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Perfect You (Elizabeth Scott) PDF
Perfect You (Elizabeth Scott) PDF
E L I Z A B E T H S C O T T
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Agradecimientos
Traducción
Lunata creciente
Flochi
Maggiih
Jazzy
Roro_05
Aranchaquemame
Genesis
Amanecer
Virtxu
Vampirabriin
Corrección
Ellie: Responsable del tema
Ckony
Maferiza
Kanon ♪♫ ♪
AngeliitaW
Recopilación
Ellie
Revisión
Mona
Diseño
Kairenn
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Indice
Sinopsis 6
Capítulo 1 7
Capítulo 2 11
Capítulo 3 14
Capítulo 4 17
Capítulo 5 22
Capítulo 7 35
Capítulo 8 38
Capítulo 9 45
Capítulo 10 51
Capítulo 11 56
Capítulo 12 62
Capítulo 13 67
Capítulo 14 75
Capítulo 15 82
Capítulo 16 89
Capítulo 17 96
Capítulo 18 101
Capítulo 19 110
Capítulo 20 117
Capítulo 21 124
Capítulo 22 128
Capítulo 23 134
4
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 24 140
Capítulo 25 142
Capítulo 26 149
Capítulo 27 157
Capítulo 28 165
Capítulo 29 172
Capítulo 30 178
Capítulo 31 185
Capítulo 32 196
Capítulo 33 201
Capítulo 34 209
Capítulo 35 214
Capítulo 36 223
Capítulo 37 230
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Sinopsis
traducido por Dani
LLa vida de Kate Brown ha ido cuesta abajo rápidamente. Su padre ha dejado
su trabajo para vender vitaminas en el centro comercial, y Kate es obligada a
trabajar con él. Su mejor amiga se ha hecho popular, y actúa como que Kate
es invisible.
Y entonces esta Will. El magnífico, inalcanzable Will, quien Kate finge que no
puede aguantar aún cuando no puede parar de pensar en él. Y cuando Will
comienza a actuar interesado, Kate se odia a si misma por quererlo incluso
cuando sabe que ella es solo su última conquista.
Kate imagina que de la única manera que las cosas dejen de doler es si ella
sigue y deja de preocuparse de todos y todo. Lo que ella no comprende es
que la vida no siempre puede ser perfecta, buenas cosas pueden
suceder…pero solo si ella las deja.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 1
Traducido por Lunita
Corregido por Flochi y Ellie
Sé que culpar a las vitaminas por mi horrible vida suena algo extraño.
Después de todo, las vitaminas se suponen deben mantener a la gente sana.
Además, ellas son objetos inanimados. Pero gracias a ellas me he quedado
atrapada en el Mall Center de Jackson mirando a mi padre correr en un traje
de abeja.
Vi la sonrisa de las mujeres y sus pasos atrás, un casi baile que yo había visto
mucho durante los pocos días que había trabajado aquí. Después de que ellas
se fueron, papá se me acercó, sonriente, y dijo: — Kate, ¡creo que hice una
venta! Las dos mujeres con las que acabo de hablar me dijeron que les dirían
a sus maridos acerca de la reformulación de los comprimidos B Buzz! ¿No es
genial? Ahora creo que volaré… ¿lo haré?... hacia abajo a las grandes tiendas
y veré si puedo dar muestras a las personas que caminan hacia fuera.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Buen día, ¿verdad? —dijo cuando volvió. Las antenas que llevaba se
balanceaban arriba y abajo mientras hablaba—. Todd y yo hemos vendido
una botella de B Buzz! en la mañana, y estoy seguro de que esas dos mujeres
volverán mañana. ¿No crees que lo harán?
Me encogí de hombros, porque era mucho más fácil que decirle a papá que
estaba segura que no. También era más fácil que mencionar que debíamos
ochenta dólares por el traje de abeja alquilado, y que era mucho más que la
cantidad que habíamos tomado de una botella de vitaminas que
supuestamente había vendido.
Me fui antes que ella pudiera decir algo más, de regreso a mi habitación. Me
tomé un segundo para detenerme en la sala y pararme delante de la
televisión pero, viendo como mi hermano, Todd, se levantó a sí mismo el
tiempo suficiente para decir: — Kate, fenómeno, muévete. Estoy viendo algo
importante.
La semana pasada, Todd decidió que quería ser actor. Hasta ahora, todo lo
que eso quería decir es que de ahora en adelante pasaría incluso más tiempo
que el de costumbre viendo televisión. Para un graduado de la universidad, él
estaba seguro sobre la vía rápida a ninguna parte.
Comencé a cantar y lo mantuve hasta que se abalanzó sobre mí. Tengo una
voz terrible, y no en la forma ―estoy diciendo que es terrible para ser
modesta‖. La semana pasada, cuando dejé el coro de la escuela, el director
trató de mantener la alegría fuera de su cara pero no podía contenerla.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
No me preocupa eso, sin embargo. Yo sabía que mi voz era una mierda, y
dejarlo fue un alivio. La única razón que había para permanecer tanto tiempo
era Anna. Todo el otoño había sufrido por las prácticas, esperando que ella
volviera. Que ella quisiera estar en el coro de nuevo. Que ella quisiera ser mi
amiga de nuevo.
En el otoño, pensé que no había forma que mi vida pudiera ser peor.
Se había partido justo por la mitad, y todo lo rompible: marcos con fotos de
todos nosotros, su taza de café, y la cosa que mi hermano hizo de arcilla
durante las dos semanas que quería ser un alfarero, estaba roto.
La única cosa que no se había roto era un pequeño frasco de vidrio marrón
de vitaminas. Vitaminas Perfect You. Papá lo había comprado a una
secretaria que se mudaba de la ciudad y pasó su último día de trabajo
vendiéndolos. Sólo se la había comprado para ser amable.
Pero, acortando la larga historia, papá decidió que el escritorio roto era una
señal de que necesitaba cambiar su vida, y que el frasco de vitaminas sin
romper significaba algo.
Sí, realmente.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Así que ahora no tenía mejor amiga, y tenía un trabajo en el centro comercial
vendiendo vitaminas con mi padre.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 2
Traducido por Lunita
Corregido por Ellie
v
Vi a Anna tan pronto como llegué a la escuela la siguiente mañana. Cuando
mi padre me dejó, ella estaba de pie en la acera sosteniendo la mano de su
novio, Sam. Saludó con la mano en mi dirección mientras caminaba hacia ella
y, por un segundo, esperaba que su saludo fuera para mí, aunque sabía que
no lo era. Odiaba lo fácil que era para ella actuar como si nunca me hubiera
conocido.
Will Miller dijo: ―Entonces, ¿qué pasa contigo y Anna?‖ una semana después
de empezar la clase, pero yo sabía que estaba siendo un asno. Will era así,
uno de esos tipos que era lindo y lo sabía. Se había conectado con al menos
la mitad de las niñas en la escuela, y el año pasado, te juro que cada semana
se hizo con una chica diferente antes de la clase. No me agradó desde el día
en que lo conocí.
Traté de evitarlo, de hecho, pero este año estaba en mi clase del primer
periodo. Ya era bastante malo que tuviera que comenzar cada mañana con
biología, y Will empeoraba las cosas.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Suspiré. Ahora Will siempre parecía obtener algún tipo de placer perverso en
hablar conmigo, pero últimamente había sido aún más molesto al respecto
que de costumbre.
—Correcto, porque si yo veo tu pecho flacucho, podré morir como una mujer
feliz. —En realidad él tenía un pecho muy agradable. La cosa era que él lo
sabía también, porque estaba siempre dispuesto a correr por todas partes sin
camisa con ¡JHS MANDA! pintado sobre él durante las estúpidas reuniones de
ánimo.
—Eso dices. —Desató los hoyuelos de nuevo, sonriendo como si supiera algo,
y sentí mi rostro acalorarse porque realmente era lindo y yo no era tan
inmune a ello como querría serlo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Bueno, aquí está la verdad. Yo sabía exactamente por qué me sentía sin
aliento. Yo tenía, digamos, ―pensamientos‖ acerca de Will, y no la clase de
pensamientos que querría tener, donde yo era capaz de olvidar su existencia
y conocer a un tipo increíble que realmente me gustaba. No, tenía
pensamientos como de que él y yo de alguna manera quedábamos atrapados
en un aula y Will se daba cuenta de que me quería, y yo... Bueno, digamos que
yo tengo una vívida imaginación, y dejémoslo ahí.
Puso una mano sobre mi brazo. Era muy cálida, y miré sus dedos apoyados
en mi piel, maldiciendo a mi cerebro hiperactivo y recordándome a mí misma
cómo respirar.
Odiaba que él fuera la única persona que había actuado como si el hecho de
que ella me hubiera olvidado, realmente significara algo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 3
Traducido por Maggiih
Corregido por Ellie
Pienso que es extraño y patético que papá a veces actúe como si tuviera la
edad de Todd o, peor aún, mi edad, pero a mi mamá no le importa y siempre
pensó que era gracioso cuando él solía reportarse enfermo para quedarse en
casa y terminar cualquier juego que estaba jugando. Ella dijo que papá era
joven de corazón, y que le recuerda que es importante divertirse.
—Casi. —Todo lo que pude encontrar fue mermelada de naranja. Qué asco.
Terminé haciendo mi sándwich de todos modos. Con todos mis deberes,
además del hecho de que me tocaba comer en el primer turno del almuerzo
en la escuela, lo que significa comer antes de las once cada mañana, yo tenía
que comer la cena antes de llegar a casa del trabajo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Hey, tal vez deberíamos llevar algunas muestras a Sports Shack y coger a
la gente que salga —dijo papá—. Es un potencial consumidor base con un
interés incorporado en mantenerse saludable, además de que siempre dejan
que salgan de la tienda tarde.
Una oportunidad de manejar el auto no era algo que dejaría pasar, y papá lo
sabía. Yo había conseguido mi licencia cuando cumplí dieciséis años, pero
mamá no me deja conducir a menos que ella o papá estén en el coche hasta
que cumpla los diecisiete, porque Todd había conducido nuestro coche
contra la puerta del garaje dos semanas después de haber obtenido su
licencia.
Sports Shack: tienda deportiva.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Wow, qué tenso que era ese tipo —papá dijo que cuando finalmente llegó
al coche—. Le expliqué que yo trabajaba en el centro comercial también, pero
a no le importó. Oye, ¿por qué has aparcado aquí? ¿Y cómo es que estás
sentada toda encorvada? ¿Estás enferma?
—Sólo cansada —dije, y procuré mantener la cabeza baja hasta alejarnos del
lugar.
—No, las cosas están bien —dijo, y me saludó, entonces papá le dio un
beso—. Mira, ¿puedo llamarte mañana? Genial. No, en serio, por favor olvida
lo que dije antes. Vamos a salir adelante. —Ella colgó y dejó escapar un
suspiro de frustración—. Creo que podría haber quemado algunos de los
panqueques. Lo siento. —Miró a papá—. Tú sabes cómo es mi madre.
Papá se acercó y le dio un fuerte abrazo, levantándola del suelo. Ella rió, y en
esa nota casi feliz, me fui antes de que pudiera preguntarle cómo estaban las
ventas. O antes de que ella pudiera realmente comenzar a hablar de la
abuela.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 4
Traducido por flochi
Corregido por MAFE
—No lo sé, Kate —dijo Todd, mirando con el ceño fruncido el tablero de
mandos y golpeando el medidor de gas con un dedo—. Yo estaba un poco
dormido cuando me lo dijo. Es inhumano estar levantado tan temprano, tú
sabes.
—Oh, pobre bebé parásito que tiene que levantarse y trabajar por unas
cuantas horas. Quizás si no te quedaras levantado toda la noche hablando en
el teléfono, estarías más descansado.
Todd gruñó, porque ambos sabíamos que tenía razón, y después golpeó los
frenos mientras la luz de arriba cambiaba a rojo. Mientras esperábamos para
que cambie, pasó sus dedos a lo largo de su pelo, sonrió cuando se dio
cuenta que una chica en el auto al lado nuestro lo miraba.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No tengo mucho tiempo más tarde hoy, pero ¿qué tal ahora, antes del
trabajo? —dijo ella.
—Eres un odioso.
—Estoy seguro que pensaré en eso mientras estoy bebiendo un café con…
um…
—Sarah.
Cerré de golpe la puerta del auto tan fuerte como pude cuando me fui, pero
él ni siquiera lo notó. Entendí.
Jennifer M., quien se sentó frente de mí, agarró mi brazo tan pronto como me
estaba sentando. —¡Estoy aterrorizada!
Suspiré. Esta era una de las muchas razones por las que había dejado de ver
con las Jennifer. Todas ellas estaban constantemente asustadas acerca de
algo. —¿Qué está mal?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Los PSATs. Los voy a tomar de nuevo, creo, pero ¿qué pasa si lo hago peor
que la última vez?
—Lo harás bien —Dije, y Jennifer T. se apoyó hacia nosotras y dijo: —Ves, te
lo dije.
Eso hizo que la tercera Jennifer, Jennifer S., mirara nerviosa. Jennifer M. era
la mejor amiga de Jennifer S., o al menos lo había sido en el otoño. Ahora ella
pasaba mucho tiempo con Jennifer T.
—Kate, pensé que dijiste que solo tú lo habías hecho bien —dijo Jennifer M.
—Lo hice —dije con los dientes apretados—. Will está tratando de ser
gracioso. Ríe así él se callará.
Jennifer M. dijo —Kate, eres graciosa —en el mismo tono de voz que ella
usaba siempre que no entendía por qué yo dije algo, y después empezó a
hablar a Jennifer T. mientras Jennifer S. miraba, todavía luciendo nerviosa.
Will las miró por un segundo y luego se giró de nuevo, susurrando — Kate,
no seas así. Sabes que yo solo lo hice así porque anhelo ver la palabra SAT
seguir a la Universidad y robar tu corazón.
PSATs: Preliminares del SAT. Es un test estandarizado que sirve de práctica para hacer el
SAT, además provee becas y aporta herramientas para elegir una carrera.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Sr. Miller, ¿le importa? —Nuestro maestro, el Sr. Clark, había entrado,
oliendo a cigarrillos como siempre.
—Nop —dijo Will, y luego movió la cabeza a modo de disculpa cuando el Sr.
Clark lo miró.
Sabía que era patético estar feliz por algo como eso. Y realmente mantener la
pista de quien tuvo la última palabra. Pero, hey, tenía que agarrar lo que
pudiera conseguir.
Debido a que los períodos de almuerzo en el Jackson High son sólo de veinte
minutos de duración, siempre entro en la fila para la sopa o la ensalada. Es la
fila más ocupada, y la más lenta, y al momento en que me dan mi taza de
sopa tibia y la pago, sólo tengo el tiempo suficiente para beberlo antes de ir a
clases. Hoy la fila se movió un poco más rápido que lo usual, sin embargo, y
en el momento en que pagué, había suficiente tiempo para tomar asiento y
tomar mi sopa antes que la campana sonara.
Ahí fue cuando la vi. Anna era una porrista ahora, aunque siempre se riera de
ellas antes, y las porristas comían durante el primer bloque de almuerzo
cuando había un juego de básquet. La había visto unas cuantas veces antes,
siempre rodeada por sus nuevas amigas, siempre sentándose al lado.
Tara era una senior, y ella era tan popular que podía no hacer nada. Comía
cuando quería, iba a clases cuando quería, y cuando consiguiera un mal
trabajo de teñido y su pelo se volviera naranja, un grupo de chicas teñirían
su cabello de naranja también. Si un actual líder mundial tuviera tanto poder,
Senior: estudiante de último año.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Vi a Anna reír, sonriendo del modo en que ella lo hacía cuando era feliz pero
avergonzada. La última vez que ella me sonrió así fue el año pasado, cuando
estaba quejándose por su undécimo cumpleaños y recordé que era historia
antigua y ella había conseguido un solo en el coro.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 5
Traducido por flochi
Corregido por MAFE
Anna siempre caminó, habló y actuó como si supiera exactamente quién era
ella y nadie pudiera decirle lo contrario. Ella era tan valiente como yo quería
ser.
Entonces, el pasado marzo, Sam chocó con Anna en el pasillo después del
segundo período y dijo: —Cuidado, carga ancha.
Ella lloró, aunque no hasta que llegó al baño de chicas. Yo la seguí y dije que
todo estaría bien mientras le entregaba toallas de papel para usar como
pañuelos.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Y lo era, porque Sam la alcanzó al final del día y le pidió perdón por gritarle.
Ella tiró la parte inferior de la camisa hacia abajo sobre su estómago. —Estoy
gorda, ¿no?
—¡Anna!
—Kate, lo estoy.
—¿Por qué? —dije—. Quiero decir, puedo entender que quieras saltar la pizza
de salchichas, con esas semillas extrañas en la carne. ¡Pero esto es pepperoni!
Ella me miró.
—Él dijo que estaba arrepentido por gritarme. Él no dijo que no quería decir
lo que dijo, y yo… yo estoy gorda. Estoy gorda y uso gafas y estoy cansada de
eso. Estoy harta de ser la chica fea. Quiero ser bonita.
—Pero sé que Sam no quiso decirlo —dije, atontada por cuán enojada había
sonado ella. Anna siempre parecía segura de sí misma, tan orgullosa de
quien era.
—Claro que quiso —dijo ella, y me miró fijamente con tanta fuerza que tuve
que alejar la vista.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Por el resto del año escolar, comimos ensalada para el almuerzo. Anna
perdió cerca de veinte libras. Tuvimos mucha diversión comprando nuevos
jeans para que ella usara, y el último día de escuela, le pregunté si quería
unirse al centro comunitario y usar la piscina.
—¿Qué?
—Lo sé. ¿Qué voy a hacer en Maine todo el verano? Probablemente me moriré
de frío mi primer día ahí.
—¿Todo el verano?
Ella asintió.
—¿Cuando se van?
—¿Pasado mañana?
—Quería decírtelo antes, pero tenía miedo que me odiaras porque me voy
por tanto tiempo.
—¿Odiarte? —dije, aún cuando en cierto modo lo hiciera porque ahora iba a
estar atrapada en Jackson sin ella—. Voy a extrañarte.
Ella sabía lo que estaba pensando porque dijo: —Te llamaré todo el tiempo y
te mandaré correos electrónicos todos los días. Te enfermarás de tener
noticias mías, lo prometo.
Fui con ella y su mamá al aeropuerto, que dio un poco de miedo porque su
mamá lloró mucho, y Anna me llamó desde Maine esa noche. Dijo que era
frío pero lindo. —Todo es realmente, realmente verde —dijo ella.
Esa fue la única vez que llamó. Yo la llamé una vez, cerca de una semana
después de que ella lo hiciera, pero todo lo que pude hablar era de Todd y
cuán molesto era, hasta que su tía tuvo que usar el teléfono. Y después
mamá se alteró cuando llegó la cuenta.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Le envié correos electrónicos todos los días por un tiempo, pero, otra vez, no
tenía mucho de lo que hablar, y cuando ella me contestaba siempre estaba
cansada de hacer cosas con su tía y nunca estaba segura de cuándo volvería a
casa. Pregunté por qué no hablábamos más, pero Anna dijo que tenía que
pedir para usar la computadora, y la situación del teléfono era como la mía.
Parecía que ambas teníamos veranos bastante aburridos, y pensé que las
cosas podrían volver a la normalidad tan pronto como ella llegara a casa.
—¡No me dijiste que habías vuelto! ¿Por qué no me llamaste cuando llegaste a
casa?
—Kate, he estado en casa por dos días y he dormido todo el tiempo. Mi tía
me hizo levantar a las seis cada mañana. ¿Cuán loco es eso?
—Wow, luces diferente —dije. Ella lo hacía. Lucía como una modelo.
Me gustaría haber adivinado lo que venía. Las chicas que lucen como Anna no
andan con las chicas que se parecen a mí. Es una de esas leyes de la escuela
secundaria de las que nadie habla pero que todos saben. Pero ella era mi
mejor amiga, y había dicho que me había extrañado, y cuando habló acerca
de Maine, sonó justo como ella siempre lo hacía. —Tanto frío. Pero el océano
era magnífico, Kate. Incluso nadé unas cuantas veces. Casi muero por el frío,
¡pero lo hice!
Esa fue la última vez que hablamos. Ella no me llamó la noche antes de
empezar la escuela para discutir lo que íbamos a usar, y cuando llegué a la
escuela, no me estaba esperando afuera como ella siempre hizo. Ella no
estaba en ninguna de mis clases o en mi bloque de almuerzo, y siempre que
yo la veía en el pasillo, ella se alejaba de mí.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Está enferma? —pregunté, y la madre de Anna solo dijo: ―Le diré que
llamaste‖.
Sabía que necesitaba decirle que lo sentía y hacer las cosas bien, así que al
día siguiente fui al baño de la cafetería antes del último período. Anna
siempre iba ahí para comprobar su cabello y maquillaje.
Ella estaba ahí cuando entré, parada en frente del espejo como siempre, y
sonriéndole a su reflejo. —¡Hey!
Al lado de Anna, Diane Mullins estaba poniéndose brillo labial. Ella me miró
fijamente en el espejo como si fuera algún tipo de bicho extraño y luego se
dirigió a Anna, ignorándome. —¿Qué piensas? ¿Es muy rojo?
En ese momento fue cuando comprendí lo que estaba pasando. Anna no dejó
de hablarme porque estaba enojada conmigo. Anna dejó de hablarme porque
yo todavía era yo y ella se convertiría en alguien más. Ella se convertiría en
alguien.
Odié cuando supe, en el fondo, que haría cualquier cosa para ser su amiga de
nuevo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 6
Traducido por jazzy
Corregido por ckony
—Hola para ti también —dijo él y me hizo señas para que subiese al carro. Lo
hice.
—¿Por qué?
—Oh, no. Es peor que eso. Ha llamado a todos con quienes solía trabajar, y
ha decidido. ―¿Hey por qué no invitar completos extraños también?‖ ¿Qué te
parece?
—Todas las anteriores, por lo que voy a visitar a mi amigo Andy por unos
días. Tendrás que trabajar sola por hoy, pero dejaré una nota para que mamá
venga a recogerte, ¿okay? —Rebuscó algo en su bolsillo y el carro cambió de
carril por un segundo.
—¿Todd?
—¿Qué?
—Dile a papá que voy donde Andy, ¿podrías? Olvide mencionártelo antes.
Lo miré mal, porque los dos sabíamos que no lo había olvidado, sólo no
quería lidiar con papá cuando se alterara. Ninguno de nosotros quería.
Asentí.
—¿Por lo menos limpió la casa mientras te alistabas para trabajar como dijo
que lo haría?
Todd ni siquiera me había mencionado. No era que eso fuera una sorpresa.
—Él no... —Empecé a decir, pero papá me estaba mirando con esa expresión
falsa de felicidad que ponía cuando estaba alterado, así que simplemente
dije— él ni hizo ninguna limpieza mientras yo estaba con él.
—Oh. Bueno eso es... —papá suspiró, todavía sonriendo con su sonrisa falsa.
Luego se puso algo más brillante, un poco más real—. Hey, tengo una idea.
¿Qué tal si te llevo a casa realmente rápido ahora? Entonces tú podrías
limpiar y luego que tu madre te traiga de regreso hasta el cierre cuando
llegue a casa.
Oh, no. No. No. No. Papá no me va a dejar arreglando la casa para su estúpida
fiesta. Agarré algunas de las muestras gratis que tenía puestas para la fiesta
Perfect You, magníficos chicos y vitaminas masticables de chocolate, y salí
caminando hacia el pasillo principal del centro comercial.
Papá no me llamó ni nada, por supuesto. Él haría cualquier cosa por evitar
una discusión, simplemente sonríe esa estúpida sonrisa falsa cuando está
alterado, y actúa como si todo está bien. Cuando mamá se enojó por su plan
de renunciar a su trabajo para vender Perfect You, papá fingió su sonrisa por
días hasta que ella aceptó.
Aún así, no puedo creer que quisiera que fuera a la casa y la limpiara. Era su
fiesta, no mía, así como toda esta cosa de Perfect You, se supone que sea su
trabajo de ensueño no mi forzado empleo de después de clases.
Desde luego, evitar las cosas que no quiere hacer es la especialidad de papá.
Cuando no le gustaba algo o no quería hacerlo, simplemente no lo hacía y si
tú te molestabas, él sonreía y decía que lo sentía y aún así no lo hacia.
Mientras lo hacía, sentí algo chocar contra mi pierna. Bajé la mirada y vi que
era un niño pequeño. Estaba mirándome, con la boca abierta, claramente listo
para gritar, llorar, o ambas.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Sí —dijo, mientras Derek trataba de agarrar una de las bolsas de mi mano,
gritando como si no hubiese otro—Pero sólo una, no me gusta que Derek
coma mucho dulce.
—Seguro, pero sólo hay una vitamina en ella —dije, un poco desconcertada
por ella y Derek, pero abrí la bolsa y le di la pastilla a Derek antes de
pasársela a ella.
Derek la recibió con alegría, había parado de gritar y ahora estaba sonriendo
con su boca llena de la vitamina Perfect You. Es la cosa más cercana a un
milagro que yo he visto.
Distraída por ver a Will, lo hice, y Derek gritó: —¡Más! —lanzando pastillas de
chocolate en mi rostro.
—¡Hey! Kate, ¿Qué pasa? —dijo Will, tenía puesto un uniforme de Sports
Shack que decía ―mi nombre es aprendiz‖.
Claro que vería a Will en este momento. Al menos él no sabía dónde trabajo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Nunca he visto uno —dije, lo que era técnicamente cierto, porque dejaba el
cuarto cada vez que papá empezaba a ver uno.
—Tu mami puede comprarte muchos más si quieres —le dije. Sabía que era
una cosa completamente manipulativa para decir. Pero necesitábamos la
venta, y además el chico me escupió.
Mientras los guiaba hacia la cabina, poniendo cuidado tanto por Derek como
por las bolsas de compras de su madre. Will dijo. —¿Más tarde Kate? —y
escuché la risa en su voz.
Idiota.
Ewww... no es algo que alguien quiera oír de alguien tan viejo, especialmente
cuando mi padre estaba cerca y podría decir cosas como...
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Quién se ve delicioso?
—Entonces... este chico delicioso —dijo papá tan pronto que ella se fue—¿lo
conozco? ¿Es un atleta?
—Perfect You dice que patrocinar un deportista local es una manera genial
de conseguir atención.
Me dio una brillante sonrisa falsa y no dijo nada. ¿Por qué no podía
simplemente enojarse como una persona normal? ¿Por qué? Me forcé a
respirar profundamente — Mira, así está la cosa, me encontré con alguien
que conozco de la escuela y se enteró de que trabajo aquí y... bien, voy a
recibir tanta mierda en la escuela mañana que debería simplemente
renunciar ahora.
