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Dentro del ámbito laboral en nuestro país a partir la entrada en vigencia de la Ley
Orgánica Reformatoria a la Ley Orgánica del Servicio Público y al Código del Trabajo
para Prevenir el Acoso Laboral el 30 de octubre del 2017 se introdujo la figura legal del
Acoso Laboral entendida como una nueva causal para que, tanto empleador como
trabajador puedan dar por terminada una relación laboral. Dicho esto, este análisis tiene
como objetivo establecer ciertos preceptos teóricos a fin de entender esta figura jurídica,
así también, citaremos ciertos rasgos generales de la experiencia colombiana con respecto
al tema.
En este momento, es necesario analizar la naturaleza jurídica acerca del acoso laboral.
Así pues, en primer lugar, abordaremos lo concerniente al derecho sustantivo para
posteriormente reflexionar ciertos aspectos concernientes al derecho adjetivo de esta
figura jurídica. Partiremos mencionando que el acoso laboral es un tema que se viene
estudiando desde la década de los 80. Actualmente, se lo denomina mobbing, palabra que
en español significa “atestar”, pudiéndose interpretar como una manera de acoso
psicológico, que implica necesariamente un menoscabo a la dignidad humana. Fernando
Motta Cárdenas citando a Hirigoyen la define como:
Este acoso puede ser ejemplificado en un maltrato verbal o modal que recibe un
trabajador, por parte de su empleador, o compañeros de trabajo, obviamente dentro del
ambiente laboral. Esta tiene como fin último el hostigamiento del trabajador y posterior
renuncia o salida de lugar de trabajo. Generalmente, esta práctica es utilizada por los
empleadores para generar un ahorro cuantioso de sus arcas, ya que como es conocido, la
renuncia del trabajador trae consigo dichos efectos jurídicos. Así pues, debemos entender
que esta conducta implica prácticas ilegales, ilícitas o ajenas al respeto de los derechos
humanos que inciden directamente en afección a la dignidad de la persona.
Varios estudios acerca del tema, señalan que este debe ser abordado desde una perspectiva
de salud del trabajador puesto que, dicha práctica tiene como fin menoscabar
psicológicamente a la persona acosada. Esto trae consigo consecuencias como; estrés
laboral, bajo rendimiento laboral, insatisfacción laboral, ausentismo laboral, negligencia
en el trabajo, tendencia al consumo de sustancias toxicas, entre otros. Hemos resaltado
este ángulo del tema, puesto que ya dentro procedimiento legal, determinados exámenes
psicológico de salud del trabajador vendrían a constituir una alternativa probatoria dentro
de litigio laboral. Así pues, Lina Victoria Parra Cortez en Aportes para el desarrollo
normativo sobre acoso laboral en Ecuador: la experiencia de la Ley 1010 de 2006 en
Colombia analizando el caso colombiano respeto a lo mencionado asevera que:
En este punto resultaría vital dar gran valor probatorio a evaluaciones psicológicas y
médicas, más aun teniendo en cuenta que las personas, al menos en Colombia, deben
haber tenido un examen médico antes de su incorporación a los lugares de trabajo y luego
de terminar el contrato de trabajo (2015, 67).
Avanzando con el análisis, el acoso laboral es producto de un conflicto asimétrico entre
las dos partes, donde la parte hostigadora posee más recursos, ventajas, recursos a la del
trabajador hostigado. Según, la misma autora señala que existen tres modalidades del
acoso laboral dependiendo del nivel a afectación y el mecanismo de ataque empleado los
cuales citaremos a continuación:
Por su parte, Ley Orgánica Reformatoria a la Ley Orgánica del Servicio Público y al
Código del Trabajo para Prevenir el Acoso Laboral el 30 de octubre del 2017 señala que,
Como observamos esta reforma afecta el art. 172 lo cual, constituye una causal
perteneciente al empleador para dar por terminada la relación laboral, previo tramite de
Visto Bueno. Esta reforma de manera expresa regula los tres tipos de acosos doctrinarios
según la persona que la realiza:
Legislación comparada.
Una vez establecidos ciertos aspectos teóricos respecto al tema, en este momento
tomaremos como referencia la legislación colombiana a fin de establecer ciertos
parámetros legales para abordar el acoso laboral. Así pues, en Colombia la Ley 1010 del
2006 reglamenta el acoso laboral de una manera más sistemática a la nuestra legislación
actual, de la cual mencionaremos los aspectos más importantes:
Objeto de la ley:
Definir, prevenir, corregir y sancionar las diversas formas de agresión, maltrato,
vejámenes, trato desconsiderado y ofensivo y en general todo ultraje a la dignidad humana
que se ejercen sobre quienes realizan sus actividades económicas en el contexto de una
relación laboral privada o pública.
Son bienes jurídicos protegidos por la presente ley: el trabajo en condiciones dignas y
justas, la libertad, la intimidad, la honra y la salud mental de los trabajadores, empleados,
la armonía entre quienes comparten un mismo ambiente laboral y el buen ambiente en la
empresa.
