2z
= + g 0 (z) + 2 − n2
.
z n=1
z

Como hay convergencia uniforme, podemos derivar término a término y tendremos


0
0 PN (z)
PN (z) → π cos πz, → π cot πz, z 6= n ∈ Z.
PN (z)

Tomando el lı́mite en la expresión anteriormente obtenida para la derivada logarı́tmica de


PN (z) y usando el siguiente resultado que se demuestra en los cursos de variable compleja

1 X 2z
cot z = + , z 6= nπ,
z n=1 z 2 − (nπ)2

tenemos:
0 X∞
PN (z) 1 2z
π cot πz = lı́m = + g 0 (z) + 2 − n2
= g 0 (z) + π cot πz.
N →∞ PN (z) z n=1
z

Por tanto g 0 (z) = 0, es decir g(z) = C. Para determinar el valor de esta constante
calculamos el lı́mite z → 0 de
Y∞
sen πz
lı́m = lı́m eC (1 − (z/n)2 ) = eC .
z→0 πz z→0
n=1

Pero es bien sabido que este lı́mite vale 1, de manera que finalmente obtenemos

Y
sen πz = πz (1 − (z/n)2 ),
n=1

y por añadidura también demostramos (1.2.7).


1.3. LA FUNCIÓN GAMMA Γ(Z) 11

1.3. La función gamma Γ(z)

Pasamos a estudiar ahora la función gamma. Históricamente la función


Γ(z) fue definida en primer lugar por Euler como el lı́mite de un cierto
producto, del cual derivó una expresión integral. Pero para poder desa-
rrollar adecuadamente la teorı́a, es más adecuado definir esta función en
términos de un producto infinito del tipo que ha aparecido en el teorema de
Weierstrass. Otras contribuciones importantes en este campo son debidas a
Gauss8 y a Legendre (quien introdujo la notación actual, Γ(z), en 1814). Es
interesante destacar el hecho de que ha sido demostrado que esta función no
satisface ninguna ecuación diferencial con coeficientes racionales; la mayor
parte de las funciones especiales que van a aparecer en capı́tulos posteriores
sı́ verifican esta propiedad.

1.3.1. Definición

Para introducir la función gamma vamos a utilizar la función auxiliar


G(z), definida como sigue:
∞ ³
z ´ −z/k Y ³ z ´ z/k
Y −∞
G(z) = 1+ e = 1− e . (1.3.1)
k k
k=1 k=−1

Por el teorema de Weierstrass, esta función es entera y presenta ceros sim-


ples en los números enteros negativos.
Consideremos el producto z G(z) G(−z), utilizando el resultado (1.2.7)
tenemos lo siguiente:
"∞ # " −∞ #
Y³ z ´ −z/k Y ³ z ´ −z/k
z G(z) G(−z) = z 1+ e 1+ e (1.3.2)
k k
k=1 k=−1

Y³ z ´ −z/k
∞ ³
Y z ´ z/m sen πz
= z 1+ e =z 1− e = .
k=−∞
k m=−∞
m π
k6=0 m6=0

8
Johann Carl Friedrich Gauss (1777–1855), matemático y fı́sico alemán, llamado en
su tiempo “el prı́ncipe de las matemáticas”. Trabajó en gran variedad de temas, tanto
puramente matemáticos como fı́sicos: fue uno de los creadores de la geometrı́a no eu-
clı́dea, demostró el teorema fundamental del álgebra, desarrolló la teorı́a de superficies,
trabajó en astronomı́a, en óptica y en magnetismo, y también perfeccionó la telegrafı́a.
12 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

Definamos ahora la función H(z) = G(z − 1); tendrá ceros simples en


0, −1, −2, . . . En virtud del teorema de Weierstrass podemos escribir
∞ ³
Y z ´ −z/k
H(z) = eg(z) z 1+ e = eg(z) z G(z),
k
k=1

donde g(z) es una función entera sin determinar por el momento. Vamos a
ver que se trata de una constante. En efecto, sabemos que el producto que
define H(z) converge uniformemente en discos cerrados, por tanto, según
el teorema 1, podemos tomar logaritmos en esa expresión, conservando
la convergencia uniforme, lo cual nos permite a su vez derivar término a
término la expresión resultante:
∞ h ³
X z´ zi
log H(z) = g(z) + log z + log 1 + − , (1.3.3)
k k
k=1
∞ · ¸
d log H(z) 0 1 X 1 1
= g (z) + + − . (1.3.4)
dz z k+z k
k=1

Por otro lado, dado que H(z) = G(z − 1), tenemos


∞ · µ ¶ ¸
d log H(z) d log G(z − 1) d X z−1 z−1
= = log 1 + −
dz dz dz k k
k=1
∞ ·
X ¸ ∞ ·
X ¸
1 1 1 1 1
= − = −1+ −
k+z−1 k z k+z−1 k
k=1 k=2

X · ¸
1 1 1
= −1+ −
z m+z m+1
m=1
∞ ·
X ¸
1 1 1 1 1
= −1+ − + −
z m+z m m m+1
m=1
∞ ·
X ¸ X∞ · ¸
1 1 1 1 1
= −1+ − + −
z m+z m m m+1
m=1 m=1
∞ · ¸
1 X 1 1
= + − .
z m+z m
m=1
1.3. LA FUNCIÓN GAMMA Γ(Z) 13

