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EDITADO POR “EDICIONES LA CUEVA”

Fragmento
SOBRE LA MUERTE
Jorge Luis Borges

Bueno, hay el tema de la muerte ahora. Porque siempre... ahora siento cierta
impaciencia; me parece que debo morirme, y debo morirme pronto. Que ya he
vivido demasiado. Y, además, tengo una gran curiosidad. Creo, pero no estoy
seguro, que la muerte tiene que tener cierto sabor; tiene que ser algo peculiar
que uno no ha sentido nunca. La prueba está... yo he visto muchas agonías, y las
personas sabían que iban a morir. Y hace poco me dijeron, me dijo Alberto Girri,
que había estado con Mujica Láinez un mes antes de su muerte; y Mujica Láinez
le dijo que estaba por morir, que no sentía temor, pero que tenía esa
certidumbre. Ahora, esa certidumbre no puede haber sido basada en razones,
sino en ese sabor peculiar de la muerte, que uno lo sentirá y que sabe que es algo
que no ha sentido nunca antes. Que no puede comunicarse, desde luego, ya que
uno solo puede comunicar lo compartido por el otro. Las palabras presuponen
experiencias compartidas; en el caso de la muerte todavía no. (...).

"Esa aproximación llega de cualquier modo; y además, yo no hablo de


aproximación inmediata. Hablo de cierta impaciencia. Pero, quizá, cuando llegue el
momento de la muerte, me mostraré muy cobarde. Aunque, en general, yo habré
visto varias agonías "uno ve muchas agonías al cabo de ochenta y cuatro años", y
siempre el que estaba muriéndose sentía una gran impaciencia; estaba deseando
morirse de una buen vez. (...)
"Y bueno... la muerte sería... sería un viaje, desde luego superior a los siete viajes
de Simbad; sería un viaje mucho más grande, ¿no?

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