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Lo absurdo en la literatura genera no sólo un sentido, sino que además, una

apertura al entendimiento de la obra y con ello, de la realidad.

El ser humano constantemente ha estado en un proceso evolutivo y con él


siempre ha estado, de alguna forma, la dominación hacia cierto elemento o lugar.
Es por eso que este ha inventado el lenguaje, la tecnología o diferentes formas de
poder representar la realidad para así demostrar de una u otra manera que este
genera un proceso de dominación y eso le permite poder desenvolverse en su
entorno de una manera más cómoda, por lo que podemos decir que a mayor
dominación de sí mismo y de su entorno, el ser humano obtiene mayor comodidad
y facilidad de movilizarse dentro de su realidad. En este texto podremos
comprender cómo lo absurdo puede generar variadas posibilidades de
entendimiento y no sólo un sentido general, es decir, cómo el ser humano gracias
a lo absurdo puede ampliar su imaginario para poder dominar a mayor cabalidad
su realidad, teniendo en cuenta que lo absurdo a simple vista carece de sentido,
como lo veremos en este texto basándonos en la obra “El cepillo de dientes”.

Mucho de los momentos de la obra son de alguna manera “extraños” si es que le


vamos a dar un nombre, ya que los personajes se enfrentan en diálogos que hasta
cierto punto tienen un sentido totalmente normal, pero en lo absurdo
constantemente está el momento en que todo se sale de un sentido y se vuelve
algo totalmente diferente y difícil de poder entender a simple vista. “ELLA: Arcaico!
EL -i Antiseptica!‘ ELLA -i Morboso! EL-i Escandinava!”, Dialogos como los
anteriores son los que se presentan en algún punto de la historia , dejándonos
simplemente en nuestra mente una “discusión” pero que no sólo es eso, puesto
que al entregarle la característica de absurdo, ese dialogo pasa a ser algo
totalmente interpretable en su carencia de sentido. Le permite al lector o lectora
ampliar su manera de entender. Quizá es complejo de explicar, pero a lo que me
refiero es que algo que normalmente puede ser considerado como “nada”, en lo
absurdo puede ser considerado como un “todo”, y eso es lo que le entrega a lo
absurdo la capacidad de generar en las personas un mayor entendimiento o mejor
dicho, mayores posibilidades de entender la realidad, un poco de simpleza, como
el dadaísmo, en la medida que existe complejidad, existe la simpleza y en la
medida que algo es nada, ese mismo algo lo es todo.

Entonces el teatro de lo absurdo es complejo de comprender, pero esa es la idea,


que juegue con nuestras mentes, que las haga trabajar, que pierdan el sentido en
algún punto para así poder buscarlo, quizá no se encuentre, pero si nos permite
visualizar diferentes caminos para poder encontrarlo y eso permite al ser humano
poder dominar su realidad de diferentes formas, a través de una interpretación y
con ello la comprensión de un elemento especifico, por ejemplo. Es por eso que
permite la ampliación del entendimiento de la realidad. Es preciso comentar
también que en lo absurdo se juega o se habla con mucha normalidad de lo que
normalmente no se hablaría con tanta normalidad, para explicar, habla de la
muerte y juega con ella de una manera muy “absurda”, puesto que toma el
elemento de la muerte y transforma en algo para reír, no para asustarse, si no que
se suma de alguna forma a esa “carencia de sentido” dentro del real sentido de lo
absurdo. Es por eso que EL y ANTONA son personajes muy de lo absurdo,
porque juegan en el mismo momento de la muerte, con la picardía o el coqueteo
dejando a los espectadores o lectores en un constante juego mental, por lo que se
adentra profundamente en la obra.

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