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Nieto Montalba 2009 PDF
Nieto Montalba 2009 PDF
Universidad de Magallanes
Facultad de Ciencias
Escuela de Ciencias y Tecnología en Recursos Agrícolas y Acuícolas
INDICE
1 Resumen 06
2 Introducción 08
3 Revisión Bibliográfica 09
3.1 Generalidades del cultivo de tomate 09
3.1.1.1 Taxonomia y botánica 09
3.1.1.2 Sistema radicular 09
3.1.1.3 Hábitos de crecimiento 09
3.1.2 Requerimientos climáticos del cultivo del tomate 10
3.1.3 Exigencias de suelo 10
3.1.4 Valor nutritivo del fruto 10
3.2 Generalidades del cultivo hidropónico de tomates 11
3.3 Ventajas y desventajas de la hidroponía 12
3.4 Aspectos a considerar en una explotación de
tomates hidropónicos 14
3.4.1 Invernadero y características 14
3.4.2 Material vegetal de partida 14
3.4.3 Cabezal de riego 15
3.4.4 Sustratos 16
3.4.5 Soluciones nutritivas 17
3.4.6 Drenajes y control de lixiviados 18
3.4.7 Frecuencias de aporte en la solución nutritiva 20
3.5 Enfermedades del cultivo de tomate hidropónico 21
3.5.1 Enfermedades de la parte aérea 21
3.5.2 Enfermedades de la parte radicular 21
3.6 Fisiopatías más importantes en los sistemas 28
de cultivo sin suelo
3.6.1 Otras carencias nutricionales 29
3.6.2 Síntomas de exceso de sales 29
3.7 Sistemas de cultivo sin suelo 30
3.7.1 Sistema de cultivo en Lana de Roca 30
3.7.2 Sistema de cultivo en Perlita 31
3.7.3 Sistema de cultivo en Arena 32
3.7.4 Sistema de cultivo en Fibra de Coco 33
3.7.5 Sistemas de cultivo en Agua 34
4 Comentarios Finales 37
5 Literatura Citada 38
6 Anexos tablas y Figuras 40
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INDICE DE CUADROS
1. RESUMEN
Cultivo hidropónico procede de las letras griegas hydro (agua) y ponos (trabajo),
es decir, trabajo en agua. Se consideran sistemas de cultivo hidropónico, aquellos que se
desarrollan en una solución nutritiva o en sustratos totalmente inertes y a los sistemas
que cultivan en sustratos orgánicos, como cultivo sin suelo.
La hidroponía es definida por los especialistas en la materia como una
tecnología en plena expansión, novedosa y en contínuo cambio, que está al alcance de
los agricultores a partir de mediados de la década de los 70 mediante un sencillísimo y
eficaz sistema de NFT, en el se basan, en mayor o menor medida, todos los prototipos
actuales.
Los investigadores descubrieron que con la utilización de los sistemas “sin
suelo”, se soslayaban algunos problemas de patógenos del suelo, las cosechas podían ser
más abundantes y sobre todo mejoraban la calidad de las mismas, objetivo prioritario de
la agronomía actual.
A su vez, el cultivo de tomate hoy en día ocupa el primer lugar en los cultivos de
hortalizas bajo plástico con el 77,2% por lo que no es extraño que se esté
constantemente buscando la forma de mejorar el rendimiento de este cultivo.
El presente trabajo recopila los principales aspectos del cultivo hidropónico de
tomates describiendo desde las generalidades de esta hortaliza, las necesidades de su
cultivo, sustratos, principales enfermedades y requerimientos nutricionales.
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SUMMARY
Hidroponic growth it comes from the letters greek hydro (water) and ponos (
work), that is to say, work in water. They are considered systems of hidroponic growth,
those that are developed in a nutritious solution or in completely inert growing media
and to the systems that cultivate in organic growing media, like cultivation without floor.
Hidroponía is defined by the specialists in the matter like a technology in full
expansion, novel and in continuous change that is within reach of the farmers starting
from half-filled of the decade of the 70 by means of a simple and effective system of
NFT, in they are based, in bigger or smaller measure, all the current prototypes.
