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1) Describa la combinación de los factores de producción que permitió el ascenso de la

clase rural pampeana y las características particulares de la inserción argentina en el


mercado mundial.

En el período 1880-1916, la economía argentina experimentó un crecimiento tal que la llevó


desde una posición marginal a convertirse en una promesa destinada a ocupar en América del
Sur el lugar que EEUU tenía en América del Norte. El motor del crecimiento económico fueron
las exportaciones de productos primarios.

Desde mediados del siglo XIX, las ventas al exterior de lana habían crecido de manera
sostenida y convertido a este producto en el principal bien exportable del país, desplazando al
cuero y otros derivados. El auge exportador argentino fue parte de un proceso de
internacionalización del intercambio comercial que se aceleró a fines del siglo XIX con el
desarrollo del capitalismo internacional. Así como se comerciaban los bienes y servicios de un
lugar a otro, también los factores de producción móviles (como el trabajo y el capital) fluyeron
en el marco de esta internacionalización económica.

A mediados del siglo XIX, la inserción de la Argentina en el mercado capitalista mundial era
débil, dato que no resulta sorprendente al tener en cuenta que estaban ausentes las
condiciones para lograrla (no tenía ni capitales ni población suficiente como para producir
bienes exportables a gran escala; ni siquiera había un estado central que pudiera ofrecer el
orden político necesario). Este orden finalmente llegó después de un largo proceso que
comenzó en la batalla de Caseros en 1852 y culminó en 1880, cuando las tropas del gobierno
central vencieron a la última rebelión provincial. El estado comenzó a garantizar la seguridad
jurídica, la propiedad privada y el libre movimiento de capitales, con lo que llegaron las
inversiones extranjeras y los inmigrantes. La Argentina contaba con un factor de producción
abundante sobre el que se basó el crecimiento exportador: la tierra. El tipo de tierras y el clima
de las pampas permitieron la producción de bienes que contaban con una demanda creciente
en el mercado mundial. El trabajo necesario para el proceso productivo fue provisto por la
acción conjunta del crecimiento demográfico, de las migraciones internas y, sobre todo, de la
inmigración. Otro factor que migró hacia la Argentina fue el capital; las inversiones extranjeras
se desplegaron siguiendo dos elementos: la seguridad y la rentabilidad. El estado impulsó la
primera ola de inversiones a través de la emisión de bonos sobre los que se pegaban un interés
mayor al que brindaba un banco europeo, pero ninguna ganancia hubiera resultado atractiva si
su pago no estaba seguro, y la mejor muestra de seguridad la brindó ofreciendo sus ingresos
estatales como garantía. Los ferrocarriles fueron fundamentales para hacer que la Argentina se
convirtiera en un exportador de cereales en gran escala. Si bien las primeras redes ferroviarias
se extendieron sobre zonas que ya contaban con una carga apreciable para transportar, en
otros casos fue su propia construcción la que impulsó, como efecto multiplicador, la
producción.

En los primeros años del siglo XX, la Argentina ya había delineado un perfil productivo y
exportador que continuaría por muchos años: cereales y carne con destino a mercados
europeos. En 1910, el país se había convertido en el tercer exportador mundial de trigo. En
otros productos, como la carne y el lino, su posición en el mercado mundial era todavía más
significativa. Fueron las épocas en que la Argentina comenzó a ser llamada “el granero del
mundo”.
2) ¿Cuáles son las características de la clase dominante que se consolida durante el
MAE? Analice su comportamiento en el largo plazo.

Las transformaciones ocurridas en la esfera macroeconómica se corresponden con cambios en


las unidades productivas. La producción de cereales comenzó, en las colonias agrícolas. La
regla era que los agricultores fueran propietarios de una parcela de tierra, los colonos
trabajaban, junto con sus familias, pero se veían en la necesidad de emplear mano de obra
adicional.