—Papá... —Besó mi mejilla y caminó lejos antes de que pudiera decir nada
más.
32
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Eso me enojó, pero luego pensé cómo de alterado estaba papá y me sentí
algo culpable, lo que me enojó de nuevo porque yo no había hecho nada
malo. Él era el quería que lo hiciera todo para su estúpida fiesta y, encima de
todo, tenía que preocuparme sobre lo que Will le va a decir a la gente.
—No —su voz estaba áspera descontenta. Esto no podía ser bueno.
—¿Qué pasó?
Mamá había amenazado con llamar a la policía antes de que ellos se fueran.
—Lo bueno es que tu padre sí vendió algunas cosas después de que ellos se
fueran —dijo ella, pero seguro no sonaba como si pensara que fuera buenas
noticias.
—¿Por qué no le dices que renuncie a esta mierda de Perfect You y se consiga
un trabajo de verdad, de nuevo?
—¿Y?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Correcto, sólo tenía que lidiar con un padre que prefería vender vitaminas y
jugar videojuegos que hacer cualquier otra cosa. Sólo tenía que lidiar con que
mi mejor amiga actúe como si yo no existiera. Sólo tenía que lidiar con que
mi vida se desmorone.
Y encima de todo, mañana tendré que lidiar con que Will, y probablemente
todo el mundo, sepa que trabajo para el sujeto loco de las vitaminas.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 7
Traducido por roro_05
Corregido por Ellie
MMi mundo se terminó a las 7:23 a.m., cuando me di cuenta de que algo
mucho peor que Will había sucedido.
Will, idiota, pensé con rabia en silencio y entonces, justo antes de llegar a mi
casillero, oí a alguien decir: —Diane Mullins dijo que su mamá dijo que era lo
más patético que jamás había visto. Es decir, el tipo invitó a la gente con la
que solía trabajar a su casa, trató de vender cosas, y luego había gente
totalmente aleatoria que se presentaba y trataba de vender cosas también.
Sí, eso es correcto. Diane Mullins, la nueva mejor amiga de Anna, se enteró de
mi padre y sus vitaminas. Y su llamada fiesta. Y luego le dijo a la gente.
—¿Es cierto que Diane Mullins estuvo en tu casa anoche? —preguntó ella.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Qué? No. —La rodeé para salir de la sala pero, por supuesto, ella me
siguió.
—Oh. Porque oí que ella y su madre llegaron a una fiesta de tu padre hizo
porque había perdido su trabajo, sólo que no era una fiesta, y trató de vender
vitaminas de infomerciales.
—Dios, sólo estaba preguntando. No tienes que ser una perra al respecto.
Luego las cosas empeoraron, porque vi a Anna. Iba caminando con Diane, y
Diane, cuando me vio, se echó a reír, y Anna... Anna también se rió.
Se reía de mí.
Naturalmente, eso significa que cuando sonó la campana y salí al pasillo, Will
estaba allí.
Apreté los dientes. —Bueno, ahora que estás aquí, podría hacerlo.
Él sonrió. —Yo sabía que eras demasiado fuerte como para ocultarte en el
baño, y mucho menos para llorar.
—Correcto.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Mira, ¿qué quieres? Sí, yo trabajo para el loco de las vitaminas en el centro
comercial. Sí, como estoy segura de que ya has averiguado, también resulta
ser mi padre. Sí, al parecer, la madre de Diane estuvo en mi casa, y estoy
segura de que ella sufrió mucho, pero ¿sabes qué? Yo no me siento mal por
ella ahora.
—Caramba, gracias. Ahora me siento mucho mejor. ¿No tienes una chica que
encontrar y manosear antes del comienzo de clase o algo así?
—Es bueno saber que lo estás intentando —dijo, sonriendo otra vez, y luego
se dirigió por el pasillo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 8
Traducido por Aranchaquemame
Corregido por Kanon ♪♫♪
—Claro. —Le miré irse detrás de ella, y cuando volvió unos minutos después
estaba sonriendo, con esa gran sonrisa falsa otra vez.
—Ella está bien, sólo un poco cansada —dijo, y su sonrisa falsa cambió a algo
parecido a una mueca por un momento—. Sé que no has trabajado los fines
de semana antes, pero realmente me ayudaría si lo hicieses. Tengo algo
grande planeado.
38
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Ya había hecho la mayoría, no tener vida social te deja mucho tiempo para
hacer los deberes, pero no quería renunciar al domingo para que papá
pudiera salir al estacionamiento de la librería a tratar de vender vitaminas.
Quiero decir, mi vida ya había caído bastante bajo ya.
—Oh. —La sonrisa de papá se volvió falsa otra vez, la expresión de sus ojos
cambió de feliz a triste—. No había pensado en eso. Lo siento, Kate. Lo haré
en otro momento.
—Lo entiendo —él lloriqueó—. Pienso que a lo mejor me iré a dar un paseo.
Papá nunca se iba a dar un paseo a no ser que estuviese tan triste que no
pudiese quedarse en casa y seguir actuando como si todo estuviese bien. La
última vez que lo había hecho fue cuando la abuela vino de visita.
—Lo haré —dije, odiándome a mi misma por haberle puesto ya tan triste
como la abuela lo puso, y odiándolo a él por su estúpido plan y su obsesivo
amor por las vitaminas Perfect You.
—¿De verdad?
Asentí, y él parecía tan feliz que yo casi no sentí haber decidido ayudarle.
—Eres una niña asombrosa, ¿lo sabías? Gracias por creer en mí. Realmente
significa mucho.
Dejé la habitación antes de que él pudiese decir algo más, porque no era
asombrosa, y no creía en él. Sólo odiaba cuando se ponía triste.
39
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Pensé que los domingos en el centro comercial serían más ajetreados, pero el
trabajo era lento, como siempre, a pesar de que el centro comercial estaba
lleno.
Mi voz sonó muy malintencionada, ella no parecía estar riéndose de mí, pero
no quería volver a la conversación de sí—mi—padre—es—un—loco otra vez.
—Claro. Supongo que será mejor que te deje volver al trabajo, entones —dijo
con voz tensa y se fue.
Además, nunca me sentí como si pudiera ser yo mismo con ella o con otra de
las Jennifers. Ninguna era Anna, e incluso si me hiciera mejor amiga con
alguien, no sería lo mismo. No habría tratado de aprender cómo hacer
skateboard con ella, y ella no habría sido la primera persona con la que salí
un fin de semana sin mis padres. Todavía me acuerdo de lo guay que fue
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Me quedé mirando la caja. ¿Cómo fue tan fácil para Anna olvidar todo eso?
¿Cómo pudo ella olvidar todo sobre mí?
Pensé que estaba imaginando cosas, pero no. Anna estaba allí, realmente allí,
de pie en la esquina de nuestra tienda en el centro comercial. Yo contuve la
respiración, esperanzada, pero ella se dio la vuelta, como si se fuera a ir. Una
ola de furia y tristeza se apoderó de mí. ¿Por qué todavía me importaba ella?
¿Por qué ella no me echaba de menos como yo a ella?
Y entonces Sam y Will aparecieron detrás de ella, y ella se volvió hacia mí.
Will fue el único que vino a la cabina. Seguía llevando una etiqueta donde
decía que su nombre era el aprendiz, y dio un toque con sus dedos a la cima
de la caja, mirando dentro.
—Sí. Todo ello. Para de manchar el cristal. —Detrás de él, Anna estaba
todavía mirando la ventana.
—Wow, qué arte de vender. No me extraña que tengas una cola tan larga de
clientes.
Sam le dijo algo a Anna y ella se rió, dándose la vuelta en sus brazos para un
beso y luego quitar un mechón de pelo de su frente. Pensé en todas las veces
que me describió qué haría si ella tuviese la oportunidad de besarle. ¿Qué se
siente que un sueño se vuelva realidad? Yo creo que debe ser la cosa más
maravillosa en el mundo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—De acuerdo, eso es la razón por la que estás aquí todo el tiempo hablando
conmigo. Oh, espera...
Sin embargo, ella no se dio la vuelta, Will dio un golpe en la caja otra vez.
—Kate… —dijo, pero no alcancé a oír lo que él fuese a decir porque una
mujer vino a la cabina y dijo: —Necesito ayuda.
Comencé a hablar sobre las vitaminas, gimoteando sobre estos que yo había
puesto en el contador, con cuidado de no mirar a Will. Aún así, noté cuando
se fue.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No lo sé. No le he visto, le dejé una nota diciendo que venía a recogerte y
he estado conduciendo un rato. —Su voz era entrecortada, y sus manos
estaban anudadas juntas—. Kate, ¿te acuerdas de tu padre diciendo que se
suponía que iba a recibir un último cheque para todo el tiempo de
vacaciones?
—Nada. Llegó ayer, sólo que él pensó que tenía más vacaciones de las que
realmente eran, así que el cheque es… más pequeño.
A no ser que fuese ―¡ayuda, la abuela me está volviendo loca!‖ —¿Es por eso
que estabas tan mal anoche?
Ella asintió.
Mamá me miró, y supe exactamente por qué había estado mal la otra noche.
43
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Tú dijiste le dijiste que sí —dije, incrédula. ¿Le había dicho a la abuela que
podía venir a visitarnos?
Ella asintió.
—¿Cuánto se va a quedar?
—No lo sé.
—¿Una semana? ¿Dos meses? ¿Cinco años? Vamos, tú deberías tener una idea
de cuánto se va a quedar…
—Kate, para —dijo ella, con su voz aguda—. Esto no fue fácil para mí, pero
era la única opción que tenía.
La miré hasta que ella miró hacia otro lado. ¿La abuela era su única opción?
¿La abuela iba a ayudarnos?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 9
Traducido por Amanecer
Corregido por Kanon♪♫♪
Sé que no parece tan malo, pero confía en mí, era como ver un accidente de
coche. Mamá se había acurrucado en el sofá, su expresión era una extraña
mezcla de tristeza y rabia, y papá estaba sentado en el sillón, sonriendo
fijamente a la pantalla de la televisión, aunque yo sabía que no tenía idea de
lo que estaba viendo. Cada uno de ellos me preguntó cómo estaba, y ambas
voces eran intensas, la de mamá estaba llena de frustración y la de papá con
falsa alegría, y yo no quería estar cerca de ninguno de ellos.
—¿Quiero saber qué pasó con tu pelo? —dije, y saqué mi cepillo de dientes—.
Y, hey, ¿te enteraste de la abuela?
—¿La abuela? —Todd me miró—. ¿Qué pasa?... ¡Oh, mierda!, ¿es por eso que
mamá y papá actuaban tan extraño cuando entré? No importa, por supuesto
que lo era. ¿Qué ha hecho ahora?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
no me quiso decir por cuánto tiempo. Ella sólo dijo que la abuela le echará
una mano, signifique lo que signifique.
—¿Cuándo?
—No sé. Pronto. Supongo que tendrás que dejar tu habitación para ella, como
siempre.
—Fui a una fiesta, y conocí a una chica que es una peluquera, nos pusimos a
hablar, y ella me dijo que me vería muy bien con el pelo rojo…
—De ninguna manera —dijo él, bloqueando mi brazo—. De todos modos, ella
me dijo que después yo podría deshacerme del color quitándolo o algo. Lo
que sea que está en esta caja. —Él lo señaló, y miré la imagen de una mujer
muy rubia y comencé a reírme.
—Cállate, abuela.
—¡No!
—¿Cómo crees?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Me lavé, y luego escupí. —Peor. Algunas de las personas con las que él solía
trabajar realmente aparecieron, y uno de ellos…
Yo asentí.
—No soy lo suficientemente popular como para eso. Sólo algunas risas. —
Pensé en Diane riéndose de mí, y en cómo Anna también reía, y sentí que mis
ojos ardían. Parpadeé fuerte, enjuagué mi cepillo de dientes y lo guardé—.
¿Hey, qué mal crees que están las cosas económicamente?
Me reí, pero sólo para no llorar. Todd debe haber visto eso, porque me tocó
el hombro, en lugar de empujarme, y me dijo: —Mira, me tengo que lavar la
cabeza. Este material está empezando a arder.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Unos minutos después, Anna entró con una pila de papeles. —Formularios de
permiso para los regionales —le dijo a la secretaria—. La Sra. Walters dijo
que tenía que traerlos aquí.
Por supuesto, Anna obtendrá su pase en seguida y sin tardanza. Ella no iba
hasta a tener que esperar. Era el poder de ser alguien. Incluso los adultos que
supuestamente dirigen la escuela no eran inmunes a ella.
Pensé en esto el resto del día, cómo Anna podía verme y darse la vuelta lejos,
lo peor, no verme en absoluto, y cómo, a pesar de ello, todavía deseaba que
fuésemos amigas. Sabía que debía estar enfadada y firme o lo que sea, pero
yo la echaba de menos. Y peor que no me viera en absoluto, o que me viera y
se diera la vuelta lejos, era que ella no estuviera en mi vida en absoluto. Que
ella no sintiera más nada.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Yo seguía pensando en eso cuando llegué a casa del trabajo y traté de hacer
mi tarea, a pesar de que mañana era un día de trabajo docente.
Porque, por supuesto, tan pronto como había admitido que era lindo, Will
apareció, con la cara roja diciendo que gracias, pero que yo no era su tipo, y
si podría pedir prestado un bolígrafo mío.
Y REALMENTE LE DI UNO.
—Oye —dijo.
—No tengo más —dijo. (Yo nunca le diría esto, pero era guay que él
pretendiera no saber de qué hablaba yo).
—¿Tú no lo tienes? ¿Por qué? ¿Te asustó cuando alguien te pidió su nombre?
—¿Y qué?
—¿Qué hice después de asustarme por tener que escribir mi nombre? ¿Con el
bolígrafo? —Él sonrió. (Esto fue cuando vi por primera vez los hoyuelos.)
Él enrojeció, luego se rió. Me fui. Y más tarde, cuando yo decía a Anna todo,
pensé en él dando un codazo a mí en una esquina y besándome cuando yo
estaba en medio de un discurso mucho más inteligente sobre mi bolígrafo
desaparecido. Así comenzó la locura.
Por favor.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 10
Traducido por maggiih
Corregido por angeliitaw
—Yo no sé por qué no podemos atraer más clientes —dijo hace unas pocas
horas atrás—. Realmente estoy sorprendido.
Todo el tiempo que estuve allá, solamente vendimos tres botellas, y dos de
ellas eran a un tipo que argumentó sobre el precio conmigo y luego con papá
hasta que él cayó y las vendió por la mitad porque estaban peladas atrás en
una esquina. Todd, había pasado la mayoría del día libre, haciendo lo que
haya hecho, y cuando debía haber estado trabajando, probablemente
coqueteando, había vendido la otra botella y luego le pregunta a papá si él
puede irse, papá le dice que sí, por supuesto, y yo caigo en la silla de nuestra
caja registradora, deseando tener un auto y salir, o al menos permitirme
conducir uno propio
—Las cosas están un poco apretadas aquí, ¿no? —dijo—Sabes, creo que voy a
tomar algunos extras ahora, y una vez que tengamos un poco mas de dinero
voy a alquilar más espacio para almacenar en el centro comercial.
51
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Y fue entonces cuando yo sabía exactamente por qué la abuela iba a venir.
Ella tiene dinero, mucho dinero y las cosas realmente deben ser malas para
que mamá lo tome en cuenta, porque durante el tiempo que yo puedo
recordar, la abuela siempre soltó indirectas acerca de que mamá no vive de la
forma que debería, y mamá siempre le dice, ―yo vivo como quiero‖, y luego
ella sale de la habitación y la abuela sigue hablando.
Miré hacia las vitaminas de papá y me di cuenta que se añadirán los gastos
de todas las botellas que pude ver en el mostrador y en los estantes. Sí, era
sin duda por qué la abuela iba a venir.
Cuando salí, un tío con una camiseta café estaba tirando la basura. Él asintió
con la cabeza hacia mí.
—Bueno —dije con cautela, él no era hermoso ni nada por el estilo, pero era
lindo en un estilo desalineado de alguien que vende café y probablemente
toca la guitarra.
—Sí. Oye, ¿puedes decirle a tu jefe que deje de hablar acerca de las vitaminas
cuando está en la tienda? Mi jefe me odia, pero no quiero decir nada porque...
—Se fue apagando y dejó caer dinero en un tarro de punta.
—No, adiós.
Yo me reí y él me sonrió de nuevo con sus los hoyuelos. Fue lo más parecido
a un momento agradable que había tenido con nadie en mucho tiempo. Y con
un chico desde siempre.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Hey, yo solo...
—Yo sólo estaba tratando de hablar contigo —en ese momento odiaba lo
caliente que estaba y me odiaba a mí misma más por notarlo, por notarlo
siempre, incluso ahora.
—Seguro que sí. Porque hablaste tanto mientras lo escuchabas al chico del
café quejándose de él. Oh, no, espera... tú sólo te reíste.
Excepto que estaba parada junto a un contenedor de basura, fuera del centro
comercial. Y estaba con Will, quien había besado a casi todas las chicas en la
escuela, y quien no quería que me gustara.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Sí lo hiciste.
—No.
Entonces tomé una caja y eché a correr como si estuviese siendo perseguida.
Lo cual no era así.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 11
Traducido por flochi
Corregido por angeliitaw
-C
—Cariño —dijo ella tan pronto la vi parada en nuestro vestíbulo delantero,
y se apresuró por un brazo, pasando a papá como si no estuviera ahí.
La abuela estaba cerca de los seis pies de altura, y había modelado cuando
era más joven. Tenía fotos de sí misma por todas partes en su casa para
demostrarlo, e incluso ahora, cuando estaba anciana, todavía tiene el tipo de
cara que hace que la gente pare y la mire.
—Madre, Kate no necesita hacer nada a sus cejas. —Mamá le dio a mi brazo
un suave y tranquilizador apretón, dejándome desasirme de la abuela—.
Además, ¿recuerdas lo que sucedió cuando quisiste obrar bien antes de mi
fiesta de cumpleaños de dieciséis? La abuela suspiró.
—Madre, no saliste de la cama por una semana. Tuve que tener a la Sra. Glick
en la puerta de al lado para que me llevara de vuelta a la escuela porque papi
estaba en Suiza.
La abuela ondeó una mano, como espantando las palabras de mamá, y mamá
frunció el ceño antes de girarse a papá, que había esquivado a la abuela y
tomado a mamá en sus brazos.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
— Ustedes muchachos, nadie necesita ver eso —dijo Todd, sujetándome con
un codo mientras él caminaba detrás mío, su versión de un saludo—. Papá,
llegué al último nivel de nuestro juego. ¿Quieres verlo?
Papá quería, por supuesto, por lo que todos terminamos en la sala de estar,
mamá, la abuela y yo sentadas sobre el sofá mientras papá y Todd se
sentaban en el suelo explotando a chicos malo imaginarios.
—Veo que todavía Steve tiene su pequeña afición —dijo la abuela a mamá, y
por la enorme, fija, y falsa sonrisa en la cara de papá, podría decir que él
estaba imaginando que todos en la pantalla eran la abuela.
—Me ayuda a relajarme —dijo sin alejarse del juego—. Sharon, ¿hay
sándwiches?
Mamá se congeló, luego dijo: —Discúlpame, madre —dijo con su voz helada,
y se levantó. Cuando ella había entrado en la cocina, la abuela me miró.
—¿Sin escuela? ¿Así que pasaste el día con tus amigos? —me sonrió—. ¿Qué
compraste?
La abuela tenía amigos, o al menos decía que los tenía, y sólo alguna vez hizo
alguna cosa con ellos: comprar. Cada armario en su casa estaba lleno de ropa
y zapatos y bolsos, todo coordinado por color y número de acuerdo a algún
sistema que ella había establecido. Mamá una vez me dijo que su primer
recuerdo era de ella sentada en una tienda mirando a la abuela mirar
zapatos. No me interesa comprar, pero la abuela lo trata como una religión.
—Trabajé con papá —dije. Él me miró, una sonrisa real sobre su cara, y yo le
devolví la sonrisa.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Ella sabe cuántos años tiene, madre —mamá dijo desde la cocina—. El
negocio de Steve es un negocio familiar. Eso significa que todos ayudan. Te
dije eso antes.
—No es tan malo, abuela —dijo Todd, mirándola sobre su hombro y luego
observando a papá, que estaba mirando la pantalla de la televisión con su
falsa sonrisa ardiendo otra vez a través de su cara—. Además, ¿el abuelo no
trabajaba todo el tiempo?
Todd los miró y luego me lanzó una mirada, diciendo: —Hey, abuela, Kate y
yo no te dimos tus regalos de cumpleaños la última vez que estuviste aquí.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Se giró a la abuela. —Sé que te gusta mucho el hielo cuando tienes una
bebida, y nuestro congelador aún sólo hace cubitos de hielo, no picado. Mejor
si voy por algo.
—Yo iré... —dije al mismo tiempo que Todd dijo: —Agarraré mis llaves, papá,
y podemos tomar mi auto.
Entonces terminé por sentarme en la sala de estar con la abuela, quien sonrió
y luego tocó con una mano con una perfecta manicura el paraguas que yo le
había dado.
—Es un poema, abuela. —Antes de querer ser actor, Todd iba a ser un poeta.
—La tenemos. —La abuela siempre nos enviaba anuncios de cosas que
nosotros podríamos conseguirle como regalos. Generalmente cuestan más
que los frenos que Todd tenía, y mamá decía que tendríamos que pagar por
esos hasta que Todd tenga hijos y ellos necesiten frenos.
—Cariño, estoy bien aquí. ¿Alguna vez conseguiste ese buen libro que envié
acerca de decoración con un presupuesto?
Mamá salió de la cocina, una caja de mezcla de torta en una mano. —Sí,
madre, pero, tristemente, Steve y yo no tenemos veinte de los grandes
alrededor para instalar paredes especialmente texturadas en la sala de estar.
Nosotros preferiríamos enviar a Kate a la universidad.
—Oh cariño, nunca podrías cambiar las paredes aquí. Haría al resto de la
casa lucir más desastrosa.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Hice una cara. —Puedo decirlo. Y no me gustan las cosas que dice de papá.
Además ella odió mi regalo.
—Ella no lo odió. Ella... ella cree que todos son como ella, y piensa sólo en
ropa, joyas y maquillaje. Comprar regalos útiles no es algo que mi madre
entiende.
— Uno pensaría que ella entendería para qué es un paraguas —dije, y tomé el
vaso que la abuela siempre usa del gabinete—. ¿Y cómo viene siempre a decir
cosas acerca de papá?
Quizás no le había hecho mucho bien entonces, pero estaba bastante segura
que el dinero era la única razón por la que la abuela estaba acá ahora. No lo
dije, porque algo en la forma de mamá me detuvo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Genial. Encontré algo peor que trabajar con papá. — Um… ¿ése es un traje
nuevo?
—Lo es, querida. He tomado un avión a Nueva York la semana pasada y pasé
cuatro días de compra. Algo que tú y yo haremos juntas. Haremos una
pequeña vacación y...
—Sharon, yo nunca...
—Sí, bueno, ahí es donde Berkeley estaba —dijo mamá, su voz fuerte—. Y te
administraste bastante bien sin mí, ¿o no?
—Todos hacemos lo que tenemos que hacer —dijo la abuela, su voz igual de
fuerte, y yo dije que estaba cansada y me escapé a mi cuarto.
61
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 12
Traducido por jazzy
Corregido por Ellie
LLa mañana siguiente estaba tan nerviosa por ver a Will que cuando llegué al
colegio ni siquiera me molesté en buscar a Anna.
No tenía ni idea qué iba a pasar, excepto que esperaba que las cosas
estuvieran bien, pero estaba casi segura que no lo estarían. Es decir, en mi
corazón todos eran finales felices, pero incluso entonces estaba algo confuso
el cómo llegar ahí. Y luego está el hecho de que había besado a Will, quien ha
estado con tantas chicas —y quien claramente sabía lo que estaba haciendo—
que era básicamente un besador profesional. Además, salí corriendo después
del beso, y estoy segura de que eso no es algo que una adolescente normal de
dieciséis años haría.
—Hola —dijo. Eso tampoco era normal. Will no me notaba cuando yo entraba
a clases, al menos no de esta forma.
Pero no pude.
Es algo bueno que no le respondiera nada, porque Will miró hacia otro lado.
No me dijo nada más. No mencionó el beso.
Me sentí tan estúpida por haber estado tan nerviosa antes. Por gastar mi hora
de almuerzo pensando acerca de ese beso. Por pensar que fue grandioso.
Estaba enojada también. Sabía que él era solamente un chico y que había
muchísimos más en el mundo, pero no iba a tener una oportunidad de tener
mi primer beso de nuevo, y no era justo que se hubiera arruinado.
Estaba caminado por el estante de trofeos cuando las puertas del gimnasio se
abrieron y Anna salió, sus brazos tan llenos de fotocopias que todo lo que
podía ver era la parte superior de su cabeza. Una de las copias salió de la pila
y cayó al piso.
Ella todavía era Anna. Mi Anna, quien podía recoger cosas con los dedos de
sus pies y quien una vez, por una apuesta, había recogido dos monedas de
63
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
seguido. Dos veces. Todd tuvo que llevarnos al cine, pagar nuestros boletos,
y comprarnos palomitas por eso.
Lo hice
—Pensé que la cabeza de Todd iba a explotar cuando las dos ordenamos
palomitas grandes —continúo, e hizo una cara, un espejo de la expresión de
Todd como había sido esa noche.
Anna sonrió de nuevo. —No todo el mundo tiene mis dedos maravillosos. Me
encantaba cómo tu Papá solía decir eso: ―Anna y sus dedos maravillosos‖. Mi
papá raramente me notaba y… bueno. —Me miró, y fue una verdadera mirada
de Anna, fuerte y triste al mismo tiempo—. Tú sabes cómo es él.
Will. Él estaba recostado contra la pared cerca a la puerta del gimnasio, con
las manos en sus bolsillos.
—¿Qué se supone que iba a decir: ―hola Anna, siento molestarte mientras
estás fastidiando la mente de Kate, pero no puedes apagar la copiadora
cuando has terminado de usarla porque algunos de nosotros tenemos
montones de formularios de salud que copiar‖?
Ahora recordaba por qué había venido hasta aquí. —Ella no me estaba
fastidiando, estaba hablando conmigo. Pero, desde luego, no puedo esperar a
que tú sepas la diferencia, tú—cerdo—perro—comadreja—perdedor.
—Te vi en el almuerzo.
—¿Así que tus amigos van por ahí mirando bajo tu camiseta? Y yo no te hice
esa… cosa.
Se rió. —Seguro, fue sólo una chica que comparte tu nombre y se ve justo
como tú. Y me gustaría verte intentando esconder esto todo el día. ¿Eres en
parte vampiro?
