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Contexto de la enfermedad:
La leptospirosis, conocida como la enfermedad de Weil o la fiebre canícula, es una
enfermedad bacteriana zoonótica causada por las leptospiras (bacterias englobadas en las
espiroquetas). Estas leptospiras son patógenas en los seres humanos cuando pertenecen a la
especie L.interrogans, a su vez, esta especie tiene 23 serogrupos y 200 serovariedades.
El reservorio de la enfermedad lo constituyen los animales. A pesar de que no hay una
exclusividad en ellos, cada serovariedad presenta reservorios preferentes, así: las ratas
(icterohaemorrhagie), los cerdos (pomona), el ganado bovino (hardjo), los perros (canicola) y
los mapaches (autumnalis). Otros hospederos animales son roedores silvestres, tejones,
ciervos, ardillas, zorros, mofetas y zarigüeyas.
Por otra parte, en las zonas donde la enfermedad se considera endémica y de alto riesgo
(Brasil, China, El Caribe, India, las Islas del Pacífico, Malasia, las Islas Seychelles, Sri
Lanka, Tailandia y Vietnam) la mayoría veces se presenta como asintomáticas o con síntomas
muy leves. En un 90% de los casos, se presenta como cuadros pseudogripales, con cefalea,
fiebre y mialgias. Pero, cuando se presentan casos graves, pueden llegar a presentarse
alteraciones hepáticas con ictericia, alteraciones de la función renal, insuficiencia pulmonar y
diátesis hemorrágica, debido al daño en el endotelio capilar que provoca una vasculitis
generalizada. Estos síntomas pueden presentarse desde la tercera a la sexta semana de la
enfermedad.
Lo anterior puede depender tanto de la serovariedad infectante como de características
específicas del huésped afectado. Puede llegar a la muerte hasta en un 20% de los casos,
aunque estos sean raros, se pueden presentar por la poca especificidad en la sintomatología,
por desconocimiento de la enfermedad o por un diagnóstico de laboratorio inadecuado.
La transmisión se da principalmente por contacto directo con sangre, orina o tejidos de
animales infectados, que penetran en la piel del huésped si ésta está escoriada o a través de
mucosas. También es posible la transmisión por contacto con material contaminado por orina
de los animales afectos.
El microorganismo sobrevive largo tiempo en el agua, lo que la convierte en un vehículo
importante de transmisión al nadar en agua contaminada, así como por contacto con tierra
húmeda o vegetación contaminada (sobre todo se ha visto implicada la caña de azúcar). Se ha
descrito la infección por ingestión de alimentos contaminados y, rara vez, por inhalación de
gotitas en aerosol de líquidos contaminados. En viajeros el riesgo de contraer la enfermedad
es bajo, aunque es mayor en países tropicales, en visitas a zonas rurales o suburbios
marginales y en aquellos viajeros expuestos a animales en un entorno profesional
(veterinarios, granjeros…), o en viajeros de aventura que participan en deportes acuáticos
como la natación o el rafting. El riesgo aumenta tras los períodos de fuertes lluvias, debido a
que el agua satura el medio ambiente y las leptospiras del suelo pasan directamente a las
aguas superficiales.
El periodo de incubación es de aproximadamente 10 días, con límites entre 4 y 19 días. El
periodo de transmisibilidad desde el reservorio al hombre o, en rara ocasión, de persona a
persona, dura mientras se excreten leptospiras en orina, lo que generalmente dura un mes en
los humanos enfermos y largo tiempo en los animales.
La susceptibilidad humana es general, surgiendo inmunidad a la serovariedad específica
infectante, aunque se desconoce si protege de la infección por otras serovariedades.
Datos epidemiológicos
Según lo reportado por la OMS, el número de casos de leptospirosis a nivel mundial
no ha sido completamente documentado, debido a que en muchas zonas la enfermedad no es
correctamente diagnosticada o porque los casos no son reportados como leptospirosis en sí;
esto es porque otras enfermedades presentan síntomas y signos similares o iguales. Sin
embargo, se ha establecido una probabilidad de 1 caso por cada 100.000 personas por año en
climas templados y 10 casos por cada 100.000 personas por año en climas tropicales
húmedos, aunque durante un brote estas cifras pueden aumentar a 100 o más casos por cada
100.000 habitantes por año. En Colombia, se han analizado y reportado resultados de
muestras humanas provenientes de diferentes departamentos desde el 2006 mediante las
técnicas de MAT y ELISA indirecto, determinando para 2013 una incidencia de 3,03 casos
nuevos por cada 100.000 habitantes.
La Región de las Américas es la que más alertas de esta enfermedad presenta a nivel
mundial. En el total de las 568 alertas de leptospirosis publicadas en la base de datos “Health
Map” entre 2007 y 2011, más de la mitad correspondían a las Américas. También, en
Centroamérica, Suramérica y el caribe, se observaron prevalencias entre 1,2 casos por cada
100.000 habitantes en Perú y 22 casos por cada 100.000 habitantes en Trinidad y Tobago, en
una población evaluada de 1’262.366 habitantes. Es importante mencionar que además de
determinar que los dos países con mayor proporción de casos en Centroamérica, Suramérica,
y el Caribe son Guyana seguido por Jamaica.
