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Percepción de la válvula de sobrepresión:

1. Situación de estrés y apuro: durante un día que se fue volviendo agitado, en un momento
observo que en la simple tarea de barrer, cómo los hombros empezaron a levantarse y a
hundirse el pecho, y cómo toda una sensación de encogimiento y tensión empezaron a
recorrer todo el cuerpo. Ahí me acordé de las válvulas y quise cantar, tuve gran dificultad
para hacerlo y sensación de cierre.
2. Trayecto en bicicleta, también situación de apuro, en el momento que aparecían las
subidas y tenía que ayudarme con los músculos abdominales, en seguida tuve esa
sensación de cierre
3. Intenté cantar sin preparación, aceptando todas las contracturas y cansancio, y tuve la
sensación de que la capacidad respiratoria estaba reducida, que sin la ayuda de algún
movimiento que me activara, no podía lograr una respiración profunda. El cuerpo no
estaba disponible, estaba dormido y cansado. Ahí, aunque no desde una sensación física,
sino más bien de una sensación de no disponibilidad, me di cuenta que predominaba la
valvula de espiración y al observar mi postura, otra vez me encontré con los hombros
levantados y pecho hundido. Cantar en este estado resultó dificultoso y nada placentero.

Percepción de la válvula de baja presión:

1. Luego de una noche de buen descanso hice a la mañana tres de los ejercicios de Lea, el
primero y el que me resultó más efectivo, fue el de centrar la mente a través de la
movilidad circular de la pelvis en el piso. Realmente todo pareció ponerse en eje: una
postura equilibrada, una mente calma y una respiración ampliada. Luego hice el ejercicio
de los omóplatos y el de la postura elegante. Hubo una clara y marcada influencia en la
respiración y una reducción de mi ansiedad habitual. Esto me dio gran sensación de
apertura y ganas de cantar.
2. Cerca del mediodía, mi hr preferida para cantar, estuve bailando o simplemente
expresando lo que la música me hacía sentir, con movimientos corporales. También ahí
percibí una sensación de disponibilidad en todo el cuerpo y en el tracto vocal. Cantar
resultada fácil y natural e ese estado de despreocupación, de no pretensión ni exigencia,
de cantar por el puro antojo y placer de cantar.
3. Esta experiencia fue casi puramente emocional. Tenía que levantarme temprano para
cantar, luego de venir juntando mucho cansancio, porque tenía un ensayo. La canción es
sencilla, pero aun así me generaba preocupación que mi voz estuviera dormida y que
sonara mal. Quise apurar el proceso de despertar la voz y todo lo que encontraba en mi
cuerpo era resistencia, asi que cambié de actitud y pensé en ser amable conmigo y en que
cada movimiento que le pida a mi cuerpo sea deseado, me propuse tener una mirada de
aceptación y no de resistencia. Me dije “me gusta la canción que voy a ensayar” en vez de
“qué cansada estoy, voy a sonar mal”. Y asi me fui al ensayo, con esa actitud. La sensación
de apertura, al cabo de un rato, le fue ganando a la de cierre a medida que esta nueva
mirada se hacía carne en mi.

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