De la comparación entre la última igualdad y la ecuación (1.3.4) se tie-


ne g 0 (z) = 0, de modo que g(z) es una constante llamada la constante de
Euler9 -Mascheroni10 que denotaremos por γ. A continuación vamos a en-
contrar su expresión explı́cita y su valor numérico. De lo que acabamos de
evaluar se sigue que
G(z − 1) = H(z) = z eγ G(z). (1.3.5)
Tomando z = 1, se tiene que G(0) = eγ G(1). Pero de la definición de G(z)
en (1.3.1) se deduce que
Y∞ µ ¶
1
G(0) = 1 y G(1) = 1+ e−1/k ,
k
k=1
por tanto, como G(0) = eγ G(1),
∞ µ
Y ¶
−γ 1
e = 1+ e−1/k .
k
k=1
Consideremos el producto de n términos
Yn µ ¶ Yn
1 k + 1 −1/k
Pn = 1+ e−1/k = e
k k
k=1 k=1
½ ¾
23 n n+1 1 1 1
= ··· exp −1 − − − · · · −
12 n−1 n 2 3 n
1 1 1 1
= n e−(1+ 2 +···+ n ) + e−(1+ 2 +···+ n ) .
Por tanto, tomando el lı́mite tenemos11 :
³ 1 1
´ ³ 1 1
´
e−γ = lı́m Pn = lı́m n e−(1+ 2 +···+ n ) + lı́m e−(1+ 2 +···+ n )
n→∞ n→∞ n→∞
½ µ ¶¾
1 1
= lı́m exp ln n − 1 + + · · · +
n→∞ 2 n
½ · µ ¶¸¾
1 1
= exp lı́m ln n − 1 + + · · · + ,
n→∞ 2 n
9
Leonhard Euler (1707–83), eminente matemático suizo que desarrollo gran parte de
su labor cientı́fica en Berlı́n y en San Petersburgo, en la corte de Catalina la Grande, y
que fue una figura clave de las matemáticas y de la fı́sica teórica en el siglo XVIII, siendo
el autor más prolı́fico en matemáticas de todos los tiempos.
10
Lorenzo Mascheroni (1750–1800), matemático italiano.
11
Para indicar el logaritmo natural usamos ln cuando el argumento es un número real
positivo y log en caso contrario
14 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

ya que el último lı́mite en la primera lı́nea es cero, pues la serie armónica


X∞
1
es divergente. Ası́ pues, la constante de Euler-Mascheroni es el valor
n
n=1
del lı́mite
· ¸
1 1
γ = lı́m 1 + + · · · + − ln n = 0,5772 . . . (1.3.6)
n→∞ 2 n

Llegados a este punto estamos en condiciones de dar la definición de


la función gamma, siguiendo a Weierstrass, como la inversa de la función
z eγ z G(z):

Definición 3: se define la función gamma como el producto infinito


" ∞ ³
#−1
γz
Y z ´ −z/k
Γ(z) = z e 1+ e . (1.3.7)
k
k=1

1.3.2. Propiedades

De la definición que acabamos de ofrecer se siguen una serie de propie-


dades que pasamos a analizar:

1. Propiedades de analiticidad de la función gamma. De (1.3.7) se deduce


que se trata de una función analı́tica en todo el plano complejo salvo
en z ∈ {0, −1, −2, . . .}, puntos en los que presenta polos simples: es
por tanto una función meromorfa (analı́tica salvo en algunos puntos
en los que posee polos).

2. Resulta sumamente ilustrativo tener una imagen de como se com-


porta la función gamma. Ofrecemos dos gráficas. En la Figura 1.1 se
representa el valor absoluto de la función gamma, |Γ(z)|, cuando z
toma valores en una región del plano complejo. La Figura 1.2 nos da
una información cualitativa muy útil respecto del comportamiento de
la función gamma; en ella se representan las funciones Γ(x), en trazo
contı́nuo, y 1/Γ(x), en trazo discontı́nuo, para x ∈ R.

3. La ecuación funcional. Como se verifica G(z − 1) = z eγ G(z) = H(z),


entonces

Γ(z + 1) = [(z + 1) eγ(z+1) G(z + 1)]−1 = [eγz (z + 1)eγ G(z + 1)]−1


1.3. LA FUNCIÓN GAMMA Γ(Z) 15

· ¸−1
γz −1 1 γz
= [e G(z)] = z e G(z) = z Γ(z).
z
Es decir, tenemos la siguiente relación fundamental:
Γ(z + 1) = z Γ(z), z 6= 0, −1, −2, . . . (1.3.8)

4. Relación de la función Γ(z) con los factoriales. Observemos que [Γ(1)]−1 =


eγ G(1) = G(0) = 1. Procediendo ahora por inducción, a partir de
(1.3.8), dado n ∈ N se verifica
Γ(n + 1) = n Γ(n) = n Γ(n − 1 + 1) = n(n − 1) Γ(n − 1) = · · ·
= n(n − 1) · · · 1 Γ(1) = n!,
es decir
Γ(n + 1) = n!, n ∈ {0, 1, 2, 3 . . .}. (1.3.9)
Nota. A veces es conveniente utilizar la notación de los semifactoria-
les, definidos de la siguiente manera:
(2n)!! := 2n(2n − 2)(2n − 4)(2n − 6) · · · 4 · 2;
(2n + 1)!! := (2n + 1)(2n − 1)(2n − 3) · · · 3 · 1.
Con esto (2n)! = (2n)!! (2n − 1)!! y (2n + 1)! = (2n + 1)!! (2n)!!.
5. Para obtener otra importante propiedad, recordemos los resultados
obtenidos en (1.3.2) y (1.3.5). Operando se llega a
sen πz
= z G(z) eγ z e−γ z G(1 − z − 1)
π
= z G(z) eγ z e−γ z (1 − z) eγ G(1 − z)
1 1
= [z eγ z G(z)][(1 − z) eγ(1−z) G(1 − z)] = .
Γ(z) Γ(1 − z)
Por lo tanto
π
Γ(z) Γ(1 − z) =. (1.3.10)
sen πz
De aquı́ se deduce que Γ(z) 6= 0, ∀z ∈ C.
6. De la definición (1.3.7), y tomando complejos conjugados, es trivial
la siguiente igualdad
Γ(z) = Γ(z). (1.3.11)

Otras propiedades de la función gamma se proponen como ejercicios al final


del capı́tulo.
16 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

1.3.3. Fórmulas de Euler

Para finalizar esta sección dedicada a la función gamma, daremos dos


fórmulas debidas a Euler, que históricamente fueron anteriores a la expre-
sión como producto infinito que nos ha servido para para definirla.

