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LA TEORÍA DE EVOLUCIÓN POR SELECCIÓN

NATURAL COMO PREMISA DE LA


INVESTIGACIÓN ECOLÓGICA
LUIS MARONE, FERNANDO MILESI,
RAFAEL GONZÁLEZ DEL SOLAR, EDUARDO T. MEZQUIDA,
JAVIER LOPEZ DE CASENAVE y VÍCTOR CUETO

a teoría de evolución por do al de la TESN (Peters, 1991). En lo su densidad a un ritmo geométrico, (2)
selección natural (TESN) que sigue analizaremos el estatus episte- pero como los recursos son limitantes,
es un sistema hipotético- mológico de la TESN cuando se articula (3) el ambiente impone una presión se-
deductivo que integra a las ciencias bio- con hipótesis y datos de la ecología. Con lectiva que da lugar a una lucha por la
lógicas y les aporta racionalidad (Laudan, ese objetivo, centraremos nuestra re- existencia. (4) Los organismos muestran
1977). Articulada con hipótesis y datos flexión en el papel de la selección natural variabilidad fenotípica en caracteres que
propios de cada subdisciplina, actúa co- como mecanismo promotor de adaptacio- son relevantes para dicha lucha, por lo
mo premisa para generar deductivamente nes (o sea, microevolución) pero no de que dentro de las poblaciones (5) hay
enunciados que suelen constituir el punto especiación (o sea, macroevolución), aun mortalidad no aleatoria –o diferencial–
de partida de la investigación biológica. cuando pensamos que adaptación y espe- con respecto a esos caracteres (esto es,
En el contexto de esta tradición científica ciación pueden ser, en muchos casos, re- ocurre selección natural). Como (6) al
se inserta la tarea de muchos ecólogos, sultados de un mismo proceso. menos parte de la variabilidad fenotípica
que registran e interpretan evidencia de es heredable, luego (7) el cambio evoluti-
adaptación en organismos o de conver- La Teoría de Evolución por vo resulta cuando procrean los sobrevi-
gencia de patrones en comunidades natu- Selección Natural vientes de (5), es decir, cuando ocurre
rales (los cuales se suponen derivados del descendencia con modificación (adaptado
proceso de adaptación en la escala indivi- La selección natural es a partir de Naylor y Handford, 1985).
dual). un mecanismo cuya ocurrencia depende Grant (1986) describe un
Metodológicamente, la de un conjunto de sucesos independientes ejemplo de ese proceso cuando sugiere
TESN es una fuente de inspiración, pero en la naturaleza. El argumento deductivo que el aumento del tamaño medio del
también un marco conceptual que fija o que describe el proceso fue propuesto pico que él y sus colegas registraron en
limita los alcances de la investigación originalmente por Charles Darwin (1859) la población de Geospiza fortis, ave
ecológica, por lo que buena parte del des- y puede formularse como sigue: (1) las granívora de la Isla Daphne Major del ar-
tino de la ecología como ciencia está ata- poblaciones naturales pueden incrementar chipiélago de las Galápagos, constituyó

PALABRAS CLAVE / Evolución / Selección Natural / Epistemología / Ecología /


Recibido: 20/09/2001. Modificado: 31/01/2002. Aceptado: 18/02/2002

Luis Marone. Licenciado en Ecología, Universidad Nacional de la Plata. Doctor en Ciencias


Biológicas, Universidad Nacional de San Luis. Investigador de Carrera, CONICET. Director, Grupo de Investigación en
Ecología de Comunidades de Desierto (Ecodes), IADIZA. Dirección: IADIZA, Casilla de Correo 507, 5500 Mendoza, Argen-
tina. e-mail: lmarone@lanet.com.ar.
Fernando A. Milesi. Licenciado en Ciencias Biológicas y Estudiante Doctoral, Universidad
de Buenos Aires (UBA).
Rafael González del Solar. Biólogo y Estudiante Doctoral, Universidad Nacional de Córdo-
ba. Profesor de Epistemología y Metodología de la Investigación Científica, Universidad de Congreso, Mendoza, Argentina.
