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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

VALLE DE LA PASCUA, ESTADO GUÁRICO

ASIGNATURA: TEORÍA DE LOS TRATAMIENTOS II

La Fobia social

Profesora: Participante:

Guerra, Jessy Lamas Roswil CI: 27.755.655

Turmero, Junio de 2018


Introducción

La fobia social es un trastorno que se caracteriza especialmente por el miedo persistente y


acusado a eventos sociales o actuaciones en público por temor a que resulten embarazosas,
exposición que tiende a producir invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad siendo esta
generalizada o específica de acorde a las situaciones. Existe por lo tanto un temor constante a la
evaluación negativa de los demás hacia su conducta en público, aunque el mismo no ha de
considerarse un criterio único para hablar de fobia social, sino que es preciso, entre otras cosas,
que el individuo al menos que el malestar que le provoque sea grande.

Por otra parte, constituye una prevalencia global, según los estudios epidemiológicos,
oscila entre un 3 y 13%, dependiendo de la rigurosidad de los criterios que se utilicen; dentro de
los pacientes con trastorno de ansiedad en régimen ambulatorio, entre un 10 y un 20% presentan
algún tipo de fobia social (DSM-IV, 1995).

En cuanto a sus elementos son recogidos plenamente por el modelo cognitivo que aborda
este trastorno, valorando como núcleo central el contenido de los pensamientos que las personas
que padecen este trastorno tienen, es decir, el miedo a tener una exposición inadecuada ante los
otros, a hacer el ridículo, lo que les lleva a mantener también un estado de alerta y vigilancia ante
este tipo de peligros. En cuanto al contenido de los pensamientos el elemento que más interés ha
suscitado, y los estudios sobre ese contenido muestran consistentemente la orientación cognitiva
de los pensamientos y la distorsión de sus autopercepciones (Chambless, y Hope, 1996). Stopa, y
Clark (1993) pidieron a doce fóbicos sociales que llevaron a cabo una interacción con un
interlocutor y después imaginar la interacción severamente, y lo compararon con doce pacientes
con otro trastorno de ansiedad y con doce no clínicos; los pensamientos de los fóbicos sociales se
distinguían por su énfasis en la autoevaluación negativa, más incluso que en la evaluación negativa
del interlocutor, aunque como dice Chambless (1996) también es posible que en general, la gente
sea más crítica con su propia realización que los observadores.

No obstante, la terapia cognitiva con los fóbicos sociales, debe enfrentarse de forma
primordial precisamente a este sesgo interpretativo que caracteriza a este trastorno. Un estudio de
Hope, Heimberg, y Bruch (1995) encontró que la terapia cognitiva era más efectiva eliminando
ese sesgo que la exposición a situaciones sociales, en este mismo contexto van los resultados
encontrados en los estudios que sí utilizan medidas del cambio cognitivo en la valoración de la
terapia. Chambless, y Gillis (1993) observan con evidencia que la terapia cognitivo conductual
resulta más satisfactoria que otros tratamientos en la reducción de las distorsiones cognitivas, y en
la reducción al miedo a la evaluación negativa, pero cuando lo que se mide no es sólo el cambio
cognitivo, sino la efectividad del tratamiento sobre toda la amplitud y complejidad del trastorno,
estos mismos autores, en la revisión que llevan a cabo con varios estudios en los que se utilizan
diferente técnicas como la relajación, exposición y terapia cognitiva las cuales se encuentran que
todas las técnicas tienen resultados equivalentes.