—¿Qué? ¿No me diste esto? —se movió hacia mí, tocando el moretón con un
dedo—. ¿Debería refrescar tu memoria?
—¡Miller! ¿Dónde demonios están esas copias? —alguien gritó, miré por
encima y vi a uno de los entrenadores mirándonos mal.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 13
Traducido por r0r0_05
Corregido por Ellie
—Lentas. Además, papá le dio a Todd cincuenta dólares para una audición
que afirma tener, pero apuesto a que Todd sólo va a…
— Kate —dijo con su voz de alerta—, ¿no estás un poco grande para esto?
Ella suspiró. —Cuando te pregunté cómo estaban las cosas, quise decir
contigo. Has sido muy callada sobre todo últimamente. Yo no sé cómo van
las clases, o si estás saliendo con alguien…
—Mamá, por favor. ¿Me veo como el tipo de chica con la que los chicos
quieren salir?
—Sí —dijo ella, como si le hubiera hecho la pregunta más estúpida del
mundo, y miré hacia abajo al piso para no hacer algo vergonzoso, como
abrazarla en público.
—La vi hoy.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Mamá y papá sabían lo que había sucedido con Anna, más o menos. Les dije
que no nos estábamos hablando mucho ahora, y que ella tenía un novio. Hay
algunas cosas que no puedes decirle a tus padres, y ―hey, mi mejor amiga
piensa que soy una perdedora‖ es una de ellas. Ellos piensan que ese tipo de
cosas no son posibles, lo cual es dulce, pero equivocado.
—Eso es bueno. Me pareció ver al novio ese de ella el otro día, pero estaba
con una pelirroja, así que supongo que no era él. —Su estómago rugió, y ella
se sonrojó.
Ella suspiró de nuevo. —Cuando llegué a casa esta noche, hice la cena, y la
primera cosa que mamá, la abuela, me dijo fue: ―Cariño, ya no tienes veinte
años, así que no comas como si los tuvieras‖. Había estado esperando por
unos macarrones con queso todo el día, y ella me los arruinó.
—¿Entrevista?
Por desgracia, sí podía. —Pero ¿por qué quieres trabajar allí cuando ya tienes
un...? Oh. Estás buscando un segundo empleo. ¿Necesitamos tanto el dinero?
—Bueno, creo que no tengo que preguntarte si has notado que estamos
teniendo problemas de dinero —dijo.
—Mamá, ¿por qué no le pides a papá que vuelva a trabajar? —Dije, pero ella
no respondió, sólo movió la cabeza, silenciándome cuando papá llamó:
―¿Sharon?‖ desde el final del pasillo que daba a la parte principal del centro
comercial.
—Tengo que irme —dijo, y fue a encontrarse con papá. Los dos hablaron
brevemente, lo suficientemente lejos como para que no los pudiera oír, y
cuando papá volvió, me dijo que me tome un descanso.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Mamá te dijo por qué está aquí? Porque no me parece justo que tenga que
conseguir otro trabajo para que tú puedas estar aquí con estos estúpidos... —
Me callé, avergonzada por la conmoción y el dolor en sus ojos—. Papá, yo…
— Kate, por favor, vete a tomar un descanso —dijo, y su sonrisa era tan
terriblemente falsa que prácticamente me escapé de la cabina.
Por una vez, yo deseaba que él y mamá fueran la clase de padres que se
gritaban unos a otros. Pero papá era incapaz de enojarse, y cada vez que
mamá se enojaba con él, siempre lo hablaban en privado, y peor aún, se
comportaban como que si todo estaba bien en frente de mí y de Todd.
Fui al puesto de comida rápida, pero no tenía ganas de estar allí rodeada de
gente con bolsas de compras y refrescos que en realidad se divertían en el
centro comercial. Sólo me hacía pensar acerca de cómo el centro comercial
era el último lugar donde quería estar.
Salí de allí, donde las luces de neón el patio de comidas daban de sombras
brillantes, y entonces vi a Will. Estaba en su uniforme de Deportes Shack,
devorando una hamburguesa como si no hubiera comido en todo el día.
Tenía un poco de mostaza justo encima de su labio superior, y cuando me
vio, se lo quitó con la lengua, tragando su último bocado, y luego me miró,
con las luces del puesto de comidas dándole extraños colores a su rostro.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Me miró, sus ojos imposibles de leer, pero por la forma en que se había
quedado congelado, sabía que lo había sorprendido.
No podía creer lo que acababa de decir. Yo nunca hacía cosas así, nunca.
Anna era la que tenía ideas y que nunca tenía miedo de decir lo que pensaba.
Anna era la que se atrevía a hacer cosas, la que me convenció de ponerme
agujeros en las orejas, aunque yo estaba realmente asustada, ella era la que
se había convertido a sí misma en otra persona. Yo me limitaba a seguirla,
feliz de ir a donde ella quisiera ir. Y entonces ella se había ido, y yo me había
vuelto más callada, más encerrada en mí misma. Supongo que ese beso con
Will había destruido parte de mi cerebro.
Miré los estantes que papá había apilado llenos de vitaminas, y comencé a
excavar en busca de los geles de ajo. Encontré una caja de ellos en la parte de
atrás y la saqué, resoplando ante el peso.
Oí un ruido, miré por encima de mi hombro, y luego casi dejo caer la caja.
Will estaba de pie un poco más atrás de mí, apoyado contra la pared, como si
estuviera tratando de parecer relajado, pero no lo lograra del todo. Me miró
mientras luchaba para colocar la caja en otro estante abarrotado, sin ofrecer
70
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Como si fueras a permitir que te ayude —dijo, dando un paso hacia mí—.
Además, ahora se supone que debería estar contando los cordones de mis
zapatos en nuestro lugar de almacenamiento. Supongo que ahora voy a tener
que quedarme hasta tarde para hacerlo.
—Yo no dije que lo hubieras hecho. —Dio otro paso hacia mí.
Entonces él me besó. Tocó los lados de mi cara, mi cuello, y luego puso sus
manos en la parte baja de mi espalda, acercándome a él, y todo mi cuerpo
ardió. Él sabía como a canela, lo que me sorprendió porque lo había visto
comer una hamburguesa, y entonces me di cuenta de que debe de haber
comido una menta o algo y eso sólo... me derritió.
Podría haberlo besado por siempre, creo, pero una vez más, las vitaminas me
arruinaban la vida. La puerta del pasillo se abrió y Papá gritó: — Kate, ¿has
encontrado los geles de ajo?
—Sí, me tengo que ir. —Traté de fingir que no me había dado cuenta de que
el hecho que él me susurrara al oído me había dado piel de gallina, y me
marché antes de que él pudiera notarlo. O decir algo.
Podría decir que no sé por qué me alejé así de nuevo, pero eso sería una
mentira. Me alejé para poder ser la que se iba, y me fui para no tener que ver
cómo él se iba primero.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Papá se ruborizó. —Bueno, se hace algo aburrido allí a veces, y te fuiste por
un tiempo. —Me miró—. No las encontraste, ¿verdad?
Yo no podría hacer frente a la escuela, por miedo de que Will podría decir
algo, y también por miedo a que no dijera nada, y en la mañana traté de
convencer a mamá que estaba enferma. Aunque me levanté cuando ella dijo
que la abuela se quedaría en casa conmigo y, antes de darme cuenta, estaba
en camino al primer período, temiendo lo que iba a suceder.
Entré a clase y Will estaba hablando con Jennifer M., sonriendo y asintiendo
con la cabeza y sin notarme para nada. Quería golpeaba. Y a él. Y luego
volver a casa y pasar el día comiendo helado.
La miré, totalmente sin importarme que Will seguía hablando con Jennifer M.
De hecho, yo esperaba que ellos dos se juntaran. Su locamente celoso novio,
que jugaba al fútbol y tenía un cuello del tamaño de mi pierna, lo rompería a
Will por la mitad.
—Más o menos —le dije, y Will miró por encima de su hombro a mí entonces,
haciendo clic con su bolígrafo una y otra vez muy rápido. Por un segundo,
pensé que parecía nervioso.
—Así que... lo de anoche —dijo, y tan pronto como lo hizo, yo sabía lo que
venía. El discurso de: ―Mira, anoche estaba borracho/en un lugar realmente
malo/etc., y yo no te veo de esa forma‖. Yo había oído a Todd decirlo un
millón de veces, y siempre empezaba así.
—No me importa, sólo deja de hacer clic con el bolígrafo, ¿vale? —Dije, y
volví a mirar a Jennifer S—. ¿Tú la entendiste?
72
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Todo lo que recuerdo es que cuando la gente tiene ciertos tipos de anemia,
terminan comiendo cosas como pintura.
—¿Discurso?
Me miró por un momento, y luego sonrió igual que la noche anterior. —¿Qué
clase de discurso se supone que debo hacer?
Jennifer suspiró. —No lo leíste, ¿no? Will, por favor dime que tú lo leíste. No
te preocupes, sé que lo hiciste. ¿Qué te pareció lo de la sangre?
Casi pude oír sus pestañas revoloteando. Me acordé que yo salía con ella, y
que, además de una tendencia a pelearse con Jennifer S. y T. unas contra
otras, no era tan mala. ¿Y quién quería a Will de todos modos?
73
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Muy bien ¿cómo es que ella no se daba cuenta que claramente él no había
hecho la lectura tampoco? Me aclaré la garganta, y él me miró, sonrió otra
vez, y luego miró a Jennifer.
—Wow, ¿estas son tus notas? Incluso has resaltado algunas partes… Sí, eso
exactamente en lo que estaba pensando. Tienes que hablar de todo esto
cuando nos llamen.
—¿En serio? ¿Crees que está bien? —Jennifer dijo, y miró a Jennifer T., que
estaba hablando con Jennifer S.
Mientras ella estaba distraída, Will se inclinó hacia mí. – Tienes que mejorar
tus habilidades para mentir —susurró.
—¡Oh, por favor! Si yo tuviera hoyuelos y pretendiera que todo lo que dijo es
interesante, ella estaría encima de mí también —le susurré.
Se echó a reír. —¿Así que estás diciendo que eres inmune al encanto de Will
Miller?
74
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 14
Traducido por Aranchaquemame
Corregido por MAFE
EEl trabajo fue bien, estuve en nuestra cabina todo el tiempo, incluso cené
allí. Papá dijo que incluso admiró mi dedicación y me preguntó si quería
limpiar nuestra zona del almacén.
—Después de todo, tú has tenido una buena mirada a ello ahora ¿no? —dijo
él, y yo dije ―claro‖, tratando de no ruborizarme.
Otra vez en el pasillo, con filas con cajas y cajas de vitaminas Perfect You,
traté de ponerlas en un tipo de orden y no pensé en Will. No me pregunté si
él estaba trabajando. No me pregunté en qué estaba pensando, ni si él estaba
pensando en mí.
—O sea que lo que estás diciendo es que estoy sola como siempre, —dijo
mama. Su voz era bajita, apenas un susurro. Al principio pensaba que era
porque no quería que Todd o yo lo oyéramos, pero entonces se paso una
mano por sus ojos y me di cuenta de que estaba tratando de no llorar.
—Cariño, no voy ni a responder a eso. Estoy aquí, ¿no? quiero ayudar. —La
abuela cogió mi cepillo del pelo le hizo una mueca y luego cogió el suyo.
—¿Y cómo vas a hacer eso? Te dije lo que necesitábamos la otra noche,
dijiste que lo tenías que pensar, y ahora me has dicho ―no‖.
—No, tú dejaste eso muy claro cuando te fuiste. Y entonces no nos dijiste ni
una palabra a tu padre o a mí hasta que te graduaste sin un trabajo y con una
montaña de préstamos de estudiantes.
Mamá se estremeció. —Eso no es justo. Volví a casa porque leí que papá
estaba enfermo, no porque quisiese dinero. Nunca te he pedido nada, pero la
vida que Steve y yo hemos construido... estamos en peligro de perderla.
— Él tiene un trabajo.
—Como iba diciendo, si hago lo que me has pedido, esto sólo retrasaría lo
inevitable. El pequeño sueño de Steve es sólo eso, cariño, un sueño, y
posponiendo que se despierte por un par de meses o incluso un año no
cambia nada. Te ayudaré, pero todo lo que te pido es que pienses sobre lo
que te dije. Un matrimonio no se supone que tiene que...
—Ya está bien —mamá dijo, mirando a la abuela. Su cara estaba todavía
colorada pero su voz era fría—. Quédate con tu dinero. No me importa
trabajar aunque no me guste alguna gente, y sé más del matrimonio de lo
que tú sabrás nunca.
76
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Cariño, eso es un poco melodramático, incluso para ti, y yo pienso que las
dos sabemos que yo sé mucho del matrimonio. He sobrevivido al mío
después de todo.
Mamá cogió aire y lo soltó lentamente, y después dijo: —No hay ningún
punto en que tú te quedes aquí por más tiempo.
—Sí, mamá, lo quiero. Quiero que te vayas en cuanto sea posible, y si vuelvo
a ser lo suficiente estúpida para pedirte algo alguna vez, sólo pretende que
soy una niña. No podrás enviarme a un internado como lo hiciste entonces,
pero tendría que ser lo suficientemente fácil para ti ignorarme.
—Cariño...
—Puede que tengas razón —dijo la abuela—. Pero aun así, no mantendré a
Steve y su ridículo esquema. Pero sí que te quiero ayudar cariño. No volveré a
mencionar lo que dije la otra noche, pero te daré el dinero suficiente para
este mes. No te quiero trabajando en dos trabajos, especialmente cuando uno
de ellos es vendiendo esos horribles cosméticos.
—Ningún truco. Sólo quiero ver a mi familia. ¿Es tan difícil de creer?
—Francamente, sí, pero viviré con ello. Una vez que el mes se haya ido,
podrías...
77
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Oh, no soy tan mala en ello, cariño —dijo la abuela, y cerró la puerta del
baño.
Bueno, una cosa. Una persona. Pero ya ha pasado, había terminado y eso era
todo.
No, estaba bastante segura que la decepción que sentía no tenía nada que ver
con Will.
—He oído que Will no está aquí porque Mónica es una completa ruina y él no
puede lidiar con eso —ella dijo—. Ustedes sabían que estuvieron como juntos
por un tiempo, ¿verdad? Bueno, supuestamente ella fue a verle al trabajo la
otra noche, y él tenía un chupetón de otra chica. Quiero decir, sí, ellos no
estaban juntos más, pero aun así. Él siempre ha tenido a otra chica
esperando, ¿sabíais?
78
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Jennifer M. se apoyó más cerca bajando la voz. —He oído que la otra chica es
una especie de chica rápida elegida al azar.
Qué halagadora. Dibujé otra caja y la rallé, pretendiendo que el papel era la
cara de Jennifer.
—Pero Will no ha estado con casi ninguna este año —Jennifer S. dijo mirando
a Jennifer M.— Quiero decir, excepto Mónica, sólo le he visto con un par de
ellas más...
—Por favor —Jennifer T. dijo a Jennifer S., rodó los ojos hacia mí y luego
volvió a Jennifer M.—Como si tú supieses algo acerca de chicos. No eres
capaz ni de tener a uno mirándote. —Jennifer M. se rió, aunque se veía un
poco incómoda, y Jennifer S. apretujada, sentada con los hombros abajo en
su escritorio. Se veía como si fuese a llorar.
—Lo siento —le dijo a Jennifer T., que actuó como si no hubiese dicho nada y
empezó a hablar a Jennifer M.
Y ahí otra razón por la cual no salía con las Jennifers más. Anna nunca me
hacía sentirme mal por decir algo de la forma en la que las Jennifers algunas
veces me habían hecho sentir. Claro que Anna simplemente me ha dejado de
hablar.
A lo mejor podríamos ser amigas de nuevo. Quiero eso más que nada, y
pienso en eso durante mis primeras clases, me preguntaba si había algo que
yo pudiese hacer para hacer que Anna me volviese a hablar.
—Oh, creo que Diane se fue. Peor para ella. Mira, tengo antojo de comida
chica, así que estate en el aparcamiento en 5 minutos, ¿okay? —Se fue antes
de que Anna pudiese decir algo como respuesta.
¿Me estaba hablando a mí? Había otra persona en el baño, pero esta era
solamente un estudiante de primer año que pasó rozando por delante de
nosotros dos en cuanto Anna terminó de hablar, claramente atontada por
estar el mismo cuarto que Tara. Y Anna.
—¿Nos vemos igual que el año pasado? —Anna dijo, y ahora sabía que me
estaba hablando a mí.
—No te voy a dar dinero. —Me quedé sorprendida de lo firme que mi voz
sonó. Yo quería volver a hablar a Anna otra vez, pero no así.
No dije nada, pero debió de haber algo en mi cara, una expresión que Anna
conocía, porque ella añadió: —Ella todavía quiere ir a Chocolate Village. ¿Qué
pasa con ese sitio, y cuánto tiempo ha estado prometiéndome que me
llevaría?
—Le dije de tratar y volver a coger clases en el colegio otra vez, pero ella...
—No lo hará.
—Sí. Ella dice que es muy vieja y que... bueno, tú sabes. —El timbre sonó y
ella saltó—. Oh, mierda, me tengo que ir. Tara odia esperar. Nos vemos, Kate.
—Okay —dije, y esperé hasta que sabía que ella se había ido antes de girar
alrededor en un círculo sonriendo abiertamente. Anna me ha vuelto a hablar,
e incluso ha dicho que me vería después.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 15
Traducido por Amanecer
Corregido por MAFE
—No tengo prisa por irme a casa, ¿sabes? —Todd dijo a papá, quien asintió
con la cabeza cansada en acuerdo por temor a la abuela—. Además, conozco
a alguien que trabaja en el cine, y cuando yo conseguía el café esta mañana
me dijo que si nos presentamos antes de las tres, ella podría llevarnos a ver
cualquier película de forma gratuita.
—Síp.
—Te voy a traer algo para comer —dijo papá mientras él y Todd
prácticamente salieron de la cabina, como la comida compensara tener que
quedarme a vigilar su precioso negocio.
No es que hubiera mucho que vigilar. No había clientes, por supuesto, así que
hice alguna tarea y luego traté de reorganizar el gabinete abultado debajo de
la caja registradora. ¿Por qué papá seguía comprando más vitaminas?
— Él no está aquí.
—Con Todd. —No es que yo quisiera proteger a papá, que me hacía trabajar
sola, pero yo sabía que decir que él se saltaba su ―trabajo de ensueño‖ para ir
al cine, era el tipo de cosas que la abuela pensaba cuando ella había llamado
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
a papá un niño. Y, aunque yo lo había pensado antes, había sonado tan mal
cuando la abuela lo dijo.
—El cine —dijo mamá, repitiendo las palabras como si ella misma no acabara
de creer en ellas—. Está bien, le dices… —Suspiró otra vez—. Sólo dile que
llamo para decir hola.
—No. Quiero decir, no es necesario. Oh, y Kate, cuando él vuelva, dile que he
dicho que tú te mereces un descanso extra largo por trabajar tan duro.
Fue muy agradable que alguien se diera cuenta. —Gracias, mamá. Lo haré.
Papá volvió mucho después de que cualquier película que él hubiera visto
hubiera terminado, comiendo helado y ofreciéndome una caja medio vacía de
cosas gomosas, que se veían ajenas a mi estómago.
—Papá.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Claro, por supuesto. Pero ¿qué pasa con el anuncio? ¿Debo dejarlo en
veinte por ciento de descuento en lugar de treinta? Será mejor que llame a la
gerente del teatro y pregunte sobre los precios.
Estaba tan absorto en esbozar las ideas de anuncios que ni siquiera estoy
segura de que me viera alejarme.
Una hora y varias salidas en falso en un documento de inglés más tarde, dejé
de fingir que mi descanso era mejor que el trabajo y decidí regresar. Yo
estaba tirando la basura cuando vi a Will. Mi corazón comenzó a latir a toda
marcha, sonando hasta en mi garganta, y mi caja de zumo perdió el cubo de
la basura y aterrizó en el suelo, mostrando el personaje de dibujos animados
de la caja.
—¿Se supone que es un insulto? Porque tú eres el que discute cajas de zumo
con un niño de seis años de edad.
—Hey, cuidado —el chico sentado allí dijo—. Casi te atropello con mi comida.
—No me vengas con mierda, niña —dijo el chico—. He tenido un día largo, y
tengo que ir a mi segundo trabajo en breve. Tal vez cuando crezcas te darás
cuenta de que la vida no es todo acerca de ti.
—Oh, pero ya sé eso, porque es evidente que es todo acerca de ti. —Fue una
gran línea de salida.
Lástima que revientan al olvidar la caída del jugo que llevaba hasta lo poco
que siempre está al acecho en el fondo saltó sobre mi mano.
Lo tiré en el siguiente cubo de basura que pasé, con la esperanza que el chico
de bigote estúpido no estuviera mirando, luego me limpié la mano en mis
pantalones vaqueros y crucé el pasillo fuera del patio de comidas.
Will. Me detuve y me volví, aturdida porque había llegado detrás de mí. (¡Yo!)
—Sí, bueno, si yo tuviera ese tipo de bigote, también estaría de mal humor. —
Espera, ¿acababa de implicar que yo tenía un bigote propio? ¿Por qué hice
cosas por el estilo? ¿Por qué?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Qué? —Me volví, y me detuve tan rápido que apenas conseguí no tropezar.
—Tengo que romper las cajas en donde… por la basura. Estaré allí a las
nueve, y bien… Ya sabes.
—¿Quieres que me reúna contigo? ¿Eso de las nueve? —Sabía que sonaba
estúpido, pero Will acababa de pedirme reunirme con él. Los chicos no me
pedían reunirme con ellos.
—Oh, bien. —Yo no dije nada más. No podía decir nada más.
Así que me inventé una escusa, que papá creyó totalmente porque él es mi
padre y también porque estaba distraído con los bocetos que seguía
haciendo para su anuncio, y me reuní con Will a las nueve. Pienso que
distinguíamos antes de que la puerta del centro comercial hiciera click
cerrándose detrás de mí.
Estúpida.
Estaba tan feliz que Will me pidiera reunirme con él que yo había pasado por
alto el hecho de que me pidió reunirme con él, así que podía ver. Así que se
podría conectar.
Sí, había dicho que estar conmigo hizo su mal día, mejor. Más o menos. Si no
pensara en ello demasiado.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Yo habría sabido que era tan estúpido como yo tenía miedo de estar.
—¿Qué?
—¿Qué?
—Bueno, tú. Como la primera vez que nos conocimos, te burlaste de mí.
—¿Ah, sí?
—Muy bien. Lo siento. Pero fue mi primera semana en JHS también, y no era
como si estuviera en un lugar donde pudiera decir, ―Hey deja a esa linda
chica en paz‖. Ni siquiera pude encontrar la cafetería.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Yo… bueno, todo es sólo una especie de… sólo pasó. Y, de todos modos,
no es como si yo te gustara tampoco. —Por lo menos yo no había hecho la
pregunta. Por lo menos no le estaba preguntando si yo le gustaba. En
realidad no, de todos modos.
Me miró por un momento, una mirada extraña, casi una mirada de dolor que
destellaba a través de sus ojos, y entonces me besó de nuevo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 16
Traducido por aLebEna y ANDRE_G
Corregido por Ellie
NNo sólo esa noche, de todas maneras. Comencé a reunirme con Will cada
noche en el trabajo. Algunas veces nos encontrábamos junto a los
contenedores de basura. Algunas veces nos encontrábamos en la tienda de
mi papá. Una noche, nos besamos fuera de una tienda cerrada. La puerta de
atrás estaba abierta, proponiéndose, tal vez por los estantes vacíos y las
lámparas apagadas en su camino, y en ese pequeño, y oscuro lugar, era como
nuestro propio mundo. Todo en lo que podía pensar en el camino a casa esa
noche eran en cómo se sentía la piel de la espalda de Will, y cómo se sentía al
tocarla. Porque yo la había tocado.
Nos encontramos cada noche, y nunca hablamos sobre eso. Pero una mañana,
después de que yo pasara todo el camino desde casa pensando en nosotros
dos en la oscuridad de ese cuarto, en nuestro pequeño mundo, él dijo ―Kate‖
en el pasillo después del primer periodo, y usó esa voz.
La voz que usaba para hablar con las chicas. Otras chicas. Nunca la usaba
conmigo.
Pensé que había oído esa voz antes, cuando no sabía cómo era besar la piel
detrás de su oreja. Pensé en él diciendo mi nombre con esa voz, cuando
presionar mi boca contra la suya era sólo un sueño.
No quería oír esa voz porque, si lo hacía, lo que pasaba entre los dos estaría
allí afuera, libre. Real. Y no tenía un buen historial con eso. La vida real no
era amigable conmigo, y me mantenía vendiendo vitaminas en el centro
comercial. La vida real me tenía compartiendo un baño con mi hermano y mi
abuela.
Olvídalo, no voy a decirte qué se supone que teníamos que estudiar para el
examen. Nadie puso una pistola en tu cabeza y te obligó a dormirte en clase.
Fue interrumpido por Sarah, quien era porrista junto con Anna, y quien era
linda en la clase de sé—que—soy—linda que sólo chicas como ella podían
tener. —Hey, Will. ¿Por qué no me devolviste la llamada acerca de ir al
partido de anoche?
—¿Por qué no solamente hizo una súper voltereta mortal hacia atrás y te
flashea? —murmuré, y entonces miré a Will.
Sus labios se curvaron. —No es tan mala. Y, mira, se supone que sólo la
ayudaría a salir con esa cosa de la noche del partido. No es gran cosa o...
— Qué puedo decir... hago mis sacrificios —le dije, y sentí algo dentro de mí
que se debilitó cuando él rió otra vez, y sus ojos se arrugaron en las
esquinas.
90
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Yo... —dijo, pero lo besé antes de que pudiera decir algo. Y antes de que
pudiera pensar en él sin su camiseta. Con Sarah.
—Papá, sólo estoy tratando de ayudar. —No quería que siguiera hablando. Me
sentía rara tomando crédito de las cosas que estaba haciendo para tener
regulares sesiones de besuqueos. Además, quería pensar en Will, y no en las
cápsulas de Perfect You.
—Es sólo que antes no mostrabas tanto interés, entonces pensé que tal vez...
bueno, sé que tus amigos deben de venir al centro comercial, y pensé que tal
vez trabajar conmigo era vergonzoso y que te estabas escondiendo...
—¿De verdad?
—Papá...
—Me gustan algunos vegetales —dijo papá—Y, sabes, eres una gran hija,
Kate.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Papa tosió desde detrás de las bolsas que cargaba, lo más cercano que
llegaría a callar a la abuela.
—Eso no es verdad —le dije—Son al menos 30 dólares. Tal vez incluso hasta
32.