Eduardo Tomás Mezquida. Doctor en Biología, Universidad Autónoma de Madrid.
Javier Lopez de Casenave. Licenciado y Doctor en Ciencias Biológicas, UBA. Docente e In-
vestigador, Departamento de Ciencias Biológicas, UBA.
Víctor R. Cueto. Licenciado y Doctor en Ciencias Biológicas, UBA. Investigador, Departa-
mento de Ciencias Biológicas, UBA.
Todos los autores son miembros del Grupo de Investigación en Ecología de Comunidades
de Desierto (Ecodes), IADIZA, y FCEyN, UBA.

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una respuesta adaptativa a la disminución consistente con resultados tan dispares incorpora a la TESN entre sus premisas.
de la disponibilidad de semillas relativa- como descendencia con modificación, es- En otras palabras, pasa a ser uno de tan-
mente pequeñas en la isla después de una tabilidad (o sea, descendencia sin modifi- tos supuestos que los ecólogos afirman,
sequía severa. El argumento del cual se cación) o extinción (Peters, 1991). conscientemente o no, al hacer investiga-
infiere esta hipótesis indica, en primer lu- Estas objeciones llevaron ción, especialmente durante la puesta a
gar, que la disponibilidad de semillas se a Peters (1976) a proponer que la TESN prueba de sus hipótesis. Los ecólogos co-
hizo limitante por causa de la sequía e no es sino una “tautología”, definida nocen la importancia de este supuesto en
impuso una fuerza selectiva que provocó como un constructo sobre cuyo grado de particular. Por ejemplo, para Quenette y
cierta lucha por la existencia en una po- verdad no se decide, en última instancia, Gerard (1993) la TESN es “el principio
blación de aves que ya contaba con va- a través del análisis empírico. Los alcan- de inteligibilidad de toda la biología”, y
riabilidad en el carácter ‘tamaño del ces del problema pueden ilustrarse usan- para Wolff (2000) “la teoría darwiniana
pico’. Hubo así mortalidad diferencial por do un ejemplo clásico. El cambio de co- es el paradigma central y unificador de
inanición (selección natural), muriendo lores sufrido por las poblaciones de la todas las ciencias biológicas”.
más aves con picos pequeños que con pi- polilla Biston betularia después de que la Aunque la objeción de
cos grandes porque las últimas contaban contaminación industrial redujera la co- que la TESN es irrefutable ha recibido
con lo que, a la postre, fue un carácter bertura de líquenes en los árboles de los mucha atención en ámbitos evolutivos y
adecuado a las nuevas condiciones am- alrededores de Londres es consistente con filosóficos (por ejemplo Brady, 1979;
bientales (esto es, una adaptación). Estas la TESN y puede tomarse como eviden- Williams, 1981; Ruse, 1982), los ecólo-
aves eran capaces de alimentarse de las cia a su favor (o sea, como evidencia de gos no suelen reflexionar explícitamente
semillas más grandes y duras, aún dispo- adaptación). Sin embargo, dice Peters sobre las consecuencias que esa crítica
nibles en el ambiente cuando las semillas (1991), si el color de la polilla no hubie- puede tener para sus investigaciones. Sin
pequeñas ya se habían hecho muy esca- ra sufrido las famosas y publicitadas mo- embargo, la reflexión se hace imprescin-
sas. Como el tamaño del pico es un ca- dificaciones, seguramente nadie hubiese dible y, para llevarla a cabo, es necesario
rácter heredable, la descendencia con mo- estado dispuesto a considerar refutada a distinguir los distintos tipos de supuestos
dificación aumentó la proporción de indi- la TESN. El punto conflictivo es que, que enmarcan la actividad científica.