En los metaanálisis de Chambless de 1993 y de 1996, se encuentra claramente que la terapia


cognitiva resulta más efectiva, por lo menos más que un grupo control en las medidas tomadas de
fobia social, miedo a la evaluación negativa y distorsiones cognitivas aunque se toma en cuenta
que hay que de no se especifica exactamente como se tomaron estas medidas, ni se precisa mucho
el constructos y puesto que el sesgo cognitivo puede ser un elemento central de este trastorno,
cambiarlo desde su propio campo, desde el abordaje cognitivo, ha de ser decisivo. Debido a que
en las revisiones metaanalíticas y en los estudios con muestras de pacientes sobre la aplicación y
eficacia de técnicas de intervención puede resultar difícil valorar o encontrar criterios e
instrumentos de evaluación comunes, sistematicidad y rigurosidad en la aplicación de las técnicas
terapéuticas empleadas en cada caso, idiosincrasia propia de cada paciente y terapeuta, el estudio
de caso único puede resultar útil para acercarnos más detalladamente a la propia intervención
terapéutica y no sólo al resultado de la misma y a las líneas generales que ésta siguió. Con esta
intención presentamos el caso que a continuación sigue, como ejemplo de la aplicación de técnicas
cognitivo-conductuales en el trastorno de fobia social.
Informe clínico fobia social

Datos de identificación

Nombres y apellidos: Andrés López

Edad: 18

Lugar y fecha de nacimiento: Caracas

Sexo: Masculino

Escolaridad: Universitaria

Ocupación: Estudiante

Mano dominante: Izquierda

Fecha de evaluación: 30 Junio al 6 de Julio

Nombre del evaluador: Roswil Lamas

Motivo de consulta:

A.L Realiza una petición en la que explica que lleva un continuo estado de ansiedad e
irritabilidad, manifestando ser una persona nerviosa, especialmente ante los demás, como por
ejemplo cuando debe hacer algo en público o conocer gente nueva.

Hallazgos durante la Exploración

Adolescente masculino de 18 años quien presenta un desarrollo pondo-estatural acorde a


su edad cronológica. No obstante, en cuanto a su apariencia física es aseado, y viste de acuerdo a
su edad y sexo. De tez morena, contextura delgada, no presenta cicatrices ni defectos físicos.

Se muestra colaborador en el curso de la evaluación. Es tímido, introvertido, tranquilo,


poco conversador, pero socializa con más soltura cuando toma confianza, es atento y dispuesto.
Establece poco contacto visual.
Antecedentes relevantes:

A.P está estudiando primer semestre de informática, y que en el año anterior había estado
estudiando contaduría, estudios que abandonó porque “no se sentía a gusto con la gente” que se
encontró en la universidad, si bien es cierto que hizo algunos amigos; pero reconoce también que
las materias a estudiar le resultaban un poco complicadas y no demasiado atractivas, después de
los exámenes de Junio sólo había conseguido aprobar tres asignaturas, ni siquiera la mitad de las
que cursaba. En verano decidió cambiar de carrera y empezar con informática, decisión que tomó
a espaldas de su padre y por la que se enfrentó a él, quién no creía que Informática fuese una
carrera adecuada, especialmente para su hijo, para la que desearía algo más relaciona con la
economía, las ingenierías o materias consideradas clásicamente científicas. También realizaba
estudios de contrabajo, tenía hecho hasta el 6to de contrabajo en la sinfónica, pero al empezar la
Universidad su padre no lo dejó continuar con esos estudios por lo que A.P se vio obligado a
practicar por su cuenta, y pensaba en acudir a algunas clases particulares con o sin el
consentimiento de su padre, aunque por otro lado reconocía estar perdiendo un cierto interés por
la música y mantenía dudas sobre el tema. En Informática se encontraba a gusto con el cambio, le
gustaba proporcionadamente las asignaturas que tenía y su interés aumentaba; respecto a sus
compañeros había encontrado un grupo agradable. Los fines de semana salía con sus amigos de su
edificio, aunque también mantenía relaciones con algunos ex-compañeros de Contaduría, y con
otras de Informática. En ese momento no salía con ninguna chica. No se puede decir que A.P fuese
una persona solitaria mantenía un buen número de relaciones. Vive con su padre, su madre y su
única hermana. En casa no tenía una buena relación, aunque al principio lo negó, lo reconoció más
tarde, relatando la mala relación con su padre al finalizar la sesión.

