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(editor)
Garcés, Pablo Andrés (Editor)
Acciones Constitucionales: una aproximación a la eficacia
y efectividad de los derechos/ Pablo Andrés Garcés – Envigado:
Institución Universitaria de Envigado, 2014.
ISBN 978-958-58751-2-8
1. Acciones Constitucionales 2. Acción de Inconstitucionalidad 3.
Acción de tutela 4. Acciones populares 5. Acciones colectivas
I. Hoyos, Fernando & Moreno, Víctor. II. Roncancio, Henry &
Roncancio, Andrés Felipe III. Betancur, Guillermo IV. Tejada,
Sorany V. Peláez, Fernando VI. Rodriguez, John Jairo VII. Beltran,
Juan Carlos VIII. Betancourt, Alejandro
Titulo
Acciones Constitucionales: una aproximación
a la eficacia y efectividad de los derechos
© 2014 Institución Universitaria de Envigado
Cra. 27B No. 39 A sur 57, Envigado – Antioquia
ISBN 978-958-58751-2-8
Prólogo 15
Presentación 21
9
13.1 La reserva judicial para la privación de la libertad, una
regla general; o la flagrancia, una excepción a la regla 49
13.2 Actuaciones de los particulares y hábeas corpus 49
14. Conclusiones 50
10
Capítulo III. Hábeas Data
El hábeas data como derecho fundamental
o mecanismo de protección
11
2.3 Fundamento constitucional y legal de la competencia para
conocer de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad a
partir de la Constitución Política de 1991 187
2.4 Distribución de competencias al interior del Consejo de Estado 191
2.5 Imprecisión de la competencia residual del Consejo de Estado 193
2.6 ¿Sobre cuáles decretos puede pronunciarse el Consejo de
Estado al ejercer la competencia prevista en el numeral 2º del
artículo 237 constitucional? 196
2.7 Naturaleza de la acción de nulidad por inconstitucionalidad
y sus diferencias con la acción de simple nulidad 200
2.8 Trámite del proceso especial para la acción de nulidad por
inconstitucionalidad 203
2.9 Contenido y efectos de la sentencia 207
2.10 Distinción conceptual entre la inexequibilidad
y la inconstitucionalidad 210
3. Conclusiones 211
12
9.3 Impugnación del fallo 248
10. Transmutación en acción de tutela 248
13
Capítulo VIII. Pérdida de la investidura
La acción de pérdida de investidura
1. Introducción 319
2. Causales de pérdida de investidura 323
3. Procedimiento para el ejercicio de la pérdida de investidura 339
4. Conclusiones 342
Referencias 344
14
Prólogo
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prólogo
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prólogo
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Presentación
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Capítulo I
Introducción
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Capítulo I. hábeas corpus
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Capítulo I. hábeas corpus
normas- con la ley y con los hechos hace uso de una discrecionalidad
interpretativa que necesariamente delimita el sentido político de los
textos constitucionales. En este sentido la legislación y la decisión
judicial son ambas procesos de creación de derecho.
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9.1 Competencia
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14. Conclusiones
1. El Estado Social de Derecho tiene por objeto reivindicar por medio
sus normativas la salvaguarda de los bienes jurídicos predicables
de la sociedad y del Estado mismo, intereses sociales que por
pluralidad de razones pueden ser amenazados o conculcados
merced a una o varias conductas. Por consiguiente, si una persona
es quebrantada en su bien jurídico libertad individual, podrá
aducir a su favor el habeas corpus como medio para obtener el
amparo de tal derecho constitucional fundamental, dado que de
esta manera se allana el camino garantista y protector que se
pregona del Estado colombiano, frente a la alarma social que con
frecuencia se genera por la privación injusta de la libertad.
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Capítulo I. hábeas corpus
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en: http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2003/t-227-03.htm
Colombia. Congreso de la República (2009). Régimen Penal Colombiano.
Bogotá: Legis.
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Capítulo I. hábeas corpus
Notas al final
1 A este principio también se le ha denominado cláusula de favorabilidad en la interpretación de
los derechos humanos.
2 De la exégesis inteligible de los artículos 28 y 30 de la Constitución Política, se puede inferir la
necesidad de reserva legal y judicial para autorizar la privación de la libertad de las personas,
máxime si se considera que ella constituye un presupuesto insoslayable para el cabal ejercicio
de otras libertades y derechos constitucionales.
3 No es requisito el otorgamiento de poder o mandato alguno para instaurar la acción
constitucional del hábeas corpus.
4 La diligencia de entrevista con la persona privada de la libertad deberá adelantarse. No
obstante, cuando el juez decida no practicarla, deberá explicar en su providencia las razones
de tal determinación.
5 Las dos situaciones en comento son vastas y genéricas para precaver las disímiles actuaciones
provenientes de las autoridades públicas, cuando ellas impliquen la vulneración del derecho a
la libertad, como de aquellos derechos conexos defendibles mediante el hábeas corpus.
6 A partir del 1º de enero de 2005, las penas se aumentaron en virtud de la Ley 890 de 2004
artículo 14.
7 Recepción de testimonios, visitas al lugar de reclusión y entrevistas con la persona privada de
la libertad, así como también la realización de inspecciones judiciales y solicitud de informes
a las entidades y servidores que sean menester.
8 Es una postura garantista propia de los derechos humanos que tiene por objeto hacer defensables
las garantías fundamentales de las personas en el Estado Social de Derecho Colombiano.
9 Convención Americana sobre Derechos Humanos –Pacto de San José de Costa Rica-, aprobada
mediante la ley 16 de 1972, artículo 7º.
10 Se hace imperioso que los derechos constitucionales consagrados en la Carta Política deban
ser interpretados de conformidad con los tratados internacionales ratificados por Colombia en
virtud de su poder soberano.
11 En el Estado Social de Derecho Colombiano, el hecho de que el conjunto de normas
jurídicas que componen el bloque de constitucionalidad tengan jerarquía superior (preceptos
constitucionales), genera que estas se erijan como verdaderas fuentes del derecho, lo que
supone que los jueces en sus providencias y todos los asociados deban circunscribirse a sus
axiomas normativos.
12 El preámbulo de la Constitución Política, los principios, valores y reglas constitucionales
son obligatorios, esto es, de forzoso cumplimiento en el ordenamiento jurídico interno; las
normas jurídicas consagradas en el bloque de constitucionalidad también constituyen fuente
de derecho erga omnes.
13 Las disposiciones que constituyen el bloque de constitucionalidad pueden cumplir varios
fines como son: orientar las funciones del operador jurídico; servir de regla hermenéutica en
relación con las dubitaciones que puedan suscitarse al momento de su aplicación; integrar la
normatividad en el evento que no exista norma expresa aplicable a un asunto en concreto; y
restringir la aplicación de las normativas subordinadas a aquel.
14 En relación con la defensa y salvaguardia de los asociados al Estado colombiano, el artículo
86 de la Carta Política permite ejercer la acción de tutela en determinados casos, cuando se
presente vulneración o amenaza a sus derechos constitucionales fundamentales.
15 Las personas pueden ser detenidas en flagrancia o cuando acaezca un motivo previamente
definido en la ley, en cumplimiento de las formalidades establecidas en la misma y con ocasión
de orden escrita de funcionario judicial competente.
16 Es de anotar, que cuando acaecen situaciones en virtud de las cuales se debe tomar una
decisión inmediata en cuanto a la libertad de un sujeto de derecho, verbi gratia cuando éste
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
ha sido detenido de manera ilegal, el fallador debe proferir una pronta y garantista decisión.
En tal sentido, resulta ostensible el carácter breve, sumario, informal e inmediato de la acción
constitucional de hábeas corpus, la cual propende por salvaguardar la integralidad de los
derechos constitucionales; no sólo el de la libertad.
17 De conformidad con lo establecido en el Acto Legislativo 03 de 2002, la Fiscalía General
de la Nación está facultada de manera excepcional para realizar capturas sin orden judicial.
Esta potestad, no puede entenderse como el mantenimiento en cabeza de dicho organismo de
una competencia que ha de ostentar la autoridad judicial, para lo cual se han de cumplir los
presupuestos y requisitos definidos en la ley.
18 Los dos eventos traídos a colación son: a) Cuando la persona ha sido detenida con vulneración
de sus garantías de orden constitucional o legal; b) Cuando la detención se ha prolongado de
manera ilegal.
19 Los hechos punibles en que se puede incurrir de conformidad con el Código Penal, por la
vulneración del derecho a la libertad de las personas jurídicas individuales, son los que a
continuación se enuncian: Por parte de Particulares: Desaparición forzada artículo 165;
Secuestro simple artículo 168; Secuestro extorsivo artículo 169.
Por parte de Servidores Públicos: Privación ilegal de libertad artículo 174; Prolongación ilícita
de privación de la libertad artículo 175; Detención arbitraria especial artículo 176.
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Capitulo II. La Acción de Tutela
La acción de tutela
José Fernando Hoyos García*
Victor Julian Moreno Mosquera**
Introducción
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Capitulo II. La Acción de Tutela
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8. Tutela temeraria
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9. Conclusiones
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Referencias
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Colombia. Corte Constitucional (1992). Sentencia C –406. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (1992). Sentencia C-543. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional. (1992). Sentencia T-222 del 17 de Junio.
Magistrado Ponente Ciro Angarita Barón
Colombia. Corte Constitucional (1992). Sentencia T –406. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (1992). Sentencia T–403. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (1992). Sentencia T –412. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (1992). Sentencia T –415. Bogotá
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Notas al final
1 En cuanto al derecho se refiere, la práctica jurídica plantea grandes desafíos en la construcción
de profesionales competentes. La condición asertiva del ejercicio abogadil demanda el
fortalecimiento de aptitudes argumentativas e interpretativas acorde a los cambios propios de
las fuentes formales en Colombia. “El artículo 230 de la Constitución Política, matizado en su
interpretación por la sentencia C-836 de 2001 de la Corte Constitucional, permite afirmar que
el sistema de fuentes formales de derecho en Colombia es mixto. La ley y la Jurisprudencia
de las Altas Cortes son criterios obligatorios que deben observar jueces y ciudadanos en
el cumplimiento de los mandatos coercitivos del ordenamiento. La condición reciente de
esta lectura de fuentes formales, exige una mayor carga argumentativa para los abogados.
Entendiendo por argumentación la articulación de premisas suficientes que fundamenten
la adopción de una posición con criterio y lógica, los estudios jurisprudenciales contienen
altas cargas epistémicas que deben ser matizadas por una metodología pertinente y armónica
conforme esta ingente empresa.” (Moreno, 2012, p.5)
2 Baste con citar para el ejemplo las implicaciones jurídicas y políticas que dejó en el país el caso
Petro. Este asunto particular evidenció la inseguridad jurídica que podría generar el mal uso
de la acción de tutela, convirtiéndola en otra instancia. “El tema es capital porque la certeza
de que las disputas jurídicas tienen un final, según las reglas de juego preexistentes, es una de
las consideraciones de los inversionistas antes de arriesgar por el desarrollo de un país. “El
riesgo en seguridad se puede calcular y tomar medidas para minimizarlo. Pero la inseguridad
jurídica es imponderable”, dice un magistrado. El ex - alcalde de Bogotá Jaime Castro, quien
ha sido fuerte contradictor del Alcalde, señala que en este caso “es claro que hay un abuso
del derecho”: “Contra el Procurador interpusieron 400 tutelas y contra el Presidente, 50 más.
