Está en la página 1de 14

 E – 36-413-A-10

Hipotermia peroperatoria
no provocada en el adulto
C. Butrulle, Y. Camus, E. Delva, A. Lienhart

La instauración de una hipotermia peroperatoria, en la mayoría de los casos moderada


(≈ 34,5-35,5 ◦ C), es la regla si no se toman medidas de prevención en un paciente
sometido a anestesia general o locorregional perimedular. La causa principal es la redis-
tribución interna de calor, con un descenso inicial rápido de la temperatura central. La
constitución de una pérdida calórica, favorecida por la alteración de la termorregulación,
agrava la hipotermia hasta una temperatura central que ronda los 34,5 ◦ C, nivel en
que la reaparición de la vasoconstricción termorreguladora va a permitir la estabiliza-
ción tardía de la temperatura central. Sin embargo, el cuadro sigue agravándose debido
a las pérdidas calóricas en el compartimento periférico. Se ha demostrado la respon-
sabilidad de la hipotermia en el desarrollo de algunas complicaciones perioperatorias
(isquemia del miocardio y arritmias, aumento de la hemorragia quirúrgica, absceso de
pared, retraso de la cicatrización) que pueden prolongar la duración de la hospitali-
zación. La hipotermia puede prevenirse de manera eficaz mediante el calentamiento
cutáneo (usualmente mediante mantas con aire caliente), siempre que este método se
aplique de forma correcta. Entre las demás medidas preventivas, sólo el calentamiento
de los productos sanguíneos es indispensable en caso de transfusión rápida. En la actua-
lidad, mantener la normotermia peroperatoria forma parte del procedimiento de rutina
ante un paciente anestesiado.
© 2015 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Temperatura; Hipotermia; Calentamiento cutáneo

Plan ■ Tratamiento de la hipotermia en la sala de


recuperación postanestésica 8
■ Introducción 1 Controlar las consecuencias de la hipotermia 8
Impedir las respuestas termorreguladoras 9
■ Fisiología de la termorregulación 1
■ Mantenimiento de la normotermia peroperatoria 9
Producción y pérdidas de calor 2
Modelo corporal de dos compartimentos calóricos 2 Calentamiento cutáneo 9
Calentamiento de los productos sanguíneos 10
■ Termorregulación normal 2 Otros medios 10
Centro termorregulador 2 Cronología de la prevención 11
Aferencias 2
■ Conclusión 12
Respuestas eferentes 3
■ Fisiopatología de la hipotermia peroperatoria 3
Efecto de la anestesia general 3
Anestesia locorregional perimedular 4  Introducción
Efecto de la cirugía 5
Hipotermia y contexto 5 La anestesia es la primera causa de hipotermia en el ser
■ Consecuencias de la hipotermia peroperatoria 6 humano. La fisiopatología de la hipotermia peroperatoria
Protección contra la isquemia y la hipoxia cerebral 6 se conoce bien y sus numerosas consecuencias deletéreas
Prevención de la hipertermia maligna 6 están bien demostradas. Se puede prevenir de manera efi-
Modificación de las propiedades de los agentes caz mediante el calentamiento cutáneo peroperatorio con
anestésicos 6 mantas térmicas.
Consecuencias de la hipotermia en la fase de despertar 6
Permanencia en la sala de recuperación postanestésica
Complicaciones cardiovasculares
7
7
 Fisiología
Hemorragia quirúrgica 7 de la termorregulación
Complicaciones infecciosas 8
Cicatrización 8 La temperatura central refleja el contenido de calor
del cuerpo humano. Se mantiene constante, con una

EMC - Anestesia-Reanimación 1
Volume 41 > n◦ 4 > noviembre 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S1280-4703(15)73872-7
E – 36-413-A-10  Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto

variación nictameral de algunas décimas de grado en


torno a los 37 ◦ C. Dicha estabilidad es posible porque el
equilibrio calórico de las 24 horas es nulo gracias al ajuste Núcleo Núcleo
37°C 36 °C
de las pérdidas a la producción de calor. El equilibrio de
este sistema depende de un centro termorregulador.

Producción y pérdidas de calor


La producción de calor es el resultado del metabolismo
oxidativo de los nutrientes, calculado a partir del equiva-
lente calórico del oxígeno que, por término medio, es de
4,85 kcal de energía por litro de oxígeno consumido [1] . Se
expresa en vatios (1 W = 0,86 kcal/h). Así, un consumo
de oxígeno de 300 ml/min corresponde a una producción Periferia Periferia
de calor de unos 100 vatios, es decir, alrededor de 2.000 31–35°C 33–35°C
kcal/día. En reposo, la producción de calor resulta del
metabolismo basal cerebral y de los órganos del tronco,
mientras que, durante el ejercicio físico, la producción de
calor por los músculos puede superar al metabolismo basal
en un factor 10 [2] . La piel es el principal intercambiador
de calor con el medio ambiente. Las pérdidas calóricas A B
son esencialmente cutáneas por conducción (3%), con- Figura 1.
vección (15%), radiación (60%) y evaporación (22%) [2] . A. Representación esquemática de la inhomogeneidad de las
La cantidad de calor perdida depende del gradiente de temperaturas corporales, en estado de vigilia, en dos compar-
temperatura entre la piel y el medio ambiente inmediato, timentos: central (núcleo) y periférico.
de modo que puede variar en decenas de vatios tras algu- B. Hipotermia de redistribución: la vasodilatación inducida por
nos grados de variación de la temperatura ambiente [3] . la anestesia general favorece una transferencia de calor hacia
Así, en una persona desnuda en posición de pie dentro de el compartimento periférico, en detrimento del compartimento
un cuarto a 21 ◦ C, las pérdidas cutáneas rondan los 90 W, central que se enfría, sin modificación del contenido de calor
es decir, el 90% de las pérdidas calóricas totales. El resto (según Sessler [5] ).
se debe sobre todo a la evaporación por la respiración.
Centro termorregulador
Modelo corporal El centro termorregulador principal se encuentra en la
de dos compartimentos calóricos región preóptica, en la que el hipotálamo tiene una fun-
ción predominante [7] . Allí se integran las informaciones
El calor corporal no se distribuye de manera uniforme, térmicas procedentes del compartimento central (80%)
por lo que la descripción fisiológica de la termorregulación y de los receptores cutáneos (20%), y se activan las res-
se ajusta a un modelo corporal de dos compartimentos. puestas termorreguladoras para mantener la temperatura
El compartimento central (o núcleo) está formado por el central estable en torno a los 37 ◦ C.
cerebro, el mediastino y los órganos digestivos. Su tempe- Alrededor de este valor hay una zona de neutrali-
ratura, denominada central, se mantiene estable en torno dad térmica muy estrecha, con umbrales de activación
a los 37 ◦ C. Los sitios más fiables para medirla son la de las primeras respuestas al frío (vasoconstricción) o
arteria pulmonar, el tímpano, el esófago distal, la nasofa- al calor (sudoración) separados por sólo 0,2-0,4 ◦ C [4] .
ringe y la fosita sublingual [4] . El compartimento periférico La manera en que se determinan los umbrales de las
está formado por los músculos esqueléticos, sobre todo respuestas termorreguladoras no se conoce bien, pero
de los miembros inferiores, es decir, alrededor del 45% implicaría potenciales inhibidores postsinápticos en las
de la masa corporal total. La temperatura del compar- neuronas hipotalámicas [8] . En realidad, el sistema es más
timento periférico no está sometida a regulación y no complejo, ya que la temperatura central normal en la
es uniforme ni constante. Varía según diversos factores especie humana varía en 36,5-37,5 ◦ C según el momento
como la temperatura central, el medio ambiente y el ejer- del día (variación nictameral) [9] . Los umbrales de las
cicio físico. Así pues, la temperatura del compartimento respuestas termorreguladoras se ajustan a esta variación
periférico puede variar en una decena de grados, desde nictameral y pueden variar en 0,5-1 ◦ C en 24 horas. Hay
la temperatura ambiente hasta unos 40 ◦ C en caso de muchos otros factores que modificarían los umbrales de
actividad muscular intensa. Los intercambios calóricos las respuestas termorreguladoras: ciclo menstrual, nutri-
entre los dos compartimentos se efectúan básicamente ción, ejercicio físico, infección, hipo o hipertiroidismo [4] .
por convección sanguínea y dependen del estado del tono Así, los umbrales de respuestas termorreguladoras están
vasomotor. Su temperatura, en estado de vigilia y en las ligeramente aumentados en la mujer (+0,3 ◦ C), pero no
condiciones ambientales habituales, es inferior en 2-4 ◦ C modifican la zona de neutralidad térmica [9] .
a la del compartimento central debido al tono vasocons-
trictor permanente que reduce los intercambios calóricos
entre ambos (Fig. 1) [5] . Este compartimento actúa como Aferencias
un «amortiguador térmico» y le permite a la temperatura
Las informaciones térmicas provienen de receptores del
central mantenerse estable sin la intervención inmediata
frío y del calor repartidos en todo el cuerpo. Las informa-
de respuestas termorreguladoras más elaboradas [6] .
ciones de los receptores del calor son transmitidas por las
fibras C amielínicas, es decir, por las mismas vías que el
dolor. Las informaciones de los receptores del frío circulan
 Termorregulación normal por las fibras A-␦ mielínicas. Finalmente llegan al hipotá-
lamo, sobre todo a través del tracto espinotalámico del
El mecanismo complejo de la termorregulación se basa asta anterior de la médula espinal [10] . En la piel y los gan-
en tres elementos: una regulación central que recibe glios del asta dorsal de la médula, las señales térmicas son
señales térmicas aferentes y que activa respuestas eferentes captadas principalmente por receptores específicos: recep-
específicas. tor de potencial transitorio (TRP), vanilloide (V) o mentol

2 EMC - Anestesia-Reanimación
Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto  E – 36-413-A-10

(M). Debido a su gran sensibilidad a las modificaciones de


temperatura, se revelan como elementos fundamentales Vasoconstricción Sudoración
en la percepción y la conducción de las señales térmicas

Despertar
Vasodilatación
[11, 12]
.
Escalofrío

Respuestas eferentes
33 35 37 39 41
Las perturbaciones térmicas (definidas por una tempe- Temperatura central (°C)
ratura central superior a los umbrales de activación de
respuestas termorreguladoras) conducen a la activación de Vasoconstricción Sudoración
respuestas efectoras cuyo objetivo es la ganancia o la pér-

