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Presentado por: Julián David Murcia VIIA

¿Colosenses 2: 14-17 incluye que el sábado del séptimo día fue clavado en la Cruz?

El apóstol Pablo fue un gran erudito bíblico y en sus cartas leemos temas que son

difíciles de entender, esto lo confirma el apóstol Pedro refiriéndose a las cartas de Pablo y

escribió que ellas contienen “algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e

inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás Escrituras, para su propia

perdición”. A la hora de leer sus escritos se necesita hacer un estudio profundo para poder

entender lo que dice, es decir, para poder llegar a un conocimiento pleno de las escrituras

de temas difíciles hay que leerlos en todo el contexto de la biblia. Si usted saca las cosas

del contexto al leer, puede hacer que casi cualquier parte de la Biblia diga cualquier cosa

que usted desee1.

Pablo habla de diversos temas, uno de los más complicados son los que tienen

relación a la ley. Un texto muy famoso de Pablo es el de Colosenses 2: 14-17 que según la

creencia popular cristiana, estos versículos indica la eliminación del sábado como día de

adoración por la muerte de Cristo.

Por medio de esta monografía se presentará una posición de lo que se refería el

apóstol Pablo en este texto y concluir diciendo que el sábado del séptimo día es el día de

adoración que está en vigencia para este tiempo.

Análisis de Colosenses 2:14

1
Douglas Stuart y Gordon D. Fee, How To Read The Bible (Miami: Editorial Vida, 2007), 83
Según la versión RV1960 dice en Colosenses 2:14 “anulando el acta de los decretos

que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la

cruz”, en griego la palabra acta es χειρογραφον (jeirógrafon), según su significado es

‘documento de deuda, un escrito hecho a mano2’ esta palabra se encuentra solo en este

texto y no tiene ninguna relación con la ley de los diez mandamientos. Igualar al

jeirógrafon con la ley moral, como algunos lo han intentado, no tiene base lingüística ni

teológica. En este pasaje no se habla de los Diez Mandamientos3.

En este contexto se habla es de la ley ceremonial que fue escrita por la mano de

Moisés. Esta acta contenía ciertos decretos mientras la ley de Dios fue escrita por Dios

mismo (Ex. 32:15, 16), a diferencia de las leyes civiles y ceremoniales que Moisés escribió

bajo su dirección4.

Es un error creer que Pablo está eliminando la santidad del sábado que Dios

santificó. Los "sábados" que menciona Pablo aquí no se refieren al sábado semanal, sino a

otras fiestas rituales que se introdujeron en tiempos de Moisés, las cuales eran llamados

"sábados" aun cuando no coincidían con el séptimo día de la semana, pues debían dedicarse

por completo a la adoración, tal como se describe en Levítico 23.

Pablo sabia diferenciar muy bien los sábados ceremoniales del sábado del cuarto

mandamiento porque lo recalca muy bien en Hebreos5 específicamente en el capítulo 4:9

“por lo tanto, queda un reposo sabático para el pueblo de Dios”. Además muchos

2
Diccionario Expositivo de Palabras Del Antiguo Y Nuevo Testamento Exhaustivo de Vine, 1999, ver
“χειρογραφον”
3
Comentario Bíblico Adventista, 1992, ver “Colosenses 2:14)
4
Reisinger, Ernest C, The Law and the Gospel (Miami: Publishing PYR, 1997), 238
5
Kenneth A. Strand, The Sabbath in Scripture and History (USA: Review and Herald Publishing Association,
1982), 338
comentadores teólogos dicen sobre el texto de Hebreos 4:9, que este versículo

indirectamente establece todavía la obligación del Sábado6

La ley de Moisés prescribe sacrificios, festividades, y ordenanzas ceremoniales que

simbolizaban a Cristo. Pablo nos dice enfáticamente que la ley de las ceremonias terminó

cuando fue clavada en la cruz7. Cuando leemos Efesios 2:15 arroja luz sobre Colosenses

2:14, haciendo así referencia a la ley mosaica que consistía en mandatos y ordenanzas.

En la Biblia se exponen dos códigos de leyes muy distintos y separados. Uno de

estos fue dado por Dios directamente a su pueblo cuando lo habló desde el Sinaí (Éxodo

31:18). El otro fue escrito a través de Moisés8 (Éxodo 31:24).

Si Pablo hubiera usado la palabra en número singular, 'sábado', entonces sería claro,

por supuesto, que quería enseñar que el cuarto mandamiento había dejado de ser obligatorio

y que el sábado ya no debía guardarse. Pero el uso de la palabra en número plural9 y de esta

manera hacia énfasis a los sábados ceremoniales que los vemos registrados en el libro de

Levíticos 23:7, 8, 21, 24, 28, 35, 36 que eran siete.