A principio del siglo XIX, el escenario macroeconómico del agro pampeano cambio cuando
buena parte de la producción cerealera comenzó a originarse en estancias, establecimientos
bien diferentes de las colonias. Los cereales se produjeron, sin embargo, en la “estancia mixta”
(así llamada porque combinada la agricultura con la ganadería). En las “estancias mixtas”, el
estanciero se dedicaba al engorde de este ganado. El negocio de la invernada era muy
lucrativo, siempre que se asegurara que el forraje para los animales tuviera costos bajos. La
forma que estos estancieros encontraron para abaratar esos costos fue la asociación
económica con un grupo de gran importancia, tanto cuantitativa como cualitativa, en el agro
pampeano: el de los chacareros. Los chacareros explotaban una fracción de tierra,
generalmente para producir cereales, pero no eran dueños de la propiedad si no que la
arrendaban. Su beneficio estaba en vender sus cultivos, pagarle un arriendo al propietario y
obtener una diferencia. En el caso de que el contrato fuera con un estanciero invernador, los
chacareros se comprometían a dejar el campo alfalfado al finalizar el contrato. Aunque sin ser
propietarios de la tierra, los chacareros no eran el eslabón más bajo de la estructura social del
agro pampeano. Eran empresarios capitalistas en pequeña escala, así como empleadores de
mano de obra que necesitaban para tareas agrícolas estacionales. Esta mano de obra era
provista por peones que recibían el nombre de “braceros” y que eran generalmente
contratados por un periodo del año.

El mundo de los estancieros mostraba su propia complejidad. Una buena parte de los
estancieros eran “criadores”, que se ocupaban de la primera etapa de la vida de los terneros.
Los campos de cría eran de peor calidad que los de invernada por lo que, los criadores eran
menos ricos y prósperos que los invernadores. Más aún, la relación entre invernadores y
criadores estuvo, no pocas veces, teñida por el conflicto. Un grupo generalmente diferenciado
de los ya nombrados era el de los cabañeros, que se dedicaban a la importación y
reproducción de animales de raza, por lo que ocupaban un papel fundamental en una
economía que estaba renovando su stock de vacunos a ritmo acelerado. El agro pampeano se
caracterizó por la ausencia de grandes conflictos sociales durante buena parte del periodo de
auge exportador. El entramado que unía a estancieros, arrendatarios y braceros, sin embargo,
no siempre era tan calmo. En los primeros años del siglo XX, el conflicto social se desarrolló
más en las ciudades que en el agro, y tuvo a los obreros de las fábricas como sus principales
actores.
3) Explique la periodización de Pucciarelli respecto del capitalismo agrario argentino en
el tramo 1880-1930. ¿Qué sentido tienen esas fechas?

En el ámbito agrario se puede ampliar el análisis de las transformaciones provocadas por la


presencia del capital teniendo en cuenta la noción de “vía de desarrollo capitalista”. La
constitución de las bases materiales de clases sociales se puede agrupar de la siguiente
manera:

a) constitución, ampliación o radical transformación de la demanda de alimentos y materias


primas que influye decisivamente en la generalización de las relaciones mercantiles.

b) modificación de la organización técnica de la producción, que incluye la introducción de


nuevos criterios científico-técnicos para la explotación de los recursos naturales, la difusión de
nuevos insumos, de tecnología mecánica y de nuevas formas de coordinación del trabajo vivo.

c) modificación de las relaciones de propiedad de la tierra y de los medios de trabajo,


transformando a la primera mercancía y a los segundos en capital.

d) modificación de la organización social del trabajo y de las relaciones sociales de producción.

e) creación de nuevas formas de apropiación del excedente económico tanto de la esfera de la


producción como en la de la circulación, entre las cuales se destacan las nuevas formas de la
renta de la tierra y las nuevas formas de la renta de la tierra y las nuevas formas de
apropiación del plus trabajo familiar y del trabajo asalariado.

Comenzamos interpretando las características del proceso de desarrollo capitalista agrario.