Anestesia
dida de calor [5] . Las reacciones conductuales (calefacción, Vasodilatación
aire acondicionado, etc.), controladas por el hipotálamo Escalofrío
posterior, son las más eficaces en el ser humano. Hacen
posible, entre otras funciones, la adaptación a todos los
climas. Estas respuestas suponen una percepción fina y
consciente de la temperatura corporal (proveniente de 33 35 37 39 41
Temperatura central (°C)
receptores cutáneos y centrales). Los mecanismos que
dependen del sistema nervioso autónomo (hipotálamo Figura 2. Representación esquemática de los umbrales de
anterior) se activan sólo si las respuestas descritas son activación de las respuestas termorreguladoras. La brecha entre
superadas o resultan inadecuadas [13] . Estas respuestas se vasoconstricción y sudoración, que sólo es de 0,2 ◦ C en estado
caracterizan por su umbral de activación, su pendiente de vigilia, alcanza 4 ◦ C bajo anestesia general (según Sessler [5] ).
(ganancia) y su valor máximo [4] . El centro termorregula- el flujo sanguíneo capilar hasta casi 7,5 l/min. Los meca-
dor activa las respuestas termorreguladoras en un orden nismos de la vasodilatación no se conocen bien, pero en
específico, según sus umbrales de activación respectivos las glándulas sudoríparas podría desencadenarse por la
y con objetivos propios en términos de ganancia/pérdida secreción de algunos mediadores como el óxido nítrico
térmica para mantener la estabilidad de la temperatura (NO) o el neuropéptido Y [20] . La vasodilatación activa
central. tiene un umbral de activación idéntico al de la sudoración,
La vasoconstricción, primera respuesta al frío, es el pero la aparición de una vasodilatación cutánea máxima
mecanismo autónomo más frecuente de la termorregu- suele retrasarse hasta que la intensidad de la sudoración
lación. Permite disminuir la pérdida calórica cutánea en se encuentra en su punto máximo.
un 25% a través de la reducción del calibre de las deri-
vaciones arteriovenosas [2] . Estas derivaciones, específicas
de la termorregulación, se localizan en las extremidades
y están sometidas a la influencia del tono ␣-adrenérgico
 Fisiopatología
(constricción durante la liberación de noradrenalina por de la hipotermia
los nervios simpáticos). Así, por ejemplo, estas derivacio-
nes están totalmente dilatadas e inertes en el extremo de
peroperatoria
un miembro desnervado. En el adulto, el escalofrío es La anestesia modifica profundamente los mecanismos
la segunda respuesta al frío. Su umbral de activación se de regulación térmica, y la cirugía hace lo propio con el
encuentra alrededor de 1 ◦ C por debajo del de la vaso- ambiente térmico. La hipotermia peroperatoria es inevi-
constricción, con lo que se revela como la respuesta de table en ausencia de prevención.
último recurso al frío extremo [14] . Es una actividad mus-
cular involuntaria, irregular y oscilatoria, dependiente de
las motoneuronas ␣ de la médula espinal, que en el adulto Efecto de la anestesia general
aumenta la producción de calor en el 50-100%. El análi-
sis electromiográfico revela una frecuencia basal cercana La anestesia modifica los umbrales de las respuestas ter-
a los 200 Hz, con una actividad oscilatoria global de 4- morreguladoras, la producción y las pérdidas de calor y su
10 ciclos por minuto. El escalofrío tiene una intensidad distribución en el organismo.
sincronizada y afecta a varias masas musculares [15, 16] . A
estas dos respuestas se asocia un aumento de la secreción
Alteración de la termorregulación
de noradrenalina [17] . La anestesia general suprime las respuestas con-
La termogénesis no relacionada con el escalofrío, sino ductuales y modifica el umbral de las respuestas
con el metabolismo de la grasa parda, no interviene en el termorreguladoras autónomas. El umbral de vasocons-
adulto, pues desaparece en los primeros meses de vida [18] . tricción está disminuido, lo mismo que el del escalofrío,
Las respuestas al calor son la sudoración y la vasodila- siempre inferior en alrededor de 1 ◦ C al umbral de vaso-
tación. El sudor producido por las glándulas sudoríparas constricción. Este descenso se produce con todos los
se elimina a través de los poros cutáneos y depende del agentes anestésicos. Moderado con midazolam, es más
control de las fibras colinérgicas posganglionares [19] . El marcado con los halogenados, los opiáceos o el pro-
flujo de sudor de un adulto normal es de 0,5-1 l/h y pofol [5, 21] . Varía según su concentración, de manera
puede triplicarse en el atleta entrenado [5] . La sudoración dependiente de la dosis, lineal con el propofol o los mor-
es la respuesta termorreguladora más eficaz, ya que cada finomiméticos y no lineal con los agentes halogenados
gramo de sudor evaporado disipa 0,58 kcal. Así, permite (isoflurano, desflurano) [5] . El umbral de sudoración está
eliminar fácilmente grandes cantidades de calor, que pue- aumentado, pero no tanto como disminuidos los umbra-
den corresponder a varias veces el valor del metabolismo les de respuesta al frío [22] , también de manera lineal y
basal. Las pérdidas calóricas son mayores cuando el aire dependiente de la dosis con todas estas sustancias [5] . Bajo
que entra en contacto con la piel es seco y se renueva de anestesia general, la zona de temperatura central que no
forma constante por convección. La vasodilatación preca- desencadena respuesta termorreguladora está, por tanto,
pilar aumenta la eficacia de la sudoración. A temperatura ampliada de manera considerable (Fig. 2): por ejemplo,
ambiente, el flujo sanguíneo en los capilares sanguíneos alcanza los 4 ◦ C con una concentración de desflurano
es mínimo, al contrario de lo que sucede en las derivacio- del 6% [5] . En este intervalo, el paciente anestesiado se
nes arteriovenosas. En el transcurso de un estrés térmico, torna poiquilotermo: las variaciones de su contenido de
la dilatación activa de los precapilares arteriales aumenta calor y de sus temperaturas corporales sólo dependen

EMC - Anestesia-Reanimación 3
E – 36-413-A-10  Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto

censo inicial de la temperatura. La supresión del tono


37 vasoconstrictor y la reducción de su umbral bajo anestesia
inducen una trasferencia de calor del compartimento cen-
Temperatura central (°C)

I
tral hacia el compartimento periférico más frío. La caída
36 de la temperatura central es mayor cuanto más elevado es
el gradiente de temperatura entre ambos compartimentos
antes de la inducción [28] . Por el contrario, puede redu-
35 II
cirse por el calentamiento del compartimento periférico
III con mantas térmicas antes de la inducción de la aneste-
34 sia [29, 30] . La caída térmica también es menor en caso de
vasodilatación previa a la anestesia, como se ha visto en
pacientes tratados con un agente vasodilatador [28, 31] y en
0 1 2 3 4 pacientes obesos con vasodilatación relativa en estado de
Duración de la anestesia (h) vigilia [32] . La intensidad de la hipotermia de redistribu-
Figura 3. Evolución esquemática de la temperatura corporal ción varía según el agente anestésico. Es más marcada con
bajo anestesia. I: el descenso inicial de la temperatura central se propofol que con desflurano, que es menos vasodilatador
[33]
debe principalmente a un fenómeno de redistribución interna . Se reduce con medicamentos que no afectan al tono
de calor; II: el descenso más lento del segundo período es la vasoconstrictor, como la ketamina [34] , o que provocan
consecuencia de un equilibrio calórico negativo debido a que las vasoconstricción, como la fenilefrina [35] .
pérdidas exceden a la producción de calor; III: la estabilización Fase II: equilibrio calórico negativo
tardía de la temperatura central se atribuye a la reaparición de la
La pendiente menos marcada del período siguiente es
vasoconstricción termorreguladora que limita la producción de
la consecuencia de un equilibrio calórico negativo. El des-
calor en un núcleo central cada vez más reducido (según Lienhart
[27] ).
censo regular pero más lento de la temperatura central, del
orden de 0,5 ◦ C por hora, es la consecuencia de una dismi-
de la temperatura del medio ambiente. También pueden nución del contenido de calor, ya que las pérdidas exceden
modificarse la intensidad y la ganancia de las respuestas a la producción, en ausencia de respuestas termorregu-
termorreguladoras (es decir, el aumento de la respuesta ladoras al frío cuyos umbrales están disminuidos por
ante cualquier modificación adicional de la temperatura): la anestesia. Las pérdidas cutáneas son preponderantes,
disminución de la ganancia de la respuesta vasocons- sobre todo por radiación y convección. Esta transferencia
trictora al desflurano [5] , aumento de la ganancia del de calor hacia el medio ambiente más frío está favorecida
escalofrío y disminución de la intensidad con el isoflurano por el fenómeno de redistribución inicial, aún responsable
[23]
. de alrededor del 65% del descenso global de la tempera-
tura central luego de 3 horas de anestesia.
Modificación del equilibrio calórico Fase III: estabilización de la temperatura central
bajo anestesia general Durante la fase III, la temperatura central se estabiliza
La anestesia general disminuye la producción de calor en meseta en los pacientes cuya temperatura central ha
por ausencia de trabajo muscular y disminución de la acti- alcanzado ≈ 34,5 ◦ C y se explica por la reaparición de la
vidad metabólica y del trabajo respiratorio (ventilación vasoconstricción cutánea o respuesta termorreguladora al
controlada) [24] . Por el contrario, las pérdidas de calor frío [28] . La vasoconstricción reduce las pérdidas cutáneas
están aumentadas. Las pérdidas cutáneas aumentan en en el 25%, pero también restablece la separación entre
alrededor del 7% debido a la vasodilatación cutánea. Son los compartimentos central y periférico. La parte esencial
mayores cuando la temperatura ambiente es más baja. de la producción de calor, reservada al compartimento
La limpieza cutánea del campo quirúrgico con solucio- central, mantiene entonces la estabilidad de la tempe-
nes antisépticas influye poco en las pérdidas de calor, ya ratura central. Sin embargo, la pérdida calórica global se
que la superficie cutánea afectada no suele ser amplia [25] . agrava aún más, ya que el compartimento periférico sigue
Las otras fuentes de pérdidas calóricas son la perfusión enfriándose [28] .
de soluciones conservadas a temperatura ambiente [22] , de
productos sanguíneos no calentados y conservados a 4 ◦ C
y la humidificación-calentamiento de los gases anestési- Anestesia locorregional perimedular
cos fríos y secos [26] . Las pérdidas cutáneas siguen siendo La anestesia peridural y la raquianestesia inducen una
preponderantes y representan el 80-90% de las pérdidas hipotermia moderada (HTM), comparable en su instau-
calóricas totales. ración y en intensidad a la de la anestesia general [2] . La
supresión de la vasoconstricción en los territorios meta-
Evolución de la temperatura central méricos bloqueados induce una transferencia de calor
con anestesia general del compartimento central hacia esta parte del comparti-
mento periférico, provocando una hipotermia central de
El descenso de la temperatura central evoluciona en tres
redistribución de alrededor de 1 ◦ C en la primera hora
pendientes: rápida en la primera hora y a continuación
de anestesia, sin modificación del contenido global de
más lenta, antes de una meseta que se instaura al cabo de
calor [1] . La anestesia perimedular también actúa en el
3-4 horas [27] (Fig. 3). Cada una de estas pendientes tiene
centro termorregulador disminuyendo los umbrales de
su propio mecanismo predominante.
activación de la vasoconstricción y del escalofrío (en los
Fase I: hipotermia inicial (hipotermia territorios bloqueados) en alrededor de 0,6 ◦ C, de forma
de redistribución) proporcional al número de segmentos bloqueados [36] . El
El descenso inicial de la temperatura central puede umbral de sudoración, por su parte, aumenta en 0,3 ◦ C
alcanzar 1,5 ◦ C durante la primera hora siguiente a la [37]
. Por lo tanto, la zona de neutralidad térmica se amplía.
inducción de la anestesia. El aumento de las pérdidas Esta alteración del control central se debería a un error en
calóricas por la vasodilatación cutánea inducida por la la integración de las informaciones térmicas cutáneas del
anestesia así como la disminución de la V̇O2 y de la pro- territorio bloqueado, analizadas como más elevadas de lo
ducción de calor contribuyen muy poco en el descenso que realmente están [4] . La percepción térmica depende
de temperatura. En cambio, el fenómeno de redistribu- en gran parte de la superficie cutánea, cuya temperatura
ción interna de calor desempeña en esta fase un papel aumenta durante una anestesia locorregional (vasodilata-
preponderante, ya que induce alrededor del 80% del des- ción por inhibición del tono simpático). La consecuencia