viduos con picos grandes en la población para que una teoría pueda ser considerada Cuando hacemos investi-
(Grant, 1986). científica, su alcance (o su poder explica- gación los científicos adherimos de mane-
Hay muchos otros ejem- tivo) no debería aumentar más allá de ra inevitable, tácita o explícitamente, a nu-
plos de descendencia con modificación en cierto límite: no se puede pretender que merosos supuestos (Bunge, 1998; Llambí,
la naturaleza (Endler, 1986), aunque no una teoría se adecue a todas las situacio- 1998). Un conjunto importante de ellos
puede decirse que constituyan una mues- nes posibles so pena de transformarla en son supuestos filosóficos (también llama-
tra al azar de todos los caracteres, orga- irrefutable. En especial, es deseable que dos “metafísicos” por empiristas lógicos
nismos y ambientes que deberían anali- una misma teoría científica no cobije en y racionalistas críticos), de los cuales la
zarse para otorgar un apoyo inductivo su seno hipótesis contrarias (por ejemplo, epistemología enseña –para disgusto de
convincente a la premisa de selección na- contradictorias) y que no sea compatible quienes son poco propensos a la reflexión
tural (Gould, 1983). con pruebas empíricas contrarias (Bunge, filosófica– que no pueden validarse com-
1985). pletamente usando medios racionales y
Algunas Críticas al Como puede verse, la empíricos (Bunge, 1997, especialmente el
Programa Adaptacionista crítica de Peters (1991) no se limita a in- Capítulo XI). Así, por caso, no se puede
dicar que la TESN incluye entre sus pre- verificar experimentalmente que el mundo
A pesar de su saludable misas el conocido razonamiento circular externo sea real e inteligible o que sea
apariencia, el estatus científico de la La evolución es la supervivencia de los posible alcanzar algunas verdades objeti-
TESN ha sido criticado tanto en ámbitos más aptos; y los más aptos son los que vas (aunque sí es posible argumentar
biológicos (por ejemplo Peters, 1976; sobreviven (Haldane, 1935; Brady, 1979; acerca de la conveniencia de adoptarlos
1991, Gould y Lewontin, 1979) como fi- Sober, 1984; Naylor y Handford, 1985; debido a sus consecuencias; véase por
losóficos (por ejemplo Brady, 1979). Brandon, 1990). Tampoco afirma que sus ejemplo Popper, 1945). Estos supuestos
Algunas de esas críticas hipótesis constituyentes, como las de va- filosóficos son axiomas que se afirman,
están relacionadas con la conocida obje- riabilidad, heredabilidad o selección no se pero que generalmente no se revisan, du-
ción de Karl Popper (1972; 1974a) acerca puedan poner a prueba de manera indivi- rante el proceso de investigación científi-
de que es imposible concebir datos que dual. La objeción es más amplia y seve- ca.
pongan en serios aprietos a la TESN, ra: debido a que la TESN no excluye de Otro conjunto de supues-
porque cualquier resultado empírico pue- su poder explicativo ningún caso posible, tos, más terrenales, son los supuestos cien-
de ser reinterpretado ad hoc para termi- la evidencia empírica no parece poder tíficos. Estos, a diferencia de lo que ocurre
nar siendo consistente con la misma. Aun afectar seriamente su grado de verdad. con los supuestos filosóficos, pueden ser
cuando se acepta que formula algunas Así, la TESN es irrefutable y, por consi- puestos a prueba, en principio y trabajosa-
predicciones, se objeta que la teoría no guiente, algunos filósofos no la conside- mente, con la ayuda de la razón y la expe-
suele ser considerada refutada cuando ran suficientemente científica (Popper, riencia. Son hipótesis presupuestas, como
esas predicciones no coinciden con las 1972; 1974a). aquellas propias del marco teórico (por
observaciones. En otras palabras, a pesar ejemplo, para el ecólogo evolutivo, ciertos
de los aparentes requisitos de variabili- Supuestos Filosóficos y enunciados de la TESN como los de va-
dad, heredabilidad y selección presentes Supuestos Científicos en la Ecología riabilidad fenotípica, heredabilidad, se-
en sus premisas, la TESN acepta versio- lección natural o adaptación), hipótesis
nes contrarias de los mismos (por ejem- Como puede verse en auxiliares (por ejemplo, enunciados pro-
plo, poblaciones genéticamente idénticas, los ejemplos citados, la limitación meto- piamente biológicos tales como los que
