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Todos hemos visto las típicas frases y dibujos que adornan las paredes de un
baño público, e incluso algunos habremos caído en la tentación de dejar nuestro
garabato antes de salir. No hay de qué avergonzarse: detrás de ello hay toda una
ciencia.
Todos hemos visto las típicas frases y dibujos que adornan las paredes de un
baño público, e incluso algunos habremos caído en la tentación de dejar nuestro
garabato antes de salir. No hay de qué avergonzarse: detrás de ello hay toda una
ciencia.
Todos hemos visto las típicas frases y dibujos que adornan las paredes de un
baño público, e incluso algunos habremos caído en la tentación de dejar nuestro
garabato antes de salir. No hay de qué avergonzarse: detrás de ello hay toda una
ciencia
La curiosidad por saber qué es lo que nos incita a escribir en las paredes y puertas
de un urinario provocó una marea de estudios durante los años 60, 70 y 80. Y en
todos ellos los científicos vinieron a decir lo mismo que ya predijo Kinsey: que las
improntas masculinas destapaban los instintos sexuales, mientras que los sellos
femeninos dejaban entrever más interacciones y referencias amorosas.
De acuerdo con el psicólogo estadounidense Nicholas Matthews es bastante
probable que todos los “te quiero”, los nombres o los insultos que encontramos en
un baño público respondan a lo que dicta la psicología evolutiva sobre nuestro
comportamiento como hombres y mujeres. Y ello, simplemente, por lo singular que
resulta un baño.
Además, el graffiti privado cuenta con una audiencia que, lejos de ser general, se
refiere únicamente a nuestro sexo. “De esta forma, las conversaciones que
ocurren en los muros de los urinarios proporcionarían evidencias para los
pensamientos específicos de género y los comportamientos, como predice la
psicología evolutiva”, señala Matthews en una de sus investigaciones.
Aun así, la Latrinalia es considerada todo un arte entre los grafiteros. El graffiti
privado es uno de los tres formatos en los que se suele presentar el arte callejero.
Penes, vaginas, “te quiero”, insultos y firmas forman parte de toda expresión del
ser humano. Aunque, seguramente, no pensaremos en ello cuando entremos en
un baño público. Más bien, ¿qué habrá sido de aquel amor que hubo entre “el
Jonathan y la Vane”?
¿CUESTIÓN CULTURAL?
Algunas personas dirán “es la cultura pues doctor”, mientras que otros dirán “son
las regulaciones más exigentes de esos países pues doctor”. Pero en el fondo
ambas son lo mismo, la cultura de un pueblo, en este caso la actitud del público
con relación a la higiene, es la que va a determinar el tipo de regulación de salud
pública que promulgan sus autoridades (porque estas también son parte del
pueblo).