Los grandes terratenientes monopolizan la mayor parte del suelo agrícola y los campesinos son
desalojados violentamente de sus parcelas; en la medida que el proceso de acumulación es
realizado, el capital penetra desde afuera, disolviendo relaciones de producción preexistente y
con ellas la figura del trabajador familiar atado por medio de ligaduras semiserviles al gran
propietario territorial. Comparándolo con el sector industrial, el grado de concentración y
centralización de capital es más bajo. Las posiciones de clase se definen con relativa pureza,
debido a que este tipo de desarrollo evita, por su misma naturaleza, la posibilidad de nuevas
combinaciones. El terrateniente recibe solo renta y se halla subordinado a la dinámica del
capital. La tendencia de desarrollo de esta estructura marca un progresivo predominio del
sector arrendatario capitalista; este se constituye como sector hegemónico y a la vez
autogenera la cúspide de un nuevo sistema de clases en el cual no habrá lugar para sectores
intermedios ni para la proliferación de viejos sectores especulativos. Los propios
terratenientes se van convirtiendo lentamente en empresarios capitalistas, manteniendo
grandes unidades de producción en las cuales el régimen de servidumbre es reemplazado por
la explotación del trabajo asalariado y los métodos tradicionales de uso del suelo por la nueva
tecnología. El sentido que tienen las fechas 1880 y 1930, es justamente que en este período
hubo una división internacional de la economía en el cual estaban los países periféricos que
exportaban las materias primas a los países centrales para que aquellos la industrializaran o la
procesaran y volvieran a los países a mayor costo. En el marco de esta situación, Argentina se
insertó en el mercado mundial como uno de los principales productores y exportadores de
bienes primarios y receptores de capitales, manufacturas e inmigrantes.

4) Señale las características y límites del MAE ¿Cuáles fueron las formas principales de
producción agraria? (Rocchi o Pucciarelli).

A fines del siglo XIX, la estructura de las exportaciones comenzó a diversificarse con la
producción de nuevas mercancías como cereales, lino y además productos ganaderos como
carne congelada ovina y ganadería en pie. A mediados del siglo XIX, la Argentina contaba con
un factor de producción abundante en el que se basó su crecimiento, la tierra. El clima y el tipo
de suelo de La Pampa permitieron la producción de benes que contaban con una demanda
creciente en el mercado mundial. A partir de la apropiación y poblamiento de tierras
indígenas, las mismas se destinaron a la producción, así como también a comprarse y venderse
en el mercado.

El trabajo necesario para el proceso productivo se dio a través del crecimiento poblacional, las
migraciones interna e inmigraciones. Si se tiene en cuenta que la tierra es un bien escaso y no
puede reproducirse por el capital, el aumento de la producción destinada a satisfacer la
demanda urbana de materias primas y alimentos provoca un incremento equivalente en la
demanda de nuevas tierras a explotar. El incremento de la demanda urbana se satisface
ampliando la frontera agrícola, lo cual supone un desplazamiento de los productores de las
tierras fértiles hacia las menos fértiles, de las más cercanas a las más lejanas. La agricultura es
una de las ramas más atrasadas de la producción ya que conserva una muy baja composición
orgánica del capital, porque las estrategias de producción y los procesos de innovación
tecnológica se hallan severamente condicionadas por las restricciones que impone la
producción de mercancías en base a la explotación de recursos naturales. Los ferrocarriles
fueron fundamentales para hacer que la Argentina se convirtiera en un exportador de cereales
en gran escala y en algunos casos fue la construcción de las líneas la que impulsó la
producción. Las colonias (compuestas por inmigrantes y dedicados a la agricultura) encontró
aceptación en el mercado interno, abasteciéndola y dando inicio a una nueva tendencia al
permitir el primer embarque de cereales, aunque no llegaron a representar el grueso de la
actividad agropecuaria pampeana.

En los primeros años del siglo XX, la Argentina ya había delineado un perfil productivo y
exportador de cereales y carne. El número de productos que formaban el grueso de la
exportación (trigo, maíz, lino, carne vacuna y lana) no era alto. El escenario del agro cambió
cuando parte de la producción cerealera comenzó a realizarse en estancias. Los cereales se
produjeron en estancias mixtas, que combinaban la agricultura de la ganadería, si bien las
colonias impulsaron la primera producción agrícola en gran escala, la estancia mixta la hizo
llegar a los niveles que convirtieron al país en el granero del mundo.

5) Describa las principales actividades y el sustento de las regiones no pampeanas


durante el MAE. (Rocchi)
El crecimiento económico se desplegó de manera desigual en la geografía argentina. Ciertas
áreas lograron ligazón directa con el mercado mundial a través de un producto específico,
como ocurrió con el tanino del norte de Santa Fe y con la lana de la zona patagónica orientada
al Atlántico.