Disparan con escopeta, sabiendo que alguna de tantas los debe favorecer”. (El Tiempo, 2014)
3 Iniciado con el texto promulgado por la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, ha venido
efectuando un cambio fundamental en el derecho colombiano: los textos constitucionales, y
muy en particular aquellos en los que se consagran derechos fundamentales de las personas,
se han convertido en principios y reglas directamente aplicables a todo tipo de conflictos
jurídicos a resolver por los jueces y funcionarios administrativos en Colombia.
4 El código de Hammurabi es, quizá, el primer acuerdo de reconocimiento y aceptación de
los derechos positivizados, o mejor, fundamentalizados mediante una redacción y fijación
por escrito. Este medio rudimentario instaura un proceso que ya no se detendrá, y que llega
hasta nuestros días. El segundo momento se presentó mucho después, en Grecia. Guardando
las proporciones, se puede considerar que la demanda que le fue instaurada a Sócrates
ante el arconte rey de Antenas por Ánito, Meleto y Licón es, sin duda, una petición para
salvaguardar derechos que en ese contexto se consideraban de importancia central, en cierto
modo fundamentales en el sentido de que era inalienables. Sócrates fue acusado de corrupción
y sacrilegio. Para los atenienses del siglo V a.C. esas acusaciones eran muy graves, pero era
más grave aún el riesgo de ser condenado a muerte o desterrado. A pesar de las profundas
diferencias entre los dos contextos, los atenienses también tenían un mecanismo que trataban
los casos en que el ordenamiento legal entraba en crisis si un precepto básico era incumplido,
violado o desvirtuado.
5 El profesor Restrepo explica magistralmente la importancia de este hecho, en tanto los
barones del reino sacan ventaja de la debilidad política y militar de Juan, Sin Tierra a quien
le corresponde administrar y gobernar a la legnedaria sobra de su hermano Ricardo Corazón
de León quien salió victorioso en la tercera cruzada. Pero será el Rey Enrique III quien en
1225, después de la muerte de Juan, reivindicará como instrumento fundacional de la sociedad
de la época dicha carta de garantías, a tal pundo que se integrará el sistema parlamentario
dos Cámaras: una para los nombes y el clero, llamada de los Lores, y otra para los llamados
Comunes. (Restrepo, 2012, p. 57). Como dato adicional se presenta la Cláusula 39, según la
cual ningún hombre libre podrá ser detenido o encarcelado o privado de sus derechos o de sus
bienes, ni puesto fuera de la ley ni desterrado o privado de su rango de cualquier otra forma, ni
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Capitulo II. La Acción de Tutela
usaremos de la fuerza contra él ni enviaremos a otros que lo hagan, sino en virtud de sentencia
judicial de sus pares y con arreglo a la ley del reino.
6 El Congreso de Estados Unidos aprobó la Declaración de Independencia. Su autor principal,
Thomas Jefferson, escribió la Declaración como una explicación formal de por qué el
Congreso había votado el 2 de julio para declarar la Independencia respecto a Gran Bretaña,
más de un año después del estallido de la Guerra de la Revolución de Estados Unidos, y
cómo la declaración anunciaba que las trece Colonias Americanas ya no eran parte del
Imperio Británico. El Congreso publicó la Declaración de Independencia de varias formas.
Inicialmente se publicó como un impreso en gran formato que fue distribuido ampliamente y
leído al público (Naranjo, 2005).
7 Por constitución originaria puede entenderse aquella que contiene principios nuevos,
verdaderamente originales para la organización política de un Estado. Es una constitución
creadora en cuanto establece pautas y sistemas de organización y principios filosóficos para
la vida estatal que anteriormente no habían sido consagrados en un documento constitucional
(Naranjo, 2005, p- 325).
8 Conrado Hesse explica así el fenómeno: “La Ley Fundamental es la primera Constitución
alemana que coloca a la cabeza del texto la relación de derechos fundamentales (arts. 1-19). Con
ello expresa un rasgo esencial del nuevo ordenamiento democrático y de Estado de Derecho:
el significado constituyente de los derechos fundamentales tras la época de menosprecio y
graves violaciones de los derechos humanos por el régimen nacionalsocialista” (Citado en
López. 2008, p. 2).
9 En este contexto, puede visualizarse el Estado Social de Derecho que busca avalar la
igualdad material entre sus ciudadanos sin incurrir en un sistema socialista, protegiendo las
prerrogativas individuales por medio de la acción de amparo. Para ello, la constitución debe
interpretarse en forma distinta a la tradición canonicista y formalista, situación que hace del
juez un activo representante del estamento para proteger los derechos constitucionalizados.
La característica social del Estado reconoce la condición humana en clave de principios y
postulados constitutivos de derechos esenciales que escapan al control arbitrario del legislador
o gobernante de turno, pues responden a la condición natural del ser humano. Así, la función del
Estado respecto de sus asociados permite el equilibrio entre las clases sociales y la distribución
de los bienes y servicios con criterios de justicia material. De ahí, que la Declaración de los
derechos sociales, políticos y económicos de 1948, conocida como de segunda generación,
contenga criterios de ponderación valorativa sobre el hombre en la realización de todas sus
dimensiones vitales.
10 La complejidad de la organización estatal dentro de la lógica del sistema de principios y
valores termina creando toda clase de exigencias que respondan al espectro de lo que es digno
para un ser humano. Se requiere de la acción del Estado y la positivización vía derecho, sea
reglado o jurisprudencial, pues “las numerosas exigencias morales y fines extremadamente
valiosos no pueden llenarse suficientemente o alcanzarse sólo a través de acciones individuales
o cooperación espontánea. Piénsese en el subsidio a los desempleados o en la ayuda a un país
indigente.”.(Alexy, 2000, p. 95-96)
11 O sea aquellos dictados en virtud de la potestad reglamentaria que le concede al Gobierno el
numeral 11 del artículo 189 de la Constitución (Pérez, 2008, p. 626).
12 El artículo completo está redactado como sigue: “Todas las personas nacen libres e iguales
ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos
derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo,
raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”. “El Estado
promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor
de grupos discriminados o marginados”.
13 A través de esta providencia la Corte Constitucional explica las implicaciones del nuevo
orden de cosas instaurado con el Estado Social de Derecho en Colombia, el cual responde
a una estructura jurídico-política, que permite reconocer cuándo las políticas o mandatos
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
jurídicos del establecimiento son coherentes y armónicos con los fines de dignificación del ser
humano, bajo dos variables en las que confluye el Estado de bienestar y el Estado democrático.
“Desde este punto de vista el Estado social puede ser definido como el Estado que garantiza
estándares mínimos de salario, alimentación, salud, habitación, educación, asegurados para
todos los ciudadanos bajo la idea de derecho y no simplemente de caridad... y se manifiesta
institucionalmente a través… de la consagración de un catálogo de principios y de derechos
fundamentales que inspiran toda la interpretación y el funcionamiento de la organización
política. (1992 A, consideraciones jurídicas, 2a y 2b). La radicalidad del cambio interpretativo
queda evidenciado con la decisión final, al conceder tutela respecto de derechos de segunda
generación en estricta conexidad con las garantías fundamentales de primera generación,
además de promover la cláusula Angarita: en circunstacias futuras análogas al fallo resuelto
deberá resolverse por los jueces constitcionales en cumplimiento de la garantía de igualdad
material.
14 Al margen de la discusión sobre si estos, son los mismos derechos humanos, que se encuentran
en instrumentos internacionales, y que la diferencia radical esta, en que los fundamentales son,
cuando los primeros son positivizados en los ordenamientos internos de los Estados, lo cierto
es que estos son una proclamación de principios de carácter filosófico, que se caracterizan, por
tratarse de derechos naturales, irrenunciables y universales, que son anteriores a la sociedad,
que solo exigen del estado una conducta negativa de abstención y respeto. Son derechos
absolutos que no permiten condicionamiento alguno, de ahí que se puede decir sin ambages,
que los derechos fundamentales son connaturales e inherentes al ser humano, que nacemos
con ellos y por ende son superiores y anteriores a cualquier poder. Para ampliar sobre el tema
en comento consultar en la Corte Constitucional colombiana las sentencias: C –475/97 , C –
406/92, C‐225/95, C‐ 373/95, C‐ 358 /97 C – 400/98, C – 475/ 97 8
15 Con poder constituyente primario se hace referencia a aquel poder con capacidad o de un
ordenamiento político-jurídico y, posteriormente, de modificarlo; el poder constituyente
primario es entonces “la voluntad política creadora del orden social, que requiere naturaleza
originaria, eficacia y carácter creador” (Calzada 1990).
16 Las Leyes Estatutarias constituyen un tipo de leyes de especial jerarquía, que tienen como fin
esencial salvaguardar la entidad de las materias que regula, que son: los derechos y deberes
fundamentales, así como los procedimientos y recursos para su protección; la administración
de justicia; la organización y régimen de los partidos y movimientos políticos, el estatuto
de la oposición y las funciones electorales; las instituciones y mecanismos de participación
ciudadana; los estados de excepción, y la igualdad electoral entre candidatos a la Presidencia
de la República; materias éstas que comportan una importancia cardinal para el desarrollo de
los artículos 1 y 2 de la Carta, pues su regulación especial garantiza la vigencia de principios
básicos constitucionales y propende por la consecución de los fines esenciales del Estado.
