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Un viaje sin retorno o el arte de vivir una doble vida.

Alguna vez me pregunte cómo sería crear algo tan maravilloso y al mismo tiempo soez; sin
embargo, ates de empezar quisiera cambiar un poco los temas sobre los que usualmente me
desenvuelvo, (en general son temas un tanto escatológicos para algunas personas, así como
incomodos o carentes de sentido). Para los que alguna vez leyeron algún de mis artículos por este
medio (si es que de alguna forma les llamaron la atención).
Me gustaría dar un giro y dejar por el momento algunos temas académicos y centrarme en
un pequeño proyecto cínico que he tenido entre manos, pero por cuestiones de sabana mayor o
flojera absoluta no podía completar. Por lo pronto sigo en la búsqueda, pero tengo dos ejemplos
de creación de la que hablo. El primero llega de la mano de la cadena de televisión
norteamericana AMC. Ellos nos han traído interesantes muestras de creatividad y enajenación. El
segundo corre parte de la cadena SHOWTIME por la cual conocí el verdadero significado de la
palabra californicación.
En esta ocasión me gustaría hacer una reseña sobre las series dramáticas Breaking bad y
Weeds. Por su contenido sobre el tráfico de drogas y el crimen organizado, un tema que aun hoy
es vigente y lo será quizás hasta que mis huesos sean polvo; estas series resultan ser una increíble
y vasta fuente de entretenimiento, así como una crítica al estilo de vida norteamericano. En
primer lugar me gustaría comenzar con la galardonada serie de la AMC: Breaking bad, un drama
completo y bien equilibrado entre acción y argumentos sólidos. Fue creada y producida por Vince
Gilligan (X-Files y The Lone Gunmen).
La historia es el éxodo al mundo del tráfico de drogas y el crimen organizado en
Albuquerque, Nuevo México. Walter White (Bryan Cranston), maestro de química de preparatoria,
es diagnosticado con cáncer pulmonar. Walter es padre de un hijo discapacitado y esposo de una
mujer embarazada. Razones suficientes para no dejar desamparada a su familia por lo que decide
cocinar metanfetamina y poder resolver sus problemas económicos. Con ayuda de Jesse Pickman
(Aron Paul), ex alumno de Walter con serios problemas familiares y de consumo de sustancias,
emprende un negocio altamente redituable, pero nada legal, cocinando y distribuyendo una
metanfetamina de color azul, un producto de alta calidad y manzana de la discordia entre Carteles
mexicanos y traficantes norteamericanos.
Walter es un genio en la química, pero necesita los conocimientos del mundo de las
drogas por lo que Jesse se convierte en alguien importante para él como referencia este mundo; y
después como un excelente compañero de laboratorio. Sin embargo, mientras se estrecha su
relación con Pickman, la relación con su mujer e hijo empeora. Así, Walter se va hundiendo más y
más en mundo de las drogas. Algo que no podemos dejar escapar es la transformación simbólica
de éste profeso de 50 años Walter White en un ser mezquino y manipulador que hará todo lo
posible por ver realizadas sus ambiciones; y eliminar sin remordimiento a quien se cruce en su
camino.

(Video de breaking bad: http://youtu.be/2ZXpxRFCFv0)


Por otro lado tenemos la serie showtime, Weeds. Creada por Jenji Kohan y producida por
Liongate. Nos ubica en un Agrestic, una ciudad ficticia de california que tiene más pinta de zona
residencial pomposa. Sin embargo, esta ciudad resguarda pequeños y obscuros secretos de sus
habitantes. La trama se centra en la vida de Nancy Botwin (Mary-Louise Parker) y su vida después
de la muerte de su marido Judah (Jeffrey Dean Morgan). Sola y en sus desesperación por
mantener su estilo de vida y a sus dos hijos, Shane y Silas (interpretados por Alexander Gould y
Hunter Parrish, respectivamente). Nancy comienza un negocio como dealer de su comunidad. La
serie nos muestra la transformación de una ama de casa de los suburbios a una traficante que
hará lo imposible por proteger a su familia y a su secreto. Con un alto contenido sexual mezclado
con la siempre eficaz comedia de situación (sitcom) la serie crea el perfecto equilibrio de claro y
obscuro de la vida de un traficante, así como una visión del mundo idílica muy al estilo los ricos
también lloran.

(video de Weeds: http://youtu.be/IdMlrdy9ZPE)

Si bien, breaking bad aporta más crudeza en sus argumentos, representando un agridulce
concepto de moral al consumo de drogas y a la supervivencia. Weeds responde con un descara
aceptación del consumo de sustancias convirtiendo el consumo en un “secreto a voces” el cual
esta relacionado con situaciones cómicas y sexuales específicas de un sector clase bien-
acomodada. Por otro lado, no podemos dejar pasar los riesgos que corre cada uno de los
personajes en sus mundos creados a base de mentiras. A veces la mentira y la realidad encajan
como las piezas de puzzle. Dejándonos ver el significado del factor humano. Llevar una doble vida
con el riego de perderlo todo es lo que deja la trama al del filo de una navaja.
Por muy frescas e interesantes, las tramas sobre el crimen organizado y el drama que
significa ocultar una doble vida, existen algunas otras series de televisión. Estas han creado los
estereotipos y las bases para muchas series actuales. Los Soprano quizás no sea la primera serie de
televisión en traer al entretenimiento la vida o la doble vida del crimen organizado. Sin embargo
es la que ha cosechado grandes premios e increíbles críticas. Como olvidar el papel de James
Ganldolfini como el patriarca de Los Soprano, una de las familias de la mafia más poderosa de New
Jersey. La herencia de Los Sopranos va más allá de las crónicas del crimen organizado. El
dramatismo que envuelve a cada personaje retoma la poca humanidad de sus mundos ficticios, y
porque no, de los nuestros. Este es el punto medular de series como Weeds y Breaking bad.
Otro aspecto que me gustaría profundizar es el dilema moral. La evolución de cada
personaje va cargado con las decisiones que ha tomado o están a punto de tomar, no se detienen
a pensar sobre el conflicto bien y mal. La complejidad va más allá de esa dicotomía moral,
sobrevivir lo es todo. Si crees que el mundo se divide en esos dos polos, estas equivocado. Incluso
los temas sobre la sexualidad y abusos de sustancias están en tela de juicio. El mundo no se
detiene por esas pequeñeces y la realidad es que cada decisión tomada no la puedes dejar en
bueno y malo. Sino, aceptar las consecuencias y vivir con ellas.
En conjunto con los dilemas morales esta la personalidad de los personajes. Personas
ajenas a los horrores del mundo, ahora han sucumbido a él. No sólo se dejan llevar por lo peor de
esto, sino que lo vuelven sus armas. El caso del maestro de química con cáncer viviendo en los
suburbios de Nuevo México, o la ama de casa vestida de tragedia y soledad, transformados en
traficantes y asesinos. De trasfondo podemos ver la foto inmóvil de una familia feliz, gente que
quiere mantener los que les queda de humanidad engañándose. Creo que Jean Valjean estaría
orgulloso de ellos. Y antes de que los maestros me contagien con “el espíritu de la época”, me
despido.

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