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RESUMEN ANALÍTICO ESPECIALIZADO - RAE

Jesusa, una mujer Nasa.

Jairo Ojeda

Una entrevista muy reveladora, fuera de lo normal, confesiones que nunca se esperan
escuchar con tanta franqueza de una mujer indígena del Cauca, el escritor logra generar
empatía con su interlocutora, consiguiendo expresar de la manera más fidedigna el sentir de la
protagonista de la historia.

La historia inicia con el recorrido que debió realizar el escritor, Jairo Ojeda, él con sus palabras
narra la travesía desde Miranda hasta la vereda Monterredondo, como fue traspasar el terreno
colmado del verde de la caña, sustento de la región, la inmensidad del rio Cauca y todo esto,
para lograr la entrevista con Jesusa, quien es la protagonista, es una mujer indígena del
Cabildo Nasa, ubicado en el Departamento del Cauca, ella inicia su narración contando desde
su niñez, expresando con total tristeza lo que es ser niño en una comunidad indígena, donde
no es importante el estudiar, lo que prevalece es el servir, infiere que la enseñanza en la
escuela de su vereda no es tan esmerada como en las ciudades y da a conocer el principal
motivo de la deserción escolar que se vive cada año. En su caso particular, su deseo de
aprender a contar y a leer fue más fuerte que los obstáculos que tuvo que sortear para
lograrlo, la lectura se convirtió en su medio de escape de su dura realidad. Revela que casi en
su totalidad las menores a los 10 años ya son obligadas a dejar su estudio y son destinadas a
servir en las casas de los terratenientes de la zona; en su caso no fue la excepción, cuando
cumplió los 10 años, su padre ofreció su servicio a Don Manuel, dueño de la mayoría de las
tierras de ese sector. Donde aprendió a realizar con destreza las labores domésticas y un día
desarrollando dichos quehaceres, encontró con un gran tesoro, era el cuarto de los menores,
haciendo el aseo descubrió con gran entusiasmo los libros de lectura y estudio de los niños, no
importaba lo grande de aquella casa o de las otras seis fincas de propiedad de Don Manuel, sus
brazos y cuerpo pequeño se esforzaban en agilizar las labores para poder contar con más
tiempo en aquel templo, para poder refugiarse en la lectura y así escapar de esa inmensa
tristeza, de no poder vivir su niñez de manera normal, pues debía trabajar desde las 4 de la
madrugada para cumplir con todo lo requerido. Cuando la limpieza era de otra finca caminaba
por las montañas cargando las ollas, por caminos pedregosos y empinados. Sus compañeros de
hazañas conocían que Jesusa sabía leer y contar y en el poco tiempo libre aprendían lo que ella
con tanto esmero les enseñaba.

Luego de unos años no aguanto más esa vida y por eso decidió irse de la casa de Don Manuel,
y por lo que había experimentado tomo una decisión que marcaría su vida, ella se unió a la
guerrilla, las labores que debía desempeñar exigían de voluntad y sacrificio, conoció lo que es
el miedo, el valor y la muerte y a su común denominador, el sufrimiento y cómo la acechaban
a diario en esta experiencia, conoció lo que era vivir en el anonimato, sus sacrificios fueron
extrañas sensaciones en su ser, por lo que finalmente abandono la filas del conflicto armado
en Colombia.

Después de estas duras experiencias Jesusa reconoce que en la vida tuvo tres grandes
maestros: los primeros maestros fueron sus padres; los segundos, la escoba y el fogón y, por
último, el miedo, el valor y la muerte. Cada uno la marco en su vida y le enseño a ser fuerte
para afrontar la vida, cada uno le dieron valiosas lecciones que aplica en su diario vivir.

Al afrontar su nueva vida fuera de la guerrilla se dio cuenta lo importante que era vivir
siguiendo un sueño y como ese sueño hace cambiar el futuro o en el peor de los casos la nueva
vida después de la muerte como lo creen sus ancestros.

En su caso, su mejor sueño si vuelve a nacer es ser niña nuevamente, pero no para revivir sus
sacrificios, sino para poder jugar con otras niñas, para observar la luna reflejada en un
charquito, escuchar a sus mayores contar historias con grandes enseñanzas, en otras palabras,
poder vivir lo que para otros niños es normal a esa edad y que a ella le fue arrebatado desde
tan temprano; desde ahora trabajando en ese cambio esta complaciéndose de su gran refugio
en lo largo de su vida, ahora disfrutando de la paz acordada, ahora puede leer sin necesidad de
limitar su tiempo, puede disfrutar de la lectura que deja sus enseñanzas y le otorgan un
tiquete sin fecha de caducidad a su imaginación.

Lo que más celebra ahora no es solo el poder disfrutar de la lectura, sino también que los
tiempos de miedo y oscuridad están llegando a su fin, por fin en su territorio se respira
esperanza y puede ver de cerca el rostro de la paz, una paz que está pintando de colores su
localidad y que hace que todo sea diferente y logra que los habitantes también se comporten
diferente, ahora logran observarse y conversar sin ningún tipo de prevención y solo queda
disfrutar de esa recompensa que trae cada nuevo dia, todo lo que vive Jesusa a diario es algo
diferente a lo que conoció a lo largo de su vida y ahora saborea el hablar de paz.

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