The investigators discovered that with the use of the systems without floor, some
problems of patógenos of the floor were ignored, the crops could be more abundant and
mainly they improved the quality of the same ones, high-priority objective of the current
agronomy.
In turn, the tomato growth today in day it occupies the first place in the
cultivations of vegetables under plastic with 77,2% for what is not strange that looking
for the form of improving the yield of this cultivation is been constantly.
The present work gathers the main aspects of the hidroponic growth of tomatoes
describing from the generalities of this vegetable, the necessities of its growth, growing
media, main illnesses and nutritional requirements.
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2. INTRODUCCION
3.1.3 Exigencias de suelo. En lo referente a suelos, cabe decir que no tiene especiales
exigencias, aunque vegeta mejor en suelos sueltos, profundos y bien drenados. Se cultiva
sin excesivos problemas en terrenos con pH algo elevados y asi mismo resiste
condiciones de una cierta acidez, (MAROTO, 1995). Según CIREN (1995), el cultivo de
tomate tolera un pH mínimo de 4,5, tomando un rango de pH óptimo de 5,5 - 7 y puede
soportar hasta un 8,2 de pH como máximo tolerado. (GATICA, 2005).
3.1.4 Valor nutritivo del fruto. Según KRARUP (1987), los productos hortícolas son
componentes nutricionales claves de una dieta balanceada, porque proporcionan
cantidades significativas de minerales y vitaminas esenciales con aporte mínimo de
calorías. Argumentando esta información MAROTO (1995), señala que el fruto del
tomate tiene un alto contenido en vitaminas, convirtiéndose en una hortaliza fundamental
y de gran uso en la alimentación mundial actual, siendo su consumo en la mayor parte de
los países europeos, cercano a lo 10 Kg. por persona al año, mientras que en España e
Italia esta cifra se incrementa de forma notable. Según MARTÍN (2002), se ha
demostrado que los carotenoides que contienen licopenos inhiben el crecimiento de las
células cancerosas prostáticas humanas en cultivos de tejidos (células cultivadas en el
laboratorio). La fuente principal de licopenos es el tomate procesado en el jugo de tomate
y la pasta de tomate. Sin embargo JOURNAL OF THE NATIONAL CANCER
INSTITUTE, (2003), realizó un estudio en ratas dirigido por La Universidad de Ohio, en
el que señala que es el tomate entero, y no el licopeno por si solo es el que previene el
cáncer de próstata, donde se ha confirmado los beneficios del tomate en la prevención del
cáncer de próstata frente a una dieta estándar u otra con licopeno puro, un carotenoide
que proporciona el color rojo a la solanácea y cuyo consumo se había asociado a un
menor riesgo de este tumor, lo que sugiere que este antioxidante no actúa solo en el papel
preventivo. (GATICA, 2005).
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A continuación se muestra el Cuadro 3 donde se presenta la composición
nutritiva del tomate.
CUADRO 3: Composición nutritiva del tomate (por 100 g de producto comestible)
Agua 94 % - 93,5%
Hidratos de carbono 4 g. - 4,7 g.
Grasas 0,2 g
Proteínas 1 g - 1,1 g
Cenizas 0,3 g - 0,5 g
Otros (ácidos, licopeno, etc.) 0,7 g
Vitamina A 1.700 UI - 900 UI
Vitamina B 0,10 mg - 0,06 mg
Vitamina B 0,12 mg - 0,04 mg
Niacina 0,60 mg - 0,70 mg
Vitamina C 21 mg - 23 mg
pH 4 - 4,5
Calcio 13 mg
Fósforo 27 mg
Hierro 0,5 mg
Sodio 3 mg
Potasio 244 mg
Valor energético 22-24 Cal.
FUENTE: MAROTO, 1995.