La abuela casi siempre compraba cosas para sí misma, pero algunas veces
volvía con regalos para mí, Todd o mamá. Esta noche, Todd recibió un traje,
que se negó a probarse y sostuvo como si pudiera morderlo antes de ponerlo
en el suelo. Mamá recibió un largo vestido rojo. La parte de atrás se abría en
una curva que se arrastraba por nuestra sala, las pequeñas cuencas que se le
habían cosido brillaban a la luz.
—¿Qué se supone que haga con esto? —le dijo ella a la abuela.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Mamá frunció su ceño, y luego miró a papá. —Steve, bájale a ese maldito
video.
—No —dijo papá—. Estaba tan ocupado trabajando en los bosquejos para el
anuncio que se me olvidó.
Papá miró ansioso alrededor de la sala. Mamá apretó sus manos en puños a
ambos lados de su cadera. Todd me lanzó una mirada de pánico, una mirada
de ―esto no es bueno‖.
Todd me rodó los ojos pero se giró satisfecho de que la abuela se olvidara de
papá y su anuncio para recibir el discurso de ―Oh, abuela, gracias‖ que me
iba a tocar darle.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Madre —dijo mamá desde la cocina, su voz en tono bajo y furioso, y yo salí
disparada a mi habitación, diciendo: — Realmente debería ponerme a hacer
mi tarea.
—Sé que ahora mismo no tenemos mucho dinero, pero las cosas van a
mejorar, y el anuncio sólo puede ayudar. Eso lo sé.
—Pues, sin lugar a dudas, las cosas no pueden ponerse mucho peor —dijo
mamá.
94
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Pero ya lo he pagado —dijo papá—. Tuve que dividirlo entre las dos
últimas tarjetas de crédito porque no daba con una. Yo… yo pensé que eso
estaría bien.
Me quedé ahí parada por un segundo, aturdida y tan enojada que quería
gritar. ¿Actuando como de mi edad? ¡Mamá no tenía ni idea! Si ella tuviera mi
edad, estaría atrapada yendo a la escuela, haciendo tareas, trabajando en un
trabajo de mierda, lidiando con una babosa de hermano, sabiendo que su
familia no tenía dinero, sin tener una mejor amiga y recibiendo feas botas
moradas de la peor abuela del mundo.
Regresé a mi cuarto. Seguía enojada con mamá por lo que había dicho, pero
también vi que realmente alguien tenía una vida peor que la mía.
Mamá.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 17
Traducido por Sheilita Belikov
Corregido por ckony
De todos modos, lo importante es que no soy celosa. Pensé que podría serlo,
porque nos besuqueamos, pero me sentí bien. No bien como: ―Oh, espero que
Will y Sarah se reúnan y vengan a besuquearse delante de mí en el trabajo‖,
bueno, porque eso sería una locura. Pero bien como: ―Yo sabía que acabaría
con alguien como ella‖.
—Está bien —dijo Jennifer—. La culpa es mía por venir así, pero estos
zapatos me están matando.
—¿Son nuevos?
—Sí. Los compré el otro día con Jennifer T., y pensamos que sería divertido
usarlos hoy, sólo que ella no lleva los suyos. Pero me dijo que se veían lindos.
¿Qué piensas?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Muy lindos. —Le dije, a pesar de que se veían como zapatos ordinarios
para mí. Me sentí mal por Jennifer S., que era claramente la no—mejor—
amiga en la relación amistosa de las Jennifer M., T., y S., la única que dejaban
fuera, atrás, e ignoraban. Yo sabía lo que se sentía, y por un segundo me
pude imaginar a Jennifer S. y a mí convirtiéndonos en amigas. Amigas
verdaderas, incluso.
Por supuesto, todo lo que teníamos en común era que nuestras amigas no
nos querían más, y después de pasar la mayor parte del semestre de otoño
saliendo con ella y las otras Jennifers, sabía que era todo lo que alguna vez
tendríamos en común, pero aún así. Era algo.
Entonces fui más despacio, así ya no tendría que tratar de hacer conversación
con ella, y terminé caminando a la derecha de Will y Sarah, que seguían
hablando. Sólo los miré por un segundo, lo juro pero, naturalmente, fue el
único segundo en el que Will optó por no mirarla a ella y me vio.
Le sonrió a Sara y luego caminó hacia mí. Sarah se apartó de mí sin siquiera
mirarme y le dijo: —Voy a visitarte al trabajo pronto —pasó rozando una
mano lentamente por su espalda antes de contonearse lejos.
—Oh, el toque lento de espalda —le dije—. Debe ser serio. —Podría haber
mordido mi lengua tan pronto como lo dije. Para alguien que no era celosa,
estoy segura de que sonaba como una.
Y puesto que quería arrancarle la mano y saltar arriba y abajo sobre ella,
estaba en cierto modo sintiéndolo también. No era una buena señal.
—No es tan serio —dijo, sonriéndome—. Como ella dijo, ni siquiera ha venido
a verme al trabajo. Ahora, si alguien lo hace, y después me compra un
pedazo de pizza o algo, podría ser serio.
—Uh —dije, sonando como una idiota, en su lugar, y fue entonces cuando
Anna andaba por ahí, sosteniendo la mano de Sam, y sonrió.
97
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Por suerte, no dije nada de eso. Me sorprendió tanto lo que había sucedido
(¡Anna sonriendo! ¡A mí!), que todo lo que pude decirle a Will fue: —Yo...
adiós —lo cual no fue inteligente, pero tampoco estaba rogando por una cita.
—Sí —dije, arrastrando la voz. Hablar con papá había pinchado mis súper
pensamientos secretos de fantasía, que consistían en que este año fuera un
sueño y mañana me despertaría y descubriría que todo había vuelto a la
normalidad. No más vitaminas, no más trabajo en el centro comercial, no
más abuela acaparando el baño y volviéndonos a todos locos, y Anna sería mi
mejor amiga de nuevo.
—¿Kate?
98
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Cómo va el trabajo? —Ella se mordía los labios como hace cuando está
nerviosa.
Ella asintió pero no dijo nada, sólo miró a su alrededor, como si estuviera
buscando algo. Probablemente una salida.
—Puedes irte —le dije, y estaba orgullosa de lo normal que sonaba. Mi voz no
temblaba en absoluto.
Me negué a mirar hacia otro lado en primer lugar, a pesar de que realmente
quería. —¿Por qué estás aquí?
—¿Y?
—¿Conmigo? ¿Por qué quieres hacer eso cuando podrías estar saliendo con
Diane o riéndote de mí porque mi papá vende vitaminas de infomercial?
Ella suspiró. —Fui desastrosa en eso. Es que yo... mira, Diane estaba muy
alterada. Su mamá estaba muy afectada por la fiesta de tu papá.
—De acuerdo —dije, con voz tensa, y metí mis manos en mis bolsillos,
porque habían empezado a temblar—. Dios no quiera que Diane, quien solía
llamarte ―Trasero Gordo‖, se vea alterada.
Ella me miró. —Tú... eres tan tú, Kate —dijo, y luego sonrió—. Te vi hablando
con Will antes del último periodo hoy. ¿Todavía te vuelve loca?
99
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Lo había dicho antes, pero todavía se sentía tan bien escucharlo. La cosa era,
¿por qué me extrañaba ahora? ¿Y antes? —¿Es por eso que me dejaste de
hablar?
—Las cosas cambiaron para mí, Kate, y... me gusta lo que soy ahora. La vida
nunca fue tan fácil para mí como lo es para ti.
—¿Fácil para mí? Oh sí, Anna. ¿Tener a mi mejor amiga actuando como si yo
no existiera? ¡Pan comido! ¿Quedarme atascada trabajando en el centro
comercial con mi padre vendiendo vitaminas de mierda? ¡Alegría! Sí, puedo
ver por qué querrías mi vida fácil.
—No quise decir… es sólo que siempre has sabido quién eres —dijo—.
Nunca... bueno, no pasaste años enamorada de un chico que nunca se dio
cuenta que estabas viva. No tuviste fiestas de cumpleaños que no
funcionaron como tú querías. No hiciste... las cosas fueron diferentes para mí
de lo que fueron para ti.
—De todos modos, siempre los escuchaba —dijo—. Todavía puedo oír lo que
la gente decía sobre mí. A mí. Y sólo... me cansé de eso. Ya no quería ser yo.
—Bueno, no lo eres.
—Pero lo soy —dijo—. De eso se trata. Sigo siendo yo. Lo ves, ¿verdad? ¿Me
ves?
Vi a Anna, mi amiga.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 18
Traducido por Amanecer
Corregido por Kanon ♪♫♪
Cuando asentí, ella me abrazó. —Ves, por eso te echo de menos. Sabes cómo
es exactamente mi mamá. Nos vemos a las nueve, ¿de acuerdo? Y no voy a
llegar tarde, lo prometo.
—Oh, vamos —le dije, sonriendo—. No hay manera de que hayas cambiado
tanto.
¿Y si ella no se presenta?
Ella aparecería. Yo estaba casi segura de ello. Después de todo, había dicho
que me extrañaba. Incluso lo dijo más de una vez.
Pero ella había dicho que estaría de vuelta antes de empezar las clases
también.
101
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Qué? Oh, está bien. Ninguna caja de zumo hoy —dije, y puse la caja sobre
él, hurgando en la envoltura de plástico que cubría mi sándwich con un dedo.
Esto rezumó la jalea hacia mí.
—¿Puedo sentarme?
Tiré mi zumo. Por suerte, no lo había abierto aún. —¿Qué? ¿Por qué?
Yo no sabía qué hacer, así que cogí mi zumo y lo abrí. Entonces me di cuenta
de que no tenía una pajita. Sé que se supone que se puede tomar de la caja,
pero no había manera de que yo fuera a intentar eso. Habría sido mejor
simplemente verter el zumo directamente sobre mi camisa.
—Bueno, vamos a decirlo de esta manera. Acabo de pasar una hora tirando
de papel de seda de zapatillas de deporte para un tipo que quiso probarse
quince pares antes de decidir que no quería zapatos nuevos después de todo.
—Puedo superar eso. Sólo averigüé que mañana voy a estar repartiendo
camarones.
102
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Por extraño que parezca, lo sé —dijo—. Realmente no es bonito, así que tal
vez no gano después de todo. Podemos hablar de ello más tarde, si quieres.
Se supone que tengo que tirar la basura y romper las cajas a las nueve.
—He quedado con alguien —dije, y él no dijo una palabra. Él no hizo nada. Se
quedo allí sentado, su descolocación de sonrisa y su porción de pizza
suspendida a medio camino entre el plato y su boca.
—Ah —dijo, y dejó la pieza de pizza sólo para recogerla otra vez, como si
hubiera olvidado qué hacer.
Entonces nos quedamos sentados allí por un tiempo. Yo quería salir, pero
todo era tan extraño que me daba miedo, por lo que se comió su pizza y me
quedé en la mesa, haciendo caso omiso de mi sándwich y escogiendo mis
pasas de uva, esperando no masticar demasiado fuerte. O trozos de ellos se
me pegarían a los dientes. ¿Cómo podía ser que estar con él fuera tan difícil?
—Entonces, ¿qué pasa con este fin de semana? —dijo, y le miré, sorprendida.
—¿Fin de semana?
Me puse de pie, agarré mis cosas y apreté mi caja de pasas vacía en una
pelota. —Tengo que volver al trabajo.
Los dos nos detuvimos en el mismo cubo de basura, una especie de caminar
juntos, pero realmente no, y después de tirar nuestra basura, nosotros nos
quedamos allí de pie. Fue horrible, pero yo no me atrevía a salir.
103
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Lo mismo digo —dije. Me sentí como si hubiera estado molesta con él por
lo que no había dicho antes, pero la verdad era que yo sabía que lo de
invitarme a salir no iba a pasar... era un sueño estúpido.
Por alguna razón, decidió que tenía que tener otra rebana de pizza y después
no comió nada de eso. Me lo comí mientras caminábamos de vuelta al
almacén de papá, mientras me chupaba el queso de mis dedos y haciendo
una mueca cuando me lo encontré mirándome con una expresión muy
intensa, casi como su aspecto justo antes de que nos besáramos.
— Kate, mira, sobre este fin de semana —dijo, y le besé antes de que pudiera
decir nada más. Así podía fingir que había hecho más que preguntarme si yo
estaba trabajando.
Y luego estaba Will. Hasta esta noche, no había pensado en salir con él, por
su parte… bien, había sido objeto de un montón de fantasías, pero eso fue
todo. Yo no había pensado alguna vez en algo más, porque sabía que Will
siempre estaba saliendo con alguien. Además, yo había visto a Sarah con él,
¿y quién escogería besos de mí sobre los besos de ella? Pero él me había
comprado pizza. A pesar de lo que había dicho, yo sabía que él había
conseguido esa pieza extra para mí, para que yo tuviera algo de comer que
no fueran las pasas que había recogido. Y eso fue tan inesperado, y tan dulce,
que no lo pude evitar… a él. Mucho.
104
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
A un cuarto para las nueve, no pude esperar y le dije a papá que me iba a
reunirme con Anna.
—Oh, claro —dijo distraídamente—. Oye, ¿crees que una nueva pantalla
ayudaría? La dirección del centro comercial dijo que no a mi idea de
camarón, pero yo estaba pensando en la creación de conchas, y tal vez un
poco de arena. Una cosa tipo playa, ¿sabes?
—Suena muy bien —dije, mi voz plana, y agarré mis cosas. Yo no sabía por
qué no le dije nada. Lo único que le importaba era Perfect you.
— Kate…
—¿Qué?
Anna todavía no estaba allí. Hojeé los jeans otra vez. Hice como si estuviera
leyendo la etiqueta del precio.
105
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Alcé la vista, y vi a Anna de pie con Diane por un estante detrás de la tienda.
Ella me miraba.
—No te enojes —dijo, con voz suplicante—. Yo no sabía que Diane iba a estar
aquí. Me encontré con ella justo después de hablar contigo, y ella quería que
yo fuera con ella para conseguir unos zapatos y luego buscar unos jeans y
yo…
—No es eso, Kate, por favor. ¿Estaría yo aquí si no fuera verdad? —Se
escuchaba como ella, sentí que mis ojos picaban otra vez—. Además, me has
salvado. Ir de compras con Diane es… bueno, es más o menos… Ya sabes.
¡Se burlaba de Diane! ¡Ella sabía que Diane no era una persona increíble sólo
porque era popular y tenía la habilidad de hacer sentir a otros como basura!
Ella seguía siendo mi Anna.
Yo le devolví la sonrisa. —¿Así que ella tiene miedo de los bolsillos traseros?
106
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¡De verdad! Esta vez, hemos intentado en los pantalones vaqueros de algo
así como cuatro horas, y ella… —Anna miró por encima del hombro muy
rápido, y luego se volvió hacia mí—. No le gustaba ninguno de ellos hasta que
me dijo, ―¡Oh, me encanta!‖ acerca de un par al azar. Era extraño, como si me
necesitara para desear algo para que ella pudiera conseguirlo y yo no fuera
capaz de hacerlo.
—¿En serio? —en realidad no sonaba raro para mí. Sonaba igual que Diane, y
yo no podía creer que Anna se presentara con ella. Solía hablar mal de Diane
cada vez que la veía pensé que Anna realmente la odiaba.
—Por lo tanto, pienso ponerme mi pelo corto realmente corto —dijo Anna,
mirando alrededor y luego me sonrío—. Es la primera vez que lo he teñido,
porque yo misma lo hice. ¿Parece el rubio realmente extraño?
—No, se ve bien.
—Gracias. Siempre voy con miedo de que mamá vaya a arrastrar a Sam a ver
las fotos... Hola, mamá, no vamos a recordarle que yo solía ser un culo gordo
con el pelo malo.
Ella me sonrío de nuevo, pero esta vez era diferente, casi triste. —Eres tan
buena conmigo, Kate. Yo… ¿Hey, es el cierre del centro comercial?
—¿Qué? Oh, sí —como el cierre del centro comercial, los carillones de cierre
inculcaron.
—Es triste, pero ahora que trabajo aquí, aquel sonido es el mejor ruido…
107
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Esto apesta —dijo cuando se las entregué—. No quiero ir, pero mamá…
—Lo sé —La mamá de Anna era intensa, y no en el buen sentido. Ella amaba a
Anna y no le importaba mucho nada más, lo que significa que Anna
conseguía lo que quería, pero también era la única amiga de su madre, así
como su psiquiatra.
— Quiero llevarte en coche a casa, pero tengo que irme. Espero que no te
enfades, porque yo realmente no quiero que…
—¿Lo prometes? —dijo, como siempre lo hacía cada vez que estaba
preocupada sobre cómo hablar con su madre.
Me sentí bastante bien después de que ella se marchó. Casi genial, incluso.
Tendría que coger un viaje a casa con papá, pero eso no fue gran cosa. Anna
me habló… ahora era una gran cosa. Y había sido muy divertido. Incluso
parecía que nunca hubiéramos dejado de hablarnos, sobre todo hacia el final.
Regresé a la parte principal del centro comercial, que ahora estaba casi vacío,
y luego, por alguna razón, me detuve. No sé por qué lo hice, pero volví por
donde vine. Pasé la tienda en la cual yo había visto a Anna y Diana, y Diana
salió cuando yo pasaba por allí.
Ella tuvo que dirigirse a Anna. Las lágrimas embotelladas desde antes
picaban mis ojos otra vez, y me apoyé en la puerta hasta que la sensación
pasó, diciendo que no debía mirar.
108
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
No había nada que ver, excepto un coche por la orilla del estacionamiento,
tirando a la carretera. No traté de ver si lo reconocí.
109
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 19
Traducido por Petty
Corregido por Kanon ♪♫♪
A
Al día siguiente, me topé con Will justo después de terminar el último
período.
Yo no sabía que Jennifer T. iba a tener una fiesta. Lo miré, para ver si estaba
bromeando, y él me miró con una sonrisa, en ella había una expresión casi
frágil en sus ojos. Aparté la vista asustada porque si no lo hacía, podría
hacer algo estúpido, como decirle cuánto me gustaba.
¿Había dicho ella algo sobre una fiesta? Ahora que él lo mencionó, la recordé
murmurándome durante biología, pero había estado tan ocupada pensando
en si Anna me diría cualquier cosa —ella no siempre me miraba una vez al
día—, que yo realmente no quería escuchar—. Oh, pensé que estaba hablando
de otra cosa, pero sí, creo q podría ir.
110
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Yo también.
—Sí. ¿Nos vemos por allí? —dijo, y me dio esa mirada otra vez, la intensa que
me hizo querer empujarlo contra la pared y besarlo hasta que ya no pudiera
respirar.
—Claro que sí. —Yo estaba orgullosa de lo tranquila que sonaba. Incluso, casi
sofisticada.
—Olvidé que lo tenía puesto —dijo, sonriéndome—. Es tan cómodo que yo...
—Tu madre tiene que trabajar esta noche, así que ella no podrá llevarte
donde sea.
— Iré por mi cuenta —no sabía cómo haría eso, pero pensaría algo. Si fuera
necesario le preguntaría —me estremecí—A la abuela.
—Está bien, está bien —dijo papá rápidamente, su rostro estaba rojo
brillante—. Entonces ya has escuchado mi pequeño discurso acerca de
comenzar a ser responsable antes. Con todo lo que significa, hay que
pensarlo. Tú puedes hablarme acerca de cualquier cosa.
—Oye, Kate —dijo cuando yo estaba saliendo del coche a la casa—. Que pases
un buen rato esta noche, ¿bueno?
—Eres un chica especial, y espero que sepas que deberías esperar hasta
conocer un chico que te aprecie por quien eres antes...
Will Bueno: ―Kate, eres tan hermosa, no puedo dejar de pensar en ti‖.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Will Malo: ―Oh, oye, Kate. No te vi. Estaba muy ocupado besuqueándome con
Sarah‖.
Una vez que había encontrado por fin algo para usar que no estaba
totalmente horrible, fui al baño a cepillarme los dientes. La abuela ya estaba
allí, mirando dos sombras de ojos idénticas.
Ella se rió, pero no se movió. Típico. —Te ves bien. ¿Vas a alguna parte?
¿A qué hora? Genial. Había pasado tanto tiempo pensando sobre Will,
preguntándome si iba a estar en la fiesta, que no había pensado en la parte
real. —No estoy segura. Quiero decir, pronto.
La abuela frunció el ceño a las sombras. —Tal vez debí haber comprado un
tercer color.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Eso no es algo que te importe, pero voy a salir. ¿Qué estás haciendo aquí?
Me sonrío. —Papá dijo que podría salir temprano. Se sentía mal porque tuve
que quedarme y ayudar afuera esta tarde, así alguien podría ir a casa y tener
una gran noche. Así que, ¿cómo es que estás de pie en la sala y yo trabajando
afuera por ti?
—Todd, cariño, ¿eres tú? —la abuela lo llamó desde la sala de estar—. Ven
aquí y saluda.
Todd abrió los ojos. Le sonreí y, en mi voz más alta, grite: —Abuela, es...
—Pensé escucharlo.
—No, sólo soy yo. —Miré a Todd, que se acercaba hacia la puerta, y tenía una
mano sobre mi brazo—Ya me voy, abuela. ¡Adiós!
—Eso estuvo muy mal —dijo Todd cuando salimos—. No puedo creer que me
fueras a delatar con la abuela, nunca habías...
— Incluso me dijeron que nos les gustaba mis zapatos —dijo ella, y luego
rompió en lágrimas.
—¿Tú crees? —Ella sorbió por la nariz, y limpió sus ojos—. Me gustan los
tuyos.
114
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Y así fue como acabé discutiendo sobre zapatos con Jennifer S. durante dos
horas mientras ella hizo como si no estuviera viendo todo lo que Jennifer M.
y T. hacían, y yo hice como si no me importara que Will no estuviera allí.
Yo realmente pensaba que él vendría, que había preguntado por esta noche y
la fiesta, porque... bueno, porque él hubiera querido que yo esté aquí. Fui tan
estúpida.
Yo quería ir a casa, pero tan pronto como le dije a ella que me iba, Jennifer S.
empezó a llorar de nuevo y me rogó que no me fuera porque no quería estar
sola. Podría contar con eso.
Naturalmente, terminé de pie, sosteniendo una bebida que era tan fuerte que
la mi nariz picaba cada vez que levaba la copa hacia mi boca. Finalmente, me
agaché y la eché fuera, tirando el vaso cuando volví.
Ella ni siquiera esperó que le dijera algo, después me puso su bolso y salió
corriendo, por lo tanto me sentí justificada de usar su teléfono. Hasta
virtuosa, porque ni siquiera miré sus mensajes, solo llamé a casa.
La abuela contestó y dijo que mamá y papá estaban hablando, pero le diría a
mamá que viniera por mí.
—Si mamá envía a papá, dile que le recuerde que dejé la dirección en mi
libreta.
Solté un bufido. —Parece que ninguna de las chicas que llamaba parecían
entender que cuando Todd dice: ―Yo soy un actor, poeta‖, significa, ―Yo vivo
en casa, y soy uno con el sofá‖.
—Por supuesto —dijo la abuela—. Dudo que estas jovencitas se den cuenta
de que su carrera principal es ver televisión.
Huh. Tal vez Todd no estaba totalmente salido cuando me dijo que sonaba
como la abuela.
—Me tengo que ir —le dije, y colgué. Y, entonces, justo cuando me di cuenta
que había malgastado toda mi noche y era capaz de pensar exactamente
como una mujer que prestó un nuevo significado a la expresión de dolor-en-
el-culo, vi a Will.
116
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 20
Traducido por jazzy
Corregido por angeliitaw
C
Claramente, venía de trabajar, porque estaba en su uniforme de Sports
Shack, y traía a Sam consigo. Tú casi podías escuchar a todos quedar en
silencio por un momento, porque Sam no venía a fiestas como esta. Él iba a
fiestas ofrecidas por personas como Tara, o como Anna.
Aunque Anna no estaba con Sam. Me pregunté acerca de eso, pero sólo por
un segundo, porque Jennifer M. apareció tratando de actuar casual alrededor
de Sam y prácticamente arrojándose a sí misma a Will, quien no parecía
notarme a pesar de que estaba básicamente en frente de él.
Sam y Will también entraron a la cocina, Sam asintiendo a algo que Jennifer
M. decía y sonriendo esa sonrisa levemente aburrida que llevaba cada vez
que hablaba con alguien que no era ―alguien‖. Will se dirigió a una pizza que
Jennifer T. produjo milagrosamente a pesar del hecho de que le había dicho a
todo el mundo hace siglos que no había más comida.
Me eché a reír, no lo pude evitar. Will estaba lleno de mierda, y esta noche...
esta noche no podía terminar lo suficientemente rápido. Me había vestido y
había esperado y estaba tan cansada de hacerlo, tan cansada de soñar y ser
incapaz de evitarlo a pesar de que yo había visto, quizá mejor que cualquiera
aquí, lo que los sueños te pueden hacer. Anna tuvo un sueño, se hizo
117
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—De hecho —dijo sin dejar de mirarme—Sé con certeza que este uniforme —
se señalo a sí mismo—Vuelve a algunas mujeres locas... bésate-conmigo-
detrás-del-centro comercial-locas.
No creo que nunca había querido tanto que alguien muriera como quería que
Will lo hiciera en ese momento. No sólo había básicamente dejado que todo
el mundo supiera que nos habíamos besado, lo había hecho sonar como si yo
estuviera tan loca por él que lo besaría en cualquier lugar. Él me había hecho
sonar como si fuera solamente una chica más en su desfile sin fin de chicas.
Me convirtió en lo que yo siempre había sabido que era para él: nada. Me
convirtió en lo que yo había sido tan estúpida como para pretender que no
era cierto.
Supongo que me vio darme cuenta, porque sonrió esa adorable sonrisa con
hoyuelos de la que me había enorgullecido ser inmune, cuando no había sido
inmune a ella en absoluto, y dijo: —Oye, Kate, ¿quieres un pedazo? —
sosteniendo un pedazo de pizza.
Le tiré mi zapato. Habría escogido algo mejor, pero era todo lo que tenía para
trabajar. Al menos lo golpeé en la cabeza, mi zapato conectando un fuerte
golpe antes de rebotar y aterrizar en la pizza.
Will se quedó mirando la pizza en ruinas y luego me miró, con una mezcla de
asombro, dolor y furia en sus ojos. Luego cogió el zapato, se acercó a una
118
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Sabes qué? —Dije, tan furiosa que las palabras simplemente salieron de
mí—Yo no iría por ahí diciendo que alguien quiere besarse contigo detrás del
centro comercial, porque, realmente, ¡qué tan loca por ti debería de estar!
Sólo piénsalo. Tú, y la parte trasera del centro comercial, donde guardan la
basura. Suena como si ella se hubiera dado cuenda de a dónde perteneces —
entonces me di la vuelta y me deslicé fuera. Al menos tanto como alguien se
puede deslizar con solo un zapato.