De modo que imprimirle rigurosidad a la aprobación de la regulación de dichas materias
y, además, mayor jerarquía a las leyes que las consagren, son medios idóneos para lograr
la efectividad de los derechos constitucionales, la salvaguarda de un orden justo, así como
la existencia de un sistema democrático y participativo. Si bien cualquier proyecto para
convertirse en ley debe cumplir con los siguientes requisitos: ser publicado oficialmente por el
Congreso antes de darle curso en la comisión respectiva; surtir los correspondientes debates
en las comisiones y plenarias de las Cámaras, luego de que se hayan efectuado las ponencias
respectivas y respetando los quórum previstos por los artículos 145 y 146 de la Constitución;
realizar los anuncios del proyecto de ley previo a la discusión y votación en cada una de las
comisiones y plenarias, exigencia que también se aplica a los debates sobre los informes de
las comisiones de conciliación, los cuales deberán ser publicados por lo menos un día antes
de darse su discusión y aprobación; respetar los términos para los debates previstos por el
artículo 160, esto es ocho días entre el primer y segundo debate en cada Cámara, y quince días
entre la aprobación del proyecto en una de las Cámaras y la iniciación del debate en la otra;
respetar los principios de unidad de materia, de identidad y consecutividad; haber obtenido la
sanción gubernamental, que como es obvio, en el caso de las leyes estatutarias, dicha sanción
se surte después de que la Corte Constitucional haya efectuado la revisión previa y oficiosa de
102
Capitulo II. La Acción de Tutela
103
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
del día en que termine el respectivo espacio de tiempo. Si la computación se hace por horas, la
expresión “dentro de tantas horas”, y otra semejante, designa un tiempo que se extiende hasta
el último minuto de la última hora, inclusive, y la expresión “después de tantas horas”, u otra
semejante, designa un tiempo que principia en el primer minuto de la hora que sigue a la última
del plazo. Art. 61. Cuando se dice que una cosa debe observarse desde tal día, se entiende que
ha de observarse desde el momento siguiente a la medianoche del día anterior; y cuando se
dice que debe observarse hasta tal día, se entiende que ha de observarse hasta la medianoche
de dicho día. Art. 62. En los plazos de días que se señalen en las leyes y actos oficiales, se
entienden suprimidos los feriados y de vacantes, a menos de expresarse lo contrario. Los de
meses y años se computan según el calendario; pero si el último día fuere feriado o de vacante,
se extenderá el plazo hasta el primer día hábil.
23 Sentencia T-346 de 1996, se señaló: Cuando las situaciones que pueden ser consecuencias de
la conducta que presuntamente genera una violación o amenaza del derecho fundamental están
definidas surge la figura del hecho consumado. También ver T-452/93; T-596/93; T-124/98;
T-150/98; SU-747/98; T-138/94; T-012/95; T-613/00.
24 La Corte Suprema de Justicia en diferentes oportunidades ha pedido al gobierno de turno
reformar la justicia para que sea suprimida la tutela contra sentencias y que ésta facultad
sea reemplazada por un recurso extraordinario contra los fallos arbitrarios que sean resueltos
dentro de cada jurisdicción. “Según estas visiones, no debería haber tutela contra providencias
judiciales, y para enfrentar las actuaciones judiciales que afecten derechos fundamentales,
debería existir un recurso especial que sería resuelto en última instancia por la Corte Suprema,
en la jurisdicción ordinaria, y por el Consejo de Estado, en la jurisdicción contencioso
administrativa, sin que esas decisiones pudieran ser revisadas por la Corte Constitucional.”
(García & Uprimny Yepes, 2006, p. 277)
25 Sobre el agotamiento de recursos o principio de residualidad y su relación con el principio
de subsidiariedad cuando se ejerce la acción de tutela para controvertir un fallo judicial, ver
sentencia T-1049 de 2008.
26 Esta regla se desprende de la función unificadora de la Corte Constitucional, ejercida a través
de sus Salas de Selección. Así, debe entenderse que si un proceso no fue seleccionado por la
Corte para su revisión, se encuentra acorde con los derechos fundamentales.
27 Hace referencia a la carencia absoluta de competencia por parte del funcionario que dicta la
sentencia.
28 Cuando se decide con base en normas inexistentes o inconstitucionales o en los fallos que
presentan una evidente y grosera contradicción entre los fundamentos y la decisión. (Ver,
Sentencia C-590 de 2005); igualmente, los fallos T-008 de 1998 y T-079 de 1993.
29 El defecto procedimental absoluto se presenta cuando el funcionario judicial se aparta por
completo del procedimiento legalmente establecido. Al respecto, ver sentencias T-008 de
1998, SU-159 de 2002, T-196 de 2006, T-996 de 2003, T-937 de 2001.
30 Referido a la producción, validez o apreciación del material probatorio. En razón a la
independencia judicial, el campo de intervención del juez de tutela por defecto fáctico es
supremamente restringido.
31 También conocido como vía de hecho por consecuencia, hace referencia al evento en el cual,
a pesar de una actuación razonable y ajustada a derecho por parte del funcionario judicial, se
produce una decisión violatoria de derechos fundamentales, bien sea porque el funcionario es
víctima de engaño, por fallas estructurales de la Administración de Justicia o por ausencia de
colaboración entre los órganos del poder público. Ver, principalmente, sentencias SU-014 de
2001, T-1180 de 2001 y SU-846 de 2000.
32 En tanto la motivación es un deber de los funcionarios judiciales, así como su fuente de
legitimidad en un ordenamiento democrático. Ver T-114 de 2002.
104
Capitulo II. La Acción de Tutela
105
Capítulo III. Hábeas Data
El hábeas data como derecho fundamental
o mecanismo de protección
1. Antecedentes Históricos
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo III. hábeas data
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo III. hábeas data
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo III. hábeas data
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Capítulo III. hábeas data
4. Derecho a la intimidad
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5. Derecho a la información
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Capítulo III. hábeas data
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Capítulo III. hábeas data
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Capítulo III. hábeas data
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Capítulo III. hábeas data
129
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Católica, T. 7. Roma-Ciudad del Vaticano: Vaticano
Working, R. (1997). Los Derechos en Serio. Barcelona: Ed. Ariel S.A
130
Capítulo iv.
de la inconstitucionalidad
Acción de inconstitucionalidad: de la
supremacía de la constitución
*
Doctorando en Derecho Universidad de Medellín, Magister en Desarrollo Humano y Educación
Cinde- Universidad de Manizales, Abogado Universidad Libre, Vicerrector Académico Institución
Universitaria de Envigado, Docente Universitario, correo: Henry.roncancio@iue.edu.co
**
Magister en Derecho Universidad de Medellín, Maestrando en Relaciones Internacionales
Iberoamericanas Universidad Rey Juan Carlos, Abogado Institución Universitaria de
Envigado, correo: andresfeliperoncancio@outlook.com
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
2. Supremacía Constitucional
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
lineamiento específico que debe ser acatado por todos los miembros de
la colectividad, en lo cual cómo define Vidal Perdomo (1993, p. 39):
La acción pública de inconstitucionalidad, esta acción permite
entablar un verdadero proceso contra la ley, a título de que ella
quebranta la constitución. La decisión adversa a la ley sí la afecta, y
ella no puede aplicarse en el futuro, es el efecto de inexequibilidad,
según la expresión del derecho colombiano, la generalidad de la
inaplicación se pone bajo la fórmula erga omnes, para todos.
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
con el término dignidad humana, las altas cortes han tomado más de
seis denominaciones diferentes, generando condiciones divergentes
jurídicas sobre los alcances de la prerrogativa dignidad, por cuanto la
creencia diverge de una postura tradicionalista y busca ir más allá de
la justicia en manos de un sujeto calificado.
No obstante, con la reconfiguración del activismo judicial se han
generado disposiciones estructurales de la formación de normas en un
sentido complejo, de anormalidad como preposición de la normalidad,
se apuesta entonces a un diálogo y a una relación prospectada entre la
contextualización de quienes dan lugar a la supremacía constitucional
por expresa cualificación como constituyente y la racionalidad de los
alcances frente a las emergencias más allá del tecnicismo normativo-
formal, rehusando las ideas de verdad y una sobrevaloración de la
seguridad institucional jurídica presupuesta a un orden sistémico
específico, de economía de mercado como destaca Bandeni (2006).
Esta sobrevaloración de la seguridad, los excesos resultantes del
colectivismo, del corporativismo y de la planificación en orden a la
supresión, desnaturalización o limitación arbitraria de los derechos
y libertades, todo ello realizado con el aparente y loable propósito
de proteger al hombre se reflejó en el notable crecimiento de las
actividades estatales. Crecimiento cuyo objetivo residió en acelerar
la satisfacción de las demandas sociales, con prescindencia de una
línea política arquitectónica basada sobre el bien común y con un
costo significativo: el deterioro de la personalidad Individual y de la
dignidad del hombre como valores básicos del constitucionalismo.
Asimismo, como corolario de esta expansión totalitaria, se
estableció un amplio espectro de normas jurídicas destinadas a
fortalecer las prerrogativas del Estado en su relación con la sociedad
y con las libertades del hombre, desembocando en una situación de
privilegio y abuso del poder que es, precisamente, el núcleo cuya
destrucción persigue el movimiento constitucionalista.
162
Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
Así las cosas, se busca resaltar que las nuevas tendencias y lugares
reales de inmersión del derecho están más allá de la instrumentalidad
formal del derecho del intérprete calificado, ya que se evidencia
cómo en el mundo de hoy los estudios de la teoría constitucional se
articulan más allá de la norma y su interpretación, en donde son las
dinámicas de contexto las que relacionan la aplicación del derecho
en perspectiva de los actores sociales y las mismas instituciones
de regulación normativa de lo que se considera constitucionalismo
democrático; de allí que Santos (2010) determine que sean
precisamente “el contexto” el punto donde se están generando nuevas
categorías jurídicas por la re-semantización que converge con las
dinámicas de los procesos políticos desde lo popular , por ello, los
indígenas, campesinos, obreros, mujeres, desempleados, estudiantes
no se sienten cómodos con las viejas ideologías del marxismo y las
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
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5. Conclusiones
166
Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
167
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
Referencias
Amaya, J,A. (2012). Democracia vs Constitucion –el poder del juez constitucio-
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ciencias jurídicas.
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Aragon Reyes, M.(1999). Constitución y control del poder: una introducción a
una teoría constitucional del control. Bogota. D.C: Editorial Externado de
Colombia
168
Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo IV. De la I nconstitucionalidad
171
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
Notas al Final
1
El profesor Chinchilla (2010) relaciona esta cita en Rodríguez Piñeres
registra los términos de este gran debate en aquel momento histórico. Véase
al respecto el ensayo Relaciones entre los poderes Judicial y Legislativo,
trabajo laureado en el concurso abierto por el Gobierno para la provisión
de las delegaciones de Colombia en el Segundo Congreso Científico Pana-
mericano (Capítulo I), publicado en la Revista Estudios de Derecho de la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia,
números 41 y 42, correspondientes al año 1916. págs. 1007 y siguientes.
2
Es importante advertir que en concordancia a los lineamientos del De-
creto 2067 de 1991, dicha actuación está bajo el prospecto de la entidad
que emitió la norma, de igual forma, el termino que se otorga es de 10
días igualmente, bajo la concordancia de artículo 244 de la Constitución
Política.
1
El profesor Brewer Carias (2011), determina como los procesos liberales
de la modernidad tiene una clara incidencia en la formación política en
el constitucionalismo hispanoamericano, el cual desde un enfoque infe-
rencial se determina por la dinámica estructural de los procesos e injertos
normativos en los presupuestos jurídico positivos del constitucionalismo
moderno
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Capítulo V. Acción de nulidad por
inconstitucionalidad
Introducción
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
189
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190
Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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192
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
(......)
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(......)”.