4 EMC - Anestesia-Reanimación
Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto  E – 36-413-A-10

paradójica suele ser la percepción de una sensación de Hipotermia y contexto


calor, acompañada del desencadenamiento de respuestas
termorreguladoras contra la hipotermia central, como el Anciano
escalofrío [38] . Después de la fase de redistribución inicial, La hipotermia peroperatoria es más frecuente y más
la hipotermia sigue instaurándose por la pérdida caló- grave en el paciente mayor de 65 años que en el adulto
rica, pues los mecanismos de defensa (vasoconstricción joven. Su corrección en la fase de despertar es más prolon-
y escalofrío) neutralizados en los territorios bloqueados gada [42] . El elemento determinante sería una disminución
no son compensados lo suficiente por los mecanismos de la eficacia de los medios de lucha contra la hipotermia.
activados en los territorios no bloqueados cuando la Así, el umbral de reaparición de la vasoconstricción bajo
temperatura central alcanza los nuevos umbrales. Así, el anestesia general es ≈ 1,2 ◦ C más bajo en la persona de
escalofrío, que tiene las mismas características que el esca- más de 60 años que en el joven [37] , y el del escalofrío bajo
lofrío fisiológico, afecta a una masa muscular limitada [39] . anestesia raquídea inferior ≈ 1 ◦ C en la persona de más
La asociación anestesia general-anestesia peridural favo- de 80 años [43] . Por último, la capacidad para aumentar
rece el desarrollo de una hipotermia más intensa que con el consumo de oxígeno frente a una restricción se reduce
anestesia general sola, ya que el umbral de reaparición de con la edad de forma regular [44] .
la vasoconstricción durante la anestesia combinada es más
bajo (alrededor de 1 ◦ C) [2] . Además, la anestesia peridural
impide la vasoconstricción en los territorios bloqueados. Obesidad y desnutrición
La respuesta vasoconstrictora que limita la producción de
calor al núcleo es, por tanto, más tardía y menos eficaz En estado de vigilia, los pacientes obesos, en los que
bajo anestesia combinada, con lo que se genera una mayor el panículo adiposo cumple una función de aislante tér-
pérdida calórica. mico, están en una situación de vasodilatación relativa
que favorece la eliminación de calor. Esto hace que en
estos pacientes la hipotermia peroperatoria sea menos
Efecto de la cirugía marcada, ya que la hipotermia de redistribución (fase I)
es menor. Además, el descenso de la temperatura en la
La hipotermia peroperatoria suele ser moderada y rara fase II es menos rápido. Por el contrario, la desnutrición
vez es inferior a 34 ◦ C. Sin embargo, algunas condiciones expone al desarrollo de una hipotermia inicial más grave
quirúrgicas pueden incrementar esta pérdida calórica y y de instauración más rápida [32] .
comportar una hipotermia más intensa.

Importancia del campo quirúrgico Diabetes


Aunque a igual superficie las pérdidas por evaporación La disautonomía neurovegetativa que complica a la
de las serosas pleurales y peritoneales son muy superio- diabetes expone a estos pacientes a una hipotermia pero-
res a las pérdidas cutáneas [40] , la superficie expuesta es peratoria mayor que la de los pacientes no diabéticos o
muy baja. Así, las pérdidas cutáneas son ampliamente pre- sin disautonomía. La causa principal es la alteración de
ponderantes. Sin embargo, puede observarse una HTM (≈ la respuesta vasoconstrictora termorreguladora. El umbral
34,5 ◦ C) en ausencia de prevención después de una cirugía de esta respuesta bajo anestesia general es más bajo y su
abdominal mayor prolongada [41] . reaparición está retrasada. Por lo tanto, la fase II es más
larga y aumenta el déficit calórico peroperatorio en estos
Hemorragia pacientes [45] .
La corrección de una hemorragia repentina y abun-
dante necesita la pronta administración de grandes
volúmenes de productos sanguíneos. Conservados a 4 ◦ C
producen, sin calentamiento, un descenso adicional de
“ Punto importante
la temperatura central que puede transformar una HTM
en hipotermia grave (≤ 32 ◦ C). El calentamiento a 37 ◦ C • Sin prevención, bajo anestesia general la hipo-
de 1 litro de sangre a 4 ◦ C transfundido en 1 hora repre- termia es inevitable debido a una alteración de la
senta una pérdida calórica equivalente a la mitad de la termorregulación por los agentes de la anestesia y
producción calórica horaria bajo anestesia. El descenso a la exposición al frío en el quirófano.
de la temperatura central es mayor y más rápido cuando • La hipotermia perioperatoria evoluciona en tres
la transfusión es rápida y/o masiva y se efectúa por vías fases: un descenso inicial rápido de la tempera-
venosas centrales, alcanzando el compartimento central
tura central por redistribución interna de calor,
de forma directa.
seguida de un descenso más lento debido a un
equilibrio calórico negativo y, por último, estabi-
Pinzamientos vasculares
lización cuando la temperatura central alcanza el
La temperatura de los territorios distales a los pinza- umbral de vasoconstricción termorreguladora.
mientos arteriales prolongados tiende a la temperatura • La anestesia locorregional espinal produce una
ambiente. La supresión del pinzamiento se acompaña de
hipotermia comparable a la que se observa con
un fenómeno de redistribución de calor hacia estos territo-
rios, lo que provoca un descenso de la temperatura central. anestesia general, debido a la redistribución de
El mismo fenómeno se ha observado en la cirugía del calor en la región bloqueada y a un «error» en
miembro inferior con manguito neumático [2] . la integración de las informaciones térmicas cutá-
neas procedentes de esta región.
Cirugía laparoscópica • La hipotermia es más grave con la asocia-
ción anestesia general-anestesia peridural que con
Al disminuir la exposición de las vísceras a la tempe-
ratura ambiente, la cirugía laparoscópica minimiza las anestesia general sola.
pérdidas térmicas, pero la pérdida calórica generada por • El riesgo de hipotermia es mayor en las personas
el calentamiento y la humidificación en el peritoneo de edad avanzada, desnutridas o diabéticas con
de grandes volúmenes de CO2 frío y seco para crear el disautonomía, y en caso de transfusión rápida o
neumoperitoneo podría favorecer el desarrollo de una masiva.
hipotermia más marcada.

EMC - Anestesia-Reanimación 5
E – 36-413-A-10  Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto

 Consecuencias 750
de la hipotermia (r = 0,88 ; tp < 0,001)

Gasto energético relacionado


peroperatoria 500

con el despertar (kJ)


La hipotermia peroperatoria, incluso moderada (unos
35 ◦ C), produce numerosas modificaciones fisiológi- 250
cas. Casi todas las reacciones químicas de los sistemas
biológicos son aceleradas por catalizadores proteínicos
enzimáticos con una velocidad de reacción variable, den- 0
tro de ciertos límites, en función de la temperatura [46] .
En el ser humano hay una temperatura óptima, por lo
general cercana a los 37 ◦ C, en la que la reacción es más –250
rápida. Por debajo de esta cifra, la actividad enzimática –750 –500 –250 0 250 500
disminuye. En todo el cuerpo, la expresión más medible Pérdidas calóricas peroperatorias (kJ)
es la disminución de la V̇O2 , estimada en el 8% por cada Figura 4. Relación entre el gasto energético en el desper-
grado de disminución de la temperatura central [28] . La tar y las pérdidas calóricas peroperatorias. El gasto energético
reducción de las actividades enzimáticas es el origen de en el despertar ha sido calculado a partir de la medida de la
numerosas consecuencias de la hipotermia peroperatoria. V̇O2 durante la fase de despertar. Convertido en kilojulios a partir
Se trata sobre todo de efectos adversos per y postoperato- del equivalente calórico del oxígeno, corresponde a la canti-
rios. Además, el descenso de la V̇O2 participa en la pérdida dad de calor producida durante esta fase. Las pérdidas calóricas
calórica peroperatoria que deberá restituirse en la fase de peroperatorias se han calculado a partir de la variación de la tem-
despertar. peratura corporal media y del peso del paciente, y convertidas
en kilojulios. Obsérvese la relación entre ambos, con una pro-
ducción de calor en el despertar del orden de los 500 kJ en los
Protección contra la isquemia pacientes que han perdido alrededor de 500 kJ durante la ciru-
y la hipoxia cerebral gía en ausencia de prevención de la hipotermia (círculos azules) y
un gasto muy reducido en los pacientes con prevención perope-
Aunque el efecto protector cerebral de la hipotermia ratoria mediante una manta térmica (círculos rojos) (según Just
profunda (< 20 ◦ C) se conoce desde hace mucho tiempo, [56] ).
el efecto protector de la HTM ha sido demostrado de forma
más reciente. termia tiene un efecto depresor de la respuesta muscular a
Además de la disminución del metabolismo energético una estimulación supramáxima (twitch). Con isoflurano,
cerebral, hay otros factores: disminución de la producción la altura de la respuesta a la estimulación del nervio cubital
de aminoácidos excitadores, efecto estabilizante de mem- en la muñeca disminuye en un 15% por grado centí-
brana, disminución de los fenómenos apoptósicos, de la grado de descenso de la temperatura central. En cambio, la
reacción inflamatoria postisquémica y de la producción hipotermia local influye poco en la altura de la respuesta
de radicales libres durante la reperfusión [47] . Las reco- (−5%/◦ C), de manera que la vasoconstricción periférica
mendaciones actuales no tienen en cuenta el traumatismo termorreguladora no perturba realmente la vigilancia de
craneal como indicación para la HTM. En cambio, la HTM la curarización [28] .
sería una indicación prometedora en el tratamiento de
la hipertensión intracraneal refractaria [48] . Sin embargo,
los efectos adversos de la HTM (infección, coagulopatías, Consecuencias de la hipotermia
etc.) deben cotejarse con los beneficios esperados. En los
pacientes politraumatizados se ha señalado un aumento en la fase de despertar
del riesgo de neumopatía nosocomial y del riesgo de
La vasoconstricción es la primera de las respuestas ter-
hemorragia extracraneal [49, 50] .
morreguladoras que reaparece en el paciente hipotérmico
durante la fase de despertar de la anestesia. Tiende a limi-
Prevención de la hipertermia maligna tar la producción de calor al compartimento central y
reduce en el 25% las pérdidas cutáneas. Además, puede
En el cerdo HM (hipertermia maligna) sensible, la HTM prolongarse varias horas [52] . Se asocia a un aumento
hace más difícil el desencadenamiento y disminuye la gra- significativo de las concentraciones plasmáticas de nora-
vedad del acceso de HM. Preservar la HTM se ha sugerido drenalina durante las primeras 3 horas postoperatorias.
como una medida preventiva adicional en los pacientes En cambio, las concentraciones plasmáticas de adrenalina
HM susceptibles [51] . y la cortisolemia no difieren de manera significativa de las
determinadas en los pacientes normotermos. En ancianos
o personas con riesgo vascular, esta respuesta noradre-
Modificación de las propiedades nérgica se acompaña de un aumento significativo de la
de los agentes anestésicos presión arterial durante las primeras horas postoperatorias
[53]
. En cambio, estas modificaciones tensionales no se han
La farmacocinética y/o la farmacodinamia de numero- observado en una población más joven y sin antecedentes
[54]
sos agentes anestésicos son modificadas por la HTM. Las . El escalofrío es la segunda respuesta termorreguladora
concentraciones alveolares mínimas del halotano y del al frío. Aumenta la producción de calor y así acelera la res-
isoflurano se reducen ≈ 5% por cada grado de dismi- titución de la pérdida calórica peroperatoria: de hecho, los
nución de la temperatura central. La solubilidad de los pacientes se calientan más rápido si tienen escalofrío [55] .
agentes por inhalación aumenta en los tejidos hipotérmi- La cantidad de calor producida, determinada por el V̇O2 en
cos, lo que en teoría podría retrasar la eliminación [28] . calorimetría indirecta, correlaciona con la cantidad de
Con una temperatura central de 34 ◦ C, la concentración calor perdida en el período peroperatorio (Fig. 4). Así,
plasmática del propofol, administrado de forma conti- la V̇O2 puede cuadriplicarse en algunos pacientes hipotér-
nua a dosis constantes, aumenta en alrededor del 30% micos, mientras que sólo aumenta alrededor del 25% en
[28]
. Las duraciones de acción del vecuronio y del atracu- los pacientes normotermos al despertar [56] . El aumento
rio se alargan de manera significativa, lo mismo que el de la V̇O2 se asocia a un aumento del gasto cardíaco, del
índice de recuperación (25-75%) del vecuronio. La hipo- índice de trabajo sistólico del ventrículo izquierdo y de la