A.– Fórmulas de Euler para la función gamma

Vamos a demostrar, en primer lugar, el siguiente par de igualdades:


∞ ·µ ¶ ¸
n! nz 1Y 1 z³ z ´−1
Γ(z) = lı́m = 1+ 1+ .
n→∞ z(z + 1) · · · (z + n) z n n
n=1
(1.3.12)
Partiendo de la definición de la función gamma (1.3.7)
n ³
1 γz (1+ 12 +···+ n
1
−ln n)z
Y z ´ −z/k
= z e G(z) = z lı́m e lı́m 1+ e
Γ(z) n→∞ n→∞ k
k=1
" n ³
#
1
(1+ 12 +···+ n −ln n)z
Y z ´ −z/k
= z lı́m e 1+ e
n→∞ k
k=1
n
Y ³ z´
= z lı́m n−z 1+ (1.3.13)
n→∞ k
k=1
µ ¶−z Y
n ³
234 n z´
= z lı́m ··· 1+
n→∞ 123 n−1 k
k=1
"n−1 µ #
Y k + 1 ¶−z Yn ³

= z lı́m 1+
n→∞ k k
k=1 k=1
"µ ¶ n µ ¶ #
n+1 z Y 1 −z³ z´
= z lı́m 1+ 1+
n→∞ n k k
k=1
µ ¶
1 −z ³ z´

Y
= z 1+ 1+ .
k k
k=1

El paso de la primera a la segunda lı́nea es obvio, pues todos los lı́mites


existen y el producto de los lı́mites es el lı́mite del producto. Con esto
1.3. LA FUNCIÓN GAMMA Γ(Z) 17

queda probada la segunda igualdad de (1.3.12). Para demostrar la primera,


partimos de la ecuación (1.3.13):
n ³ n µ ¶
1 −z
Y z´ z Y k+z
= z lı́m n 1+ = lı́m z (1.3.14)
Γ(z) n→∞ k n→∞ n k
k=1 k=1

z(z + 1)(z + 2) · · · (z + n)
= lı́m ,
n→∞ n! nz
que es lo que pretendı́amos demostrar.

B.– Representación integral de la función gamma

Sea z ∈ C tal que su parte real es positiva, Re z > 0. Vamos a mostrar


la “verosimilitud”de la fórmula
Z ∞
Γ(z) = tz−1 e−t dt, Re z > 0. (1.3.15)
0

En algunos libros se parte de esta fórmula integral para definir la función


gamma. Se trata, sin embargo, de una definición incompleta, pues sólo
es válida en el semiplano Re z > 0. Con la definición de la función gamma
como producto infinito, que nosotros hemos tomado como punto de partida,
Γ(z) ya está definida en C. El hecho de que una función admita diferentes
definiciones es común a la mayorı́a de las funciones especiales que van a ir
apareciendo en capı́tulos posteriores.
Para probar (1.3.15) partimos de la fórmula de Euler que acabamos de
demostrar. Sea
n! nz
Fn (z) = , lı́m Fn (z) = Γ(z).
z(z + 1)(z + 2) · · · (z + n) n→∞

Consideremos la siguiente integral, en la que hacemos primero el cambio


de variable t = ns y luego integramos reiteradamente por partes (tomando
u = (1 − s)n y dv = sz−1 ds):
Z n µ ¶ Z 1
t n z−1 z
1− t dt = n (1 − s)n sz−1 ds
0 n 0
( ¯ Z )
z ¯1 n 1
z n s ¯ n−1 z
= n (1 − s) + (1 − s) s ds
z ¯0 z 0
18 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA
Z 1
n
z
= n (1 − s)n−1 sz ds
z 0
( ¯1 Z )
n sz+1 ¯¯ n−1 1
= nz (1 − s)n−1 + (1 − s)n−2 sz+1 ds = · · ·
z z + 1 ¯0 z + 1 0
Z 1
n n−1 n−2
z 1
= n ··· sz+n−1 ds
z z+1 z+2 z+n−1 0

n!
= nz = Fn (z).
z(z + 1)(z + 2) · · · (z + n)

De esta manera, pasando al lı́mite, resulta que


Z nµ ¶
t n z−1
Γ(z) = lı́m Fn (z) = lı́m 1− t dt. (1.3.16)
n→∞ n→∞ 0 n

Supongamos que pudiéramos introducir el lı́mite dentro de la integral, es


decir que pudiéramos operar de manera formal, como se hace a menudo.
Entonces tendrı́amos que:
Z ∞ ½µ ¶ ¾ Z ∞
t n z−1
Γ(z) = lı́m 1− t dt = e−t tz−1 dt. (1.3.17)
0 n→∞ n 0

Aunque no es lı́cito proceder como hemos hecho en el último paso, un


cálculo riguroso permite llegar exactamente al mismo resultado, ya que es
posible justificar estos pasos. En efecto, consideremos, en primer lugar, la
siguiente función: (
1 si x ∈ A,
δA (x) = (1.3.18)
0 si x ∈ / A,
llamada la función caracterı́stica del conjunto A. Notemos que, por la de-
finición de función caracterı́stica, ésta es nula fuera del conjunto al que
representa. Por lo tanto
Z nµ ¶ Z ∞µ ¶
t n z−1 t n
1− t dt = 1− δ[0,n] (t) tz−1 dt. (1.3.19)
0 n 0 n

Consideremos ahora la integral en el término a la derecha de (1.3.17):


Z ∞
e−t tz−1 dt. (1.3.20)
0
1.3. LA FUNCIÓN GAMMA Γ(Z) 19

Si pretendemos demostrar que la función Γ(z) es igual a esta integral, debe-


mos de demostrar que converge, al menos en aquellos puntos en los que la
función gamma está bien definida. Para ver que es ası́, utilicemos el siguien-
te resultado que aparece al estudiar la integral de Riemann: si una función
continua está acotada en módulo por una función integrable, entonces es
integrable 12 .
En nuestro caso, e−t tz−1 es una función continua en t para cada valor
complejo de z. Su módulo es |e−t tz−1 | = e−t tRe(z)−1 . Esta última función
converge a cero cuando t → ∞ más rápidamente que t−1 , debido al término
exponencial. Por lo tanto, la siguiente integral es convergente
Z ∞
e−t tRe(z)−1 dt. (1.3.21)
1

Por otro lado, sea p = Re(z)−1. Si p > −1 (o lo que es lo mismo, Re z > 0),
la siguiente integral converge
Z Z Z ¯
1
−t Re(z)−1
1
Re(z)−1
1
p 1 p+1 ¯¯1
e t dt ≤ t dt = t dt = t ¯ . (1.3.22)
0 0 0 p+1 0

Por tanto deducimos que la integral en (1.3.20) converge cuando Re z > 0.