caracteres no heredables, falta de selec- dológica de la TESN se traslada a la in- afirman que las poblaciones naturales
ción de determinado carácter), haciéndose vestigación ecológica, porque esta última tienen la potencialidad de crecer “geo-

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métricamente” o que sus re- deado los patrones de selec-
cursos son finitos, u otros ción del hábitat de nidifica-
más metodológicos, como el ción de las aves. Luego de va-
caso de los supuestos que rios años de estudiar el desti-
subyacen a las técnicas em- no de las nidadas naturales
pleadas), y datos preexisten- (Mezquida, 2000) encontramos
tes que se afirman a modo de que el éxito reproductivo de
hipótesis (por caso, que du- las aves granívoras en Ñacu-
rante una sequía disminuyó ñán era menor que el 10%, y
la abundancia de semillas pe- que la depredación explicaba
queñas). el fracaso de la mayoría de
El conjunto de esas nidadas (Mezquida y Ma-
ambos tipos de supuestos con- rone, 2001). Postulamos, por
forma un sistema de enunciados tanto, que la depredación es
que enmarca la puesta a prueba una fuerza selectiva importante
de cualquier hipótesis o teoría y que moldea la selección de si-
que se afirma junto con ella Figura 1. Esquema de las relaciones entre la hipótesis específica y tios donde nidificar. Registra-
para obtener por deducción una los supuestos científicos (periferia) durante la puesta a prueba de mos evidencia de que las aves
consecuencia observable (pre- hipótesis. Las flechas finas indican una relación deductiva. Los seleccionaban efectivamente si-
dicción) cuya correspondencia orígenes de las flechas están en las premisas de esas relaciones, tios específicos de nidificación,
con la realidad se va a evaluar en tanto que las puntas indican la consecuencia deductiva (por tanto en la escala de planta,
(Figura 1). Apropósito, Bunge ejemplo, la “consecuencia observable”). La flecha gruesa simboli- como de microhábitat y de me-
parece haber sido uno de los za la instancia empírica. Los enunciados de la teoría de evolución sohábitat. Sin embargo, los re-
primeros metacientíficos en ad- por selección natural forman parte del “marco teórico” durante la sultados indicaron que los si-
vertir el papel de estos presu- puesta a prueba de muchas hipótesis ecológicas. tios seleccionados no fueron
puestos en la puesta a prueba de aquellos que sufrían menor
teorías científicas (véase Scheurer, 1979). En tros propios datos con el fin de aumentar depredación. En la escala de planta, in-
ese sistema, los supuestos científicos deben nuestro compromiso con las respuestas a cluso, algunos pies vegetales muy selec-
hallarse, al menos en principio, tan sujetos a las cuales arribemos. Queremos evitar así cionados como el chañar, Geoffroea de-
revisión y refutación como la propia hipóte- la tentación de criticar a la TESN desde corticans, sufrían niveles máximos de de-
sis que se pone a prueba. un punto de vista puramente epistemoló- predación (Mezquida, 2000).
Por ello, los enunciados gico, olvidando el contacto que a diario De la misma manera, la
de la TESN deberían ser vulnerables a mantenemos con ella como ecólogos. distribución espacial del alimento podría
los resultados ecológicos adversos. Du- Durante la última década haber moldeado patrones de selección de
rante el proceso de investigación, los ecó- hemos llevado a cabo estudios sobre la sitios de alimentación por las aves gra-
logos deberíamos estar dispuestos a revi- ecología reproductiva y alimentaria de nívoras, ya que en Ñacuñán, como en
sar el grado de verdad tanto de los enun- seis especies de aves granívoras (Figura otros desiertos, la distribución de las se-
ciados derivados de la teoría ecológica 2) que habitan la Reserva de Biósfera de millas en el banco de suelo es muy hete-
específica como de la TESN, porque es- Ñacuñán, en la porción central del desier- rogénea en la escala de microhábitat (por
tos últimos forman parte del marco teóri- to del Monte en Argentina. Un objetivo ejemplo, en el invierno de 1998 hubo
co de la primera. De lo contrario, estaría- de esos estudios fue identificar potencia- unas 1000-1500 semillas de gramíneas
mos tratando a la TESN como un supues-
to filosófico, un axioma no completamen-
te justificable por los medios habituales
de la ciencia.