Técnicas e instrumentos utilizados

 Historia clínica
 Entrevista semiestructurada
 Examen mental
Diagnostico Presuntivo

Luego de la evaluación, el diagnóstico se realiza a partir del Eje I (Trastornos clínicos) del
DSM-IV, comprobando que la información obtenida se ajusta a los criterios para el diagnóstico de
F40.1 Fobia Social [300.23]:

1. Temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público
en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la
posible evaluación por parte de los demás. El individuo teme actuar de un modo (o mostrar
síntomas de ansiedad) que sea de índole humillante o embarazoso.
2. La exposición a situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta
inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o
más o menos relacionada con una situación.
3. El individuo reconoce que ese temor es excesivo o irracional.
4. Las situaciones o actuaciones en público temidas se evitan o bien se experimentan con
ansiedad o malestar intensos.
5. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o malestar que aparece en las
situaciones sociales o actuaciones en públicos temidas interfieren acusadamente con la
rutina normal del individuo, con sus relaciones laborales, académicas o sociales, o bien
produce un malestar clínicamente significativo.
6. El miedo o el comportamiento de evitación no se deben a los efectos fisiológicos directos
de una sustancia, por ejemplo, las drogas o fármacos o de una enfermedad médica y no
pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental.

No obstante, en diagnóstico diferencial se encuentran en el Eje II el Trastorno de


Personalidad por evitación, el Trastorno Esquizoide de la Personalidad, así como del Eje I el
Trastorno de angustia con agorafobia, la Ansiedad generalizada y la Fobia específica. Se debe
tomar en cuenta que, el punto en el que el DSM-IV hace referencia a la ansiedad a hablar en
público, al terror a los escenarios y a la timidez como eventos en los que, si las personas que
participan, no pertenecen al ámbito familiar no se ha de diagnosticar fobia social a no ser que el
malestar o el deterioro en la vida del individuo sea grande, el caso de A.P cumple ambos puntos:
reacciones de ansiedad también con familiares y gran malestar.
Plan de intervención:

El tratamiento se fundamentó según las siguientes etapas:

Suministrar la información sobre el diagnóstico y el modelo explicativo, definiendo el


problema y los objetivos.

Reestructuración cognitiva: Se aplicó dando énfasis fundamentalmente hacia las ideas


irracionales y pensamientos automáticos, intentando modificar sus sentimientos de inseguridad y
buscando aumentar definitivamente, su autoestima. Uno de los pensamientos desproporcionados
que presentaba A.P continuamente era su persistente interpretación del pensamiento, de las
personas con las que estaba; ya fuesen amigos o alguien que recién conocía, y que eran del tipo:
“no le caigo bien” o “debe pensar que soy tonto”, nos sometía a trabajar en reinterpretaciones
continuas más reales y racionales.

Con respecto al examen mental en la sesión fue de gran utilidad para seleccionar la situación
concreta y los pensamientos deformados; por ejemplo, ver una situación en la que comprando unas
entradas en el cine se le cae el dinero y los tickets, y A.P dramatiza con pensamientos como “toda
la cola y taquillera piensan que soy inútil ridículo” estando con sus amigos en la cola del cine. En
la búsqueda y modificación de estos pensamientos deformados se emplearon técnicas que
consisten en cuestionar sus evidencias, o encontrar momentos donde la propia realidad cuestionó
sus creencias, por ejemplo, el día que estuvo pensando toda la mañana que su compañero no había
ido a clases para evitar ir después a un torneo de fútbol que ya habían quedado; al final, su
compañero llegó justo antes de la hora de ir al concierto.

En otras ocasiones se trabajó con retribuciones, o examinando consecuencias, ventajas y


desventajas, desarrollando alternativas a demandas concretas, desdramatizando, haciendo uso de
la intención paradójica. En otros aspectos se practicó la distracción como forma de evitar esos
pensamientos. Las técnicas fueron variadas y secuenciadas, los pensamientos deformados estaban
arraigados y generalizados por lo que se hizo indispensable insistir y desde aproximaciones
cognitivas diversas.