Miré tras de mí, él me había seguido fuera, su frente estaba un poco roja por
mi zapato y parecía enojado. Bien.
—Veamos, ¿tú vienes y anuncias que estás besándote conmigo detrás del
centro comercial porque estoy tan caliente por ti que no puedo evitarlo?
Supongo que podría haberte llamado el hombre más increíble jamás, pero de
alguna manera no me cuadra —dije y comencé a escarbar en los aparentes
millones de arbustos en el patio de Jennifer T.
—Mira quién está hablando. Me preguntas acerca del fin de semana pero no
me invitas a salir. Me preguntas si iba a venir aquí y luego no apareces por
siglos y luego, cuando lo haces, hablas acerca de irte con alguien más a casa
y luego me haces sonar como si —me interrumpí y deseé ser absorbida a otro
mundo a través de uno de los estúpidos arbustos. Un mundo en el que no
hubiera acabado de decir todas las cosas que dije. Un mundo donde no fuera
tan dolorosamente obvio que él me gustaba más de lo que yo le gustaba a él.
Él caminó hacia mí. —No pude llegar antes. Tenía que trabajar. Y cuando te
pregunté por el fin de semana, yo quería...
—No me importa.
119
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Lo hice para demostrar que eres un imbécil un ―oye, voy a besarme contigo
porque trabajas en el cetro comercial y no hay nadie más alrededor‖ tipo de
imbécil. Un ―oye, ven a una fiesta para que puedas escucharme hablar acerca
de cómo puedo conquistar a alguien más‖ tipo de idiota. Un ―hey, mírame
tirar zapatos alrededor‖ tipo de imbécil. —Mi voz era temblorosa y me
quemaban los ojos, como si estuviera a punto de llorar. Me dije que era
porque me había enganchado un dedo en una rama.
—Espera ¿me lanzaste el zapato porque crees que te besé sólo porque
trabajas en el centro comercial? —dijo, y luego se rió.
Lo miré con incredulidad. ¿Se estaba riendo? ¿Ahora? Genial. Estaba tan
contenta de haber expulsado mis sesos.
—Tú eres la chica más extraña que conozco —dijo—. Ni siquiera me hablas
por más de diez segundos a no ser que estemos en el centro comercial, así
que ¿cómo podría besarte en algún otro lado? ¿Y de quién crees que estaba
hablando cuando dije que quería convencer a alguien de que se fuera
conmigo?
Bueno, eso y la luz brillante que de pronto bombardeó mis ojos, provocando
que Will y yo nos congeláramos, parpadeando como gente topo.
120
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
¿Todd? Si Todd estaba aquí, significaba que algo había pasado, porque él no
era el tipo que sacrificaba su fin de semana para llevarme a casa.
Especialmente no después de que lo hubiera chantajeado para que me
trajera. ¿Qué pudo haber pasado? ¿Algo con mamá? ¿O con papá? ¿Con
ambos?
Corrí dentro, sólo para encontrar a Todd hablando con Jennifer T., mirando a
su camisa mientras ella se inclinaba para mostrar su escote. De alguna
forma, cuando la había visto utilizar ―la movida‖, como ella lo llamaba,
cuando empezamos a salir juntas, nunca me la imaginé usándola en mi
hermano.
121
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Todd, has tenido dos llamadas de una chica llamada Amy —dijo ella, aún
mirando su revista—. ¿Deben todos tus amigos llamar tan tarde? Y también
tu madre no es un cajero automático —luego me miró a mí y soltó su revista.
—Lo sé, soy un desastre —dije incómoda bajo su mirada y el hecho de que
había dejado de lado la moda en favor de mí. Obviamente, ella sabía que algo
había pasado.
—Cállate —susurré.
La abuela no me dijo una palabra mientras la seguía a lo que una vez fue el
cuarto de Todd, pero ahora era tan profundamente suyo. Incluso había
puesto sábanas rosadas en su cama. Oh, espero que las deje cuando se vaya.
Le servirían bien a Todd.
Esperé a que dijera algo acerca de mi cabello o del zapato que faltaba, pero
ella sólo se sentó en la cama y me miró.
—¿Bien, qué? —dijo—. Muévete un poco, cariño, así no riegas mugre en esas
bolsas a tu lado.
122
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No sé —dije—, me refiero, tú debes de saber que yo... es decir, supongo que
tú probablemente vas a decir algo a.... —me desvié. No hay necesidad de
entrar en detalles, y definitivamente no hay necesidad de sugerir que la
abuela le mencione esto a nadie. Como, digamos, a mamá.
—Sospecho que lo que pasó está atado al hecho de que tu camisa está al
revés y de que, minutos antes de que llegaras a casa, tuve una agradable
conversación con un joven llamado Will, quien me pidió que te dijera que
tiene tu zapato.
—¿No lo son?
—Está bien, es algo parecido. Pero es... complicado —¿Will había llamado?,
¿de hecho llamó?
123
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 21
Traducido por aLebEna
Corregido por Ellie
Froté mis ojos para salir de la cama, decidiéndome que Todd había cambiado
mi reloj como venganza por llevarme la otra noche, y fui al baño. Raro, la
abuela no estaba quejándose por su cabello o maquillándose, pero disfruté
no tener que esperar para usar el baño por una vez.
—¿Por qué dices ―por favor‖? ¿Y por qué debería ir dentro de la cocina?
¿Acaso metiste el carro por la puerta del garaje otra vez?
124
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Mamá? —dije.
Me senté.
—Esto es difícil de decir —dijo mamá, y después habló de cómo las cosas
habían cambiado desde que papá había dejado el trabajo (como si no lo
hubiera notado), y cómo faltaba el dinero (como si tampoco lo hubiera
notado), y que, a veces, a pesar de tratar todo muy duro, cosas feas pasaban.
No dije que eso también lo sabía, porque tenía un presentimiento de que
hablaba de la visita de la abuela.
¿Mudarnos? ¿Dejar la casa? ¿Mi cuarto, el pasillo que había hecho hacia
abajo, el baño donde Anna y yo habíamos intentado aclararnos el cabello con
peróxido de hidrógeno, la cocina donde Todd y yo habíamos dicho quién iba
a tener la última pieza de pastel... dejar todo? ¿Perder todo eso?
No. No podía haber escuchado bien. Pero, al mirar a mamá, y viéndola llorar,
sabía que tenía que hacerlo.
125
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Te oí hablando con ella una mañana —dije—. Escuché que te ayudaría, pero
no a papá. Entonces ¿por qué no nos ayuda con la casa?
—¿No puedes?
—Pero...
—Para —dijo mamá, alzando la voz—. Mira, yo... lo intenté, usando nuestros
ahorros y consiguiendo otro trabajo, pero entre pagar el mínimo de las
tarjetas de crédito, la hipoteca, y todo lo demás, nos quedamos atrás. Muy
atrás. Si vendemos la casa ahora, podríamos ser capaces de pagar la mayor
parte de lo que debemos.
—¿Y crees que mi mamá nos lo dará así como así? —Dijo mamá—. ¿De
verdad crees eso sin ataduras? ¿Que ella no estará recordándonos
constantemente cómo nos gastamos el dinero que era para Todd?
—No voy a discutir esto contigo —dijo mamá—. Tu padre y yo tenemos que
vender la casa, y tanto que será difícil para todos, es algo que todos tenemos
que hacer. —Se levantó—. Un agente de bienes raíces viene en unas horas, y
necesito que ayudes a limpiar ¿Podrías por favor...?
126
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Tu padre te dio el día —dijo mamá—. Él... nosotros... pensamos que sería
más fácil para ti...
—Cierto, mamá. Quieres decir que es más fácil para él. Él no tiene que dar las
malas noticias. Vendrá esta noche a casa y pretenderá que todo está bien. De
hecho, apuesto a que él está contento de que la abuela no esté aquí, porque
no le dirás lo que está pasando, y él cree que nadie más se lo dirá. Bueno,
¿adivina qué? Le diré todo...
—¿Crees que no lo sé? —dijo—. Escuchar que soy la razón por la que
perdemos la casa se siente...
Lo miré, sin palabras, y empecé a llorar. No por lo que me dijo, sino porque él
también estaba mal, y eso, más que otra cosa, me hizo darme cuenta que
esto pasaría. No importaba si yo quería. No importaba si era justo. Lo que yo
pensara o quisiera, no en esto.
No en nada.
127
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 22
Traducido por Dani
Corregido por Ellie
¿Qué podría hacer? Nada. No había nadie que quisiera verme, excepto tal vez
Will.
Will. Me senté.
Will, quien tenía mi zapato. Will, quien me había llamado. Podía contar el
número de chicos que me habían llamado con una mano y, hasta ahora,
siempre había sido sobre tarea.
Y qué si después de hacer todo eso y lo que él simplemente quería decir era:
―Dejaste tu zapato atrás,‖ o peor, ―¿Qué? Oh, si, yo llamé. Le di tu zapato a
128
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Entonces la abuela llegó a casa, y sabía que no llamar era la decisión correcta,
porque ella era más que suficiente prueba de que no necesito andar por ahí
haciéndome la vida peor. Eso simplemente ocurría para mí.
—Acostarme en el sofá.
—Bien. Limpié el baño. —No había sido fácil, mayormente porque Todd era
un cerdo, pero también porque tuve que recoger cada producto para
maquillaje/cabello/piel de la abuela en orden para limpiar debajo de ellos. O
al menos lo hice después de que mamá me atrapó limpiando alrededor de
ellos.
—Sí, hablé con él. Nos vamos a casar mañana. No le digas a mamá.
Ella me dio una mirada que no pude leer, y luego dijo. —Bueno, si él no te
aprecia, entonces es un perdedor.
La abuela miró directo hacia ella, sin echarse para atrás. —Me pregunto por
qué has dado tanto por un hombre que es tan egoísta.
No sabía si era posible para mamá lucir más molesta de lo que ya estaba
hasta entonces. Si las miradas mataran, la abuela estaría muriendo de un
modo realmente desagradable.
—No creo querer discutir sobre no ser egoísta contigo, mamá. Y apreciaría si
mantuvieras tus pensamientos sobre mi matrimonio para ti misma, antes de
que trates de incluir a Kate en tus ridículas tentativas de drama.
Mamá sonrió, pero era un sonido frágil. —No es mi adorable hogar mamá. No
por mucho más, de todos modos.
—No, madre, no es por dinero. Es sobre la casa. —Ella hizo una pausa, y la vi
tomando una profunda inhalación—. La estamos vendiendo.
—¿De verdad? Porque no tenía idea de que ―significar todo‖ para alguien
realmente quisiera decir ―Arreglaré las cosas por ti, pero sólo si haces
exactamente lo que diga y destruyes tu familia‖. ¿Dejar que se hunda solo?
¡Escúchate!
—¿Hola? —Por favor déjame sonar normal. Por favor deja que sea para mí.
Por favor deja que sea él.
131
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Está Todd?
No fue hasta que había tomado el mensaje y colgado que me di cuenta que
no había ni siquiera pensado que podría haber sido Anna la que estaba
llamando. No había esperado que fuera ella. No había pensado en ella ni
siquiera una vez hoy. No hasta ahora.
No sabía si era bueno o malo. Era como... era agradable en más de una forma,
de hecho.
Cuando papá se sentó en la sala de estar, sonriendo hacia mí, mamá y Todd,
calculé que finalmente íbamos a hablar sobre la casa, o al menos discutir
dónde nos deberíamos mudar. Después de todo, teníamos que vivir en algún
lado, y mamá ya había dicho que no íbamos a estar en nuestra casa.
Todd y yo asentimos.
132
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Como él hacía cada vez que veía algo que no quería ver.
—No puedo trabajar mañana —dije, las palabras salieron de forma extraña,
como si se hubieran quedado atascadas en mi garganta. Miré hacia mamá,
esperando por una reacción. Ella no dejaría esto pasar, ¿no es así? Ella
tendría que decir algo, decirme que tenía que trabajar, decirle a papá que
teníamos que hablar sobre todo lo que había ocurrido.
—No hay problema —dijo Papá—. Con Todd teniendo un empleo, tendré que
acostumbrarme a trabajar por mí mismo un poco más de todos modos.
Y eso fue todo. Fue todo lo que se dijo sobre la casa, sobre cómo pronto
pertenecería a alguien más.
133
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 23
Traducido por ANDRE_G
Corregido por Ellie
CCuando
habitación.
me desperté a la mañana siguiente, miré alrededor de mi
Estar caminando por su casa me hacía sentir mejor y peor. Mejor, porque
traía de vuelta tantos recuerdo. Peor, porque era todo lo que tenía.
Recuerdos.
134
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Salí a caminar. Hubiera salido a manejar, pero mi mamá tiene todo este
asunto acerca de mí y conducir y… —me forcé a parar de hablar, consciente
de que estaba balbuceando y que Anna no tenía ninguna razón para
preocuparse respecto a mi caminata o cualquier otra cosa.
Y así no más, mi amistad con Anna volvió a comenzar. Era como un sueño,
pero mejor, porque era realidad, porque fuimos a su cuarto y nos sentamos
como siempre lo hacíamos, yo hecha un ovillo en la silla abollonada que la
mamá de Anna había conseguido hace años en una venta de garaje, y que
Anna había decorado con stickers de mariposas que yo le había regalado
cuando cumplió once años. Se sentía como llegar a casa, de la mejor manera.
Los stickers se habían ido, pero la silla seguía allí, sólida y familiar, y Anna se
recostó en el suelo como siempre lo hacía, descansando los pies sobre la
cama, y me lo contó todo sobre Sam.
—Entonces, así fue como pasó. —Dijo mucho después, su voz ligeramente
ronca por haber hablado tanto tiempo. —Sam y yo. Nuestra historia. Wow.
Nuestra historia. Suena increíble, ¿cierto? Quiero decir, si me hubieras dicho
el año pasado que yo sería su novia… —Levantó sus brazos y los abrió hacia
los lados, luego se rió tontamente y los cruzó sobre su pecho, como si se
estuviera abrazando a sí misma—. Soy tan afortunada.
—Lo eres. —Y lo era. Estar con un tipo como Sam era el equivalente de la
secundaria Jackson a estar con una estrella de cine.
—¿El coro? —Dijo Anna—. Te lo juro Kate, que olvidé por completo siquiera
que fui parte de él. En esa época era la más grande perdedora del mundo.
¿No te parece?
—Creo que sí extraño un poco cantar, pero luego podré hacerlo en serio,
¿sabes? —dijo—. Estaba hablando con Diane sobre Nueva York, y... bueno,
puedo verme por completo cantando en ese lugar, ¿sabes?
—¿Nueva York?
—Sí, Diane quiere ir a La NYU, y ella va entrar por completo porque su tío o
alguna otra persona trabaja allí, y como no hay dinero para que yo vaya a la
universidad, voy a ir con ella y tendremos un apartamento y conseguiré un
trabajo cantando. —Apuntó los dedos de los pies arriba en el aire, rebotando
los tacones en la cama—. Tal vez termine en algún famoso musical o algo así.
¿No sería eso grandioso?
—Está bien, algo está pasando —dijo ella—. Lo puedo decir porque tienes ese
aspecto de estar-pensando-demasiado en tu rostro. ¿Qué pasa?
¿Por dónde iba a comenzar? ¿Ella? ¿Papá? ¿La abuela? ¿Todd y su nuevo
trabajo? ¿Mamá? ¿Enterarme sobre la casa? ¿Will?
—Estaba pensando en Sam —dije, rodando los ojos cuando ella me golpeó
con un pie—. No de esa forma. Lo vi el viernes por la noche. En una fiesta,
quiero decir. ¿Estabas tú allí con él? No te vi, pero había muchísima gente, y
terminé marchándome algo así como apurada.
NYU: Son las siglas de NEW YORK UNIVERSITY, Universidad de Nueva York.
136
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—La de Jennifer T.
—Oh —dijo ella, notoriamente relajada—. Esa cosa. Pensé que estabas
hablando de… olvídalo.
—¿Hablando de qué?
La miré fijamente. Ella estaba haciendo un gran esfuerzo por intentar verse
casual. Demasiado grande. Además, su sonrisa se vía como la de papá
cuando la abuela se encontraba cerca, demasiado amplia y falsa.
—¿En serio?
—Sí. Sólo tengo muerte cerebral por todo lo que está pasando con mamá,
¿sabes? —dijo ella—. Pero, en todo caso, definitivamente yo no estaba en lo
de Jennifer. Diane y yo salimos esa noche, y se suponía que yo iría a esta
cosa en casa de Tara, pero ella llamó a última hora y dijo que sería sólo para
un par de personas.
—Oh —dije yo, confundida por no entender en qué se relacionaba esto con
Sam.
Ella se rió, pero era un sonido vacío. —Lo olvide, tú no sabes que Sam y Tara
pasan el rato juntos a veces. Verás, él me juró que no iría, pero pensé que
podría haberse pasado a saludar rápidamente. Pero en lugar de eso fue a lo
de Jennifer. Apuesto que a ella le encantó.
—Sí —dijo ella, su voz era tímida y un poco aturdida, y allí alcancé a
vislumbrar a la Anna que yo conocía, la que soñaba con Sam y una vida
137
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No, pero él consiguió pizza cuando ella nos dijo que ya no quedaba más
comida.
—Por cierto, ahora comprendo totalmente por qué fue que nunca te gustó —
Anna continuó—. ¿Sabes, como a veces que se riegan rumores sobre Sam
emparejándose con chicas al azar? Todo es porque Will se mete con
cualquier cosa que respire, y es tan molesto porque es obvio que Sam tiene
estándares, ¿sabes?
Asentí, ardida, el breve avance que había llegado a lograr se había ido. Yo
había escuchado rumores sobre Sam, pero no había forma alguna en la que él
besaría a una chica como yo, y yo lo sabía. Pero Will sí lo haría. Lo había
hecho.
Así que no dije nada más sobre esa noche o de Will, y luego me fui de su
casa. Sentía... sentía como que las cosas entre nosotras no habían vuelto por
completo a la normalidad. Aunque sí creía que podrían llegar a hacerlo. Eso
esperaba. Que lo hicieran.
Sabía que podía haber llamado a Will, pero estaba asustada, y no como antes,
cuando tenía miedo de no saber qué decir, o de lo que él diría. Ahora tenía
miedo de todo.
La fiesta de Jennifer T había cambiado las cosas. Sabía que ella le iba a contar
a todo el mundo lo que había visto, y no había ninguna forma de poder
escapar del hecho de que la gente sabría que Will y yo éramos… lo que sea.
138
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Sabía el significado del silencio de Will, y odiaba que mañana todos también
lo fueran a saber. Sólo una vez, quería perder algo sin que todo el mundo
estuviera mirando.
139
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 24
Traducido por arancha quemame
Corregido por Mafe
Fui a mi taquilla, metí mis libros e ignoré todo lo que había a mi alrededor.
No quería saber si la gente me estaba mirando o si estaban hablando de mí, y
cuando el timbre sonó y se vació el pasillo, también ignoré eso. Anna podría
tener su nueva perfecta vida, para lo que me importaba. Era su pérdida.
Realmente.
—¿Kate?
Era Anna. Anna, justo detrás de mí, como ella andaba conmigo todo el
tiempo, y sentí cómo mi furia se evaporaba mientras la veía morderse el
labio, claramente enfadada.
—Yo creo que si Sam te oyese cantar, no le importaría que estés en el coro.
Ella me miró.
—Sí, y mira qué bien me ha venido eso. —Su voz era plana. Enfadada.
Ella negó con la cabeza. —No te preocupes por eso. Esta mañana está sólo
estresándome. Me perdonas, ¿verdad? ¿Por favor? No quiero que me odies.
Me volvería loca si no supiese que podría contar contigo y que estás ahí para
mí.
—¡No lo digas!
A lo mejor las cosas no habían vuelto a ser lo que eran, pero sabía seguro
que Anna y yo éramos otra vez amigas, y eso era lo que quería. El último
timbre sonó, pero no me moví, estaba todavía procesando todo lo que había
pasado.
Y paralizada por lo que me temía que iba a pasar cuando finalmente termine
el primer período, donde tendría que hacer frente a Will.
141
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 25
Traducido por Melissa
Corregido por Mafe
Estaba equivocada.
Genial. Ya sabía que los tenía, porque no me había llamado de vuelta, pero
aún así.
—Hola —mi voz sonó con una relativa normalidad, y sentía mi corazón
retumbar incluso más fuerte. Tal vez no iba a cortarme. Tal vez iba a decir
algo increíble.
Claro que no fue como si tuviera mucha opción, considerando que Jennifer T.
y M. lo habían atrapado dando vueltas por ahí cuando yo había aparecido.
Se lo entregué.
—Kate —dijo mientras cogía sus cosas y caminaba hacia mí—. Siento lo de
antes. Las Jennifers en cierto modo me acorralaron, y sabes cómo es eso.
Me dirigí hacia la puerta. —Síp, vi tu cara. Deberías dar las gracias de que
nunca has ido de compras con ellas.
143
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Qué? —¿De dónde vino eso?, nunca podría entender a los chicos—. ¿Sueno
enojada?
—Un poco.
—Oh, está bien. Es sólo que... nunca me llamaste de vuelta y tu abuela, quien
se ve realmente agradable, dijo que lo harías. —Buscó dentro de su mochila y
sacó una bolsa de compras de plástico—. Aquí está tu zapato.
El rió —No. Pensé… —Habíamos caminado fuera del vestíbulo ahora, y podía
ver a la gente observándonos. Considerando al vernos si realmente estaba
empezando a salir con el deportista más popular de Jackson High.
Vi que Will miró alrededor, lo observé cuando notó que nuestra conversación
se había vuelto pública. Muy pública.
—Creo que el examen estuvo fácil —dijo, dos puntos rojos aparecieron en su
cara y arrojó un ―Después‖ antes de alejarse.
Y así terminé de pie sola en el corredor, mirando sin duda cómo había sido
rechazada por un tipo del que estaba segura de que había unos rumores de
mí concibiendo trillizos con él. La peor parte, es que no había nada que
pudiera hacer sobre eso, y todavía tenía el resto del día por pasar. Diablos,
tenía el resto del año por pasar, sin mencionar el resto de la escuela
secundaria.
144
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Logré hacerlo hasta el final del segundo período, pretendiendo que no veía a
nadie observándome, pero entonces me topé con Will otra vez. Estaba en la
entrada del salón cuando terminó la clase. Se veía como si se hubiera peinado
con un tenedor, y hubiese dicho que él quería decir algo diferente antes.
—Sí —dijo, y echó un vistazo alrededor. Una vez más, muchas personas
estaban mirando—. Así que... ¿cómo crees que te fue en el examen?
Si sólo el mundo se hubiese terminado entonces, pero no lo hizo, así que Will
y yo abordamos lo del examen otra vez.
Y entonces, después del tercer período, lo vi una vez más. Esta vez él se veía
como si se hubiera peinado con un tenedor y tenía una mirada salvaje como
alguien que no hubiera dormido en tres días. ¿El tema de conversación? EL
CLIMA. Fue horrible.
Lo único bueno que vino de toda esta cosa, es que la gente ya no nos estaba
mirando más. Más bien todos, incluso las chicas, miraban a Will como si se
hubiera vuelto un poco loco. Eso me habría hecho sentir mejor, pero cada vez
que él decía ―¿Kate?‖, mi corazón comenzaba a martillar, y comenzaba a
tener esperanzas de cosas que nunca pasarían.
145
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No —dije escuchando que mi voz se agrietaba y me odiaba por eso, por
dejarlo llevarme otra vez. Me dirigí al baño de mujeres, prácticamente
empujándolo del camino. Él miró tristemente, pero sabía que veía cosas. Will
se veía divertido o adorable y a veces aburrido, y yo era la chica con arroz en
el pelo.
—Seguro —dijo Sarah—. Escuché que Will dijo que regresó ahí. Y lo vi
hablando contigo en el segundo período también, Es una cosa para todos....
lo que sea, después que comenzaron a salir, está actuando muy extraño.
—Sí —dije y arrastré el cepillo por mi pelo tan rápido como podía, esperando
no discutir sobre lo que pasó el viernes en la noche con ella o nadie más—.
Gracias.
—No hay problema —dijo—. He estado allí, ¿sabías? Una vez el año pasado,
salí con un senior, y luego lo vi un lunes. Él me llamó Sandy y me preguntó si
podía llamar su hermano. ¿Y adivina quién era su hermano? Kim.
—¿Kim? ¿Adoro-las-películas-antiguas-Kim?
—Ese Kim —dijo, e hizo una mueca—. Ese fue el peor momento de mi vida
entera, y juré que primero preguntaría el apellido antes de salir con alguien
después de eso.
146
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Asentí con la cabeza, sin confiar en mí para hacer comentarios sobre lo que
ella acababa de decir, sin burlarme o reírme. O ambos.
—Lo hago —dije y entonces salí del baño y me sentí... bien, no genial, pero
mejor, y todo gracias a Sarah, de todas las personas posibles. Casi me dio
pena las cosas que había pensado de ella antes. Sabía que una mejor persona
se sentiría apenada por eso, pero entonces la mejor persona probablemente
no había visto a Sarah restregándose contra el chico que me gusta.
No puedo decir lo horrible que se sintió saber que lo hacía verse como si
fuera a vomitar. La siguiente cosa que sabía, es que me iba a mirar e iba a
comenzar a convulsionarse. No podía esperar salir de la escuela y alejarme
de él, de forma que pudiera dar la vuelta y alejarme caminando.
—Bien —me detuve a medio camino del vestíbulo, sin preocuparme de lo que
dijera la gente. Lo había tenido. Intentando, con dificultad, pretender que mi
vida no era una gran bola de mierda. Intentando con dificultad actuar como
si en cierta forma pudiera detener que se pusiera peor—. Di lo que sea que
quieras decirme ya, porque no puedo tener otra maldita conversación contigo
sobre el clima.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Su cara se puso roja otra vez. —Quería saber si te gustaría salir alguna vez.
Quiero decir, conmigo. Y sin… —El gesticuló alrededor de nosotros, con su
cara todavía roja, pero con una sonrisa asomándose—. Una audiencia.
Sí, mi cerebro gritó. ¡SI! pero sólo una parte de mi cerebro. El resto, la
pequeña parte racional, recordó cómo las personas nos miraban en el primer
período, y cómo sus expresiones cambiaban con cada ―conversación‖
nuestra. Cómo comenzarían a mirarnos, y cómo Sarah, de todas las personas,
había dicho algo bueno después del almuerzo. Cómo ella claramente no
pensaba en él como antes.
Will se había hecho a sí mismo actuar como un tonto, y sabía que era lo
suficientemente inteligente para entender eso. Y qué mejor forma que
redimirse a sí mismo que preguntarme si quería salir, especialmente
considerando que nunca lo ha había preguntado antes. Él no quería una cita.