La posibilidad de vender algún producto a la expansiva región pampeana (y de esa manera


vincularse, aunque de manera indirecta, al mercado internacional) se transformó en la
alternativa más provechosa para un par de economías regionales. Los casos más
sobresalientes fueron los del azúcar, cultivado principalmente en Tucumán, y en menor
medida en Jujuy, y del vino, producido en Mendoza y San Juan.

Varias provincias no lograron producir bienes que fueran atractivos ni para el mercado interno
ni para el externo, por lo que tuvieron que contar con la realización de algún emprendimiento
que iba desde un puente hasta un colegio o directamente con subsidios que el Estados les
enviaba.

La urbanización fue un fenómeno paralelo al del crecimiento exportador. El crecimiento de las


ciudades, demandaba cada vez más productos y servicios. La actividad de la construcción se
desarrolló a ese mismo ritmo, movilizando capital y mano de obra. La demanda para la
construcción, se convirtió en uno de los mercados más atractivos para la naciente industria.

El mercado interno se abastecía principalmente de importaciones. Sin embargo, una buena


parte de la demanda interna, fue provista por la oferta local.

6) Explique las causas y consecuencias financieras de la crisis de 1890 (Rocchi)

A principios de 1880, el escenario bancario estaba largamente ocupado por el Banco de la


Provincia de Buenos Aires, de propiedad estatal, y caracterizado por una liberalidad creciente
en la concesión de créditos. Los beneficiarios eran tanto el sector ganadero como el comercial.
El sistema de créditos se basaba en la prenda hipotecaria, por lo que aquellos que no poseían
tierras, debían acceder a los almacenes de ramos generales que proveían de mercadería y
créditos, generalmente prendando la futura cosecha.

En 1887, el presidente Miguel Juárez Célman, lanzó un proyecto de ley de creación de bancos
garantidos. De acuerdo con esta ley, cualquier banco tendría la facultad de emitir moneda
siempre que comprara bonos del gobierno nacional que servirían como respaldo a esa
emisión.

La ley de bancos garantidos llevó a la emisión descontrolada de dinero en todo el país (por la
emisión, los pesos papel o moneda nacional, perdían su valor respecto del peso oro
relacionado a pautas internacionales más estables), unida a la concesión liberal de créditos
que se estaba produciendo, sentaron el terreno para que se desarrollara la crisis de 1890. Su
origen estaría en la irresponsable política monetaria expansiva, que generó una fuerte
inflación y un caos irresponsable en la concesión de créditos.

La crisis terminó con el viejo sistema bancario liberal. Muchos bancos privados y estatales,
incluido el de la Provincia de Buenos Aires, fueron a la quiebra. La reorganización de la red
bancaria se llevó a cabo a partir de las entidades privadas más conservadoras, y sobre todo el
Banco de la Nación Argentina, una institución estatal creada en 1891, con una política
conservadora en cuanto a la concesión de créditos. La salida de la crisis estuvo capitaneada por
el presidente Carlos Pellegrini. Las tarifas de importación se elevaron, mientras se renegoció el
pago de la deuda externa, sumado a la reorganización del sistema bancario.

Algunos historiadores sostienen que el origen de la crisis se debió a la fragilidad del sector
externo frente a la entrada de capitales. Cuando los inversores extranjeros, se dieron cuenta
de que las expectativas sobre el crecimiento argentino superaban la realidad, decidieron
retirar su dinero y generaron una aguda crisis de balance de pagos.

7) Caracterice las dos primeras etapas de inversiones extranjeras en la Argentina.


Requisitos, origen de los capitales, rubros de inversión y modalidades.

Las dos primeras etapas de inversiones extranjeras se desarrollaron entre los años 1862-1875 y
1881-1890.

La acumulación y centralización de capital (fruto de la maduración industrial en Inglaterra y


otros países europeos) fue la que generó la posibilidad misma de que se produjeran dichas
inversiones.

Requisitos para recibir inversiones extranjeras: seguridad jurídica y rentabilidad. Factores de


índole económica como la marcha de las actividades productivas, el estado de las finanzas
públicas y la situación cambiaria. El Estado impulsó la ola de inversiones a través de la emisión
de bonos del gobierno sobre los que pagaba un interés mayor que el que brindaba un banco
europeo. El Estado ofreció sus ingresos como garantía. Este rol asumido, fue un gran
motivador para las inversiones.