No obstante, se utilizaron auto instrucciones, así como la puesta en práctica de la solución


de problemas, ante algunas situaciones muy concretas, como demandas a su padre y viajes.
En el transcurso del tratamiento hubo un continuo análisis de los éxitos o mejoras y de los
fracasos, los avances fueron rápidos, valorando el grado de motivación y empeño puesto por él,
así como la eficacia de varias técnicas suministradas.

Entrenamiento en relajación muscular: Se utilizó el entrenamiento autógeno de Schultz, donde


A.P se adaptó de manera satisfactoria. Este se realizó en la sesión de consulta y se le aporto
instrucciones para de igual manera practicarlo en casa por motivo de que le resultaba mucho más
difícil relajarse por no encontrarse solo y en su casa, sin embargo, durante la práctica comenzó a
sentirse más a gusto en consulta.

Exposiciones: Para emplear esta técnica se hizo uso de las situaciones que iban a ocurrir, estos
eventos se escogían de mutuo acuerdo en la sesión, sólo aceptándolas cuando él se encontraba
competente para realizarlas, posteriormente se elaboró la forma de afrontamiento y posibles
consecuencias. Como las conductas al presentar algo en clase, proponer un viaje a un grupo de
amigos que acaban de conocer o, simplemente entrar en la heladería y comerse algo allí. Después
las ejecuciones de estas tareas eran evaluadas conjuntamente en la siguiente sesión.

Conclusiones y recomendaciones:

Cabe mencionar que el paciente informa de la mejoría que ha experimentado, sintiéndose


satisfecho, opinión que coincide con nuestras observaciones. El paciente logró modificar sus
pensamientos deformados y problemáticos de manera generalizada, ignorándolos cuando en
ocasiones reaparecían, de igual forma, consiguió enfrentarse a diversas situaciones que hasta
entonces evitaba, dejó de tratarse tan consistentemente y comenzó a quererse más. Sus respuestas
de ansiedad descendieron a niveles más normales.

Como resultado, al momento de finalizar el tratamiento, A.P se permitió realizar un viaje


con sus compañeros de curso donde compartió y realizó nuevas amistades. Esto quiere decir que
por sí mismo se está exponiendo a situaciones que anteriormente le generaban ansiedad y malestar.

En síntesis, podemos decir que la intervención fue un éxito, ya que, además de la


satisfacción que el propio paciente demostró, también se cumplió los objetivos terapéuticos que
ambas partes fijamos de común acuerdo. El paciente se siente ahora más seguro y se valora
positivamente, no posee sesgos negativos sobre su conducta y sus relaciones con los demás
finalizando con las evitaciones sociales que realizaba. Respecto a sus niveles de ansiedad, no se
observaron variaciones. A su vez, la problemática familiar anteriormente mencionada se ha
mantenido presente a lo largo de toda la intervención, incluyendo esto claramente en la evaluación
Post de este factor; de igual manera, esta problemática familiar no resulto especialmente
fundamental dentro del trastorno de fobia social que fue el verdadero eje de la intervención. Sin
embargo, a través del cambio que desarrollo el paciente, logró comunicarse efectivamente con su
familia, mejorando la relación con su padre, llegando a acuerdos que le permitiesen realizar lo que
más le gusta hacer.

En cuanto a sus recomendaciones

 Se le indica al paciente a continuar realizando los ejercicios de relajación de Schultz en


casa, sobre todo en el momento que se hagan presentes pensamientos negativos que
generen ansiedad.
 Es importante cambiar el centro de atención hacia el exterior, valorando sus propios
recursos, sin subestimar las habilidades
 Buscando nuevas situaciones sociales e intentar relacionarse fuera del círculo habitual o en
pequeñas situaciones que requieran una interacción pequeña. Realizando preguntas
abiertas que requieran más de un sí o un no como respuesta y concentrarse en ellas.
 Mejorar la manera el cual socializa con las personas, como por ejemplo saludar a la gente
de forma adecuada y mirándola a los ojos.
 Tal como se experimentó en la reconstrucción cognitiva, se debe hacer énfasis en mirar
hacia afuera, esto permitirá reducir la ansiedad en la situación en la que se encuentre.
 Reforzar los sentimientos de confianza y seguridad, de paz y de éxito, ensayando
mentalmente esas sensaciones.
 Continuar con las clases de música y realizar actividades deportivas con sus compañeros.
Conclusiones