Ahora bien, ¿revisamos
frecuentemente el estatus de los enuncia-
dos de la TESN durante la indagación
ecológica? ¿Concebimos que durante ese Figura 2. Los seis emberizinos granívoros estudiados en Ñacuñán. Todos están dibujados
proceso pueden aparecer pruebas al me- en la misma escala. Las especies son Poospiza torquata (TOR), Poospiza ornata (ORN),
nos potencialmente refutatorias de la pro- Phrygilus carbonarius (PHR), Zonotrichia capensis (ZON), Saltatricula multicolor (SAL) y
pia TESN? Diuca diuca (DIU).

Investigación Ecológica
en el Desierto del Monte les presiones selectivas impuestas por el por m2 en suelo desnudo y bajo árboles,
ambiente que pudieran ser responsables pero alrededor de 7000 semillas de gra-
Como ejercicio, tratare- de moldear determinados caracteres com- míneas por m2 debajo de los arbustos al-
mos de responder esas preguntas utilizan- portamentales o morfológicos de las aves. tos y las gramíneas; L. Marone, datos no
do algunos resultados de nuestro progra- Si hallábamos evidencia de esas presio- publicados). Postulamos, entonces, que
ma de investigación en ecología de comu- nes, adhiriendo al supuesto de uniformis- esa distribución espacial del recurso actúa
nidades de desierto. Aunque el número y mo (o sea, que en el pasado actuaron como fuerza selectiva, por lo que esperá-
variedad de enfoques de nuestros estudios fuerzas selectivas semejantes a las actua- bamos un uso no aleatorio de los micro-
no proveen de manera alguna una mues- les), postularíamos hipótesis verosímiles sitios por parte de las aves. Sin embargo,
tra adecuada para decidir sobre el grado sobre respuestas adaptativas de las aves. el resultado de un experimento de oferta
de verdad de la TESN (Gould, 1983), Nos preguntamos si la de semillas realizado en el campo sugiere
emprendemos esta reflexión usando nues- depredación de nidadas podría haber mol- que el uso de los micrositios de alimenta-

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que su criterio de demarcación es, ante
todo, una propuesta metodológica cuya
aplicación requiere cierta flexibilidad (por
ejemplo, ver Popper, 1974b). Además y
más importante aún, la historia de la cien-
cia muestra ejemplos de teorías parcial-
mente refutadas a las que se considera no
sólo científicas, sino parcialmente verdade-
ras (por ejemplo, la mecánica newtoniana).
A la vez, hay teorías refutables, o al me-
nos parcialmente refutables, que no pare-
cen reunir las condiciones mínimas para
ser consideradas científicas (por caso, la
doctrina que afirma la influencia de los as-
tros sobre las acciones cotidianas de los
seres humanos). En consecuencia, la adop-
ción de la refutabilidad como criterio úni-
co de buena ciencia no está justificada
desde el punto de vista metodológico
Figura 3. Chingolo (Zonotrichia capensis) alimentándose en un área sin cobertura vegetal (Lakatos, 1974; Bunge, 1998).
