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“EL PODER SANADOR DEL

PERDÓN”
Por el presidente
James E. Faust

El presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, enseñó: “Debemos


reconocer y admitir los sentimientos de enojo, lo cual requiere humildad, pero si
nos arrodillamos y pedimos al Padre Celestial sentimientos de perdón, Él nos
ayudará. El Señor nos requiere „perdonar a todos los hombres‟ [D. y C. 64:10] por
nuestro propio bien, ya que „el odio retrasa el crecimiento espiritual‟ [Orson F.
Whitney, Gospel Themes, 1914, pág. 144]. Solamente al deshacernos del odio y
de la amargura puede el Señor dar consuelo a nuestro pecado… “Cuando una
tragedia ocurre, no debemos reaccionar procurando la venganza personal, sino
más bien permitir que la justicia tome su curso y después dejar atrás la tragedia;
no es fácil hacerlo y vaciar nuestro corazón de un resentimiento cada vez mayor.
El Salvador nos ha ofrecido a todos una valiosísima paz por medio de Su
expiación, pero sólo la podemos recibir si estamos dispuestos a despojarnos de
los sentimientos negativos de ira, de rencor o de venganza. Para todos los que
perdonemos a los hombres sus ofensas Traducción de José Smith, Mateo 6:13],
aun a los que hayan cometido crímenes graves, la Expiación nos brinda una
medida de paz y de consuelo” (“El poder sanador del perdón”, Liahona, mayo
de 2007, pág. 69).

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