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Salmo 84:10
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería
antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas
de maldad.
En un mundo tan agitado como el de hoy, tan angustiado como el de hoy,
donde tener la agenda llena de actividades es sinónimo de estar
alcanzando los resultados, pareciera que no quedara tiempo para buscar a
Dios, no quedara tiempo para congregarse. Ante una realidad como esta
vale la pena preguntarse ¿Qué beneficios trae el congregarse, el buscar de
Dios? Para dar respuesta a esta pregunta es necesario primero
preguntarse ¿QUE IMPLICA ESTAR EN LA CASA DE DIOS?
Para el Rey David, Dios era su prioridad, Dios lo era todo para él, era el
cimiento de todo lo que él hacía. Cuando disponemos nuestro corazón para
buscar a Dios, es el punto de partida para poner en práctica una serie de
puntos muy importantes, tales como:
Reconocer la autoridad de Dios: Una de las primeras cosas que una
persona aprende cuando comienza a congregarse, es reconocer que Dios
es su autoridad; y ¿cuándo reconozco una autoridad? Cuando me someto
a las reglas de la autoridad. No podemos decir que reconocemos a Dios
como nuestra autoridad, y al mismo tiempo decir que, “buscamos a Dios a
nuestra manera” es ilógico, es como decir, por ejemplo, que reconozco la
autoridad de un policía, pero que cuando me dice que me detenga no lo
hago, al realizar esta acción yo estoy diciendo verdaderamente: eres un
policía y sé que eres una autoridad, pero no me someto a ti, no tienes
autoridad sobre mí. Un sometimiento a la autoridad de Dios lo vemos
claramente en Abraham, cuando Dios le pidió que sacrificara a Isaac.
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Reconocer mi fragilidad y su misericordia: El hombre tiene el síndrome
de “eternitis” cree que nunca va a morir, se cree fuerte e indestructible, de
ahí parte la premisa: trabajando como pobre para vivir como rico. Solo que
en esa carrera por enriquecerse o solventar la economía, una persona
sacrifica valores intangibles como el amor de sus hijos, el amor de su
pareja y hasta el cuidado de su propio cuerpo (Salmo 39:4. Hazme saber,
Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán
frágil soy. -Salmo 5:7 Mas yo por la abundancia de tu misericordia
entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor).
Cuando una persona empieza a congregarse, suele suceder en la mayoría
de los casos, que se es más consciente de lo valioso de la vida, de los
momentos y por sobre todo de la enorme oportunidad de disfrutar del plan
y propósito de Dios en esta tierra. Comenzamos a invertir dones, talentos y
habilidades en el establecimiento del reino de los cielos en esta tierra,
enviando por supuesto materiales a los cielos y siendo más solidario con
los necesitados.
Buscar a Dios con alegría y con sincero corazón: Este ingrediente es
muy importante, ya que la sinceridad agrada a Dios, despojarse de las
caretas, de las máscaras que ocultan nuestras verdaderas intenciones. En
Proverbios 3:5 dice: Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en
tu propia prudencia. Salomón nos sugiere confiar plenamente en Dios y
dudar de nuestros propios conocimientos o prudencia; esto indica que
frente a Dios muchas de las cosas que nosotros hacemos y decidimos no
están en la misma línea de su voluntad. Tenemos que recordar que Él
permite nuestras decisiones porque dentro del plan de Dios estaba que el
hombre tuviera libre albedrío.
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Ya conocéis lo que implica el buscar a Dios, ahora es necesario conocer
algunos de los BENEFICIOS QUE TRAE CONGREGARSE, y para ello es
necesario citar algunos de ellos, espirituales, emocionales y físicos:
Fortaleza espiritual y protección: En el Salmo 27, el salmista hace un
recuento de algunos beneficios de estar en la casa de Dios como es la
fortaleza espiritual, la protección y la misericordia de Dios. (Salmo
27:4.Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en
la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la
hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo). Hay personas que
me preguntan: si me congrego ¿no me va a pasar nada? aquí es necesario
aclarar que aunque sucedan cosas en mi vida, Dios es soberano y Él tiene
el control, todos pasamos por aflicciones, incluso sus siervos (Juan 16:33.
Estas cosas las he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo
tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo).
Provisión: Cuando vamos a la casa de Dios, Él da provisión; ilumina
nuestro entendimiento y nos muestra qué hacer y cómo hacerlo de tal
manera que su fin sea el darnos la provisión que necesitamos, sea
espiritual, emocional o física. (Salmo 36:7-9 !!Cuán preciosa, oh Dios, es
tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la
sombra de tus alas. Serán completamente saciados de la grosura de
tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. Porque
contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz).