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
3. Conclusiones
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Referencias
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
Notas al final
1 Es procedente aclarar que, no obstante el legislador se refiere a una pluralidad de medios de
control, la acción, entendida en los términos del artículo 229 de la Constitución Política, es
decir, como el derecho de toda persona para acceder a la administración de justicia, y como
derecho fundamental abstracto y público, es una sola (Betancur, 2014, p. 34).
2 No es prolija la literatura existente sobre la acción de nulidad por inconstitucionalidad, sin
embargo, a partir de la expedición de la Ley 1437 de 2011, algunos autores han actualizado
sus textos de Derecho Procesal Administrativo, entre ellos los doctores Juan Ángel Palacio
Hincapié, Carlos Betancur Jaramillo, Rosember Rivadeneira Bermúdez y Juan Carlos Galindo
Vácha.
3 En virtud del artículo 150 numeral 11 de la Constitución Política, es función del Congreso:
“Revestir, hasta por seis meses, al Presidente de la República de precisas facultades
extraordinarias para expedir normas con fuerza de ley cuando la necesidad lo exija o la
conveniencia pública lo aconseje. Tales facultades deberán ser solicitadas expresamente por
el Gobierno y su aprobación requerirá la mayoría absoluta de los miembros de una y otra
Cámara”.
4 El numeral 11 del artículo 189 de la Constitución Política de 1991, faculta al Presidente
de la República en su calidad de Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad
Administrativa, para “Ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los
decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de las leyes”.
5 El origen del control de constitucionalidad de las leyes puede buscarse ─entre otras─ en
las sentencias “Holmes vs Walton” del año 1778; en la decisión del juez de Massachussets
William Cushing, de 1783, mediante la que declara que la esclavitud es incompatible con la
Constitución (Navas & Navas, 2005, p. 265); en la sentencia “Marbury vs Madison” de 1803,
y “McCulloch vs Maryland” de 1819.
6 El inciso 2° del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 fue declarado exequible por la Corte
Constitucional mediante sentencia C-400 del 03 de julio de 2013.
7 En cuanto al “Estado de Derecho”, se atribuye a Carl Th. Welcker el haber empezado a utilizar
el término Rechtstaat en 1813; y al jurista alemán Robert von Mohl el haberlo popularizado
a partir de 1829. El término implica la ideología burguesa del Estado liberal instituido al
servicio de sus intereses desde finales del siglo XVIII (Jiménez, 2010, p. 9).
8 Esto tiene su explicación, ya que, desde una perspectiva orgánica, la única entidad de la rama
judicial que pertenece a la jurisdicción constitucional y que reviste el carácter de tribunal
constitucional es la Corte Constitucional (Sentencia C-037 del 5 de febrero de 1996, M.P.
Vladimiro Naranjo Mesa).
9 En el sistema concentrado de control constitucional, también conocido como austriaco o
kelseniano, solo un único órgano puede ejercer dicha función, puede ser interno o externo
al ordenamiento judicial: interno, como las Cortes Supremas; externo, como las Cortes
Constitucionales (Blasi, 2005, p. 43). Debe destacarse que en Colombia, a diferencia de otros
países como España y Chile, la Corte Constitucional hace parte del andamiaje judicial.
10 Se habla de sistema difuso de control constitucional, “en el sentido que cualquier juez en la
resolución de una controversia concreta puede [inaplicar] las normas que considera viciadas
de ilegitimidad constitucional” (Ibid). Cabe también agregar que el modelo de control difuso
es de inspiración norteamericana y sus efectos son inter partes; a diferencia del sistema de
control concentrado, el cual se aplica en abstracto y cuyas sentencias surten efectos erga
omnes.
11 No obstante el pronunciamiento de la sentencia C-560 de 1999, la Corte hace la aclaración que
hay quienes consideran que el control de constitucionalidad en Colombia es mixto mientras
otros manifiestan que es integral.
217
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
218
Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
21 Esta noción conceptual está dada con fundamento en el texto legal prescrito en el artículo
135 de la Ley 1437 de 2011 (Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo).
22 De presentarse un cuestionamiento de la norma por razones de ilegalidad, la vía procesal a
seguir no sería la acción de nulidad por inconstitucionalidad, sino la vía ordinaria de simple
nulidad o de nulidad y restablecimiento del derecho, según el caso (Betancur, 2014, p. 108).
23 Para consultar el texto completo del Acto Legislativo N° 3 del 31 de octubre de 1910,
reformatorio de la Constitución Nacional, puede leerse a Carlos Restrepo Piedrahita en su
texto de Constituciones Políticas Nacionales de Colombia.
24 Teniendo en cuenta las salvedades que en acápites posteriores se harán para distinguir los
términos “inexequibilidad” e “inconstitucionalidad”, sobre todo en lo concerniente a los
efectos en el tiempo de una y otra figura.
25 Artículo 36. El artículo 132 de la Constitución Política quedará así: “Habrá un Consejo de
Estado integrado por el número de miembros que determine la ley.
26 El ordinal 11 del artículo 69 de la Constitución Política de 1886 disponía: “11. Conceder
autorizaciones al Gobierno para celebrar contratos, negociar empréstitos, enajenar bienes
nacionales, y ejercer otras funciones dentro de la órbita constitucional”.
27 El numeral 12 ejusdem, indicaba: “12. Revestir, Pro Tempore al Presidente de la República de
precisas facultades extraordinarias, cuando la necesidad lo exija o las conveniencias públicas
lo aconsejen”
28 El artículo 69 de la Constitución Política de 1886, fue modificado y adicionado por el artículo 7
del Acto Legislativo N° 1 de febrero 16 de 1945. En al artículo 41 de dicho acto, al establecer la
competencia del Consejo de Estado para conocer de las acusaciones por inconstitucionalidad
de los decretos dictados por el Gobierno, se sustrajeron de dicha competencia los decretos
expedidos en virtud de los numerales 11 y 12 del reformado artículo 69, ordinales ya
enunciados en los pie de página anteriores.
29 Con respecto al artículo 117 de la Constitución Política de 1886, advierto que puede haber un
error tipográfico en su citación, ya sea en el mismo artículo 41 del Acto Legislativo N° 1, de
febrero 16 de 1945, o en la fuente consultada (Constituciones Políticas Nacionales de Colombia
de Carlos Restrepo Piedrahita) pues en la Carta Política de 1886, tal norma no se refiere en
absoluto a ningún tipo de facultad del Gobierno, como sí lo hacen los artículos 118 y 119
ejusdem.
30 Debe recordarse que el Consejo de Estado, ha tenido una relativa estabilidad institucional
en Colombia, pues fue previsto desde 1821 como un Consejo de Gobierno; su creación como
Consejo de Estado figura desde el artículo 95 de la Constitución de 1830, siendo un órgano
auxiliar del Poder Ejecutivo. Se mantuvo en el artículo 121 de la Constitución de 1832, y como
Consejo de Gobierno en la de 1843. No figuró en las Constituciones de 1853, 1858 y 1863. Fue
instituido posteriormente por el artículo 136 de la Constitución Política de 1886, y suprimido
luego por el artículo 1° del Acto legislativo N° 10 del 22 de abril de 1905; siendo restablecido
finalmente por el artículo 1° del Acto Reformatorio de la Constitución, del 10 de septiembre de
1914, el cual, fue modificado a su vez por el artículo 36 del Acto Legislativo N° 1 de febrero 16
de 1945.
31 El artículo 107 de la Ley 1437 de 2011, establece la integración y composición del Consejo de
Estado, y en él se dice que la Corporación estará integrada por treinta y un (31) Magistrados.
Se afirma además que: “Ejercerá sus funciones por medio de tres (3) salas, integradas así:
la Plena, por todos sus miembros; la de lo Contencioso Administrativo, por veintisiete (27)
Magistrados y la de Consulta y Servicio Civil, por los cuatro (4) Magistrados restantes”.
32 El Inciso 2° del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011, fue declarado EXEQUIBLE por la Corte
Constitucional, mediante Sentencia C-400 de 2013. Esta corporación procedió a declarar la
exequibilidad de este inciso, en el entendido de que el control abstracto de constitucionalidad
219
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
de los actos allí contemplados, que tengan contenido material de ley, debe ser ejercido por la
Corte Constitucional.
33 No hay unicidad de criterios entre los autores frente al alcance e interpretación del inciso 2° del
artículo 135 de la Ley 1437. Un sector de la doctrina, considera que en virtud de dicho inciso, no
solo se sometería a este control los decretos generales expedidos por autoridades nacionales,
sino también los de carácter local, como sería, por ejemplo, un decreto de un gobernador, una
ordenanza o un acuerdo municipal, etc., pues los autores de dichos actos serían «entidades
u organismos distintos del gobierno nacional»” (Palacio, 2013, p. 316). Rivadeneira por su
parte, estima que aunque “en el nivel territorial los Gobernadores y Alcaldes también tienen
la facultad de emitir unilateralmente actos de carácter general que se denominan decretos (…)
contra estos actos no es procedente la pretensión de nulidad por inconstitucionalidad porque
estas autoridades no hacen parte del nivel nacional sino territorial” (Rivadeneira, 2013, p.
144).
34 En igual sentido se alinea Galindo Vácha, al afirmar que a partir de la vigencia de la Ley 1437
de 2011, es posible formular demanda de nulidad por inconstitucionalidad, no solamente contra
los decretos expedidos por el Gobierno Nacional ─diferentes de aquellos de conocimiento de
la Corte Constitucional─, sino contra cualquier acto general expedido por cualquier autoridad
(Galindo, 2013, p. 344).
35 El Parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011 fue declarado EXEQUIBLE por la
Corte Constitucional, mediante Sentencia C-415 de junio 6 de 2012. Dijo la Corte en esta
oportunidad: “…puede argumentarse que el parágrafo acusado, al fortalecer los poderes
y atribuciones del Consejo de Estado como juez constitucional, en aras de garantizar y
preservar la supremacía constitucional, lo que logra es consolidar la prevalencia de los fines
esenciales del Estado, previstos en el precitado canon constitucional”.
36 Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 18 de noviembre de 2008, radicado 11001-
03-26-000-2007-00029-00(33964), Consejero Ponente: Dr. Enrique Gil Botero.
37 Con fundamento en el numeral 14 del artículo 149 de la Ley 1437 de 2011, la Sala Plena de lo
Contencioso Administrativo, entre los asuntos de su competencia, conocerá en única instancia
“De todos los demás de carácter Contencioso Administrativo para los cuales no exista regla
especial de competencia”
38 Ha sido infructuosa la labor para tratar de establecer con precisión la denominada
competencia residual del Consejo de Estado en cuanto a su facultad para decidir sobre las
demandas de nulidad por inconstitucionalidad; entre otras cosas, porque la misma Corte
Constitucional se limita a sentenciar que, pretender señalar taxativamente esas competencias
sería inconstitucional. El problema está en que tal asunto ni siquiera se ha señalado al menos
de manera meramente enunciativa. Al respecto, la Corporación ha manifestado: “ni siquiera
el legislador estatutario es competente para enunciar las normas que deben ser examinadas
por el Consejo de Estado, pues la competencia de éste es residual, carácter que excluye el
señalamiento taxativo de competencias” (Sentencia C-037 de 1996).