6 EMC - Anestesia-Reanimación
Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto  E – 36-413-A-10

Cuadro 1.
Hipotermia y morbilidad cardiovascular de las primeras 24 horas postoperatorias. Estudio controlado en cirugía abdominal, torácica o
vascular periférica en pacientes de más de 60 años con insuficiencia coronaria documentada o factores de riesgo considerables. Los
pacientes fueron aleatorizados en dos grupos: con calentamiento cutáneo (normotermos) o sin éste (hipotérmicos). El electrocardiograma
(ECG) fue registrado de forma continua con Holter durante las primeras 24 horas postoperatorias (según Frank [60] ).
Hipotérmicos Normotermos p
n = 158 n = 142
Temperatura central al final de la intervención (◦ C) 35,4 ± 0,1 36,7 ± 0,1
Modificaciones ECG: 23 (16) 9 (7) 0,02
a
– isquemia miocárdica 12 (9) 6 (5) 0,17
b
– arritmia ventricular 11 (8) 3 (2) 0,04
Complicaciones cardíacas: 10 (6) 2 (1) 0,02
– angina de pecho inestable/isquemia 7 (4) 2 (1)
– paro cardíaco 2 (1) 0 (0)
– infarto 1 (1) 0 (0)
Modificaciones ECG o complicaciones 33 (21) 11 (8) 0,001
a
Cantidad (%) de pacientes: sobre 140 pacientes del grupo de control y 123 pacientes del grupo que recibió calentamiento con un registro Holter
interpretable.
b
Sobre 143 pacientes del grupo de control y 127 pacientes del grupo que recibió calentamiento con un registro Holter interpretable.

Cuadro 2.
Hipotermia y pérdidas sanguíneas perioperatorias. Cirugía colorrectal (según Kurz et al [62] ).

Hipotérmicos Normotermos
n = 96 n = 104
Temperatura central al final de la intervención (◦ C) 34,7 ± 0,6 36,6 ± 0,5 p < 0,01
Pacientes transfundidos (n) 34 23 p < 0,054
Concentrados de eritrocitos (unidades) 0,8 ± 1,2 0,4 ± 1,0 p < 0,01

Mediana ± desviación estándar (DE).

diferencia arteriovenosa de O2 como lo indica la disminu- Complicaciones cardiovasculares


ción de la SvO2 . El aumento de la producción de CO2 , que
es proporcional al de la V̇O2 , aumenta el trabajo ventila- En cirugía vascular periférica, realizada con aneste-
torio [28] . Las consecuencias del escalofrío son, por tanto, sia general o peridural, la hipotermia peroperatoria se
potencialmente deletéreas en los pacientes con reservas ha revelado como el único factor predictivo de una
cardiorrespiratorias reducidas. En un estudio realizado en isquemia del miocardio en las primeras 24 horas pos-
cirugía colorrectal se ha demostrado que el bienestar tér- toperatorias. La incidencia de la isquemia era tres veces
mico, evaluado en la sala de recuperación postanestésica mayor (el 36% frente al 13%) en los pacientes cuya
con una escala visual analógica, era significativamente temperatura al final de la cirugía era inferior a 35

mayor en los pacientes normotermos (73 ± 14 mm) que C [59] . En un estudio aleatorizado de pacientes con
en los hipotérmicos (35 ± 17 mm, p < 0,05); la zona de riesgo cardiovascular repartidos en dos grupos, con o sin
bienestar térmico se sitúa por encima de los 50 mm en prevención de la hipotermia peroperatoria, los pacien-
una escala de 0-100 mm [54] . tes hipotérmicos al final de la intervención (35,4 ±
Entre los pacientes que tienen escalofrío al despertar, 0,1 ◦ C) tuvieron más complicaciones postoperatorias elec-
una minoría es normoterma sin vasoconstricción cutá- trocardiográficas (arritmias ventriculares, isquemia) y
nea [17] . Las causas del escalofrío, que no es una respuesta clínicas (angina de pecho inestable, infarto, paro car-
termorreguladora, son desconocidas. Sólo el dolor posto- díaco) que los mantenidos en normotermia (Cuadro 1).
peratorio ha sido identificado como un factor favorecedor El riesgo de complicaciones cardiovasculares se redujo
[57]
. en un 55% en los pacientes sometidos a calentamiento
peroperatorio [60] .

Permanencia en la sala de recuperación


postanestésica Hemorragia quirúrgica
La duración de la estancia en la sala de recuperación La HTM aumenta la hemorragia quirúrgica periopera-
postanestésica después de cirugía colorrectal es de casi el toria desde el período peroperatorio (Cuadro 2). En un
doble en los pacientes hipotérmicos, comparados con los metaanálisis se señala que el descenso de 1 ◦ C de la
mantenidos en normotermia (≈ 90 min frente a ≈ 40 temperatura central aumenta de manera significativa las
min). El criterio para el alta de la sala de recuperación pérdidas sanguíneas, en alrededor del 16%, y el riesgo rela-
postanestésica se basa en una escala de despertar pare- tivo de transfusión en el 22% [61] . La hipotermia altera
cida a la propuesta por Aldrete y Kroulik. La diferencia el tiempo plaquetario de la hemostasia primaria dismi-
es aún mayor (≈ 160 min frente a ≈ 60 min) si en la nuyendo la síntesis de tromboxano A2, potente agente
escala se incluye la recuperación de una temperatura cen- agregante plaquetario y vasoconstrictor, que es desenca-
tral superior a 36 ◦ C [58] , ya que el aumento espontáneo denado por la adherencia plaquetaria a la pared vascular.
de la temperatura central en el paciente hipotérmico es La actividad de este sistema enzimático y sus perturba-
lento, de alrededor de 0,5 ◦ C por hora [54] . La sensación ciones dependen, sobre todo, de la temperatura local en
de frío y el escalofrío influyen en el malestar del paciente la lesión. La hipotermia también disminuye la cinética
en la fase de despertar. de las reacciones enzimáticas implicadas en la formación

EMC - Anestesia-Reanimación 7
E – 36-413-A-10  Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto

Cuadro 3.
Papel de la hipotermia en el postoperatorio de la cirugía colorrectal (según Kurz et al [62] ).

Hipotérmicos Normotermos
n = 96 n = 104
Temperatura central al final de la intervención (◦ C) 34,7 ± 0,6 36,6 ± 0,5 p < 0,01
Absceso de pared (n [%]) 18 (19) 6 (6) p < 0,01
Depósito de colágeno (␮g/cm) 254 ± 114 328 ± 135 p < 0,05
Reanudación de la alimentación sólida (días) 6,5 ± 2,0 5,6 ± 2,5 p < 0,01
Ablación de la sutura de la pared (días) 10,9 ± 1,9 9,8 ± 2,9 p < 0,01
Duración de la hospitalización (días) 14,7 ± 6,5 12,1 ± 4,4 p < 0,01

Mediana ± desviación estándar (DE).