Todos sabían eso. Yo lo sabía.
Eso fue un gran gesto. Un gran momento. Podía adivinar por qué lo hacía. Y
entonces, por la esquina de mi ojo, vi a Sarah, sabía que se había marchado,
porque ella no me disparaba miradas de solidaridad. Ella miraba a Will, como
si estuviera haciendo algo increíble. Él había arreglado las cosas por su
cuenta. Todo lo que tenía que hacer era seguir la corriente y tener la cita de
mis sueños.
—No —dije.
Y así fue como dije mi punto, conseguí terminar algo antes de que terminara
conmigo.
No era lo que quería. Pero entonces, ¿qué había en mi vida que quería?
148
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 26
Traducido por ANDRE_G
Corregido por Ckony
EEl trabajo estuvo raro. No alcancé a llegar a casa, ni siquiera para preparar
algo de comer para la cena, porque Papá tuvo que cerrar el stand para
recogerme y estaba ansioso por regresar. Al gerente del centro comercial no
le gustaba que las tiendas estuvieran cerradas en el horario de atención del
centro comercial, y aparentemente papá ya se había metido en problemas por
esta misma razón.
—Además, cuando te invito a tomar café o a buscar algo para comer, siempre
me dices que te traiga algo o me dices que no tienes hambre o… —Ahora
papá se aclaro la garganta—. Mira, la verdad es que, sé que no te gusta
trabajar conmigo, y no quisiera… no quiero avergonzarte. Pero si quieres que
hagamos algo juntos, en verdad me gustaría hacerlo. Como mañana, por
nombrar alguna clase de ejemplo, estoy planeando ir a visitar a Todd a su
trabajo en la mañana, antes de que abra el centro comercial. Deberías venir
conmigo. Perderías algo de escuela, pero apuesto que eso no te importaría,
¿cierto?
149
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Papá negó con la cabeza. —No, no es como lo dices. Sólo voy a poner algunas
muestras en la puerta y a saludar a cualquiera que las tome. Creo que esa
sería una forma genial de empezar a construir una base de clientes.
¿En qué se diferenciaba eso de lo que yo había dicho? ¿Y cómo podía ser mi
padre tan despistado? —¿Todd quiere que lo hagas?
Yo me reí. No pude evitarlo. Sabía que estaba mal, pero ¡vamos! El ―sueño‖ de
Todd consistía en ver televisión, acaparar la computadora, el baño y el
teléfono, y salir.
—No pienso que sea gracioso —dije cuidadosamente—. Creo que es genial
que Todd esté trabajando. Pero tal vez… tal vez deberías preguntarle si está
bien que lleves todas las cosas de Perfect You contigo antes de que ir a
visitarlo.
150
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No había pensado al respecto, pero supongo que tienes razón. Gracias,
cariño. —Sonaba alentado, pero tan pronto como llegamos al stand, se fue
para hacer un ―recado‖ y me quedé sola. Saqué mi tarea y me pregunté por
qué sería que a veces se sentía como si yo fuera el padre y papá fuera el niño.
Fui a los cubos de basura antes del cierre del mall, para botar algunas
vitaminas que ya habían expirado sin ser vendidas, pero tampoco lo vi allí.
Me dije a mi mima que no iba a chequear nuestro espacio de
almacenamiento, pero lo hice, y me quedé parada allí por un momento, sola.
Supongo que Will realmente había escuchado lo que le había dicho antes. Eso
estaba bien. Realmente lo estaba. Si no era más, ya era tiempo de que alguien
escuchara lo que yo tenía que decir. Que hubiera terminado las cosas antes
de que ellas se terminaran para mí.
Pero la cosa era que, aunque sí quería decirle lo que le había dicho, todavía
quería besarlo. Desearía no haber ido nunca a esa estúpida fiesta. Sabía por
qué me había preguntado si iba a ir. Deseaba que hubiera estado en la
plazoleta de comidas o detrás del centro comercial o esperándome en
nuestro espacio de almacenamiento.
afecto más de lo que pensaba. Tal vez… tal vez sí había sido su intención
invitarme a salir. Tal vez…
—¿Hola?
Esto era familiar. Esta era la forma en que siempre hablábamos. —Odio las
vitaminas. También, me duelen los pies.
—Sabes a lo que me refiero —dijo ella—. ¿Qué pasa contigo y con Will?
—Nada.
—Ella no dijo eso, pero me imaginé que era lo que estaba pasando. Porque,
está bien, ¿Will saliendo con alguien? Por favor. Es el rey de los empates.
—Yo… mira, aun siendo así, ¿entonces qué? Will está bien, pero no es nada
especial, ¿sabes? Quiero decir, él mandó a volar a Sarah por completo esta
tarde cuando ella fue a hablarle en el centro comercial, y es como, ¿quién se
cree que es?
152
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Por favor —dijo Anna—. Sabes a que me refiero con ―hablar‖. ¿Y desde
cuándo Will está demasiado ocupado para enrollarse con alguien?
Espera un minuto. No era sólo que Will no hubiera hablado con Sarah, ¿no se
había enrollado con ella?
—No. Will y Sam sólo pasan el rato porque… bueno, solían ser amigos, pero
entonces la mamá de Will habló con la mamá de Sam para iniciar este
estúpido negocio, y ahora Sam dice que Will lo acuso a él y a su papá de
tratar de impedirlo, lo cual es tan estúpido porque… espera un segundo. —
Esperé que Anna hundiera el botón para pasar a la otra línea, pero en lugar
de eso la escuché bajar el teléfono y la apenas perceptible voz de su madre.
—Lo siento —dijo ella, levantando el teléfono otra vez—. Mama está teniendo
un mal día.
—¿Estás bien?
—Anna...
—No, está bien. No quiero convertirme en una chica depresiva. Tengo a Sam.
Quiero decir, yo, la gorda Anna Dray, está con Sam. Tengo la vida perfecta,
¿sabes? Y tengo el novio perfecto.
Aunque no sonaba como si en verdad creyese algo de eso. Sólo sonaba como
si quisiera creérselo, como si sintiera que debía hacerlo.
—¿Qué?
153
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¡Anna!
—Sí, lo digo porque casualmente mencionó que se metió con tu novio pero,
hey, por cierto, él te ama por completo, eso califica como perra. ¿Qué tenía
que decir el Sr. Perfecto al respecto cuando lo confrontaste?
—Sé que es Sam, pero… está bien. ¿Recuerdas lo que dijiste el año pasado
cuando todo el mundo sabía que el tipo de último grado con el que Diane
estaba tonteando sólo la estaba utilizando para volver con su ex-novia?
Dijiste que era estúpido de parte de Diane pretender que todo estaba bien
sólo para poder estar con un tipo que no se preocupaba por ella o por sus
sentimientos.
—Sam me ama, Kate —la voz de Anna era cortante y fría—. Y lo que pasó con
Diane fue realmente bastante terrible. Ella realmente amaba a ese tipo, y sólo
quería que él le correspondiera.
—Oh, vamos. Ella sólo quería ir al Prom. Porque así sería la única de noveno
grado que iría. Incluso la escuchamos decirlo en el baño antes del almuerzo,
¿lo recuerdas?
—No, pero qué bonito saber que piensas que yo soy así, lo que me imagino
significa que crees que estoy usando a Sam. ¿Exactamente para qué se
supone que lo estoy utilizando?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Como sea. No sabes cómo es para mí, ¿está bien? —Dijo Anna—. Cuando
todo el mundo sabe quién eres, existe toda esta presión y tienes que…
—No lo sería.
—Lo serías.
—No lo sería —dijo ella en voz baja—. La gente aún recuerda quién solía ser,
Kate.
—Lo haces sonar como si fueras una enfermedad vomitiva o algo por el
estilo.
Espero que se ría, pero sólo vuelve a suspirar. —Mira, debo ir a verme una
película con mi mamá. Realmente tuvo un mal día. ¿Me llamas mañana?
La cosa era que yo entendía a lo que se refería. Anna estaba siendo amable
cuando me hablaba en la escuela, actuando como Sam, quien a veces le
hablaba a personas que se suponía él no debería notar, sólo que ella no tenía
una vida entera de popularidad como la de Sam, en la cual pudiera apoyarse.
Sam siempre había gustado, y hasta este año Anna no era nadie, y la gente lo
sabía. Lo recordaba.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Realmente no había pensado en cómo era ahora su vida, porque había estado
muy ocupada preguntándome cómo le era tan fácil olvidarse de mí, pero
parecía que su vida perfecta no era para nada perfecta. Pensaba que lo era.
Parecía tan feliz. Enterarme que no lo era, que había conseguido la vida
genial y el chico genial pero que realmente no fueran tan geniales, era un
poco depresivo.
También era un poco anti-depresivo. Me sentía mal por pensar así, pero la
verdad era que estaba contenta de que Anna no fuera totalmente feliz.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 27
Traducido por jazzy
Corregido por Ellie
Y la forma en que siempre me sentía con ganas de sonreír cuando estaba con
él.
Ni siquiera estaba aliviada cuando llegué a casa, porque las cosas eran tan
diferentes ahora. Mamá siempre estaba limpiando tras papá, tratando de
mantener la casa limpia para compradores potenciales, y Todd se había
convertido en alguien que huele a café, se quejaba de cuánto le dolían los
pies, y no recibía llamadas después de las diez de la noche.
Una prueba que hacen al final del bachillerato para entrar en las universidades algo así como el icfes
en Colombia.
157
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Vamos, una carrera —dijo papá—. Deberías ver todo lo que puedes hacer.
Yo jugué este nivel en la tienda por un rato, y fue…
—Yo sólo creo… —mamá cerró sus labios cuando la abuela apareció.
—Oh, querida, iba, pero luego decidí venir a decirle ―hola‖ a mi nieta.
También, Todd, ¿de qué iba esa extraña nota en el espejo del baño?
Todd, quien había conseguido deslizarse entre sus sábanas mientras ella
hablaba, levantó su cabeza. —Quería que supieras que tengo que abrir la
tienda cada mañana y que sería genial si yo pudiera usar la ducha antes que
tú entres y hagas lo que sea que haces…
—¿Qué, querido?
Genial. Podía escuchar a la abuela ahora ―Oh, querida, ¿vas a usar eso?‖, ―Oh,
querida, ¿así es como quieres que luzca tu cabello?‖ ―Oh, querida, usé toda el
agua caliente, pero el agua fría es magnífica para tu piel‖. Temblé.
Miré mal a mamá, quien pretendió no verme. Genial, ahora me trataba como
a la abuela.
—Oh, simplemente usaré tu baño, querida —dijo la abuela, y podría jurar que
me guiñó el ojo.
—Tú tienes mejor luz ahí —dijo la abuela—. Además, Steve ciertamente no se
apresura para salir en las mañanas, y tú no usas maquillaje, sin importar que
haya productos maravillosos ahí afuera. Mañana en la noche, cuando llegues
del trabajo, tienes que dejarme mostrarte lo que un poco de color puede
hacer…
Todd sacó su cabeza de debajo de las sábanas lo suficiente para darme una
mirada con las cejas levantadas. ¿Papá finalmente lo había perdido? ¿De
hecho sacaría a la abuela?
Supongo que papá fue capaz de leerla, porque dijo: —¿Sharon? —y luego él y
mamá desaparecieron a su cuarto, sus rostros tensos mientras se iban. La
abuela fue a la cocina a coger una soda, y yo golpeé a Todd en el hombro.
—Lo que sea, Todd. Has tenido trabajo como por dos días. —Me senté junto a
él, acomodándome para que él se moviera—. ¿Qué pasa con mama y papa?
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Todd miró hacia la cocina y luego a mí. —La abuela le dio a mamá algo de
dinero esta noche —susurró—, dinero para que así no tuviera que trabajar.
Ella hizo que mamá jurara que no se lo daría a papá, y yo pensé que mamá se
enojaría y rompería el cheque. Pero no lo hizo. Simplemente dijo ―bien‖, y lo
tomó…
—Supongo —dijo Todd—. Creo que ella está enojada porque papá no está
más alterado acerca de vender la casa. ¿Él te ha dicho algo del tema?
Sacudí mi cabeza
—A mí tampoco —dijo Todd—. Es como si nada de esto fuera real para él, y
creo que está asustando a mamá.
—Nadie. Sólo estoy intentando dormir, pero Kate me está fastidiando. Más de
lo usual, digo… —dijo Todd, acomodándose de nuevo bajo sus sábanas antes
de que pudiera golpearlo. O antes de que la abuela pudiera empezar a hablar
con él.
Espera un minuto, ¿esto iba hacia donde creía que iba? ¿La abuela iba a
ofrecer pagarme fuera de mi trabajo?
Oh, por favor, deja que la abuela ofrezca pagarme para no trabajar. Por favor,
por favor, por favor. —Trabajar ahí es duro —digo—, con la escuela y las
tareas y cosas…
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Sabes, cosas normales —yo había asumido que mencionar que era difícil
trabajar e ir a la escuela al mismo tiempo llevaría a algo de dinero.
—¿Cosas normales?
—Estábamos, algo así como… saliendo —dije, porque sabía que ―besándonos
detrás del centro comercial‖ no funcionaria con la abuela—. Y ya no lo
estamos.
—¿Por qué?
—Supongo que simplemente no soy el tipo de chica con la que los chicos
quieren estar. ¿Está bien?
Esperé a que la abuela dijera algo, pero ella simplemente se quedó viéndome
un rato.
—Abuela…
Después que ella se fue, llamé a Anna porque no quería pensar en lo que la
abuela había dicho. Sólo necesitaba hablar con una amiga. Necesitaba hablar
con mi mejor amiga.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Hola?
—Oye, lamento que me haya tardado tanto en llamar —dijo Anna—. Algo…
bueno, papá pasó. No te desperté ¿cierto?
—No —dije y me sentí mal por enojarme cuando ella había tenido que lidiar
con su padre—. ¿Qué está pasando?
—No, sólo estoy diciendo esto para que me dejes comer el almuerzo contigo.
—Lo sé. —Pero yo podía notar que no lo hacía, ella no conocía mi horario
como yo sabía el de ella. Eso dolió mucho, pero ella claramente no queriendo
comer el almuerzo conmigo dolió más, y tuve que forzarme a mí misma para
relajarme y soltar el agarre de muerte que tenía en el teléfono.
—¿Cómo está Sam? —dije, esperando que cambiar el tema haría que las
cosas fueran mejores.
162
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Resultó que Sam había pasado la tarde con Tara después de haberle dado un
aventón a su casa al salir del colegio.
Tenía la impresión de que este momento no era el mejor para decir lo que
pensaba de Sam —¿Qué crees tú que signifique?
—Lo sé. Pero… bueno, ¿no crees que mereces algo mejor?
—¿Quién podría ser mejor que Sam? Él es el chico con quien todas quieren
estar…
—Yo no lo quiero.
—Tú sabes a lo que me refiero. Gente que tiene una oportunidad con él…
—¿Kate? —su voz estaba débil—. Kate ¿estás ahí? No quise decirlo como
sonó, lo juro ¿Kate?
—No te enojes conmigo, ¿bien? Hoy con mi mamá fue… fue difícil, Kate.
Además, están todas las cosas con Sam, todo está muy difícil para mí en este
momento.
—Anna…
—Lo soy. Soy desconsiderada, también. ¿Me perdonas? —ella sonaba tan
triste, preocupada incluso, y por mí.
163
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿De verdad? —dije, sobrecogida. ¡Ella acababa de decir que yo era su mejor
amiga de nuevo!
—Síp.
—No. Bueno, él sabía lo que pasó, por supuesto, porque Jennifer de hecho
fue corriendo hacia él y dijo que él tenía que ser el primero en saber. —Se
rió—. Si tratara un poco más duro, juro que explotaría. Es patético lo que
algunas chicas harían para tratar de conseguir que Sam las notara
—¿Pero Will no dijo nada? —yo no sabía si eso era bueno o malo.
—Además —dijo Anna—, Sam dice que todo de lo que Will habla es ese
negocio que sus mamás tienen. Lo vuelve loco. Oh, ese es él en la otra línea.
Tengo que colgar, ¿bien?
164
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 28
Traducido por Flochi
Corregido por Kanon ♪♫♪
Miré al contador así él no podría ver mi cara. Por supuesto que se llevaba
bien con los guardias de seguridad. Siempre estaba comprándoles café. Y
aunque era amable lo que hacía, no ayudaba a nuestra situación monetaria. O
a aumentar las ventas.
Media hora se volvieron dos. Conseguí hacer mucha tarea, mientras dejaba
de pretender que íbamos a tener clientes y me centraba en terminar mi tarea
de biología. No creí haber fracasado en la última prueba, pero sabía que
tendría que esforzarme para la próxima.
No funcionaba.
165
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Síp.
—¡Cállate!
—¿Muestras gratis?
—¿Qué crees?
166
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Qué, aquí?
—Sí, aquí.
—No.
—¿Estás segura?
—Sí, Todd, estoy segura que nadie ha llamado para solicitar el honor de tu
mierdástica, quiero decir fantabulosa, presencia.
—Salgo.
Me miró. —Bien. Sólo imaginé eso porque Anna nunca te llama o ya no viene
más.
—Bien, entonces tú y Anna hablan. Pero de todos modos, deberías salir más.
Hacer cosas, dejar que las personas sepan quién eres, ¿sabes? Porque no
estás tan mal, en serio.
—Wow, gracias.
167
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Era mucho sobre lo que pensar, y cuando papá finalmente volvió, dije: —Me
voy a tomar un descanso —y me fui.
Tenía que dejar de pensar en Will. Conseguí lo que quería cuando lo rechacé,
cuando terminé las cosas antes de que pudieran acabarme, y tenía los
recuerdos de liarme con él encima de eso.
Debería haber sido suficiente. Debería haber sido feliz con eso. Pero no lo
era.
Estaba enojada.
Tan pronto lo pensé, me di cuenta que era cierto. Estaba enojada. ¿Por qué
Will me había dejado plantada? ¿Por qué no podía simplemente ignorarme?
¿Por qué tenía que hacerme pensar que iba a pedirme salir de verdad?
Cuanto más pensaba sobre eso, más quería saber por qué había hecho lo que
hizo. Y no podía lastimarlo... pedir perdón, tampoco.
Además, aparte de todo lo que había pensado y sabía, yo... bueno, quería
verlo.
168
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Así que fui a Sports Shack. Will estaba ahí, parado en el departamento de
calzado hablando con dos vendedores de alrededor de la edad de mi papá.
Me vio entrar en la tienda.
Caminé hacia ellos. Las etiquetas de sus nombres decían Harold y TIM. —No
hice nada. Aún.
—Esto debe ser bueno —dijo Tim, sonriendo, y Harold asintió antes de
gritar—, ¡Hey, Will, la chica de la que escapaste está aquí esperándote!
¿Esto era lo que iba a conseguir de él? Por favor. —¿Por qué no van a
buscarlo? Y cuando lo hagan, díganle que puede fingir que mi hermana no
está embarazada todo lo que quiera, pero cuando el bebé venga y tenga sus
dedos unidos*, no necesitaremos ninguna prueba de paternidad.
—Uh —dijo Harold, y luego escuché una risa proveniente de la parte trasera
del departamento de calzado, cerca de una puerta que claramente daba a un
almacén. La risa de Will. No la había oído en un tiempo, y era agradable oírlo
reír. Saber que todavía podía hacerlo reír.
¡No! ¡Estaba aquí para ser fuerte! ¡Para obtener respuestas y una disculpa!
*
Enfermedad congénita que se caracteriza por tener los dedos pegados.
169
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Will dejó de reír cuando entré en el almacén, aunque una sonrisa todavía se
arqueaba en las comisuras de su boca. —No sabía que tenías una hermana.
—Yeah, bueno, es difícil para ella salir, con el bebé que viene y todo.
—Eso creo. Ellos se parecían a las Jennifers como hacen siempre cuando han
oído algo bueno.
Él rió. —No lo pensé nunca, pero lo hacen, ¿no? —empezó a dar un paso
hacia mí, después se detuvo—. ¿Qué estás haciendo aquí, Kate? ¿Pelear
conmigo en la escuela no fue suficiente? ¿Quieres hacerlo otra vez sobre el
interfono de la tienda o algo así?
—No hagas eso —dije, porque había esperado que luciera enojado, no
afectado—. No actúes como si nada de esto te molestara. Tú eres el que vino
detrás de mí en la fiesta de Jennifer y después actuó tan extraño en la
escuela que tuviste que invitarme a salir para que la gente no creyera que
eres un total imbécil.
—Sabes lo que significa —dije—. Y quiero saber por qué sólo no podías
dejarme sola.
—Mira, siento que mi humillación haya sido difícil para ti, pero ¡mensaje
recibido! No quieres salir. Lo entiendo.
170
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Siento no invitarte a salir de una manera más aprobada por Kate, pero
quise decir eso.
—Lo quise decir, Kate —dijo, y me miró como lo hacía justo antes de
besarme, una mirada que había pensado que significaba algo. Una mirada
que había pensado que tal vez realmente le gustara.
—Bien —dije, furiosa otra vez. ¿Por qué tenía que hacerme esto a mí? ¿Por
qué tenía que hacerme pensar que yo le importaba?—¿Cómo es? Como,
¡totalmente quiero salir contigo! ¿Esa es una respuesta apropiada, o debería
empezar a gritar como si gané la lotería también?
Volvía al trabajo con mis orejas zumbando por el shock de Harold y Tim —y
después sus risitas—Cuando nos hallaron a mí y a Will en el almacén. Y el
resto de mí estaba hormigueando por todos los besos.
Y por el hecho de que tenía una cita. No era la gran cosa, ni nada. Sólo era
una cita. Con Will.
171
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 29
Traducido por Vamp29
Corregido por Kanon ♪♫♪
YYo estuve muy entusiasmada acerca de mi cita durante media hora, y luego
empecé a enloquecer. Pero entre la escuela y el trabajo y las rarezas en casa,
no tuve mucho tiempo para preocuparme.
Casi significaba que todavía tenía algo de tiempo y, sin embargo, resultó que
había mucho de qué preocuparse. ¿Qué iba a usar? ¿Estaba bien algo de lo
que yo poseía para una cita? Y, ¿qué pasa con mi pelo? ¿Debía tratar de hacer
algo con él, como atarlo? Pero, ¿y si haciendo eso hago que mis orejas luzcan
grandes o que mi cara parezca torcida?
Y, lo más importante, ¿qué es lo que ―cita‖ en realidad significa? ¿Era una cita
real? ¿O era una por piedad, para compensar la forma en que me había
tratado en la escuela?
Yo no quería una cita por piedad, pero estaba bastante segura de que esta no
era una, aunque estaba también segura de que no lo había querido decir
primero cuando realmente me invitó a salir en la escuela. Pero cuando él me
invitó a salir otra vez, nadie nos había visto o le hizo sentir que tenía que
hacerlo, así que lo hizo realmente. A pesar de que había ocurrido sólo
después de que había sido básicamente acorralado en el trabajo.
Sabía que era la peor clase de estúpida, pero no podía evitarlo. Las cosas en
casa eran realmente extrañas con mamá y papá teniendo discusiones a
puertas cerradas en el comedor, y Todd había comenzado a decir cosas
como: ―Tuvimos que dejar ir al chico nuevo hoy porque no era un jugador de
equipo‖. Quería algo en mi vida que no se terminara o fuera extraño o ambas
cosas. Quise fingir que mi vida era normal, que yo era normal.
172
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
O al menos fingía ser una gran estudiante, y todas esas cosas falsas.
Naturalmente, ya que esta no era yo, no funcionó, y la noche del viernes, Will
llegó por al stand.
—He estado ocupada —le dije, y luego añadí—, en casa y esas cosas, ya
sabes. —Ya que era evidente que no había un enjambre de clientes acudiendo
alrededor de la cabina.
—Claro —dijo, y dio unos golpecitos con los dedos sobre el mostrador. Hoy,
su etiqueta con su nombre, decía NO HAY YO EN EQUIPO*.
—Hey Kate —gritó papá, que apareció al final del pasillo que conducía hacia
fuera a la parte principal del centro comercial, como si de alguna manera el
universo supiera que quería que estuviera aún más incómoda y
avergonzada—. ¿Tenemos todavía más de los Geles de Ajo? Sé que tenemos
abajo nuestra última botella.
*
No hay yo en equipo: es un aspecto motivacional que se usa para enfatizar que cuando se trabaja en
conjunto ya no existes como individuo sino como equipo.
173
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Negué con la cabeza hacia él, y sentí mi cara enrojecer cuando Will echó un
vistazo a todas las botellas de los geles de ajo apilados en la parte superior
de la vitrina.
Para mi sorpresa, no se rió, sólo dijo: —Hacemos algo como eso cuando
tenemos los zapatos que no podemos vender. Las etiquetas que dicen ―¡Sólo
unos cuantos pares a la izquierda!‖ y esas cosas.
—Oh —dije, sorprendida porque estaba siendo tan fresco sobre mi padre, lo
que significaba que mi padre decidió regresar en ese momento y
avergonzarme más.
—Me lo imaginaba —dijo papá, como si darse cuenta del uniforme de Will
fuera un logro importante—. Te ves familiar.
—He estado aquí antes —dijo Will, y le tendió la mano—. Will Miller.
—Oh, eso tiene más sentido —dijo papá—. Hay muchos peces allí. De hecho,
una vez conocí a un chico que trabajaba en una fábrica de conservas en
Alaska y me dijo que…
174
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Tengo? —dijo Will, y luego me miró—. Oh, claro. Yo tengo. Sr. Brown,
¿estaría bien si Kate regresara a Sports Shack conmigo?
—Papá —le dije otra vez. ¿Es posible morir de vergüenza? Porque si lo fuera,
yo estaba por hacerlo.
—Está bien, voy a estar tranquilo —me dijo papá, y entonces le dijo a Will—,
qué etiqueta de identificación tan agradable, por cierto. Muy creativo.
—Muy bien, vamos ahora —le dije, mirando a papá. Días de fingir que me
importaba la escuela y sentarse en la cabina estúpida para nada, y ahora
tenía una nueva preocupación. ¿Qué pasa si, después de todo lo que acababa
de suceder, Will decidió suspender la cita?
Miré por encima de él. Miraba al frente, sin mirarme. Genial. Definitivamente
me iba a decir que la noche del sábado estaba cancelada.
—Tu papá me parece bien. Y apuesto a que nunca te haría ver un video sobre
el trabajo en equipo.
175
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿En serio?
Asentí con la cabeza. Se aclaró la garganta. —Yo... Mira, ¿me estás evitando?