39 En este sentido, no sobra advertir que aunque lo ideal sería tener una lista clara, o por lo menos
abierta y meramente enunciativa, acerca de los decretos que pueden ser demandados ante el
Consejo de Estado en acción de nulidad por inconstitucionalidad, la Corte Constitucional no
ha prohijado tal tesis, contrariamente ha expresado que: “…resulta inconstitucional que el
legislador estatutario entre a hacer una enumeración taxativa de los decretos objeto de control
por parte del tribunal supremo de lo contencioso administrativo, pues ello no está contemplado
en el artículo 237 en comento y tampoco aparece en parte alguna de esa disposición -como
sí sucede para el numeral 1o- una facultad concreta para que la ley se ocupe de regular esos
temas. Limitar de esa forma los alcances del numeral 2o del artículo 237 de la Carta es a todas
luces inconstitucional…” (Sentencia C-037 de 1996).
40 Frente a la observancia de las normas procesales, El artículo 13 de la Ley 1564 de 2012,
establece que “Las normas procesales son de orden público y, por consiguiente, de obligatorio
220
Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
cumplimiento, y en ningún caso podrán ser derogadas, modificadas o sustituidas por los
funcionarios o particulares, salvo autorización expresa de la ley”.
41 La Corte Constitucional en sentencia C-560 del 4 de agosto de 1999, procedió declarar
exequible la expresión “...y que no obedezca a función propiamente administrativa”, contenida
en el inciso primero del numeral 7 del artículo 97 del Código Contencioso Administrativo, tal
como quedó modificado por el artículo 33 de la ley 446 de 1998, por no infringir mandato
constitucional alguno (Sentencia C-560 de 1999).
42 No obstante la incertidumbre expresada, González Varas, en su texto El Derecho Administrativo
Iberoamericano; en orden a dar nitidez al asunto, manifiesta como requisito básico para la
procedencia de esta acción “que los actos impugnados no correspondan al ejercicio de la
función propiamente administrativa, porque si de esta se trata, […] los correspondientes
actos administrativos estarán sujetos a las acciones ordinarias y no a la acción de nulidad por
inconstitucionalidad” (González, 2004, p. 245).
43 Para contribuir a la decantación del tema en cuestión, el Consejo de Estado expidió el Acuerdo
58 de 1999, a través del cual se adoptó el Reglamento del Consejo de Estado y se dispuso frente
a la distribución de los negocios entre las distintas Secciones de la Corporación.
44 Al respecto, dijo la Corte:
“(.....) ¿Sobre cuáles decretos puede pronunciarse el Consejo de Estado en ejercicio de
la competencia prevista en el numeral 2º. del artículo 237 constitucional? La respuesta
es evidente: sobre todos los que no estén contemplados dentro de las atribuciones que la
Constitución Política confiere a la Corte Constitucional (art. 241 C.P.). Así, entonces, resulta
inconstitucional que el legislador estatutario entre a hacer una enumeración taxativa de los
decretos objeto de control por parte del tribunal supremo de lo contencioso administrativo,
pues ello no está contemplado en el artículo 237 en comento y tampoco aparece en parte
alguna de esa disposición –como sí sucede para el numeral 1º.- una facultad concreta para
que la ley se ocupe de regular esos temas. Limitar de esa forma los alcances del numeral 2º.
del artículo 237 de la Carta es a todas luces inconstitucional (...)”. (Sentencia C-037 de 1996).
45 Tal enunciación no podría ser de otra manera, toda vez que, como ya se advirtiera, la Corte
Constitucional declaró inexequible el artículo 49 del proyecto de Ley Estatutaria de la
Administración de Justicia (Ley 270 de 1996), en el que se hacía una enunciación taxativa
de los decretos que correspondía examinar al Consejo de Estado, la cual fue declarada
inexequible, precisamente, por vulnerar el artículo 237-2 de la ley suprema.
46 No obstante que connotados autores como Juan Ángel Palacio, incluyen los decretos
proferidos en ejercicio de la potestad reglamentaria como susceptibles de ser demandados
en acción de nulidad por inconstitucionalidad, otros doctrinantes como Juan Carlos Galindo,
advierten que, el mismo Consejo de Estado, a través de auto de julio 11 de 1997, sentenció
que las demandas contra decretos del Gobierno Nacional expedidos en virtud de tal potestad,
son del conocimiento de la Corporación, pero “no por virtud de la pretensión anulatoria
por inconstitucionalidad, sino como Supremo Tribunal de lo Contencioso Administrativo,
mediante la pretensión de simple nulidad”. Se agrega además, que los decretos dictados en
cumplimiento del numeral 11 del artículo 189 constitucional, “constituyen sin duda alguna, un
típico ejercicio de la función administrativa” (Galindo, 2013, pp. 341-342). Consejo de Estado,
Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, auto del 11 de julio de 1997, expediente AI-017,
Consejero Ponente: Germán Ayala Mantilla.
47 Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, sentencia del 23 de julio de
1996, expediente S-612 (3367), Consejero Ponente: Juan Alberto Polo Figueroa.
48 En cuanto a este punto en específico, guardo un criterio diferente al expuesto por el doctor
Galindo, pues él considera, o por lo menos da a entender, que los actos de carácter general
expedidos por organismos distintos del Gobierno Nacional, corresponden a aquellos emitidos
por organismos del orden nacional (2013, p. 343); yo por mi parte, estimo con Palacio Hincapié
(2013, pp. 316-317), que el inciso segundo del artículo 135 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, si bien es cierto se refiere a “actos de
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
carácter general”, no restringe que los mismos tengan que ser expedidos por autoridades del
nivel central.
49 De la posibilidad de poder ser incoada por cualquier persona, es que deviene la calidad de
acción pública que se le atribuye a la acción de simple nulidad.
50 Por tratarse de una acción privativa de los ciudadanos, es que se categoriza a la acción de
nulidad por inconstitucionalidad con el carácter de acción política (Palacio, 2013, p. 48).
51 Esta diferencia se refiere claramente a la legitimación para incoar la acción.
52 Dice Palacio Hincapié, que existe la posibilidad de que un acto particular concreto sea
demandado en acción de nulidad objetiva cuando el interés del actor solo sea la búsqueda de la
legalidad. (2013, pp. 275-276).
53 Para ampliar este tópico, véase a Palacio Hincapié en su texto de Derecho Procesal
Administrativo, edición 2013, pp. 279-280.
54 Obviamente que tales efectos retroactivos se aplican sin perjuicio de los derechos ya
adquiridos.
55 Este pretendido deslinde no es en nada absoluto, pues el artículo 306 de la Ley 1437 de
2011, dispone que “En los aspectos no contemplados en este Código se seguirá el Código de
Procedimiento Civil en lo que sea compatible con la naturaleza de los procesos y actuaciones
que correspondan a la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo”.
56 Debe tenerse presente que el Código de Procedimiento Civil (Decreto 1400 de 1970), al cual se
hace remisión expresa en el artículo 306 de la Ley 1437 de 2011, fue derogado por el el literal
c) del artículo 626, de la Ley 1564 de 2012 (Código General del Proceso).
57 Como puede apreciarse, el régimen de los recursos en el trámite de la acción de nulidad por
inconstitucionalidad, es especial y restrictivo; por lo tanto, no hay lugar a vacíos que deban
suplirse con otras normas (Betancur, 2014, p. 109).
58 El recurso de reposición está contemplado en el artículo 242 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo como uno de los recursos ordinarios, y
procede contra los autos que no sean susceptibles de apelación o de súplica. En esta norma se
dispone que en cuanto a su oportunidad y trámite se debe aplicar lo dispuesto en el Código de
procedimiento civil, lo cual debe entenderse hoy como una remisión a los artículo 318 y 319 de
la Ley 1564 de 2012 (Código General del Proceso).
59 Artículo 246. Súplica. El recurso de súplica procede contra los autos que por su naturaleza
serían apelables, dictados por el Magistrado Ponente en el curso de la segunda o única
instancia o durante el trámite de la apelación de un auto. También procede contra el auto que
rechaza o declara desierta la apelación o el recurso extraordinario.
Este recurso deberá interponerse dentro de los tres (3) días siguientes a la notificación del auto,
en escrito dirigido a la Sala de que forma parte el ponente, con expresión de las razones en que
se funda.
El escrito se agregará al expediente y se mantendrá en la Secretaría por dos (2) días a
disposición de la parte contraria; vencido el traslado, el Secretario pasará el expediente al
Despacho del Magistrado que sigue en turno al que dictó la providencia, quien será el ponente
para resolverlo ante la Sala, sección o subsección. Contra lo decidido no procederá recurso
alguno.
60 De acuerdo con el artículo 198 de la Ley 1437 de 2011, estas notificaciones deberán hacerse
personalmente. Es pertinente agregar que con fundamento en el inciso segundo del artículo
197 de la misma ley, se entenderán como personales las notificaciones surtidas a través del
buzón de correo electrónico.
61 Es interesante aclarar que en el anterior Código Contencioso Administrativo (Decreto 01 de
1984), luego de que el artículo 163 fuese derogado por el Decreto 2308 de 1989, solo se hacía
referencia a excepciones de fondo; sin embargo, la Ley 1437 de 2011 (Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo), en el numeral 6° del artículo 180, se
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Capítulo V. Acción de nulidad por inconstitucionalidad
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
75 El texto del artículo 9° numeral 6° de la Ley 1437 de 2011 es del siguiente tenor: “A las
autoridades les queda especialmente prohibido: … 6. Reproducir actos suspendidos o
anulados por la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo cuando no hayan desaparecido
los fundamentos legales de la anulación o suspensión”
76 Es de aclarar que, en tratándose de los tratados internacionales y de las leyes que los aprueben,
la Corte, en virtud del numeral 10 del artículo 241 superior, conserva la facultad de “decidir
definitivamente sobre la exequibilidad…” Ello tiene sentido y lógica en la medida que los
efectos de dichos tratados siempre serán hacia el futuro (ex nunc).
77 Para el caso del Consejo de Estado, dicha competencia para “disponer unos efectos diferentes”,
está contemplada en el inciso tercero del artículo 189 de la Ley 1437 de 2011. Para la Corte
Constitucional, es el artículo 45 de la Ley 270 de 1996, su texto literal es del siguiente tenor:
“Las sentencias que profiera la Corte Constitucional sobre los actos sujetos a su control en los
términos del artículo 241100 de la Constitución Política, tienen efectos hacia el futuro a menos
que la Corte resuelva lo contrario”.
78 El bloque de constitucionalidad: Estaría compuesto por todas aquellas normas, de diversa
jerarquía, que sirven como parámetro para llevar a cabo el control de constitucionalidad de
la legislación. Conforme a esta acepción, el bloque de constitucionalidad estaría conformado
no sólo por el articulado de la Constitución sino, entre otros, por los tratados internacionales
de que trata el artículo 93 de la Carta, por las leyes orgánicas y, en algunas ocasiones, por las
leyes estatutarias.( Olano, 2005, p. 231).