del coágulo. Estas anomalías pasan inadvertidas en las


pruebas de laboratorio porque las concentraciones de los
factores de coagulación no se modifican y las pruebas
de coagulación se efectúan a 37 ◦ C en el laborato-
“ Punto importante
rio de hemostasia. Así, en trasplante hepático, algunas
La hipotermia perioperatoria tiene numerosos
anomalías de la formación del coágulo, evaluadas a la
temperatura del paciente por tromboelastografía en san- efectos adversos:
gre total, pueden pasar inadvertidas porque esta prueba • despertar de la anestesia con escalofrío,
se realiza a 37 ◦ C (calentamiento de la muestra de sangre aumento del consumo de oxígeno, vasoconstric-
por la máquina) [28] . ción, aumento de las concentraciones plasmáticas
de noradrenalina;
• malestar y prolongación de la estancia en la sala
Complicaciones infecciosas de recuperación postanestésica;
• aumento de la hemorragia quirúrgica y de las
La responsabilidad de la hipotermia perioperatoria en el transfusiones sanguíneas;
desarrollo de complicaciones sépticas postoperatorias está • retraso de cicatrización;
bien establecida. Al final de una cirugía colorrectal, los • aumento de la incidencia de los abscesos de
pacientes hipotérmicos (34,7 ± 0,6 ◦ C) tienen tres veces
pared;
más infecciones cutáneas postoperatorias que los mante-
• aumento de la incidencia de las complicaciones
nidos en normotermia (Cuadro 3) [62] . En cirugía limpia
no contaminada de corta duración, el calentamiento preo- cardiovasculares isquémicas y de las arritmias;
peratorio disminuye la incidencia de abscesos de pared • aumento de la duración de hospitalización.
postoperatorios en comparación con los pacientes sin Sólo la prevención peroperatoria sistemática de la
calentamiento (el 6% frente al 14%; p < 0,001). El calen- hipotermia puede reducir estas consecuencias.
tamiento preoperatorio aplicado sólo al campo quirúrgico
con lámpara infrarroja reduce esta incidencia de manera
comparable [63] . Después de una laparotomía exploradora
postraumática, el riesgo de infección del sitio quirúrgico
se duplica con una temperatura central de 35 ◦ C [64] .  Tratamiento
La hipotermia al ingreso es un factor independiente de
aumento de la mortalidad en los pacientes con politrau- de la hipotermia en la sala
matismos [65] . El descenso de la presión parcial de oxígeno de recuperación
tisular, debido a la vasoconstricción termorreguladora, es
responsable de las numerosas alteraciones de los meca- postanestésica
nismos de defensa contra la infección: alteración de la
inmunidad inespecífica, primera respuesta de defensa en Si la prevención peroperatoria de la hipotermia fracasa,
las primeras horas de la contaminación bacteriana, basada es fundamental, al menos en algunos pacientes, prevenir
en la actividad de los neutrófilos (opsonización, fagoci- y controlar las consecuencias de las respuestas termorre-
tosis y bactericidia oxidativa debido a la producción de guladoras de esta hipotermia en la fase de despertar.
radicales libres), alteración de la actividad de los mono-
citos (disminución de la expresión del antígeno HLA-DR,
aclaramiento retrasado del factor de necrosis tumoral alfa
[TNF-␣]) e inhibición de la producción de anticuerpos por Controlar las consecuencias
las células T [64, 66] .
de la hipotermia
Como mínimo hay que asegurar un aporte de O2
Cicatrización para prevenir el riesgo de hipoxemia debido al aumento
de la V̇O2 y tratar las posibles complicaciones cardio-
La disminución de la presión parcial de oxígeno tisu- vasculares (hipertensión arterial, taquicardia, arritmias)
lar altera la actividad de las hidroxilasas que se encargan particularmente frecuentes en pacientes ancianos y
de la producción del colágeno que asegura la cicatriza- frágiles. La hipotermia puede modificar mucho la dura-
ción [28] . En el estudio en cirugía colorrectal también se ción y la naturaleza de la estancia en la sala de
demostró que la producción de colágeno estaba redu- recuperación postanestésica, que podría asemejarse a
cida en el grupo de los pacientes hipotérmicos, lo que una reanimación intensa que exija la presencia per-
podría explicar las evoluciones postoperatorias más difí- manente de un médico y tratamientos (sedante o
ciles, incluso en ausencia de complicación infecciosa cardiovascular) de los efectos secundarios, en ocasiones
(Cuadro 3) [62] . adversos.

8 EMC - Anestesia-Reanimación
Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto  E – 36-413-A-10

Impedir las respuestas Ganancias 100


termorreguladoras
La única forma de lograrlo es descender el umbral de 50
desencadenamiento de estas respuestas con medios medi-
camentosos o calentamiento cutáneo.
Flujo 0
calórico
transcutáneo
Medios medicamentosos (W)
–50
La continuación de la anestesia general con ventila-
ción controlada hasta el calentamiento completo es el
método más eficaz para reducir las exigencias metabó- –100
licas del despertar. Sin embargo, sus riesgos particulares
y su complejidad sólo la autorizan si el tipo de ciru-
gía o el estado del paciente exigen una ventilación –150
prolongada. Pérdidas
Los morfínicos son eficaces para reducir el escalofrío 31 33 35 37
a dosis compatibles con la ventilación espontánea [67] . Temperatura cutánea media (°C)
En el tratamiento del escalofrío, la petidina (25 mg) es Figura 5. Flujos calóricos transcutáneos en función de la tem-
más eficaz, a dosis equianalgésicas, que la morfina o el peratura cutánea media en voluntarios cubiertos con distintos
fentanilo. La petidina reduce el umbral de desencadena- medios de calentamiento cutáneo. Las pérdidas térmicas, de
miento del escalofrío a un nivel claramente inferior al de alrededor de 100 W en ausencia de calentamiento cutáneo,
la vasoconstricción, a diferencia de los otros agentes de la se anulan cerca de los 34,5 ◦ C de temperatura cutánea media.
anestesia, incluidos los morfínicos, que descienden estos Más allá, las transferencias de calor se efectúan desde el medio
dos umbrales de forma comparable. La clonidina, agonista ambiente hacia el cuerpo y así la ganancia de calor es de alre-
␣2-adrenérgico, suprime el escalofrío de manera depen- dedor de 50 W para una temperatura cutánea media de 36 ◦ C
diente de la dosis y la eficacia máxima se obtiene con un (modificada según Sessler [3] ).
bolo intravenoso de 150 ␮g. La eficacia del tramadol (1-2
mg/kg) y del nefopam (20 mg) por vía intravenosa lenta
es comparable a la de la clonidina [68] . Calentamiento cutáneo
Desde comienzos de la década de 1990, el calenta-
miento cutáneo con mantas térmicas se ha impuesto
Calentamiento cutáneo
como el método de referencia [71] . La superficie cutánea
El 20% de las informaciones térmicas integradas en el es el principal intercambiador de calor entre el cuerpo
hipotálamo procede de los receptores cutáneos. Esta con- y el medio ambiente. La dirección de los intercambios
tribución sería lineal con temperaturas cutáneas de 31-37 depende del gradiente térmico entre la piel y su entorno

C [69] . De forma esquemática, un aumento de 4 ◦ C de inmediato: cuando la temperatura de éste es superior a
la temperatura cutánea equivale a un aumento de 1 ◦ C la de la piel, el calor es transferido del ambiente exte-
de la temperatura central. Esto puede explicar por qué el rior al cuerpo mediante un aporte calórico activo. El
calentamiento cutáneo, por radiación infrarroja o convec- calor transferido a través de la piel es almacenado pri-
ción forzada de aire caliente, sólo es eficaz para reducir mero en el compartimento periférico y luego transferido
el escalofrío en pacientes moderadamente hipotérmicos al núcleo por convección sanguínea. La cantidad de calor
[28]
. El calentamiento cutáneo acelera el regreso a la nor- transferida correlaciona con la temperatura de la piel. La
motermia, ya que su eficacia no se ve disminuida por la ganancia es de 40-50 W por cada grado adicional de tem-
vasoconstricción cutánea habitual del paciente hipotér- peratura cutánea cuando se ha calentado la totalidad de
mico [70] . la superficie corporal (Fig. 5) [3] .

Material
 Mantenimiento El calentamiento cutáneo con mantas puede efectuarse
de la normotermia según diversas modalidades técnicas.
La convección forzada de aire caliente es la que más se
peroperatoria usa. Un generador de aire caliente alimenta una manta
multiperforada que cubre al paciente. La eficacia del sis-
Las complicaciones de la hipotermia, de la hemorragia tema se refuerza al cubrir la manta con una sábana de
quirúrgica observada en la cirugía e incluso los abscesos algodón [71] . La flexibilidad de las mantas y la variedad de
de pared diagnosticados en la fase postoperatoria se ori- los modelos permiten cubrir de forma óptima la superficie
ginan en la hipotermia desarrollada en el quirófano. Por cutánea disponible, sea cual sea la instalación quirúrgica.
lo tanto, es esencial mantener la normotermia durante Debido a que el 30% de las mantas están contaminadas
toda la intervención y perseguir, como primer objetivo, después de usarlas [72] , el uso único, que es reglamenta-
una temperatura central de más de 36 ◦ C, en el mejor de rio, debe respetarse para prevenir un riesgo de infección
los casos cercana a los 37 ◦ C. Mantener la normotermia cruzada. No se ha demostrado ningún riesgo de conta-
supone preservar el contenido corporal total de calor: el minación del campo quirúrgico a partir del flujo de aire
equilibrio calórico debe ser nulo o ligeramente positivo. generado por el sistema de calentamiento [73] .
Para alcanzar este objetivo hay dos enfoques complemen- También las mantas eléctricas que responden a los cri-
tarios: reducir al máximo las pérdidas y suministrar calor. terios de homologación para su uso en quirófano han
Aunque, en teoría, pueden usarse todas las vías (cutánea, demostrado ser eficaces en situación clínica. La asocia-
venosa, respiratoria), difieren mucho en su eficacia. Dado ción de dos mantas eléctricas en cirugía abdominal tiene
que la piel es el principal intercambiador de calor con el la misma eficacia que la convección forzada [74] . Su ventaja
medio ambiente, es lógico que el calentamiento cutáneo principal es que son reutilizables, fáciles de descontaminar
sea el medio más eficaz para combatir la hipotermia. Los y, por tanto, generadoras de ahorro. Los nuevos sistemas
otros medios son accesorios, excepto el calentamiento de de calentamiento cutáneo son una combinación modu-
los productos sanguíneos. lable con circulación de agua caliente y manta eléctrica

EMC - Anestesia-Reanimación 9
E – 36-413-A-10  Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto

se manifieste de entrada. El calentamiento cutáneo debe


instaurarse lo más pronto posible, desde la colocación del
37 Calentado
paciente en la mesa de operaciones, incluso antes si fuera
posible. En cada fase de la asistencia al paciente en el qui-
Temperatura central (°C)

rófano debe aprovecharse la mayor cantidad posible de


36 superficie disponible, sobre todo en la fase de instalación
de la monitorización. El cateterismo vesical y la prepa-
ración cutánea no impiden el calentamiento precoz en
las zonas cutáneas disponibles. La regulación de la tem-
35 peratura de calentamiento de los sistemas de convección
forzada de aire caliente debe mantenerse en la posición
Control máxima, salvo en caso de hipertermia demostrada con
34 la monitorización de la temperatura central. Por último,
0 60 120 180 240 360 cuando la superficie cutánea disponible está limitada por
Tiempo (min) la posición del paciente (decúbito lateral, posición gine-
Figura 6. Comparación de la evolución de la temperatura cen- cológica), para crear un «efecto invernadero» hay que ser
tral entre un grupo de control y un grupo de pacientes que han muy meticuloso en la colocación de una manta de aire
recibido calentamiento cutáneo, en cirugía colorrectal mayor en caliente. El principio es calentar siempre la piel lo antes
posición ginecológica (según Delva [41] ). posible, el mayor tiempo posible y en la mayor superficie
posible.