Si bien es cierto, la fobia social y las fobias en general son procesos inconscientes de
defensa mediante los cuales un sujeto localiza su ansiedad en una situación u objeto. Debemos
tomar en cuenta que existe una gran diferencia entre un trastorno de ansiedad social y la timidez,
debido a que las personas tímidas si son capaces de participar en situaciones sociales, en cambio
la fobia social son sentimientos exagerados de timidez e inhibición que se transforman en un
poderoso miedo, como resultado de ello puede ser muy impeditiva para la vida de un individuo,
afectando su vida diaria, dificultando sus posibilidades de estudio o laborales, limitando o
anulando su vida social o el disfrute de su tiempo libre y produciendo mucho malestar.

Por otra parte, recordemos que el miedo es persistente e irracional ante situaciones que
puedan involucrar el escrutinio y juzgamiento por parte de los demás, como en fiestas u otros
eventos sociales, que se manifiestan clínicamente a través de signos y síntomas psicológicos y
fisiológicos alterados ante ciertas situaciones o frente a objetos, animales o personas, denominado
miedo o temor exagerados hasta llegar a la fobia.

Debe señalarse que, tanto el miedo como a la ansiedad son útiles para evitar ciertas
situaciones peligrosas situándonos en alerta frente a las mismas y nos suministran motivación para
afrontar los problemas. Sin embargo, si estos sentimientos generan intensidad o son duraderos
pueden interferir en nuestra capacidad para hacer las cosas que queremos y hacernos sentir
infelices.

No obstante, la mejor manera de ponerle fin a este padecimiento es con la ayuda


psicológica, el cual el médico especializado se encargará de eliminar a través de tratamientos
basados en técnicas de exposición al estímulo que genera la ansiedad, como por ejemplo la
desensibilización sistemática en la que la persona se va aproximando de forma gradual al estímulo
fóbico con la ayuda de las técnicas de relajación para manejar la ansiedad, o las técnicas cognitivas
dirigidas a modificar los esquemas de pensamiento que están construyendo al mantenimiento del
miedo y exposición gradual a sus temores utilizando habilidades de afrontamiento. Se debe tomar
siempre en cuenta que no todas las técnicas son efectivas para todos los individuos, pues no todos
somos iguales, por ello el tratamiento debe ser personalizado, enfocando en objetivos y
peculiaridades.
En mi opinión, la fobia social es la presencia de un miedo intenso y duradero ante
situaciones en las que el paciente se expone a la observación o el escrutinio de otras personas,
experimentando el temor de hacer algo o comportarse de manera que pueda resultar humillante o
embarazosa. Sin duda, puede afectar a niños, adolescentes o adultos por igual, pero, en la mayoría
de los casos son más recurrentes y silenciosas en los jóvenes el cual provoca sentimientos de
angustias que generan sufrimiento, y que si no son tratadas a tiempo puede empeorar, debido a que
bajo de ella suele haber una angustia más generalizada y soterrada que puede llegar a
desencadenarse en cualquier momento, produciendo aún más sufrimiento.

Para finalizar, podemos decir que la absoluta mayoría de las fobias sociales tienen cura, y
si no se puede sanar puede ser por varios motivos, como por ejemplo un mal diagnóstico, por un
fallo en el tratamiento o porque simplemente el paciente fóbico tomo la decisión de no tratarse,
sobrellevando inevitablemente en su vida las consecuencias.
Anexos

Realizando la entrevista y el examen mental


Historia clínica

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