Sin embargo, aunque existen también algunos aspectos que se podrían presentar
como inconvenientes, debieran tomarse como objetivos a alcanzar en cualquier
explotación profesional:
• Precisa un mayor nivel técnico del agricultor. Se manejan datos de pH y
conductividad, que se deben conocer. Además, el agricultor debe realizar su
propia solución nutritiva, tras un período lógico de aprendizaje, y saber cuándo y
cómo modificarla en función del cultivo, de su desarrollo y de los factores
ambientales.
Hay que decir que el mismo criterio "lógico" que debe guiar las actuaciones del
agricultor en el buen hacer de cualquier explotación, resulta aplicable a los
cultivos sin suelo, si bien aquí con un mayor nivel de exigencia, en lo referente a
aportes de humedad, agrupamiento de riegos a lo largo del día y en función de las
condiciones climatológicas, cambios en la solución nutritiva, etc.
• Instalaciones adecuadas. Ya que sin un adecuado manejo y control de las
variables climáticas no se alcanzan las ventajas del sistema.
• Agua de riego de cierta calidad.
• Mayor coste inicial de instalación y de producción. En este aspecto, una vez
más, queremos recordar que es el agricultor quien hace rentable la explotación
(más producción y/o más calidad en función del manejo, acompañado de una
adecuada comercialización).
(SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
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3.4 Aspectos a Considerar en una explotación de tomates hidropónicos
A continuación se detallan algunos aspectos fundamentales que deben ser
evaluados antes del inicio de un cultivo hidropónico.
3.4.1 Invernadero y Características. Hoy en día los la altura ideal de los invernaderos
en la región de Almería, España y el resto de Europa, es de mínimo 3,5 metros en su
parte central para tener un gran volumen de aire que facilite el manejo climático y que
genere un efecto de colchón para el enfriamiento, calentamiento y humedad ambiental,
sin embargo, debido a las características climáticas de la región de Magallanes,
predominada por fuertes vientos desde Octubre hasta Diciembre y a veces durante todo
el verano esta condición del invernadero se hace imposible de realizar.
Los invernaderos deben estar dotados obligatoriamente de una adecuada
ventilación cenital, que asegure una superficie de ventilación mínima de un 15-20% de
la superficie total cubierta así como una adecuada renovación de aire. Será conveniente
una ventilación perimetral en aquellos casos en que, por la ubicación del invernadero y
condiciones particulares de persistencia de períodos de humedad prolongados, lo
exigiese. Con el manejo del invernadero, se ajustarán perfectamente las necesidades
climáticas de los cultivos, comprendiendo las necesidades de temperatura, humedad
relativa e intensidad lumínica.
Esta técnica será un fracaso, aunque se ajuste perfectamente los nutrientes, si el
cultivo se encuentra por debajo de su temperatura mínima biológica. O por el contrario,
en condiciones de alta temperatura y baja humedad relativa, se producirá un cierre
estomático que impedirá la absorción de una solución nutritiva, teóricamente perfecta.
De ahí que el controlar todos estos factores se demuestra de una importancia mayor que
la realización de la propia solución nutritiva (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
En cuanto a la ubicación del invernadero, muchas veces la pendiente del terreno
(topografía) decide su orientación. En los suelos planos es importante considerar la
dirección de los vientos predominantes, debiendo orientarla hacia aquella que presente
menos resistencia. Cuando los invernaderos se construyan con lucarna, ésta debe quedar
orientada a favor de la brisa suave, para facilitar la ventilación. La más usual es norte-sur
para aprovechar mejor la luz solar, y evitar sombreos.
El invernadero deberá estar dotado de corriente eléctrica, para poder garantizar un
adecuado manejo y control de: riego, fertirriego y control climático (SANZ DE
GALEANO J., ET AL., 2003).
3.4.2 Material vegetal de partida. Una buena planta es aquella que en el momento de
la plantación esté sana (exenta de plagas y enfermedades), bien proporcionada y con el
primer ramillete de flor abierto o incluso cuajado.