Una vez que hemos encontrado cuando la integral es convergente, hemos
de probar que en este caso coincide con Γ(z). Para ello, vamos a usar el
llamado teorema de la convergencia mayorada de Lebesgue13 , que
de una manera adecuada al nivel de este libro, lo podrı́amos enunciar ası́:

Teorema 4: sea {fn (t)} una sucesión de funciones continuas o continuas a


trozos e integrables en R, convergiendo puntualmente14 hacia una función
continua o continua a trozos15 f (t). Supongamos además que existe una
función, F (t), de R a C, tal que:

i) F (t) ≥ 0, ∀t ∈ R.
12
Diremos que f (x), definida en un cierto conjunto A ⊂ R, está acotada en módulo
por F (x) en A, si F (x) ≥ 0, ∀ x ∈ A, y además |f (x)| ≤ F (x), ∀ x ∈ A.
13
Henri Léon Lebesgue (1875–1941), matemático francés que en 1901 formuló la teorı́a
de la medida definiendo después la integral que lleva su nombre y que generaliza la noción
de integral de Riemann.
14
Esto significa que para cada t ∈ R la sucesión de números complejos {fn (t)} converge
a f (t) en el sentido de la convergencia de sucesiones en el plano complejo.
15
Véase la definición precisa de este tipo de funciones en el Capı́tulo 3.
20 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

ii) F (t) es continua a trozos e integrable.

iii) Para cada t ∈ R y para cada n ∈ N, |fn (t)| ≤ F (t).

Entonces se verifica lo siguiente:

1. La función lı́mite f (t) es integrable.

2. Podemos introducir el lı́mite dentro de la integral, es decir:


Z ∞ Z ∞ Z ∞
lı́m fn (t) dt = lı́m fn (t) dt = f (t) dt. (1.3.23)
n→∞ −∞ −∞ n→∞ −∞

Para aplicar este teorema en el caso que nos ocupa, escojamos:


µ ¶
t n
fn (t) = 1 − δ[0,n] (t) tz−1 . (1.3.24)
n

Evidentemente, fn (t) → e−t tz−1 δ[0,∞) (t), que es integrable (¿por qué?).
Además, del curso elemental de análisis matemático o cálculo, sabemos que
si t ≤ n, µ ¶
t n
0≤ 1− ≤ e−t . (1.3.25)
n
Por lo tanto
|fn (t)| ≤ e−t tRe(z)−1 δ[0,∞) (t). (1.3.26)
Luego, si escribimos

F (t) := e−t tRe(z)−1 δ[0,∞) (t), (1.3.27)

no es difı́cil ver que las condiciones del teorema de la convergencia mayorada


de Lebesgue se verifican con estas fn (t), f (t) y F (t). Entonces
Z nµ ¶ Z ∞µ ¶
t n z−1 t n
Γ(z) = lı́m 1− t dt = lı́m 1− δ[0,n] (t) tz−1 dt
n→∞ 0 n n→∞ −∞ n
Z ∞ Z ∞
−t z−1
= e t δ[0,∞) (t) dt = e−t tz−1 dt. (1.3.28)
−∞ 0

Esto es justamente lo que se pretendı́a demostrar.


1.4. OTRAS FUNCIONES ESPECIALES 21

1.4. Otras funciones especiales

1.4.1. La función beta

La función beta, también llamada integral de Euler de primera especie,


se define habitualmente como la integral
Z 1
B(z, w) = tz−1 (1 − t)w−1 dt; Re z, Re w > 0. (1.4.1)
0

Está ı́ntimamente relacionada con la función gamma por la fórmula


Γ(z) Γ(w)
B(z, w) = = B(w, z), (1.4.2)
Γ(z + w)
cuya demostración se propone como ejercicio. Esta relación permite exten-
der la definición de la función beta a C2 .

1.4.2. La función psi

La función psi, también llamada función “digamma”, se define como la


derivada logarı́tmica de la función gamma:
d Γ0 (z)
ψ(z) = [log Γ(z)] = . (1.4.3)
dz Γ(z)
Su comportamiento cualitativo para valores reales de z se muestra en la
Figura 1.3, y en la Figura 1.4 se representan los valores de su módulo.
Algunas expresiones interesantes que involucran esta función se propo-
nen como problemas. Obsérvese que al tomar complejos conjugados

ψ(z) = ψ(z).

1.4.3. Funciones “incompletas”

Las funciones beta y gamma incompletas presentan aplicaciones en


teorı́a de probabilidades y estadı́stica. La función gamma incompleta se
define como la integral
Z x
γ(a, x) = ta−1 e−t dt, Re a > 0. (1.4.4)
0
22 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

Su complementaria es
Z ∞
Γ(a, x) = Γ(a) − γ(a, x) = ta−1 e−t dt. (1.4.5)
x
A veces se usa también la función
x−a
γ ∗ (a, x) = γ(a, x),
Γ(a)
que presenta la ventaja de ser una función analı́tica univaluada tanto en a
como en x.
Algunas de las propiedades de estas funciones son las siguientes:
γ ∗ (−n, x) = xn , (1.4.6)
Z x
¡ ¢ 2 √
γ 1/2, x2 = 2 e−t dt ≡ π erf (x), (1.4.7)
0
Z ∞
¡ ¢ 2 √
Γ 1/2, x2 = 2 e−t dt ≡ π erfc (x), (1.4.8)
x
donde erf (x) es la función error, definida justamente en (1.4.7), y usada en
el estudio de la probabilidad gaussiana, en la teorı́a de errores de observa-
ción y en los estudios sobre la conducción del calor, entre otros; erfc (x) es
2
su función complementaria. Sus gráficas, junto con la de la gaussiana e−x ,
pueden verse en la Figura 1.5.
La función beta incompleta guarda relación con la distribución estadı́s-
tica de Student16 :
Z x
1
Ix (a, b) = ta−1 (1 − t)b−1 dt, (0 ≤ x ≤ 1),
B(a, b) 0
y verifica Ix (a, b) = 1 − I1−x (b, a).

