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GLOSARIO SOBRE MATRICES

Para el año 2007 la ley Provincial de Educación Nº 13.688 dictaminaba y organizaba la política de capacitación en la
misma dirección y en el mismo sentido y en ese año el Marco de Política Curricular de la Provincia de Bs. As., nos
decía1: “La educación es una prioridad provincial y constituye una Política de Estado para construir una sociedad
justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática y
republicana, respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo
económico/social sustentable de la Provincia en la Nación”, y agregaba: “Los diseños curriculares de la provincia
se basan en una concepción relacional del sujeto pedagógico. Esta noción no se refiere ni al/a la docente ni al
alumno/a por separado, sino al vínculo entre ambos/as.”
Las matrices de aprendizaje y el rol docente
Por José Antonio Gómez Di Vincenzo
La escuela es uno de los ámbitos donde mejor puede percibirse en acción las denominadas “matrices de
aprendizaje”, un constructo teórico aportado por la psicóloga social Ana Quiroga (1985) para dar cuenta de
la relación entre lo aprendido y lo enseñado, para mostrar las relaciones que existen entre lo heredado y
nuestra capacidad de transformación de lo dado. Muy sintéticamente puede decirse que una matriz es un
modelo interno, una forma de organizar las prácticas, un universo de experiencia y conocimiento.
... somos esencialmente no sólo seres sociales sino sujetos cognoscentes. Y somos también en cada aquí y ahora el
punto de llegada de una historia social y vincular que puede ser caracterizada como una trayectoria de aprendizajes.
En esa trayectoria hemos ido construyendo un modelo interno o matriz de encuentro con lo real: hemos ido
aprendiendo a aprender... (Quiroga, 1985: 19)
Definimos entonces como matriz o modelo interno de aprendizaje, a la modalidad con la que cada sujeto organiza y
significa el universo de su experiencia, su universo de conocimiento. [...] Está socialmente determinada y incluye no
sólo aspectos conceptuales sino también afectivos, emocionales y esquemas de acción. Este modelo, construido en
nuestra trayectoria de aprendizajes, sintetiza y contiene en cada aquí y ahora nuestras potencialidades y nuestros
obstáculos. (Quiroga, 1985: 35)
Desde esta matriz de aprendizaje, el docente realizará sus proyecciones, su planeamiento, fijará sus objetivos,
seleccionará los contenidos para alcanzarlos, organizará las experiencias para que el alumno construya el
conocimiento, conducirá y evaluará el trabajo realizado por el niño.
Siguiendo las conceptualizaciones de Ana Quiroga (1985), podemos afirmar que muchos de los rasgos de las matrices
de aprendizaje no acceden a la conciencia, permaneciendo en forma subyacente en el acto de aprender. Estos
modelos son naturalizados; es decir, no son cuestionados o problematizados. En líneas generales es como si
actuáramos sin reflexionar: no cuestionamos nuestras experiencias de aprendizaje ni pensamos si los modelos que
en ellas subyacen permiten una verdadera construcción de conocimiento. En nuestro orden social, hemos aprendido
a aprender sin interrogarnos críticamente sobre nuestras formas de relacionarnos con el conocimiento.
En nuestra cultura y en función de las relaciones sociales dominantes no se incluye como parte del proceso formativo
la problematización, el cuestionamiento de nuestros modelos de aprendizaje, una reflexión sobre ellos. Por el
contrario, en un sistema educativo y familiar recorrido por la identificación entre criterio de verdad y criterio de
autoridad, sistema a la vez funcional a un orden dado, se legitima un modelo como la única forma válida de
aprender. (Quiroga, 1985: 37)
No obstante, ante determinadas circunstancias podemos comenzar cuestionar los modelos. Este fenómeno se da en
momentos de crisis social o personal. Las crisis se constituyen, de esta manera, como momentos de quiebre
fundamentales para romper con la familiaridad de nuestros modelos internos de aprendizaje y vínculo con el mundo.
Al cuestionar, nos distanciamos. Este distanciamiento permite a su vez, la apertura de un nuevo espacio de
construcción y resignificación que dan paso a una nueva etapa de desarrollo de nuevas formas de aprender y de
relacionarnos con el mundo. De modo que los modelos se pueden modificar si se asumen como criticables y objetos
de revisión dando lugar así a nuevas experiencias y posibilidades de transformación de lo dado.