ni mantillo donde, en promedio, hay menos semillas en el suelo desnudo que en los sitios Por ello, en la práctica,
ubicados bajo árboles y arbustos. el criterio de refutabilidad se distiende
cuando se acepta como legítima la posibi-
lidad de modificar las hipótesis propias
ción no sigue el patrón esperado: todos En resumen, postulamos de la “periferia” de una teoría ante la al-
los tipos de micrositio fueron utilizados tres posibles fuerzas selectivas (alta depre- ternativa de descartarla (Figura 1). De allí
e, incluso, los sitios sin cobertura y con dación de nidadas, distribución heterogé- que Lakatos (1974) utilizase el nombre
suelo desnudo (Figura 3), que poseen me- nea de semillas en el suelo, variabilidad de “cinturón de seguridad” para el con-
nos semillas a lo largo de todo el año, en el tamaño de las semillas) y las medi- junto de hipótesis presupuestas por toda
fueron más usados que lo esperado por mos en la naturaleza. Las fuerzas fueron hipótesis o teoría científica que se pone a
azar (F. Milesi, datos no publicados). importantes, por lo que usamos la TESN y prueba empíricamente. Esta expresión, sin
Finalmente, nos pregun- algunos datos ecológicos como premisas embargo, no es demasiado recomendable,
tamos si ciertas características del recurso para deducir un conjunto de predicciones debido a que parece sugerir que su “fun-
alimentario (semillas) podían estar asocia- pasibles de ser puestas a prueba (o sea, ción” es la de “proteger” a las hipótesis
das a algunas características morfológicas predicciones sobre adaptaciones). Más allá específicas, cuando en realidad se trata de
de las aves. En Ñacuñán, el tamaño de las de toda duda que resulte razonable en re- un elemento inevitable de la puesta a
semillas consumidas por las aves varía en lación con lo que sabemos hoy, no encon- prueba. En ese contexto, la TESN (en
más de un orden de magnitud (0,06 a tramos las adaptaciones esperadas. Vol- tanto hard core o núcleo del programa
0,70mg) (Marone et al., 1998). Dado que viendo al ejercicio propuesto, nos pregun- adaptacionista) no pierde cientificidad al
el pico es el primer “filtro” del tipo de tamos si estábamos dispuestos, a la luz de hacerse inmune a la refutación cuando un
alimento que las aves pueden ingerir, pos- esos resultados desfavorables para la inter- ecólogo rechaza una historia adaptativa
tulamos que la variación en el tamaño de pretación adaptacionista, a abandonar la (por ejemplo, que se seleccionan aquellos
semillas disponibles actúa como fuerza se- TESN como fuente de inteligibilidad del sitios de nidificación sujetos a menor de-
lectiva, moldeando las dimensiones del programa de investigación. La respuesta predación) y la reemplaza por otra del
pico de las aves (Figura 2). De ser así, es- fue negativa. Continuamos pensando que mismo tipo (por caso, que se seleccionan
perábamos una relación positiva y signifi- la TESN es una herramienta útil y una aquellos sitios donde es más fácil cons-
cativa entre las dimensiones del pico y el premisa importante de nuestros razona- truir nidos) en lugar de acudir a otro tipo
tamaño de las semillas consumidas. Eva- mientos ecológicos. Alguien podría decir, de explicación (por ejemplo, una no
luamos esta hipótesis comparando el peso con cierta razón, que semejante obstina- adaptativa), como reclamaban Gould y
de las semillas en la dieta y las medidas ción no es propia del método científico Lewontin (1979) en su artículo clásico
del pico tanto en el nivel específico como (Gould y Lewontin, 1979). Pero hay bue- sobre las limitaciones del programa adap-
en el individual, pero en ningún caso en- nas razones para justificar, aunque segura- tacionista. Pero el argumento contra el re-
contramos la relación esperada (Lopez de mente no en forma completa, esta actitud futacionismo tal como lo plantea Lakatos
Casenave, 2001). Debido a que la dieta de conservadora. Veamos algunas de ellas. (1974) no resuelve el problema porque
las aves en el campo puede reflejar la ac- lleva a una regresión al infinito (Peters,
ción de otro tipo de restricciones distintas Limitaciones de la Refutabilidad 1991). Más aún, la moderna filosofía de
a las impuestas por el tamaño del alimento como Criterio de Cientificidad la ciencia provee mejores razones para no
(por ejemplo, la disponibilidad diferencial aceptar que la refutabilidad sea un crite-
de las semillas), evaluamos también aque- En primer lugar, el de rio único o universal de buena ciencia y,
lla relación estudiando las preferencias de refutabilidad es un criterio de cientificidad a la vez, reclama un papel más importan-
las aves por las semillas en condiciones o demarcación que no todos están dispues- te para la verificación del que algunos fi-
controladas, en el laboratorio. Tampoco tos a adoptar sin oponer razonables obje- lósofos están dispuestos a aceptar.