Quiero decir, si no quieres salir conmigo…
—Quiero salir contigo —le dije y era cierto, pero wow, la verdad sonó como
que realmente me gustaba. Y realmente me gusta. Me gusta mucho. Pero yo
no quería que me gustara mucho. Tenía miedo.
Además, tal vez debería haberle dejado terminar la frase. ¿Y si él iba a decir:
―Si no quieres salir conmigo, eso está bien conmigo porque yo no quiero salir
contigo‖?
—Oye —dijo Will, tocándome el brazo—. Yo... también —miró hacia la salida
del centro comercial, y luego a mí—. ¿Quieres…?
—Creo que será mejor que vaya —dije y empiezo a alejarme antes de que
papá decida gritar más, o peor, venir detrás de mí.
—¿Nos vemos mañana? —dijo, y la sonrisa que me dio cuando dije ―Está
bien‖, me envió flotando de vuelta al stand.
—¿Qué tiene de malo? —le pregunté a papá cuando llegué. Él había dejado de
agitar los brazos alrededor, pero me miraba muy fijamente.
—Tú sabes, el día que vendiste el Perfect You especialmente formulado para
niños, los que tienen la canción. ―Elija Perfect You Chocolate masticable…‖
—¿Lo tienen?
—Vamos a salir mañana por la noche. No es gran cosa —quise decir, que lo
era, pero evidentemente no podía decírselo a mi papá.
—Eres mi hija. Todo lo que haces es una gran cosa. Y nada más de irse y salir
con los muchachos cuando se supone que estás trabajando, ¿de acuerdo?
—¡Papá!
Él me sonrió. —No soy tan tonto como parezco, ¿verdad? Ahora, ¿has visto
mi pluma?
177
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 30
Traducido por Dani
Corregido por angeliitaw
CCuando papá y yo llegamos a casa, mamá le dijo que parecía que alguien iba
a hacer una oferta por la casa.
—Ahora realmente tenemos que pensar sobre dónde vamos a vivir —ella
dijo, y al comienzo pensé que estaba enfadada, porque su voz era tan aguda
que casi dolía escucharla. Pero entonces, cuando papá dijo: —Sharon, cariño,
no te preocupes tanto. Cualquiera puede conseguir un apartamento —y ella
asintió, con las manos temblando, vi que no estaba molesta. Estaba asustada.
Y mamá… ella no le decía nada. Sólo se sentó ahí, brazos cruzados, con las
yemas de sus dedos temblando, en silencio. Esperando que papá dijera algo
que nunca diría, y que yo no creía que él pudiera.
Dejé la cocina en ese momento, sin querer ver más. La abuela estaba en la
sala de estar, colocando pulseras contra un arco iris de camisetas apiladas en
su regazo.
178
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—En un segundo —dije, mirando hacia Todd, y tan pronto como la abuela se
fue, le pregunté—, ¿qué está pasando con ellos?
—¿Qué crees? Ellos están… —dijo Todd, y entonces se detuvo, con una triste
mirada en su cara—. Este ha sido un año irritante para ti, ¿huh?
—¿Tú crees?
—Eres tan molesto —dije, pero él ya había empujado las mantas de regreso
por sobre su cabeza.
—Papá, si necesitas salir por un rato yo puedo controlar todo aquí —dije, y
cuando él me miró, su sonrisa fue tan dolorosamente falsa que tuve que
mirar al piso.
179
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿No lo sabes?
—Hola, soy yo —le dije—. Kate, quiero decir. ¿Puedes asegurarte de que
mamá venga y me recoja hoy a las cinco? Porque tengo que ir a casa. Yo…
voy a salir esta noche.
Apreté mis dientes. —Recuérdale a mamá que me recoja a las cinco, ¿está
bien?
—Todo está bien —dijo, levantando la vista, y su sonrisa era tan intensa que
sabía que estaba mintiendo. También sabía que no importaba cuánto
preguntara, él seguiría sonriendo y diciéndome que todo estaba bien.
180
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Las cosas fueron rápidamente cuesta abajo después de eso, y para cuando las
cinco llegaron, decidí caminar a casa si tenía que hacerlo, porque quería
desesperadamente salir del centro comercial y alejarme de papá, quien se
había puesto más y más tranquilo cuando la gente caminaba por ahí,
aparentemente inconsciente de que estaba de pie ansioso por la caja de
muestras gratis que él había sacado. Había querido que papá se despertara y
viera que su sueño no se estaba haciendo realidad, pero viéndolo tan
agotado, tan incapaz de tratar de hablar con las personas o siquiera de
sonreír falsamente, era aterrador.
—Me voy —le dije—. ¿Quieres que le pida a mamá que te llame?
—Estoy seguro de que hablaremos más tarde —dijo, pasando rozando con
sus dedos todas las botellas en la vitrina, como si tuviera que recordarse que
estaban ahí.
—¿Estás bien?
—Creo que puedo manejar el trabajo por mí mismo esta noche —dijo, y su
sonrisa fue tan triste que tuve que apartar la vista. Él sabía lo que estaba
preguntando, pero no iba a responder. No creo que pudiera.
—Hola, querida —dijo, haciéndome señas para que caminara hacia ella, que
estaba parada al lado del coche—. ¿Cómo estuvo el trabajo?
—Largo.
—Fuera.
—Tengo una cita. Con el chico que llamó antes, el que tenía mi zapato.
181
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—La cosa es, querida —dijo la abuela, apretando sus manos contra el
volante—, tu madre no se está sintiendo tan bien, y creo que es mejor si le
dejas descansar. Hablaré con ella por ti más tarde, ¿está bien?
—Yo, uh, las estoy guardando —dije—. Creo que podrían ser mejores para
más avanzado el año. —O nunca.
Para la hora que yo estaba lista, me había cambiado de ropa cuatro veces.
Bueno, cuatro veces agregando dos más. También, eran las siete de la tarde.
7:02, en realidad.
—¿Para qué estás tan arreglada? —Dijo Todd, saliendo de la cocina con un
sándwich y sentándose a mi lado—. Espera un minuto… ¿vas a salir? Como,
¿con otra persona?
182
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Por qué estás aquí? ¿No deberías estar trabajando o yendo tras alguna
chica?
—¡Vas a salir! Awww, Kate tiene una cita, qué lindo. ¿Cómo se llama?
—Sólo silencio total de la tan-llamada cita de Kate —dijo Todd cuando tiró
con fuerza el control remoto lejos de mí—. Admite que arreglaste todo esto y
te dejaré tener la mitad del sofá antes de que yo salga.
Lo tomé de regreso. —Entonces, ¿le vas a decir a tu cita cómo un cliente hirió
tus pequeños sentimientos?
183
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Oh, hey, tu cita apareció —dijo Todd, sonriendo ampliamente hacia mí—.
Supongo que no arreglaste toda la cosa después de todo.
Si las miradas mataran, Todd tendría una muerte lenta y espantosa. Pero no
lo hacían, entonces me conformé con aplastar su pie con el mío.
—Bueno, puedo ver que no deberíamos esperar a que Kate nos presente —
dijo la abuela—. Soy Rose.
—Hola, soy Will —dijo Will—. Creo que hemos hablado antes. Yo llamé…
La miré fijamente. ¿Por qué, oh, por qué, el universo me había dado una
abuela con el poder de hablar? ¿Por qué?
—Está bien, nos vamos ahora —dije—. Abuela, ¿puedes decirle a mamá que
me fui?
Y entonces, antes de que ella pudiera decir algo más, agarré el brazo de Will
y me dirigí a la puerta. No corrí, porque eso se habría visto desesperado.
184
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 31
Traducido por merygold y ckony
Corregido por Ellie
AAfuera, dejé caer su brazo, sobre todo porque yo quería seguir reteniéndolo
pero sabía que parecería extraña o desesperada, o quizás ambas cosas. Y
ahora mismo necesitaba aparentar ser normal. O lo más normal que pudiera
después de lo que había ocurrido.
—Perdón por todo esto. Mi abuela... bueno, es como que está su mundo y
después está el mundo real.
185
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Pero yo oí...
—Escuchaste mal.
—Para que lo sepas, la regla de diez segundos entra en efecto —dijo Will—.
Un segundo más y oficialmente estarás de acuerdo conmigo.
—Ya te gustaría —le dije—. Y, bien, estás diciendo que la gente inventa cosas
como el número de chicas con las que te has enrollado, pero te olvidas de
que te he visto en los pasillos del instituto.
—¿Con cuántas chicas me has visto este año? —Él me miró sonriendo—. Sé
que lo sabes.
—No lo sé. —Sí lo sabía. Cuatro—. Pero, ¿por qué la gente inventa cosas sobre
ti?
—Qué profundo.
Él me miró. —Ok —dijo con voz serena—. Me he enrollado con muchas chicas
de primer año, con algunas ocurrió justo antes de comenzar las clases y yo…
no sé. Yo estaba saliendo mucho con Sam por aquel entonces e íbamos a
186
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
fiestas en las que todas las chicas querían arrojarse a él, e incluso Sam podía
manejar a varias a la vez, por lo que…
—Supongo que la próxima me dirás que sólo lo hiciste hasta que te diste
cuenta que en el fondo te odiabas a ti mismo, ya que estar con todas esas
chicas te hizo sentir menos vacío por dentro
—Wow, qué perspicaz —dijo en voz baja pero furiosa—. ¿Sabes lo que no
entiendo de ti? Por qué siempre piensas lo peor de mí, y por qué, a pesar de
eso, aún parece que te gusto. Al menos a veces. —Él encendió la radio,
subiendo el volumen tan alto que no había ningún modo que él pudiera oír
de lo que tenía que decirle.
Solía hacerlo, pero Will era la única persona que me preguntó sobre lo de
Anna. Él tampoco había dicho nada malo de mi padre, o incluso reírse de él y
aquel día horrible, cuando todos en la escuela se enteraron de la nueva
profesión de papá, él había sido la única persona que no se había
preocupado acerca de lo que había sucedido. Él sólo había querido saber si
yo me había escapado a llorar y si estaba bien.
—Yo no pienso siempre lo peor sobre ti —le dije. En realidad tuve que
gritarlo, sólo que lo hice cuando la canción que sonaba era tranquila, así que
terminé sonando como… bueno, yo. Su boca se arqueó brevemente en las
187
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Bien, ¿qué es esto? —dije cuando no pude aguantar más el silencio. Pienso
que duré aproximadamente treinta segundos.
—¿Qué es qué?
—Ok, ¿así que yo soy la que se supone que tengo que olvidar todo lo que
dijiste sobre el año pasado? Quiero decir, tu admitiste que...
—¿Todo lo que dije? ¿Por qué incluso escucharías a un chico que usa a las
chicas para olvidar el vacío que siente?
—Yo no pienso que tú seas ese tipo de chico, ¿vale? Yo sólo… —Tomé una
respiración profunda. Era extraño, pero realmente no estaba acostumbrada a
hablar con nadie. Realmente hablar, quiero decir—. ¿Qué sucedió el año
pasado? Además de las cosas que ambos ya conocemos, quiero decir. Dijiste
que algo sucedió antes de empezar las clases...
—Mi padre —dijo finalmente—. Me entere que el hombre que nos había
dejado a mi madre y a mí cuando yo tenía seis años y que jamás se había
tomado la molestia de enviar dinero o incluso llamar, estaba viviendo en
Alaska con una mujer que quizás sea cinco años mayor que yo, y que ellos
habían tenido un niño. Él estaba tan orgulloso de su nuevo hijo que había
hecho una jodida página Web dedicada a él y entonces tuvo el descaro de
localizar el email de mi madre y enviarle un link para hacerle saber que él
había organizado su vida, y si, hey, ¿no estaba ella feliz por él y su nueva
familia?
—Oh.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Sí, y yo... Mira, eso me hizo sentir mal. No estoy diciendo que esto sea
como una excusa por lo del año pasado porque... Bien, esto suena a algo que
él diría o que me imagino que él diría. Pero realmente apestaba que mi padre
finalmente apareciera en un puto e-mail acerca de su nueva familia, y que ni
siquiera dijera que lo sentía, o incluso preguntara... —Se interrumpió,
sacudiendo la cabeza—. No importa
Yo podría adivinar lo que él no había dicho. —Ni siquiera preguntó por ti.
—Ni una sola pregunta. Ni siquiera un ―dile Hola a Will‖. Es como si se olvidó
de que existo, y el año pasado yo fui a la página Web y vi sus fotos y su
nueva familia y ni siquiera lo odio, ¿sabes? Yo quiero decir, bueno, lo hice,
pero más que eso, quería saber por qué nos dejó en primer lugar.
—¿Sí?
—Sí.
Y ahora sabía que había alguien más que entendía lo que era despertar una
mañana y darse cuenta que no le importabas a alguien. Es extraño que, de
toda la gente, fuera Will.
—No lo sé. En cierto modo siento que una conversación casual sobre las
preferencias de pizza y salsa no va a funcionar ahora.
—Qué graciosa —dijo él—. Quiero decir que nunca hice todo el asunto de las
citas y eso...
—Como sabías que las cosas iban a terminarse de todos modos, ¿por qué
pretender que funcione cuando no lo hace?
Él rió. —No, Yo pensaba que tú, no sé, gritarías un poco más o algo.
—Pero tienes razón —le dije—. Las cosas en verdad se terminan. Quiero
decir, este año perdí a mi mejor amiga, a pesar que resultó ser sólo por un
rato, y luego mi padre renunció a su trabajo y ahora...
—¿Qué quieres decir con por qué? Ella es mi mayor amiga. ¿Tú odiarías a
Sam si él parara de hablar contigo?
—¿Si Sam no hablara conmigo? Creo que sería un sueño hecho realidad para
nosotros dos —Murmuró.
—¿De verdad?
—Sí, Señorito Yo Creo Que Puedo Leer la Mente Pero No Puedo, lo que iba a
decir era… ¿no son vuestras madres amigas también?
190
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
a la escuela para echar una mano con algún brunch* porque la mamá de Sam
no puede ser molestada para hacer cualquier trabajo real.
Tenía el presentimiento que ese día fue cuando escuché a una de las
Jennifers especulando que él se había saltado las clases porque tuvo
problemas con una chica.
—Así que, ¿tú estás cabreado con Sam por culpa de su madre?
—Eso apesta.
—Sí. Ahora Sam me usa como tapadera cuando quiere zafarse de Anna y… —
Él se interrumpió.
—Ella tiene miedo de que si ella dice algo, él la dejará. ¡Eh! ¿Cómo es que me
preguntaste por qué estaba hablando con Anna otra vez?
—Yo no…
Nosotros acabamos por salir del parking de la pizzería para coger unos tacos
y comerlos en el parque. Aprendí que a Will no le gustaba el guacamole (―Es
verde y pegajoso… ¿cómo es posible que sea una comida?‖). También supe
que su madre, antes de empezar con el catering, fue secretaria del padre se
Sam (―Probablemente sea otra razón por lo que el padre de Sam sea como un
culo en todo. Mi madre no está cerca para hacer todo su trabajo nunca más‖)
—Gracias por sonar tan sorprendida. ¿Tú trabajas para ayudar a tu padre,
verdad? ¿Es tan difícil de creer que yo esté trabajando para ayudar a mi
madre?
—Yo siempre pensé que eras un idiota, pero no lo eres. No todo el tiempo, de
todos modos —le dije, dándole codazos—. Tú... tú me sorprendiste.
Me obligué a ignorar su sonrisa, pero era difícil. —¿Y qué quieres decir con
que solías decir cosas para que te mirase? ¿Fuiste mi dolor de culo
apropósito?
—Oh, por favor. Para ti y para mí, era coqueteo. Además, era la única manera
de hacerte hablarme.
193
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Él se inclinó y puso una mano a cada lado de mi cara y luego movió su boca
tan cerca de la mía que casi se besaban. —No creo que seas idiota —dijo y
luego me besó de nuevo.
—Entonces, ¿qué crees que soy? —le dije cuando nos separamos.
—No soy terca ni mandona. —¡Él piensa que soy hermosa! ¡YO!
—Tienes una risa agradable también —dijo, y luego me besó de nuevo. Esta
vez no nos separamos hasta que su teléfono sonó.
Voy a seguir haciendo esto hasta que llames y digas que vas camino a casa.
Mamá.
—Ella es algo psicótica sobre estas cosas —dijo—. Antes de que mi padre se
fuera, ella estaba trabajando para obtener su título en literatura. Tengo que
ocultar todos mis trabajos de literatura de ella. Oye, ¿esa es tu abuela?
—Así que, ¿la próxima vez debo presentarme con mis radiografías dentales?
194
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—La regla de los diez segundos sigue vigente, ya sabes, así ahora tenemos
otra cita —dijo.
—¿En serio?
—Si quieres —dijo, mirándome con tanta intensidad que no tenía más
remedio que darle otro beso.
Y se lo dí.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 32
Traducido por Dani
Corregido por Ellie
Así que, libre de discutir dónde había estado y con quién, me fui a la cama.
Estaba más que feliz, porque quería pensar sobre Will y todo lo que había
sucedido esta noche por siempre. Especialmente esos últimos minutos en el
coche. Habían sido maravillosos. Toda la tarde lo había sido...
Me dormí feliz, con la promesa de ver a Will otra vez mañana quemando
dentro de mí.
—Papá...
Sus voces desaparecieron cuando los dos se dirigieron hacia la sala de estar.
Me levanté, me puse algo de ropa, y cautelosamente abrí mi puerta. Mirando
196
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Chicos, ¿qué está pasando? —dijo Todd, y él sonaba más asustado que
antes.
—Eso no fue lo que dije —dijo mamá cuando aparecí. Ella y papá estaban de
pie en lados opuestos de la habitación, papá por el pasillo que conducía a la
puerta principal y mamá por el sofá, una mano sobre la perilla de la puerta
de vidrio que daba a nuestro patio trasero. La abuela estaba sentada en el
sillón, y Todd estaba en medio de la habitación, mirando hacia delante y
hacia atrás.
—Te pedí que tomaras una decisión —continuó mamá, su voz estaba
temblando ahora—. La tomaste, y esa decisión no me acomoda, entonces
pienso que es lo mejor si nos... si vivimos separados por un tiempo.
—¿Desde cuándo? —dijo papá—. Nunca dudaste de mí antes. Pero ahora —él
miró fijamente a la abuela—, ¿repentinamente decidiste que las cosas no
están funcionando? Sé que tu madre te dio dinero, Sharon, pero no le debes...
197
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No puedo creer que estés diciendo eso —dijo Papá—. No es... nada de esto
eso justo. Si sólo hubieras... ¿por qué no puedes...?
—¡Maldita sea! ¡No he arruinado nada! —dijo Papá, y todos nos congelamos.
Verlo molesto era un millón de veces peor que todas sus sonrisas falsas,
porque era demasiado claro que se estaba desmoronando—. Mira —dijo,
mirando a mamá, su voz era más suave ahora, suplicante—. Tengo todo
calculado. Alquilaremos la casa como te dije, todo lo que necesita es un poco
de trabajo, y ahorraremos tanto como podamos. Después de unos meses de
eso, además de la paga del lugar del café de Todd y del dinero que tu madre
te dio, seremos capaces de mudarnos a algún lugar agradable. Y luego, una
vez que el negocio repunte, tendremos lo suficiente para subsistir a base de
eso y podemos usar la paga de Todd para ayudar a pagar nuestra deuda.
—He sacrificado demasiado por ti, Steve —dijo mamá—. Tengo un segundo
trabajo. Estiré el dinero tanto como pude mientras tú seguías gastándolo, y
no voy a vivir en una casa en ruinas y dejar que nuestro hijo pague nuestras
deudas. No está bien. Merecemos algo mejor.
—Sólo creo que si todos nos echamos una mano los unos a los otros un poco
más...
198
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No para siempre. Sólo hasta que arreglemos las cosas. Es por la familia,
Todd. Tu madre y yo hicimos todo lo que pudimos para enviarte a la
universidad y ahora...
—No lo teníamos...
Papá le dio a mamá una mirada dolida, y la abuela se sentó más derecha, sus
ojos pasaban rápidamente desde Todd a mamá.
—Mira, me siento mal de que tengan problemas —dijo Todd—, pero, Papá,
tomé el trabajo en el lugar del café para ahorrar lo suficiente para mudarme.
No para... no para mantenerlos. —Tragó—. Quiero decir... quiero ayudar,
¿está bien? Pero no quiero mantenerlos.
—Me voy a trabajar ahora —le dijo a ella—. Llámame si necesitas algo.
—Todd —dijo papá, pero Todd sólo negó con la cabeza y se fue.
—No, pero... necesito que madures —dijo mamá—. Y espero que ese tiempo
solo te ayude...
—¿Madurar? —dijo papá—. Esa no eres tú, Sharon. Sé que no. Suenas como tu
madre.
Mamá se estremeció. —No estoy diciendo que tengas que dejar tu negocio de
Perfect You, Steve. Puedes seguir haciéndolo medio tiempo. Simplemente...
necesito que consigas un trabajo. Uno de verdad.
199
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Por supuesto que me haces feliz. Siempre ha sido tú y yo, ¿no ha sido así?
Y sé que los dos, juntos, podemos hacer cualquier cosa. Las cosas cambiaran,
Sharon. Sólo confía en eso. Confía en mí.
—No puedo —susurró mamá, y papá se echó para atrás, como si ella lo
hubiera golpeado.
—¿Por qué haces esto? —Dijo, girándose hacia la abuela—. ¿Por qué tenías
que arruinar las cosas?
—Para —dije, y luego lo dije otra vez, más fuerte, gritando, y mamá, papá y la
abuela me miraron fijamente, como si ellos nunca me hubieran visto antes.
No creo que se hubieran dado cuenta de que yo estaba ahí.
—Mira —dijo papá a la abuela—. Mira lo que le has hecho a Kate. Cariño, ve
al coche y nos iremos al centro comercial en un minuto.
—Paren ustedes dos —dijo mamá, mirando a papá y a la abuela—. Kate, por
favor ve a tu habitación e iré a hablar contigo en un rato, ¿está bien?
Capítulo 33
Traducido por Virtxu
Corregido por Mafe
DDe algún modo, quería que alguien viniera detrás de mí y me dijera que
todo estaría bien, o por lo menos tan bien como puede estarlo cuando tus
padres se están separando, pero nadie lo hizo. Me detuve al final de nuestra
calle por un segundo, esperando, pero no había nadie más alrededor, y la
puerta de entrada a nuestra casa estaba cerrada.
Además, estaba bastante segura de que todo lo que le quería decir no era el
tipo de cosas que le cuentas a alguien después de haber tenido sólo una cita.
Todavía tenía ganas de llamarlo, sin embargo. Pero ¿cómo iba incluso a
iniciar la conversación? ―Oye, lo pasamos muy bien anoche, y por cierto, me
levanté esta mañana y mi madre le pidió a mi padre que se fuera. ¿Cómo
estás?‖
No, no podía llamarlo. Por lo menos no con eso como mi línea de apertura.
Pero... Podría preguntarle a Anna qué hacer. Podría decirle todas las cosas
terribles que acababan de suceder. Después de todo, nos volvíamos a hablar
de nuevo.
201
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No quiero.
—Has dicho que la última vez fue demasiado, ¿pero recuerdas cómo se
presentó ella aquí, totalmente furiosa porque no la habías llamado?
—Estoy donde Anna. ¿Qué es... está todo bien con mamá y papá?
—Me alegro de que llamaras para hacernos saber dónde te encuentras —dijo,
y su voz era más suave ahora, calmada—. Tu padre ya ha salido a trabajar,
202
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Tengo que irme ahora, querida. Tu madre está muy disgustada. Por favor,
ven a casa antes de que anochezca, y llama si necesitas transporte.
—Yo... bueno, sí, cariño, ella está llorando. —Su voz fue más tenue en ese
momento, como si se hubiera alejado del teléfono—. Sharon, cariño mío, ella
podía oírte, y no voy a mentirle. ¿Qué? Mi vida, no tienes que hacer esto
ahora... —Su voz volvió a la línea firme y clara—. Kate, tengo que irme. No te
olvides de llamar si necesitas transporte.
Anna lo cogió de mi mano y me pasó una pinta de helado, abierto con una
cuchara ya plantada en el interior. Lo tomé y me senté en el sofá de forma
automática, el lugar donde habíamos hablado siempre de nuestros
problemas más grandes, los que no queríamos que su madre oyera.
Sus ojos se ampliaron cuando le dije sobre papá gritando. —No puedo
imaginarlo —dijo.
—Lo sé. Lo escuché, y no estoy segura de creer que ocurrió. Pero lo hizo.
—¿Crees que tal vez tu madre se encuentra muy enojada y que más tarde
ella... aguante? —dijo, y se puso de pie, silenciosamente pronunciando
―mamá‖ hacia mí.
—Nada.
—No puedo —dijo ella, mirándome—. Sentarme alrededor a comer helado era
mi problema antes, ¿recuerdas?
—Perdí todo ese peso —dijo lentamente—. Y tengo a Sam. Y voy a ir a Nueva
York con Diane. Siempre quise mudarme a Nueva York.
—No es realmente una sorpresa, supongo. Sabía que algo iba a pasar cuando
me enteré de toda esa cosa de la vitamina. Sólo que me imaginé que sería
algo así como que ibais a perder la casa, ¿sabes?
204
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Yo no lo hice.
—Oh, sólo estoy bromeando —dijo, empujándome, y sabía que debía decirle
que tenía razón, que había perdido la casa también, pero no pude. Se sentía...
se sentía como si ella no viera la pérdida que eso era.
—No se siente que vaya a estar. Se siente como que todo se está cayendo a
pedazos. —Dejé escapar un aliento que no había sabido que había estado
sosteniendo. Le conté cómo de perdida me sentía. Podría contarle el resto
ahora y ella lo entendería. Sabía que lo haría.
—De acuerdo —dije despacio—. Pero este año ha sido realmente malo. Me
refiero, en primer lugar no me hablas durante meses, y luego mi padre
renuncia a su trabajo. Además, mamá trae a la abuela con nosotros...
—Lo hice una vez, quizá dos veces, y quizá esto tendría que ver con que
había cambiado mucho y que mi mamá estaba molesta porque yo había
estado fuera durante mucho tiempo y yo... yo sólo estaba tratando de hacerle
frente, ¿sabes?
—Pero te veías feliz y tú... dijiste que hablaríamos pronto y entonces era
como si nunca me hubieras conocido en lo absoluto, además hiciste cosas
como reírte de mí cuando Diane habló de mi padre.
—No —replicó ella, frotándose los ojos, y después suspiró—. Estoy siendo
una perra total, ¿no? Sólo estoy cansada y anoche Sam coqueteó con algunas
205
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Creo... Creo que ese tipo, Sam, es un gilipollas —dije—. Quiero decir, sé que
lo amas, pero te trata tan mal...
—No lo entiendes —dijo Anna—. Sé que estás tratando de ser agradable, pero
simplemente... no lo entiendes.