La precocidad y el desarrollo de estas plantas una vez instaladas en sistema hidropónico
no tienen comparación respecto a otro tipo de plantas. Así pues, la calidad de la planta
así considerada es una de las premisas que se consideran claves para alcanzar altas
producciones en cantidad y calidad (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
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3.4.3 Cabezal de Riego. En hidroponía el abonado deberá aportarse en cada riego. Y
es una técnica donde se dan muchos riegos al día, aunque de corta duración (hasta 25
riegos de 3-4 minutos, en las condiciones más desfavorables de pleno verano y cultivo
desarrollado). De ahí la necesidad de dotar convenientemente la instalación con un
cabezal mínimo a instalar. (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
Es básico conocer las características químicas del agua de riego. Hay que saber
qué elementos nutritivos aporta por sí misma, para añadirles las cantidades que falten de
cada elemento nutritivo hasta alcanzar los valores que deseen. Se hacen necesarios
análisis periódicos del agua de riego (al menos dos al año).
Se debe partir con un agua de riego baja en sales. Esto permite incorporar los principales
abonos y ajustar adecuadamente la solución nutritiva. Al trabajar sin suelo todas aquellas
condiciones hostiles para la planta como el exceso de conductividad del agua se
reflejarán inmediatamente, e irán en detrimento de los objetivos buscados de calidad y
cantidad. Una buena alternativa es un cabezal con control de conductividad y pH de la
solución nutritiva. (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
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3.4.4 Sustratos. El término “sustrato” se aplica a todo material sólido, natural, de
síntesis o residual, mineral u orgánico, distinto del suelo in situ, que colocado en un
contenedor, puro o en forma de mezcla, permite el anclaje del sistema radicular,
desempeñando por tanto, un papel de soporte para la planta (ABAD ET AL., 2005;
ABAD ET AL., 2004; TERÉS, 2001). El sustrato puede intervenir o no en el proceso de
nutrición mineral de la planta, por lo que se pueden clasificar como químicamente activos
(turbas, cortezas de pino, etc.) o químicamente inertes (perlita, lana de roca, roca
volcánica, etc.). Estamos ante un sistema sin suelo, que no dispone del efecto
“amortiguador” de la tierra normal. En hidroponía, cualquier alteración, por exceso o por
defecto en lo que a la fertirrigación se refiere, se refleja rápidamente en el cultivo, para
bien o para mal. (CADAHÍA, 2005; URRESTARAZU, 2004; TERÉS, 2001; PASTOR,
1999).
Los sustratos más habituales son:
a) Perlita: es un material de origen volcánico que se expande debido a un proceso
de calentamiento a 1.200ºC. Lo habitual es trabajar con un material con un
tamaño de partículas comprendido entre 1 y 5 mm de diámetro. Se suministra en
sacos alargados de polietileno, de dimensiones variables, o a granel. Es un
material que tras su período de vida útil es fácilmente aplicable al suelo de
parcelas agrícolas. Los sacos se colocarán siguiendo las instrucciones marcadas
en los mismos. A continuación, en el cuadro Nº 4 se detallan las propiedades
físicas de la perlita.
Cuadro 4: Propiedades físicas de perlita
Porosidad total (% vol.) 85,9%
Densidad aparente 0,143 g./cm3
Agua fácilmente disponible (% vol.) 24,6%
Agua de reserva (%vol.) 7%
Agua difícilmente disponible (%vol.) 25,2%
Agua total disponible (%vol.) 31,6%
Posee una porosidad ocluida de 8,1%
Fuente: SANZ DE GALEANO J., URIBARRI A., SÁDABA S., AGUADO G.,
DEL CASTILLO J. 2003.