encontramos una asociación positiva entre ciones (por ejemplo Lakatos, 1974; Bunge, En esta línea se inscribe
el tamaño del pico y el peso promedio de 1998). El mismo Popper hizo hincapié, en la propuesta de Mario Bunge (1985;
las semillas preferidas (Cueto, Marone y escritos posteriores a La Lógica de la In- 1998), quien afirma que la confirmabili-
Lopez de Casenave, datos no publicados). vestigación Científica (Popper, 1935), en dad, si bien no es suficiente, es necesaria

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para que una teoría pueda ser considerada nuestras actitudes como científicos en la pótesis sobre adaptaciones serían igual-
científica. Para este autor, la TESN es un vida diaria [véase en Sokal y Bricmont mente plausibles y, por lo tanto, la capa-
sistema de teorías y no una teoría propia- (1999) una reflexión acerca del papel que cidad predictiva de la TESN sería míni-
mente dicha y, en la medida en que estos tiene el sentido común en la conforma- ma. Pero las mutaciones no ocurren
sistemas son más generales y profundos, ción del conocimiento humano fiable]. aleatoriamente en el genoma, sino que al-
se hace más difícil ponerlos a prueba in Podemos preguntarnos, por ejemplo, si en gunas regiones (los hotspots) son más
toto. Por ello, sólo pueden validarse empí- la práctica científica se considera a la ca- propensas a mutar que otras (Li, 1997).
ricamente de modo indirecto, a través de pacidad predictiva y la refutabilidad Este escenario invita a desarrollar progra-
la puesta a prueba de sus teorías compo- como requisitos importantes para evaluar mas de investigación con el objeto de en-
nentes. Como consecuencia, un sistema de manuscritos, tesis doctorales y proyectos contrar nuevas leyes (probabilísticas) so-
teorías es confirmable pero no refutable de investigación. Si la respuesta fuera ne- bre adaptaciones, las cuales podrían au-
(Mahner y Bunge, 1997). Bunge (1998) gativa, el dilema quedaría resuelto. Sin mentar la capacidad predictiva de la
intenta hacer justicia a las complejidades embargo, nuestra impresión es que casi TESN.
de la contrastación de este tipo de teoría siempre se exige que esos trabajos inclu- No sólo es correcto epis-
proponiendo, no un único criterio episte- yan predicciones claras y precisas, y que temológicamente concebir a la TESN co-
mológico de cientificidad, sino un conjun- esas predicciones sean refutables. Si esta- mo un supuesto científico (y no filosófico)
to de ellos, entre los que destaca la con- mos en lo cierto, parece apropiado pre- sino que también puede ser muy benefi-
sistencia externa (o sea, el grado de acuer- guntarse por qué exigimos ciertos cáno- cioso para la investigación ecológica. Se-
do de cualquier enunciado con el resto del nes de cientificidad en la escala ecológica gún esta perspectiva, la TESN es un siste-
conocimiento científico). La puesta a prue- que suspendemos (¿acríticamente?) cuan- ma de enunciados sujetos permanentemen-
ba de teorías se transforma así en un ejer- do se trata de la TESN. te a revisión, inciertos y provisorios –aun-
cicio a la vez empírico y racional (Bunge, Una parte de la respues- que racional y empíricamente verosímiles–
1998). ta ya fue dada al analizar las razones por como cualquier hipótesis científica (Gon-
Pero hay aún otro argu- las cuales el requisito de refutabilidad pa- zález del Solar y Marone, 2001). Esa ma-
mento contra la refutabilidad como criterio rece no ser suficiente para caracterizar a nera de interpretarla nos permite a los
único de cientificidad. La exigencia de la buena ciencia. La TESN no es capaz ecólogos continuar usando la TESN para
refutabilidad deja a la ciencia sin la posi- de predecir cambios o adaptaciones espe- motorizar nuestra investigación mientras
bilidad de tratar los eventos accidentales cíficas porque depende no sólo de leyes seguimos intentando mejorarla o modifi-
(contingencia histórica) y aleatorios pro- biológicas sino también de accidentes carla. Corolario: la ecología (¡afortunada-
pios de ciertos procesos naturales, puesto históricos. Ese estado de cosas no socava mente!) todavía necesita ser pensada y cri-
que estos sucesos son descriptos por enun- el estatus científico de la TESN (Mahner ticada por biólogos y biofilósofos; y esto
ciados existenciales y probabilísticos. Y la y Bunge, 1997). Sin embargo, nuestra incluye a sus supuestos más establecidos.