224
Capítulo VI. La acción de cumplimiento
La acción de cumplimiento
Soranny Yiseth Tejada
Introducción
Para efectuar un análisis de la acción referida, debemos de manera
primitiva remitirnos a los antecedentes históricos de la expedición
de nuestra Carta Política de 1991, la cual se ha considerado como
uno de los mayores logros de los Colombianos, por cuanto, no
solo estableció libertades, derechos y garantías, sino que, además,
introdujo al ordenamiento jurídico Colombiano mecanismos para
hacer efectivo la protección de los mismos, hallándose entre estos la
acción Constitucional de Cumplimiento.
Ahora bien, es menester resaltar, que nuestra Constitución
Política, nació a la vida jurídica después de diversos intentos
fallidos por modificar la Constitución de 1886, tales como el de
“la pequeña Constituyente de López Michelsen”, los “Intentos
de la Administración Barco” y el “Acuerdo de la casa de Nariño”
Mencionados aquí respectivamente:
En 1976 fue promovida por el ex presidente Alfonso López
Michelsen, una reforma parcial de la Constitución por la vía de
una pequeña constituyente, convocada por el congreso e integrada
por delegatarios elegidos popularmente, quienes se encargaron
de modificar lo relativo al Ministerio público, la administración
de justicia y el régimen departamental y municipal. Como
consecuencia de lo anterior, se aprobó el acto legislativo Nº 2, que
de manera inmediata fue demandado, generando la declaratoria
de inexequibilidad, exceptuando su artículo 14, por parte de la
Honorable Corte Suprema de Justicia.
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Capítulo VI. Acción de cumplimiento
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Capítulo VI. Acción de cumplimiento
2.2 Competencia
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Capítulo VI. Acción de cumplimiento
abrieron las puertas al público a partir del año 2006, esto es, casi diez
años posteriores a la competencia que les fue otorgada.
Para vislumbrar lo antes dicho, y a título de ejemplo, solo para
el Distrito Judicial Administrativo de Antioquia, incluido Medellín,
se establecieron 8 juzgados administrativo, por lo que nuevamente
entra esta instancia, a cuestionarse lo prescrito en la Constitución, y
lo dispuesto en la norma reglamentaria, cuando la misma establece,
que la competencia la dará el acto o norma que se demanda para su
cumplimiento y el domicilio del demandado, quedando nuevamente
desprotegido dicho precepto Constitucional, y haciendo un poco más
arduo el acceso a las personas que no se encuentren domiciliadas en
las zonas céntricas en las cuales fueron puestos a disposición de la
ciudadanía los juzgados Administrativos.
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Capítulo VI. Acción de cumplimiento
De conformidad con la Ley 393 de 1997, en sus artículos 12, 13, 17,
21, 26 y 27, establece un procedimiento sumario, el cual, se traduce
en el acatamiento a las siguientes etapas procesales así:
• Para la admisión o rechazo de la demanda, el juez competente
posee el término de tres (3) días posteriores, contados a partir de
la presentación de la acción de cumplimiento.
• En caso de ser inadmitida, el accionante cuenta con el término
de dos (2) días, para subsanar los requisitos para su posterior
admisibilidad, de lo contrario la acción será rechazada.
• Una vez presentados los requisitos solicitados, el juez cuenta con
el término de tres (3) días, para decidir sobre su admisión.
• De haber sido admitida, el juez cuenta con el término de tres
(3) días, para efectuar la notificación personal al demandado,
diligencia en la cual, se hará entrega de la copia de la demanda y
sus anexos.
• Una vez notificado el demandado, cuenta con el término de tres
(3) días siguientes a la notificación, para que se haga parte en
el proceso, conteste la demanda y aporte las pruebas necesarias
para su defensa.
• Para la práctica de pruebas, como la solicitud de rendir informes
al juez por parte del particular o autoridad pública, será de uno
(1) a cinco (5) días, los cuales, será fijados por el Juez, según
la índole del asunto, la distancia y rapidez de los medios de
comunicación.
• El término para proferir fallo, corresponde a veinte (20) días
siguientes, contados a partir de la admisión de la acción.
• Una vez notificado el fallo de primera instancia, las partes
podrán impugnarlos, dentro de los tres (3) días siguientes a su
notificación.
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7. Medidas Cautelares
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Referencias
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blica de Ecuador.
Ecuador. Asamblea Nacional Constituyente (2009). Ley orgánica de Garantías
jurisdiccionales y Control Constitucional.
254
Capítulo VI. Acción de cumplimiento
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
Notas al final
1 Generada principalmente por la crisis de la legitimación del sistema político, entendida
como “La pervivencia de fenómenos de larga duración, como fueron el desarrollo de una
democracia restringida, la exclusión de la participación política de los movimientos sociales
y partidos políticos diferentes a los tradicionales, el clientelismo, la abstención electoral, y el
manejo represivo de los Conflictos sociales”. (Díaz, 2009).
2 Entendida como “una crisis de rendimiento y como un proceso de adaptación del sistema
económico, además como un desarrollo y complejización de la economía – aumento de la
racionalidad teleológica- que paulatinamente dejo de ser regulada por el sistema político y
comenzó a regirse autónomamente por los criterios del mercado” (Díaz, 2009).
3 Movimiento estudiantil, conformado en su mayoría por estudiantes de derechos adscritos
a diferentes universidades del país, que a una semana del asesinato del Líder Luis Carlos
Galán, marcharon por las calles de Bogotá, para rechazar la violencia terrorista, quienes
posteriormente logran que en las elecciones parlamentarias de marzo 11 de 1990, se incluyera
una papeleta en la que los electores respondieran sí o no a la convocatoria de una asamblea
para reformar la Constitución política de 1886.
4 Ahora la preservación del orden no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr la
efectividad de los derechos, uno de los fines supremos del Estado.
5 Para el Dr. Manuel José Cepeda, es claro que “los derechos inherentes a la persona humana son
fundamentales, cualquiera sea el criterio utilizado para identificar esta categoría de derechos”.
6 De conformidad con lo dispuesto en el Artículo 4º del Código Civil, que indica: “La Ley es
una declaración de la voluntad soberana manifestada en la forma prevenida en la Constitución
Nacional. El Carácter General de la Ley es mandar, prohibir, permitir o castigar”.
7 Nuestra Ley sustancial, dispone salvo las excepciones, en su artículo 3º lo siguiente:
“Considerado este código en su conjunto y en cada uno de los títulos, capítulos y artículos de
que se compone, forma la regla establecida por el legislador colombiano, a la cual es un deber
de los particulares ajustarse en sus asuntos civiles, que es lo que constituye la Ley o el Derecho
Civil Nacional.
8 El Artículo 633 del Código Civil Colombiano, define persona jurídica así: “Se llama persona
jurídica, una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de
ser representada judicial y extrajudicialmente (…)
9 El principio pro homine es un criterio hermenéutico que informa todo el derecho de los derechos
humanos, en virtud del cual se debe acudir a la norma más amplia, o a la interpretación más
extensiva, cuando se trata de reconocer derechos protegidos e, inversamente, a la norma o a
la interpretación más restringida cuando se trata de establecer restricciones permanentes al
ejercicio de los derechos o su suspensión extraordinaria. Este principio coincide con el rasgo
fundamental del derecho de los derechos humanos, esto es, estar siempre a favor del hombre.
(Pinto, 1997)
10 Se denomina norma normarum, a la primer fuente del derecho constitucional, es decir, a la
Constitución Política.
256
Capítulo VII. Acción popular
Las acciones populares
y su pasado en el código civil
1. Introducción
257
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
relevancia que hoy tienen en nuestro país, prueba de ello son un sinnúmero
de decisiones judiciales proferidas por nuestro máximo Tribunal de lo
Contencioso Administrativo y Jurisdicción Ordinaria.
Necesariamente habremos de dirigirnos a analizar los derechos
colectivos que a través de este mecanismo procesal se protegen, pero
no solo a la luz de la ley 478 de 1998, frente a estos sino también
de su inclusión en el Código Civil, ley 57 de 1887, para lo cual se
estudiara su trámite, competencia, legitimación, tipo de pretensiones,
pacto de cumplimiento y sentencia; así como las medidas cautelares
que se pueden adoptar desde su presentación.
Por último, dejaré sentadas algunas conclusiones sobre la
importancia no solo de las acciones populares previstas en la ley 478
de 1998 (art. 2 y 4), sino también de las existentes hoy en el Código
Civil (art. 1005 y 2359), acciones que inexplicablemente pasan
inadvertidas ante la comunidad académica y que por más de un siglo
se han mantenido vigentes.
258
Capítulo VII. Acción popular
259
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
Aunque los interdictos populares fue una de las vías populares más
antiguas que las mismas acciones, estas surgieron para defender la
cosa pública, ambas tenían una gran similitud pero se diferenciaban
por el bien perseguido, o sea si la “res sacra” y la “res publicae” y
para esta última se usaba las acciones populares; ya que las acciones
procesales ordinarias, de creación legal no eran eficaces debido al
rigorismo y al formalismo. Cualquier ciudadano podía exigir el pago
de una pena pecuniaria (al demandante, no al tesoro público), de aquel
que fuera responsable de un hecho dañoso para el interés público.
Eran reconocidas en las leyes romanas, mediante las cuales
cualquier ciudadano que quisiese podía hacer efectivas las penas
pecuniarias establecidas en favor del estado o municipio, las cuales
fueron llamas acciones populares procuratorias; porque no concedían
ningún derecho propio al accionante, sino a veces un premio para sus
esfuerzos.
260
Capítulo VII. Acción popular
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
2.2.1.
Características sobresalientes de las acciones populares
romanas antiguas.
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Capítulo VII. Acción popular
La Constitución de 1886
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En la constitución de 1991
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4. Derechos colectivos
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Capítulo VII. Acción popular
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Capítulo VII. Acción popular
Dicha ley señala que las acciones populares tienen por objeto
(art. 4º) proteger y defender los intereses y derechos colectivos; y
que las conductas que dan lugar a su ejercicio ante esta jurisdicción
de lo Contencioso Administrativo están referidas, por regla general,
a las de acción o de omisión de las personas en ejercicio de la
función administrativa, sin ninguna distinción y por lo tanto sin
limitante siempre y cuando la finalidad de la pretensión tenga que ver
con derechos e intereses colectivos; esto se deduce de la misma ley,
que al respecto dispone:
ARTÍCULO 2. ACCIONES POPULARES. Son los medios
procesales para la protección de los derechos e intereses colectivos.
Las acciones populares se ejercen para evitar el daño contingente,
hacer cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre
los derechos o intereses colectivos, o restituir las cosas a su estado
anterior cuando fuere posible.