La escuela es uno de los ámbitos donde mejor puede percibirse en acción las denominadas “matrices de
aprendizaje”, un constructo teórico aportado por la psicóloga social Ana Quiroga (1985) para dar cuenta de la
relación entre lo aprendido y lo enseñado, para mostrar las relaciones que existen entre lo heredado y nuestra
capacidad de transformación de lo dado. Muy sintéticamente puede decirse que una matriz es un modelo interno,
una forma de organizar las prácticas, un universo de experiencia y conocimiento.

1Provincia de Buenos Aires. Dirección General de Cultura y Educación. (2007). Marco General de Política Curricular.
En efecto, cada docente articula las prácticas pedagógicas de diferentes formas. Encontramos distintos tipos de
conducción de la clase, distintas formas de relacionarse con el grupo que tienen que ver con las diferentes formas de
actuar propias de cada personalidad. En el desempeño de su rol, el maestro pone en juego una serie de
conocimientos teóricos y didácticos pero también, las matrices de aprendizaje con las cuales, ha edificado su propia
historia escolar.

Serie: FICHAS DE ESTUDIO


Nº 2 MATRICES DE APRENDIZAJE
Prof. Adj. Psic. Alberto Servillo1
* Al retomar la propuesta de Pichon-Rivière de “aprender a aprender” ¿estamos proponiendo una tarea nueva?
No, porque en realidad el aprender a aprender es una tarea permanente, que realizamos desde el comienzo de
nuestra vida. En cada experiencia hay un aprendizaje explícito que se condensa en un contenido, pero la
experiencia en la que se incorpora esa información o se desarrolla una habilidad, deja una huella. Esta
experiencia inaugura o afianza una modalidad de encuentro entre sujeto y realidad (aprendizaje implícito).
Aprender a aprender quiere decir, que aprendemos a organizar y significar experiencias, sensaciones; integrar
afecto y pensamientos o disociarlos son modos diferentes de ordenar y significar la experiencia de aprender a
aprender.

* En cada acto de conocimiento vamos configurando hábitos, modalidades de aprendizaje. Construímos una
actitud de aprendizaje, un modelo o matriz de aprendizaje, de contacto con la realidad. Pero no sólo una forma
de encuentro con la realidad, sino también una interpretación de ese encuentro, quienes somos nosotros
aprendiendo, qué lugar y tarea nos cabe. Esa matriz, modelo o actitud de aprendizaje no es explícita, no suele
acceder a la conciencia, de ahí que se la viva sin problematizarla ni cuestionarla y suele reiterarse sin
confrontaciones.
* ¿Cómo operan las relaciones sociales en la configuración de esa matriz o modelo de relación sujeto - mundo? A
través de la organización concreta de la experiencia, de la vida. En forma particular a través de las instituciones,
la familia, las organizaciones laborales, las de tiempo libre, etc. Es muy diferente la matriz de aprendizaje que
puede desarrollarse en una organización laboral en la que es factible el desarrollo de iniciativas, creatividad,
reencuentro del sujeto en el producto, que las que rompen la relación productor - producto. En las que el trabajo
es sólo constricción, reiteración mecánica de gestos, alienación, etc. (“Tiempos Modernos” de Charles Chaplin)
Igual respecto al tiempo libre que puede ser ofrecido socialmente como consumo, pasividad que refuerza una
matriz de aprendizaje limitativa, o la organización del tiempo libre que jerarquiza la iniciativa, la acción, el
protagonismo, la creatividad.
* La competencia, el individualismo; el diálogo e intercambio con pares no es aporte al conocimiento. Estos son
algunos de los rasgos de las matrices de aprendizaje que se configuran en el sistema educativo. Pero,
afortunadamente ese sistema no es uniforme, si bien lo que hemos descrito es lo dominante, este sistema es
espacio de lucha ideológica y otras concepciones tratan de hacerse lugar en ese ámbito. (medios de
comunicación masiva también trasmiten dominancia y lucha).

EL SUJETO EN EL PROCESO DE CONOCIMIENTO


(MODELOS INTERNOS O MATRICES DE APRENDIZAJE).
Ana Quiroga, publicado el día 06/10/2002

La matriz de aprendizaje y vínculo que ha construido, en el que el cuerpo y el movimiento -aun cuando hayan sido
objeto de represión- se constituían como instrumento de conocimiento y comunicación, asiento de una experiencia
que permitirá pensar fantasear, preguntar, sacar conclusiones, queda radicalmente cuestionada al entrar en un
sistema en el que se privilegia la enseñanza sobre el aprendizaje. Inmovilizar un cuerpo infantil y aislarlo tras un
banco escolar es un indicador de la incompatibilidad crucial que ese sistema educativo tiene con el niño como sujeto
de la necesidad. del deseo y desde allí, de la imaginación, la creatividad.

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