Cabe señalar que dicha ley no es aplicable a las relaciones civiles y/o comerciales, ni la
concerniente a la contratación administrativa. Siguiendo con el análisis de dicha norma
en su Art 2, establece claramente algunos comportamientos que pueden configurar “acoso
laboral” entre ellos tenemos:
Dicho esto creímos necesario mencionar ciertas conductas de acoso laboral específicas
propuestas por Edgar Enrique Martínez y Juan manual Ramírez en Acoso Laboral en
Colombia: Conceptualización, Caracterización y Regulación existentes en una caso
acoso laboral;
En fin, para culminar con lo referente a la parte del derecho sustantivo del acoso laboral,
cabe señalar ciertas puntualizaciones que según la legislación colombiana es necesario a
tomar en cuenta. Así pues, pueden existir conductas atenuantes y agravantes de dicho
acoso. En el primer caso, por ejemplo cuando se obró en un estado de emoción o pasión
excusable. En el segundo caso, será agravante de dicha acción la reiteración, o la
concurrencia de las causales, realizarle mediante abuso de una posición dominante. Así
también, pueden existir conductas que no constituyen acoso laboral, de entre la cuales
tenemos; la encaminadas a mantener la disciplina, así como las referentes a mantener una
fidelidad y lealtad a la empresa, reglamentos internos de trabajo entre todos.
“Previa a la petición del visto bueno procederá la apertura de una conciliación que
presidirá la autoridad laboral competente, en la que serán oídos, además del interesado,
los representantes de los trabajadores y el empleador o quien le represente”.
Esta reforma dispone que previa solicitud de visto bueno, el empleador puede iniciar un
proceso conciliatorio presidido por la autoridad competente, y en la cual, podrán
intervenir los representantes de los implicados (empleador – trabajador). Esta etapa que
faculta al empleador establecer un proceso conciliador con presencia de la autoridad
competente antes de presentar solicitud de visto bueno, puede ser semejante a las etapas
preventivas de la legislación colombiana.
En casos de sufrir acoso laboral, cometido o permitido por acción u omisión por el
empleador o empleadora o sus representantes legales. Una vez presentada la petición del
visto bueno, procederá la apertura de una conciliación que presidirá la autoridad laboral
competente, en la que serán oídos, además del interesado, los representantes de los
trabajadores y el empleador o quien le represente.
“En los casos de acoso laboral, podrá disponer se efectúen las disculpas públicas de
quien cometió la conducta”.
Como observamos esta reforma afecta el art. 173 lo cual, constituye una causal
perteneciente al trabajador para dar por terminada la relación laboral, previo tramite de
Visto Bueno. Es aquí donde se establece que el empleador puede cometer acoso laboral
ya sea por omisión o acción situación ya analizada con anterioridad. Así también la
reforma señala que, luego de abierto el proceso de Visto Bueno solicitado por el
trabajador, se pueden iniciar una etapa de conciliación en el que podrán intervenir los
representantes tanto de trabajadores como empleadores.
Con respeto a la normativa colombiana “La víctima del acoso laboral puede denunciar en
primera oportunidad a los comités de convivencia, a jefe superior del acosador con el fin
de propiciar la corrección de la situación.” Si no hay respuesta, la ley 1010 posibilita la
denuncia ante el inspector de trabajo, los Inspectores Municipales de Policía, de los
Personeros Municipales o de la Defensoría del Pueblo, la prevención, la ocurrencia de
una situación continuada y ostensible de acoso laboral”.(Art. 12).
En este punto es necesario reflexionar acerca del verdadero rol del Inspector de Trabajo,
a la responsabilidad moral de asumir una verdadera calidad de inspector o investigador
laboral que abra la posibilidad de detectar durante proceso, algún caso de abuso laboral.
Legalmente, lo facultará para negar dicha solicitud de Visto Bueno en caso de detectar
cualquier tipo de hostigamiento implique un abuso laboral. Lina Parra describe esta
situación de la siguiente forma:
“En este caso se debe empezar a plantear la posibilidad de que el Inspector del Trabajo
niegue el visto bueno si detecta que existen injurias del empleador y estas responden más
bien a un proceso de acoso laboral, o que este se solicita por ausencias, baja de
rendimiento o desempeño de la persona acosada, pero estas son consecuencia del
hostigamiento.” (2015, 57)
En ese mismo sentido, Fernando Motta con respeto a las consecuencias del acoso labor,
pueden derivar en cambios de comportamiento en el trabajador entre las cuales tenemos;
conductas de ausentismo, de negligencia laboral, tendencia al consumo de sustancias
toxicas, bajo rendimiento laboral, entre otras (12). Es necesario que nuestra legislación
deba normar esta situación, quizá la vía procesal más viable, radica en aumentar el peso
probatorio de los exámenes psicológicos tomando como referencia los exámenes
periódicos preestablecido en un reglamento interno. Así también, en el proceso de Visto
Bueno al Inspector se le podría extrapolar ciertas funciones provenientes del derecho
penal, y es específicamente de la figura del Ministerio Publico o Fiscal. Adecuados al
ámbito laboral, el inspector deberá agotar todos los elementos de cargo y descargo con el
fin de verificar que la causal invocada por el empleador para solicitar el Visto Bueno, no
sea consecuencia de un abuso laboral (estado anterior a la causa).
Fuentes de consulta.
Lina Victoria Parra Cortés. (2015). Aportes para el desarrollo normativo sobre
acoso laboral en Ecuador: la experiencia de la Ley 1010 de 2006 en Colombia.
[Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador]. Disponible en:
http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/5283/1/06-TC-Parra.pdf