En Colombia, el boletín epidemiológico semanal en lo corrido del año 2019 hasta la
semana 9, reportó 123 casos de leptospirosis en Antioquia, 50 en Risaralda, 19 en Bolívar, 18
en el Huila y 14 en Santander y cesar. Adicionalmente, hasta la semana 52 del 2018 se habían
reportado 780 eventos en Antioquia, 326 en Tolima, 90 en Bogotá y 67 en Santander.
Específicamente, en este último departamento, para la misma fecha, fueron reportados 8
casos en Cimitarra, 7 en Socorro, 6 en Floridablanca y 5 en Bucaramanga.
La transmisión ocupacional es considerada como el principal factor de riesgo: en
trabajadores de plantas de sacrificio, veterinarios, agricultores y ganaderos. En segundo lugar
está la transmisión recreacional, que se da en personas que tienen contacto con aguas
contaminadas como nadadores o conductores de botes rápidos, entre otros y en tercer lugar
está la transmisión domiciliaria, que se da en personas que presentan convivencia con
roedores o animales domésticos infectados.
Otros posibles factores de riesgo que pueden ser considerados como terciarios o de
poco reporte son: presencia de época de lluvias, actividades de natación (incluso en agua
tratada), trabajadores en el área de alcantarillado, estudiantes y trabajadores de piscicultura.
Es importante aclarar, que dentro de los posibles factores de riesgo, México reporta que la
presencia de enfermedades como dengue o cólera que ocurren principalmente en zonas
tropicales y pueden estar relacionadas con el aumento de incidencia de leptospirosis, esto
puede ser debido a que en muchos casos, al quedarse sin diagnóstico serológico, pueden ser
clasificados como otra enfermedad febril dentro de las que se encuentra la leptospirosis.
Marco legal
La Constitución Política de 1991, artículo 49, considera la salud como un servicio
público a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de
promoción, protección y recuperación de la salud. Corresponde al Estado organizar, dirigir y
reglamentar la prestación de servicios de salud y de saneamiento ambiental a los habitantes,
conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. También, establecer las
políticas para la prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer su
vigilancia y control.
La implementación de la Ley 100/1993, mediante la cual se establece el SGSSS para
garantizar los servicios de salud a la totalidad de la población optando por una forma más
racional de financiación de los servicios. A través de esta ley se definieron las condiciones
para el acceso al Plan Obligatorio de Salud (POS) que busca la protección integral de las
familias durante la maternidad y enfermedad general en las fases de promoción y fomento de
la salud, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de todas las patologías.
De acuerdo con el Sistema de Vigilancia en Salud Pública SIVIGILA de Colombia, la
leptospirosis es un evento de notificación obligatoria a partir del año 2007, momento en el
cual este sistema fue implementado por el Instituto Nacional de Salud (INS). Ley N. 15.465
“Régimen Legal de las Enfermedades de Notificación Obligatoria” y Resolución 422/2003
del SENASA.
El Decreto 2323 de 2006, organiza la Red Nacional de Laboratorios y establece cuatro
líneas estratégicas sobre las cuales se centran sus acciones: 1) Vigilancia en salud pública, 2)
Investigación, 3) Gestión de la calidad 4) Prestación de servicios. Establece las funciones de
los laboratorios nacionales de referencia (INS e INVIMA), laboratorios de salud pública
departamental y distrital y de los laboratorios en el nivel municipal.
La Ley 1122 de 2007, establece los mecanismos que permiten la evaluación a través de
indicadores de gestión y resultados en salud y bienestar de todos los actores que operan en el
SGSSS.
Estrategias y actividades
Orientación hacia:
1. La promoción y fomento de la salud en las comunidades
● Diseño y desarrollo de estrategias de información y educación dirigidas a la
comunidad, la familia y el individuo, para empoderarla sobre los saberes de todo lo
relacionado con la enfermedad (principalmente conocimiento de los reservorios y
formas de transmisión).
● Implementar estrategias de información, educación y comunicación orientadas a
con ropa impermeable de ser necesario, utilizar ropa protectora (botas, guantes, gafas,
delantales, máscaras) durante la manipulación de animales (sobre todo en casos donde
la ocupación lo requiere), evitando el contacto directo con orina y otros líquidos
corporales, y al realizar tareas de alcantarillado, drenaje, recolección de basura u otras
actividades consideradas de alto riesgo.
● Fortalecimientos de hábitos para la notificación de la enfermedad al Instituto
● Fortalecer las capacidades y habilidades del talento humano en salud para mejorar la
cobertura, oportunidad y grado de adecuación del diagnóstico y tratamiento.
● Capacitación para la utilización de técnicas diagnósticas de laboratorio para llegar a
un dictamen definitivo cuando se parte de un amplio listado de diagnósticos
diferenciales (principalmente de dengue, zika, chikungunya).
● Fortalecimiento en la red nacional de laboratorios de las entidades territoriales.
VIOLENCIA FAMILIAR.