3.4.5 Soluciones nutritivas. Deberán estar calculadas en función del cultivo al que van
dirigidas y su estado de desarrollo. El agricultor debe ser capaz de calcularlas, ya que es
él quien diariamente observa el rumbo del cultivo y percibe los momentos en que las
plantas necesitan unos nutrientes u otros. El agricultor debe realizar su propia solución
nutritiva, tras un período lógico de aprendizaje, y saber cuándo y cómo modificarla en
función del cultivo, de su desarrollo y de los factores ambientales. De todos los
elementos nutritivos que las plantas necesitan, el agricultor actuará directamente sobre
los macronutrientes. Calculará los aportes que debe realizar de: nitratos, sulfatos,
fosfatos, calcio, potasio y magnesio. Los micronutrientes se aportarán mediante
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preparados comerciales al efecto. (CADAHÍA, 2005; URRESTARAZU, 2004;
TERÉS, 2001; PASTOR, 1999).
A modo orientativo, se puede fijar unos consumos en abonos comerciales, para el
cultivo de tomate:
CUADRO 5: Requerimientos de abonos comerciales. Datos expresados en Kg/m2
Ciclo Nitrato Nitrato Fosfato Sulfato Acido Oligoelementos
Potásico Cálcico Monopotásico Magnésico Nítrico
Primavera- 0,5 0,4 0,4 0,43 0,12 0,01
julio
Fuente: Fertirrigación. Cultivos hortícolas, frutales y ornamentales, 2005.
Estos consumos indicados en el cuadro variarán en función de las características
químicas de cada agua de riego (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
b) Por Radiación: El riego se rige mediante un sensor que acumula la radiación emitida
por el sol (en watios/m2). Al alcanzar un valor de radiación predeterminado de
antemano, se produce el riego con una duración también predeterminada. El acotar
perfectamente ese valor de radiación acumulada es la clave para el óptimo rendimiento
de los riegos.
Otra forma de aplicar los riegos es de forma manual, por horario, preestableciendo
en el programador las horas de inicio de cada riego y su duración. Es un sistema que
implica la continua actuación del agricultor, en función de la climatología diaria.
Entendemos que este sistema debería ser de apoyo a cualquiera de los anteriormente
citados (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
3.5.1 Enfermedades de la parte aérea. Parece evidente que los problemas patológicos
que afectan a la parte aérea de los cultivos manejados en sistemas hidropónicos no
muestren diferencias significativas respecto a los problemas patológicos que afectan a los
cultivos manejados por métodos tradicionales. No obstante conviene resaltar que ciertas
enfermedades ligadas íntimamente a condiciones ambientales muy específicas o a ciertas
carencias minerales, pueden manifestarse en distinto grado según se cultive sin suelo o en
el suelo. Por ejemplo, si se optara por la solución, poco frecuente en cualquier caso, de
recoger el agua de drenaje de los sacos de cultivo y evacuarla fuera del invernadero,
entonces la humedad ambiental descendería y aquellas enfermedades que ven favorecido
su ciclo vital por las elevadas humedades relativas de los invernaderos, encontrarían más
dificultades para propagarse y perjudicar a los cultivos. (ALARCÓN, A. 2006).
El cultivo sin suelo, al permitir un mejor control del aporte de agua y nutrientes,
puede evitar la aparición de algunas enfermedades no parasitarias o fisiopatías producidas
por desequilibrios nutricionales. Éstas, a su vez, pueden favorecer el desarrollo de ciertos
parásitos. Por ejemplo, la carencia de calcio, según bibliografía, favorece el desarrollo de
Botrytis cinerea. (ALARCÓN, A. 2006).
Respecto a las condiciones del medio de cultivo, se cree que los sistemas que
mantienen una cierta cantidad de agua como reserva favorecen la reproducción y
diseminación de ciertos patógenos (según Yvonne Couteaudier) ya que este agua no se
renueva con facilidad y puede recibir la consideración de agua estancada.
Asimismo otras condiciones determinadas por la temperatura, la cantidad de
oxígeno o el pH del medio podrían potenciar los efectos causados por un determinado
patógeno. Determinados desórdenes fisiológicos que se agrupan bajo la denominación
«root death» (pérdida de raíz), pueden agravar también los efectos causados por los
parásitos. La «pérdida de raíz» puede estar causada por:
a) Falta de riego o conductividades muy altas.
b) Temperaturas extremas.
c) Problemas de asfixia radicular (falta de oxígeno).
d) pH muy bajo.