Origen y rubros de inversión: La gran mayoría de los capitales provenía de Gran Bretaña. Los
británicos invirtieron en tierras, comercio y hasta industria, pero los bonos del Estado y los
ferrocarriles fueron los que acapararon su atención. Los ingleses iban a invertir su capital en las
vías de transporte que la producción necesitaba para poder comercializarse y exportarse.

También invirtieron, aunque en menor grado, otros países europeos como Francia (además de
los ferrocarriles, lo hizo en el puerto de Rosario), Alemania (que ejercía posición dominante en
la provisión de electricidad), Bélgica e Italia. A principios del siglo XX, comenzaron a llegar
capitales norteamericanos. En un principio el grueso de ellas se centró en bonos del Estado,
aunque luego invirtieron en una operación más riesgosa, aunque prometedora: los frigoríficos.

Modalidades de las inversiones: la mayor parte de las inversiones externas se hicieron bajo la
forma de lo que hoy se denomina inversiones de cartera. Consistían en la compra de títulos o
valores mobiliarios correspondientes a gobiernos extranjeros o empresas del exterior.

Estas inversiones se dividieron principalmente en dos ramas: empréstitos públicos y


sociedades anónimas.

Las inversiones en empréstitos tuvieron lugar a partir de las crecientes necesidades de


financiación de los gobiernos.

Las inversiones en el sector financiero estuvieron relacionadas con la enorme diferencia entre
la tasa de interés local y la de los mercados europeos.
8) Señale las diferentes etapas en las que se puede dividir la inversión extranjera entre
1860 y 1930.

Entre 1860 y 1930 la Argentina experimento un acelerado crecimiento económico,


caracterizado por la ampliación de su producción exportable y por la unificación de sus
mercados interiores, que se basó en gran medida en el ingreso masivo de capitales
extranjeros.

Los principales ciclos de inversión de los capitales extranjeros en la Argentina fueron entre los
años 1826-75, 1881-90, 1903-13

1862-1875: el comienzo de este ciclo estuvo precedido de auspiciosos signos económicos,


como el auge de las exportaciones de lana hacia Europa y los comienzos de la colonización
agrícola. Las inversiones extranjeras durante este periodo fueron en general de pequeña
magnitud y de origen exclusivamente británico. Comenzaron con la construcción de los
primeros ferrocarriles entre el 62’ y el 65’ y culminaron con el auge de los empréstitos
nacionales y provinciales de 1870-74.
Esta corriente de inversiones se interrumpió por la crisis de 1873, que provoco serias
perturbaciones en los mercados financieros europeos y una depresión en el comercio
internacional. En la Argentina condujo a una severa crisis de las finanzas públicas y a la
devaluación de la moneda.

1881-1890: en este periodo hay una mejoría de la balanza comercial. Es el comienzo de un


nuevo ciclo de prosperidad agrícola y también el comienzo de una etapa de estabilidad
política. Este segundo ciclo se caracterizó por un enorme incremento de la inversión. La mayor
parte de ese incremento se produjo en los últimos años de la década del 80, en los cuales la
Argentina se convirtió por primera vez en uno de los campos de inversión más importantes del
mundo. También se registraron las primeras inversiones de Francia, Alemania y Bélgica. El
desarrollo de este ciclo mostro 2 fases bien diferenciadas, separadas por una breve crisis en los
años 1884 y 1885. En la primera continuaron predominando las inversiones en empréstitos,
especialmente del gobierno nacional, mientras que en la segunda pasaron a un primer plano
las inversiones en sociedades anónimas, principalmente los ferrocarriles. Al finalizar este ciclo
los capitales en empréstitos seguían constituyendo el principal rubro. Su rentabilidad estaba
asegurada por el estado. En cuanto a las inversiones ferroviarias, habían alcanzado un monto
muy próximo al de los empréstitos.
Este ciclo se vio interrumpido por la crisis financiera de 1890. La fuerte
depreciación del papel moneda que sobrevino como consecuencia, al amenazar la rentabilidad
de los inversores, paralizo la entrada de nuevos capitales.