—¿Eres feliz con él? —Mi garganta se sintió apretada por las lágrimas y algo
más, algo que se sentía como rabia.
—Él es Sam.
—Podría serlo —dijo ella—. Es sólo... que puedo sentir a la chica gorda que
solía ser siguiéndome, ¿sabes? Me gustaría poder deshacerme de ella.
—Pero lo haces.
Ella negó con la cabeza. —No quiero hablar de esto. ¿Qué hiciste anoche?
—Yo... fui a una cita. —Demasiado para mí que no sé nada de chicos, pensé, y
miré su rostro, sin saber cuál sería su reacción
—¡Kate! —Me agarró las manos, sonriendo—. ¿Por qué estábamos hablando
de mí? ¡Cuéntamelo todo! ¿Qué te pusiste?
Esta era la Anna que conocía. Le devolví la sonrisa. —Unos jeans azules y mi
camisa.
206
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Al parque.
—No para eso —dije, y reí mientras ella se aguantaba la risa—. ¡De verdad!
Sólo hablamos, te lo prometo. Will y yo hablamos por horas, en realidad.
Bueno, y comimos tacos. Y nos besamos un poco.
—¿Will?
Asentí con la cabeza. —Sé que solía decir que era un imbécil, y sé que el año
pasado él...
—No es sólo el año pasado, Kate. Este año he escuchado tantas cosas...
—¿Al igual que todo el mundo sabe cómo de perfectos y felices sois tú y
Sam?
—No te enfades. Es que Will es realmente agradable, y creo que tal vez...
—Sé lo que es una cita, lo creas o no. Salimos, Anna, y hablamos. Realmente
hablamos, y me gusta. Incluso iba a llamarle y decirle lo de mamá y papá esta
mañana, pero...
—Está bien, tienes que parar. No voy a discutir sobre la cosa de la cita
contigo nunca más, pero prométeme que no harás eso.
207
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Por qué?
—Porque no vas por ahí hablando con chicos como Will o Sam, cosas como
esa, nunca. Ellos no saben qué hacer y les hace actuar raro y luego ellos te
plantan por estar de mal humor o lo que sea que quieran decir. ¿Crees que
Sam lo sabe todo sobre mi madre? Los chicos no pueden manejar cosas
difíciles.
—¿Así que ahora Sam y Will se encuentran en la misma categoría? Eso es una
sorpresa, quiero decir, que con Will podría ser terrible y todo. Y sólo porque
Sam no te eche una mano... —Me callé cuando los ojos de Anna se redujeron.
Nos miramos la una a la otra por un momento, y luego su teléfono sonó.
Pero lo hizo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 34
Traducido por polysantanna
Corregido por Ellie
Y enfadada.
—No, yo no estoy haciendo nada —la escuché decir—. ¡Por supuesto que
quiero que vengas! ¿Ya no lo hemos hablado? Síp, tan pronto como puedas.
¿Qué? No, tú lucías grandiosa la noche pasada. Esos jeans son increíbles.
Desearía tener un par.
Ella debe de estar hablando con Diane, y aún cuando he escuchado a Anna
burlándose de lo obsesiva que era Diane, sonaba como si Diane fuera su
mejor amiga. Y también sonaba como…
—Lo siento —ella dijo, volviendo al salón—. Tengo algunas cosas que
necesito hacer así que…
—Así que quieres que me vaya de aquí antes que venga Diane y me vea.
—¿Piensas que quiero escucharte hablando con Diane? —Dije—. Oh, Diane,
¡eso suena grandioso! ¡Oh, luces increíble! ¡Estoy totalmente de acuerdo con
todo lo que dices porque yo no pienso por mi misma!
209
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Wow —Dijo Anna, cruzando sus brazos sobre el pecho—. Gracias por venir
y burlarte de mí. Deseo que todos mis amigos sean tan buenos como tú.
—Pero tú… tú no estás actuando como la Anna que yo conozco. Has hablado
con Diane exactamente como decías que las personas solían hablarle a ella…
y como tú nunca lo harías. ¿Recuerdas? Tú dijiste que ellos eran estúpidos, y
que tú nunca querías ser como ellos.
—Era una cosa cuando tú eras como yo —dije tranquilamente—. Así que cada
vez que dijiste que la popularidad era una broma, y que tú nunca quisiste ser
como Diane o, peor, ser su amiga, ¿no lo decías en serio?
Anna me miró. —Lo dije en serio. Odiaba el instituto, odiaba a las personas
como Diane, odiaba la idea de la popularidad. Pero yo… yo también lo quería.
Yo quería ser alguien. Dije que no, que no importaba, pero nunca lo creí. En
realidad. No.
—Yo lo hice.
—Síp, pero esto no es acerca de ti. Nadie te llamaba ―trasero gordo‖ o ―carga
ancha‖ o se reían cuando entrabas a algún aula. Las personas iban a tus
fiestas de cumpleaños y tú tienes una casa, un hogar normal para ir cada día.
Yo tengo que ir a casa y cuidar de las personas que se suponen que deben
cuidarme a mí. Has ido de compras conmigo a todas las tiendas de chicas
gordas, pero tú nunca has tenido que comprar esas ropas, y cuando salimos
a comprar, nadie te mira cuando sacudes tu cabeza disgustada por esperar la
comida. ¿Por que querría yo ser esa chica otra vez?
—Pero yo… —Hice una pausa, sorprendida por lo enojada que ella estaba—.
Parecías siempre tan feliz. Tan segura de ti misma.
—¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Ser la chica gorda que siente lastima de si
misma? Ya he visto como eso tiene a mi madre.
210
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Pero yo no…
—¿Qué, cómo era mi aspecto? Bien, eso es noble por tu parte, pero a mí sí —
dijo Anna—. Mira, tengo que estar lista para cuando venga Diane, así que…
—¿Así que es eso? ¿Tengo que irme porque Diane quiere venir a pasar el
rato? ¿Me echas de un lado porque no te dije lo que querías escuchar antes
del último verano, y porque tú piensas que no tenías ningún valor antes de
perder peso?
Asentí con la cabeza, aun cuando las cosas no estaban bien para mí. Pero ella
acababa de decir que contaba conmigo, me recordé a mí misma. Eso significa
mucho.
¿Verdad?
—Si Sam me bota y Diane deja de hablarme y me vuelvo gorda otra vez, tú
aun serás mi amiga, ¿verdad? —dijo ella.
Empecé a caminar hacia casa. Sin mirar hacia delante o con lo que podría
encontrarme, por lo fui capaz de alejarme un poco. Estaba contenta de que
aún podía contar con Anna.
Anna, quien no había pedido que viniera o incluso que fuera por el trabajo
cuando estaba en el centro comercial después de aquella vez. Anna, que
nunca llama a menos que llame yo primero. Anna, quien no me quiere
alrededor de su nueva vida y amigos. Anna, quien parece odiar todo acerca
211
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Anna, quien nunca dirá que lo siente por todo lo que ha pasado. Por cómo
nuestra amistad terminó anteriormente, por olvidarme. Por nada.
Ella estaba sentada afuera cuando llegué, acostada en una de las 2 sillas de
jardín que ella había creado. Me acordé de cuando las obtuvo. Fue justo
cuando ella había cumplido los once años, y que había hablado con su mamá
para comprarlas para su fiesta de cumpleaños. Ella había invitado a todos en
nuestra clase, pero solamente aparecí yo. Pero al final la pasamos bien,
porque la mamá de Anna nos dejó comer todos los bizcochos que había
comprado y luego nos sentamos en las sillas, agitando bengalas, Anna y yo
escribimos nuestros nombres en el aire viendo las letras en llamas para luego
desaparecer.
Diane levantó la vista, sonriendo, y agitó la mano hacia el coche. Ella me vio y
su sonrisa se desvaneció por un momento, luego afilando al tipo de sonrisa
que te hace doler el estómago. Vi como ella se volvió a Anna, diciéndole algo.
Me miró. Sonreí y la saludé con la mano, y dije: —Sólo caminaba por aquí —
porque yo no la quería avergonzar ante Diane.
Ella no dijo nada, ni siquiera saludó con la mano. Me miró y luego se volvió a
Diane, y señaló algo en la revista.
—¿Anna? —dije.
212
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Pero ello no lo hizo, y allí parada, recordé algo más del décimo-onceavo
cumpleaños de Anna. Ella había llorado. Había llorado porque ninguna de
esas chicas de las que todos querían ser amigos había ido, luego se secó los
ojos y dijo que los odiaba, antes de sollozar: ―¿Por qué no me quieren?‖
Ella siempre quiso estar donde está ahora. No vi cuándo y por cuánto tiempo.
No había visto lo infeliz que era. No lo había visto.
Ella no iba a mirarme. Ella no iba a hablarme. Ella puede haber dicho que aun
quería que yo fuera su amiga, y tal vez lo había dicho en serio, pero
realmente no quería ser la mía.
No pensé que ella fuera a decir algo cuando me volví para irme, y no lo hizo.
Y eso era. Nuestra amistad había terminado.
Quería saber por qué ella no me necesitaba. Por qué yo era tan fácil de
olvidar.
213
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 35
Traducido por Virtxu
Corregido por Kanon ♪♫♪
Fui a casa y cogí la foto que solía tener en la parte posterior de la puerta de
mi escritorio y la rompí en pedazos minúsculos. Tomé el mono de peluche de
mi armario y lo tiré contra la pared. Cayó inerte en el suelo, mirándome con
su estúpida sonrisa cosida.
Lo cogí y tiré de sus brazos, tan fuerte como pude, y cuando estos se
separaron y me quedé sosteniéndolos, y el mono cayó al suelo, sin dejar de
sonreírme, entonces me puse a llorar.
Lloré porque Anna no quería ser mi amiga. Lloré por todas las veces que no
lo había hecho cuando la necesité, por todos los momentos en los que
esperaba que las cosas cambiarían y no lo hacían. Lloré porque pensé que
quizá lo habían hecho y estaba equivocada.
Lloré porque a pesar de que odiaba a Anna ella ya no me querría más, por
reírse de mí, por no preocuparse por todos los recuerdos que significaban
mucho para mí, yo habría dado cualquier cosa porque ella llamara y dijera
que lo sentía.
214
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Y cuando no pude llorar más, cuando mis ojos estaban doloridos y me dolía
la cabeza, cogí el mono. Me dije a mí misma que lo tiraría, para olvidar que
Anna me lo había dado y que lo amaba.
Todo había terminado. Anna. Mamá y papá. Nuestra casa, nuestra familia.
Todo.
—¿Hola? —llamó, y me las arreglé para sentarme y decir—, estoy aquí —antes
de que hundirme de nuevo en mi cama, tirando de mi edredón para poder
meterme mejor dentro de él.
—Lo recuerdo —dijo mamá, mirando a la carpeta—. No sé por qué pensé que
eras Steve. El centro comercial ni siquiera ha cerrado todavía. Debo ir a
prepararme para cuando llegue a casa.
215
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Sé lo que piensas, madre. Quieres que decida dónde vivir en este momento
y así movernos allí mañana. Crees que eso es todo, pero no conoces a Steve
como yo. Él va a venir a casa y cuando él lo haga, vamos a hablar y todo irá
bien.
—Muy bien, querida —dijo la abuela, moviendo la mano—. Voy a poner los
papeles en el vestíbulo. ¿Por qué no vas a descansar un poco? Ha sido un día
largo.
—Pues bien, al menos acuéstate con un paño sobre los ojos durante unos
minutos porque estoy segura de que si Steve llega a casa, desearas que él te
vea lo mejor posible.
—En primer lugar, él volverá a casa, y segundo, Steve no es como tú, mamá.
Él se preocuparía de que haya estado llorando en vez de tratar de hacerme
cubrirlo.
La abuela tomó una respiración profunda, con los puños cerrados apretados
alrededor de la carpeta que estaba sosteniendo. —¿Lo haría? Porque por lo
que he visto, ha demostrado una singular falta de interés cuando le has dicho
que necesitaba reflexionar sobre sus acciones.
Mamá negó con la cabeza. —Es tan fácil para ti juzgar, ¿no? Pero no tienes ni
idea de cómo funciona mi matrimonio. Steve no es como papá. Siempre pone
a nuestra familia en primer lugar. Él siempre me respeta.
—Oh, Sharon, espero que lo haga —dijo la abuela, mirando hacia el techo y
parpadeando duramente, como si estuviera tratando de contener las
lágrimas—. No tienes idea de lo mucho que quiero eso para ti.
Me miró de nuevo. —Kate, cariño, ¿podemos hablar de los que pasó después?
Tengo que estar lista para tu padre.
La abuela se quedó mirando la carpeta que aún sostenía. —Tu madre cree
que lo hará.
—¿No es así?
—Creo… creo que estoy enfadada con tu padre, y vamos a dejarlo así.
—¿Qué?
—Puedes arreglar esto —dije otra vez, sentándome cuando la idea se apoderó
de mí—. Puedes comprar la casa o dar el dinero a mamá y papá. O las dos
cosas. Entonces no tendríamos que mudarnos y mamá y papá no tendrían
que preocuparse tanto por las cosas. Todo se arreglaría.
—No puedo.
—Para siempre —le dije—. Nos quedaríamos en la casa y papá y mamá serían
felices de nuevo. Las cosas volverían a la normalidad.
—Se necesita más trabajo que dinero para hacerlo —dijo la abuela,
poniéndose de pie—. Y Kate, ¿sabes qué? No puedo hacerlo. Lo sé mejor que
nadie.
Todd lo hizo, sin embargo. Una hora después de que el centro comercial
cerrara, yo estaba en la sala, esperando a papá y haciendo caso omiso a la
abuela, que estaba sentada en el sillón reclinable, cuando oí la puerta abrirse.
Corrí hacia fuera para saludar a papá, pero sólo vi Todd, de pie justo en la
puerta de entrada hojeando la carpeta que la abuela había dejado allí.
Todd negó con la cabeza. —Solo vine para hacerte saber que me voy a mudar.
Hay una chica en el trabajo que me va a alquilar su casa hasta que encuentre
un lugar para mí. Tengo que agarrar un par de cosas y luego me pondré en
marcha, ¿de acuerdo?
—Tienes que decirle a tu padre acerca de esto —dijo mamá—. Cuando llegue
a casa, hablaremos sobre eso.
—Nunca quise dejarle —dijo mamá—. Quería que él se diera cuenta que
Perfect You no puede ser su principal prioridad en este momento.
—Pero el centro comercial cerrará por un tiempo, así que si él viene a casa,
¿no debería…?
—Todd —dijo la abuela, con voz aguda—, ¿por qué no me hablas de tu día?
218
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Café, café y más café. Oh, y Kate, vi a Ana esta tarde. ¿Qué pasa con ella?
Todd negó con la cabeza. —No. Ella actuaba, como si no me conociera, lo cual
fue extraño, y luego ella pareció un poco asustada cuando me presenté a su
caliente amiga, Diane. ¿Tiene ella dieciocho años? Dijo que los tenía, pero…
Esta se había ido ahora. Anna no había dicho nada. Ella no iba a decir nada.
No se sentía mal, no me extrañaba, no quería volver a ser mi amiga otra vez.
—Diane no era tan bonita, en realidad —dijo él—. Los humos del café llegan a
mí a veces, ya lo sabes.
Le sonreí. No era muy malo para ser un hermano, especialmente uno que se
estaba mudando.
—Él no va a volver, ¿verdad? —dijo Mamá, e hizo ese ruido otra vez, como un
sollozo, pero más profundo, más roto.
Lo hice, y así los tres nos sentamos en el sofá. Nos sentamos allí por mucho
tiempo, mamá mirando la puerta, esperando, su expresión era tan triste que
me dieron ganas de llorar de nuevo.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—No puedo creer que papá no regrese a casa —dijo Todd, cuando hubo
terminado, dejando caer el plato en el fregadero—. ¿Por qué no puede ver lo
estúpidas que son las vitaminas? ¿Cómo ha podido él escogerlas por encima
de mamá?
—Tal vez sólo necesita tiempo para pensar. Todo ha cambiado mucho…
Todd soltó un bufido. —¿Cómo si no hubiera sabido lo que iba a pasar? Por
favor. Papá no es estúpido, Kate.
—Bueno, ¿y ahora qué hacemos? —sabía que Todd tenía razón. Papá no
volvería a casa. Había hecho la elección que mamá le había pedido, y no la
había elegido a ella. No nos eligió.
—¿Qué?
—Lo sé —dijo—. Esto... está hecho. La casa se ha ido. Y creo que mamá quiere
decírnoslo, o nos lo debería decir, y tenemos que irnos de aquí y conseguir
que ella lo haga para que pueda salir de eso, ¿sabes? Creo que eso haría las
cosas más fáciles para ella.
—Quieres decir que ella se vaya de aquí para que así tú puedas irte de aquí.
Tal vez lo estaba. ¿Pero este año no me había enseñado que lo peor siempre
era lo que pasaba?
—Está bien —le dije—. Nos vamos de aquí y… —tomé una respiración
profunda—. ¿Realmente crees que esto va a ayudar?
220
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Creo que cualquier cosa que pudiéramos hacer para que ella dejara de
mirar la puerta de entrada sería bueno —dijo Todd—. Y mira, sobre lo de
antes…
Me di cuenta, con gran sorpresa, que la abuela se había mudado al sofá y que
tenía un brazo sobre los hombros de mamá. Y que mamá no estaba tratando
de alejarse.
Mamá negó con la cabeza. —¿Me dejarías el número donde te vas a quedar?
—Claro que sí. ¿Pero qué pasa aquí, mamá? ¿Alguna novedad de la casa?
—Bueno, iba a esperar hasta que Steve llegara a casa, pero ahora… —dijo
mamá y luego se interrumpió, aclarándose la garganta y parpadeando
difícilmente.
—La casa ha sido vendida —dijo mamá—. Una familia con tres niños
pequeños la compró, y están muy emocionados acerca de que nosotros nos
mudemos —hizo una pausa y me miró—. Vamos a estar saliendo en
aproximadamente un mes. Tal vez menos. Tu abuela y yo miramos unos
apartamentos hoy y tal vez un poco más tarde en esta semana, tú y yo
podríamos ir a verlos.
—Puedo llevar a Kate a mirarlos si eso ayuda —dijo Todd, tirando de ella en
un abrazo. Actuaba tan compasivo y noble que quería pegarle.
Mamá negó con la cabeza, sonriendo por primera vez en toda la noche, y la
abuela dijo: —Todd, cariño, que dulce de tu parte el ofrecerte —miró a
mamá—. Ves, te dije que los niños entenderían.
Vi lo que era mi vida. Pero ¿por qué tenía que ser así? ¿Qué había en mí que
fuera tan terrible?
—¿Qué? —le dije a la abuela, secándome las lágrimas—. ¿No estoy autorizada
a estar triste por esto? ¿Debo salir y hacer volteretas en su lugar? Mi vida
está totalmente en ruinas.
—Vamos, Sharon —dijo la abuela, juntando las manos de mamá entre las
suyas y ayudándola a levantarse como si estuviera demasiado débil o triste
para ponerse en pie por su cuenta—. Todd, puedes irte, y vamos a dejar a
Kate sola por un tiempo. Eso es todo, querida, apóyate en mí.
222
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 36
Traducido por polysantanna
Corregido por Ellie
-B
—Bien hecho —dijo Todd después que la abuela dejó que mamá regresara
a su dormitorio.
—Sé que ella está angustiada —dije—, pero sólo no entiendo por qué es tan
terrible que yo también esté triste. Quiero decir, tengo la peor vida jamás
existente.
Él sacudió su cabeza. —A pesar de que tú creas que nadie más sufre como lo
haces tú, mamá está herida, Kate. Quiero decir, realmente herida. ¿Piensas
que tu vida es horrible? Intenta y piensa cómo es para ella. Sólo así tal vez lo
sepas. Yo no estoy emocionado que por haberme enviado a la universidad les
haya hecho perder la casa, o que yo tenga veintitrés años, con un título
universitario, y que sólo pueda obtener un trabajo como vendedor de café.
223
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—¿Hola?
—Hola, Kate.
Era papá, no Will. La decepción me golpeó tan fuertemente que tuve que
apoyarme en la pared.
—Hola, papá.
—Demonios, sí —dijo Todd—. Ese burro dijo que no puede pasar a recogerte
mañana después del instituto y que tú no necesitas volver al trabajo porque
él no quiere ser una ―carga‖ para ti. Y juro que había pretendido ser el chico
con el que saliste anoche así podría hablar contigo sin ―trastornar‖ a mamá.
Qué mentiroso. Él sólo está haciendo todo lo que puede para evitarla.
Evitarnos a nosotros. —Me dio una sonrisa, pero era forzada—. Hey, al menos
ya no tienes que trabajar en el centro comercial, ¿no?
—Me voy yendo —dijo Todd. Revolvió su bolsillo y retiró un trozo de papel
con un número de teléfono escrito—. Aquí es donde estaré. Llámame si pasa
cualquier cosa o si necesitas algo, ¿vale?
224
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Adiós, perdedor.
—Sí, se fue. Aquí está su número de teléfono. —Le entregué el trozo de papel
a ella.
—Cogeré el bus.
—No. En realidad pretendió ser alguien más para hablar conmigo, supongo
porque habrá pensado que quien fuera que contestara, tal vez le gritara.
Miré hacia ella, estaba recta, su expresión era imposible de leer. —No
funcionó, después de todo. Todd cogió el teléfono tan pronto cuando dije
―papa‖ y le gritó, y después le colgó.
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Pensé que ella diría ―Bien‖, pero en lugar de ello, ella presionó las puntas de
sus dedos contra su rostro, igual que mamá hacía siempre que hablaba con la
abuela por teléfono.
—No, cariño —dijo ella—. Estoy triste. Quiero que tu madre sea feliz y, a
pesar de mis reservas, ella parecía serlo… y ahora… bueno, ahora ella no es
para nada feliz. Y con esta mudanza que se viene… será bastante difícil para
ella. Gracias a Dios que he descubierto que me gusta bastante la compra de
pisos. Hemos visto uno hoy que tenía una terraza que sería perfecta para
sentarse al aire libre en un set que he visto en una revista de decoración de
casas que compré la semana pasada. Ya sabes, ¿la de Inglaterra?
226
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
—Oh, cierto. Le llamé, abuela. Qué gran idea —Fingí coger el teléfono—. Hola,
Will, no te he visto hoy, y me estaba preguntado si lo has notado. Soy
totalmente patética.
Ella hizo como si no hubiera escuchado casi nada de lo que había dicho. —
¿Por qué no le has llamado?
—Cariño, voy a decirte algo importante —dijo ella—. Las cosas acaban. Las
personas se van. ¿Y sabes qué? La vida continúa. Además, si las cosas malas
no pasaran, ¿cómo serías capaz de sentir las buenas?
—Bien, ellos sólo han cambiado. ¿Pero dónde están las buenas cosas que has
mencionado? Porque yo estoy aquí sentada intentando pensar en algo… lo
que sea… y no puedo. De hecho, pienso que si la vida puede llegar a ser peor,
lo hace.
—Así que, ¿me estás diciendo que no importa lo que sea, no puedes ser feliz?
Bien, cariño, no es de extrañar que seas miserable. Es lo que tú quieres.
—No se supone que lo haga —me dice—. Esa parte depende de ti.
227
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Ella se paró, mirando hacia el pasillo. —Voy a ver cómo está tu madre. Piensa
en lo que te he dicho, ¿está bien, cariño?
¿Intentar ser feliz? Por favor. ¿No es eso lo que he intentado hacer desde el
desastre de los primeros días de clases?
No.
No, no he intentado ser feliz. Yo había pensado qué es lo que había sucedido
con Anna, preocupada por lo que yo podría haber hecho diferente, deseando
que las cosas volvieran a ser como eran antes.
No he intentado ser feliz por papá y el cambio que él había hecho. Nunca he
pensado que yo encontraría alguna felicidad en su obsesión con Perfect You
o que eso hubiera costado nuestra familia.
Era gracioso darme cuenta cómo esa estúpida cabina y esas estúpidas
vitaminas Perfect You me habían ayudado a conocer a Will. Me han ayudado
a darme cuenta lo mucho que le gustaba. Había incluso superado los nervios
de confrontarlo y había terminado saliendo con él.
228
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Pero sólo lo hice luego que Todd me había dicho que básicamente intentara
vivir, dejando que las personas supieran quién era yo, y me di cuenta que la
abuela había dicho algo similar, me instó a ir detrás de lo que yo deseaba.
Me salí del capullo de frazadas y miré hacia el teléfono. Intentar ser feliz
sonaba muy bien, pero la tentativa de felicidad de mi padre no ha salido muy
bien ni para él ni para nadie más. E intentarlo con Anna tampoco ha dado
resultado.
Pero eso es lo que sucede, es lo que dijo la abuela. Las cosas terminan, las
personas se van, y la vida continúa. Se necesita las cosas malas para sentir
las buenas.
Cogí el teléfono. Lo colgué. Esto era muy difícil. ¿Qué si he leído demasiado
la noche pasada? ¿Y si Will no desea hablarme?
El Fin
229
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Capítulo 37
Traducido por vamp29
Corregido por Ellie
Yo nunca lo hago.
Will y yo hemos estado saliendo durante seis meses. Sigue siendo el tipo de
hombre que se acercaba a mí después de la clase y decía: ―¿Qué pasó allí?
Perdí el interés tan pronto como el maestro empezó a hablar‖, pero es
también el tipo de persona que decidirá que, ya que es miércoles, tenemos
que ir a comer tacos y luego salir al parque y ver la puesta de sol.
Él me hace feliz.
Pero las cosas cambian. Las cosas que pasan. ¿Y sabes qué? La vida continúa.
De hecho, eso es lo que es la vida. ¿Quién habría pensado que la abuela
tendría razón sobre cualquier cosa, y mucho menos sobre algo tan
importante?
Así que no puedo decir que este es el final, o incluso un final, porque no lo
es. Es sólo la vida, y ¿sabes qué? Yo voy a hacer mi mejor esfuerzo para
tratar de vivirla realmente.
El Comienzo
231
PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Elizabeth Scott
Parecía como una pesadilla, en realidad no era tan malo. En una escuela
secundaria tan pequeña como en la que yo asistí, era casi un hecho que si
tenia algunas clases, tendría a mis padres como profesores, por lo que en
realidad no fue un choque cuando los vi aparecen en mi horario de clases.
Además, cuando estaba en clase, que me trataban como si fuera cualquier
otro estudiante. De hecho, mi madre me hizo abandonar mi asiento porque
hablé demasiado!. Todavía no la he perdonado por ello. (Si lees esto, mamá,
sólo estoy bromeando, lo juro!)
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
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PERFECT YOU ELIZABETH SCOTT
Sigue en
Purple Rose
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