No había nada en la ley de los diez mandamientos sobre la carne, las bebidas, las

lunas nuevas, los días sábados (plural), o los días del banquete. Todos éstos estaban en la

ley que el Señor le dio a Moisés que ordenara a la gente10.

6
Roberto Jamieson y David Brown, Comentario exegético y explicativo de la biblia (USA: Casa Bautista de
Publicaciones, 2003), 449.
7
Danny Shelton y Shelley J, The Ten Commandments Twice Removed (USA: Quinn Remnant Publications,
2007), 44.
8
William H. Branson In defense of the faith (Washington: Review and Herald Publishing Association, 1938),
38
9
Albert Barnes Notes on New Testament, t. 7 (USA: Kregel Classics, 1962), 267
10
Walker de Allen, The law and Saturday (USA: Amazing Facts, 2009), 115
Tras analizar Col. 2:16, responde a los que se oponen a la vigencia del sábado:

"Este no se refieren al sábado semanal, que fue observado desde la creación, y que los

Apóstoles mismos introdujeron y perpetuaron en la Iglesia Cristiana11.

Estos sábados rituales, pues, eran "sombras" de Cristo, porque en ellos debían

ofrecerse sacrificios por el pecado, en representación del futuro sacrificio expiatorio de

Nuestro Señor. En cambio, el sábado semanal nada tiene de sombra de Cristo, porque fue

instituido antes de la entrada del pecado en la tierra12.

Creemos que la iglesia del nuevo testamento está exenta de esta ley. Esta ley era una

sombra y un símbolo de cosas futuras. Esta ley perdió su validez en el momento en que

Cristo fue crucificado como el verdadero cordero13.

El sistema ceremonial hebreo, con sus fiestas, celebraciones de lunas nuevas y varios días

de reposo, incluye símbolos que apuntan hacia el trabajo del Mesías14.

Entonces, ¿cómo podemos resumir nuestros descubrimientos acerca de los sábados

ceremoniales y del sábado del cuarto mandamiento? Sin duda, se ha establecido que los

Diez Mandamientos estaban en una categoría diferente a la ley de Moisés de las ordenanzas

con carácter temporal. Ahora está plenamente establecido cuál ley se borró y se clavó en la

cruz. Sin embargo cabe resaltar si la Ley de Dios hubiese sido clavada en la cruz, entonces

no solamente el mandamiento del sábado quedaría anulado sino también los otros nueve15

11
Charles Hodge, Systematic Theology (Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans Publishing Company,
Reprinted, 1997), vol. III.
12
Alberto R. Timm, El sábado en las Escrituras, doctrina, significado y observancia (Brasil: Asociación Casa
Editora Sudamericana, 2010), 83.
13
Elena H. White, Patriarcas y profetas (Florida: Asociación Publicadora Interamericana, 2008), 336.
14
Ron D. Preez, Judging the Sabbath (USA: Andrews University Press, 2008), 154
15
Juan A. Bonjour, La Biblia responde (Miami: Asociación Publicadora Interamericana, 1988), 49.
Como resultado de estudio del texto de Colosenses 2:14 y 16 no se refiere al sábado

del cuarto mandamiento sino a los sábados ceremoniales que celebraban los judíos. Pablo

quiere exaltar a Cristo como el que cancelo la deuda del hombre al triunfar sobre Satanás en

la cruz. Cada sábado que Dios nos conceda vivir hay que darle honra y gloria a él y así lo

estaremos reconociendo como Creador.

El sábado del séptimo día se guardará por toda la eternidad (Isaías 66:23). No sólo

se va a guardar el sábado en el futuro, sino que actualmente debe ser un recordatorio

semanal de un maravilloso descanso espiritual que el mundo va a experimentar cuando

Jesucristo regrese a establecer el Reino de Dios en la Tierra (Hebreos 4:4-9)

El sábado nos da descanso y paz: los que guardan el sábado valoran la oportunidad

de apartarse del frenético ritmo de vida. Muchos anhelan el sábado cada semana, sabiendo

que con él pueden experimentar la paz que no puede entender el que se rehúsa a hacerlo. Es

una paz que viene de saber que Dios está a cargo, que Dios conoce nuestras necesidades y

que Dios proveerá.

Watson afirma que el mandamiento de guardar el sábado no fue abrogado con la

ley ceremonial, pues es puramente moral, y la observancia de éste debe continuar hasta el

fin del mundo16.

16
Thomas Watson, A Body of Practical Divinity (Zeeland: Publications P.O BOX, 2009), 171.

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