1.4.4. Integrales exponenciales y otras

Habitualmente se define la función integral exponencial como


Z ∞ −t
e
E1 (x) = dt ≡ Γ(0, x), x > 0. (1.4.9)
x t
16
Este es el pseudónimo cientı́fico del estadı́stico inglés William Sealy Gossett (1876–
1937), que trabajó como quı́mico para la compañı́a cervecera Guinness en Dublı́n durante
la mayor parte de su vida. Inventó y estudió las propiedades del test t para manejar
pequeñas muestras estadı́sticas en relación con el control de calidad de la cerveza.
1.4. OTRAS FUNCIONES ESPECIALES 23

Una generalización es
Z ∞
e−x t
En (x) = dt, n = 0, 1, 2, . . . , x > 0. (1.4.10)
1 tn

Véanse las gráficas de algunas de estas funciones en la Figura 1.6. La restric-


ción a valores de x > 0 puede evitarse cuando se consideran las expresiones
de estas funciones como desarrollos en serie (algo similar a lo que ocurre
con la función gamma, como ya vimos).
Una función relacionada con las anteriores y que aparece con frecuencia
en problemas de astrofı́sica cuando se trabaja con un gas que verifica la
distribución de Maxwell17 -Boltzmann18 es
Z ∞ Z x
e−t et
Ei (x) = −V P dt = V P dt, x > 0, (1.4.11)
−x t −∞ t

donde “V P ” indica el valor principal de Cauchy19 de la integral, es decir


Z c ·Z b−² Z c ¸
VP f (x) dx = lı́m f (x) dx + f (x) dx ,
a ²→0 a b+²

siendo b la única singularidad de f (x) en el intervalo [a, c].


Obsérvese que

En (z) = z n−1 Γ(1 − n, z), E1 (x) = −Ei (−x).

La función integral del logaritmo fue introducida por Euler y es una


función muy importante en la teorı́a de números:
Z x
dt
li (x) = = Ei (ln x), x > 1. (1.4.12)
0 ln t

17
James Clerk Maxwell (1831–79), gran fı́sico y matemático escocés, considerado el
fundador del Electromagnetismo.
18
Ludwig Eduard Boltzmann (1844–1906), fı́sico austrı́aco que aplicó los métodos es-
tadı́sticos a la teorı́a de los gases.
19
Augustin-Louis Cauchy (1789–1857), matemático francés que, como muchos de sus
contemporáneos, trabajó también en diversos problemas de fı́sica teórica.
24 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

1.4.5. Integrales del seno y del coseno

Estas funciones se pueden definir de la siguiente manera:


Z z
sen t π
Si (z) = dt; si (z) = Si (z) − ; |arg z| < π; (1.4.13)
0 t 2
Z ∞
cos t
Ci (z) = − dt ≡ ci (z), |arg z| < π. (1.4.14)
z t

También se acostumbra a introducirlas mediante los correspondientes de-


sarrollos en serie que se deducen de las expresiones anteriores. Se muestra
una gráfica de las funciones y = Si (x) e y = Ci (x) en la Figura 1.7.

1.4.6. Integrales de Fresnel

Las integrales de Fresnel20 aparecen al estudiar la teorı́a de la difracción


en óptica
Z x ³π ´ Z x ³π ´
2
S (x) = sen t dt, C (x) = cos t2 dt. (1.4.15)
0 2 0 2

Al igual que sucede con las integrales del seno y del coseno, pueden hallarse
desarrollos en serie para estas integrales de Fresnel, cuyas gráficas aparecen
representadas en la Figura 1.8.
Cuando se realiza una representación gráfica en la que se toma como
variable en el eje de ordenadas la función S (x) y como variable en el eje de
abscisas la función C (x), siendo por tanto x el parámetro que servirá pa-
ra describir el objeto resultante, se obtiene una interesante curva llamada
espiral de Cornu 21 o clotoide. La espiral de Cornu posee una interesante
propiedad geométrica: su curvatura es proporcional a la longitud de arco
medida desde el origen de coordenadas. Aunque en realidad fue Euler el
primero en mencionar la existencia de la clotoide en uno de sus trabajos
(1744), sin embargo fue a partir de los estudios de A. Cornu (1879) cuando
se empezó a usar ampliamente en cálculos relacionados con difracción de la
20
Augustin-Jean Fresnel (1788–1827), fı́sico e ingeniero francés, que fue uno de los
creadores de la teorı́a ondulatoria de la luz y uno de los redescubridores de los fenómenos
de interferencia y polarización de la luz.
21
Alfred Cornu (1841–1902), profesor de fı́sica experimental en la Escuela Politécnica
de Parı́s.
1.5. FUNCIÓN ZETA DE RIEMANN 25

luz (la llamada difracción de Fresnel, que es más realista que la de Fraun-
hofer22 ). Unas interesantes representaciones de estas espirales pueden verse
en las Figuras 1.9 a 1.11.