1903-1913: en el plano económico, la expansión espectacular de la producción agrícola de la


provincia de Bs As que posibilito el gran incremento de las exportaciones, fue uno de los
elementos que ayudaron a la reanudación de la corriente de las inversiones. Los inversores
estaban más confiados, ya que se había reanudado el pago de la deuda pública y también se
había calmado el conflicto limítrofe con Chile.
El volumen total de las inversiones extranjeras alcanzo en este ciclo su máximo nivel histórico.
Los ferrocarriles constituyeron el sector que más inversiones recibió. En los empréstitos
públicos, los capitales franceses y de otros países europeos lograron una participación
mayoritaria. Y también hubo un crecimiento de las inversiones vinculadas a las actividades
agropecuarias. También importantes inversiones en sectores novedosos, como el de las
compañías de electricidad (Alemania), tranvías eléctricos y frigoríficos. Este ciclo se cerró
abruptamente a mediados de 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Concluida la
guerra volvió a generarse un nuevo flujo de inversiones hacia nuestro país, que llego a asumir
cierta importancia entre 1921 y 1929. Sin embargo, disto de alcanzar los valores preguerra. La
entrada de capitales se redujo al mínimo y surgieron más inversiones norteamericanas.

9) Señale las características de la industria y de los grupos económicos con inversiones


en el sector entre 1880 y 1914 (Schvarzer).

Las últimas décadas del siglo XIX registraron un veloz crecimiento de la economía y la sociedad
argentina. Las exportaciones se expandían y los inmigrantes arribaban masivamente en busca
de oportunidades de trabajo. Las empresas protagonistas del auge fabril en esos años se
ubicaron en Buenos Aires y además dos núcleos específicos que se consolidaron en el interior
del país: Tucumán y los ingenios azucareros y las bodegas en Mendoza.

Los frigoríficos: la carne procesada por los saladeros no era consumida por nadie, salvo los
esclavos del norte. Esta era dura y desagradable. Los saladeros fueron muriendo, carentes de
impulso técnico y empresario. El frigorífico los reemplazo. En 1885 se instaló el primero en
Buenos Aires que se dedicó a atender la exportación y en parte el consumo local. El frigorífico
condiciono la evolución del mercado. Este era un oligopolio. Los frigoríficos norteamericanos
impusieron la carne enfriada.

Las industrias porteñas: Buenos Aires demandaba bienes de todo tipo y algunos de ellos
podían ser abastecidos a partir de producción local. Así surgen grandes empresas fabriles
como la fábrica de Alpargatas, que comenzó haciendo calzado y comenzó a diversificarse en
otras actividades textiles. También se estableció una empresa de lácteos y también una de
cervezas (Quilmes).

La electricidad: Llega la electricidad, que tuvo gran influencia en la vida urbana. Ofrecía nuevas
posibilidades en los hogares y el despliegue de tranvías e iluminación nocturnas. La CATE, una
firma alemana, fue la que se hizo cargo de la instalación y el mantenimiento. Se pasó de la
máquina de vapor a la electricidad.

La industria azucarera: esta empresa despego gracias a la llegada del ferrocarril. Se levantaron
enormes instalaciones. La industrialización del azúcar promovía la producción agraria.
Tucumán se convirtió en un gigantesco productor de azúcar. La provincia abastecía a todo el
mercado nacional. Había conflictos con los trabajadores por las condiciones de trabajo.

Las bodegas: expansión de la producción de vinos en Mendoza luego de la llegada del


ferrocarril. En las bodegas solo se cumplían tareas primarias para transformar la uva en vino. El
objetivo de la actividad se reducía a producir mucho y rápido. Había dificultades para obtener
vino de calidad estable.
Según los datos censales, fue “sorprendente “el crecimiento de la industria local en esos años.
Los empresarios exitosos se encontraban frente a una disyuntiva; o mantenían una posición
subordinada en el mercado o vendían la empresa a los grandes capitanes que dominaban el
panorama económico del país.

Los capitanes de la industria: eran un grupo de individuos que controlaba porciones decisivas
del poder económico y del acceso a la riqueza. Conformaban la elite social. Tenían muchos
contactos. En pocos años surgieron como líderes de la industria local; eran los principales
inversores de capital y propietarios de las mayores empresas. El mayor de ellos era Ernesto
Tronquist. La casa Tronquist era acompañada por Bunge y Born, una empresa que se dedicaba
al comercio de granos y también por los Demarchi, familia que se nucleó en torno al Banco de
Italia, y también en la producción de papel e imprenta.