Los momentos más críticos para la manifestación de las enfermedades que afectan
al sistema radicular coinciden con las fases de plantación y entrada en producción
(ALARCÓN, A. 2006).
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A continuación se expresan en la siguiente tabla las enfermedades más
importantes causadas por hongos y bacterias que afectan el cultivo de tomate.
Virosis En el caso de hortalizas, un ejemplo particular donde los virus pueden llegar a
ser agentes fitopatógenos de importancia es tomate. Para este cultivo se han descrito al
menos siete virosis afectando esta especie en Chile. Estos además de causar
disminuciones en el rendimiento por aborto floral y menor vigor, también afectan la
calidad de los frutos, al producir deformaciones y manchado en estos. A continuación se
resumen algunos de los principales virus descritos en nuestro país para esta especie
(APABLAZA, 1999).
Figura 6. Plantas infectadas con virus del bronceado del tomate (Tomato spotted wilt
virus-TSWV)
Fuente: Sandoval, C. 2004.
3.7.1 Sistema de Cultivo en Lana de Roca. Las tablas van embolsadas con un
polietileno de color blanco exteriormente y negro en el interior, para evitar la
proliferación de algas, de 125 micras de grosor que permite una duración mínima de dos
años. Las dimensiones más comunes son las de tablas de 100 cm de largo, 15 a 24 cm.
de ancho y entre 7,5 a 10 cm. de alto. Presentan diferentes densidades de lana de roca, a
mayor densidad mayor duración del material, oscilando las densidades aparentes desde
100 mg/l hasta 47 mg/l.
Las distintas dimensiones y usos de lana de roca dan nombre al bloque, que es un
pequeño cilindro sobre el que se puede realizar la siembra, el taco sobre el que se realiza
el repicado y que puede ser de distintas dimensiones, siendo el más utilizado el de 7,5 x
7,5 x 6,5 cm y por último, tenemos la tabla sobre la cual se desarrolla el cultivo.
Es el sistema que más se utiliza en Europa y del que más información y
experiencia se dispone. Por sus excelentes características físicas y químicas como
sustrato para cultivo de hortalizas, lo convierte en uno de los sistemas ideales para el
manejo de cultivo sin suelo. Algo más del 95% del agua retenida por el sustrato es
fácilmente asimilable por la planta, aspecto que no permite dejar sin suministro de agua
al cultivo durante un periodo largo de tiempo y por la dificultad de rehidratar el material
una vez extraída la totalidad del agua. Por su baja capacidad de intercambio catiónico y
su bajo poder tampón, exige un manejo muy exacto de la nutrición y del riego.
Su duración es limitada y se recomienda para dos años. Presenta también como
inconveniente los problemas medioambientales que genera su eliminación (BAIXAULI,
AGUILAR, 2005).
Una vez ya finalizado este trabajo de titulación, al tesista la quedan los siguientes
comentarios finales respecto del cultivo hidropónico de tomates.
En general, los cultivos sin suelo son sistemas más fiables desde el punto de vista
de la planificación de la producción. Este es un aspecto fundamental desde el punto de
vista comercial, ya que hace posible establecer con antelación los programas de entrega
del producto, una ventaja competitiva indudable.
Además, este sistema permite hacer un uso más eficiente de los invernaderos
dada la rapidez con que pueden efectuarse los sucesivos cultivos. A medida que se
comercializa el cultivo anterior puede implantarse el siguiente sin que medie un espacio
de tiempo para las labranzas, incorporación de enmiendas varias, desinfección del suelo,
etc., como en el cultivo tradicional. Esta mayor eficiencia en el uso de los diferentes
recursos permite lograr un volumen superior de producción por unidad de superficie, con
productos de calidad y en forma sostenible.
5 LITERATURA CITADA
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40
6 ANEXO TABLAS Y FIGURAS
Fuente: Sanz de Galeano J., Uribarri A., Sádaba S., Aguado G., Del Castillo J. 2003.