1.5. Función zeta de Riemann

La función ζ(z) de Riemann se define como la serie



X 1
ζ(z) = , Re z > 1, (1.5.1)
nz
n=1

que es uniformemente convergente en todo el dominio en el que Re z > 1,


donde la función es analı́tica. Además esta definición puede extenderse al
plano complejo por prolongación analı́tica, siendo regular para todo valor
de z, excepto en z = 1, donde presenta un polo simple cuyo residuo es
Res {ζ(z), z = 1} = 1.
Esta función era conocida ya por Euler (1737), pero sus propiedades más
interesantes fueron demostradas por Riemann (1859), quien la estudió en
profundidad en su trabajo sobre los números primos. Es una función de gran
importancia en la teorı́a de los números primos, ası́ como en la teorı́a de
la función gamma y de otras funciones afines. Aparece además al resolver
ciertas integrales relevantes en problemas de Fı́sica, ası́ como al estudiar
algunos problemas de teorı́a cuántica de campos (en concreto de la llamada
teorı́a de cuerdas, que tan popular ha sido en las últimas décadas del pasado
siglo XX).
Una fórmula muy interesante, que establece la conexión de esta función
con los números primos, es la siguiente

1 Y µ 1

= 1− z . (1.5.2)
ζ(z) p
p∈ primos

La función zeta se relaciona con la función gamma mediante las fórmulas

2z−1 π z ζ(1 − z) πz
ζ(z) = = 2z π z−1 Γ(1 − z) ζ(1 − z) sen . (1.5.3)
Γ(z) cos π2z 2
22
Joseph von Fraunhofer (1787–1826), fı́sico alemán que descubrió las lı́neas de absor-
ción atómica en el espectro solar.
26 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

Para finalizar esta sección, queremos hacer unos comentarios adicionales


sobre esta curiosa función. La función ζ(z) tiene ceros en z = −2, −4, −6, . . .
Riemann conjeturó que todos los demás ceros de ζ(z) están en la recta
Re z = 1/2. Esta hipótesis aún no ha sido probada, si bien Hardy23 demos-
tró que, en efecto, ζ(z) tiene infinitos ceros en esa lı́nea. Después que el
famoso último teorema de Fermat24 fuera probado por Wiles25 en 1994 u-
sando potentı́simas herramientas matemáticas recientemente desarrolladas,
la demostración de la hipótesis de Riemann es uno de los pocos problemas
clásicos de las matemáticas que aún siguen abiertos, y cuya prueba defini-
tiva tendrı́a importantes consecuencias en la teorı́a de los números primos.
Algunos valores “sorprendentes” de la función zeta son:

1 1
ζ(0) = − , ζ(−1) = − , ζ(−2n) = 0, n = 1, 2, . . .
2 12

1.6. Integrales elı́pticas

Las integrales elı́pticas aparecen en la resolución de multitud de pro-


blemas fı́sicos, de astronomı́a y de matemáticas (en concreto al intentar
calcular la longitud de una elipse, de ahı́ su nombre). Aparecieron ya en
trabajos de los Bernoulli26 , Euler y otros, pero los trabajos decisivos se
deben a Legendre27 . Trabajos posteriores de Abel28 , Jacobi29 y Weierstrass
23
Godfrey Harold Hardy (1877–1947) fue un destacado matemático inglés.
24
Pierre de Fermat (1601–65), matemático francés. El último teorema de Fermat tiene
una curiosa historia que puede leerse detalladamente en el libro de Singh mencionado
en la bibliografı́a. Fermat lo enunció, sin demostrarlo, escribiéndolo como un comentario
en el margen de uno de sus libros, la famosa Aritmética del matemático griego Diofanto
de Alejandrı́a (approx. 200-284 A.D.). El teorema dice que la ecuación xn + y n = z n no
posee soluciones enteras en z, y, z cuando n ∈ N es mayor que 2.
25
Andrew John Wiles (1953–), matemático inglés.
26
Nombre de una gran familia de matemáticos (hay al menos ocho que realizaron con-
tribuciones a las matemáticas) originaria de Amberes, que en el siglo XVII se trasladó a
Suiza.
27
Adrien-Marie Legendre (1752–1833), matemático francés que realizó importantes
contribuciones a la teorı́a de números y a la teorı́a de funciones elı́pticas.
28
Niels Henrik Abel (1802–29), brillante matemático noruego que asentó el análisis
matemático sobre bases firmes, trabajando en teorı́a de funciones elı́pticas y demostrando,
entre otos resultados, la imposibilidad de resolver la ecuación general de quinto grado
mediante raı́ces.
29
Carl Gustav Jacob Jacobi (1804–51), matemático alemán de gran fama que desa-
rrolló la teorı́a de funciones elı́pticas y que también trabajó en problemas de mecánica
1.6. INTEGRALES ELÍPTICAS 27

enriquecieron enormemente este campo de las matemáticas, llevando a de-


finir las funciones elı́pticas de Jacobi y de Weierstrass y las funciones ϑ,
ninguna de las cuales estudiaremos aquı́30 .
Vamos a considerar un sencillo ejemplo en el que aparecen las integrales
elı́pticas: el péndulo simple representado en la Figura 1.12 (idealizado con
la suposición de que no hay rozamiento).
Es bien sabido que se trata de un sistema “conservativo”, de manera
que la energı́a E es una constante del movimiento. Podemos evaluar esta
magnitud, calculando primero las energı́as cinética T y potencial V ; elegi-
mos como referencia de potencial, V = 0, la posición más baja que puede
ocupar el péndulo, correspondiente a θ = 0:

1 m
T = m v2 = (Lθ̇)2 ; (1.6.1)
2 2
V = mgh = mg(L − L cos θ); (1.6.2)
mL2 2
E =T +V = θ̇ − mgL cos θ + mgL. (1.6.3)
2
Habrá un valor máximo de θ, llamémosle θm , que es el que corresponde
a la altura máxima alcanzada (estrictamente hablando diremos que es la
altura máxima a la derecha de la figura, pues existe una posición simétrica
de igual altura pero valor −θm ). Cuando se alcanza esa posición se tiene
θ̇m = 0. Como la energı́a se conserva, en ese punto se verifica

E = −mgL cos θm + mgL,

por tanto, usando esta ecuación y (1.6.3), se tiene

mL2 2
θ̇ − mgL cos θ + mgL = −mgL cos θm + mgL,
2
es decir
r
L 2 2g p
θ̇ = g(cos θ − cos θm ), θ̇ = ± cos θ − cos θm . (1.6.4)
2 L
(ecuación de Hamilton-Jacobi). El determinante “jacobiano”de una transformación lleva
ese nombre en su honor.
30
Se remite al lector interesado al libro clásico de Whittaker y Watson que se indica
en la bibliografı́a.
28 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