Entendimiento y sabiduría: Si existe algo que desarrollan aquellos que
buscan a Dios, es el entendimiento y la sabiduría, los hace hombres y
mujeres extraordinarios, visionarios y prudentes; planeadores y ejecutores
de los planes. Una persona que desarrolla entendimiento va un paso
adelante de los demás, tiene ventaja sobre otros, un ejemplo claro de ello
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fue Daniel (Daniel 1:17. A estos cuatro muchachos Dios les dio
conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel
tuvo entendimiento en toda visión y sueños). El salmista amplia un
poco más sobre aquello que encontramos en una congregación de sana
doctrina, lo que Dios tiene para cada uno de nosotros, experimentando que
Él es nuestra provisión (Salmos 111:1,10 Alabaré a Jehová con todo el
corazón en la compañía y congregación de los rectos. V10: El
principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento
tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece
para siempre.)
Desarrolla mis dones, talentos y habilidades: Cuando buscamos el bien
para la casa de nuestro Dios, cuando amamos su morada y nos
disponemos a servir en su obra, comenzamos a desarrollar dones, talentos
y habilidades que Él ha puesto en nosotros y que lo descubrimos solo
cuando nos disponemos a servir. (Éxodo 35:30-35. Y dijo Moisés a los
hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo
de Hur, de la tribu de Judá; Éxo 35:31 y lo ha llenado del Espíritu de
Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, Éxo 35:32
para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, Éxo
35:33 y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para
trabajar en toda labor ingeniosa. Éxo 35:34 Y ha puesto en su
corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac,
de la tribu de Dan; Éxo 35:35 y los ha llenado de sabiduría de
corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de
bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para
que hagan toda labor, e inventen todo diseño). En cada uno, Dios ha
colocado dones y habilidades que esta dispuesto a potencializar en
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nosotros, cuando nos disponemos mediante la congregación, a servir en su
obra y a los demás.
Lo anterior son algunos de los cientos de beneficios que trae el
congregarse; pero también es pertinente conocer QUE CONSECUENCIAS
TRAE CUANDO NO ME CONGREGO. Lo primero es clarificar que esto no
es terrorismo espiritual, lo que se trata es de responder ¿que pasa sino me
congrego? la respuesta va ligada a lo que para usted es la vida, para
muchos la vida es un cumulo de experiencias que dejan dolor, odio,
amargura, conflictos, soledad, pero también alegría, victoria, felicidad,
realización, riquezas, entre otros; decíamos la vida, porque en Cristo está
la vida y la vida es la experiencia con Él.
Indudablemente la fortaleza espiritual se desarrolla en un gimnasio
espiritual como lo es la congregación, así es, que cuando no me congrego
la musculatura espiritual se desvanece, miremos algunos de los resultados
que aparecen cuando se quiere vivir en nuestras propias fuerzas, echando
mano del ego, de los conflictos, de lo voluble de las emociones y de la
racionalización:
Autosuficiencia: ¿Quien es un auto suficiente? Aquel que no necesita de
otro, según la RAE, un pedante, prepotente o alguien que se basta a sí
mismo. En términos espirituales podemos asumirlo a aquel que dice no
necesito de Dios (salmos 37:35, Salmos 73, 2 Timoteo 3:1-5)
Incredulidad y Falta de fe: Viene como resultado de dejar de oír la
palabra de Dios.
o ¿Qué es la fe?: Hebreos 11:1
o ¿Como viene la fe a mi vida? Romanos 10:17, Salmos 119:11
o Propósito de la fe: Debo aclarar aquí que ya debe estar claro que la fe
parte de escuchar la palabra de Dios y dentro de uno de los tantos
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propósitos que tiene la fe está el ser escudo para cada uno de nosotros
(Efesios 6:16)
Desagradecimiento: Se baja la vista de Dios, ya no se le atribuye a Él las
victorias ni los logros, ya no se da gracias. En este ítem vale la pena
mencionar hombres que perdieron de vista lo que Dios le había dicho, caso
Saúl, caso Coré, entre otros.
Dureza de corazón: Viene como resultado de la suma de todas las
anteriores, podemos dar algunos versículos Hebreos 3:7-9, efesios 4:18,
proverbios 28:14, zacarias 7:12
CONCLUSIÓN
Cuando entendemos todos los beneficios de estar en la casa de Dios,
entonces viviremos lo que el rey David vivió: “Mejor es estar un día en la
casa de Dios, que mil fuera de ellos”. Nuestro potencial es mucho más
desarrollado cuando nos acercamos a la casa de Dios a intimar con Él.

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