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rompería por tanto con un postulado más amplio que el citado por
Tamayo (1990), que circunscriba la legitimación para acudir a la
jurisdicción a quien tenga interés directo, que por cierto es excepcional
con toda la serie de acciones públicas que hoy existen en Colombia.
El postulado dela responsabilidad mencionado por Tamayo,
según el cual el perjuicio desde ser personal para que se pueda
reclamar indemnización (que hace parte del genérico esbozado en
el párrafo anterior), no tiene cabida en nuestro sistema normativo
porque existen otras acciones populares, diferentes a las del 2359, en
las que presentándose la posibilidad de reclamar la reparación de un
daño la legitimación se concede a cualquier persona.
Otras acciones populares consagradas en este título por el Código
Civil, son las de denuncia de obra nueva, la de obra que amenaza ruina,
la de árboles mal arraigados, la de obras actuales en ríos y caudales,
etc. (arts. 986, 987, 988, 989, 990, 992, 1005 y Decreto 1541 de 1978,
art. 21010). A su vez, el artículo 2355 parágrafo 2º consagra la acción
de positis et suspendis, y los artículo 2359 y 2360 dan acción para
precaver un daño que amenace a personas indeterminadas. Estas
acciones se adelantaban siguiendo el trámite del proceso abreviado,
según lo disponía en artículo 15 de la ley 446 de 1998 (Derogado por
el literal c), art. 626, Ley 1564 de 2012)11.
7. Conclusiones
280
Capítulo VII. Acción popular
281
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
Referencias
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Editorial Jurídica de Chile
Colombia. Congreso de la Republica (1873). Código Civil. Bogotá. Disponible
en: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=39535
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http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=1175
Colombia. Congreso de la Republica (1998). Ley 472 . Bogotá. Disponible
en: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=188
Colombia. Consejo de Estado. (2004). Sentencia C-569. Magistrado Ponente
Rodrigo Uprimny Yepes.
Colombia. Consejo de Estado. (2005).Sentencia de febrero10, Rdo. 25000-
23-25-000-2003-00254-01(AP), Sección Tercera. Magistrada Ponente
María Elena Giraldo Gómez
Colombia. Corte Constitucional. (1992). Sentencia T-002. Magistrado Ponente
Alejandro Martínez Caballero.
Colombia. Corte Suprema de Justicia (1947). Sentencia de agosto 6. Magistrado
ponente Ramón Miranda.
Colombia. Presidencia de la Republica (1989). Decreto 2303. Disponible en:
http://www.icbf.gov.co/cargues/avance/docs/decreto_2303_1989.htm
Colombia. Presidencia de la Republica (Marzo 11, 1991). Proyecto de Acto
Reformatorio No. 23. Delegatario Álvaro Gómez Hurtado. En: Gaceta
Constitucional No. 19.
Lozano y Corbi, E. (1982). La legitimación popular en el derecho romano clásico.
Barcelona: Bosch Casa Editora
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[tesis de grado]. Pontificia Universidad Javeriana. Disponible en: http://
www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere5/TESIS53.pdf
Petit, E. (1949). Tratado Elemental de Derecho Romano. México: Editora Na-
cional S.A.
Sarmiento Palacio, G. (2006). Las acciones populares en el derecho privado colom-
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Tamayo Jaramillo, J. (1990). De la Responsabilidad Civil. Tomo II. De los Per-
juicios y Indemnización. Bogotá: Temis
Valencia Zea, A. (1987). Derecho Civil, T. 2, 8ª Ed. Bogotá: Temis
282
Capítulo VII. Acción popular
Notas al final
1. Nota: Artículo declarado EXEQUIBLE por la Corte Constitucional mediante Sentencia C-622
de 2007, en el entendido que las sentencias que resuelven los procesos de acción popular hacen
tránsito a cosa juzgada respecto de las partes y del público en general, salvo cuando surjan
con posterioridad a la sentencia desestimatoria, nuevas pruebas trascendentales que pudieran
variar la decisión anterior.
2. Debemos recordar que el incentivo de que trataban los artículo 39 y 40 de la ley 472 de 1998,
fue derogado por la ley 1425 de 2010; ley que fuera declarada exequible por la C-630 de 2011.
3. Artículo 88 de la C.N. dice: “La ley regulará las acciones populares para la protección de los
derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y la
salubridad públicos, la moral administrativa, el ambiente, la libre competencia económica y
otros de similar naturaleza que se definen en ella…”
4. Artículo 22 de la C.N. reza: “La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”.
5. Fue derogada por la 1480 de 2011, nuevo Estatuto del Consumidor.
6. Artículo 8º.- Los elementos constitutivos del espacio público y el medio ambiente tendrán
para su defensa la acción popular consagrada en el artículo 1005 del Código Civil. Esta
acción también podrá dirigirse contra cualquier persona pública o privada, para la defensa
de la integridad y condiciones de uso, goce y disfrute visual de dichos bienes mediante la
remoción, suspensión o prevención de las conductas que comprometieren el interés público o
la seguridad de los usuarios. El incumplimiento de las órdenes que expida el juez en desarrollo
de la acción de que trata el inciso anterior configura la conducta prevista en el artículo 184 del
Código Penal de “fraude a resolución judicial”. La acción popular de que trata el artículo 1005
del Código Civil podrá interponerse en cualquier tiempo, y se tramitará por el procedimiento
previsto en el numeral 8 del artículo 414 del Código de Procedimiento Civil.
7. El artículo 2359 del C. Civil señala que: por regla general se concede acción en todos los
casos de daño contingente, que por imprudencia o negligencia de alguno amenace a personas
indeterminadas, pero si el daño amenazare solamente a personas determinadas, sólo alguna
de éstas podrá intentar la acción.
8. Artículo 8º.- Los elementos constitutivos del espacio público y el medio ambiente tendrán
para su defensa la acción popular consagrada en el artículo 1005 del Código Civil. Esta
acción también podrá dirigirse contra cualquier persona pública o privada, para la defensa
de la integridad y condiciones de uso, goce y disfrute visual de dichos bienes mediante la
remoción, suspensión o prevención de las conductas que comprometieren el interés público o
la seguridad de los usuarios.
El incumplimiento de las órdenes que expida el juez en desarrollo de la acción de que trata el
inciso anterior configura la conducta prevista en el artículo 184 del Código Penal de “fraude a
resolución judicial”.
La acción popular de que trata el artículo 1005 del Código Civil podrá interponerse en
cualquier tiempo, y se tramitará por el procedimiento previsto en el numeral 8 del artículo 414
del Código de Procedimiento Civil
9. Artículo 14º de la ley 472 de 1998, reza: Personas Contra Quienes se Dirige la Acción. La
Acción Popular se dirigirá contra el particular, persona natural o jurídica, o la autoridad
pública cuya actuación u omisión se considere que amenaza, viola o ha violado el derecho
o interés colectivo. En caso de existir la vulneración o amenaza y se desconozcan los
responsables, corresponderá al juez determinarlos.
10. Dispone el Artículo 210 lo siguiente: El Personero Municipal y cualquier persona pueden
entablar las acciones populares que para preservar las aguas nacionales de uso público
consagra el Título XIV del Libro II del Código Civil, sin perjuicio de las que competan a los
directamente interesados.
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
11. Según el Acuerdo PSAA13-10072 del Consejo Superior de la Judicatura, la vigencia del
Código General del Proceso para Medellín, comenzara el 1º de octubre de 2014.
12 ARTICULO 82. Es deber del Estado velar por la protección de la integridad del espacio
público y por su destinación al uso común, el cual prevalece sobre el interés particular. Las
entidades públicas participarán en la plusvalía que genere su acción urbanística y regularán la
utilización del suelo y del espacio aéreo urbano en defensa del interés común.
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Las acciones colectivas
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Capítulo VII. Acción popular
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b) La moralidad administrativa;
c) La existencia del equilibrio ecológico y el manejo y
aprovechamiento racional de los recursos naturales para
garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración
o sustitución. La conservación de las especies animales y
vegetales, la protección de áreas de especial importancia
ecológica, de los ecosistemas situados en las zonas fronterizas,
así como los demás intereses de la comunidad relacionados con
la preservación y restauración del medio ambiente;
d) El goce del espacio público y la utilización y defensa de los
bienes de uso público;
e) La defensa del patrimonio público;
f) La defensa del patrimonio cultural de la Nación;
g) La seguridad y salubridad públicas;
h) El acceso a una infraestructura de servicios que garantice la
salubridad pública;
i) La libre competencia económica;
j) El acceso a los servicios pública y a que su prestación sea
eficiente y oportuna;
k) La prohibición de la fabricación, importación, posesión, uso de
armas químicas, biológicas y nucleares, así como la introducción
al territorio nacional de residuos nucleares o tóxicos;
l) El derecho a la seguridad y prevención de desastres previsibles
técnicamente
m) La realización de las construcciones, edificaciones y desarrollos
urbanos respetando las disposiciones jurídicas, de manera
ordenada, y dando prevalencia al beneficio de la calidad de vida
de los habitantes;
n) Los derechos de los consumidores y usuarios.
La Corte Constitucional en Sentencia C- 214 de 1999, dijo que
los derechos colectivos son aquellos que “no se encuentran en cabeza
de una o varias personas en particular, sino que la titularidad recae en
la comunidad entera”.
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2.3.4.1 Competencia
Si la vulneración proviene por parte de una autoridad o de un
particular que ejerza funciones administrativas, se interpondrá ante
la jurisdicción contenciosa administrativa. En primera instancia
conocen los Jueces Administrativos y en segunda instancia, los
Tribunales Contencioso Administrativos.
Si la vulneración proviene de un particular, se ejercerá ante la
jurisdicción civil. En primera instancia conocen los Jueces Civiles
del Circuito y en segunda instancia las Salas Civiles de los Tribunales
Superiores.
El juez competente, será aquel de ocurrencia de los hechos o del
domicilio del demandado a elección del actor popular. Cuando por
los hechos sean varios los jueces competentes, conocerá a prevención
el juez ante el cual se hubiera presentado la demanda.
Si en el lugar donde se pretende instaurar la demanda no existe
juez del circuito o de lo contencioso administrativo, la demanda podrá
presentarse ante cualquier juez civil municipal o promiscuo, quien la
remitirá inmediatamente por el medio más eficaz al juez competente
cuando se comprometa de forma grave y permanente los derechos
invocados en la demanda o dentro de los dos días en los demás casos.
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justicia (C. P., art. 229), por cuanto mientras el texto de la ley en
perfecta simetría con la Constitución está encaminado a evitar el
ejercicio de acciones indemnizatorias individuales, cuando ya se
ha intentado la de grupo, a menos que se logre la exclusión, en
el aparte que se analiza se impide a quines no se hicieron parte
en el curso del proceso, obtener la indemnización de perjuicios
a que la sentencia condenó en su favor, con el argumento de
que la reclamación debe hacerse dentro de su propio termino de
caducidad o prescripción, a pesar de que no depende del afectado
la determinación del momento en el cual se produce la sentencia,
en otras palabras la determinación del momento para acogerse
a los efectos de la sentencia. Ello depende de factores externos
tales como la congestión propia de la función judicial que impide
el cumplimiento de los términos judiciales”.