de fibras de carbono, aunque su difusión es, por ahora,


limitada [75, 76] . El calentamiento cutáneo con lámpara de Calentamiento de los productos
infrarrojos es difícil de usar en el adulto debido a las exi- sanguíneos
gencias prácticas necesarias para que sean eficaces [28] .
La transfusión en 1 hora de 1 litro de sangre conser-
Superficie utilizable para el calentamiento vada a 4 ◦ C representa una pérdida calórica de 34 W, es
decir, la mitad de la producción de calor bajo anestesia
El calentamiento es más eficaz cuando la superficie es general, lo que genera un descenso de la temperatura cen-
mayor, pero está limitada por el sitio de la cirugía y la tral de casi 0,5 ◦ C. El problema es más grave en caso de
colocación del paciente en la mesa de operaciones. Así, transfusión masiva y/o rápida, sobre todo por vías venosas
la superficie disponible varía de casi el 80% de la super- centrales, pues la llegada de una gran cantidad de sangre
ficie corporal en cirugía cefálica al 40% si sólo se accede fría al núcleo de forma directa provoca una caída rápida
a los miembros inferiores, e incluso al 25% cuando sólo de la temperatura central que puede descender hasta el
es utilizable la parte alta del cuerpo, como en la cirugía umbral de activación de arritmias ventriculares (≤ 32 ◦ C),
en posición ginecológica. Aun en esta situación, el calen- muy difíciles de reducir. Por lo tanto, el calentamiento
tamiento cutáneo ha demostrado ser eficaz, permitiendo de los productos sanguíneos es indispensable en caso de
preservar la normotermia tras 6 horas de cirugía (Fig. 6) transfusión masiva. Reduce de manera considerable la
[41]
. Cuando la superficie cutánea disponible es reducida, mortalidad, que correlaciona con la profundidad de la
la colocación del material debe ser perfecta para incluir hipotermia [79] . En este caso, la elección de los medios
toda la superficie utilizable. La flexibilidad de las mantas de calentamiento es determinante. Sólo deben usarse sis-
con convección de aire caliente es particularmente útil temas que calientan el producto durante la transfusión. El
para lograr un auténtico «efecto invernadero». calentamiento al baño María antes de la transfusión está
prohibido porque es ineficaz y potencialmente peligroso
Temperatura de calentamiento (hemólisis, proliferación bacteriana).
La cantidad de calor transferida es proporcional a la
temperatura de calentamiento de la piel, pero ésta debe
ser limitada por el riesgo de quemadura. Las normas euro- Otros medios
peas prohíben una temperatura de calentamiento cutáneo Su eficacia se limita a prevenir las pérdidas contra las
superior a 41 ◦ C. cuales se dirigen. Pueden clasificarse en medios útiles en
asociación con el calentamiento cutáneo, medios inútiles
Duración de la intervención por ineficaces de forma constante y medios potencial-
Si bien el calentamiento cutáneo peroperatorio es efi- mente peligrosos.
caz en las cirugías de larga duración [77] , suele ser poco
eficaz para prevenir el descenso de la temperatura cen- Medios útiles
tral en la primera hora de intervención, que depende Calentamiento de las perfusiones
del fenómeno de redistribución interna de calor. Por lo
La perfusión en 1 hora de 1 litro de cristaloides, con-
tanto, es fundamental evitar al máximo el enfriamiento
servados a 21 ◦ C, genera una pérdida calórica de 18 W,
del compartimento periférico antes de la inducción de la
es decir, una disminución teórica de la temperatura cen-
anestesia. Lo ideal es comenzar el calentamiento cutáneo
tral de 0,28 ◦ C en un paciente de 70 kg. Por lo tanto, la
lo antes posible y así aumentar la temperatura del com-
eficacia del calentamiento de las perfusiones es modesta,
partimento periférico, empezando el calentamiento del
pues se limita a estas pérdidas, sobre todo si los aportes
paciente antes de la anestesia y durante 30-60 minutos
[30, 78] líquidos se reducen de acuerdo con las recomendaciones
. Sobre todo, hay que evitar totalmente la estancia
actuales para una rehabilitación postoperatoria precoz.
preoperatoria prolongada del paciente en un ambiente
Sin embargo, podría ser útil en algunas situaciones en las
frío. Al igual que en el caso de la anestesia general, el calen-
que se asocian grandes volúmenes de perfusión y una efi-
tamiento cutáneo antes de efectuar la anestesia peridural
cacia relativa del calentamiento cutáneo. Sólo son eficaces
reduce la hipotermia inicial de redistribución [25] .
los métodos que permiten pasar la solución a una tempe-
ratura al menos igual a 37 ◦ C a nivel del sitio de perfusión
Implementación [80]
. Debido a los grandes volúmenes que se administran,
Para que sea eficaz, debe ajustarse a un protocolo el calentamiento de los líquidos de irrigación durante la
estricto. Las mantas eléctricas deben enchufarse bastante cirugía de resección prostática es eficaz para la prevención
tiempo antes de la llegada del paciente para que la eficacia de la hipotermia [81] .

10 EMC - Anestesia-Reanimación
Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto  E – 36-413-A-10

Aislamiento cutáneo Medios potencialmente peligrosos


El aislamiento cutáneo crea alrededor de las superficies Colchón térmico
cubiertas un microambiente calentado por el paciente a
El colchón térmico, sea eléctrico o de convección de
una temperatura superior a la del aire ambiente del qui-
agua caliente, ha sido mucho tiempo el único medio de
rófano, lo que reduce las pérdidas en alrededor del 40%,
calentamiento cutáneo activo y se sigue usando amplia-
es decir, ≈ 30-40 W, sea cual sea el material aislante; los
mente. La limitación de su temperatura está reglamentada
campos quirúrgicos son tan eficaces como los otros mate-
en 41 ◦ C. Los estudios experimentales y clínicos, han
riales. Los campos laminares metalizados sólo producen
demostrado, sin embargo, la escasa eficacia de este medio.
un ahorro adicional de 10 W [82] . El beneficio del pre-
Aunque en teoría la cantidad de calor transferida por un
calentamiento de los campos a 50 ◦ C es muy efímero
colchón térmico puede alcanzar 41 W/m2 por grado cen-
y potencialmente peligroso. Por lo tanto, el aislamiento
tígrado de gradiente térmico colchón-piel [83] , la ganancia
cutáneo es ineficaz para mantener la normotermia si se usa
en situación clínica es sólo de 7-10 W, porque la superficie
solo. Sin embargo, es útil como complemento del calenta-
corporal calentada por el colchón se limita a la espalda,
miento activo para proteger las superficies no calentadas,
es decir, ≈ 20% de la superficie corporal total [90] . Por
aunque debe instaurarse siempre lo antes posible, recor-
lo tanto, la ganancia térmica es moderada y no puede
dando que la superficie cubierta es más importante que el
impedir el desarrollo de la hipotermia pero, sobre todo, el
material utilizado.
colchón térmico expone al riesgo de quemadura, aun con
Temperatura del quirófano el material en perfecto funcionamiento. El mecanismo de
La temperatura del quirófano sólo es un parámetro la lesión térmica asocia el calentamiento cutáneo por el
crítico en el desarrollo de la hipotermia en ausencia de colchón y la compresión de los vasos subcutáneos por el
medios eficaces de prevención. Por cada grado de descenso peso del cuerpo, lo que entorpece la evacuación local del
de la temperatura ambiente, las pérdidas cutáneas aumen- calor por la circulación sanguínea, de modo que el calor
tan ≈ 10 W/m2 [83] . Así, en condiciones experimentales, se acumula y expone a un riesgo de quemadura de hasta
las pérdidas cutáneas totales son de unos 70 W en torno tercer grado [91, 92] . Una eficacia modesta y un riesgo esta-
a los 25 ◦ C de temperatura ambiente, pero de 100 W a blecido de quemadura grave inducen a sustituir el colchón
21 ◦ C [3] . El aumento de la temperatura ambiente afecta térmico por las mantas térmicas.
de inmediato al bienestar del equipo de salud y no puede
Medios no homologados para el calentamiento
ser, de todos modos, la única solución. La eficacia de las
mantas térmicas hace que la importancia de la tempera- También se han señalado accidentes por quemaduras
tura en el quirófano sea secundaria, aunque esto no puede debido al uso de medios no específicos para calentamiento
justificar la instauración de condiciones árticas, ya que de cutáneo: sábanas o bolsas de líquidos calentados [93] . Estos
éstas dependen las pérdidas por el campo quirúrgico. medios deben prohibirse absolutamente porque son la
causa principal de quemaduras perioperatorias.
Perfusión de aminoácidos
La perfusión de soluciones de aminoácidos aumenta la
producción de calor por aumento del metabolismo oxi- Cronología de la prevención
dativo en voluntarios no anestesiados. Este aumento del
contenido de calor no induce la activación de las respues- La prevención de la hipotermia es fácil siempre que se
tas termorreguladoras frente al calor, pues la perfusión preste atención a todos los momentos. Debe comenzar lo
de aminoácidos también modifica la termorregulación al más pronto posible, desde el ingreso del paciente al qui-
aumentar todos los umbrales de activación de las respues- rófano, con la aplicación en primer lugar de un material
tas termorreguladoras [84] . La administración parenteral de calentamiento cutáneo. Debido a que la magnitud de
de aminoácidos podría ser útil para la prevención de la la hipotermia de redistribución depende del gradiente de
hipotermia, en particular en intervenciones de duración temperatura entre el núcleo y el compartimento perifé-
breve, al reducir en alrededor del 80% la hipotermia inicial rico, en la fase preoperatoria hay que tratar de mantener
de redistribución [85] . Sin embargo, la necesidad de respe- al paciente en un ambiente cálido, e incluso calentarlo si
tar diversas exigencias (vía venosa central, insuficiencia se dispone de tiempo y de una manta térmica. No hay que
hepática o renal) limita su uso en la práctica clínica.

Medios ineficaces “ Punto importante


Calentamiento de los gases anestésicos
El calentamiento y, sobre todo, la humidificación com- El calentamiento cutáneo con mantas térmicas es
pleta de los gases anestésicos administrados en sistema el único medio eficaz para mantener la normoter-
abierto representan un coste calórico de 10-15 W, es decir, mia en el período peroperatorio.
menos del 10% de las pérdidas calóricas totales. El calen- • Su eficacia depende del cumplimiento de algu-
tamiento de los gases, limitado a 41 ◦ C para prevenir el nas condiciones: usar la mayor superficie de
riesgo de quemadura traqueobronquial, sólo puede pre-
calentamiento posible, comenzar el calentamiento
venir las pérdidas respiratorias y es incapaz, mediante un
aporte calórico adicional, de compensar las otras pérdidas, lo antes posible y proseguir el mayor tiempo posi-
sea cual sea el medio utilizado (circuito con reinhalación, ble a la temperatura lo más elevada posible.
filtro, calentador-humidificador eléctrico). • La aplicación de las mantas debe ser particu-
larmente cuidadosa si la superficie disponible es
Calentamiento de los gases insuflados durante
reducida.
la cirugía laparoscópica
• Para las intervenciones de corta duración, sólo
En teoría, los sistemas de calentamiento-
el calentamiento cutáneo preoperatorio es eficaz
humidificación del gas insuflado podrían reducir el
desarrollo de una hipotermia peroperatoria, pero su uso para prevenir la hipotermia que, en este caso,
es motivo de controversia [86, 87] , aunque las pérdidas depende básicamente de la redistribución interna
térmicas a lo largo de los tubos y los trocares pueden de calor.
explicar en ocasiones su ineficacia [88] . El calentamiento • El calentamiento de los productos sanguíneos
cutáneo con una manta térmica basta para prevenir es indispensable en caso de transfusión rápida o
la hipotermia peroperatoria, incluso durante cirugías masiva.
laparoscópicas prolongadas [89] .