La violencia familiar, es la forma más común de violencia contra la mujer es la
violencia en el hogar o en la familia. Las investigaciones demuestran sistemáticamente que
una mujer tiene mayor probabilidad de ser lastimada, violada o asesinada por su compañero
actual o anterior que por otra persona. Los hombres pueden patear, morder, abofetear, dar un
puñetazo o tratar de estrangular a sus esposas o compañeras; les pueden infligir quemaduras o
tirar ácido en la cara; pegar o violar, con partes corporales u objetos agudos; y usar armas
letales para apuñalarlas o dispararles. A veces las mujeres son lesionadas gravemente y en
algunos casos son asesinadas o mueren como resultado de sus lesiones.
La naturaleza de la violencia contra la mujer en el ámbito familiar ha propiciado
comparaciones con la tortura. Las agresiones están destinadas a lesionar la salud psicológica
de la mujer al igual que su cuerpo, y suelen ir acompañadas de humillación y violencia física.
Al igual que la tortura, las agresiones son impredecibles y guardan poca relación con el
comportamiento de la mujer. Finalmente, las agresiones pueden sucederse una semana tras
otra, durante muchos años.
La violencia en la familia se da principalmente porque no se tienen respeto los
integrantes de esta, por el machismo (masculinidad violenta), por la incredulidad de las
mujeres, y/o por la impotencia de estos. En Colombia la Ley 1257 de 2008, la cual dicta las
normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación
contra las mujeres. Asimismo, esta ley define la violencia contra la mujer como: cualquier
acción u omisión, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico,
económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la
coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público
o en el privado. Y por otra parte, la Ley 1719 habla sobre la adopción de medidas para
garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencia sexual, en especial la violencia
sexual con ocasión del conflicto armado, de 2014, entre otras.
Estadísticas:
1. Prevención Primaria.
Consiste en un proceso que informa, motiva y ayuda a la población a adoptar y mantener
formas no violentas de resolución de conflictos familiares, proporciona modelos de
funcionamiento familiar más democráticos y propugna los cambios en los contextos de riesgo
necesarios para facilitar esos objetivos, dirigiendo la formación profesional y la investigación
en esa misma dirección.
Población: Mujeres, hombres.
Estrategias:
3. Prevención terciaria
Consiste en asegurar los recursos necesarios para una adecuada respuesta médica,
psicológica, social y legal a la población afectada por el problema. Incluye medidas de
protección a las receptoras y programas especializados en la atención de receptores y
generadores.
Objetivo: Desarrollar programas de intervención psicosocial para hombres que ejercen violencia,
entendiendo que se deben llevar a cabo diferentes abordajes dirigidos a subgrupos, dependiendo de la
edad, situación social y psicologica; y según la gravedad y antiguedad del problema.
Estrategias:
- Intervención psicosocial, denunciados por maltratos, agresiones y violencias a mujeres.
- Establecer estrategias que enseñen a los hombre a controlar la ira y que propicien el
reconocimiento y la autorresponsabilidad de las acciones propias.
Acciones:
- Diseñar Modelo Psicoterapéutico Reeducativo para los generadores, con el propósito de
erradicar los rasgos violentos de estos, mediante el otorgamiento de servicios integrales y
especializados.
Alan Jenkins: propone un modelo de trabajo con agresores compuesto de los siguientes pasos:
- No permitir justificaciones de la violencia;
- Invitar al hombre a enfrentarse a la violencia a través de la descripción detallada del evento;
- Instigar al agresor a aceptar la responsabilidad total por el abuso;
- Intervenir para que el agresor acepte atender la violencia;
- Reconocer y resaltar evidencias de la aceptación y responsabilidad;
- Invitar al hombre a argumentar a favor a una relación no violenta;
- Invitar al hombre a identificar tendencias de la violencia en su relación;
- Invitar al hombre a considerar la posibilidad de nuevas acciones;
- Facilitar la planeación de la nueva acción; y Facilitar el descubrimiento de nuevas acciones.
- Capacitar al personal de las instituciones públicas y privadas que presten la atención
reeducativa a los generadores de violencia, en materia de violencia y perspectiva de género.
La intervención es que las mujeres recuperen su identidad como persona para evitar que se
reproduzcan conductas de subordinación en otras relaciones, ya que mantener la identidad de víctima,
aún sin pretenderlo, puede suponer un obstáculo para que las mujeres construyan un concepto de sí
mismas que les permita restaurar su proyecto vital.
Estrategias.
- Resguardar la seguridad e integridad de la receptora.
- Brindar a la receptora información y orientación legal, apoyo, y patrocinio en los
procedimientos jurídicos, a efecto de garantizar a la misma el efectivo acceso a la justicia, y la
restitución de sus derechos.
- Propiciar el desarrollo de destrezas sociales, tales como toma de decisiones, comunicación
efectiva, manejo de sentimientos y asertividad.
- Impulsar el empoderamiento y autodeterminación de las mujeres.
- Construir una identidad alternativa de la mujer y restaurar su proyecto vital.
Acciones:
Estructurar programas, talleres y conferencias (de consejería) de información y orientación
(apoyo), legal, y plan de seguridad, a las receptoras de violencia, en procedimientos jurídicos:
administrativo, penal y familiar