A continuación, vamos a describir las características más relevantes en algunas
de las discapacidades motoras. Dado que el tema es bastante extenso, nos limitaremos a exponer aquellas de carácter permanente más frecuentes en el ámbito escolar, como son la parálisis cerebral, la espina bífida, la distrofia muscular progresiva, los traumatismos craneales y vertebrales, las amputaciones y las desviaciones de la columna.
La PARÁLISIS CEREBRAL es una anomalía neuromotora, provocada por un
desarrollo defectuoso o por una lesión cerebral no progresiva. Puede deberse a factores prenatales como infecciones víricas de la madre o parto prematuro, a factores perinatales, que son los más frecuentes, como anoxia de parto o traumatismos al nacer, o a factores postnatales como traumatismos o mala alimentación. una lesión en el cerebro conlleva un grado de afectación diverso, así como variada sintomatología, pero tan solo se consideraré parálisis cerebral cuando los síntomas predominantes sean los trastornos motores. Según la manifestación que tenga la parálisis cerebral, en relación con las alteraciones anexas al trastorno principal, se puede clasificar, siguiendo a diversos autores (Basil, 1990; Linares, 1994;...), en:
Espasticidad. (60%). Es debida a una lesión en el sistema piramidal, que rige
los movimientos voluntarios, dando lugar a un incremento del tono motor y a una exageración de los reflejos, conllevando una persistente hipertonía muscular. RIGIDEZ MUSCULAR , lo que da lugar a tener el cuerpo rígido o tieso El lenguaje tiende a ser explosivo, interrumpido por largas pausas. En casas muy graves está totalmente bloqueado. Espasmos.
Atetosis. (20%). Es una lesión en el sistema extrapiramidal, que controla los
movimientos involuntarios, el tono muscular y los estados de vigilia. Se caracteriza por MOVIMIENTOS INVOLUNTARIOS de las extremidades distales. El tono muscular va de la hipotonía a la hipertonía. El lenguaje presenta mucha variabilidad, en general es incordiado y carente de ritmo.
Ataxia. (10%) Se caracteriza por una hipotonía, e incluso atonía muscular,
además de una gran INCOORDINACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS intencionales y una falta de precisión en los mismos. Al tratarse de una lesión en el cerebelo, se encuentra ALTERADO el EQUILIBRIO en la marcha.
La ESPINA BÍFIDA es una malformación congénita de la médula espinal en
sus envolturas y de la columna vertebral. Consiste en un desarrollo insuficiente de las vértebras en el estado embrionario, dejando un hueco en la región lumbar o en la región lumbo-sacra posterior, por donde sale la médula espinal. Se caracteriza por una parálisis con varios grados de variabilidad, pérdida total o parcial de la sensibilidad cutánea, incontinencia vesical y rectal y en ocasiones hidrocefalia. Diversos autores (Galcerän, 1995; Mirö, 1994;...) clasifican la espina bífida en función del grado de afección, de menor a mayor:
Oculta: la afección es muy leve y a menudo pasa desapercibida.
Meningocele: la afección es leve, soliendo aparecer una profusión
exteriorizada, que contiene liquido céfalo-raquídeo.
Mielomeningocele: es el caso ranas frecuente (80%) El grado de afección es
grave. Ocasiona una profusión quística de la médula y sus cubiertas. El grado de daño neurológico depende de la localización de la deformidad y de la cantidad de lesión. Afortunadamente, ocurre con mayor frecuencia en las regiones lumbar y sacra, con 10 que se limita la discapacidad a los miembros inferiores.
En cuanto a la aptitud física, estos niños y niñas van a adolecer de fuerza y
resistencia muscular.
Respecto a los problemas psicomotores que el niño con espina bífida suele presentar apraxias (pérdida total o parcial de la capacidad de coordinación del movimiento)
Afecta a la programación motriz, provocando movimientos inadecuados y un
retraso en la función manual, que, unido a los problemas de estructuración espacial que tienen, va a perjudicar los aprendizajes instrumentales y, por ende, afectaré a la memoria, 10 que conducirá a un desarrollo psicológico del niño inadecuado. En 10 concerniente al ámbito afectivo-motor, va a tener mermada su autoconfianza así como su motivación por la tarea.
La ATROFIA MUSCULAR ESPINAL perdida de volumen y capacidad de
movilidad de los músculos debido a una degeneración de las neuronas que se relacionan con los músculos de los movimientos voluntarios. A medida que se pierden más neuronas los músculos se debilitan.
La DISTROFIA/MIOPATÍA es una afección de la musculatura esquelética de
origen genético, que conlleva un desgaste progresivo de los músculos voluntarios.
De todas ellas, es la distrofia muscular de Duchenne la más frecuente,
iniciándose clínicamente entre los 2 y los 4 años. Se transmite hereditariamente, aunque la desarrolla casi exclusivamente el hombre. Hacia los 3 años el niño comienza a presentar dificultades para correr, subir escaleras y suele tener frecuentes caídas. Comienza a desviársele la columna y la marcha cada vez es más torpe, Llevándole a uso de la silla de ruedas. El déficit comienza siempre en la zona proximal y avanza hacia la distal.
También se da la distrofia muscular de Laudouzy-Dejerine, o distrofia
Facio- escapulo- humeral. Cuya evolución es mucho menos grave que la anterior y se inicia en la adolescencia.
Encontramos así mismo TRAUMATISMOS CRANEALES Y VERTEBRALES
causados por golpes, caídas o accidentes de tráfico. Sus características varían en función del lugar de la lesión, la gravedad, la existencia de otros traumatismos y la duración y profundidad de la pérdida de conciencia, aunque suele conllevar discapacidad motora y en ocasiones deformaciones ortopédicas, problemas en el control de esfínteres y pérdida de sensibilidad.