EMC - Anestesia-Reanimación 11
E – 36-413-A-10  Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto

desaprovechar el período de inducción, de instalación y [14] Lopez M, Sessler DI, Walter K, Emerick T, Ozaki M. Rate and
de preparación, a veces prolongado por la colocación de gender dependence of the sweating, vasoconstriction, and shi-
monitorizaciones hemodinámicas, sobre todo teniendo vering thresholds in humans. Anesthesiology 1994;80:780–8.
en cuenta que en este momento la superficie disponi- [15] Israel DJ, Pozos RS. Synchronized slow-amplitude modula-
ble para el calentamiento es considerable. Al final de la tions in the electromyograms of shivering muscles. J Appl
intervención, el traslado a la sala de recuperación posta- Physiol 1989;66:2358–63.
nestésica debe efectuarse con precauciones de aislamiento [16] Jessen K. An assessment of human regulatory nonshivering
thermogenesis. Acta Anaesthesiol Scand 1980;24:138–43.
para no provocar una modificación brusca de la tempera-
[17] Horn EP, Sessler DI, Standl T, Schroeder F, Bartz HJ, Beyer
tura cutánea. La aplicación de estas medidas no representa JC, et al. Non-thermoregulatory shivering in patients recove-
ninguna dificultad adicional para el equipo de salud y ring from isoflurane or desflurane anesthesia. Anesthesiology
debe convertirse en una rutina para brindarle al paciente 1998;89:878–86.
un bienestar térmico óptimo desde su ingreso en el qui- [18] Hynson JM, Sessler DI, Moayeri A, McGuire J. Absence
rófano. of nonshivering thermogenesis in anesthetized adult humans.
Anesthesiology 1993;79:695–703.
[19] Hemingway A, Price WM. The autonomic nervous sys-
 Conclusión tem and regulation of body temperature. Anesthesiology
1968;29:693–701.
Además del malestar y el escalofrío, la hipotermia [20] Kellogg Jr DL. In vivo mechanisms of cutaneous vasodila-
peroperatoria, incluso moderada, favorece el desarro- tion and vasoconstriction in humans during thermoregulatory
llo de situaciones perioperatorias adversas que pueden challenges. J Appl Physiol 2006;100:1709–18.
[21] Kurz A, Sessler DI, Annadata R, Dechert M, Christensen R,
prolongar la hospitalización: aumento de la hemorra-
Bjorksten AR. Midazolam minimally impairs thermoregula-
gia, isquemia miocárdica y arritmias, absceso de pared, tory control. Anesth Analg 1995;81:393–8.
retraso de la cicatrización. La instauración sistemática de [22] Camus Y, Delva E, Cohen S, Lienhart A. The effects of war-
una estrategia de mantenimiento de la normotermia en ming intravenous fluids on intraoperative hypothermia and
el perioperatorio está plenamente justificada. El único postoperative shivering during prolonged abdominal surgery.
método eficaz de prevención de la hipotermia es el calen- Acta Anaesthesiol Scand 1996;40:779–82.
tamiento cutáneo. Por facilidad de aplicación, eficacia y [23] Ikeda T, Kim JS, Sessler DI, Negishi C, Turakhia M, Jeffrey
seguridad, la manta térmica es el medio que se usa con R. Isoflurane alters shivering patterns and reduces maximum
más frecuencia. El calentamiento de los productos san- shivering intensity. Anesthesiology 1998;88:866–73.
guíneos es indispensable en caso de transfusión rápida o [24] Lienhart A, Just B, Deriaz H. Modifications thermiques
masiva. Todos los otros medios son poco o nada efica- périopératoires : monitorage et traitement. En: Conféren-
ces. El mantenimiento de la normotermia requiere una ces d’actualisation. Paris: Expansion Scientifique Française;
atención permanente, que comienza antes del ingreso 1990.
del paciente en el quirófano y debe continuar durante la [25] Sessler DI, Sessler AM, Hudson S, Moayeri A. Heat
loss during surgical skin preparation. Anesthesiology
estancia en la sala de despertar.
1993;78:1055–64.
[26] Bickler PE, Sessler DI. Efficiency of airway heat and
 Bibliografía moisture exchangers in anesthetized humans. Anesth Analg
1990;71:415–8.
[27] Lienhart A, Delva E, Camus Y. Prévention de l’hypothermie
[1] Faisy C, Taylor SJ. Dépense énergétique en réanimation. Rea-
peropératoire. En: Conférences d’actualisation. Paris: Mas-
nimation 2009;18:477–85.
son; 1992265–79.
[2] Sessler DI. Perioperative heat balance. Anesthesiology [28] Sessler DI. Complications and treatment of mild hypother-
2000;92:578–96. mia. Anesthesiology 2001;95:531–43.
[3] Sessler DI, Moayeri A. Skin-surface warming: heat flux and [29] Just B, Trevien V, Delva E, Lienhart A. Prevention of intrao-
central temperature. Anesthesiology 1990;73:218–24. perative hypothermia by preoperative skin-surface warming.
[4] Sessler DI. Temperature monitoring and perioperative ther- Anesthesiology 1993;79:214–8.
moregulation. Anesthesiology 2008;109:318–38. [30] Sessler DI, Schroeder M, Merrifield B, Matsukawa T, Cheng
[5] Sessler DI. Mild perioperative hypothermia. N Engl J Med C. Optimal duration and temperature of prewarming. Anest-
1997;336:1730–7. hesiology 1995;82:674–81.
[6] Webb P. Temperatures of skin, subcutaneous tissue, muscle [31] Vassilieff N, Rosencher N, Sessler DI, Conseiller C, Lienhart
and core in resting men in cold, comfortable and hot condi- A. Nifedipine and intraoperative core body temperature in
tions. Eur J Appl Physiol Occup Physiol 1992;64:471–6. humans. Anesthesiology 1994;80:123–8.
[7] Boulant JA. Role of the preoptic-anterior hypothalamus in [32] Kurz A, Sessler DI, Narzt E, Lenhardt R, Lackner F. Morpho-
thermoregulation and fever. Clin Infect Dis 2000;31(Suppl. metric influences on intraoperative core temperature changes.
5):S157–61. Anesth Analg 1995;80:562–7.
[8] Curras MC, Kelso SR, Boulant JA. Intracellular analysis of [33] Ikeda T, Sessler DI, Kikura M, Kazama T, Ikeda K, Sato
inherent and synaptic activity in hypothalamic thermosensi- S. Less core hypothermia when anesthesia is induced with
tive neurones in the rat. J Physiol 1991;440:257–71. inhaled sevoflurane than with intravenous propofol. Anesth
[9] Tayefeh F, Plattner O, Sessler DI, Ikeda T, Marder Analg 1999;88:921–4.
D. Circadian changes in the sweating-to-vasoconstriction [34] Ikeda T, Kazama T, Sessler DI, Toriyama S, Niwa K, Shi-
interthreshold range. Pflugers Arch 1998;435:402–6. mada C, et al. Induction of anesthesia with ketamine reduces
[10] Sessler DI, Sladen RN. Thermoregulation. En: McLeskey the magnitude of redistribution hypothermia. Anesth Analg
CH, editor. Geriatric anesthesiology. Baltimore: Williams 2001;93:934–8.
and Wilkins; 1997. p. 345–60. [35] Ikeda T, Ozaki M, Sessler DI, Kazama T, Ikeda K,
[11] Brauchi S, Orta G, Salazar M, Rosenmann E, Latorre R. Sato S. Intraoperative phenylephrine infusion decreases
A hot-sensing cold receptor: C-terminal domain determines the magnitude of redistribution hypothermia. Anesth Analg
thermosensation in transient receptor potential channels. J 1999;89:462–5.
Neurosci 2006;26:4835–40. [36] Leslie K, Sessler DI. Reduction in the shivering thres-
[12] Moqrich A, Hwang SW, Earley TJ, Petrus MJ, Murray AN, hold is proportional to spinal block height. Anesthesiology
Spencer KS, et al. Impaired thermosensation in mice lac- 1996;84:1327–31.
king TRPV3, a heat and camphor sensor in the skin. Science [37] Kurz A, Sessler DI, Schroeder M, Kurz M. Thermoregulatory
2005;307:1468–72. response thresholds during spinal anesthesia. Anesth Analg
[13] Frank SM, Raja SN, Bulcao CF, Goldstein DS. Relative 1993;77:721–6.
contribution of core and cutaneous temperatures to thermal [38] Glosten B, Sessler DI, Faure EA, Karl L, Thisted RA. Cen-
comfort and autonomic responses in humans. J Appl Physiol tral temperature changes are poorly perceived during epidural
1999;86:1588–93. anesthesia. Anesthesiology 1992;77:10–6.