Al extraer la raı́z hemos de tener en cuenta los dos signos; el signo (+) vale
cuando en la Figura 1.12 el movimiento es de izquierda a derecha y el signo
(−) cuando el movimiento es de derecha a izquierda.
Consideremos el intervalo de tiempo que transcurre para pasar de la
posición de V = 0 a la posición más elevada (en la parte derecha del
dibujo); en ese intervalo la velocidad angular es positiva: θ̇ = dθ
dt > 0 , por
lo cual tomamos el signo (+) en (1.6.4):
r
dθ 2g p
= cos θ − cos θm .
dt L
Integrando en ese intervalo temporal, que obviamente es un cuarto del
perı́odo del movimiento τ , tendremos:
r Z θm Z θm
2g τ dθ dθ
= √ = p
L 4 0 cos θ − cos θm 0 (1 − cos θm ) − (1 − cos θ)
Z θm

= q .
0 2 sen2 θ2m − 2 sen2 2θ

Haciendo el cambio de variable


µ ¶ µ ¶
θ θm dθ θ θm
sen = sen sen u, cos = sen cos u du,
2 2 2 2 2
llegamos a
s Z ¡ ¢
L π/2 2 sen θ2m cos u du 1
τ = 4 q¡ ¢ q ¡ ¢
2g 0 θ
2 sen2 2m (1 − sen2 u) 1 − sen2 θ2m sen2 u
s Z π/2
L du
= 4 q ¡ ¢ . (1.6.5)
g 0 2 θm 2
1 − sen 2 sen u

Esta integral no se puede resolver en términos de funciones elementales.


Por ello se introducen nuevas funciones: las integrales elı́pticas.

Definición 4: se define la integral elı́ptica de primera especie como


Z ϕ

F (ϕ\α) = √ , (1.6.6)
0 1 − sen2 α sen2 θ
1.6. INTEGRALES ELÍPTICAS 29

donde α es el ángulo modular. O bien, haciendo el cambio t = sen θ y


m = sen2 α,
Z x
dt
F (x|m) = p , 0 ≤ m ≤ 1. (1.6.7)
0 (1 − t2 )(1 − m t2 )

La variable m se denomina el “parámetro”de la integral elı́ptica. Para ϕ =


π/2 ó x = 1 tenemos la integral elı́ptica completa de primera especie:
Z π/2 Z 1
2 −1/2
K(m) = (1−m sen θ) dθ = [(1−t2 )(1−m t2 )]−1/2 dt. (1.6.8)
0 0

Definición 5: se define la integral elı́ptica de segunda especie como


Z ϕp
E(ϕ\α) = 1 − sen2 α sen2 θ dθ, (1.6.9)
0

o bien Z r
x
1 − m t2
E(x|m) = dt, 0 ≤ m ≤ 1. (1.6.10)
0 1 − t2
Para ϕ = π/2 ó x = 1 tenemos la integral elı́ptica completa de segunda
especie:
Z π/2 p Z 1r
2
1 − m t2
E(m) = 1 − m sen θ dθ = dt. (1.6.11)
0 0 1 − t2

Pasemos a analizar con más detalle las integrales completas. En el rango


0 ≤ m < 1 pueden evaluarse estas integrales y se tiene para la de primera
especie
Z π/2 Z π/2 ∞
X
dθ (2n − 1)!!
K(m) = √ = dθ mn sen2n θ.
0 1 − m sen2 θ 0 (2n)!!
n=0

Esta serie converge uniformemente y puede integrarse término a término:


( µ ¶2 µ ¶ µ ¶ )
π 1 1·3 2 2 1·3·5 2 3
K(m) = 1+ m+ m + m + ··· .
2 2 2·4 2·4·6
(1.6.12)
30 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

Procediendo de modo análogo se obtiene


( µ ¶2 µ ¶ µ ¶ )
π 1 m 1 · 3 2 m2 1 · 3 · 5 2 m3
E(m) = 1− − − − ··· .
2 2 1 2·4 3 2·4·6 5
(1.6.13)
La demostración de estos dos resultados se propone como problema. En
la Figura 1.13 se puede ver el comportamiento de las integrales elı́pticas
completas K(m) y E(m).
Volviendo a la ecuación que nos daba el perı́odo del péndulo simple
(1.6.5) y comparando con la definición de la integral elı́ptica completa de
primera especie, vemos que el perı́odo del movimiento será
s
L
τ =4 K(sen2 θm /2). (1.6.14)
g

Si la amplitud de la oscilación es pequeña, es decir si θm ≈ 0, entonces en


el desarrollo en serie (1.6.12) podemos tomar sólo el primer término ya que
los otros son despreciables, y se obtiene el resultado bien conocido
s
L
τ = 2π , (1.6.15)
g

válido, no lo olvidemos, en la aproximación de pequeñas oscilaciones en


torno a la posición de equilibrio.
Para finalizar, conviene indicar que existe una tercera integral elı́ptica
de tercera especie, cuya forma es más complicada que las que acabamos de
ver, y que no consideraremos aquı́.

1.7. Series asintóticas: la fórmula de Stirling

Regresando de nuevo al estudio de la función que ha sido el centro de


este capı́tulo, conviene saber que en determinadas circunstancias de interés
resulta muy importante tener algún tipo de información sobre el compor-
tamiento de la función Γ(z) para valores muy grandes de z. Por suerte, es
posible aproximar el valor de Γ(z) en estos casos con gran precisión y con
muy poco esfuerzo, usando una fórmula clásica debida a Stirling (1730).
Existen diversas demostraciones de este resultado: unas utilizan el cálculo
1.7. SERIES ASINTÓTICAS: LA FÓRMULA DE STIRLING 31

de residuos y otras diversos métodos desarrollados en el estudio de las series


asintóticas (métodos de la fase estacionaria, de Laplace31 y del punto de
silla). Nos limitaremos aquı́ a dar el resultado sin demostrarlo, pero antes
vamos a definir qué es lo que se entiende por serie asintótica (para más
información sobre las series asintóticas, véase el libro de Erdélyi sobre este
tema citado en la bibliografı́a).

