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Estimulación Psicomotora
Vinicio Martínez Matos. Médico Pediatra Relación con: Artículos de Estimulación
Resumen: Conductas esperadas luego de la estimulación: mantiene firme la cabeza, mueve la cabeza con
amplitud, boca abajo levanta tronco y cabeza, comprende el juego de las escondidas, sonrie como respuesta a
estimulos gratos, vocaliza con muchos sonidos.
Fig. 1: Acostado boca arriba, sigue colocando móviles u objetos que suenen al moverlos y que estén al alcance
de su mano. Lleva a sus manos hasta tocarlos para que el los haga sonar. Así mejorará la coordinación de sus
movimientos en relación a lo que oye y ve.
Fig. 2: Dale de comer semi sentado entre almohadones, o en el coche, o en un porta bebé. En esta posición ve
mejor lo que le rodea y se interesa más en su ambiente.
8. Utiliza las manos voluntariamente para agarrar los objetos que están a su alcance con el fin
de conocerlos tocándolos, llevándoselos a la boca para chuparlos, o moviéndolos para que
produzcan sonidos, o golpeteándolos.
9. Tiene mayor conciencia del medio que lo rodea y examina el ambiente, las cosas y las
personas.
10. Reconoce a la madre y a las otras personas con quienes convive y mueve sus brazos para
que lo carguen.
11. Hace varias clases de sonidos y gesticula con los brazos en un primer intento por
desarrollar un lenguaje.
13. Utiliza el llanto para llamar la atención cuando no quiere estar solo, tiene hambre o se
siente sucio.
El comportamiento descrito para el bebé de determinada edad puede ser reafirmado con las
actividades señaladas a continuación, ó facilitar su aparición en el caso de que aún no esté
presente.
Ejercicios de estimulación
1. Acostado boca arriba coloca un juguete u objeto llamativo a un lado de su cuerpo. Trata de
llamar su atención con él, para que intente agarrarlo. Si no voltea su cuerpo, ayúdalo
empujándolo suavemente por las caderas para que aprenda a voltearse solo, de un lado a otro.
2. Acostado boca arriba, sigue colocando móviles u objetos que suenen al moverlos y que
estén al alcance de su mano. Lleva a sus manos hasta tocarlos para que el los haga sonar. Así
mejorará la coordinación de sus movimientos en relación a lo que oye y ve.
3. Acostado boca arriba, colócale sobre su pecho un juguete de tamaño mediano que puede
llevar a la boca sin ningún riesgo. Deja que él lo agarre. Si no lo hace, guía sus manos hacia el
medio procurando que lo haga. Permítele examinarlo libremente para que aprenda a diferenciar
los objetos a través de su boca al chuparlos y morderlos, y de sus manos, al moverlos. Vuelve
a colocarle otro que anteriormente no haya manipulado.
4. Dale de comer semi sentado entre almohadones, o en el coche, o en un porta bebé. En esta
posición ve mejor lo que le rodea y se interesa más en su ambiente.
5. Continúa imitando los ruidos que el hace con su boca, para que se de cuenta de que se
comunicará a través de esos sonidos. Nómbrale con claridad los objetos que estén a su
alrededor, y cuéntale lo que ocurre, cada vez que le des de comer, lo bañes o lo cambies.
Aunque el niño no entienda lo que se le dice, poco a poco irá identificando las voces y las
palabras. Por eso es importante hablarle con voz natural y clara y no aniñada como se le suele
hablar a los bebés.
6. Cuando llore porque tiene hambre, o se sienta sucio, o no quiere estar solo, tranquilízalo y
háblale con tono de preocupación. Después, cambia y háblale con alegría. Así irá aprendiendo
que las personas tienen distintas expresiones en su rostro y en su voz, dependiendo de las
circunstancias.
7. Juega al escondite con el tapándote el rostro con un pañal o sabanita. Enséñale que estás
detrás, quitando y poniendo la tela. Si aprende a quitarla, apláudelo. Si no lo hace, toma su
mano y enséñale hasta que él la agarre y la quite. Ríe con él cada vez que lo logre. Así
aprenderá que aunque no te vea, tu estás ahí, pues todavía no sabe que las personas y las
cosas existen, aun cuando él no las vea.
8. Ponle medias rojas o de otros colores vivos y llévale los pies frente a los ojos para aumentar
su interés en ellos a fín de que se los agarre.