• El Consejo de Estado, en la misma Sentencia(Sentencia del 6 de
octubre, 2005), señaló las características que pueden identificar
la acción de grupo, desaparecida la exigencia de la preexistencia
del daño9:
○ El fin, móvil o motivo de la acción de grupo, está constituido
por la posibilidad de obtener, a través de un mismo proceso,
la reparación del daño que ha sido causado a un número
mínimo de 20 personas, con un mismo hecho.
○ La demanda puede ser interpuesta por una sola persona,
de conformidad con lo establecido en los artículos 3, 46,
48-parágrafo y 52-4 de la Ley 472, con la condición de que
actúe en nombre de un grupo del que se afirma la calidad de
afectado, integrado por un número no inferior a 20 personas,
a las cuales debe identificar en la demanda o suministrar en
la misma los datos para su identificación, como requisito de
procedibilidad.
○ El trámite del proceso es preferencial y sumario. Así puede
predicarse no solo de los breves términos que la Ley 472
dispuso para la admisión de la demanda, para practicar
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4. Conclusiones
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Capítulo VII. Acción popular
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Referencias
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Bogotá: Leyer
Colombia. Congreso de la Republica (1998). Ley 472. Bogotá
Colombia. Consejo de Estado (2000). Sentencia AP-019 del 17 de marzo.
Bogotá, Sala de lo Contencioso Administrativo
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Bogotá, Sala de lo Contencioso Administrativo
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Bogotá, Sala de lo Contencioso Administrativo
Colombia. Consejo de Estado (2003). Sentencia AG – 017 del 2 de febrero.
Bogotá, Sala de lo Contencioso Administrativo
Colombia. Consejo de Estado (2003). Auto Rad. 23001-23-31-000-1999-
0011601 del 6 de agosto. Bogotá, Sala de lo Contencioso Administrativo
Colombia. Consejo de Estado (2003). Sentencia del 13 de agosto rad. 1519.
Bogotá, Sala de Consulta y Servicio Civil
Colombia. Consejo de Estado (2004). Sentencia del 22 de enero, Expediente
AP 25000232600020010052703. Bogotá, Sala de lo Contencioso Ad-
ministrativo
Colombia. Consejo de Estado (2005). Sentencia del 6 de octubre. Consejera
Ponente Ruth Stella Correa Palacio. Bogotá, Sala de lo Contencioso
Administrativo
Colombia. Corte Constitucional (1999). Sentencia C-215. Magistrada Ponente
maría Victoria Sánchica Méndez. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (1999). Sentencia C-215. Magistrada Ponente
maría Victoria Sánchica Méndez. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (1999). Sentencia C-215. Magistrada Ponente
María Victoria Sánchica Méndez. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (2000). Sentencia C-1062. Magistrado Po-
nente Álvaro Tafur Galvis. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (2004). Sentencia C-569 de 8 de junio. Bogotá
Colombia. Corte Constitucional (1999). Sentencia C-215. Magistrada Ponente
maría Victoria Sánchica Méndez. Bogotá
314
Capítulo VII. Acción popular
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Notas al final
1 Constitución Política, articulo 88: “La ley regulará las acciones populares para la protección
de los derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad
y la salubridad públicos, la moral administrativa, el ambiente, la libre competencia económica
y otros de similar naturaleza que se definen en ella (…)”.
2 Por daño contingente se entiende aquél que puede suceder o no, que reviste un carácter
eventual y por ende constituye una amenaza; por lo tanto se opone a lo seguro y necesario.
3 Ley 472 de 1998, articulo 24. Toda persona natural o jurídica podrá coadyuvar estas acciones,
antes de que se profiera fallo de primera instancia. La coadyuvancia operará hacia la actuación
futura. Podrán coadyuvar igualmente estas acciones las organizaciones populares, cívicas
y similares, así como el Defensor del Pueblo o sus delegados, los Personeros Distritales o
Municipales y demás autoridades que por razón de sus funciones deban proteger o defender
los derechos e intereses colectivos.
4 Ley 472 de 1998, artículo 25. Antes de ser notificada la demanda y en cualquier estado del
proceso podrá el juez, de oficio o a petición de parte, decretar, debidamente motivadas,
las medidas previas que estime pertinentes para prevenir un daño inminente o para hacer
cesar el que se hubiere causado. En particular, podrá decretar las siguientes: a) Ordenar la
inmediata cesación de las actividades que puedan originar el daño, que lo hayan causado o
lo sigan ocasionando; b) Ordenar que se ejecuten los actos necesarios, cuando la conducta
potencialmente perjudicial o dañina sea consecuencia de la omisión del demandado; c) Obligar
al demandado a prestar caución para garantizar el cumplimiento de cualquiera de las anteriores
medidas previas; d) Ordenar con cargo al Fondo para la Defensa de los Derechos e Intereses
Colectivos los estudios necesarios para establecer la naturaleza del daño y las medias urgentes
a tomar para mitigarlo.
5 Ley 472 de 1998, artículo 27. El juez, dentro de los tres (3) días siguientes al vencimiento del
término de traslado de la demanda, citará a las partes y al Ministerio Público a una audiencia
especial en la cual el juez escuchará las diversas posiciones sobre la acción instaurada, pudiendo
intervenir también las personas naturales o jurídicas que hayan registrado comentarios escritos
sobre el proyecto. La intervención del Ministerio Público y de la entidad responsable de velar
por el derecho o interés colectivo será obligatoria. La inasistencia a esta audiencia por parte
de los funcionarios competentes, hará que incurran en causal de mala conducta, sancionable
con destitución del cargo. Si antes de la hora señalada para la audiencia, algunas de las partes
presenta prueba siquiera sumaria de una justa causa para no comparecer, el juez señalará
nueva fecha para la audiencia, no antes del quinto día siguiente ni después del décimo día, por
auto que no tendrá recursos, sin que pueda haber otro aplazamiento. En dicha audiencia podrá
establecerse un pacto de cumplimiento a iniciativa del juez en el que se determine la forma de
protección de los derechos e intereses colectivos y el restablecimiento de las cosas a su estado
anterior, de ser posible. El pacto de cumplimiento así celebrado será revisado por el juez en un
plazo de cinco (5) días, contados a partir de su celebración. Si observare vicios de ilegalidad
en alguno de los contenidos del proyecto de pacto, éstos serán corregidos por el juez con el
consentimiento de las partes interesadas. La audiencia se considerará fallida en los siguientes
eventos: a) Cuando no compareciere la totalidad de las partes interesadas; b) Cuando no
se formule proyecto de pacto de cumplimiento; c) Cuando las partes no consientan en las
correcciones que el juez proponga al proyecto de pacto de cumplimiento. En estos eventos el
juez ordenará la práctica de pruebas, sin perjuicio de las acciones que procedieren contra los
funcionarios públicos ausentes en el evento contemplado en el literal a). La aprobación del
pacto de cumplimiento se surtirá mediante sentencia, cuya parte resolutiva será publicada en
un diario de amplia circulación nacional a costa de las partes involucradas. El juez conservará
la competencia para su ejecución y podrá designar a una persona natural o jurídica como
auditor que vigile y asegure el cumplimiento de la fórmula de solución del conflicto.
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Capítulo VII. Acción popular
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Capítulo VIII. Pérdida de la investidura
1. Introducción
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Capítulo VIII. perdida de la investidura
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Capítulo VIII. perdida de la investidura
Segunda Causal:
Inasistencia Injustificada a las Sesiones
Al margen de esta prohibición; Congresistas, Diputados,
Concejales y demás miembro de las entidades territoriales de
elección popular, no podrán sustraerse injustificadamente de su deber
legar de atender a la agenda de discusiones establecida por cada
corporación. Especificándose que para el caso de los congresistas su
ausentismo se limitará a seis (6) sesiones plenarias en la que se voten
actos legislativos, contenidos dentro de un mismo periodo; y para el
caso de los miembros de la entidades territoriales, la prohibición se
extiende a cinco (5) sesiones plenarias o de comisión donde se voten
proyectos de ordenanza o acuerdo.
Tercera Causal:
No tomar posesión del cargo
Representa la renuncia o desinterés del funcionario ante el
requerimiento de ostentar el cargo investido; por lo dicha omisión
de no ser justifica configura una causal de exclusión para el ejercicio
del mismo. Para el caso de los Congresistas el período constitucional
contempla ocho (8) días después de instalación de la Cámara y para
los miembros de las corporaciones de nivel territorial constituye
motivo de remoción el no tomar posesión dentro de los tres (3) días
después de la instalación de las asambleas o concejos.
El presente móvil castiga la posible irresponsabilidad del miembro
elegido, llamado a ocupar cargos de elección popular; considerando
el alto grado de responsabilidad social que involucra el ejercicio de
dichos cargos.
337
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
Cuarta Causal:
Indebida Destinación de Dineros Públicos
Referida a la gestión dispositiva de los miembros de las
corporaciones de elección popular a nivel nacional y territorial dentro
del ejercicio de sus funciones que pueden direccionar indebidamente
la asignación presupuestal para asuntos no autorizados; por lo que se
castiga la inobservancia de los parámetros constitucionales y legales
que reglamente los asuntos patrimoniales.
De igual manera se incluyen dentro de este parámetro la
disposición de bienes muebles e inmuebles de orden público para
fines expresamente no autorizados.
Esta interpretación se respalda en el análisis jurisprudencial que
sobre la materia a desarrollado el Consejo de Estado en Sentencias
AC – 10529; AC- 10968 del 2000 y AC – 2102 de 1994; y la Corte
Constitucional en la Sentencia C – 319 de 1994.
Causal Quinta:
Tráfico de Influencias
Al tenor de la orientación normativa, dicha causal se configura
siempre y cuando se encuentre soportada la acción en pruebas
suficientes que lleven a colegir la comisión de dicha conducta;
aclarándose que a pesar de la independencia de la acción, el contenido
de esta causal podría respaldarse en una sentencia de carácter que
ponga en evidencia la actuación indebida del representante.
Para ello el Consejo de Estado en Sentencias AC-10529 y AC-
10968 a reiterado que los elementos para que se configure el tráfico de
influencia debe obedecer a los siguientes criterios: a) que la persona
ostente la calidad de congresista; b) que se invoque esa condición; c)
que se reciba, haga dar o prometer para sí o para un tercero dinero o
dádivas, con las excepción de las gestiones a favor de sus regiones;
d) que el beneficio que se pretende recibir provenga de un servidor
público en asuntos que se encuentre conociendo o haya de conocer.
Por lo anterior de colige que la influencia ejercida por el corporado
efectivamente se relacione directamente con el ejercicio de sus
338
Capítulo VIII. perdida de la investidura
339
Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
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Acciones C onstitucionales. Una aproximación a la eficacia y efectividad de los derechos
4. Conclusiones
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