Definición 6: sea f (z) una función de variable compleja. Consideremos la


serie
X∞
a1 a2 a3 an
a0 + + 2 + 3 + ··· = . (1.7.1)
z z z zn
n=0

Siguiendo la definición de Poincaré32 , diremos que se trata de una serie


asintótica para f (z), y escribiremos

X an
f (z) ∼ , (1.7.2)
zn
n=0

si existe un entero positivo M tal que


à M
!
X an
lı́m z M f (z) − = 0, (1.7.3)
|z|→∞ zn
n=0

aún cuando pueda suceder que


à M
!
X an
M
lı́m z f (z) − = ∞, para x fijo. (1.7.4)
M →∞ zn
n=0
31
Pierre-Simon de Laplace (1749–1827), destacado matemático francés que trabajó en
mecánica celeste, en teorı́a de probabilidades y aplicaciones de las ecuaciones diferenciales
a diversos campos de las ciencias fı́sicas.
32
Jules Henri Poincaré (1853–1912), matemático francés considerado por algunos como
la última persona que tuvo un conocimiento global de toda la matemática y de sus apli-
caciones. Catedrático de fı́sica matemática en la Sorbona, en el campo de la matemática
aplicada abordó problemas de óptica, electricidad, telegrafı́a, capilaridad, elasticidad, ter-
modinámica, teorı́a del potencial, teorı́a cuántica, relatividad especial (es uno de los que
formuló esta teorı́a, junto con A. Einstein y H.A. Lorentz) y mecánica celeste (estudiando
en profundidad el problema de los tres cuerpos). Pero también realizó desarrollos impor-
tantes en matemática pura, como por ejemplo sus trabajos sobre funciones automorfas y
sus ideas originales sobre lo que con posterioridad se denominó topologı́a. En sus traba-
jos sobre órbitas planetarias, Poincaré fue el primero en considerar la posibilidad de la
aparición del caos en sistemas deterministas (un campo que se ha desarrollado con gran
fuerza desde 1963).
32 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA

La teorı́a de las series asintóticas esta bien establecida desde el punto de


vista matemático y resultan muy útiles para determinar el valor numérico
de funciones para grandes valores de la variable independiente.
En la práctica, una serie asintótica puede diverger; sin embargo se ob-
tienen buenas aproximaciones tomando la suma de los términos justo hasta
que éstos empiezan a crecer.

Ejemplo 4: consideremos la siguiente integral


Z ∞ Z ∞ µ ¶
−x t −x t t2 t4 t6
e cos t dt = e 1 − + − + · · · dt
0 0 2! 4! 6!
1 1 1 1 x
= − + − + ··· = 2 .
x x3 x5 x7 x +1
Este desarrollo es válido para x > 0 (de hecho, como se verá en un capı́tulo
posterior, la integral que hemos hecho no es más que una transformada
de Laplace). Observemos que al hacer la integral hemos obtenido una se-
rie asintótica (serie de potencias negativas de x) que, en este caso, hemos
podido sumar.

Ejemplo 5: usando la misma idea, evaluemos la siguiente integral


Z ∞ −x t Z ∞
e 1 1! 2! 3!
dt = e−x t (1 − t + t2 − t3 + · · ·) dt = − 2 + 3 − 4 + · · ·
0 1+t 0 x x x x

La diferencia respecto del caso anterior estriba en que la serie que acabamos
de obtener diverge ∀x ∈ R, pero aún ası́, tiene sentido como serie asintótica.

El resultado que más nos interesa es la fórmula asintótica de Stirling


para la función gamma, que ofrecemos a continuación:

Proposición: se puede probar que


½ ¾
√ z −z 1 1 139
Γ(z + 1) ∼ 2 π z z e 1+ + − + · · · , (1.7.5)
12 z 288 z 2 51840 z 3

o bien
r ½ ¾
2 π z −z 1 1 139
Γ(z) ∼ z e 1+ + − + ··· . (1.7.6)
z 12 z 288 z 2 51840 z 3
1.8. BIBLIOGRAFÍA 33

Estas expresiones son válidas para valores grandes de |z| cuyo argumento
se encuentre en el intervalo −π < arg z < π. En muchas ocasiones basta
tomar el primer término de la serie asintótica.
Para finalizar, una observación: a pesar de la semejanza existente entre
las series asintóticas y las series de Laurent33 (que el lector puede conocer de
sus estudios de teorı́a de funciones de variable compleja), no deben confun-
dirse, pues son objetos matemáticos completamente diferentes (recuérdese
que la serie asintótica puede ser incluso divergente).

1.8. Bibliografı́a
1. Abramowitz, M., and Stegun, I.A., Handbook of Mathematical functions,
Dover, 1972.
2. Arfken, G., Mathematical Methods for Physicists, Academic Press, 1985.
3. Ayant, Y. et Borg, M., Fonctions Speciales à l’usage des étudiants en phy-
sique, Dunod, 1971.
4. Erdélyi, A., Magnus, W., Oberhettinger, F., and Tricomi, F.G., Higher
Transcendental Functions, Vols. I-III, MacGraw-Hill, 1953.
5. Erdélyi, A., Asymptotic expansions, Dover, 1956.
6. Kline, M., Mathematical Thought from Ancient to Modern Times, Oxford
Univ. Press, 1972.
7. Markushevich, A.I., Theory of Functions of a Complex Variable, Chelsea,
1977.
8. Marsden, J.E. and Hoffmann, M.J., Basic Complex Analysis, Freeman, 1987.
9. Singh, S., El enigma de Fermat, Planeta, 1998.
10. Whittaker, E.T. and Watson, G.N., A Course of Modern Analysis, Cam-
bridge Univ. Press, 1988.

33
Pierre-Alphonse Laurent (1813–54), ingeniero y matemático francés.

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