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SEMINARIO REFORMADO LATINOAMERICANO

INFORME DE LECTURA:

MIGUEL SOTO

MATERIA: TEOLOGIA EXEGETICA

MEDELLÍN, 23 DE MARZO DEL 2019


INFORME DE LECTURA:

DATOS BIBLIOGRÁFICOS

Título: Institución de la Religión Cristiana, Tomo I.

Capítulos: Libro Primero, capitulo IX, sección 1, 2,3. Libro Tercero, capítulo I,
sección 1, 3.

Páginas: 44 - 46, 401 – 404.

Autor: Juan Calvino.

Editorial: Fundación Editorial de Literatura Reformada.

Ciudad: Países Bajos

Año de publicación: 1597


BOSQUEJO

Libro Primero

Capitulo IX: Algunos espíritus fanáticos pervierten los principios de la religión, no


haciendo caso de La Escritura para poder seguir mejor sus sueños, so título de
revelaciones del Espíritu Santo

1. Contra los que al Espíritu con detrimento de la Palabra.


2. La Escritura, juez del Espíritu.
3. La Letra Mata

Libro Tercero
Capítulo I: LAS COSAS QUE ACABAMOS DE REFERIR RRSPECTO A
CRISTO NOS SIRVEN DE PROVECHO POR LA ACCIÓN SECRETA DEL
ESPÍRITU SANTOO.
1. Por el Espíritu Santo, Cristo nos une a Él y nos comunica sus gracias.
3. Títulos que La Escritura atribuye al Espíritu
RESUMEN

Hace poco cierta gente de mal carácter, jactándose de enseñar en nombre del Espíritu,
desprecian Las Escrituras y se burlan de la sencillez de los que aún siguen la letra muerta
y homicida, como ellos dicen. Querrían que me respondiesen, a saber: si ellos han
recibido un Espíritu distinto del que el Señor prometió a sus discípulos.

Ahora bien, cual Él se lo prometió ¿Cómo dijo que había de ser su Espíritu? Tal, que no
hablaría por sí mismo, sino que sugeriría e inspiraría en el ánimo de los apóstoles lo que
Él con su palabra les había enseñado (Jn 16,13). Por tanto no es cometido del Espíritu
Santo que Cristo prometió, inventar revelaciones nuevas y nunca oídas o formar un nuevo
género de doctrina, con lo cual apartarnos de la enseñanza del Evangelio, después de
haberla ya admitido, sino no que le compete al Espíritu de Cristo sellar y fortalecer en
nuestros corazones aquella misma doctrina que el Evangelio nos enseña.

Además, estos dirán que no es conveniente que el Espíritu de Dios, a quien todas las cosas
deben estar sujetas, esté Él mismo sometido a La Escritura. ¡Como si fuera una afrenta
para el Espíritu Santo ser siempre semejante y conforme a sí mismo!. Pero, a fin de que
en nombre de Dios, no se nos meta poco a poco Satanás, quiere el Señor que lo
reconozcamos en su imagen, que Él ha impreso en la Escritura Santa. Él es el autor no
puede ser distinto de sí mismo. Esto no son es una afrenta para con Él, a no ser que
pensemos que el degenerar de sí mismo y ser distinto de lo que antes era, es un honor
para Él.

La Ley del Señor es letra muerte y mata a todos los que la leen, cuando está sin la gracia
de Dios y suena tan solo en los oídos sin tocar el corazón. Pero si el Espíritu la imprime
de veras en los corazones, si nos comunica a Cristo, estoces es palabra de vida.

El Espíritu está de tal manera unido y ligado a Su verdad, manifestada por Él en las
Escrituras. Porque el Señor junto y unió entre sí, como un nudo, la certidumbre del
Espíritu y de su Palabra.

Además de esto, Por el Espíritu Santo, Cristo nos une a Él y nos comunica sus gracias.
Nuestras almas son purificadas por la incomprensible aspersión del Espíritu Santo con
la sangre sacrosanta, que fue una ve derramada, a fin de que tal derramamiento no quede
en vano, así como, Pablo hablando de nuestra purificación y justificación, dice que
gozamos de amas en el nombre de Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor.
6:11).

El espíritu Santo es el nudo con el cual Cristo nos liga firmemente consigo. Por esto, es
llamado “Espíritu de adopción”, porque nos es testigo de la gratuita buena voluntad con
la que Dios Padre nos ha admitido en su amado Hijo, por la misma razón es llamado
“arras” y “sello de nuestra herencia”, al igual el título que se la da de “vida”, a causa de
su justicia. Además, como de continuo quema nuestras viciosas concupiscencias y
enciende nuestros corazones en el amor de Dios y en el ejercicio de la piedad, es llamado
“fuego”.

En fin, nos es presentado como “fuente” y “manantial”, del cual corren hacia nosotros
todas las riquezas celestiales.

Queda claro que Jesucristo está como inactivo mientras nuestra mente no está dirigida
hacia el Espíritu; pues sin Él no haríamos más que contemplar a Jesucristo desde lejos, y
fuera de nosotros.

A este mismo propósito tiene ese sagrado matrimonio por el que somos hechos carne de
su carne y huesos de sus huesos, y hasta una misma cosa con Él. En cuanto a Él, n se une
a nosotros sino por si Espíritu; y por la gracia y el poder del miso Espíritu somos hechos
miembros suyos, para retenernos junto a Él, y para que nosotros asimismo lo poseamos.

EVALUACIÓN

Estas porciones de este maravilloso libro, inspirado por el mismísimo Espíritu de Dios,
el cual le dio la sabiduría e inteligencia necesarias a nuestro hermano Juan Calvino para
poder poner en papel estas preciosas palabra, y llevarlas directamente a las mentes y
corazones de todos la Iglesia para que sirva de edificación. Su desarrollo es muy
comprensible y claro. Apoyo firmemente todo lo que en esas páginas se cree y menciona.
APLICACIÓN

Pensar en la exaltación del Espíritu, más que la exaltación de la Sagrada Escritura, es


lamentable. Más aun cuando nos vemos rodeados por comunidades que se dejan llevar
por el mismo diablo al pensar que “el espíritu” se manifiesta de formas que no ocurren
en La Escritura, titulándolo “nuevas revelaciones”. Esto, sin duda alguna nos debe
hacer más comprometidos en estudiar La Sagrada Escritura, así podremos hacer frente
a estos grupos que se levantan contra la integridad y suficiencia de La Escritura.

Este conocimiento, nos lleva de igual manera a estar confiados y seguros en nuestro
Señor, en medio de la tenebrosidad de este oscuro mundo. Tener siempre presente que
su Espíritu Santo nos guiara, consolara, fortalecerá y defenderá de las mentiras del
enemigo, pues así está establecido en su Palabra.

Entiendo siempre, que su Palabra siempre nos confrontara por nuestras fallas
humanas, a raíz de la naturaleza que aún mora en nosotros, pero de igual manera su
espíritu nos redargüirá de nuestras transgresiones y nos guiara providencialmente a
nuestro Gran Salvador Cristo.

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