ecología evolutiva debe estudiar un mundo impresión es que tal respuesta no debe
con contingencia y variabilidad (Ricklefs y tomarse como una invitación al confor- AGRADECIMIENTOS
Schluter, 1993). El racionalismo crítico no mismo. No puede ser una excusa para
parece estar preparado metodológicamente cruzarse de brazos ante la baja capacidad Este trabajo fue presenta-
para dar cuenta de los eventos accidentales predictiva actual de la teoría. No debe do originalmente en una mesa redonda so-
porque éstos limitan la capacidad predicti- usarse como argumento para transformar bre “Adaptación y Optimización en Ecolo-
va de las teorías. Esta doctrina tampoco la ciencia evolutiva en un relato de histo- gía”, durante la Primera Reunión Bina-
parece ser capaz de manejar eficientemen- rias poco probables. Por el contrario, esa cional (Chile-Argentina) de Ecología, San
te la variabilidad de la naturaleza debido a respuesta es una invitación enfática a pro- Carlos de Bariloche, abril de 2001. Los
que las hipótesis ecológicas se ponen a fundizar la investigación en biología evo- autores agradecen a Mariana Lozada, Ana
prueba frecuentemente usando el muestreo lutiva. A buscar las leyes biológicas que Ladio y Marcelo Aizen por su invitación.
y la inferencia estadística, técnicas aún puedan permanecer desconocidas y a Mario Bunge y un revisor anónimo apor-
inductivas que tornan irrefutables a las hi- seguir intentando mejorar la capacidad taron valiosas sugerencias. CONICET y
pótesis según los cánones del hipotético- predictiva de la teoría. FONCYT (Pict BID 01-03187), Argentina,
deductivismo popperiano (Popper, 1972). Un camino promisorio financiaron en los últimos años. Contribu-
Aunque la filosofía de la para conseguir esos objetivos es el que ción Nº 17 del Grupo de Investigación en
ciencia sigue apreciando la capacidad propone la investigación interdisciplinaria Ecología de Comunidades de Desierto
predictiva y la refutabilidad como caracte- mediante la integración de ecólogos y (Ecodes) del IADIZA y la FCEyN (UBA).
rísticas deseables de las teorías científicas otros biólogos evolutivos (en particular,
(Bunge, 1985), también enseña que la genetistas y biólogos moleculares) en
ciencia es más que predicción y refuta- programas de investigación comunes. En REFERENCIAS
ción. ¿Habrá que saludar entonces al envi- ellos se podría revisar, por ejemplo, algu-
diable estatus científico del supuesto de nos enunciados un tanto vagos de la Brady RH (1979) Natural selection and the crite-
selección natural, a la par que abandonar TESN, como el que indica que las muta- ria by which a theory is judged. Sys. Zool.
el requisito de refutabilidad como indica- ciones ocurren al azar. La interpretación 28: 600-621.
dor de buena ciencia y la predicción teóri- más adecuada de esta afirmación es sim- Brandon RN (1990) Adaptation and environment.
Princeton University Press. Princeton. 226 pp.
camente controlada como objetivo impor- plemente que las mutaciones no ocurren
tante de la misma? porque vayan a ser beneficiosas para el Bunge M (1985) Teoría y Realidad. Ariel. Barce-
lona. 303 pp.
individuo portador, si no que suceden in-
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y no como Axioma Metafísico 1984). Sin embargo, la expresión al azar
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puede interpretarse erróneamente como From explanation to justification (Vol. 2).
Para profundizar el aná- que las mutaciones son sucesos equipro- Revised edition. Transaction Publishers. New
lisis parece imprescindible recurrir a bables. Si esto fuera cierto, todas las hi- Brunswick. 423 pp.

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