12 EMC - Anestesia-Reanimación
Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto  E – 36-413-A-10

[39] Hynson JM, Sessler DI, Glosten B, McGuire J. Thermal [63] Melling AC, Ali B, Scott EM, Leaper DJ. Effects of preo-
balance and tremor patterns during epidural anesthesia. perative warming on the incidence of wound infection
Anesthesiology 1991;74:680–90. after clean surgery: a randomised controlled trial. Lancet
[40] English MJ, Papenberg R, Farias E, Scott WA, Hinchey 2001;358:876–80.
J. Heat loss in an animal experimental model. J Trauma [64] Seamon MJ, Wobb J, Gaughan JP, Kulp H, Kamel I, Dempsey
1991;31:36–8. DT. The effects of intraoperative hypothermia on surgical site
[41] Delva E, Camus Y, Just B, Lienhart A. Isolation et réchauf- infection: an analysis of 524 trauma laparotomies. Ann Surg
fement cutanés. En: Hypothermie peropératoire involontaire. 2012;255:789–95.
Paris: Arnette; 199367–77. [65] Wang HE, Callaway CW, Peitzman AB, Tisherman SA.
[42] Frank SM, Beattie C, Christopherson R, Norris EJ, Rock P, Admission hypothermia and outcome after major trauma. Crit
Parker S, et al. Epidural versus general anesthesia, ambient Care Med 2005;33:1296–301.
operating room temperature, and patient age as predictors of [66] Qadan M, Gardner SA, Vitale DS, Lominadze D, Joshua IG,
inadvertent hypothermia. Anesthesiology 1992;77:252–7. Polk Jr HC. Hypothermia and surgery: immunologic mecha-
[43] Vassilieff N, Rosencher N, Sessler DI, Conseiller C. Shive- nisms for current practice. Ann Surg 2009;250:134–40.
ring threshold during spinal anesthesia is reduced in elderly [67] Macintyre PE, Pavlin EG, Dwersteg JF. Effect of meperi-
patients. Anesthesiology 1995;83:1162–6. dine on oxygen consumption, carbon dioxide production, and
[44] Smith TC. Respiratory system: aging, adversity and anest- respiratory gas exchange in postanesthesia shivering. Anesth
hesia. En: Geriatric anesthesiology. Baltimore: Williams and Analg 1987;66:751–5.
Wilkins; 199785–99. [68] Alfonsi P. Postanaesthetic shivering: epidemiology, pat-
hophysiology, and approaches to prevention and manage-
[45] Kitamura A, Hoshino T, Kon T, Ogawa R. Patients with diabe-
ment. Drugs 2001;61:2193–205.
tic neuropathy are at risk of a greater intraoperative reduction
[69] Cheng C, Matsukawa T, Sessler DI, Ozaki M, Kurz A, Merri-
in core temperature. Anesthesiology 2000;92:1311–8.
field B, et al. Increasing mean skin temperature linearly
[46] Rodwell VW. Enzymes : cinétique. En: Précis de biochimie. reduces the core-temperature thresholds for vasoconstriction
Québec: Editions Eska; 1989. and shivering in humans. Anesthesiology 1995;82:1160–8.
[47] Yenari MA, Han HS. Neuroprotective mechanisms of [70] Clough D, Kurz A, Sessler DI, Christensen R, Xiong J. Ther-
hypothermia in brain ischaemia. Nat Rev Neurosci moregulatory vasoconstriction does not impede core warming
2012;13:267–78. during cutaneous heating. Anesthesiology 1996;85:281–8.
[48] Sinclair HL, Andrews PJ. Bench-to-bedside review: hypot- [71] Camus Y, Delva E, Just B, Lienhart A. Leg warming mini-
hermia in traumatic brain injury. Crit Care 2010;14:204. mizes core hypothermia during abdominal surgery. Anesth
[49] Hayashi S, Takayasu M, Inao S, Yoshida J. Balance of Analg 1993;77:995–9.
risk of therapeutic hypothermia. Acta Neurochir [suppl] [72] Sigg DC, Houlton AJ, Iaizzo PA. The potential for increa-
2005;95:269–72. sed risk of infection due to the reuse of convective
[50] Tieu BH, Holcomb JB, Schreiber MA. Coagulopathy: its pat- air-warming/cooling coverlets. Acta Anaesthesiol Scand
hophysiology and treatment in the injured patient. World J 1999;43:173–6.
Surg 2007;31:1055–64. [73] Sharp RJ, Chesworth T, Fern ED. Do warming blankets
[51] Iaizzo PA, Kehler CH, Carr RJ, Sessler DI, Belani KG. Prior increase bacterial counts in the operating field in a laminar-
hypothermia attenuates malignant hyperthermia in suscepti- flow theatre? J Bone Joint Surg (Br) 2002;84:486–8.
ble swine. Anesth Analg 1996;82:803–9. [74] Camus Y, Delva E, Bossard AE, Chandon M, Lienhart A.
[52] Sessler DI, Moayeri A, Stoen R, Glosten B, Hynson J, Prevention of hypothermia by cutaneous warming with new
McGuire J. Thermoregulatory vasoconstriction decreases electric blankets during abdominal surgery. Br J Anaesth
cutaneous heat loss. Anesthesiology 1990;73:656–60. 1997;79:796–7.
[53] Frank SM, Higgins MS, Breslow MJ, Fleisher LA, Gorman [75] Janicki PK, Higgins MS, Janssen J, Johnson RF, Beattie C.
RB, Sitzmann JV, et al. The catecholamine, cortisol, and Comparison of two different temperature maintenance stra-
hemodynamic responses to mild perioperative hypothermia. tegies during open abdominal surgery: upper body forced-air
A randomized clinical trial. Anesthesiology 1995;82:83–93. warming versus whole body water garment. Anesthesiology
[54] Kurz A, Sessler DI, Narzt E, Bekar A, Lenhardt R, Huemer G, 2001;95:868–74.
et al. Postoperative hemodynamic and thermoregulatory con- [76] Negishi C, Hasegawa K, Mukai S, Nakagawa F, Ozaki M,
sequences of intraoperative core hypothermia. J Clin Anesth Sessler DI. Resistive-heating and forced-air warming are
1995;7:359–66. comparably effective. Anesth Analg 2003;96:1683–7.
[55] Joris J, Banache M, Bonnet F, Sessler DI, Lamy M. Clonidine [77] Delva E, Camus Y, Just B, Lienhart A. Isolation et
and ketanserin both are effective treatment for postanesthetic réchauffement cutanés. En: Lienhart A, editor. Hypothermie
shivering. Anesthesiology 1993;79:532–9. peroperatoire involontaire. Paris: Arnette; 1993. p. 63–77.
[56] Just B, Delva E, Camus Y, Lienhart A. Oxygen uptake during [78] Camus Y, Delva E, Sessler DI, Lienhart A. Pre-induction skin-
recovery following naloxone. Relationship with intraopera- surface warming minimizes intraoperative core hypothermia.
tive heat loss. Anesthesiology 1992;76:60–4. J Clin Anesth 1995;7:384–8.
[79] Boyan CP, Howland WS. Cardiac arrest and temperature of
[57] Horn EP, Schroeder F, Wilhelm S, Sessler DI, Standl T, von
bank blood. JAMA 1963;183:58–60.
dem Busche K, et al. Postoperative pain facilitates nonther-
[80] Patel N, Knapke DM, Smith CE, Napora TE, Pinchak AC,
moregulatory tremor. Anesthesiology 1999;91:979–84.
Hagen JF. Simulated clinical evaluation of conventional and
[58] Lenhardt R, Marker E, Goll V, Tschernich H, Kurz A, Sessler
newer fluid-warming devices. Anesth Analg 1996;82:517–24.
DI, et al. Mild intraoperative hypothermia prolongs posta- [81] Monga M, Comeaux B, Roberts JA. Effect of irrigating fluid
nesthetic recovery. Anesthesiology 1997;87:1318–23. on perioperative temperature regulation during transurethral
[59] Frank SM, Beattie C, Christopherson R, Norris EJ, Perler BA, prostatectomy. Eur Urol 1996;29:26–8.
Williams GM, et al. Unintentional hypothermia is associated [82] Sessler DI, McGuire J, Sessler AM. Perioperative thermal
with postoperative myocardial ischemia The Perioperative insulation. Anesthesiology 1991;74:875–9.
Ischemia Randomized Anesthesia Trial Study Group. Anest- [83] English MJ, Farmer C, Scott WA. Heat loss in exposed volun-
hesiology 1993;78:468–76. teers. J Trauma 1990;30:422–5.
[60] Frank SM, Fleisher LA, Breslow MJ, Higgins MS, Olson KF, [84] Nakajima Y, Takamata A, Matsukawa T, Sessler DI, Kita-
Kelly S, et al. Perioperative maintenance of normothermia mura Y, Ueno H, et al. Effect of amino acid infusion on
reduces the incidence of morbid cardiac events. A randomized central thermoregulatory control in humans. Anesthesiology
clinical trial. JAMA 1997;277:1127–34. 2004;100:634–9.
[61] Rajagopalan S, Mascha E, Na J, Sessler DI. The effects of [85] Sellden E, Branstrom R, Brundin T. Augmented thermic
mild perioperative hypothermia on blood loss and transfusion effect of amino acids under general anaesthesia occurs predo-
requirement. Anesthesiology 2008;108:71–7. minantly in extra-splanchnic tissues. Clin Sci 1996;91:431–9.
[62] Kurz A, Sessler DI, Lenhardt R. Perioperative normother- [86] Davis SS, Mikami DJ, Newlin M, Needleman BJ, Barrett
mia to reduce the incidence of surgical-wound infection and MS, Fries R, et al. Heating and humidifying of carbon dio-
shorten hospitalization. Study of Wound Infection and Tem- xide during pneumoperitoneum is not indicated: a prospective
perature Group. N Engl J Med 1996;334:1209–15. randomized trial. Surg Endosc 2006;20:153–8.

EMC - Anestesia-Reanimación 13
E – 36-413-A-10  Hipotermia peroperatoria no provocada en el adulto

[87] Sajid MS, Mallick AS, Rimpel J, Bokari SA, Cheek [93] Cheney FW, Posner KL, Caplan RA, Gild WM. Burns from
E, Baig MK. Effect of heated and humidified carbon warming devices in anesthesia. A closed claims analysis.
dioxide on patients after laparoscopic procedures: a meta- Anesthesiology 1994;80:806–10.
analysis. Surg Laparosc Endosc Percutan Tech 2008;18:
539–46.
[88] Jacobs VR, Kiechle M, Morrison Jr JE. Carbon dioxide gas Para saber más
heating inside laparoscopic insufflators has no effect. Jsls
2005;9:208–12. Forbes SS, Eskicioglu C, Nathens AB, Fenech DS, Laflamme
[89] Stewart BT, Stitz RW, Tuch MM, Lumley JW. Hypothermia in C, McLean RF, et al. Evidence-based guidelines for pre-
open and laparoscopic colorectal surgery. Dis Colon Rectum vention of perioperative hypothermia. J Am Coll Surg
1999;42:1292–5. 2009;209:492–503.
[90] Hynson JM, Sessler DI. Intraoperative warming therapies: National Institute for Health and Clinical Excellence. Idnavertent
a comparison of three devices. J Clin Anesth 1992;4: perioperative hypothermia. Quick reference guide; Full gui-
194–9. delines: www.nice.org.uk/CG065.
[91] Gendron F. “Burns” occurring during lengthy surgical proce- De Witte J, Sessler DI. Perioperative shivering. Physiology and
dures. J Clin Eng 1980;5:19–26. pharmacology. Anesthesiology 2000;96:467–84.
[92] Crino MH, Nagel EL. Thermal burns caused by war- Camus Y, Delva E, Lienhart A. Prise en charge de l’opéré hypot-
ming blankets in the operating room. Anesthesiology herme. In: SFAR editor. La période postopératoire. Paris:
1968;29:149–50. CRI; 1999. p. 125–45.

C. Butrulle, Chef de clinique assistante.


Y. Camus, Praticien hospitalier (yvon.camus@sat.aphp.fr).
E. Delva, Praticien hospitalier.
A. Lienhart, Professeur des Universités.
Département d’anesthésie et réanimation chirurgicale, 184, rue du Faubourg-Saint-Antoine, 75012 Paris, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Butrulle C, Camus Y, Delva E, Lienhart A. Hipotermia peroperatoria
no provocada en el adulto. EMC - Anestesia-Reanimación 2015;41(4):1-14 [Artículo E – 36-413-A-10].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

14 EMC - Anestesia-Reanimación

También podría gustarte