La historia de la industria argentina se entrelaza con la historia de los miembros de la elite


económica local.

10) Analice las distintas problemáticas vinculadas con la fijación de los aranceles del
periodo del modelo agroexportador (Schvarzer 2).

Las recaudaciones aduaneras constituyeron la fuente principal de los ingresos públicos a lo


largo de todo el siglo XIX, hasta que la crisis y las guerras eliminaron su rol. El tesoro de vio
obligado a aplicar nuevos impuestos para afrontar sus operaciones frente a la caída absoluta
de aquellos.

Cada caída de las compras argentinas en el exterior, tenía una inmediata e intensa repercusión
en el monto total de los ingresos públicos. Para solventar los problemas de las finanzas
públicas en los ciclos de contracción de las importaciones, los sucesivos gobiernos recurrirán a
impuestos de distinto carácter a la actividad interna; estos eran transitorios.

Había problemas en el nivel de las tarifas. El arancel que optimiza los recursos fiscales no
siempre coincide con aquel que optimiza el grado de protección fabril deseado por los
empresarios locales. Hasta el dictado de la Ley de aduanas en 1905 el sistema tarifario era
bastante complejo, variable y difícil de comprender. El sistema no solo era errático en sus
normas, sino que se veía afectado por las fluctuaciones de los precios mundiales. La
arbitrariedad del sistema tarifario se disimulaba a través de múltiples intermediaciones que
dificultaban el conocer el grado de protección o desprotección real aplicado entonces. Las
resoluciones claves para el sistema eran adoptadas por funcionarios de baja calificación,
sometidos a diversas presiones sectoriales. Finalmente el congreso fijo los avalúos para
normalizar el sistema y ofrecer un horizonte más amplio.
Dicho régimen funciono de modo razonable los primeros años pero se alejó de la realidad más
tarde.

La clasificación de los distintos bienes no alcanzaba a diferenciar ciertas calidades al interior de


ellos; como el arancel se establecía en valor absoluto y era igual para cada partida de
mercadería, resultaba diferente en términos reales, para cada unidad según el precio real de
esta última. Esa lógica del sistema arancelario beneficiaba de modo objetivo a los grupos
sociales privilegiados.

Había concesiones del tipo librecambista que otorgaban arancel cero. Estas estaban
relacionadas con el ingreso fiscal y con el flujo de comercio externo, dado que las tarifas
cubrían una parte decisiva de las necesidades fiscales. La posible pérdida de ingresos implicada
por estas medidas tampoco era compensada por aranceles adecuados sobre otros rubros.

Las exenciones librecambistas tenían como objetivo el beneficiar a los proveedores británicos
más que “abrir la económica argentina hacia el mercado mundial. Una de las primeras
concesiones se otorgó al carbón. Y la mayor concesión arancelaria otorgada a comienzos del
siglo XX fue a los ferrocarriles. La ley no era tan explícita en lo que respecta a la eliminación de
arancel y sus alcances. La posición privilegiada de los proveedores británicos se veía favorecida
por una serie de medidas adicionales entre las que se contaban los empréstitos negociados en
el mercado de capitales de Londres.

Las decisiones tarifarias reflejan el deseo de beneficiar a una empresa o a un sector,


responden a los intereses de grupos de empresarios. Las sutilezas de las tarifas reflejan la
presencia y actuación de poderosos grupos de interés. La política arancelaria de la Argentina
en esa época surge como resultado de intereses que incluían a grandes empresarios fabriles.
La combinación de estos intereses arrojaba situaciones de aparente liberalismo, así como de
proteccionismo.

El crecimiento fabril argentino durante el periodo anterior a 1930 se explica por esa
combinación de librecambio y proteccionismo que dio lugar a una estructura estrechamente
ligada al mercado británico.

La crisis modifico bruscamente el entorno económico. La escasez de fondos presupuestarios se


combatió mediante la aplicación de nuevos impuestos. La política arancelaria gano libertad, al
mismo tiempo que perdió fuerza.

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